Una forma corriente de aproximarse al swing de corchea es usar tresillos.
En estos casos los tiempos básicos se dividen mentalmente así: “one-and-
uh two-and-uh three-and-uh four-and-uh” y se toca sólo en la caída del tiempo y en el “uh”. La primera nota de cada tiempo será dos veces más larga que la segunda. Sonará como el Código Morse dash-dot-dash-dot- dash-dot-dash-dot. El verdadero swing de corchea se sitúa en algún lugar entre las corcheas directas (en relación 1:1 entre la primera y la segunda nota) y los tresillos (relación 2:1). De todos modos no puedo dar una relación exacta porque ésta varía en función del tiempo y del estilo de la canción. Como regla general, cuanto más rápido es el tiempo más directas las corcheas. Además, en la época del pre-Bebop los músicos empleaban un swing más exagerado que los intérpretes posteriores, incluso empleando el mismo tiempo. Independiente de la relación, se suele acentuar la segunda “mitad” de cada tiempo, y los tiempos dos y cuatro también. Repito que la cantidad de acento depende del intérprete y de la situación.
Además está la cuestión de tocar detrás o delante del tiempo. Cuando
Dexter Gordon toca, incluso las notas que deberían caer en el tiempo las suele tocar un poco más tarde. A esto se le llama estilo laying back. Puede darle un sentido más relajado a la música, mientras que tocar un poco antes las notas que deben ir en el tiempo consigue el efecto contrario. Frecuentemente los bajistas tocan un poco antes del tiempo, sobre todo en los ritmos más rápidos, consiguiendo que la música se mantenga ligera.
No todos los estilos de jazz usan el swing de la misma forma. La mayor
parte del Latin Jazz y muchos de Fusion y otros estilos modernos utilizan las corcheas directas o bien corcheas con un ligero swing. Los shuffle y otros estilos de rock emplean un swing muy exagerado. Escuche atentamente las grabaciones de distintos estilos, prestando atención a las diferencias. No se deje engañar pensando que el swing es una constante universal.
3.2.2. La práctica del Swing
Aprender a tocar el swing de corchea y conseguir un sonido natural es casi
siempre la parte más difícil del aprendizaje del jazz; porque puede sonar