Salmos 22:9-10
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
INTRODUCCION
Cuando se habla del amor de una madre, de inmediato nos damos cuenta, que ese
amor es incomparable, lo único que lo supera es el grande amor de Dios hacia
nosotros.
Dios ha sido tan amoroso con la humanidad, que deposito sobre una madre, un
amor, que permite que ella haga hasta lo más imposible por un hijo, y esto es algo
que nunca debemos de dejar por desapercibido.
Cuántos de nosotros, los que ahora somos adultos, desearíamos volver a vivir, o al
menos a recrear aquellos bellos y sublimes momentos, cuando nos nuestras madres
nos llevaban en sus brazos, nos ensenaban a caminar, nos daban de comer, nos
arrullaban, nos cantaban cada noche para que durmiéramos, nos llevaron ese
primer día a la escuela, nos preparaban el refrigerio que disfrutaríamos cada
descanso en nuestra escuelita, luego, como recordar y querer vivir nuevamente, las
veces que nos llevaban al parque,…y porque no decirlo, cuantas veces nos
defendían cuando alguien nos quería hacer algún daño.
¡Por todo esto y mucho más, DIOS BENDIGA NUESTRAS AMADAS
MADRECITAS!
b) El amor que tuvo la madre de Samuel por él. (1 Samuel 2:19) Y le hacía su
madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para
ofrecer el sacrificio acostumbrado.
c) El amor de la madre en el tiempo de Salomón. (1 Reyes 3:26) Entonces la
mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron
por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la
otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo.[1]
d) El amor de la madre cananea. (San Mateo 15: 22) Y he aquí una mujer
cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de
David, ¡ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un
demonio. (Esta madre buscaba un alivio en el Señor Jesús…ella no podía ver a su
hija endemoniada)
e) El valor que tuvo la madre de Jesús para poder soportar los padecimientos
de su hijo. (San Juan 19: 25)
Ante todo, esto, …nosotros ¿Qué actitud deberíamos tener hacia una madre?
b) Temer en actitud de respeto a nuestra madre. (Levíticos 19: 3) Cada uno temerá
a su madre y a su padre,b y mis días de reposo* guardaréis.c Yo Jehová vuestro
Dios.
CONCLUSION
Sin duda la madre es un regalo de Dios, su amor hacia nosotros es muy grande por
lo cual debemos honrarla no solo en un día especial, sino cada día de su existencia,
para que de esta manera podamos agradar a Dios. OREMOS.