El argumento que guía esta investigación es que la crisis diplomática entre México y Cuba
es producto, en primer lugar, del juego de las fuerzas políticas internas desatadas a partir de
la llegada de Vicente Fox a la Presidencia y, en segundo, de las presiones externas ejercidas
principalmente por Estados Unidos. El trabajo también sostiene que la decisión del
presidente mexicano de reducir la relación bilateral estuvo enmarcada en la perspectiva del
nivel de análisis individual.
WENDT