Anda di halaman 1dari 222

Fascículo 1

Reflexiones con un pueblo que camina


construyendo su destino nacional

Julián Domínguez
Norberto Liwski
Índice

Presentación del Grupo San Martín


por Norberto Liwski.................... 3

Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su destino nacional


El valor del bien común en el marco del Bicentenario de la Independencia Patria
por Julián Domínguez.................... 5

La Argentina en clave de futuro


Acerca de la constitución del Grupo San Martín.................... 5

Tenemos Patria, tenemos Historia....................7

La dirección del proyecto nacional es inalterable....................8

Dos grandes corrientes políticas en el escenario del


Bicentenario de la Independencia.................... 9

Los partidos políticos, el peronismo y el rol de la dirigencia.................... 11

Una mirada sobre el Estado....................12

Los logros y los desafíos para el desarrollo


económico, productivo, institucional y social.................... 13

Conclusiones....................15
Presentación del Grupo San Martín
Al iniciarse el año 2013 el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, Dr. Julián Domín-
guez, consideró la necesidad de constituir un espacio de análisis de la realidad argentina y particularmente
de la Provincia de Buenos Aires en el contexto de un profundo compromiso con el desarrollo del Proyecto
Nacional, Popular y Democrático inaugurado por el Presidente Néstor Kirchner y continuado con un amplio
respaldo de la sociedad argentina por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Un conjunto de académicos, investigadores, legisladores, dirigentes sociales, empresarios, trabajadores y
comunicadores fueron convocados a constituirse en protagonistas activos de un proceso colectivo de aportes
temáticos que enriquecieron el debate en las diferentes áreas y que se sintetizan en este momento histórico
confluyendo con el Bicentenario de la Independencia de la Patria.
Fue precisamente el 15 de febrero del 2013 en el que se celebró la Primera Jornada de Reflexión en el
ámbito de la Universidad Nacional de San Martín con la digna acogida de sus autoridades.
Le siguieron a esta instancia sucesivos encuentros en la ciudad de San Pedro, Provincia de Buenos Aires
y en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, cuyos directivos y docentes
prestaron un excelente apoyo para la actividad programada.
Cada uno de los temas considerados fue conformando un conjunto de ideas reflejadas en documentos
de trabajo y que también se tradujeron en un mecanismo de sistematización de las mismas. Asimismo los
integrantes del Grupo San Martín fueron contribuyendo con documentos analíticos, ensayos y otras moda-
lidades comunicacionales que permitieron ampliar las perspectivas de cada uno de los temas desarrollados.
El trabajo que a continuación se presenta forma parte de una publicación conformada por siete fascículos
que reúnen la totalidad de las contribuciones que se han volcado durante los encuentros desarrollados a lo
largo de 2013. Los mismos reconocen diversidad de enfoques siendo el contenido de cada uno de ellos la
expresión directa de cada autor con plena autonomía y, en consecuencia, sin necesidad que la misma refleje
la opinión colectiva del Grupo San Martín.
Así, a este primer fascículo en el que Julián Domínguez expone un conjunto de ideas marco le siguen suce-
sivas publicaciones en las se encontrarán temáticas diversas como políticas públicas, seguridad democrática,
derechos humanos, economía con justicia social, desarrollo e integración regional, vinculación de la ciencia
y la tecnología con el proceso productivo, perspectivas de desarrollo local y propuestas agroalimentarias
desde un punto de vista federal.
Se ha elegido la presente modalidad de edición en función de orientar la utilización de la misma combi-
nando la calidad de las presentaciones, la facilidad de acceso y la motivación para multiplicar los espacios
de reflexión y debate.
Por último corresponde señalar el reconocimiento hacia cada uno de los participantes del Grupo San
Martín asumiendo que su generoso y solidario esfuerzo contribuirá, como hemos dicho, a enriquecer los
aportes para el Bicentenario de la Independencia de la Patria.

Dr. Norberto Liwski


Coordinador

3
Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su
destino nacional
El valor del bien común en el marco del Bicentenario de la Independencia Patria

Julián Domínguez

1. La Argentina en clave de futuro. Acerca de la constitución del Grupo San Martín

L a política es vocación de servicio y como tal supone un llamado a aportar convicciones, sueños e ideas que
le den identidad al presente y a lo que legamos a nuestros hijos. Nuestra responsabilidad en la conduc-
ción del Estado debe ensamblarse con las mejores prácticas y experiencias de políticas públicas, para tener
una mirada pasible de ser sostenida en el tiempo. Hoy se nos presenta la oportunidad de canalizar todas las
energías de los argentinos para dar continuidad al Proyecto Nacional y de esa forma poner en valor todas
nuestras capacidades como pueblo.
Como generación, recibimos un país que tenía quebrada su identidad, un país sin ilusión. Habíamos perdi-
do lo más sagrado que puede perder un pueblo: la capacidad de decisión para lograr que las cosas cambien.
Esto dejó de ser así a partir de la contribución patriótica que hizo Néstor Kirchner y a través del liderazgo
de nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Nos queda como desafío cambiar las cosas que todavía
nos duelen. Este proyecto político no va a detenerse y debe recrear sus desafíos permanentemente.
Tenemos la obligación de pensar la encrucijada política desde el lugar que nos corresponde. Y como ser
dirigente es, entre otras cosas, poder anticiparse a los tiempos que vienen, es necesario que nos demos los
espacios para construir una mirada de largo alcance. Nos une la certeza de que el tiempo es superior al
espacio. Nuestro deber es tener una mirada en perspectiva para una gestión política que cobra un sentido
en el presente, porque mira hacia el futuro.
Debemos buscar la unidad en la visión de Patria, en la visión del legado que le dejaremos a las nuevas
generaciones. Esa unidad estará dada por la certeza de la dirección que elegimos como país y la conducción
de nuestra Presidenta.
En este sentido, debemos asumir los conflictos y resolver las tensiones guiados por el bien común, cons-
truyendo una Patria con mayor justicia social.
Consideramos que la contribución al debate político que se avecina en los próximos años debe tener la
mirada puesta en el tiempo y en la unidad, definida ésta por un proyecto de país más justo, que supere
definitivamente los planteos cotidianos de una política mediatizada que nos empuja a discutir los titulares
del día y nos distrae con la superficialidad y la inmediatez.
Es importante y ordenador instalar objetivos de largo alcance. Porque el futuro se construye cuando hay
miradas estratégicas y porque nos sentimos parte de un proceso de ampliación de derechos e igualdad que
debe profundizarse aún más.
Para realizar esto contamos con lo más importante: un pueblo dispuesto a defender las transformaciones
que se dieron en la Argentina y a avanzar con aquellas que nos hacen falta para alcanzar una sociedad más
justa. El 9 de julio del 2016 tiene que encontrarnos a los argentinos definiendo los próximos cien años. Y
esos sueños los construimos nosotros desde el Estado pensando en el bien común, o los construirán los
intereses individuales y las facciones que tanto daño le han hecho a nuestro país.
En esta línea, pensar la Argentina de las próximas décadas implica evitar caer en ese determinismo histórico
que nos lleva suponer que luego de un período de grandes conquistas sociales inevitablemente sobrevie-
ne, como un péndulo, otra larga noche neoliberal. Para ello es preciso ir a la conquista de nuevos sueños,
ilusionar viejas frustraciones y ser el cambio permanente en la interpretación de las expectativas populares.
Bajo estas premisas es que nos hemos dado este espacio de debate y discusión que hemos denominado
Grupo San Martín y que pretende realizar aportes para el Bicentenario de la Independencia Patria.
En cuanto a los miembros del Grupo, debo destacar la experiencia y el compromiso. Cada una de las

5
Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su destino nacional

personalidades que nos acompañan en estas reflexiones aportó actitudes, pensamientos, propuestas, que en
la diversidad de miradas y opiniones sirven para construir una Argentina más justa. Este espacio es la reno-
vación de nuestra vocación por la política y creo que el proyecto nacional amerita que honremos la mirada,
no solamente desde la práctica individual, sino también desde las ideas y desde la construcción colectiva.
El presente es absolutamente esperanzador porque ya no lo decide nadie desde afuera. Se trata de una
oportunidad extraordinaria, y estas reflexiones pueden ayudarnos a descifrar las coordenadas de la carta
de navegación para los próximos años. No creo en los modelos, los modelos son cerrados y estáticos. Creo
en este proyecto político en el que nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner todos los días nos
sorprende con un nuevo desafío. ¿Por qué? Porque un proyecto como este tiene un origen pero también tiene
una finalidad y objetivos bien claros: la igualdad, la promoción de los derechos humanos, la construcción de
justicia social en el sentido más amplio y la reafirmación soberana de ser artífices de nuestro destino nacional.

6
Grupo San Martín Julián Domínguez

2. Tenemos Patria, tenemos Historia

Entendemos que no existe proyecto político que desprecie la historia y además no tenga una perspectiva
de la misma.
A partir de la declaración y firma del acta de la Independencia por parte de los congresales reunidos en
Tucumán el 9 de julio de 1816 rompimos los vínculos de dependencia política con la monarquía española y
renunciamos a toda otra dominación extranjera. Pero además se concretó la existencia como Nación Latinoa-
mericana, como consecuencia de un sentimiento que se había iniciado en mayo de 1810 cuando expresamos
nuestra decisión de romper con el yugo que se nos imponía.
Sin embargo, hace 200 años no había sólo una idea de la Independencia. Distintas corrientes se expre-
saban, algunas convencidas de luchar por la libertad, otras dubitativas y cambiantes. Pero la Patria afloraba
para dar inicio al camino de constituir en estas tierras “una nueva y gloriosa nación”. A partir de 2003 hemos
revalorizado nuestras capacidades como argentinos, haciéndonos eco de las experiencias de raíz nacional y
popular en la línea histórica de San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón y Néstor Kirchner.
Al sentirnos parte de esta tradición podemos decir que hoy hemos recuperado una noción de la Patria
que no es una pieza de museo, sino lo que una generación recibe como herencia de sus antepasados y le
entrega a sus hijos. La Patria es el llamado a construir una mirada de conjunto, poniendo en valor lo que les
dejamos a las generaciones que vienen. De no ser así, no tiene sentido ni la función pública, ni la política.
Lo hacemos desde el peronismo, como un movimiento de síntesis donde confluyen principios que han
estado presentes en hombres y mujeres de nuestra rica historia, indispensables para pensarnos colectivamente
como parte de una comunidad que tiende al bien común.
En este contexto, Néstor y Cristina retomaron lo mejor de esa tradición revolucionaria del peronismo. A las
grandes referencias de nuestra historia de lucha por la soberanía, le han agregado una política de Memoria,
Verdad y Justicia por la responsabilidad del Estado argentino en la desaparición de 30 mil compañeros. Porque
no hay Patria, ni bien común, ni futuro cuando tenemos una deuda con nuestra historia. Si no saldábamos a
través de la política de derechos humanos lo sucedido durante la última dictadura militar, no íbamos a poder
resolver lo que principalmente nos dolía y nos bloqueaba. No íbamos poder asumir nuestra propia historia
para afrontar y decidir en libertad nuestro porvenir.
Nosotros, los peronistas, tenemos el orgullo de ser parte de una generación que ha cambiado y pretende
seguir cambiando la Argentina con la promesa de vivir el presente con las mejores enseñanzas que nos dio
nuestro pueblo en esta última década.
El desafío que encarnamos hoy los hombres y mujeres del Bicentenario es reafirmar al Estado como garante
del bien común, con dirigentes que puedan liderar con ideas y testimonios para que en el 2016 podamos
sentir el orgullo de haber hecho Patria. Tenemos vocación por la política y asumimos que los conflictos
inherentes a la convivencia humana no nos eximen de tener un destino compartido.

7
Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su destino nacional

3. La dirección del proyecto nacional es inalterable

Una vez asumida la necesidad de una unidad en torno a una finalidad es que creemos fundamental rescatar
una idea ausente en muchos momentos de la historia argentina: el bien común.
Nuestro desafío en el marco de la Segunda Independencia de la Patria es cómo continuar y profundizar
este patrimonio cultural que nos ha legado la última década, en la que los argentinos entendimos que sin una
contribución al bien común no hay posibilidad de salir adelante. Esto significa poner los valores colectivos por
encima de los individuales, para alcanzar la plenitud de la realización humana, con desarrollo y justicia social.
Con ese espíritu, el proyecto que conduce Cristina Fernández de Kirchner, impulsó leyes que dan cuenta
de la consolidación del proceso de ampliación de derechos más importante de estos 30 años ininterrumpidos
de democracia.
Citaremos solo algunas: la movilidad jubilatoria para recomponer los haberes de nuestros jubilados; la
recuperación del sistema previsional de reparto con un criterio solidario; la Ley de Tierras para poner un
límite a la extranjerización de nuestro principal recurso estratégico; la recuperación de YPF para comenzar
a recorrer el camino del restablecimiento de la soberanía energética; la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual para garantizar pluralidad de voces; el nuevo Estatuto del Peón Rural que le devuelve la dignidad
a un sector de los trabajadores; la restitución del sistema de paritarias; leyes que fomentan la educación y
protegen la niñez y la adolescencia; la Ley De Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género, que garantizan
la igualdad de derechos y el respeto a la diversidad.
Estas conquistas forjadas desde la política y acompañadas por la ciudadanía consolidan nuestra identidad
como argentinos. Comenzamos a comprender que el Estado no es algo ajeno, sino que somos parte de una
identidad popular que se ve representada por un gobierno que levanta bien alto las banderas de la soberanía
política, la independencia económica y la justicia social.
Sin embargo debemos seguir recorriendo este camino para resolver lo que todavía falta, con el conven-
cimiento de que los valores comunes a construir son muchos más grandes que las pertenencias sectoriales
que cada uno tiene.
Estamos frente a un debate que requiere mucha reflexión porque necesita de un diagnóstico preciso
en relación a lo que debemos mejorar. Lo que no se modifica es el rumbo, la dirección. Seguramente
tendremos que corregir instrumentos, pero la dirección es la que siempre soñamos como argentinos, como
militantes, porque interpreta el sentir de las mayorías populares. Esa es la máxima certeza que nosotros
tenemos en la Argentina del Bicentenario.
La política ha vuelto a tener el sentido que soñamos cuando abrazamos la causa del peronismo. Hoy la
política volvió a ser la herramienta de la transformación social.

8
Grupo San Martín Julián Domínguez

4. Dos grandes corrientes políticas en el escenario del Bicentenario de la Independencia

En nuestro país, como nunca antes, está definido el pensamiento social del peronismo, iluminado por
la Doctrina Social de la Iglesia como rectora del destino universal de los bienes y el rol del Estado. Por otro
lado, también ha vuelto a cobrar fuerza la expresión del liberalismo económico, con su consecuente expre-
sión política.
Durante estos 30 años de democracia existió un modelo vinculado al individualismo, al liberalismo econó-
mico y a la maximización de la rentabilidad, enfrentado a una corriente que tiene anclaje en el movimiento
nacional y popular que hoy lidera Cristina Fernández de Kirchner y que encarna el nuevo humanismo social
sobre la base del desarrollo con inclusión social, trabajo y producción.
Lo que está en discusión son dos proyectos de país con objetivos absolutamente diferentes. Esto viene a
cumplir la profecía que Néstor Kirchner había planteado: se constituirán dos grandes corrientes políticas en
la Argentina, una nacional y popular, y otra, liberal y conservadora.
Esta tensión se da en un contexto histórico que es una bisagra en la historia. Estamos descolonizando las
decisiones y estamos animándonos a pensar y a saber que nuestro pensamiento y acción pueden cambiar
la realidad.
Este contexto es similar a aquellos grandes momentos de nuestra historia, en los que la intensidad de la
disputa es vibrante.
Los argentinos siempre tuvimos conflictos palpables y fuerzas en tensión. En 1816 hubo que elegir entre
ser una colonia o ser provincias libres del Río de la Plata. En 1845, en la Vuelta de Obligado, Juan Manuel
de Rosas decidió ponerle límites a la flota más importante del planeta antes que resignarse a ser una nación
humillada.
En el siglo xx, podemos recordar la disyuntiva entre la embajada de Estados Unidos, encarnada en su
embajador Braden; o Juan Domingo Perón, que impulsaba un modelo de desarrollo nacional con inclusión
social ejerciendo un liderazgo político que interpretaba a las mayorías por años silenciadas en la Argentina.
En nuestro siglo, podemos tomar como ejemplo la decisión de Kirchner de reasumir la condición sobe-
rana pagándole al Fondo Monetario Internacional y negándose a ingresar al ALCA, con la convicción de que
nuestro destino está unido al de la Patria Grande, favoreciendo la integración regional, tanto económica
como política, a partir de instituciones como el MERCOSUR ampliado y la UNASUR.
Hoy estamos en el umbral de otro hito histórico en la vida de los argentinos, donde se define el rumbo
que vamos a elegir al cumplirse 30 años de recuperación de la democracia y diez años de gobierno nacional
y popular.
En este momento de la historia política argentina el desafío es si el futuro lo expresan los hijos que provie-
nen del pueblo, que representan sus intereses, su causa y su historia, o aquellos que representan la corriente
liberal y conservadora que dominó la Argentina durante décadas.
Es tiempo de fortalecer el liderazgo de las ideas para enfrentarnos a esta encrucijada de la historia. Por
primera vez, los hombres y mujeres del campo popular podemos tener una mirada nacional, a través de un
proyecto gobernado por argentinos, con ideas de argentinos.
Aquí está el extraordinario desafío que tiene la política. Repensar una visión compartida del futuro. Estoy
convencido de que hay que tener una nueva convocatoria que acompañe a este proceso histórico. Hoy, como
nunca, las imágenes están en colisión con las ideas. Y el desafío que tenemos nosotros es demoler las imágenes
huecas y tratar de que las ideas sean las que puedan dar el triunfo definitivo para no experimentar un retroceso.
Lo bueno de este proceso es que lo podemos hablar con claridad, que podemos decir lo que pensamos.
Empieza a configurarse una nueva representación cultural en la Argentina, porque el mayor estrago que nos
hizo el liberalismo fue que cada uno armaba un partido político en la medida de sus ambiciones. Y eso para
el progreso de una Nación no es deseable.
Por un lado, está la corriente política liderada por nuestra Presidenta, que ha producido los cambios que
hace diez años la sociedad nos demandaba, y que tiene una interpelación muy fuerte a liderar las expectativas
futuras de la sociedad argentina.

9
Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su destino nacional

Por otro lado se reúnen sectores que expresan un modelo de sociedad, de cultura política que, evidente-
mente, en el proceso inaugurado en el 2003, no tenía forma de manifestarse. Es la expresión aggiornada del
liberalismo económico, cultural y político, que está logrando configurar una representación política y busca
discutir la conducción del Estado. Encontraron un espacio de expresión y es saludable, porque podemos
advertir claramente dónde está cada uno.
Los 30 años de recuperación de la democracia inauguran un nuevo ciclo político en nuestro país. Es un
momento fuerte de nuestra historia.
La política está siendo interpelada por quienes desde lo sectorial pretenden limitar y condicionar la capa-
cidad de decisión de nuestro gobierno, promoviendo el escepticismo y el desencanto.
Nuestro desafío como generación es expresar las diferentes corrientes de la Argentina y tener, desde
nuestro espacio, la inteligencia para expresar las expectativas de los tiempos que vienen. Debemos volver
a entusiasmar y movilizar a la gente con alegría, y no a través del temor como lo hace el sector de matriz
neoliberal que se está constituyendo.

10
Grupo San Martín Julián Domínguez

5. Los partidos políticos, el peronismo y el rol de la dirigencia

Quienes acompañamos en estos últimos 30 años al peronismo, no lo hicimos como quien acompaña un
partido político más, sino como una opción de vida. No se puede, siendo argentino, siendo patriota, no ser
peronista. Ser peronista es una manera de entender la vida, la Patria, la lealtad, y los anhelos de transforma-
ción del pueblo argentino.
Los militantes políticos en estos 30 años hemos tenido dolores por derrotas electorales y hemos tenido
angustias en los años 90, cuando muchas veces tuvimos que bajar la frente porque lo que un gobierno pero-
nista hacía no se compadecía con el legado de Perón y Eva. Pero seguimos creyendo que la única opción era
el peronismo.
Hoy tenemos la frente bien alta, y la certeza de que nuestro gobierno cada vez que decide lo hace pensando
en el pueblo argentino, motivado por una sola razón: defender el interés de las mayorías. Esa es la mayor
alegría y certeza que uno puede experimentar como militante político.
El peronismo es sin beneficio de inventario, con luces y sombras, pero tenemos la discusión y el debate
como forma de encontrarnos a nosotros mismos en el desafío histórico que nos marca cada etapa.
Nuestra certeza son las tres banderas que nos guían: la soberanía política, la independencia económica y
la justicia social. Se trata de banderas que han marcado la historia de nuestra Argentina.
El peronismo fue un movimiento de síntesis de las mejores tradiciones nacionales y populares. La ruptura
se dio con aquellos que no fueron capaces de interpretar aquella gesta histórica, aquellos que no compren-
dieron el mandato histórico de Perón: “mi único heredero es el pueblo”.
Por ello, los dirigentes del Bicentenario tendremos como desafío lograr interpretar al pueblo y sus aspira-
ciones. De aquí que esta síntesis que encarna el peronismo será revolucionaria o no será, porque la lucha por
el proceso de transformación revolucionaria está presente en el ADN de la historia de nuestra cultura política.
Néstor Kirchner recogió ese legado y vino a decirle al pueblo argentino que el peronismo seguía siendo
una opción liberadora. Hoy estamos celebrando eso: el coraje de los sueños, haber puesto a la independencia
económica, la soberanía política y la justicia social como banderas rectoras que iluminaron estos diez años.
¿Quién si no el peronismo le puede aportar el sentido social al gobierno de los destinos colectivos?

11
Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su destino nacional

6. Una mirada sobre el Estado

Los peronistas basamos nuestra mirada en un enfoque humanista y social, del cual surge una visión sobre
el Estado, sobre la propiedad y sobre la economía. Nadie se realiza en una comunidad que no se realiza. O
nos salvamos en racimo o nos condenaremos colectivamente.
Se trata de un Hombre entendido como un ser social que sólo puede realizarse como tal en tanto participe
de una colectividad política. El Estado no puede desentenderse de la felicidad de los hombres, y concebimos
a la propiedad desde su función social a través de la idea del destino universal de los bienes. Se forja así una
concepción de la economía al servicio del hombre y no de los mercados.
No es un tema menor la elección de un Papa argentino, jesuita, con una impronta muy fuerte de la Doctrina
Social de la Iglesia. La actualidad es un gran momento para exponer estas ideas con claridad porque el pueblo
argentino, con mucha más conciencia histórica, vuelve a discutir una visión de la política, de la economía,
del Estado y del Hombre.
Dar esta discusión es esencial porque de cómo descifremos las coordenadas del presente dependerá el
futuro de la Argentina. Esa decodificación tiene mucho que ver con nuestros ideales, nuestros orígenes y
nuestra vocación. Justamente, el Papa Francisco dice que el origen de cada uno, la razón primera por la cual
uno llega a la política, va a determinar el comportamiento futuro.
Por ello es tan importante la disputa acerca del sentido y los objetivos, porque estamos frente a un recambio
generacional de una dirigencia que estará al frente de nuestro país en las próximas décadas. Tal disputa deberá
intentar ser lo suficientemente abierta para recoger múltiples miradas, pero reconociendo que hay intereses
y perspectivas que son incompatibles con muchos de los principios con los que estamos comprometidos.
El único garante del bien común es el Estado. Esto lo comprobamos si observamos las crisis de los países
europeos, de Estados Unidos, y nuestra propia experiencia de crisis en el 2001.
Lo que podemos discutir es cómo conducimos con idoneidad y con inteligencia, y cómo el Estado respon-
de a las expectativas que el conjunto de la sociedad tiene. Pero el rol central del Estado como gestor del
desarrollo no está en discusión.
Este proceso político nos interpela como generación en función de la dirección y de la eficacia que tenga-
mos en la concreción de los objetivos que tracemos en términos políticos. Algunos pretenden hacernos
creer que con la gestión sola alcanza. Pero la gestión sin dirección es como un cuerpo sin alma. Claro que
estamos discutiendo gestión. Claro que es importante tener gente idónea y preparada. Pero la dirección es
determinante. La dirección es la que define el destino final de las políticas públicas.
Cada vez que a la gestión se la vació de sentido fuimos a parar a cualquier lado. Porque finalmente la
eficiencia terminaba estando al servicio de la administración de los intereses de las minorías acomodadas.
Entonces lo que está en discusión en este proceso político es cómo se conduce y cuál es el sentido de la
conducción del Estado en los próximos años.
Estamos ante un momento histórico donde es central la dirección de este proyecto, expresada en la
representación de las mayorías populares. De eso ya no hay duda. Ya no hay duda dónde transita la defensa
del interés de nuestro pueblo.
El Estado que construyó Néstor y hoy conduce Cristina es espejo de los deseos de diversidad y amplificador
de nuevos derechos civiles, económicos y políticos.
Del otro lado, están los que llegan a la política ponderando el individualismo, el liberalismo y la libertad
de mercado como un bien supremo. El destino final de estas expresiones puede ser el resultado de facciones
minoritarias en pugna, pero nunca será la construcción colectiva de un desarrollo integral para el pueblo.
A diferencia de aquellos que creen que el Estado es una forma de enriquecerse, nosotros creemos que el
Estado es un instrumento de transformación social para el bienestar del pueblo argentino.

12
Grupo San Martín Julián Domínguez

7. Los logros y los desafíos para el desarrollo económico, productivo, institucional y social

Estamos creciendo y vamos a seguir creciendo. Hay condiciones objetivas. En el sector agroalimentario,
todas las proyecciones nos indican que la Argentina va a seguir creciendo mucho. Pero si construimos la
agenda del desarrollo, a través de una estrategia de equilibrio poblacional y de aprovechamiento de los
recursos naturales, el crecimiento puede ser mucho más armónico y mucho más integrado.
Un ejemplo de esto es el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2) llevado adelante desde
el Ministerio de Agricultura. Allí nuestra Presidenta nos convocó a la construcción de una mirada comparti-
da, donde participaron todos los actores del sector, se plantearon los principales desafíos y objetivos de la
política agropecuaria a futuro. Privilegiamos el tiempo al espacio y es a partir de ello que pudimos construir
objetivos estratégicos, dando lugar a la unidad en lo diverso. El PEA2 fue una respuesta al conflicto y a lo
confuso, porque el futuro ordena.
Hay algunas cosas que marcan a fuego los desafíos que la Argentina tiene. Uno de ellos fue el camino
que en materia de política internacional abrió Néstor Kirchner, y que tiene que ver con la interpretación de
este tiempo. Alianzas económicas con China, India, los países del mundo árabe y los países vinculados al
comercio del Pacifico en general, forman parte de las posibilidades que la Argentina tiene en un presente y
en un futuro próximo.
Las posibilidades estratégicas de crecimiento de nuestro país ya no están vinculadas exclusivamente con
Europa y el Atlántico, sino que adquieren relevancia el MERCOSUR y el Pacífico.
Hemos tenido una mirada centrada en la Capital Federal como centro político y económico de la Argentina.
Creemos que después de estos 200 años hay cosas que han terminado, hay cosas que tenemos que cambiar.
¿Tiene sentido el Gobierno federal en la ciudad de Buenos Aires? Esta Argentina del siglo xxi tiene más que
ver con el MERCOSUR, la perspectiva latinoamericana y el comercio que pasa por el Pacífico, por eso debe
redefinir su centro de gravedad.
Argentina tiene condiciones objetivas en un mundo que ha cambiado. De 7000 millones de habitantes
del mundo, 1000 millones padecen el hambre, y nuestro país puede proveer de alimento a 450 millones de
seres humanos con la posibilidad de, en la próxima década, aumentar la producción de alimentos para 200
millones más.
En este sentido, la vinculación de la educación a la producción es causa nacional, ya que es la posibilidad
de profundizar la generación de valor agregado. Debemos promover la orientación del crédito para financiar
la producción con valor agregado en origen, y desconcentrar la población hacinada en los grandes centros
urbanos.
Fortalecer el sistema educativo, científico y tecnológico, significa la construcción de un acopio de inteli-
gencia que el Estado ha puesto decididamente al servicio de la producción y del desarrollo nacional.
Tenemos universidades que están construyendo pensamiento y diseñando ofertas educativas en función
de la realidad social y económica. Están pensando en la producción y el crecimiento, brindando posibilida-
des de movilidad social a jóvenes que son, en su familia, la primera generación que asiste a la universidad.
En materia de juventud tenemos un largo camino por andar. La lucha por los 900.000 jóvenes que no logran
terminar la secundaria y que tienen dificultades en la Argentina para encontrar su destino y su desarrollo, es
un desafío que interpela duramente al Estado.
Las fuerzas sociales, académicas y del trabajo tenemos por delante la tarea de vincular desde el Estado la
inserción de esta nueva generación de jóvenes que no estudian ni trabajan. Debemos crear esos vínculos
comunitaria y solidariamente, promoviendo sus capacidades de desenvolvimiento individual y colectivo. En
este marco, el Estado debe ser garante para cada joven de su oportunidad de realización social.
Entendemos a la seguridad ciudadana como una dimensión de la seguridad humana. La Comisión Inte-
ramericana de Derechos Humanos señala que la inseguridad ha desplazado al desempleo como principal
preocupación para la población.
En este sentido, el poder judicial y las fuerzas de seguridad no han desarrollado aun las capacidades
necesarias para responder eficazmente a la prevención y represión del crimen.

13
Reflexiones con un pueblo que camina construyendo su destino nacional

Nuestro desafío es abordar esta asignatura pendiente desde la política con una visión social y humana.
Pero con firmeza, promoviendo políticas públicas conducidas por civiles, con apoyo y control comunitario
y respaldo legislativo.
Luchamos por una sociedad más justa, imaginamos que todos los argentinos puedan tener la misma
oportunidad de realizarse, y éste es el desafío que tenemos como dirigencia política. Como nos enseñara
el General Perón, es el trabajo el eje ordenador de la vida en sociedad, por eso el desafío de la inseguridad
no se resuelve con más represión sino con muchísimas más políticas sociales, muchísima más integración,
muchísima más promoción comunitaria. En definitiva, se resuelve con mayor inclusión social y con la crea-
ción de más y mejor empleo.
Debemos consolidar asimismo la certeza de una justicia que llegue a todos. No puede existir una justicia
civil para los ricos y una justicia penal para los pobres. Nosotros queremos una justicia para todos, una justicia
que genere la posibilidad de que los sectores más vulnerables no sientan que se enfrentan a un muro, sino
que vean en la justicia un vehículo para sentirse tutelados por un Estado que incluye a todos y da respuestas
en tiempo y forma.
Argentina nos pertenece. La posibilidad de seguir transformando nuestro país está en nuestras manos.
Eso es indelegable.
Estamos construyendo un capitalismo nacional que tiene capacidad de liderazgo dentro y fuera del país.
Tenemos corrientes de pensamiento nacional, y una corriente de pensamiento político-jurídico en materia
de derechos humanos que ha marcado una época. Estos años conducidos por Néstor y Cristina, requieren
que pongamos lo mejor de nosotros para institucionalizar los logros alcanzados. Este espacio, sin duda, nos
ayuda a encontrar esas claves.

14
Grupo San Martín Julián Domínguez

8. Conclusiones

Este proyecto político es una continuidad histórica de las mejores tradiciones justicialistas. El peronismo no
entra en ningún modelo. El peronismo es un proyecto. Y ese fue el motivo de la invitación a la construcción
de este espacio de reflexión que hemos denominado Grupo San Martín. La idea fue que cada participante
pusiera a disposición su talento, sus conocimientos y experiencias para profundizar, renovar las metas, renovar
los objetivos de este proyecto nacional que nos convoca. Los liderazgos políticos no se renuevan con lo que
se hizo, eso ya es patrimonio de la sociedad, del pueblo y de la Presidenta. Lo que debemos renovar en la
sociedad argentina es el sentido esperanzador del futuro, asumiendo acabadamente los desafíos que tenemos
en el presente. Esto ha sido el motivo de la constitución del Grupo San Martín. Este grupo pretende ser un
espacio de reflexión y de debate donde podamos mirar el presente y discutir el futuro.
Para que el tiempo que uno le dedica a pensar y a trabajar resulte provechoso, debe estar al servicio de
una construcción colectiva que sirva para realizar una contribución al país. Esta debe ser la construcción
política de este tiempo, la resignificación del peronismo de este tiempo.
La innovación es saber que uno no es un individuo disperso. Formamos parte de un colectivo en el que lo
que uno hace, lo que siente, lo que piensa, lo que procesa, lo que ve, en algún lugar va a servir para decidir
mejor. A través del Grupo San Martín, asumimos este compromiso.
Este ámbito pretende realizar un aporte desde el valor, el trabajo y el compromiso que cada uno tiene con
el Bicentenario de la Independencia.
En lo personal, como militante político, que es lo que toda mi vida he sido, es un regocijo del alma poder
generar un espacio de discusión política. Y ojalá que podamos construir juntos una visión de futuro. Ojalá
que podamos construir juntos una mirada que le sirva a nuestra Patria y que sirva para que el peronismo,
que es la columna vertebral de este proyecto político, pueda resignificarse en los tiempos que vienen. Porque
la política no se renueva sino con ideas, y con hombres y mujeres dispuestos a llevar adelante esas ideas.
Como dice la Presidenta “demos de nosotros lo mejor que sintamos en el día a día y que las cosas las
vayan haciendo nuestras mejores energías, nuestras mejores decisiones”.
Es la mejor manera de construir el presente.

15
Fascículo 2

Políticas públicas con enfoque de derechos y


desarrollo local

Autores: (Orden alfabético)

Adrián Cannellotto
Jorge Collia
Ignacio Copani
Carlos L. Custer
Fernando Del Corro
Isidoro Felcman
Andrea García
Marcos Guillén
Adrián Mircovich
Mario Oporto
Dante A. Palma
Miguel Ángel Recalde
Índice

Prólogo
Julián Domínguez - Norberto Liwski .................... 5

Presentación................... 7

La educación en el marco del Bicentenario. Elementos para un debate político


por Adrián Cannellotto.................... 9

Sistema de salud basado en la Atención Primaria de la Salud (APS)


por Jorge Collia.................... 13

La cultura como herramienta de participación e inclusión social


por Ignacio Copani.................... 17

Bases de un Proyecto Nacional


por Carlos L. Custer.................... 21

La cultura y la comunicación en el marco del “buen vivir”


por Fernando Del Corro.................... 23

La construcción de pensamiento estratégico colectivo


por Isidoro Felcman.................... 26

Desarrollo local en el Proyecto Nacional


por Andrea García.................... 31

La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la


Provincia de Buenos Aires
por Marcos Guillén.................... 34

Experiencias y aportes sobre el rol de los Municipios


por Adrián Mircovich.................... 48

Una agenda para la educación


por Mario Oporto.................... 51

La construcción del quinto poder en la Argentina


por Dante Augusto Palma.................... 55

Propuestas para el desarrollo local en el Proyecto Nacional


por Miguel Ángel Recalde .................... 58

—Las opiniones expresadas en estos artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores—
Adrián Cannellotto
Rector de la Universidad Pedagógica de la Provincia de Buenos Aires. Cuenta con estudios en las áreas de
entornos virtuales de aprendizaje, relaciones internacionales, comunicación, política, economía y filosofía.
Ha colaborado con instituciones tanto internacionales como nacionales. Entre ellas sobresale su labor en la
Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y en la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad
Nacional de Tres de Febrero.

Jorge Collia
Presidente de la Sociedad Argentina de Atención Primaria de la Salud. Secretario General del Consejo de
Salud de la Provincia de Buenos Aires. Decano de la Facultad de Medicina, Universidad de Morón. Profesor
Titular de las Cátedras de Salud Pública y Educación para la Salud de la Facultad de Medicina, Universidad
de Morón. Director del Posgrado Salud Social y Comunitaria del Programa Médicos Comunitarios. Autor del
Libro Introducción a la Educación para la Salud.

Ignacio Copani
Nacido en Villa Lynch, Provincia de Buenos Aires el 25 de octubre de 1959. Transcurrió su infancia y adoles-
cencia en Ramos Mejía (La Matanza). Se radicó en México en 1978, donde además comenzó su carrera artís-
tica que ya lleva en su haber más de 1.200 canciones compuestas. Con el retorno de la democracia regresó
a la Argentina donde se consolidó como un verdadero trovador de estilo propio, con 24 discos grabados,
numerosos premios y actuaciones en los principales escenarios de su país y de muchos puntos del extranjero.

Carlos L. Custer
Es dirigente historico de ATE; miembro de la CGT; de la CGT “ de los argentinos”; de la Comision Nacional
de los 25; y actualmente representante de la CTA en el Foro Economico-Social del MERCOSUR. Ha sido
Secretario General de la “Confederacion Mundial del Trabajo”; diputado nacional y embajador argentino en
el Vaticano. Es graduado en Ciencias del Trabajo (Universidad de Bruselas).

Fernando Del Corro


Periodista, historiador graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (FyL) de la Universidad de Buenos Aires
(UBA), docente en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA en Historia Económica Argentina y
subdirector de la carrera de Periodismo Económico y colaborador de la Cátedra de Grado y de la Maestría
en Deuda Externa, de la Facultad de Derecho de la UBA. Asesor de la Comisión Bicameral del Congreso
Nacional para la Conmemoración del Bicentenario 1810-2010.

Isidoro Felcman
Licenciado en Administración (FCE-UBA), Contador Público (FCE-UBA) y Doctorando en Ciencias Económi-
cas (UBA). Profesor titular de Administración Pública (FCE-UBA). Director del Centro de Investigaciones en
Administración Publica (FCE-UBA). Fue consultor de organismos internacionales (PNUD, BIRF, OEA, BID),
director del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Argentino (PEA), director del Plan Estratégico
del Seguro (PlaNes). Autor de numerosos libros y artículos relacionados con su especialidad.

Andrea García
Diputada Nacional. Secretaria de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de la
Nación. Fue tres veces electa Intendente del distrito de Florentino Ameghino. Además, fue Secretaria de Rela-
ciones Institucionales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. En ese ámbito cumplió
un importante rol como coordinadora institucional del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial
2010-2020 elaborado por ese Ministerio.

2
Marcos Guillén
Licenciado y Profesor de Sociología. Docente Universitario de grado y postgrado. Coordina el Área de Investi-
gaciones del Observatorio Social Legislativo de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos
Aires. Participa en organizaciones sociales de derechos humanos y de derechos de niños, niñas y adolescentes.
Fue Vice Presidente de la Región Américas de Defensa de los Niños Internacional.

Adrián Mircovich
Es Ingeniero de la Construcción. Fue Intendente de General Madariaga, Provincia de Buenos Aires, durante
el período 1995-2003. En las elecciones del año 2007 fue elegido nuevamente Intendente, cargo que ocupó
hasta octubre del 2009, cuando fue convocado para ser Subsecretario de Coordinación Institucional del
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, donde actualmente se desempeña.

Mario Oporto
Político y profesor de Historia. Actualmente se desempeña como Diputado de la Nación por la Provincia
de Buenos Aires. En el ámbito de la Cámara Baja, preside la Comisión de Comunicaciones e Informática, a
la vez que integra las Comisiones de Población y Desarrollo; Educación; Ciencia y Tecnología y Mercosur.

Dante A. Palma
Es Profesor de Filosofía (UBA) y Doctor en Ciencia Política (UNSAM). Además es investigador del CONICET en
el área de Ciencias Sociales, adjunto a cargo en la asignatura Filosofía, Lenguajes y Comunicación (UNSAM) y
jefe de Trabajos Prácticos en Filosofía del Derecho (UBA). Sus últimos libros publicados han sido El Adversario
(Biblos, 2012) y Borges.com (Biblos, 2010). En los últimos años ha participado activamente en los debates
públicos como columnista de la Revista Veintitrés y panelista del programa televisivo 678.

Miguel Ángel Recalde


Es abogado, graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Es Subgerente Depar-
tamental del Banco de la Provincia de Buenos Aires (actualmente con licencia sin goce de haberes); fue Jefe
de Gabinete del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y actualmente se desempeña
como Secretario General de la Presidencia de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Además, es
Presidente del Partido Justicialista del distrito de Alberti y fue dos veces candidato a Senador Provincial por
la Cuarta Sección Electoral.

3
Prólogo
Al iniciarse el año 2013 el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dr. Julián Domín-
guez consideró la necesidad de constituir un espacio de análisis de la realidad Argentina y particularmente
de la Provincia de Buenos Aires en el contexto de un profundo compromiso con el desarrollo del Proyecto
Nacional, Popular y Democrático inaugurado por el Presidente Néstor Kirchner y continuado con un amplio
respaldo de la sociedad argentina por la Presidenta Cristina Fernández De Kirchner.
Un conjunto de académicos, investigadores, legisladores, dirigentes sociales, empresarios, trabajadores y
comunicadores fueron convocados a constituirse en protagonistas activos de un proceso colectivo de aportes
temáticos que enriquecieron el debate en las diferentes áreas y que se sintetizan en este momento histórico
confluyendo con el Bicentenario de la Independencia de la Patria.
El trabajo que a continuación se presenta forma parte de una publicación conformada por siete fascículos
que reúnen la totalidad de las contribuciones que se han volcado durante los encuentros desarrollados a lo
largo de 2013. Los mismos reconocen diversidad de enfoques siendo el contenido de cada uno de ellos la
expresión directa de cada autor con plena autonomía y en consecuencia, sin necesidad que la misma refleje
la opinión colectiva del Grupo San Martín.
Corresponde señalar el reconocimiento hacia cada uno de los participantes del Grupo San Martín asumien-
do que su generoso y solidario esfuerzo contribuirá, como hemos dicho, a enriquecer los aportes para el
Bicentenario de la Patria.
Dr. Norberto Liwski
Coordinador

El Segundo Centenario de la Independencia de la Patria nos hace reafirmar que la política es vocación de
servicio y que, como tal, supone un llamado a aportar ideas que puedan fortalecer tanto el presente como
lo que legamos a nuestros hijos.
Nosotros, como generación, recibimos un país que no tenía identidad, un país que había quebrado su
futuro y su ilusión. Habíamos perdido lo más sagrado que puede perder un hombre y un pueblo: la capacidad
de decisión para lograr que las cosas cambien.
Esto dejó de ser así a partir de la contribución patriótica que hizo Néstor Kirchner y a través del liderazgo
de Cristina. Nos queda como desafío cambiar las cosas que todavía nos duelen. Este proyecto político no
debe detenerse y debe renovar sus desafíos permanentemente.
Tenemos la obligación de pensar la política desde el lugar que nos corresponde, y para ello es necesario
construir una mirada de largo aliento. Nos une la certeza de que el tiempo es superior al espacio. Nuestro
deber es tener una visión en perspectiva para una gestión política que cobra un sentido en el presente,
porque mira hacia el futuro.
No creo en los modelos, porque que los modelos son cerrados y estáticos. Creo en este proyecto político
en el que nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner todos los días nos sorprende con un nuevo
desafío. ¿Por qué? Porque un proyecto como este tiene un origen pero también tiene una finalidad y objetivos
bien claros: la igualdad, la promoción de los derechos humanos, la construcción de la justicia social en su
sentido más amplio y la reafirmación soberana de ser artífices de nuestro destino nacional.

Julián A. Domínguez
Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Diciembre de 2013

5
Presentación
Colaboración de UNIPE

En este capítulo los autores reflexionan sobre políticas públicas claves a partir de una lectura de ciertos
indicadores, que permiten hacer balances y enfocar los desafíos centrales que interpelarán a la gestión pública
en los próximos años. Por otra parte, se plantean posibles ejes estratégicos para orientar, desde el mediano
y largo plazo, el desarrollo de tales políticas.
Se analizan los desafíos de la política pública educativa y de salud actual, señalando espacios de interven-
ción cruciales. En lo que hace al abordaje de la identidad cultural se destaca que la misma está siempre en
construcción y debate.
Se aborda asimismo la cuestión central del desarrollo local en relación con nuestra organización política
y administrativa federal.
El principal desafío es, de este modo, interpelar ese lugar común para reconstruir un sentido de federa-
lismo que abarque un universo mucho más amplio, que la simple discusión de recursos y sea contenedor
de otras dimensiones del mundo social.
Sintetizar la organización popular y el poder territorial es necesario para consolidar este modelo de desarro-
llo con inclusión y justicia social. En este sentido, el papel de los municipios será cada vez más fundamental.

Adrián Cannellotto analiza los desafíos de la política pública educativa actual. Luego de señalar tres espacios
de intervención cruciales (las trayectorias escolares, los aprendizajes y las brechas sociales que se identifican
en algunos indicadores clave), hace referencia a que a todos esos espacios los atraviesa la pregunta por el
sentido de una política educativa: si la educación pública es política, esto es así porque está sostenida en la
autoridad de quien tiene la responsabilidad última por la producción del lazo social.

Jorge Collia plantea que un eje de trabajo para enfrentar los desafíos del sistema de salud, es la articulación
y restructuración de los niveles de atención. La estrategia en este sentido, es el fortalecimiento de la atención
primaria por medio de centros básicos para el desarrollo y consolidación de la APS.

Ignacio Copani ordena en cuatro ejes un pensamiento respecto de una propuesta de gestión cultural
para la Provincia de Buenos Aires: contenidos culturales a ser sostenidos; propuestas para hacerlo; modos
de comunicarlo; formas posibles de financiamiento. Señala asimismo la necesidad de crear un organismo de
intervención cultural con más autonomía operativa y con la posibilidad de captación de recursos.

Carlos L. Custer define el concepto de Proyecto Nacional destacando sus ejes fundamentales. Asimismo
describe los ejes fundamentales que permiten la articulación política y social, vinculando los conceptos de
Proyecto Nacional y Plan de Desarrollo

Fernando del Corro analiza el vínculo entre cultura y comunicación, frente al dilema de hierro: la cultura
es para pocos o la cultura es un mero proveedor de la industria comunicacional. Así propone una “tercera
vía”: que la comunicación sea parte de una estrategia de ampliación al servicio de una identidad que se
quiere sostener.

Isidoro Felcman presenta la metodología de pensamiento estratégico utilizada para la sistematización de


aportes realizados en el Grupo San Martín. La misma está compuesta por una serie de categorías conceptuales,
todas ellas interrelacionadas en un método conocido como “el método de los ocho pasos”.

7
Presentación

Andrea García analiza los conceptos de federalismo y desarrollo local en el marco de un proyecto nacional
destacando la recuperación de un Estado soberano que a partir del 2003, interviene generando crecimiento
con inclusión y enfrenta la desigualdad para reducirla en sus múltiples dimensiones. Finalmente plantea el
desafío de la organización popular y el poder territorial para evitar cualquier renunciamiento a lo conquistado.

Marcos Guillén realiza un detallado informe de la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos


Aires analizando diversas estadísticas; concluyendo que resulta importante discutir la direccionalidad, y
poner en valor determinadas políticas de Estado en materia de niñez y adolescencia. Destaca asimismo la
importancia de la participación juvenil, para renovar las miradas y poder avanzar hacia una mayor inclusión.

Adrián Mircovich realiza un recorrido por los últimos 30 años en democracia poniendo énfasis en el rol
de los municipios en cada proceso histórico a la luz de su experiencia personal como intendente de General
Madariaga. Destaca que en la última década los municipios pasan a ser parte de un proyecto político inte-
grador, donde se reconoce la historia y composición del territorio nacional. En este sentido plantea que un
nuevo Estado soberano y presente impulsa el desarrollo de las comunidades, respetando la diversidad que
conforma su identidad, en armonía con el desarrollo regional y nacional.

Mario Oporto realiza un análisis de los principales desafíos del sistema educativo. Plantea grandes objetivos
con respecto a la educación, la cual a su entender debería ser el motor de un modelo de desarrollo donde la
innovación científica y tecnológica forme parte central. Destaca asimismo que el financiamiento, la inclusión
y la calidad del aprendizaje, son los tres ejes de un proyecto de futuro.

Dante A. Palma propone pensar el desafío de la gestión cultural a partir de la noción de “quinto poder”. Es
decir, a través de un espacio donde la sociedad civil pueda, apoyado en parte en el desarrollo de las nuevas
tecnologías, ejercer un control sobre el modo en que comunican los medios de comunicación.

Miguel Ángel Recalde realiza una serie de propuestas vinculadas a la generación de proyectos de desarro-
llo local participativo en las comunidades. En este sentido destaca el rol que podrían cumplir las agencias
estatales como promotoras y armonizadoras de dicha planificación, construyendo canales que encaucen la
creatividad, la fuerza y la vitalidad del pueblo.

8
La educación en el marco del Bicentenario. Elementos para
un debate político1
Adrián Cannellotto

Sobre metas y objetivos

L a definición de metas y objetivos son necesarios en la medida en que organizan las políticas educativas2,
definiendo prioridades en la agenda y dimensionando los recursos a invertir. Buena parte de las metas y
objetivos de la futura agenda educativa están en relación tanto con las transformaciones sociales producidas
durante estos últimos años, como con los avances producidos en materia educativa y sus marcos normativos
vigentes. Cabe destacar en este sentido que la Ley de Educación Nacional (2006) señala en su artículo 2 que “la
educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado”.

Para la definición de metas y plazos factibles resulta indispensable poner en valor lo conseguido hasta
aquí. La recuperación y desarrollo de las universidades, la expansión de la educación básica, la renovación
de los contenidos de aprendizaje y los niveles de inversión, son sólo algunos ejemplos 3. Pero además, y en
estrecha vinculación con esto primero, es forzoso poner en valor lo conseguido porque nos urge salir del
dominio de una suerte de “pensamiento único” en educación que aparece recurrentemente expuesto ante
la opinión pública. Nos referimos puntualmente a la visión decadentista que impulsan ciertos sectores con
claros intereses políticos y económicos. Una decadencia que tiene como eje de su relato el estado trágico
en que se encontraría la educación argentina. Si bien quedan importantes cuestiones por resolver, hay que
comprender que estamos en el inicio de un proceso que se ha propuesto la inclusión con aprendizaje en
el sistema educativo de todos los niños y jóvenes. Esta es una empresa compleja que demanda tiempo y
recursos y que, a pesar de ello, se viene realizando de manera sostenida. Sólo para señalar un dato, mientras
hace 30 años, a la salida de la dictadura, el 17% de la población adulta (mayor de 25 años) tenía la secundaria
completa, hoy el 43% cuenta ya con estas credenciales. Lo que tenemos por delante, entonces, nos conmina
más bien a imaginar y crear para actualizar la doble tarea de conservar y transformar que es propia de una
escuela en diálogo con el presente, antes que a recaer en falsas soluciones ancladas en el pasado.

En la agenda educativa, como señalamos, conviven los logros con las tareas pendientes y los nuevos
desafíos. Estos últimos es posible sintetizarlos en torno a tres cuestiones generales:

1. Las trayectorias educativas: El marco regulatorio programático vigente resulta inescindible de la


tendencia permanente a la expansión del sistema. Entre inicios de la década del 80 y la actualidad, el sistema
educativo duplicó la cantidad de estudiantes alcanzando hoy a la tercera parte de la población del país: 13
millones de estudiantes. Sin embargo, aunque en la actualidad todos los jóvenes acceden a la secundaria,
una parte importante de ellos no la termina o la termina en tiempos muy extendidos debido a cuestiones
como la repitencia, el abandono temporal o definitivo, entre otros. Esto muestra que tenemos desafíos en
cuanto a mejorar la propuesta pedagógica del nivel para que pueda resultar más convocante y significativa
para estos jóvenes.

1 El texto se nutrió de las discusiones y los aportes realizados por especialistas de la Universidad Pedagógica (UNIPE):
Ana Pereyra, Leandro Bottinnelli y Sebastián Abad.
2 El Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente aprobado a fines de 2012 señala algunas de estos
objetivos de política educativa.
3 Para ampliar la información se puede consultar UNIPE, “30 años de educación en democracia”, Buenos Aires, octubre de
2013. http://editorial.unipe.edu.ar/wp-content/uploads/2013/10/UNIPE-Especial-30-a%C3%B1os-de-educaci%C3%B3n-
en-democracia.pdf

9
La educación en el marco del Bicentenario. Elementos para un debate político

Al mismo tiempo, las políticas orientadas al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de la
última década significaron reducciones muy marcadas de los niveles de pobreza, de desempleo y de empleo
precario. Pero, los niveles actuales de estos índices siguen constituyendo un obstáculo tanto desde una
perspectiva material, —por la inversión que significa para las familias sostener la escolarización de los hijos
durante 13 años o más— como simbólica —por las dificultades que implica para la comunidad educativa la
proyección subjetiva de jóvenes cuyas condiciones objetivas de vida son muy desfavorables.

Por otra parte, si se atiende no al completamiento del secundario sino al inicio de la trayectoria escolar,
se observa que el crecimiento de la matriculación en el nivel inicial ha seguido los derroteros de la pirámide
social, siendo los sectores más favorecidos los primeros en acceder a las salas de 3 y 4 años. La expansión
de la oferta pública y gratuita de estas salas y la extensión de la universalización a los 3 años resultarían
imprescindibles al proceso iniciado de inclusión con aprendizajes.

2. Los aprendizajes. Con una población adolescente casi completamente escolarizada (89% en el tramo
de 12 a 17 años), el sistema tiene mayores dificultades en algunos de sus procesos y actividades. Las pruebas
internacionales aplicadas desde fines de los años 904, muestran que las brechas sociales en los aprendizajes
se mantuvieron estables en la última década pero también que los niveles de aprendizaje tienen que mejorar
a un ritmo mayor al que lo han venido haciendo en los últimos años.

En el análisis de la cuestión de los aprendizajes escolares es importante considerar que los conocimientos
y capacidades que se espera hoy de los estudiantes en la educación básica son más complejos y diversos que
en el pasado. Por ejemplo, mientras que la enseñanza secundaria de la década del 60 se concentraba en la
transmisión de saberes enciclopédicos —como la memorización de los ríos de Europa o de los huesos del
cuerpo humano— la enseñanza actual está orientada a lograr que los estudiantes movilicen saberes diversos
en la búsqueda de soluciones posibles a problemas análogos a los que enfrentan las comunidades discipli-
nares de referencia (inventar un final diferente a una narrativa, expresar en lenguaje audiovisual versiones
historiográficas, diseñar un procedimiento experimental adecuado para contrastar una hipótesis, etc.).

En este sentido, la revisión y la actualización curricular constituyó una preocupación constante desde la
recuperación democrática y en los últimos años se fijaron los núcleos de aprendizaje prioritario, se amplió
el número de días de clases, se promovió la extensión de la jornada escolar y se incrementó sostenidamente
el salario docente. Las políticas orientadas al mejoramiento de las condiciones materiales son precisamente
las que conllevan hoy a la necesidad de intensificar la recuperación pedagógica de la actividad escolar y a
plantear una formación docente continua desde una perspectiva integral5.

3. Las brechas. Las diferencias sociales en el acceso a la escuela se han reducido hasta el límite que incluso
en los segmentos de menos ingresos, la mayoría de los niños y jóvenes asiste a la escuela. Las diferencias están
ahora en las características de la oferta pedagógica que reciben diversos sectores, en los resultados escolares
que alcanzan y en el impacto de los aprendizajes en la vida cotidiana. Por ejemplo, entre los jóvenes de 18
y 19 años de edad de los hogares de mayores ingresos (quintiles 4 y 5), casi el 75% egresó de la educación
secundaria; entre los jóvenes de menores ingresos (quintiles 1 y 2), la proporción no llega al 40%. Sabemos
que no es sólo, ni principalmente la educación, la que tiene la tarea de resolver las desigualdades. Y que el
incremento en la inversión de los últimos años, ha hecho mucho en este sentido (hay suficiente evidencia de
que la mayor cantidad de recursos públicos, se invirtieron progresivamente ya que, vía las escuelas públicas,
llegaron en mayor medida a los grupos sociales más postergados). Sin embargo, las desigualdades siguen

4 Sobre las limitaciones y críticas a las pruebas internacionales existe una amplia bibliografía. A modo de síntesis, cf. http://
unipe.edu.ar/wp-content/uploads/2012/09/El-sentido-de-la-evaluaci%C3%B3n-docente.-UNIPE.pdf
5   Sobre lo que entendemos en relación con la formación docente continua desde una perspectiva integral hacemos una
especificación muy breve aunque más detallada al final del artículo.

10
Grupo San Martín Adrián Cannellotto

siendo muy marcadas y los procesos de crecimiento económico —como el de los últimos años— pueden
tender a incrementar los fenómenos de segregación escolar más que a reducirlos. Una intervención muy
activa de la política resulta clave, en particular en lo relativo a la marcación como agentes de Estado de los
docentes y funcionarios educativos.

Toda educación es política

Por su carácter político, la educación requiere estar anclada en una reflexión conceptual capaz de orien-
tar y ordenar el sentido y los fines de dichas metas y objetivos. En el pasado, la Argentina tuvo conceptos
ordenadores a partir de los cuales se constituyeron horizontes de sentido para la educación y los sistemas
educativos. Luego de la derrota cultural que significó la brutal dictadura cívico-militar, se vuelve central
profundizar nuestra reflexión sobre el sentido de la educación, sobre los fines y los ideales bajo los cuales
volver a pensarla en el marco de un proyecto de Nación. Si bien la Ley de Educación Nacional, en su artículo
30, es clara al respecto cuando se propone como finalidad de la educación secundaria: “habilitar a los/las
adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuación de
estudios”. Trabajar sobre los conceptos ordenadores es parte de un trabajo apenas iniciado de recomposición
de la centralidad del Estado, sobre el que resta construir aún un sólido pensamiento estatal. Quedarnos sin
estos conceptos es correr el riesgo de volver a caer en formas vaciadas de la política. Formas que restringen
la política a la gestión, a la administración de lo existente y que, por lo tanto, hacen del Estado una empresa,
de los ciudadanos sus clientes y de la eficiencia (o el ahorro de los trabajadores) la variable ordenadora. Del
mismo modo, esta dimensión de sentido de la educación a la que aludimos tiende a quedar marginada en
ciertos discursos centrados en la calidad y la eficiencia educativa.

Desde mediados del siglo xx, las políticas de seguridad social y vivienda, la educación gratuita, el pleno
empleo, los avances de los sindicatos y la defensa de los derechos laborales, entre otros, fueron decodifi-
cados por el neoliberalismo como la herencia de una cultura de la dependencia y del intervencionismo
estatal que termina por resultar perniciosa para la libertad individual, atenta contra una ética del trabajo y
es perjudicial en términos del beneficio colectivo. Pero, ¿qué hay por detrás de esa férrea oposición a que
los recursos financieros y jurídicos del Estado se destinen a la protección de los individuos y del cuerpo
colectivo, a la compensación de las desigualdades y, de manera indirecta, al cuidado del lazo social? Lo que
hay es una reorganización de la racionalidad política con el objetivo de conseguir que el cuerpo social y los
cuerpos individuales (las personas, las familias, las instituciones, el Estado) se comporten como si fueran
empresas, o sea que cada cual conduzca su vida de manera responsable y de acuerdo con las exigencias del
trabajo, que se capitalice por medio de sus ingresos y que acceda así a la autogestión de sus propios riesgos.
El Estado queda relegado entonces a ser un mero instrumento para crear las condiciones jurídicas que son
necesarias para el funcionamiento autónomo del mercado. Dichas condiciones son las que harán posible
proteger (incubar) ese ambiente competitivo que resulta propicio para el despliegue de la forma-empresa.

Esta perspectiva conlleva implícitamente a una restricción del sentido de la educación por su capacidad
para asegurar un puesto en el mercado laboral o para garantizar la competitividad de la Nación en la economía
internacional. Nótese que estamos hablando fundamentalmente de la educación básica. Ante ello, parece
natural preguntarse por el lugar al que queda relegada la función cultural de la educación, al modo en que
dejamos de ver estrictamente los resultados (como reflejo de la eficiencia) para poder enfocarnos en las
trayectorias formativas y de vida de nuestros ciudadanos, o bien, de qué manera retomamos las biografías de
las personas en lugar de restringirlas a un curriculum vitae donde se las describe estrictamente en relación
a sus competencias y a sus acreditaciones que, por efecto de ese mismo desplazamiento, nos devuelven la
imagen de una vida que se está volviendo cada vez más un saldo económico. Esta moral utilitarista y de soli-
daridad selectiva colisiona con el desafío de recomponer entre los argentinos una solidaridad más orgánica,
capaz de reconstruir una idea de lo colectivo.

11
La educación en el marco del Bicentenario. Elementos para un debate político

Bajo un proyecto de Nación que tiene como ejes la soberanía política, la independencia económica y la
justicia social, que se propone profundizar la innovación productiva y la integración regional, se comprende
que la reconstrucción del rol del Estado resulta vital ya que es el único con capacidad para crear y distribuir
derechos jurídicos y sociales y, por ende, el único capaz de construir la justicia social. Se vuelve imperioso
trabajar entonces para la construcción del cuerpo colectivo como comunidad política y del Estado como
institución autoritativa capaz de desencadenar procesos políticos profundos. Y de hacerlo, además, desde
el reconocimiento y el cuidado de los otros. Se hace necesario entender que la educación sigue siendo
esencialmente constructora de ciudadanía y por ello mismo una vía por medio de la cual habilitamos a los
otros para que asuman la herencia social y la conviertan en su tarea.

Transformar la docencia

La enunciación de un conjunto de metas y objetivos, ordenados por medio de conceptos que los doten de
un sentido y una finalidad, implica que la producción de las condiciones materiales tiene que ir acompañada
con el trabajo sobre las subjetividades ciudadanas para que el proceso de transformación política sea posible.
En este punto, por la función que desempeña la educación como constructora de ciudadanía, por su rol en
la distribución del conocimiento, en la construcción de habilidades cognitivas y no cognitivas, y en relación
a la socialización, la formación docente resulta un eje vertebrador.

La complejización del trabajo docente como consecuencia de la masificación del sistema educativo, de
la diversificación cultural y de la inclusión en las aulas de las nuevas tecnologías, no ha sido acompañada
por la construcción de consensos políticos y sociales que hagan posible su transformación. Una revisión
profunda –en conjunto con las entidades gremiales— tanto de las condiciones del trabajo docente como de
la propia organización escolar para generar espacios institucionales que permitan poner en juego preguntas
esenciales sobre la enseñanza y la práctica, es otra de las tareas pendientes. La transformación de dichas
condiciones debe orientarse hacia la construcción de una subjetividad docente capaz de poner en juego otra
clase de relación con nuestro saber y el de otros. Una relación que no sea de tipo instrumental (mecánico o
enciclopédico, reducido a recetas cerradas) sino que habilite, de un lado, una actitud interrogativa, de aper-
tura y de investigación, que haga del saber una relación productiva y, del otro, que haga posible un trabajo
intenso sobre la propia subjetividad para que ese deseo, a través del cual un sujeto aprehende el mundo, sea
también un modo de construirse y transformarse a sí mismo. Un proceso de formación que no multiplique
la instrumentalización resulta vital para quienes tienen la tarea de formar a otros y producir aprendizajes en
una sociedad que se ha vuelto más compleja.

12
Sistema de salud basado en la Atención Primaria de la Salud
(APS)
Jorge Collia

Díada Salud-­Enfermedad

D urante gran parte de la historia, la salud fue definida como la ausencia de la enfermedad, considerada
desde un punto exclusivamente biologicista, entendiendo la enfermedad como un fenómeno objetivo,
caracterizado por la alteración del cuerpo como organismo biológico.
La visión biologicista, (o médico hegemónico) imperante durante siglos (y vigente aún hoy), produjo el
desarrollo de sistemas y políticas de salud cuyo fundamento es la enfermedad (la construcción de grandes
hospitales, y la tecnificación de la medicina fueron y son los ejes de lo que se conoce como hospitalocen-
trismo). La Salud es el estado de equilibrio, producido por la interacción del hombre con el medio social
(económico, político, ambiental, social y cultural) y con su medio biológico y psicológico.
Desde Alma ­Ata1 , existe un consenso científico­académico respecto a la existencia de determinados prerre-
quisitos para la salud, expresados en la Carta de Ottawa (OMS, 1986): “la paz, adecuados recursos económi-
cos y alimenticios, vivienda, un ecosistema estable y un uso sostenible de los recursos. El reconocimiento
de estos prerrequisitos pone de manifiesto la estrecha relación que existe entre las condiciones sociales y
económicas, el entorno físico, los estilos de vida individuales y la salud”.
La salud constituye un derecho humano fundamental, en consecuencia todas las personas deben tener
acceso al conjunto de recursos sanitarios, físicos, humanos, ambientales y socioeconómicos que reduzcan la
inequidad de la exclusión de los mismos.
La situación sociosanitaria actual (envejecimiento de la población, aumento de las enfermedades crónicas,
efectos del cambio climático sobre la salud de las personas, entre otras) nos enfrentan con el compromiso y
el deber de seguir trabajando para reorganizar y reestructurar el sistema de salud argentino, hacia un sistema
equitativo, eficiente, eficaz y de calidad, cuyo principio rector sea la justicia social, y su eje fundacional: la salud.
El sistema de salud argentino presenta tres grandes problemáticas que constituyen un desafío a resolver.
La primera, se conoce como atención inversa, así las personas con más medios son las que más atención
consumen, mientras que las que tienen menos medios y más problemas de salud son las que menos consu-
men. La segunda, consecuencia del enfoque hospitalo­centrista, es la orientación inadecuada de la atención,
la asignación de recursos se concentra en los servicios curativos, que son muy costosos, dejando de lado
las posibilidades que ofrecen las actividades de prevención primaria y promoción de la salud, medidas que
permiten prevenir hasta el 70% de la carga de morbilidad. La tercera, producida por la fragmentación del
sistema, generada por la coexistencia de tres subsistemas: estatal, privado y de seguridad social, cada uno
con su propia organización y financiamiento.
El hospitalocentrismo significa un costo elevado en cuanto a medicalización innecesaria e iatrogénica.
La mayoría de los recursos sanitarios privados y públicos se invierten en forma desproporcionada hacia la
atención hospitalaria especializada y/o de alta complejidad, en detrimento del mantenimiento de la salud de
la población, objetivo de la atención primaria.
El sistema opera con la lógica de inversa, utiliza más recursos para curar, que para prevenir y fomentar el
estado de salud de las personas.
Los gráficos que se muestran permiten justificar y explicar las deficiencias del modelo hospitalocentrico.
El segundo de ellos expresa el porcentaje de mortalidad según los cuatro determinantes de salud (Lalonde,
1972), observándose que la principal causa de mortalidad en el mundo refieren al medio ambiente (42%),
1 En 1978 se desarrolla la conferencia de Alma Ata, realizada en la URSS participando 134 países. Ante las inequidades y
desigualdades en el acceso y en los resultados obtenidos en el área de salud, los países miembros deciden establecer la Estrate-
gia de Atención Primaria de la Salud (APS) y se estableció la meta Salud para Todos en el año 2000.

13
Sistema de salud basado en la Atención Primaria de la Salud (APS)

en segundo lugar se encuentra la biología (28%), los estilos de vida (19%) son la tercer causa y, por
último ,los sistemas de salud (11%).
Paradójicamente, se invierte el 5% del gasto total para revertir los daños que el medio ambiente (3%) y
los estilos de vida (2%) provocan en la salud, mientras que en los sistemas de salud se destina el 88% del
gasto total. Es decir, se encauza alrededor del 90% de los recursos en el determinante de la salud que menor
mortalidad causa.
Fuente: elaboración propia en base a datos de Asenjo 1992

La estrategia propuesta para atender las necesidades y demandas de los tiempos actuales, y a la vez producir
un sistema equitativo, eficiente, eficaz y de calidad, es la estructuración del sistema de salud sobre la base
de tres niveles articulados en red.

Los tres niveles de atención:

1. Primer nivel de atención: se desarrolla en los CAPS2, así como en consultorios externos p­ úblicos y
privados­, dentro de los cuales se realizan actividades de: educación para la salud, promoción y prevención,
atención médica, recuperación, rehabilitación y cuidados de la salud. En este nivel se pueden resolver alre-
dedor del 70% de las patologías que padecen las personas que concurren a los servicios de salud.

2. Segundo nivel de atención: Se desarrolla en los hospitales de baja y mediana complejidad, dentro de
los cuales se ofrece una atención integral ambulatoria y hospitalaria en las distintas especialidades médicas,
contando además con camas de internación, servicio de urgencias, terapia intensiva y/o intermedia.

3.Tercer nivel de atención: se desarrolla en los hospitales de alta complejidad, donde se atienden pacientes
con patologías de baja incidencia y alto costo.

2 Centros de Atención Primaria de la Salud.

14
Grupo San Martín Jorge Collia

El sistema debe centrarse sobre el eje de la salud, siendo la atención primaria, la estrategia a implementarse.
“La atención primaria de salud es la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticos,
científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comuni-
dad mediante su plena participación y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una
de las etapas de su desarrollo con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación. Representa el primer
nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más
cerca posible la atención de salud al lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento
de un proceso permanente de asistencia sanitaria”. (Declaración de Alma­Ata, OMS, 1978).

La atención primaria no anhela que desaparezcan, el segundo y el tercer nivel, sino articular y normatizar
la atención médica, su objetivo es que lleguen a estos niveles los pacientes con patologías de mayor comple-
jidad que no se puedan resolver en el primer nivel, representando éstas tan sólo el 30% de la demanda.

Área programática de los CAPS

Los CAPS son los centros básicos para el desarrollo y la consolidación de la APS, promoviendo y fomentando
acciones destinadas a la regulación en los determinantes de la salud, y previniendo la instalación de factores
de riesgo productos de daños a la misma, e interviniendo en el control y tratamiento de enfermedades de
baja complejidad, fortificando en el desarrollo de Programas con objetivos destinados a Educar para la Salud
(EPS), en el área programática de cada efector.
Para ello es necesaria una prolija evaluación socio­económica­sanitaria, de la población del área de influencia
de cada efector, y ajustar los recursos humanos y físicos necesarios, para el adecuado funcionamiento de cada
CAPS, privilegiando la Educación para la Salud como el instrumento principal, de la APS y de Salud Pública.

Según las normativas de la OMS/OPS, y resoluciones del Ministerio de Salud de la Nación, los centros de
atención primaria de la salud deben contar con:

1. Medicina General.
2. Enfermería.
3. Odontología.
4. Nutrición.
5. Asistencia Social.
6. Pediatría.
7. Psicología.
8. Ginecología y Obstetricia.
9. Kinesiología y Traumatología.
10. Vacunatorio.
11. Promotores de Salud.

De ser posible, se debería incluir: Laboratorio de Análisis Clínicos, Farmacia, Radiología y Departamento
De Estadística.
Un sistema de salud moderno, eficiente, eficaz y equitativo debe basarse en los principios, elementos y
actividades de la APS3, detallados a continuación. Entre los principios de la APS se encuentran: justicia social,
participación comunitaria, tecnología apropiada, intersectorialidad, énfasis en la prevención y promoción e
inversión apropiada en salud.

3 Se desarrollan los principios y elementos descriptos por la OPS en “Renovación de la Atención Primaria de la Salud en
las Américas” 20007 pero los mismos serán readaptados a la realidad de la sociedad argentina.

15
Sistema de salud basado en la Atención Primaria de la Salud (APS)

1. Justicia social: garantizar el desarrollo y las capacidades de todos los miembros de la sociedad, en
términos de salud, garantizar un acceso y tratamiento equitativo y digno para todas las personas.

2. Participación comunitaria: las personas, organizaciones y/o comunidades deben intervenir y contribuir
en el proceso de toma de decisiones sobre la asignación de recursos y el establecimiento de prioridades
sociosanitarias. A nivel individual, las personas deben disponer de los recursos y capacidades necesaria
para adoptar sus propias decisiones.

3. Tecnología apropiada: la APS postula el uso de todos aquellos métodos, técnicas y equipos que puedan
significar una contribución importante en la solución de un problema.

4. Énfasis en la prevención y promoción: es de gran importancia para un sistema de salud porque sus
acciones son costo­efectivas, facultan ­además­a las comunidades e individuos sobre las formas de mejorar
y mantener su salud. Es necesario que el sistema reoriente en una forma equitativa y con criterios de
eficiencia la asignación de recursos para cada uno de los niveles de atención (inversión apropiada en salud).

5. Intersectorialidad: el sector salud debe articular su trabajo con diversos sectores y actores con el objeto
de contribuir a la mejora de la salud de las personas, así como al desarrollo humano de la sociedad.

A través de los siguientes elementos y actividades es factible cumplir con los principios y objetivos de la APS:

a. Cobertura y acceso universal: eliminación de barreras u obstáculos d­ irectos o indirectos­a la atención


a la salud, para lo cual se debe racionalizar la ubicación, el funcionamiento y el financiamiento de los
servicios de salud en cada uno de los niveles.
b. Primer contacto: el primer nivel de atención debe ser la puerta de entrada al sistema de salud.
c. Atención integral, integrada y continua: requiere de la coordinación entre todas las partes del sistema
para asegurar la satisfacción de las necesidades de salud y su atención a lo largo del tiempo. Se subraya
la necesidad de una atención integral de las personas, atendiendo sus necesidades sociales y de salud.
d. Orientación familiar y comunitaria: con el objeto de identificar factores de riesgo familiares y comu-
nitarios.
e. Recursos humanos adecuados: implica inversiones estrategicas en capacitación, empleo y habilidades
de los proveedores, equipos de salud y administrativos.
f. Recursos adecuados y sostenibles: determinados mediante un análisis socio­económico­sanitario, se
incluyen aquí los recursos de tipo estructural y los presupuestos de operación necesarios para otorgar
una atención de gran calidad.

En lo que respecta a las actividades principales que comprende la APS se encuentran: educación para la
salud, promoción de una nutrición apropiada, asistencia materno­infantil, inmunización contra las princi-
pales enfermedades infecciosas, prevención y lucha contra las enfermedades endémicas y el suministro de
medicamentos esenciales.

16
La cultura como herramienta de participación e inclusión
Social
Ignacio Copani

E s muy complicado imaginar un planteo de gestión cultural en Provincia de Buenos Aires articulando
plenamente la ambigüedad y lo abarcativo del término Cultura.
Complicado pero no imposible. Ni siquiera sería una epopeya como la que a mi humilde parecer hemos
llevado a cabo los argentinos a partir del año 2003.
Creo sinceramente que el desafío es lograr un cambio de enfoque que determine para qué se necesita una
identidad cultural bonaerense y para qué sirve una entidad estatal que la consolide.
Como artista independiente durante años he buscado la manera de financiar cada idea, no por materialista,
sino por supervivencia. O vendía discos y entradas o vendía el auto.De modo tal que no pienso guitarrear
ni versear esta propuesta, sino plantear en términos ultra terrenales mi inquietud.
El Instituto Cultural de la Provincia ha armado un buen esquema de regionalización, pero no ha logrado
impactar en la comunidad con contenidos superadores.Por una parte, por ceder a la tentación de convertirse
en productora de espectáculos y por la otra, seguramente, por no contar con los recursos necesarios para
desarrollar programas que rompan la inercia de actuar como un ente descomprometido.

Contenidos

La principal función del Gobierno desde sus instituciones ligadas a la cultura debe ser la puesta en valor
de las expresiones artísticas y de identidad que expresen un linaje auténticamente popular desde el comienzo
de los tiempos bonaerenses y la vinculación de las viejas y nuevas texturas con las realidades que nos tocan
transitar.
Si bien la diversidad que existe en un territorio tan amplio propone una difícil tarea de articulación, siempre
es posible entrelazar cada manifestación encontrando hilos conductores de tiempo, de espacio y de distintas
especialidades artísticas. De hecho (y lamentablemente), hoy por hoy, se da ese cruzamiento, pero a través
de lo que los grandes medios de comunicación vienen marcando, entonces, en un festival comparten esce-
nario baladistas con rockeros, con bailarines, con cómicos, con folkloristas, pero bajo el único denominador
común de la vanidad y la fama. En el mejor de los casos, a los creadores locales, se les permite participar a
modo de “teloneros” en horarios con poco público.
Nuestros folk stars siguen pareciendo dueños de estancia (difícil ver una alpargata en los tablados ruti-
lantes), nuestros rock stars mueren por un cepillo de dientes eléctrico y nuestros humoristas siguen con
la antiquísima fórmula del chiste fácil a través de la discriminación y la burla, absolutamente a contramano
del camino que ha decidido tomar nuestra sociedad y de las leyes que acompañan las nuevas miradas hacia
las minorías.
Ni hablar de las escenografías que contemplan áreas para cualquier tipo de aviso comercial y se desen-
tienden de la posibilidad de dar un lugar a nuestros artistas plásticos.
La cultura debe ir entonces “a domicilio” a buscar su verdadera esencia.

Propuestas

La enumeración de ítems propositivos podría ser extensísima y la puede engrosar cualquier compañero
que interprete que este proyecto ha convertido las utopías en objetivos, por eso, aún a riesgo de quedar
incompleta, aquí va la lista de propuestas:
• Censo Cultural que diagnostique expectativas del pueblo.
• Programa Palabras Mayores donde nuestros adultos testimonien lo que les han contado, lo que vieron
y lo que esperan de sus lugares.

17
La cultura como herramienta de participación e inclusión Social

• Presencia física en todas las localidades.


• Creación de multiespacios de expresión cultural.
• Fomento de convenios de acción conjunta con clubes sociales.
• Participación Institucional en las Universidades, involucrándose en carreras relacionadas al Arte y la
Cultura.
• Intervenciones en escuelas primarias y secundarias con talleres vocacionales, motivación cultural, etc.
• Búsqueda de creadores en sus propias ciudades y pueblos.
• Aliento a la formación de cooperativas culturales.
• Formación de gestores culturales, con capacitación en producción.
• Incentivación al pequeño empresario que facilite espacios para desarrollo de actividades artísticas.
• Vinculación directa con entes locales.
• Revalorización de las artes gráficas, plásticas y visuales que dejen huella tangible de orígenes y actualidad
• Intervención de muralistas y escultores en plazas públicas.
• Apoyo a festividades locales no vinculadas a exposiciones comerciales.
• Escenarios itinerantes, rescatando idea del Tren Cultural, el Camión Cultural, los Cines Móviles y las
muestras pictóricas pueblo por pueblo.
• Especial incentivo a expresiones artísticas colectivas y de carácter inclusivo, como orquestas juveniles,
coros, grupos de teatro, talleres creativos, murgas y grupos de percusión, de destrezas circenses y
desde luego, de danzas.
• Facilidades y subsidios para instrumentos musicales, herramientas y útiles de necesidad para artistas
plásticos.
• Creación de itinerarios culturales, articulando la idea con entes de turismo.
• Difusión activa del contexto latinoamericano donde expresamos nuestra cultura.
• Concursos permanentes de todas las áreas culturales, con premios e incentivos palpables para la
capacitación y el desarrollo de los creadores.
• Acreditación del trabajador de la cultura bonaerense, a partir de ciertos requisitos que deberá cumplir.
• Convenios concretos con empresas de medios de transporte aéreos y terrestres que faciliten traslado
de artistas, como así también con empresas de alojamiento y gastronomía.
• Convenios con otras entidades comerciales que puedan otorgar beneficios a los trabajadores de la
cultura, acreditados como tales.
• Resguardo de los espacios históricos de valor cultural (por lo arquitectónico o por la referencia histó-
rica o por la relación con personajes relevantes y situaciones de nuestra historia).
• Homenaje permanente a nuestras principales figuras.
• Sistema de becas para estudiantes de carreras relacionadas al Arte.

Comunicación de las propuestas

En cuanto a la comunicación, que es verdaderamente imprescindible para fomentar lo propuesto, anunciar


las novedades y registrar lo hecho, podríamos enumerar una catarata de expresiones de deseos.
Todos quisiéramos en horario premium del canal de televisión con más rating, poner un ciclo que logre
un abrazo multitudinario por medio de nuestra cultura, con nuestra gente revalorizando su impronta bonae-
rense y su perfil militante. O al menos que en el entretiempo de Futbol para Todos, pasen unos versos de
Atahualpa Yupanqui.
Todavía no se puede.
Estos puntos que detallamos a continuación, son perfectamente realizables y antes que se piense que es
una expresión voluntarista, adelanto que luego de esta enumeración se aportará una idea de cómo poner
en escala de vida real, lo que a priori parecería ser parte de un sueño.
Necesitamos para comunicar nuestra cultura:

18
Grupo San Martín Ignacio Copani

• Aprovechamiento de Ley de Medios Audiovisuales para dar a conocer las propuestas y para generar
contenidos para los mismos.
• Articulación con la Radio y la TV Pública para difusión, tanto de la gestión como la de los propios
episodios artísticos.
• Impulsar la realización de Ficciones Bonaerenses.
• Realización de documentales.
• Creación de un canal de televisión cultural de la provincia.
• Auspicios a medios locales en sintonía con nuestra propuesta.
• Creación de carteleras institucionales gigantes y medianas en cada ciudad para difundir sus eventos.
• Nombramiento de Embajadores culturales a reconocidas figuras que apuntalen las nuevas actividades
y sumen a los nuevos valores en sus propias actuaciones.
• Creación de software interactivo para la participación directa de la comunidad, utilizando soportes
físicos (como el CD, o el Pen Drive) y/o espacios virtuales de Internet, con sitios web y blogs.
• Presencia permanente y creativa en las redes sociales de Internet, no sólo para la comunicación insti-
tucional propia, sino también como espacio participativo, educativo y lúdico.
• Conformación de equipos eficientes de prensa y difusión, no encapsulados en La Plata y Capital, que
puedan convertirse en auténticos altoparlantes de una nueva forma de relacionar la cultura popular
entre sus generadores y sus destinatarios.
• Estímulo a formas artesanales de comunicación.
• Capacitación a los creadores para obtener vías de anuncio de sus tareas.
• Convenio con medios gráficos para tener visibilidad periódica y permanente, tanto en carteleras como
en espacios de avisos.
• Creación de publicaciones gráficas institucionales que se puedan insertar en medios masivos (diarios
y revistas).
• Intervenciones profundas en los centros turísticos durante las temporadas altas, considerando que
millones de bonaerenses visitan esos sitios y en esa época están muy bien predispuestos para recibir
un mensaje positivo.

Materialización de las ideas


Cultura de la Provincia de Buenos Aires ha tenido siempre una gran dificultad para financiar las propuestas
que, bien o mal, ha querido impulsar. Existe un esquema de altísimos costos fijos que consumen gran parte
del presupuesto anual con que puede contar el Instituto Cultural (Ejemplo: El Teatro Argentino de La Plata,
que se lleva más del 50 % del aporte material que se consigue).
Es muy probable que esa ecuación no se pueda cambiar y que tanto el mantenimiento de esos monu-
mentales, pero indispensables espacios, el resguardo de obras de arte y hasta el propio costo operativo de la
administración haga que los recursos que desde el Estado se pueden obtener, sean insuficientes e impidan
dramáticamente la cristalización de las propuestas enunciadas.
Por eso es necesaria la segmentación del Instituto Cultural, mediante la creación de un Ente de Acción
Cultural, con otra dinámica, más urgente, más concreta, más audaz. Esta caracterización es necesaria y ya
desde su nombre derriba burocracias y plantea un trabajo directo sobre las personas.
Acción cultural en los barrios, en las villas, en los pueblos, en las plazas, en los caminos... y en los medios
Este nuevo espacio tiene que ser de carácter Autárquico para tener la chance de obtener financiamiento
propio, que no es simplemente la búsqueda de un mecenazgo o la contratación de un hábil productor que
logre conseguir canjes comerciales (ninguna de las dos posibilidades me resultan seductoras).
Acción cultural y autárquica, es la oportunidad de obtener recursos materiales por medio de una buena
intervención política que actúe de manera similar a la experiencia que ha logrado implantar con gran éxito
el INCAA (Instituto Cinematográfico), que al gravar con un mínimo costo las entradas de las películas comer-
ciales, recauda lo necesario para apoyar las producciones del cine nacional.

19
La cultura como herramienta de participación e inclusión Social

Demás está decir que los subsidios que otorga el INCAA son millonarios, pues la industria del cine los
requiere, a diferencia de la “cultura de a pie” que proponemos, que con menores erogaciones puede llegar
a completar un programa revolucionario en lo que a gestión cultural aspiramos.
Es innumerable la cantidad de episodios pagos (y en muchas ocasiones de alto valor) en el espectáculo, el
deporte y la recreación en nuestra Provincia de Buenos Aires. Si uno hace una recorrida imaginaria sólo por
los centros turísticos, ya puede imaginar el volumen de lo que estamos poniendo en discusión. A ninguna
empresa que genere eventos de entretenimiento le cambiaría su recaudación y su posterior ganancia, si se
le suma al costo de una entrada un pequeño aporte para la actividad cultural. Y ese aporte podría ser vital
para la concreción del proyecto que venimos repasando.
Cultura de la Provincia, no necesita ofrecer ninguna contraprestación que no sea la buena gestión y la
buena utilización de esos fondos para beneficio de todos.

20
Bases de un Proyecto Nacional1
Carlos Luis Custer

El concepto de Proyecto Nacional

U n Proyecto Nacional es la definición y explicitación de los objetivos fundamentales de un país, teniendo


en cuenta, primordialmente, la satisfacción de las necesidades materiales, sociales y culturales de sus
habitantes; la promoción de un desarrollo sustentable (económico, social y ecológico); la constitución de
instituciones representativas y participativas que aseguren la legitima expresión del mandato y protagonismo
popular; la búsqueda de la justicia social a través de una justa distribución de la riqueza, persiguiendo el bien
común y la grandeza y el desarrollo de la Nación.
Todo el pueblo tiene ciertos rasgos y valores acumulados desde el fundamento de su nacionalidad (historia, cultu-
ra, principios y valores compartidos; intereses comunes, tradiciones, elementos religiosos, espirituales y culturales;
luchas políticas y sociales). Este conjunto de elementos expresa en su síntesis la “identidad nacional” de un país.
Sin embargo, las bases de un Proyecto Nacional –y aún la propia identidad de un país– no excluyen el
pluralismo de ideas y perspectivas ni supera las contradicciones de clases ni el conflicto social. Pero aspira a
convertirse en un instrumento de convergencia (incluso sobre intereses contrapuestos) con el más amplio
y mayoritario consenso de la población. Esto último es fundamental, ya que en la Argentina han existido
proyectos que se han pensado y ejecutado marginando a las mayorías o directamente contra ellas.
Un Proyecto Nacional presupone, entonces, una clara definición previa de objetivos, que en nuestro caso
surgen de una visión humanista, basada en la justicia social y el desarrollo integral de la Nación. Requiere
también de una profunda ética, moral y cultural, que aplique los valores y principios en que se sustenta,
generando códigos de conducta y fortaleciendo la solidaridad social.
“Todo proyecto político supone una doctrina, y toda doctrina supone principios y valores que la susten-
ten”, señaló Juan Domingo Perón en El Proyecto Nacional. En ese documento, de 1974, también se dice:
“Es por eso que el justicialismo quiere para el hombre argentino: que se realice en sociedad, armonizando los
valores espirituales con los materiales y los derechos del individuo con los derechos de la sociedad; que haga una
ética de su responsabilidad social; que se desenvuelva en plena libertad en un ámbito de justicia social: que esa
Justicia Social esté fundada en la ley del corazón y la solidaridad del pueblo; que tal solidaridad sea asumida por
todos los argentinos, sobre la base de compartir los beneficios y los sacrificios equitativamente distribuidos; que
comprenda a la Nación como unidad abierta generosamente con un espíritu universalista pero consciente de su
propia identidad. La comunidad a la que aspiramos es aquella donde la libertad, la justicia y la responsabilidad
son fundamento de una alegría de ser, basada en la certeza de la propia dignidad”.

Ejes fundamentales para la articulación política-social

Si los presupuestos básicos del Proyecto Nacional están acordados –con un amplio consenso popular y
mayoritario–, lo que debe precisarse son los objetivos concretos, los grandes ejes en las diferentes materias,
coordinadas y coherentes entre sí. Deberán evaluarse los recursos estratégicos y potencialidades dentro del
contexto nacional, regional e internacional en que nos encontramos.
Las dificultades de un Proyecto Nacional y de un Plan de Desarrollo no pasan tanto por su formulación
teórica (aunque implique un esfuerzo técnico importante y la elaboración de consensos), sino que depende
sustancialmente de la metodología para llevarlo a cabo, del protagonismo de los actores y de la voluntad
política mayoritaria y solidaria del conjunto de la sociedad.
En relación a la metodología, es claro que ella requiere una articulación política-social que genere meca-
nismos originales y renovados de participación, consensos y compromisos.
1   El aporte de Carlos L. Custer constituye la recuperación de un valioso documento elaborado en el año 2002 y cuya
actualización conceptual y política se encuentra en proceso de elaboración.

21
Bases de un Proyecto Nacional

• Consensos políticos mayoritarios para elaborar y mantener políticas de Estado que definan objetivos
permanentes y estratégicos en los grandes temas del país.
• Concertación económica-social que convoque a los actores sociales para implementar políticas nacio-
nales eficientes, el respeto al federalismo y la imprescindible y conveniente descentralización.
• Promover una mayor participación de la sociedad civil y de sus organizaciones representativas en la
gestión y el control de las políticas públicas.

El poder social organizado

Cuando hablamos del Proyecto Nacional y de un Plan de Desarrollo, es lógico que definamos el marco
conceptual de ambas propuestas, sus ejes fundamentales, la distinción entre ambos –Proyecto y Plan– y la
metodología para concretarlos. Pero un aspecto esencial común a ambos es el rol de los actores, es decir,
los protagonistas. Todo proyecto, y todo plan concreto, dependen de la voluntad y el protagonismo de los
actores, fundamentalmente de los sectores provenientes del mundo del trabajo (por su vocación transforma-
dora de la realidad), de la cultura (por su capacidad de aportar conocimientos) y de la política (entendida
como la expresión de la acción pública y gestora del bien común).
Es evidente que cualquier transformación, por limitada que sea, afecta intereses de sectores políticos y econó-
micos. Las minorías siempre han tratado de evitar los procesos de cambio favorables a los intereses de los sectores
mayoritarios. Todo cambio o transformación implica una alteración en la relación de fuerzas, y si no hay una
fuerza organizada que los promueva y los impulse, es muy difícil que las transformaciones se puedan realizar.
Por lo tanto, y en función de las resistencias posibles, es fundamental generar un poder social que logre
el apoyo más amplio de todos los sectores, buscando los consensos mayoritarios que permitan construir la
fuerza capaz de asegurar los cambios en función de los objetivos del Proyecto.
Es por eso que debe desarrollarse una organización articulada de las fuerzas transformadoras, y en este
aspecto el concepto de poder social organizado es fundamental.
Hay, sin lugar a dudas, un rol particular que deben cumplir las fuerzas del trabajo. La clase trabajadora debe
reestructurarse y reorganizarse en relación a los nuevos desafíos, y aun manteniendo sus reivindicaciones
especificas, afrontar responsabilidades políticas con propuestas y acciones transformadoras. Es la necesaria
profundización y actualización de la identidad de la clase trabajadora.
A su vez, hay todo una gama de expresiones de la sociedad civil: profesionales, pequeños y medianos produc-
tores, intelectuales, técnicos y científicos, gente del mundo de las artes, de la cultura, de los medios de comuni-
cación, de las Iglesias y de los derechos humanos y de un sinfín de organizaciones. Desarrollar la capacidad de
unificar propuestas y objetivos de un universo tan dispar –respetando las particularidades y especificidades– es
el gran desafío para construir un amplio movimiento que impulse y protagonice las transformaciones necesarias.
Si tenemos entonces claro los actores y los mecanismos necesarios de consenso y concertación, el Proyecto
Nacional puede discutirse concentrándolo en un Plan elaborado para el aquí y el ahora.

A modo de conclusión

Un país como la Argentina, con sus enormes potencialidades y riquezas –humanas, naturales y geo-
económicas– debe superar sus contradicciones y satisfacer largamente las necesidades de su población.
Para eso es necesario tener la voluntad nacional y política para determinar y alcanzar los objetivos
compartidos, promover la renovación ética, moral y cultural de sus grupos dirigentes, organizar el prota-
gonismo popular y de la sociedad civil, establecer reglas y códigos sociales; en fin, promover y respetar
nuestra identidad, la solidaridad social y la cultura del trabajo.
Lo anterior parece muy difícil; sin embargo, no hay otro camino que elaborar con el mayor consenso un
Proyecto Nacional y acordar su concreción en un Plan de Desarrollo.
Solo nos basta poner la voluntad y el esfuerzo para lograrlo. Como dicen los obispos católicos: “Vamos
Argentina, levántate y camina, queremos ser Nación”.

22
La cultura y la comunicación en el marco del “buen vivir”
Fernando Del Corro

A llá por el año 59 Antes de Nuestra Era (A.N.E.) el proto emperador romano Cayo Julio César creó el primer
periódico del cual se tengan registros, el Acta Diurna, si bien existen algunas noticias difundidas a partir
del 131 ANE. Además el propio Julio César hizo público los, hasta entonces reservados, Acta Senatus, el
boletín informativo sobre las cuestiones tratadas en el Senado que fuera creado en el 169 ANE por el pontífice
máximo Publio Mucio Scevola, quién en 132 ANE organizó la recopilación de los viejos “Anales Máximos”.
Con el Acta Diurna se incorporaron todo tipo de noticias, hasta casamientos y los resultados deportivos, al
estilo de los diarios de nuestros tiempos. El Acta Diurna estaba al alcance de todos en los lugares públicos
y una importante cantidad de copistas trabajaba para hacerlo llegar al conjunto del Imperio. Fue uno de los
elementos básicos para profundizar la integración del mismo ya que hasta en el rincón más alejado se podía
saber sobre los más diversos hechos, hasta los resultados de las carreras de cuadrigas en el circo.
La importancia de la transmisión de hechos como elementos claves para desarrollar una mejor sociedad
fue tenida en cuenta desde muy antiguo. Hacia fines del Siglo v A.N.E. el sofista Tucídides de Atenas, nos
legó La historia de las Guerras del Peloponeso. En esa obra remarcó que lo importante del conocimiento
del pasado no radica en legar nombres de generales, de batallas y similares, sino encontrar explicaciones
que permitan detectar los errores cometidos por unos y otros para no repetirlos en el futuro. Eso hizo que
se lo llegase a considerar como el “padre de la historia”.
Este concepto también lo recogieron los romanos que tenían un Dios, Jano, que estudiaba el pasado con
una de sus caras, la posterior; veía transcurrir el presente con su rostro oculto; y proyectaba el futuro con su
faz anterior. Este Dios de la historia que daba comienzo a todas las cosas hoy es homenajeado en la mayor
parte del planeta con el primer mes del año: enero, janeiro, january, janvier, gennaio y otros, según los
diferentes idiomas. Así es como en la base de la cultura romana se encontraba la afirmación de que Historia
magistra vita es (la historia es la maestra de la vida).
Esta introducción tiene como objeto mostrar como el desarrollo del conocimiento y su transmisión
constituye una preocupación central de los hombres a través del tiempo. Luego del Acta Diurna se suce-
dieron los medios públicos gratuitos hasta que en 1556, en la Serenísima República de Venecia apareció
Notizie Scritte (noticias escritas), hasta donde se sabe el primer periódico que se vendía. Su costo era de
una gazetta, antigua moneda veneciana, de la cual surgió luego el término “gaceta” y sus derivados como
“gacetilla”.
La manipulación comunicacional también viene de muy antiguo. Los intereses de diversa naturaleza llevaron
a difundir falsedades basadas en inventos o tergiversaciones. Los propios romanos fueron maestros en ellos.
Cuando Cayo Julio César Octaviano (Augusto) decidió deificarse encargó sendos libros a dos importantes
intelectuales que gracias a ello también han pasado a la historia por la importancia de esas obras. Publio
Virgilio Marón aunque también escribió Las bucólicas y Las geórgicas es más conocido por La Eneida en la
que comienza con la afirmación de que los romanos son los herederos de los troyanos. Por su parte Tito Livio
Patavino en la primera parte de sus Décadas de la historia romana, nos dejó el relato de la presunta llegada
del troyano Eneas a Ostia con su gente y su encuentro con el rey Latino. Eneas se casó con Lavinia, hija de
Latino, y unificaron ambos pueblos usando como epónimo al Rey local y de allí surgió la latinidad. Julus, el
hijo de Eneas, se convirtió en el germen de la gens Julia dentro de la cual, con el correr de los siglos, apareció
Augusto (el elegido por los augures). En consecuencia si Eneas había sido hijo de la diosa Afrodita, el referido
emperador romano descendía de ella, así que comenzó por deificar a su antecesor y padre adoptivo, Julio
César, para poco después lograr que el Senado hiciera construir un templo para él en Pérgamo (Turquía).
Como se observa, la cultura, de la que forma parte la comunicación, tiene en ésta una materia prima
fundamental. La forma de utilización de la misma es una cuestión central para el desarrollo de las naciones
y su “buen vivir”, parafraseando a los pueblos primigenios de la región, cuya realidad fue también tergiver-
sada y/o ocultada a lo largo de cinco siglos para recién comenzar a realizarse una aproximación a la realidad

23
La cultura y la comunicación en el marco del “buen vivir”

en unas pocas décadas recientes. Tergiversaciones y ocultamientos ligados a los intereses de los coloniza-
dores europeos que se apoderaron del continente americano, enorme genocidio mediante el cual se trató
de justificar mediante el falso relato de sus costumbres bárbaras, de su ignorancia y sus cultos vinculados,
esencialmente, con la naturaleza.
Haber reconocido, por ejemplo, en su momento, que el calendario maya era más preciso que el europeo
habría sido un golpe a esa visión. Lo mismo divulgar que el “buen vivir” de los incas en buena medida estaba
ligado a su eficiente distribución de los alimentos que permitía al pueblo comer pescado en las montañas
andinas a muchísima distancia del Océano Pacífico y frutas tropicales de los faldeos amazónicos en la costa
marítima. Pero no solamente en las áreas colonizadas por los españoles sucedió ello. En América del Norte
no se habla del gran desarrollo de los iroqueses sobre los que se centró la gran obra de Lewis Henry Morgan
La civilización primitiva y en la que se basó Friedrich Engels cuando escribió El origen de la familia, la
propiedad privada y el estado. Ni que decir que hasta la llegada al gobierno de Luiz Inácio Ferreira Da Silva
“Lula” en el Brasil se ocultaba toda información acerca de la República de los Palmares, el primer Estado
independiente de América, creado por ex esclavos de origen africano que sobrevivió un siglo (entre fines del
xvi y fines del xvii) luchando contra los portugueses y los neerlandeses. Siendo “Lula” presidente y Cristovam
Buarque ministro de Educación se creó la Universidad Zumbí dos Palmares, con preferencia para afrodes-
cendientes y cuyo nombre rinde homenaje al último y gran jefe palmarense.
En los tiempos contemporáneos el peso de las comunicaciones se ha acrecentado en cuanto a la confor-
mación de lo que presuntamente es la sociedad. Así lo refiere la ítaloperuana Bianca Casagrande en su tesis
doctoral donde encara, precisamente, la relación entre cultura y comunicación. En la misma hace hincapié
en que en la Sociología de nuestra época una importante corriente señala que no son las acciones humanas
lo importante sino los esquemas comunicacionales. No es casual en la materia que en los últimos años
varios gobiernos de nuestra América hayan encarado acciones destinadas a aminorar el peso de las grandes
corporaciones periodísticas en sus respectivos países como en los casos de la Argentina, Ecuador y Venezuela,
fundamentalmente.
La aparición de nuevas tecnologías, en especial la informática, no sólo aumentó las posibilidades de
acrecentar conocimientos de diversa naturaleza y de facilitar la difusión de dichos conocimientos, como su
aspecto positivo, sino que, por el contrario, como cuestión negativa, también dio mayor peso a los meca-
nismos comunicacionales perversos que permiten penetrar más profundamente en el pensamiento social
en beneficio de grandes intereses privilegiando, básicamente, negocios de grandes grupos corporativos en
perjuicio del “buen vivir”.
Al respecto se utiliza la teoría de que la cultura en general, incluyendo el conocimiento científico, es ajena
al conjunto social y una cuestión reservada para pocos. Es una suerte de compartimento estanco dentro de
la sociedad. Como contracara están los que ven a la cultura como apenas una parte del complejo comunica-
cional; es decir, la comunicación es lo central y la cultura un mero proveedor de la misma. La realidad pasa,
por el contrario, porque ambos elementos son necesarios ya que la cultura, que incluye la comunicación,
necesita de una buena utilización de ésta para difundir sus conocimientos y propuestas al conjunto social.
En los últimos tiempos sobre todo se ha ido afirmando la supremacía de lo comunicacional para la impo-
sición de nuevas formas culturales. Un caso claro en la materia es el fenómeno desarrollado en los últimos
tiempos proclive a la primacía del consumismo y del hedonismo por encima de los valores tradicionales.
Resulta muy interesante retomar la idea desarrollada en su discurso del 18 de febrero de 1952 por el entonces
presidente argentino, Juan Domingo Perón, cuestionando severamente la cultura consumista. Sus planteos
sobre el ahorro y la austeridad lograron cambios culturales importantes y permitieron al país avanzar en su
desarrollo económico y social al punto de que la ex Caja Nacional de Ahorro Postal llegó a manejar enormes
recursos que sirvieron para financiar el desarrollo de muchos miles de pequeñas y medianas empresas.
Dicha cultura consumista alentada por los grandes medios de comunicación, que también se benefician
de la misma, es uno de los elementos centrales de la actual crisis mundial del capitalismo, la tercera luego de
las iniciadas en 1873 y en 1929. La idea del “Estado de bienestar” difundida por el “Informe Beveridge” (el
seguro social y sus servicios conexos) elaborado en 1942 por el economista bengalí Henry William Beveridge
fue llevada al paroxismo en los países más desarrollados del planeta, en particular en los Estados Unidos de

24
Grupo San Martín Fernando Del Corro

América y en la Unión Europea. De hecho la propuesta de Beveridge implicaba el bienestar de las poblacio-
nes de los países que tenían la posibilidad de extraer grandes plusvalías a expensas de otras naciones por
aquellos controlados comercial y/o financieramente.
Esa versión tergiversada del Estado de bienestar ocultó, por otra parte, las ideas de un gran economista
argentino, nacido en la actual Bélgica, que según el inglés John Maynard Keynes fue grande entre grandes y
que se llamó Jean Silvio Gesell. Su primer libro, de 1891, se denomina Hacia la reforma monetaria como
puente hacia el estado de bienestar. Los mecanismos comunicacionales, entre los que también está el sistema
educativo, se encargaron de ocultar a Gesell como a otros grandes pensadores. Uno de ellos, otro economista
argentino, Alejandro Ernesto Bunge, gran impulsor de la integración regional y que tuvo, seguramente, un
gran peso en el pensamiento de Perón tampoco es muy conocido mientras se repite los fenómenos que hacen
que la Argentina, como él la calificara, siguiese siendo un “país abanico” concentrado en la hoy Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires como punto de partida y llegada de todo sin interconexiones entre el resto del país.
Las cuestiones que aquí citamos deberían complementarse con una nueva reforma universitaria a un siglo
de la implementada en su momento. Tal como lo planteara hace una década la Universidad de Bologna se
debe restablecer un pensamiento humanista amplio dando marcha atrás a la súper especialización que se ha
ido difundiendo y hacer que las carreras vuelvan a tener la capacidad de generar verdaderos profesionales
y no simples técnicos que luego terminan en el negocio de los post grados, cosa que merece la sanción de
una nueva ley. Seguramente quién lea a grandes físicos como Max Planck en Adónde va la ciencia o Albert
Einstein en La física aventura del pensamiento se dará cuenta de que si vivieran esos genios hoy estarían
absolutamente en contra de ese tipo de enseñanza, porque no existe conocimiento alguno separado de lo
social. Y lamentablemente esos libros hoy leídos por muy pocos, no forman parte de las currículas univer-
sitarias que deberían difundirlos.
Para concluir, así como las nuevas tecnologías han facilitado la difusión de los grandes intereses corporativos
también han comenzado a ser utilizadas como medios comunicacionales para difundir otras ideas estimu-
lando nuevos mecanismos que facilitan la solidaridad social como a través de las conocidas organizaciones
no gubernamentales (Ongs) y el estímulo para el desarrollo de otras formas de conductas. En este marco,
una vez más, aparece como elemento decisivo el rol activo de los estados que, según su ideología, actúan en
uno u otro sentido, a favor de los grandes intereses corporativos o del “buen vivir” de la humanidad, dentro
del cual adquiere importancia restablecer pautas como las de una adecuada convivencia familiar frente a la
frivolidad comunicacional de los medios comerciales y un uso adecuado del lenguaje que no degrade las
formas de expresión cuyos efectos restringen la profundidad del pensamiento.

25
La construcción de pensamiento estratégico colectivo
Isidoro Felcman

1. ¿Qué es el pensamiento estratégico?

E l pensamiento estratégico es una metodología basada en el análisis sistemático de la brecha existente


entre una situación requerida a futuro y una situación actual, teniendo en cuenta escenarios futuros más
probables, y proponiendo políticas, planes y acciones destinados a reducirla.
Se trata de una herramienta que puede ser utilizada tanto para el diagnóstico como para la toma de decisiones
y que, además, permite elaborar pensamiento y acción para enfrentar situaciones que potencialmente pueden
presentarse en el futuro, ayudando a orientar los esfuerzos y recursos hacia metas realistas de desempeño.
Perón sostenía que: “el plan de gobierno no es una improvisación, sino el producto de una profunda
meditación; un acopio grande de antecedentes referentes a los problemas que ha tenido el país desde
muchos años atrás” (Perón, J.D. 1950).
Usualmente suele confundirse pensamiento estratégico con planificación estratégica, dado que las expe-
riencias históricas muestran ambos conceptos interrelacionados a la hora de desarrollar procesos colectivos
destinados a generar visiones compartidas de futuro.
La experiencia que el Grupo San Martín (GSM) ha desarrollado a lo largo del año 2013, puede potenciarse
utilizando el pensamiento estratégico como una metodología destinada ordenar las contribuciones indivi-
duales en términos de categorías estratégicas, para transformar de esta manera los aportes individuales en
pensamiento estratégico colectivo.
Se trata esencialmente de una metodología destinada a promover el diálogo, el intercambio, la visión del
otro y la generación de diagnóstico y visión compartida, mediante un proceso que pone en común aportes
individuales de orígenes diversos (Ackoff, R. 1997).
Por estas razones, el pensamiento estratégico requiere de un tipo particular de conocimiento para la
acción intencional y reflexiva, que se va elaborando de manera gradual y sistemática, a partir de espacios que
promuevan y faciliten el diálogo, para que los diferentes participantes aporten al proceso de construcción
colectiva. Esto es lo que se ha venido desarrollando a lo largo del 2013 dentro del GSM. Los encuentros y
diferentes espacios de intercambio y diálogo generaron la posibilidad de realizar aportes generales, especia-
lizados y diversos. La sistematización de estos aportes en términos de una matriz de pensamiento estratégico
irá contribuyendo de manera gradual a la elaboración de pensamiento estratégico colectivo.

2. Metodología de pensamiento estratégico y sus principales categorías conceptuales

La metodología de pensamiento estratégico utilizada para la sistematización de aportes realizados en el


GSM está compuesta por una serie de categorías conceptuales. Todas ellas se encuentran interrelacionadas
en un método conocido como “el método de los ocho pasos” que se presenta a continuación:

26
Grupo San Martín Isidoro Felcman

Gráfico: Elementos metodológicos básicos

2.1. Dirección estratégica


La dirección estratégica señala el horizonte hacia el cual se pretende dirigir un país, un sector o una orga-
nización en un futuro predeterminado (Hax, A. 1996). La estrategia es el “procedimiento mediante el cual se
procura encausar la dirección del proceso de desarrollo” (Matus, C. 1987). Descansa en la previsión, es un
estilo y un método de pensamiento acerca de la acción. Se encuentra sujeta a la percepción e interpretación
dinámica del escenario en el cual se presentan intenciones, recursos y organización de los diferentes actores.
La dirección estratégica está conformada por cinco componentes clave: la visión, la misión, los valores, los
fines estratégicos y los objetivos. Ellos conducirán el accionar destinado a alcanzar las metas futuras deseadas
(y factibles de ser alcanzadas).

Visión
La visión es un espacio referencial, una idea-fuerza que se ubica en un horizonte temporal lejano y describe
una situación futura deseada. Expresa la identidad futura que se desea alcanzar para un país, un sector, una
organización.

Misión
Si la visión señala el qué, la misión define el para qué. La misión es, en este esquema, el punto de partida
para el diseño de los objetivos, estableciendo los principales propósitos. También se la puede considerar
como guía o marco de referencia para orientar las políticas, programas y acciones y, de esta forma, vincular
lo deseado con lo posible.

Valores
En la construcción de visión y misión adquieren un papel importante los valores que ponen en juego
los integrantes de un determinado colectivo social, ya que ellos remiten a posicionamientos axiológicos que
condicionan la acción y establecen un marco de referencia para la misma. Los valores establecen preferencias
ideológicas y éticas, y señalan cómo creemos que la visión y misión deben alcanzarse. En este sentido, los
valores son “el credo”, ya que establecen restricciones a la formulación de políticas y propuestas.

27
La construcción de pensamiento estratégico colectivo

Fines estratégicos / objetivos


El pensamiento estratégico impulsa la desagregación de visión, misión y valores en fines estratégicos y
luego objetivos. Toda misión lleva asociados una serie de fines estratégicos, que se definen como espacios
propositivos mediante los cuales resulta posible fijar objetivos. Los objetivos se definen como estados futuros
deseados.

2.2. Escenarios futuros más probables


Se trata de formulaciones conjeturales de futuras situaciones posibles, donde se combinan elementos
invariantes, variantes y opciones alternativas que pueden presentarse y condicionar la trayectoria que va
desde la situación actual hasta la situación futura deseada (Lafuente, J. 1996).
Construir escenarios consiste en imaginar situaciones futuras, su probabilidad de ocurrencia y su evolu-
ción en un horizonte de tiempo determinado. Así, el escenario es el conjunto de condiciones hipotéticas y
supuestos futuros más probables donde luego se sitúan la visión y los objetivos, y pueden operar políticas
y propuestas destinadas a transformar la realidad.

2.3. Evolución histórica y situación actual


El pensamiento estratégico debe contemplar diferentes realidades geográficas, históricas, sociales, cultura-
les, religiosas, ideológicas, económicas, políticas, militares, educativas y tecnológicas. Identificar momentos
clave que, en dichos ámbitos, iniciaron procesos de cambio económico-social, instalaron valores, generaron
cultura, dieron origen a líderes, es esencial para explicar cómo una sociedad, un país, una organización,
llega a lo que después denominaremos situación actual. A estos momentos clave los denominamos hitos
históricos, aquellos que decididamente generaron un cambio de tendencia, una nueva etapa, en algunos
casos, una nueva era.
Asímismo, todo pensamiento estratégico también requiere del análisis de la situación actual, que se reali-
za con el fin de describir las condiciones dentro de las cuales se desenvuelve hoy en día la actividad en un
determinado país, sector u organización. Incluye el análisis causal de problemas que, en la actualidad o en
un futuro, pueden obstaculizar el cumplimiento de objetivos, misión y visión. Es habitual que la descripción/
explicación de la situación actual dé origen a la identificación de fortalezas y debilidades.
Considerar el espectro de fortalezas y debilidades en el análisis de la situación actual contribuye a enfrentar
los desafíos que presenta el entorno, dado que su conocimiento es clave para generar las acciones que permi-
tan superar las debilidades y apoyarse en las fortalezas, a fin de alcanzar con éxito los objetivos requeridos.

2.4. Matriz F.O.D.A.


El análisis de matriz F.O.D.A. es una herramienta a través de la que se pueden identificar estrategias en la
búsqueda de un futuro deseado. F.O.D.A., son las siglas de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas.

2.5. Elaboración de las metas


Las metas son la cuantificación del estado futuro deseado/requerido. Si los objetivos establecen el qué, las
metas desarrollan el cuánto. Son fundamentales para la ejecución de las estrategias formuladas, dado que
forman la base para la asignación de recursos. Las mismas se pueden proyectar a diferentes plazos (corto,
mediano y largo).

2.6. Brechas (situación actual vs. situación requerida)


Las brechas se presentan como síntoma de disconformidad, insuficiencia o carencia presente y como un
espacio abierto para la reflexión y la acción destinada a producir el cambio de dicha situación para el futuro,
por medio de políticas, programas y acciones destinados a transformar la realidad y reducir o eliminar la
brecha. Analizar la noción de brechas supone hacer referencia al concepto de problema, al que definiremos
como la distancia existente entre la situación actual y una situación deseada o requerida a futuro.

28
Grupo San Martín Isidoro Felcman

2.7. Políticas, programas y acciones para el cierre de brechas


Las políticas, programas y acciones se definen como cursos de acción que permiten cerrar las brechas
existentes entre la situación actual y la situación requerida a futuro. Las políticas establecen las grandes
avenidas por las que luego deben transitar programas (y acciones) a los que podemos definir como procesos
con cierta definición algorítmica mediante los cuales se intenta transformar recursos en metas (resultados).

2.8. Resultado final esperado: pensamiento estratégico


Finalmente, consideraremos al pensamiento estratégico como la producción integrada de todos los elemen-
tos conceptuales descriptos con anterioridad. La potencia del mismo se logra con la integración de tales
conceptos. Cuando una visión de futuro viene acompañada de misión, valores, objetivos, líneas estratégicas,
metas, análisis de situación actual, análisis de escenarios futuros más probables, diagnóstico de problemas/
brechas y políticas/programas para la acción, podemos asegurar que disponemos de una valiosa herramienta
para transformar nuestra visión/nuestros objetivos en realidades concretas.

3. Matriz de pensamiento estratégico

La matriz de pensamiento estratégico es un instrumento que integra, por un lado, las categorías de pensa-
miento estratégico esbozadas anteriormente y, por el otro, las unidades de análisis a las que tales categorías
hacen referencia. Denominamos unidad de análisis a aquello sobre lo cual se predica. Mediante nuestras
categorías de pensamiento estratégico predicamos (hablamos, decimos, analizamos, proponemos) sobre las
unidades de análisis seleccionadas.
Todo pensamiento estratégico requiere la definición de una o varias unidades de análisis, es decir, aquello
en función de lo cual dicho pensamiento va a desarrollarse. Las unidades de análisis pueden ser un país, un
sector de la economía/sociedad, un área de interés social, una organización, una empresa.
Para la sistematización de aportes realizados en el GSM, la matriz de pensamiento estratégico fue elaborada
teniendo en cuenta varios niveles de unidades de análisis posibles (el mundo, la región, Argentina, Pcia. de
Buenos Aires), y dentro de cada nivel, una serie de dimensiones y subdimensiones. Unidades de análisis,
dimensiones, y subdimensiones dieron origen a las filas de la matriz. Los diferentes conceptos de pensa-
miento estratégico dieron origen a las columnas de la matriz. El cruce de ambos puede verse en un modelo
de matriz que figura en el anexo (ver Anexo I).

4. Próximos pasos para la elaboración de pensamiento estratégico colectivo

El GSM ha dado un primer paso muy importante para la construcción de pensamiento estratégico indi-
vidual, y luego colectivo, en términos de un futuro soñado para Argentina y la Provincia de Buenos Aires,
dentro de unidades de análisis mayores como la región latinoamericana/Mercosur y el mundo en general.
Estos aportes se han concentrado dentro del período 2013 en Educación, Juventud, Seguridad y Justicia,
y Economía. En el futuro próximo se espera poder ampliar esta matriz con aportes en otras áreas de interés.
La matriz de pensamiento estratégico será el instrumento a utilizar, y el pensamiento estratégico el producto
que pretendemos alcanzar en pos de una propuesta de futuro construida colectivamente.

29
La construcción de pensamiento estratégico colectivo

Anexo I
La matriz de pensamiento estratégico constituye una herramienta que permite ordenar la información y
los aportes realizados durante los distintos encuentros del GSM.
Según Galtung (1966) todo dato hace referencia a una estructura constituida por tres elementos: unidad
de análisis, variable y valor. Cualquier dato aislado consistirá pues en una unidad de análisis que en una
variable específica presentará un determinado valor.
Lo que constituye el dato son estos tres elementos considerados conjuntamente con las relaciones que
mantienen entre sí. Sea cual sea nuestro objeto de estudio, si queremos sostener cualquier proposición
empírica acerca de él, se lo deberá concebir en términos de esa estructura tripartita. “Unidad”, “variable” y
“valor” son todos términos que denotan determinados tipos de conceptos.
Una unidad de análisis es un sistema definido por presentar determinadas propiedades, algunas de ellas
constantes (las que definen su pertenencia a un universo compuesto por todos los sistemas que presentan esas
mismas propiedades) y otras variables (las que podrán ser materia de investigación dentro de ese universo).
Una variable contiene no sólo la connotación de “aspecto” o “dimensión” de un fenómeno, sino también
la propiedad de estos aspectos o dimensiones de asumir diferentes valores.
Dado un conjunto de unidades, un valor es algo que puede predicarse de una unidad, y una variable es
un conjunto de valores que forma una clasificación (Galtung, 1966).
Siguiendo las anteriores precisiones conceptuales se presenta la siguiente matriz, cuyas características
conceptuales y metodológicas fueron explicitadas en puntos anteriores. Con este instrumento hemos elabo-
rado y seguiremos elaborando pensamiento estratégico colectivo.

Cuadro 1: Matriz de pensamiento estratégico

Bibliografía
• ACKOFF, Russell. Planificación de la empresa del futuro, Limusa-Noriega Editores, México, 1997.
• FELCMAN, Isidoro - BLUTMAN, Gustavo Nuevos modelos de gestión pública Ed. Temas 2011.
• GALTUNG, Johan, Teoría y métodos de la investigación social. Buenos Aires. Eudeba, 1966.
• HAX, Arnoldo y MAJLUF, Nicolás. Gestión de empresa: con una visión estratégica; 4a ed. Domen, Santiago, Chile, 1996.
• LAFUENTE Javier. Cuadernos de Dirección Estratégica y Planificación; Editorial Díaz de Santos, 1996.
• MATUS, Carlos. Política, planificación y gobierno; Fundación Altadir, Caracas, 1987.
• PERÓN, Juan Domingo. La Nación Argentina: justa, libre y soberana; 3ra. Edición; Buenos Aires; 1950 (reedición digital
Instituto Cultural Provincia de Buenos Aires, 2005).

30
Desarrollo local en el Proyecto Nacional
Andrea García

El federalismo y la descentralización siempre han tenido singular relevancia como principios de organi-
zación política y administrativa de un país, teniendo como base la relación entre integración y autonomía,
en la sociedad y en la política.
En la actualidad, al hablar de federalismo, comúnmente se hace referencia a la discusión respecto de los
recursos fiscales distribuidos a las provincias, siendo este abordaje cuanto menos reduccionista.
Debemos recordar que al constituirse el Estado Nacional, las provincias reconocieron la importancia de
una unidad superior delegando en ese acto competencias y facultades en beneficio de la unidad nacional y
la construcción de una identidad como pueblo y como patria.

Esta concepción que pretende alcanzar una unidad política en el reconocimiento de la diversidad y la
búsqueda de la armonía, equilibrio e integración de cada una de las provincias que constituyen la Nación,
suscita una patria con mayor grado de homogeneidad territorial.
Es sólo en el marco de un Proyecto Nacional que impulse el desarrollo integral donde se garantiza y
sustenta la perspectiva de desarrollo local. Por el contrario, el desarrollo local tal como se promovía en la
Argentina y la región cuando la ideología neoliberal marcaba el rumbo, encubre una posición separatista que
alienta la fragmentación, el aislamiento y la falta de solidaridad ante las distintas potencialidades y grados de
desarrollo de las regiones que componen un país y alberga un paradigma global que sostiene el achicamiento
del Estado–Nación en su rol protagónico de generador de desarrollo.

Pensar el federalismo y el desarrollo local en el marco del Proyecto Nacional nos exige mirar en el deve-
nir histórico de la Argentina el concepto de Nación y la vida de sus habitantes según el modelo económico
predominante.
En la Argentina unitaria, mitrista, y signada por la exclusión por decisión política, irrumpe el General
Perón, que define como estrategia la reconstrucción de una nueva Argentina organizada desde un nuevo
concepto de Nación.
Propone, con una mirada integradora el equilibrio entre las regiones, facilitando sus vínculos y dando
significado a una Argentina que totaliza, vinculando el territorio y posibilitando el intercambio de sus riquezas
y sus hombres. Une bajo la misma bandera a los trabajadores, los viejos, los niños, las mujeres, es decir a los
nuevos sujetos sociales que se constituyen en la base de la unidad nacional. Gobierna con la premisa de que
solo puede existir federalismo político si existe el federalismo económico y redefine el federalismo practico
basado en el ordenamiento económico de la Nación.
En la Asamblea legislativa del 1º de mayo de 1950 el presidente Juan Domingo Perón manifestaba:
“Nosotros hemos creado ya las condiciones básicas para que sea realidad el federalismo que impone la Cons-
titución Nacional y esas condiciones consisten:
1) En la distribución equitativa de los bienes económicos del país, de tal manera que sea anulado el déficit
de las provincias menos dotadas.
2) En la reactivación planificada de las provincias que están más lejos de ser unidades económicas. Nuestro
sistema federal ha sido por nosotros respetado, afianzado y consolidado. Siempre en procura de nuestra
primera finalidad, la unidad nacional, hemos pensado que ella no sería posible sin poner previamente en pie
de igualdad a todas las provincias frente al gobierno central. Esta igualdad, que antes solo tuvo un sentido
teórico, tiene ahora un indudable sentido práctico, tanto en el orden político como en el económico.
Nuestro federalismo tiene un fundamento económico que es técnicamente inobjetable. Cuando
logremos su total realización se verá como no puede darse otro federalismo más efectivo dentro de
nuestra unidad nacional.”

31
Desarrollo local en el Proyecto Nacional

Estos conceptos que construyeron doctrina fueron el relato de la verdadera transformación de la vida
cotidiana de todos y cada uno de los habitantes de la Patria, a partir del desarrollo económico, el recono-
cimiento de los derechos sociales, la distribución de la riqueza y la ampliación de los derechos electorales.
Se suma la provincialización, la autonomía gradual del territorio y el derecho al voto de los territorianos.
La inversión en infraestructura con absoluto sentido federal, una planificada organización territorial, la
industrialización y la expansión de los derechos sociales, dio lugar entonces a un desarrollo homogéneo en
todo el país, que fomento la construcción de la identidad cultural y la revalorización de la Patria.
Indudablemente, las recurrentes y aviesas políticas de la dictadura cívico militar y la lógica acumulativa
neoliberal, vinieron a frustrar el despegue de un proceso de acumulación de capital y desarrollo tecnológico,
dejando una realidad territorial atravesada por la desigualdad.
El desmantelamiento de instrumentos esenciales de la conducción económica tales como los institutos
reguladores de sectores claves de la producción agropecuaria, la Junta Nacional de Granos o Carnes , la
reforma de la Carta Orgánica del Banco Central a principios de la convertibilidad renunciando a nuestra
capacidad de conducir la política cambiaria y más aun, la privatización de las empresas de servicios públicos,
del sistema previsional y la transferencia de los núcleos de rentabilidad del país (petróleo, telecomunicacio-
nes, e industria agroalimentaria) a la propiedad de empresas extranjeras, fueron los instrumentos político
económicos fundamentales para la destrucción y el vaciamiento del Estado y la deconstrucción del concepto
de Nación que incluía a todos.
Devino así la peor crisis económica, política y social que azotó al país en el año 2001. El ajuste estructural
y las medidas de austeridad dejaron un triste saldo de exclusión social y marginalidad.
La realidad se encontró atravesada por la desigualdad, la destrucción del aparato productivo, la explotación
indiscriminada de recursos naturales y un desequilibrio territorial puesto en evidencia en la distribución de
la población y en los altos indicadores de empobrecimiento de las mayorías, que nos llevaron al borde de
la fragmentación social.
Sin embargo fue nuevamente la política y el compromiso de los dirigentes territoriales lo que logró el
reencauzamiento institucional sin interrupción de la democracia.
Por voluntad popular en el año 2003 inicia su presidencia Néstor Kirchner, sintetizando la recuperación
de un Estado soberano que, en una participación virtuosa, interviene generando crecimiento con inclusión
y enfrenta la desigualdad para reducirla en sus múltiples dimensiones.
Lo hace desde una concepción de política territorial que:
• Piensa a la acción pública del Estado en relación al territorio considerado en su conjunto.
• Reconoce su relación directa con los intereses de quienes conforman la Nación.
• Justifica en la búsqueda del bien común la existencia del Estado.
• Diseña estrategias de desarrollo basadas principalmente en las propias potencialidades de las provin-
cias y en las oportunidades del mercado, donde el aprovechamiento de las singularidades de cada
territorio y la creatividad ayuden a captar oportunidades y desencadenar un proceso de crecimiento.

El impacto territorial del presupuesto nacional en estos últimos 10 años, al igual que en los gobiernos de
Perón, evidencia que la recuperación del Estado es lo que regula y define el concepto de Nación que incluye
a todos. Y desde allí gobernar es garantizar derechos, es construir ciudadanía y es promocionar desarrollo,
privilegiando el milagro de la vida y la realización de la comunidad.
La vida que es nacer —para algunos aun sobrevivir— crecer, estudiar, trabajar, producir, crear, desarrollarse
en una comunidad. Y debe ser el Estado organizado el que garantice la realización de cada uno al tiempo
que la comunidad misma se realice con todos con la mirada puesta en el bien común.
Este modelo territorial tuvo como objetivo desde sus inicios, un país equilibrado, integrado, sustentable
y socialmente justo, en donde cada habitante de este suelo y su comunidad pudieran desarrollar su identi-
dad territorial, cultural y su sentido de pertenencia al territorio argentino, alcanzar el progreso económico
según sus capacidades en la región de origen, proteger la disponibilidad actual y futura de los recursos del
territorio, participar en la gestión democrática y acceder a los bienes y servicios esenciales, posibilitando el
desarrollo personal y colectivo en todo el país.

32
Grupo San Martín Andrea García

El acercamiento y la convergencia entre la perspectiva de las personas y el rol activo del Estado consti-
tuyen la base de una nueva forma de hacer política territorial en la Argentina: los logros alcanzados por las
personas, la cantidad y calidad de las inversiones, la infraestructura instalada y las acciones realizadas por el
Estado sustentan cada una de las políticas públicas.
En esta visión la inversión se justifica, las acciones se validan, las políticas son eficientes, las intervenciones
exitosas, en la medida que el habitante de ese territorio en transformación, logra asimilar los beneficios en
provecho personal, de su familia, de su comunidad con un profundo sentido de pertenencia.
La recuperación del sentido dorado de la política implicó promover una visión prospectiva, democrática
y plural del territorio nacional, conjugando el rol planificador y promotor del Estado con una visión anclada
en los valores y las necesidades cotidianas de las personas.
Implicó también investir a la democracia argentina del verdadero sentido nacional y popular. Desde el
año 2003 el gobierno defiende el interés del pueblo, busca la independencia económica, pone el capital al
servicio de la economía y la economía al servicio del bienestar social.
En estos diez años debe destacarse la certera decisión del Gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina
Fernández de Kirchner de basar la estrategia de crecimiento por un lado, en la demanda interna alentando
el consumo popular y por el otro liderando la voluntad de Latinoamérica de emanciparse de la sombra tute-
lar del poder extranjero, rompiendo con la ortodoxia que permanentemente nos imponían los organismos
multilaterales.
El desendeudamiento, mejora en el stock, composición y vencimiento de la deuda permitió consolidar
un Estado que amplia derechos y transforma a la Argentina en el país de Latinoamérica con mejor relación
deuda-producto bruto interno.
Los drásticos cambios en la economía mundial, y el reconocimiento que la tierra, la energía y los alimentos
son esenciales para la soberanía nacional, llevaron a tomar decisiones que dieron vuelta una página de frus-
traciones y lanzan de lleno a la Argentina a un futuro cierto, donde el límite del crecimiento no lo imponen
los intereses externos ni los privilegios minoritarios, sino que dependen de la capacidad de creación, de
trabajo y de esfuerzo de todos los argentinos.
Por último, no podemos dejar de remarcar que en esta década, al igual que en todos los periodos demo-
cráticos de la Argentina con Gobiernos que defendían los intereses populares, se evidencia una reacción
organizada de las minorías que pierden privilegios y concentran el poder económico.
La utilización de los medios de comunicación masiva se ha convertido en la herramienta con la que en
más de una oportunidad construyen alianzas discursivas, aun con los sectores más populares. El discurso
neoliberal ha delineado una conciencia y un lenguaje colectivo, ha construido un sentido común que se nos
presenta como obstáculo y como desafío.
El desafío hoy es dar la batalla cultural, porque esta posición dominante ha impregnado la vida de los
argentinos y está en la base de las instituciones, las académicas, las judiciales y todas aquellas que constituyo
el poder real para protegerse.
El desafío es sintetizar la organización popular y el poder territorial para evitar cualquier renunciamiento
a lo conquistado.
Es con el Pueblo con quien defenderemos la Patria.

33
La información como base para la toma de decisiones
políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia
de Buenos Aires
Marcos Guillén

L a toma de decisiones políticas implica sin lugar a dudas un posicionamiento respecto de los valores y la
direccionalidad que asumimos como norte de determinados procesos sociales de construcción colectiva.

Ya hace mas de cuatro años en el ámbito de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia, desde la
época en que Julián Dominguez era el vicepresidente de ese cuerpo, y con Norberto Liwski como respon-
sable directo del tema, venimos trabajando en la construcción de un índice que se llama “La Adolescencia
midde”. El mismo está centrado, precisamente en la población adolescente de 15 a 19 años, entendiendo
que así como en otros grupos poblacionales hay bastantes desarrollos con muy buenos resultados, como por
ejemplo en lo referido a niñez, en el área de adolescencia no se presenta la misma realidad. Generalmente,
se presenta a este grupo de edad asociada de manera casi permanente con determinados “problemas” o
situaciones de inquietud social.

Dichos problemas pueden estar vinculados con la inseguridad, o con las adicciones, pero no suelen presen-
tarse como parte de un área sobre la cual hay que desplegar este rol de Estado como garante de derechos
y en términos de establecimiento de políticas activas que los reconozcan como sujetos plenos de derecho.

El trabajo que se viene haciendo en esta materia de construcción de información, lo podemos identificar a
partir de una serie de dimensiones que entendemos nos pueden permitir pensar una determinada realidad,
que como tal es multifacética, y sobre la cual nos planteamos realizar hincapié en aspectos que nos ayudarán
a comprenderla.

En este sentido, una primera dimensión se relaciona con población y desarrollo; una segunda parte con
salud; una tercera parte tendrá que ver con educación; luego la cuarta parte la denominamos sobre violencia
contra niños, niñas y adolescentes; una quinta dimensión nos permitirá referirnos a participación juvenil; y
finalmente, la última dimensión se encuentra ligada a Justicia Penal Juvenil.

Estas serian las dimensiones mencionadas, y dentro de las mismas ubicamos distintos indicadores, pero
a los fines de no sobreabundar, haremos determinados hincapiés en solo algunos de ellos.

Población

Si pensamos en la población de 15 a 19 años, algo que, en primer lugar tendríamos que tener en cuenta,
es de qué cantidad de personas estamos hablando: en este sentido, podemos precisar que el 8,5% de la
población de la Provincia de Buenos Aires está dentro de esta franja etaria y que por lo tanto son más de
1.300.000 personas, sobre un total de 15 millones de personas que habitan en territorio bonaerense, tal
como puede verse en el siguiente gráfico.

34
Grupo San Martín Marcos Guillén

Fuente: Elaboración propia en base a INDEC. Censo nacional de población. Hogares y viviendas 2010

Al mismo tiempo, es importante consignar que de acuerdo a los datos brindados por el Censo 2010,
cerca de 30.000 personas de este grupo de edad se identificaron como pertenecientes a pueblos originarios,
representando el 2,2 del total de la población adolescente. Asimismo, el 3,6% (47.690 personas) personas
de entre 15 y 19 años nacieron en un país extranjero.

Algunas consideraciones respecto de la integración social de los jóvenes

El tema de la integración social de los jóvenes y adolescentes suele dar lugar, a partir del destaque de
situaciones negativas en medios de prensa, ligadas a situaciones de inseguridad, violencia, desescolarización y
falta de inserción en el mercado laboral, a análisis que en su gran mayoría no suelen apoyarse en información
confiable y en muchos casos dan lugar a conclusiones falaces.

A lo largo del presente artículo intentamos desde una perspectiva de derechos dar cuenta de la multi-
causalidad necesaria para poder interpretar de manera más adecuada parte de estas afirmaciones. En este
sentido, a continuación presentaremos algunas afirmaciones y datos referidos a la situación de los jóvenes
que no se encuentran incluídos en el sistema educativo ni en el mercado laboral, intentando aportar tanto
al análisis de estas situaciones como a posibles políticas públicas en la materia.

Si bien existen distintas fuentes que dan cuenta de la situación de los que se suele denominar como
“jóvenes ni-ni” (ni estudian ni trabajan), por lo general se suele coincidir en señalar que existen un número
superior a las 900.000 personas a nivel nacional1.

1   Fuente: Situación de los Adolescentes en Argentina. UNICEF. 2013. En base a datos de EPH-INDEC.

35
La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos Aires

Evolución del porcentaje de jóvenes (15-24 años) que no estudian ni trabajan (NI–NI). Total
país. Años 2003-2012

El gráfico, publicado por UNICEF refleja el sostenido descenso en la proporción de jóvenes de 15-24 años
que no estudian ni trabajan. Hacia el año 2012 el índice de 18,7% representa alrededor de 850.000 jóvenes.
Este es un valor estimado en base a la muestra estadística de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) con
la cual se obtiene el dato.
En el caso de la información por provincia, un reciente estudio nos permite dar cuenta de la variada
realidad que se presenta en cada una de las mismas2:

Porcentaje de jóvenes (18-24 años) que no estudian no trabajan ni buscan trabajo (NI–NI)
según provincia. Año 2012

2   Elaboración del OSL en base a: Capello, M. y G. García Oro (2013) “El problema de inserción social de los jóvenes a
nivel Regional en Argentina y en perspectiva internacional. Año 2. Edición Nº2. Instituto para el Desarrollo Social Argenti-
no-IERAL, con datos de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos-EAUH, INDEC.

36
Grupo San Martín Marcos Guillén

Las disparidades regionales en Argentina pueden responder a atributos culturales, históricos o idiosin-
cráticos. También, a aspectos económicos coyunturales de los mercados de trabajo regionales, Asimismo,
diversos estudios acuerdan en que, a mayor edad, mayor es la cantidad de jóvenes que no estudian ni traba-
jan. Respecto de un análisis según sexo, se encuentra que son las mujeres quienes transitan esta situación
en mayor medida que los varones3.

Cantidad de jóvenes (15-24 años) que no estudian ni trabajan (NI–NI) por edad en años
simples. Total país, año 2012.

Para el caso de la Provincia de Buenos Aires, de acuerdo la información contenida en el Informe de UNICEF
y a los datos del Instituto para el Desarrollo Social Argentino-IERAL, el 15,3% de los jóvenes de 18 a 24 años
de la Provincia de Buenos Aires no estudia ni trabaja, y de acuerdo a las estimaciones censales, la cantidad
de jóvenes es de 278.172.

La presentación de estos datos en esta dimensión de análisis no debería interpretarse como una visión
descalificatoria individual o colectiva, sino que, por el contrario, dentro de la misma están incluidos las y los
jóvenes que si bien cuentan con las capacidades —y muchas veces con el deseo— de estudiar o trabajar, se
encuentran imposibilitados de acceder a este derecho por condicionamientos estructurales. Precisamente,
en la perspectiva de contribuir a la realización plena de los derechos señalados, nos permitimos realizar
algunas apreciaciones:

• En primer lugar, la caracterización de esta población de adolescentes y jóvenes a partir de dos atributos
de carencias (ni estudian ni trabajan) no debería ocultar que estos jóvenes sí poseen otros atributos
que no son negativos, y que pueden estar dados por grupos de pertenencia barrial, gustos musicales,
amistades, intereses laborales y/o de conocimiento, etcétera.

Esta advertencia intenta dar cuenta de que existe el riesgo de que la caracterización en tanto “ NI–NI”
desdibuje estas otras características que dan cuenta de las heterogeneidades que encierra el propio concepto.
Asimismo, podemos advertir como otra cuestión riesgosa el asimilar a esta caracterización como NI–NI a la
violencia, la inseguridad y la peligrosidad hacia terceros.

3   Elaboración en base a datos de EPH-INDEC procesados por Poliarquía Consultora.

37
La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos Aires

En este sentido, entendemos que la misma no debe dar lugar a estrategias asistenciales focalizadas que
pueden establecer canales de estigmatización social negativa.

• Al momento de pensar en términos de carencias o problemas, nos parece que la situación de los
NI–NI no debería centrarse en algo propio de los adolescentes o jóvenes sino en situaciones sociales
a resolver por parte de colectivos más amplios. Es así que dejaría de asociarse a los adolescentes en
términos de problema para tratar de entender qué situaciones enfrentamos como sociedad para
construir modelos de convivencia más democráticos e integrados.
• En la instancia de pensar políticas públicas en la materia, sería importante el trabajo desde las dos
instancias involucradas en la negación, en términos de tratar de contar con sistemas educativos que
den cuenta de los intereses de los adolescentes y jóvenes en tanto superen el límite de ser solo etapas
a cumplir sino en términos de mejorar su posibilidades de desenvolvimiento futuro.

En el mismo sentido, la rica experiencia desarrollada en la Provincia de Buenos Aires por la gestión del
Gobierno de Domingo Mercante, da cuenta de la posibilidad de ampliar el horizonte formativo por fuera de
la institución escolar, incorporando al mundo del trabajo en dichas estrategias.

En aquel momento esto se vinculaba con un determinado modelo de industrialización, pero el modelo
actual de desarrollo permitiría ampliar las bases de este esquema formativo con especial énfasis en estrategias
de desarrollo que ponderen lo local y las diferencias a partir de aprovechar las potencialidades de cada región.

De esta manera, queremos mencionar que las situaciones de los adolescentes y jóvenes requieren de un
análisis profundo a fin de entenderlos desde el reconocimiento de la complejidad.

Es así que por lo tanto cualquiera de las estrategias a desarrollar debe incorporar estrategias de escucha
y participación en términos de involucrarlos, en términos de entenderlos en su carácter de sujetos de dere-
chos plenos.

Niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales


Tomando en cuenta la situación respecto del trabajo, podemos consignar que, de acuerdo a un trabajo
reciente de UNICEF junto al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, del conjunto de la población de
niños, niñas y adolescentes de la Provincia de Buenos Aires, el 2,4% realizó actividades económicas de por
lo menos una hora para el mercado, mientras que el 2,6% en el caso del Gran Buenos Aires y el 3,6% en el
caso del interior de la Provincia realizó actividades ligadas al autoconsumo de la familia.

Otro punto de atención, lo mencionamos respecto de los chicos privados de cuidados parentales o sepa-
rados de sus familias. En lo que tiene que ver con la distribución geográfica, la gran mayoría se encuentran
el área de Buenos Aires, donde se encuentran cerca del 50% del universo de chicos que están sin cuidado de
los padres. En términos de números absolutos, estamos hablando de unos 15.000 chicos en toda la Argentina,
de los cuales el 50% habitan en la Provincia de Buenos Aires4.

4   Elaboración propia en base a Informe: “Niños, Niñas y Adolescentes sin cuidados parentales en la República Argenti-
na. Relevamiento nacional y propuestas para la promoción y el fortalecimiento del derecho a la convivencia familiar y comuni-
taria”. Ministerio de Desarrollo de la Nación – UNICEF. 2011.

38
Grupo San Martín Marcos Guillén

En la Provincia de Buenos Aires las principales causas de ingreso a sistemas de cuidados alternativos a la
familia se dan por la vía administrativa y no la judicial (90 contra un 10%), y los motivos de ingreso tienen que
ver principalmente con violencia familiar, abuso sexual y abandono. Se puede consultar el informe realizado de
manera conjunta entre la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y UNICEF en el siguiente link:
http://www.unicef.org/argentina/spanish/C_Parentales_final.pdf

Medidas de abrigo
Atendiendo a la nueva institucionalidad que rige en términos del sistema de promoción y protección de
derechos a partir de la Ley Provincial 13.298 que lo instaura, se conforma el mismo a nivel de los municipios
con los servicios locales y a nivel provincial con los servicios zonales.

Estas instancias son las que deben intervenir, como vía administrativa para el dictado de determinadas
medidas de protección o abrigo. Para el año 2010, la Secretaria Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia
informó que se dictaron mas de 2000 medidas de abrigo, de las cuales podemos ver el desagregado por
Municipio en el siguiente cuadro5 :

5   Registro Estadístico Unificado de Niñez y Adolescencia —R.E.U.N.A—. Informe Anual 2010. Ministerio de Desa-
rrollo Social de la Provincia de Buenos Aires.

39
La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos Aires

Cantidad de medidas de abrigo adoptadas por los Servicios Zonales de la Provincia de Buenos
Aires. Año 2010

Servicio Zonal Cantidad de Medidas de Abrigo

Almirante Brown 295

Bahía Blanca 199

San Martín 170

San Isidro 148

Lomas de Zamora 147

Morón 141

Mercedes 118

Gral. Pueyrredón 114

Zárate 99

La Matanza 96

Moreno 92

Azul 91

La Plata 86

Dolores 66

San Nicolás 57

Roque Pérez 56

Junín 50

Tandil 39

Trenque Lauquen 29

Pergamino 17

Necochea 14

Quilmes 11

Salud

En lo que refiere a la dimensión salud, desde el OSL (Observatorio Social Legislativo) tomamos como
indicadores la maternidad y paternidad adolescente, las adicciones e infecciones de transmisión sexual y
VIH/SIDA y la medicalización de niñas, niños y adolescentes en ámbitos educativos.

En lo que respecta a maternidad y paternidad adolescente, la evolución de los últimos tres años nos
señala lo siguiente:

40
Grupo San Martín Marcos Guillén

Como se puede ver en la tabla anterior6, hacemos hincapié en lo que tiene que ver con maternidad y
paternidad adolescente, que nos permite afirmar que en mayor medida se mantiene estable el numero de
nacimientos de madres adolescentes que para el último año disponible son más de 38 mil.

Por supuesto que todos sabemos que estos son promedios en cuanto se habla de cerca de un 13% sobre
el total de nacimientos en la Provincia, lo que no quiere decir que en todos los distritos de la Provincia, o en
todos los barrios de un mismo Municipio, se dan solo el 13%. Habrá determinadas localidades donde este
promedio es superior, y otras donde es menor. Un dato a destacar es el caso de madres adolescentes con
primario incompleto, que mostró una evolución positiva en términos de que partiendo de un 7,3% para
los años 2009 y 2010, descendió al 5,9%; la importancia se relaciona en virtud de que son chicas de 15 a 19
años, con lo cual es de suponer que ya ese ciclo debería estar cubierto.

Otro aspecto que nos parece de interés señalar, es aquel que refiere a la vinculación de los adolescentes
con el consumo de sustancias adictivas. En este sentido, es dable mencionar un estudio del SEDRONAR,
basado en una encuesta a estudiantes de nivel medio en el 2011 que toma la prevalencia de vida en distintos
períodos (año y mes) con determinadas sustancias adictivas de acuerdo a grupos de edad.

En este caso7, se muestra la prevalencia de mes, desagregada por grupos de edad, lo que nos permite
visualizar cuales son aquellas sustancias consumidas sobre las que deberían establecerse mayores niveles
de preocupaciones. Se nota claramente en el tema vinculado con las adicciones el consumo del tabaco y
el alcohol como prevalentes. Cabe mencionar que se establece más el consumo que la adicción ya que se
analiza en términos de presencia en el último mes.

Se muestra claramente que en la población de 15 a 16 años el consumo de alcohol es de cerca del 60%.
Asimismo, el 21% está relacionado con el tabaco y aparece muy atrás algo que está definido como alguna
droga ilícita y el consumo de marihuana.
6   Fuente: Elaboración propia del OSL en base a datos de la Dirección de Información Sistematizada. Ministerio de
Salud de la Provincia de Buenos Aires. 2013.
7   Fuente: Quinta Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media 2011. Informe Final de Resultados. Secretaría
de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico –SEDRONAR-. Presidencia de la
Nación. http://www.observatorio.gov.ar/investigaciones/Quinta%20Encuesta%20Nacional%20a%20Estudiantes%20de%20
Ense%C3%B1anza%20Media%202011.pdf

41
La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos Aires

Violencia contra niñas, niños y adolescentes

En lo que respecta a la dimensión de violencia contra niños, niñas y adolescentes, debemos mencionar
que la misma es reformulación a partir de información que en ediciones anteriores del Midde aparecía distri-
buída en otras áreas. Por ejemplo, en el caso de las muertes por causas externas estaba ubicada en Salud. Al
momento de hacer una revisión de las mismas entendimos que las causas externas de mortalidad tienen dos
características: son evitables y generalmente, tienen que ver con situaciones violentas.

En la población de 15 a 19 años, según lo que informa el propio Ministerio de Salud de la Provincia8, el


64% se corresponde con este tipo de muertes que como mencionamos, son evitables y violentas. En el gráfico
siguiente, podemos ver la evolución en los últimos cinco años al respecto.

Mortalidad adolescente por tipo de causa (externas–no externas). Provincia de Buenos Aires,
Años 2007–2011
2011
2007 64
2008 2009 2010
61,3
59,6 58,6 59,1

2008 2009 2010


2007 41,4 40,9
40,4 2011
38,7
36

Externas No externas

Al momento de consignar los motivos de las muertes por causas externas9 podemos encontrar algunas
llamativas, como las vinculadas a accidentes de transporte, o las denominadas “lesiones autoinflingidas”
que refieren al suicidio, y que se encuentra cerca del 20%. Tal como fue dicho antes, estos son promedios
provinciales lo que no quiere decir que en todas las localidades se dé en esta misma proporción.

Mortalidad adolescente (15 a 19 años) por tipo de causa Externa. Provincia de Buenos Aires,
2011.

8   Fuente: Dirección de Información sistematizada. Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.


9   Fuente: Dirección de Información sistematizada. Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.

42
Grupo San Martín Marcos Guillén

Al mismo tiempo, se destacan las diferencias significativas en términos de género. Es así, que queremos
destacar que el 79,8% de las muertes de adolescentes de 15 a 19 años por causas externas en la Provincia de
Buenos Aires recaen sobre varones.

Seguidamente, queremos referir a otra de las realidades difíciles de la Provincia y que seguramente también
se va a tocar con los debates tenemos, relacionados con seguridad.

Existe en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, un banco de datos que está confirmado por una ley
provincial (Ley 14.211, modificatoria artículo 18 inc. 5 de la Ley 12.061), donde se agrupan las denuncias que
hay por situaciones de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, tal como lo establece la Convención
de Naciones Unidas.
Según la información brindada por dicho Banco, para el período 2001–2010 se consigna un acumulado
de 320 casos, de acuerdo al siguiente desagregado y distribución10:

Casos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes según región (agrupados).
Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Período 10/08/2001 – 03/10/2010.

Cuando presentamos algunas cuestiones respecto de este acumulado, vemos que es de suma utilidad
presentar información mas actualizada, la que se brinda por parte de la misma fuente de manera trimestral.
Para el período comprendido entre el 1 de febrero y el 30 de abril del presente año, se consignaron en la
misma fuente la ocurrencia de 71 casos.
Otro dato para tener en cuenta al momento de pensar qué tipo de política pública se deberían imple-
mentar, se vincula con aquellas situaciones que están denunciadas y aquellas que no están denunciadas. Es
decir, aquellas que fueron compartidas, con un abogado, familiar, etcétera, pero que no tienen ningún tipo
de desarrollo judicial o de trámite administrativo.

10   Fuente: Elaboración propia OSL en base a Tabla “Casos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Ley 14.211 (modificatorio artículo 18 inc. 5 de la Ley 12.061). Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Período 10/08/2001 –
03/10/2010”.

43
La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos Aires

Participación juvenil

En lo que tiene que ver con participación juvenil, nos propusimos, así como mostramos otras situaciones
en las que se presentan como contracaras de agresiones, o de situaciones violentas con adolescentes, mostrar
también como una parte de respuesta, basada en un estudio desarrollado por la Dirección General de Cultura
y Educación de la Provincia11, en la que se muestra el crecimiento (se triplica el número en el periodo de
2007 a 2010), de la cantidad de Centros de Estudiantes o niveles organizativos similares, que se producen
en esta población, que pasan de cerca de 500 a 1547.

Evolución anual de la cantidad de centro de estudiantes y organizaciones estudiantiles. Provincia de


Buenos Aires, período 2007-2010.

Justicia Penal Juvenil

Finalmente, en lo que tiene que ver con Justicia Penal Juvenil, tomamos algunos datos relacionados con
lo que se denomina IPP (Investigaciones Penales Preparatorias) que son los procesos penales que se inician
en la población acusada de cometer un determinado delito.

Cantidad de IPP iniciadas y porcentaje según edad. Año 2012.

Edad de las personas Año 2012 %

Mayores de edad (18 años y más) 656.258 95,7

Menores de edad (de 18 años y menos)* 29.550 4,3

Total 685.808 100,00

En la tabla12 podemos ver que sobre el total de las investigaciones penales preparatorias para el año 2012
11   Fuente: Información del relevamiento de Centros de Estudiantes. Equipo de Gobierno Estudiantil. Dirección Provin-
cial de Educación Secundaria. Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
12   Fuente: SIMP (Sistema Informático del Ministerio Público) – Ministerio Público Procuración General de la Suprema
Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

44
Grupo San Martín Marcos Guillén

(cerca de 650.000), sólo un 4,3% corresponde con aquellos que están imputados población de entre 16 a
18 años.

Si al mismo tiempo uno mira el peso que tiene ese tipo de investigación que se lleva adelante respecto
de homicidios ve que, sumando todos los tipos de homicidio, homicidio con causa agravada, etcétera, no
llega al 1%.

IPP iniciadas por bien jurídico protegido a personas menores de 18 años –Fuero de Respon-
sabilidad Penal Juvenil—. Total Provincia de Buenos Aires. Año 2012.

Al momento de analizar la distribución entre los distintos Departamentos Judiciales13 se ve una realidad
bastante variada. San Martin es uno de los lugares predominantes, con más de 4000 investigaciones atribuidas,
como así también otros distritos de la Provincia.

Cantidad de Investigaciones penales preparatorias (IPP) iniciadas a personas menores de 18


años. Provincia de Buenos Aires Año 2012.

13   Fuente: SIMP (Sistema Informático del Ministerio Público) –Datos Preliminares– Ministerio Público Procuración
General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

45
La información como base para la toma de decisiones políticas: la situación de la adolescencia en la Provincia de Buenos Aires

El desarrollo del Midde implementado por el OSL implicó la consulta con una gran variedad de organismos
especialmente del sector público, pero también de Universidades y fuentes no gubernamentales, con la idea
de presentar información enriquecida por provenir de distintas lecturas.

IPP iniciadas a personas % sobre total Provincia


Departamento Judicial menores de 18 años de Buenos Aires

AZUL 1.107 3,7%

BAHIA BLANCA 1.240 4,2%

DOLORES 718 2,4%

JUNIN 682 2,3%

LA MATANZA 1.538 5,2%

LA PLATA 2.885 9,8%

LOMAS DE ZAMORA 3.039 10,3%

MAR DEL PLATA 1.575 5,3%

MERCEDES 1.948 6,6%

MORON 1.858 6,3%

NECOCHEA 310 1,0%

PERGAMINO 584 2,0%

QUILMES 1.920 6,5%

SAN ISIDRO 2.995 10,1%

SAN MARTIN 4.092 13,9%

SAN NICOLAS 1.200 4,1%

TRENQUE LAUQUEN 796 2,7%

ZÁRATE CAMPANA 1.063 3,6%

TOTALES 29.550 100,0%

Para finalizar, en clave de aportar a un proceso de construcción política en el marco del proyecto nacional
y popular, y en términos de dotar y/o discutir direccionalidad, y poner en valores determinadas políticas de
Estado en materia de niñez y adolescencia, uno puede identificar que en gran medida la discusión de fondo
está dada en términos del desafío de ver cómo se construyen sociedades más integradas y justas, a lo que
sin duda contribuye cómo se plantea la resolución de los problemas de salud, cómo se resuelven problemas
de seguridad, etcétera.

En la discusión de esta direccionalidad es que debemos preguntarnos: ¿Cómo poder aportar desde luga-
res no tradicionales? Una posibilidad consiste en tomar las recomendaciones de los distintos instrumentos
a los que ha suscripto la Argentina, como las herramientas de derechos humanos, para poder contar con
soluciones integrales, y dejar de lado la idea de que se puede trabajar las mismas sólo desde salud, o que se
puede trabajar desde educación de manera independiente, o sólo desde seguridad, sino tratar de recuperar

46
Grupo San Martín Marcos Guillén

una visión más integral.

Como aporte imprescindible a esta construcción política, reitero lo que varios mencionamos en otras
oportunidades, respecto de ampliar los espacios desde donde damos voces y ámbitos de participación a
los chicos, en términos de que ellos nos pueden ayudar mucho a renovar las miradas y a poder ampliar los
horizontes que nos planteamos e incluirlos, en esta discusión de cómo construir sociedades más amplias,
más democráticas y más justas.

47
Experiencias y aportes sobre el rol de los municipios
Adrián Mircovich

N uestro país está cumpliendo treinta años ininterrumpidos de democracia. Esta circunstancia merece,
además de los festejos por la feliz circunstancia, reflexionar sobre lo ocurrido en este período, enfrentar-
nos a problemas, polémicas y desafíos que aún continúan vigentes luego de tres décadas y elaborar, a partir
del análisis, líneas de acción que profundicen los logros y abran nuevos caminos para transitar el futuro. En
este marco el presente trabajo se circunscribe a los gobiernos municipales.
Tuve la oportunidad de ser Intendente de un municipio de 20.000 habitantes del interior de la Provincia
de Buenos Aires por lo que mis palabras parten de lo vivido y los intercambios con intendentes, funcionarios,
militantes a lo largo de este tiempo.
En 1983 vuelve la democracia. Las elecciones en octubre de aquel año despiertan una euforia popular.
“Como un dique que se levanta ante una enorme presión, el hambre de participación política se respiraba
en las calles, en las esquinas se discutía política, historia, ejemplos internacionales, filosofía. En los medios
de comunicación afloraban los debates, la censura aflojó y se oyeron por fin las voces que las generaciones
más jóvenes no habían podido conocer. Los artistas le cantaban al pueblo y a la democracia. El ángel de
la historia sobrevolaba y parecía que todo volvía a ser posible. Los partidos políticos salieron a la luz del
día y abrieron locales partidarios por doquier. En las canchas, en los boliches, en las marchas se cantaba
'Paredón, paredón, a todos los milicos que vendieron la Nación1’”.

Se respira otro aire y la esperanza resurge en el país y en las pequeñas comunidades como la nuestra.
Las palabras de Alfonsín “con la democracia se come, se cura, se educa” se convierten en el paradigma
popular. Sin embargo, está todo por hacerse, incorporados a la vida política millones de jóvenes que habían
crecido en tiempos de libertades recortadas y desaparecidos, con una generación diezmada por la represión,
la vida en democracia y el funcionamiento de las instituciones requieren de un largo aprendizaje comunitario
para la toma de decisiones, la aceptación de la diferencia, el debate de cara a la comunidad.
Los municipios comienzan a transitar aquel verano del 84 juntando los pedazos que la dictadura dejó
en cada comunidad y en cada administración. La autonomía y las funciones políticas que supieron tener
los cabildos en el período virreinal se fueron recortando en el proceso de consolidación nacional. La
Constitución Nacional y la Constitución de la Provincia establecen el régimen municipal, otorgando mayor
importancia al ámbito administrativo y reservando la función política a los gobiernos provincial y nacional.
Al mismo tiempo, en materia tributaria, determinan que los municipios tienen facultades para el cobro de
tasas retributivas de servicios.
El modelo de administración municipal lleva, en los 80, la impronta histórica condensada en aquella descrip-
ción de “municipios de las 3b”. Esto significaba que los gobiernos locales se dedican a “Bacheo, Bombitas,
Barrido”, es decir: arreglan las calles, iluminan la ciudad y recogen la basura. Con ingresos limitados a la
recaudación por servicios municipales y a la coparticipación determinada por la Provincia, sus actividades se
ciñen a lo local. Realizan gestiones ante la Provincia y esta última implementa los planes y/o proyectos que
posibilitan construcción de viviendas, obras de saneamiento urbano, etc.
La década del 90 llega con políticas neoliberales luego del Consenso de Washington. Argentina y prác-
ticamente toda Latinoamérica aplican este modelo. La tendencia es privatizar, endeudarse, tercerizar. La
descentralización acompaña una política de achicamiento del Estado y desregulación que aspira a modelos
estatales más dinámicos y funcionales en el marco de la globalización. Postulan una suerte de “privatización
del espacio público” reducido a la prestación de servicios. Junto con ellos, los organismos internacionales
de crédito dialogan directamente con los ámbitos municipales.
Ya no importa (no se discute) si el servicio se presta por administración o por contrato con privados, el

1   Sergio Wischñevsky, Página 12, 30-10-13.

48
Grupo San Martín Adrián Mircovich

objetivo es la “eficiencia” y aquello que, históricamente, era función directa del municipio, puede ser hecho
por otro.
La propuesta neoliberal justifica la importancia de la descentralización desde el Estado Nacional hacia
las jurisdicciones menores con la finalidad de minimizar el gasto público. Este modelo “desconecta” a los
municipios de sus vínculos con la administración nacional. El mercado aparece como eje de la construcción
social, el Estado Nacional es retirado de sus funciones de equilibrar las fuerzas económicas y el resultado de
estas políticas deviene en grandes perjuicios para las mayorías.
Ante esta situación los intendentes bonaerenses tuvieron que acudir al gobierno de la Provincia de Buenos
Aires para gestionar programas, planes y proyectos que llevados adelante en los municipios satisfacían en
gran medida las demandas comunitarias.
En 2001-2002 se produce una de las crisis sociales, políticas y económicas más profundas que viviera la
Argentina. Con el Estado desmantelado y en cesación de pagos, la democracia estuvo al borde de la desapa-
rición. Con índices del 27% de desocupación y más del 50% de la población debajo de los niveles de pobreza
y exclusión, los intendentes y sus funcionarios, los más cercanos a los vecinos, se convierten en depositarios
de los reclamos y son los primeros en defender la institucionalidad.
Cuestiones no directamente de competencia municipal, según la Ley Orgánica, son asumidas por los
gobiernos locales. A los municipios no llegan las transferencias de los recursos de programas para asistencia
alimentaria, la obra social de los empleados de la Provincia, IOMA, deja de prestar servicios, se suspenden
los giros de la coparticipación municipal. De modo tal que los Gobiernos locales se hacen cargo de aportar
para que las escuelas permanezcan abiertas, proveer alimentación a cada hogar humilde, cooperar para que
se mantengan los servicios básicos de policía y de salud, todo con los escasos recursos municipales dada la
sensible disminución de ingresos genuinos.
Esta crisis produce un quiebre en la concepción del municipio, especialmente en la percepción de los
vecinos de las comunidades. Los reclamos que los gobiernos municipales recibían en las décadas anteriores
se amplían, complejizan y profundizan. De allí en adelante funciones que no eran de los municipios, queda-
ron depositadas en los intendentes. El vecino pasa a solicitar a su gobierno local la solución de todos los
temas. Las peticiones abarcan el amplio espectro de necesidades. Ya no es el asfalto, la iluminación, la basura
o el refuerzo alimentario. Demandan trabajo, asistencia en salud (medicamentos, traslados a otros centros
de salud, prótesis, intervenciones médicas de alta complejidad), reparación y/o construcción de viviendas,
beneficios sociales (pensiones, jubilaciones), centros educativos, control ambiental y, en los últimos años
un fuerte reclamo por seguridad y justicia. Se profundiza la gestión de los intendentes ante los gobiernos
nacional y provincial.
En esta última década los municipios pasan a ser parte de un proyecto político integrador, donde se
reconoce la historia y composición del territorio nacional. En este proyecto el municipio se subordina a un
Estado soberano y presente que impulsa el desarrollo de las comunidades, respetando la diversidad que
conforma su identidad, en armonía con el desarrollo regional y nacional.

El crecimiento económico, las políticas sociales implementadas como la Asignación Universal por Hijo, la
creación de empleo, la incorporación de nuevos jubilados, el nivel de consumo sostenido, la gestión directa
de los intendentes ante el Gobierno Nacional han generado un notable crecimiento de nuestras comunidades.

Sin embargo, está más que claro que hay una agenda de temas pendientes:

Mencioné al inicio que mi intervención se basaba más en la experiencia vivida como intendente en mi
comunidad que en estudios académicos. Y desde esa postura es que me atrevo a esbozar algunas cuestiones
actuales que considero importante debatir coincidiendo, en algunos puntos, con otros autores.
• La coparticipación por salud, el criterio actual perjudica a aquellos gobiernos locales que trabajan e
invierten en la prevención.
• La descentralización de la administración de la educación con base en los consejos escolares, demorada
y resistida por los gremios docentes.

49
Experiencias y aportes sobre el rol de los municipios

• La descentralización de los departamentos judiciales.


• La disposición y tratamiento de la basura, tema estratégico y de suma importancia con alcance regional
que no adquiere aún la visibilidad que su jerarquía requiere.
• El desarrollo de políticas de uso de suelo sustentables evitando la degradación por monocultivos, el
manejo de los recursos hídricos y el control eficiente del uso de agroquímicos para evitar la contami-
nación de las fuentes de agua.
• La modernización de los sistemas de administración y la capacitación al personal en el uso de nuevas
tecnologías.
• Los alcances municipales para controlar y sancionar a las empresas de servicios públicos privatizadas
instaladas en su territorio, como las de telefonía.
• La composición y función de la actual figura de la Asamblea de Mayores Contribuyentes presente en
la Ley Orgánica de las municipalidades.

La Provincia de Buenos Aires está destinada a ser el motor del desarrollo del país, y está en condiciones
de iniciar una agenda de temas para implementar las transformaciones necesarias en cada una de las áreas
que así lo requieran. Para ello es deber intransferible de su dirigencia abogar para que sea la política la
herramienta para que se lleven adelante esos objetivos.

50
Una agenda para la educación
Mario Oporto

Plantearemos grandes objetivos generales con respecto a la educación. La educación argentina y la educa-
ción bonaerense ya han dejado de ser una instancia asistencialista, en donde el peso de lo social –en muchos
casos– cubría el peso de lo pedagógico. Se ha pasado de una etapa en donde la educación compensaba las
injusticias de un modelo económico y social determinado para que sea el motor de un modelo de desarrollo.

¿Qué tenemos que hacer para que la educación sea el motor de un modelo de desarrollo? ¿Qué medidas
tenemos que tomar para lograr unir educación con producción y con trabajo, en donde la innovación cien-
tífica y tecnológica forme parte central del modelo educativo?
En primer lugar, hay que lograr una educación de calidad. Nadie duda que el objetivo actual es una
educación de calidad. Distingamos qué es calidad. Calidad es calidad social. Calidad es calidad para todos;
no hay calidad si no están todos los niños y los jóvenes incluidos en el sistema educativo. Se podría tener un
modelo de educación de calidad para el 25, 30 o 40 por ciento de la población. Pero no es como entendemos
nosotros la calidad educativa.
Para lograr calidad social de la educación hay que empezar a reparar una injusticia inicial, que es que
algunos chicos vayan al jardín de infantes y otros chicos no. La cobertura total de la educación inicial es uno
de los principales objetivos.

El programa es el programa de la Ley Nacional de Educación. Lo que hay que hacer es ejecutar lo que ya
se discutió y sancionó a través de la Ley, o a través de las leyes, porque la Ley de Financiamiento Educativo,
la Ley Nacional de Educación Técnica y otra ley importantísima que dictó la Provincia de Buenos Aires y que
fue la Ley de la Protección Integral de los Derechos de la Niñez y la Juventud. Es una política conjunta. No
va a haber protección integral de los niños y los adolescentes si no van a la escuela. Y los chicos no van a
aprender en la escuela si no se los protege integralmente en la salud, en la vivienda, en la situación social
de sus familias, en la alimentación.

Hay que ejecutar las leyes. El primer punto es la cobertura total de todas las vacantes necesarias para que
los chicos vayan a la educación inicial.
La Ley también propone como mandato la extensión horaria de la educación primaria y, por lo tanto,
debemos trabajar para superar las 720/760 horas anuales de clase que tiene, en general, la educación primaria
y llegar, por lo menos, a las 1.000 horas anuales en los próximos años. Para eso se debe planificar para ir
lográndolo gradualmente. Ese es otro de los mandatos populares.
Por supuesto que se debe continuar en la construcción de la nueva escuela secundaria, de seis años –la
escuela de los adolescentes—, que ahora es también obligatoria. Y estamos en un momento histórico en el
que tenemos que resolver algo novedoso, porque ninguna otra generación de la historia tuvo este desafío:
que todos los chicos terminen la escuela secundaria. Por lo tanto, tenemos que resolver la tensión que hay
entre la ampliación de la matrícula y la calidad de la escuela secundaria, entre retención del alumnado y el
aprendizaje.
No queremos una escuela secundaria que en nombre de la excelencia, expulse; pero tampoco queremos
una escuela secundaria que en nombre de la inclusión, no enseñe. Tenemos que fortalecer ese modelo de
escuela que retenga y enseñe porque, como creemos que la justicia social educativa se logra cuando hay
aprendizaje; si no hay aprendizaje, en educación, no hay justicia social.
Pero la escuela secundaria, aparte, tiene que estar vinculada a la producción y al trabajo, y es por eso
que se debe fortalecer la escuela técnica, fortalecer la escuela agraria, fortalecer la escuela de oficios para
adolescentes y la formación profesional para los adultos.

51
Una agenda para la educación

La introducción de las llamadas nuevas tecnologías –que ya no son tan nuevas—, que son las tecnologías
de la información y la comunicación, van a ser estratégicas en la formación de nuestra juventud. Es priorita-
rio profundizar el estudio de las ciencias “duras” y de las tecnologías que han revolucionado el mundo del
conocimiento.

Tenemos prácticamente saldada la deuda del siglo xix, como es la alfabetización. Si todavía quedan anal-
fabetos en nuestro territorio, esa es una deuda del siglo xix. Estamos resolviendo una deuda del siglo xx,
que es la alianza profunda entre la educación teórica y el trabajo productivo; y esa es una deuda del proceso
industrial de mediados del siglo xx. Y enfrentamos el desafío del siglo xxi, que es la brecha digital, la alfabe-
tización digital necesaria que deben tener todos nuestros jóvenes y niños.

Esas deudas y desafíos del siglo pasado sólo se resuelven con instrumentos del siglo xxi, no se resuelven
con instrumentos del pasado. Esto implica mejorar la situación de los docentes. No hay posibilidades de
mejorar la educación si no es mejorando la formación y la capacitación de los docentes.

Educación inicial, educación primaria, educación secundaria, formación docente, educación técnica, educa-
ción agraria y formación profesional son los objetivos generales que deben alentarnos. Pero para trabajar en
estos objetivos generales lo que tenemos que ver es en qué situación estamos.

Nuestro sistema educativo incluye dos gestiones, estatal y privada; una sola escuela pública, que el Estado
debe controlar y supervisar, pero donde el Estado tiene el gran peso, casi único y exclusivo, en lo que hace
a educación de adultos, en lo que hace a educación especial y, fundamentalmente, a educación rural. Y que,
por lo tanto, rompe muchas veces fáciles comparaciones entre educación privada y estatal, en cuanto al costo
y al gasto por alumno.

El primer núcleo del problema es matrícula y organización del sistema. En lo que respecta a matrícula,
¿cuáles son nuestros desafíos? En primer lugar, completar la matrícula de educación inicial. Eso implica
la construcción de jardines de infantes. Es un desafío muy grande, pero no es una empresa imposible. Es
cuestión de que tomemos la voluntad y la decisión política de hacerlo.
Pero es una empresa que si logramos, vamos a hacer una profunda transformación en la educación,
porque ahí está la igualdad de inicio, ahí está lo que después no se repara en el proceso educativo, ahí está
el germen de los principales fracasos del primer grado. La mayor repitencia que se da en la escuela primaria,
se registra en el primer grado. Y eso se logra con muchas estrategias, pero podemos nombrar dos, que son
fundamentales. Se trata de dos medidas educativas. También hay que tomar medidas de condiciones materiales
concretas en lo social, extraeducativas, para lograr la posibilidad de aprendizaje. Las dos medidas son, en
primer lugar, que el niño haya completado el jardín de infantes, la alfabetización temprana; e incentivar a los
mejores maestros a que sean los maestros de primer grado. Eso es fundamental en la formación de los chicos.

En la educación primaria, cuando uno mira las estadísticas, observa que no hay datos extremadamente
preocupantes en lo que hace a la escolaridad, a la cobertura. La cobertura es casi total, la cobertura de los
primeros seis años de vida escolar, lo que es la actual escuela primaria. Pero allí nos sigue preocupando
la repitencia y, por lo tanto, su consecuencia, que es la sobreedad. En la escuela primaria hay que trabajar
en afianzar el aprendizaje para resolver y disminuir temas de repitencia y de sobreedad que, a futuro, son
causas de abandono.

La sociedad argentina ha sido bastante exitosa en esta década en la escolarización, ya que hay crecimiento
de la matrícula. Han crecido los años de escolaridad y se han logrado los objetivos que se tenían en cuanto
a educación primaria y lo que es hoy el primer ciclo de la educación secundaria. Hemos tenido muchas
dificultades en la retención y ahí hay que trabajar fuertemente. Y hemos tenido bajos logros de aprendizaje
o, por lo menos, no hemos logrado los aprendizajes esperados.

52
Grupo San Martín Mario Oporto

Tenemos que hacer crecer la población en educación inicial, tenemos que resolver y bajar las tasas de
repitencia y sobreedad en educación primaria y tenemos que bajar los indicadores de deserción en la escuela
secundaria. Ese tiene que ser nuestro objetivo, dado que ahí está el nudo de nuestros problemas. Esa es la
realidad y lo peor que uno puede hacer es escaparle a la realidad.

A esto hay que sumarle –como decía antes— aprendizaje. Porque no creemos que la calidad educativa
sea para algunos. Por lo tanto, la justicia social educativa es: ingreso, permanencia y egreso con aprendizaje.
Aprendizaje para ingresar al mundo laboral y aprendizaje para los estudios superiores.

Y nuestra concepción –que es la concepción de la Ley— es que ese objetivo es para todos los alumnos. No
hay alumnos sobre los que tempranamente decidimos que no irán a la Universidad y tienen que aprender
a trabajar, ni alumnos que tempranamente decidimos que como van a ir a la Universidad, no tienen que
aprender a trabajar. Todos los alumnos tienen que terminar la escuela secundaria con las posibilidades de
una educación terciaria o universitaria, pero también con la capacidad para el ingreso al mundo del trabajo,
además de la construcción de ciudadanía, que es el otro gran objetivo de la educación en general y de la
escuela secundaria en particular.

Otro tema es el de la atención de los alumnos en las aulas. Hay que pensar en seguir reduciendo el número
de alumnos por aula, porque es la manera de trabajar mejor pedagógicamente.

Este sistema educativo va a seguir creciendo. Algo por el crecimiento demográfico natural, que va a ser
extremadamente leve. Pero el sistema va a crecer porque queremos que haya más chicos en la escuela. Que
estén todos los que no van a la educación inicial y todos los que no van a la escuela secundaria. Este siste-
ma va a crecer porque, aparte, queremos ofrecer una educación durante toda la vida, por lo tanto también
hablamos del nivel de adultos, de los miles y miles de adultos que no terminaron la escuela primaria y,
fundamentalmente, los que no han terminado la escuela secundaria.

Y este sistema va a crecer porque queremos que los chicos tengan más años de escolaridad. Entonces, más
chicos en la escuela y más años en la escuela. Y va a crecer porque más chicos en la escuela, estando más
años en la escuela, quieren tener mejor educación y más diversificada. Queremos tener, como nos dice la
Ley, educación artística. Tenemos la obligación de dar un idioma extranjero, aparte del idioma nacional. No
dudamos en que toda la oferta de educación física tiene que estar en educación inicial, primaria y secundaria.
Y también queremos que se introduzca la alfabetización digital.

El crecimiento del sistema necesita de más cargos. Estamos frente a un sistema en crecimiento y que lo va
a hacer por mucho tiempo. Y si no, no es así, no vamos a cumplir con la Ley. Y si no cumplimos con la Ley,
no vamos a ser un gobierno popular. Porque la Ley es el mandato popular.

Esto nos lleva a otro planteo. Si no somos creativos en la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento
educativo, va a ser muy difícil sostener este crecimiento.

Y no hay posibilidad de mejorar la educación si no lo hacemos junto con los docentes.

La política salarial es el primer punto, no el único, pero el primero de una proyección estratégica. Porque
la mejora de salario no hace a la coyuntura solamente; hace al futuro. Porque hace a las vocaciones, hace a la
profesionalidad, hace a quien se acerca a la docencia viendo que tiene, aparte del gusto por enseñar, cierta
perspectiva de desarrollo personal. Y hoy el salario nos lleva más el 90 por ciento de nuestros presupuestos
provinciales.

Esto nos lleva a discutir sobre financiamiento educativo.

53
Una agenda para la educación

La escuela es un lugar de aprendizaje y si no enseña y los alumnos no aprenden, no cumple con su misión.
Puede cumplir con muchas misiones, pero si los niños y jóvenes no aprenden, no hemos cumplido con lo
que deseamos.

Así que el financiamiento, la justicia social educativa y la calidad del aprendizaje, son los tres ejes de un
proyecto de futuro.

Partimos de estos objetivos: aumentar la matrícula, reducir la deserción, reducir la repitencia, mejorar los
resultados del aprendizaje, reducir el ausentismo, tanto de docentes como de alumnos. Todo lo que hace
al funcionamiento de una buena escuela. De una escuela que exige, que protege, que no abandona, que
acompaña, pero que enseña y que evalúa, y que acredita saberes. Porque otra cosa que tiene que quedar
en claro es que los docentes son los profesionales a quienes el Estado les da y les delega la responsabilidad
de acreditar saberes y, por lo tanto, un objetivo debe ser respaldar a los docentes, para reafirmar en ellos la
autoridad académica, la autoridad moral, la autoridad social y el reconocimiento de la sociedad.

Esto se desarrolla en un sistema educativo muy complejo, por lo tanto tiene que estar acompañado
por políticas sociales que den la posibilidad de educarse. La educación tiene que dar no sólo igualdad de
oportunidades, sino que tiene que dar igualdad de posibilidades. Una vacante es una oportunidad, pero el
tener la posibilidad de ocupar esa vacante aprendiendo, bien alimentado, con salud, con útiles, con textos,
es fundamental.

También se debe discutir una nueva normativa de la educación privada. La educación privada es parte de la
educación pública. El modelo educativo es un modelo único de educación pública que tiene gestión estatal
y tiene gestión privada. Por lo tanto, tenemos que ir tendiendo a una supervisión pedagógica única, porque
forma parte de un mismo modelo. Y aparte de ello, una supervisión administrativa particular. Y discutir la
distribución de los subsidios, para ser justos en la utilización de los recursos del Estado.

El sistema educativo, aparte, necesita el fortalecimiento de sus equipos directivos y, además, seguir mejo-
rando cada vez más la capacitación docente. Sobre la gran transformación que ya se ha hecho de la formación
de base de los maestros, con un nuevo currículum en la educación superior, los cuatro años de duración
para todas las carreras de formación docente y la capacitación en servicio, gratuita, durante toda la vida.

También ampliar la participación comunitaria en las escuelas. Cuanto más comunidad haya en la escue-
la, va a haber más cuidado de sus edificios, más seguridad, menos violencia, menos deserción, chicos más
cuidados; cuanto más se involucre la comunidad, todos los temas que son de nuestra agenda van a mejorar.
Experiencias como los Consejos de Escuela, con nuevas ideas que puedan mejorar aquellas muy buenas
experiencias, pueden ponerse en práctica. Un sistema de gobierno central federalizado, que descentraliza a
través de los organismos territoriales que, a su vez, descentralizan en las escuelas, donde las cooperadoras
y la comunidad participan activamente.

Para lograr todo esto tenemos que pensar en temas fundamentales: financiamiento, calidad, universaliza-
ción de la matrícula, participación, evaluación, capacitación docente y buena administración del gobierno
de la educación.

54
La construcción del quinto poder en la Argentina
Dante Augusto Palma

L a decisión política de avanzar en torno a una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que reem-
plazara a aquella sancionada por la dictadura, generó un riquísimo debate sobre el rol del periodismo
y su relación con la política y la sociedad civil. Dado que la temática es vastísima quisiera, simplemente,
incorporar algunas categorías que considero esenciales para dar cuenta de esta verdadera disputa cultural
que expuso el complejo entramado de poder existente en la Argentina. Para ello, retomaré críticamente la
idea de “quinto poder” perteneciente al ex Director de Le Monde diplomatique, Ignacio Ramonet, noción
que viene desarrollando desde hace varios años pero que encuentra su última actualización en el libro La
explosión del periodismo, publicado en 2011.
Hablar de la necesidad de la instauración de un quinto poder en el marco de sociedades democráticas y
republicanas, evidentemente, supone una mirada crítica respecto de los poderes existentes cuya estructuración
clásica implica a los poderes ejecutivo, legislativo, judicial, y un espacio de cuarto poder en el que se erige la
prensa. Pero, aunque suene trillado, cabe detenerse en esta clasificación para recordar cuál era la articulación
de estos cuatro poderes. Pues, como bien se sabe, el sistema republicano supone que la soberanía estatal
está dividida en tres poderes presuntamente equilibrados, dos de los cuales son elegidos a través del voto
popular y un tercero, el judicial, que funciona como elemento contramayoritario encargado de velar por los
principios constitucionales. Sin embargo, el desarrollo de la prensa escrita desde principios del siglo xix, hizo
emerger al periodismo libre como una forma de control sobre aquellos poderes de la república. En otras
palabras, la aparición de la prensa escrita funcionó como un canal entre los diferentes poderes del Estado y
una sociedad civil que exigía transparencia y publicidad de las acciones gubernamentales. Esto supuso varias
cosas: en primer lugar, que el periodista era un representante de la sociedad civil y, en segundo lugar, que
este cuarto poder no estaba del mismo lado que los otros tres sino que funcionaba como un contrapoder.
En esta línea, en el contexto en el que los representantes de los poderes del Estado elegidos por el pueblo
se distanciaron del mandato ciudadano para transformarse en una suerte de pretendido gobierno aristocrá-
tico independiente, la sociedad civil buscó nuevos referentes y ejemplos de conducta, lugar que claramente
ocuparon los periodistas.
Ahora bien, en la medida en que los medios periodísticos comenzaron a formar parte de la estrategia
económica de grandes corporaciones, su función de contralor comenzó a verse dramáticamente menguada.
En este sentido, como diría Ramonet, ese cuarto poder ya no se opuso a los otros tres sino que, como mínimo,
pasó a estar del mismo lado y, yo agregaría, a ser el principal, por encima de los poderes de la República.
Porque, está claro, la prensa puede ser utilizada por los gobiernos para manipular la opinión pública pero,
con cada vez más frecuencia, las democracias occidentales observan una y otra vez el modo en que las gran-
des corporaciones económicas se sirven de los medios para imponer su agenda y someter al poder político.
En esa línea, la explicitación cada vez más obscena del modo en que actúa la prensa ha generado importantes
cambios en la ciudadanía. Se trata de un transformación en la percepción de la mirada sobre el periodismo
que trasciende los claustros académicos en los que ya se venía trabajando desde hace décadas con perspectivas
que denunciaban el modo en que los medios constituyen realidad, sentido común y hegemonía. Esto generó
el crecimiento de la desconfianza hacia los medios cuya consecuencia se puede palpar abiertamente. Dicho
de otro modo, si alguna vez fue la dirigencia política la que se alejó de sus representados, ahora han sido los
periodistas quienes con sus actitudes venales, serviciales y corporativas, han provocado un distanciamiento
insalvable respecto de los intereses de esa sociedad civil de la cual surgieron.
Dicho esto, puede entenderse lo que Ramonet plantea como necesidad de crear un quinto poder. ¿Pero
de qué se habla cuando se habla de un quinto poder? Siguiendo la explicación precedente podría decirse
que se trata de la respuesta de la sociedad civil frente al cuarto poder, esto es, aquel que hasta ahora no ha
tenido nunca su contralor. En otras palabras, hace falta generar un espacio que sirva de contrapeso al poder
mediático y este espacio es el que está siendo impulsado por el fenómeno de las nuevas tecnologías tal como

55
La construcción del quinto poder en la Argentina

se está viendo hoy en todo el mundo y en la Argentina en particular. Así, los blogs, la información que surge
de cibernautas o que es corregida por los mismos, y la capacidad asociativa de las redes sociales, comienzan
a esmerilar la soberbia de las verbas consagradas y las impunes plumas tradicionales.
Sin embargo, si bien es posible, en líneas generales, acordar con Ramonet sobre este fenómeno, cabe
detenerse en lo que ha ocurrido en la Argentina y en lo que empieza a vislumbrarse en otros países sudame-
ricanos. En otras palabras, la postura del ex director de Le Monde, aun cuando queda claro que no se trata de
la posición de un pensador liberal, parece descansar en los presupuestos iluministas de sociedades europeas
con una desmedida confianza en la racionalidad de una ciudadanía crítica y con cierto escepticismo respecto al
rol de los gobiernos y de los Estados. Para entender esto, quisiera adelantar, como hipótesis, que el fenómeno
del surgimiento de un eventual quinto poder en la Argentina (y quizás en otros países latinoamericanos) ha
tenido en la acción estatal una condición necesaria para su desarrollo.
Esto significa que si bien es verdad que antes de la sanción de la Ley de Medios ya existían elaboraciones
propias de la sociedad civil, como ser, los 21 puntos de la Coalición por una Radiodifusión Democrática ,
fue sólo a través del impulso del poder ejecutivo, acompañado por el poder legislativo, que se empezó a
construir un espacio que luego fue cubierto por las diferentes manifestaciones ciudadanas. De este modo, no
alcanzaba con unos blogueros independientes que denunciasen las operaciones de prensa impulsadas desde
los diarios La Nación, Clarín y Perfil y amplificadas por los soportes audiovisuales. Hacía falta un poder que
tuviera la decisión política de avanzar en una disputa que se sabía feroz y riesgosa.
Por ello es que da la sensación de que estas interesantes propuestas como las de Ramonet, propuestas
que hacen referencia a fenómenos reales y de alcance, en buena parte, planetario, no toman en cuenta la
particularidad de los procesos que de este lado del mundo, para bien o para mal, suelen transitar tiempos
y formas diversas. Así, muchas veces, los gobiernos son los actores principales de reformas profundas que
luego son acompañadas y a veces mejoradas por la sociedad civil. En otras palabras, sin la decisión política
de impulsar la ley de medios y dar la batalla cultural en torno a los relatos que los medios construyen,
difícilmente se estuviera asistiendo a la profunda crisis del periodismo y al auge de nuevas formas y voces.
Por ello, en la Argentina, el quinto poder no surgió, como indica Ramonet, de la forma en que la sociedad
civil se separó de los periodistas tras observar que ya no era representada por ellos. Tampoco se planteó en
un contexto en el que los cuatro poderes estaban de un mismo lado. Más bien aquí se llega al quinto poder
cuando lo político rompe con la connivencia cómplice que tenía con las corporaciones económicas y se
enfrenta a los poderes fácticos. Y, llegada esa instancia, el mapa de equilibrio de los poderes se resignifica
completamente. Porque, en la Argentina, el surgimiento de un quinto poder fue posible por la decisión del
“primero” de los poderes (el poder ejecutivo), seguido de un enorme consenso que incluye fuerzas oposi-
toras en el “segundo” (el poder legislativo). Y frente a esta novedosa cartografía han quedado del otro lado
aquellos dos poderes que no sólo tienen en común intereses económicos e ideológicos sino que también se
caracterizan por ser aquellos poderes que no son elegidos a través del mecanismo de elecciones democrá-
ticas. Me refiero, claro está, al modo en que el cuarto poder, el de las corporaciones económico-mediáticas,
ha logrado hallar en el “tercero” de los poderes (el poder judicial) el dique de contención para el avance de
las medidas impulsadas por los representantes de la ciudadanía.
Así, el abuso de las medidas cautelares al servicio del statu quo se transformó en el salvoconducto que,
especialmente el Grupo Clarín, encontró para demorar más de cuatro años la completa vigencia de una ley
que, al momento de escribir estas líneas, todavía aguarda el control de constitucionalidad de la Corte Suprema.
Sí, efectivamente, se trata de la misma Corte que en tiempo récord rechazó la propuesta de democratización
de la Justicia que osaba exigir que los miembros del Consejo de la Magistratura dejaran de ser seleccionados
por las minorías corporativas de jueces y colegios de abogados para exponerse al “control” democrático en
elecciones libres.
Para finalizar, entonces, la posibilidad de la existencia de un quinto poder ha dependido, y seguirá depen-
diendo, de la visibilidad y el empoderamiento impulsados por los poderes de la república cuyos cargos son
ocupados por representantes elegidos a través del voto popular. Porque suponer que la revolución está a
un click de distancia, o que la participación política territorial puede suplantarse por un “Me gusta” en la
página de Facebook que abogue por una causa justa, es una de las tantas miradas miopes que impulsan los

56
Grupo San Martín Dante Augusto Palma

mismos medios tradicionales que, ante el riesgo de ver socavada su legitimidad frente a estas nuevas voces,
han generado interacciones que han sometido a las redes sociales a la agenda del cuarto poder. En este
sentido, el quinto poder no puede nacer por generación espontánea y, menos aún, puede estructurarse a
partir de la pretendida independencia que pregona el pensamiento “oenegista” que surgió en la década de
los noventa en el contexto de achicamiento del Estado. En otras palabras, el quinto poder logrará ser un
efectivo contrapeso del poder hegemónico de los medios tradicionales siempre y cuando exista una decisión
política de empoderarlo. Tal decisión, en el contexto de la Argentina actual, se ha expresado en una norma-
tiva ambiciosa que espera su plena vigencia y que sienta las bases para una transformación cultural mucho
más compleja que deberá implicar cambios en los hábitos de consumo y en las audiencias. De lo contrario,
el quinto poder no será otra cosa que un eco degradado del cuarto, una gran fantasía de ágora virtual que
penetrará en la instantaneidad de una sociedad hiperconectada que acabará creyéndose libre y soberana por
el simple hecho de formar parte de una red social y poseer un control remoto en la mano.

57
Propuestas para el desarrollo local en el Proyecto
Nacional
Miguel Ángel Recalde

1. Introducción

E l General Peron decia: “Nadie puede realizarse en una comunidad que no se realiza. De la misma forma, no
puede entenderse una Nación desarrollada sin que las localidades y regiones que la integran logren establecer
proyectos que permitan a sus habitantes insertarse productivamente y participar plenamente en todo lo que les
permita realizarse en lo personal y comunitario”.
La clara definición del Proyecto Nacional en las condiciones actuales implica un marco necesario para
los proyectos locales y regionales. Las definiciones estratégicas nacionales promoviendo el desarrollo, el
aprovechamiento de ventajas comparativas, la innovación tecnológica, el valor agregado a los productos de
exportación, entre otros aspectos resultan de vital importancia para definir los procesos en el nivel local.
La visión humanista y trascendente de las personas requiere de ciudadanos y dirigentes comprometidos
con su gente, capaces de jugarse por valores, con visión de futuro, capaces de soñar nuevos horizontes,
dispuestos a enfrentar las problemáticas del ambiente, preocupados por la sustentabilidad de los proyectos
de explotación de los recursos, generadores de vínculos comunitarios, seres capaces de dialogar estableciendo
consensos y disensos, dando lugar a todo aquel que quiera ser parte del proceso compartido, y ampliando
permanentemente el escenario para nuevos protagonistas.
Para la militancia política, económica, social, sindical, cultural, religiosa, etcétera, resulta un imperativo
definir proyectos que en el marco local orienten el esfuerzo de conducción hacia metas que promuevan el
bien común de los habitantes del territorio.

2. De lo local a lo nacional

El desarrollo local nos plantea el desafío de tener un conocimiento acabado del potencial territorial de
cada uno de los distritos, corredores productivos, provincias y regiones de la Argentina. Implica la capacidad
de generar proyectos en los que los mismos actores locales organicen las variables económicas de tal modo
que se produzcan los bienes y servicios con ventajas comparativas para ganar mercados, tanto en el plano
interno como en el externo, y que ese crecimiento se vuelque en bienes sociales que mejoren la calidad de
vida de todas y cada una de las personas que habitan el territorio.
En el proceso intervienen todos los sectores de la sociedad organizada: los agentes estatales nacionales,
provinciales y municipales, las organizaciones patronales, los sindicatos, las universidades, el sistema educativo
en general, las comunidades religiosas, los medios de comunicación, las asociaciones culturales y deportivas.
Todos han de sentirse protagonistas del proceso de conformación, aplicación, monitoreo y evaluación de un
proyecto local de desarrollo, que no se calca de modelos generales, sino se engendra en la misma dinámica
participativa del territorio.
Para ello es vital el compromiso de los liderazgos políticos, sociales, económicos, religiosos y culturales.
Esta visión implica la capacidad de mirada común, el establecimiento de acuerdos básicos logrados entre
la mayor cantidad posible de actores, de tal modo que el proyecto involucre a todos.
El Estado Nacional y los Estados provinciales tienen el desafío de generar en todas las dependencias que
se vean territorialmente involucradas una actitud de acompañamiento de las instancias de puesta en marcha
de proyectos de desarrollo local. Es de suma importancia el asesoramiento respecto de la evaluación de los
recursos, de las demandas de los mercados, de la formación de las personas, y el establecimiento de vínculos
internos y externos que promuevan el intercambio, la asociación y la realización de negocios.

58
Grupo San Martín Miguel Ángel Recalde

A su vez, creo que los Municipios deben perfilar su acción hacia un ejercicio institucional de liderazgo
organizador de la comunidad local, en la que se superen las visiones partidarias o de un período de gestión,
para establecer acuerdos generales que puedan asumirse por las sucesivas gestiones, con las lógicas correc-
ciones y enriquecimientos.
Se deben plantear políticas municipales de largo plazo, favorecer el planeamiento estratégico con amplia
participación de múltiples actores. La función municipal debe crecer en el sentido de generación de proyec-
tos inclusivos, superando la visión tradicional de cumplimiento de algunos servicios para ser promotor del
desarrollo.

3. Dirección estatal. Compromiso institucional.

En este sentido, considero que lo primero que debe establecerse es una política pública que afiance el
rumbo de nuestro proyecto, para que el rol central del Estado nacional, provincial y municipal otorgue
previsibilidad a todos los actores sociales involucrados en la planificación estratégica en pos del desarrollo
local inclusivo, con la cooperación y asistencia de las universidades públicas.
Es muy importante que los empresarios locales superen actitudes individualistas y logren comprometerse en
un proceso que les brindará mayores oportunidades de crecimiento. En efecto, desde los ámbitos específicos
(Ministerios de Economía, de la Producción, de Agricultura, Universidades y otras instituciones educativas,
etc.) se deberían establecer acuerdos con las Cámaras empresariales y otros organismos representativos para
generar instancias de capacitación, servicios de información que, en territorio, operen con los empresarios
con el fin de lograr la mayor participación posible del sector empresarial en la elaboración y puesta en marcha
de un proyecto de desarrollo local.
Los sindicatos tienen un rol insoslayable en esta planificación. El fruto más importante del desarrollo local
es la creación de puestos de trabajo. La conducción sindical puede promover, entre los obreros, la participa-
ción en todos los procesos de proyección y concreción de los planes de desarrollo. Es de suma importancia
que toda la población sea protagonista y asuma un rol desarrollador con plena conciencia de que su aporte
al conjunto es valioso y necesario.
El sistema educativo tiene que participar plenamente en dos aspectos: primero, promoviendo la forma-
ción de la conciencia nacional y local de la población, la valoración de los diversos aportes culturales que
dan identidad a los territorios para asumir un rol ciudadano sólido y participativo; segundo desarrollando
las competencias específicas necesarias para desempeñar aquellas tareas que resultan prioritarias en los
procesos locales.
En el primer aspecto intervienen todas las instancias educativas, desde los jardines de infantes hasta las
Universidades, a traves del conocimiento del espacio local, de los recursos, de la historia, de los emprendi-
mientos, con activa participación de las personas de la comunidad, que deben ser convocadas e invitadas al
encuentro con las nuevas generaciones para que éstas conozcan y valoren plenamente la riqueza y el potencial
del territorio que habitan. Es significativo el rol de los generadores de opinión en el sentido de orientar a las
nuevas generaciones a permanecer y desarrollar sus proyectos de vida en el territorio.
El segundo aspecto requiere especialización institucional de oferta educativa que permita a las personas
acceder a las competencias que demanda el territorio. Las escuelas secundarias, los institutos terciarios y
las Universidades tienen el desafio de responder a estas necesidades con el dictado de carreras que estén
en consonancia con lo que se realiza en el lugar y con su potencial futuro. Se debe profundizar el camino
iniciado de promoción de las carreras técnicas, la formación profesional y las capacitaciones, en acuerdo con
los actores estatales, empresariales y sindicales para dar respuesta efectiva a las demandas.
Es de suma importancia, en el desarrollo local, la promoción del asociativismo y del sistema cooperativo.
En este sentido, es fundamental promocionar la educación cooperativa, e incorporarla a todos los niveles
de enseñanza. Creo que sería positivo que los organismos del Estado que se ocupan de las cooperativas
continuen fortaleciendo y profundizando su acompañamiento a las instituciones de modo tal de orientar sus
procesos económicos, promoviendo la creación de nuevas empresas cooperativas, asesorando y defendien-

59
Propuestas para el desarrollo local en el Proyecto Nacional

do sus intereses. De esta manera se podria promover, en todo el país, la prestación de servicios públicos a
través del sistema cooperativo, así como la generación de capitales sociales que se vuelquen en proyectos
empresariales en el marco de los planes de desarrollo local.
Sería importante que el Banco de la Nación y todos los bancos oficiales ofrezcan líneas de crédito que
favorezcan los emprendimientos según los planes locales acordados.
Los actores culturales, así como las comunidades religiosas y los medios de comunicación adquieren un
significativo protagonismo al fortalecer valores de convivencia e intercambio que favorece la identificación
de las familias con el territorio, la expresión de valores comunes, la generación de proyectos compartidos, la
promoción de la sociabilidad de los habitantes del espacio local y/o regional. La realización de eventos que
identifiquen al lugar, la generación de marcas, la asignación de roles generales de un espacio determinado
(por ejemplo, capital de algún rubro) son elementos identitarios de gran valor en el proceso de desarrollo
de un espacio.

4. Agencias estatales como herramienta de desarrollo local

Estos Proyectos o Planes de desarrollo local podrian gestionarse a través de Agencias o Entidades espe-
cíficas conformadas institucionalmente. Estos organismos resultan de vital importancia para la inserción de
un territorio en un verdadero proceso de desarrollo local. Las mismas surgirán del amplio acuerdo de los
actores y definirán metodologías a ser aplicadas para diseñarlos, revisarlos, evaluarlos, establecer nuevos
acuerdos, monitorearlos.
Una agencia de desarrollo local no se crea por decreto, sino surge de un trabajo previo con intervención
de todos los sectores, incluyendo al Estado, con participación de todos los niveles que tengan injerencia en
ese territorio.
Las agencias de desarrollo local con personería jurídica propia, garantizan la apertura a todos los sectores
y la continuación de las acciones en el largo plazo. Es clave para su constitución orgánica el trabajo previo de
motivación, acercamiento, animación del proceso de participación, de modo de asegurar la representatividad.
En su formación adquiere relevancia la participación de personas capacitadas en lo técnico, hábiles en
negociación y trabajo grupal. En todos los casos las Agencias permitirán el encuentro entre los actores del
territorio, facilitarán el diálogo, buscarán la integración de todos al proceso participativo. Procurarán destrabar
y facilitar la concreción de todo cuanto permita un efectivo y pertinente desarrollo del territorio, evitando
la burocratización, agilizando procesos, tendiendo redes.
El Estado Nacional y las provincias pueden fomentar la creación de las Agencias de desarrollo local, aseso-
randolas y financiandolas según un programa de aplicación que evalúe los resultados obtenidos.
El Estado Nacional puede llevar adelante programas de integración federal a través de los cuales se dinamice
el proceso de intercambio de experiencias y se promueva la integración regional de los proyectos locales.
Del mismo modo, fomentar el desarrollo de las economías agrarias e industrias locales y, en consecuen-
cia, el comercio exterior promoviendo el intercambio y estudiar los mercados internacionales con el fin de
detectar nichos en los que se promuevan negocios con productos y servicios para los cuales los territorios
locales del país tengan ventajas comparativas.
Este esquema de trabajo permitira la articulación con los procesos territoriales locales promoviendo la
armonía y la participación, construyendo canales que encaucen la creatividad, la fuerza y la vitalidad de
nuestro pueblo.

5. Conclusión

El fortalecimiento de la identidad local traduce la necesidad de que los diferentes actores institucionales
desarrollen conjuntamente con el Estado (en sus diferentes niveles) políticas públicas de inclusión y parti-
cipación como respuesta a las demandas de la comunidad.
Ello exige el efectivo compromiso de los sectores sociales involucrados y un liderazgo responsable por
parte de los dirigentes.

60
Fascículo 3
Profundizando el camino de los derechos humanos,
la seguridad democrática y el acceso a la Justicia

Autores: (en orden alfabético)

Eduardo Barcesat
Carlos A. Beraldi
Mario L. Coriolano
Alberto Palacio
Carlos Rozanski
Marcelo Saín
Gabriel Vitale
Índice

Prólogo
Julián Domínguez - Norberto Liwski .................... 3

Presentación.................... 4

Reforma y Democratización de la Justicia; una tarea pendiente de la transición democrática


por Eduardo Barcesat .................... 5

Políticas de Seguridad. Análisis y propuestas de reforma


por Carlos A. Beraldi......................... 10

Defensa pública y derechos humanos


por Mario L. Coriolano ....................13

El derecho de acceso a la Justicia


por Alberto Palacio...................... 18

Malestar en la Justicia
por Carlos Rozanski ....................22

Los desafíos de la reforma policial en la Argentina


por Marcelo Saín ........................ 24

Procesos Legislativos, reconocimiento de derechos y Administración de Justicia


por Gabriel Vitale ...................... 28

—Las opiniones expresadas en estos artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores—


Eduardo Barcesat
Abogado, graduado en la Facultad de Derecho de la UBA, en el año 1962. Ejerce como abogado defensor de derechos humanos desde
el año 1966. Fue director del cuerpo jurídico y co-presidente de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Abogado de la Asocia-
ción Madres de Plaza de Mayo y ex-docente en la carrera de Abogacía de la UPMPM. Se inició en la carrera docente en el año 1965, en la
especialidad de Filosofía del Derecho. Estuvo 16 años ausente de la actividad académica por los períodos de excepcionalidad institucio-
nal. Actualmente es profesor titular consulto en el departamento de Teoría General y Filosofía del Derecho, y de Derechos Humanos y
Garantías Constitucionales, Facultad de Derecho, UBA. Ex- Convencional Nacional Constituyente en el año 1994. Consultor Externo de
la Procuración del Tesoro de la Nación.

Carlos A. Beraldi
Es abogado, profesor regular de Derecho Penal y Procesal Penal de la Universidad de Buenos Aires. Es socio titular de Arslanian, Beraldi,
Kaminker y Asociados. Fue fiscal federal en la Ciudad de Buenos Aires. Secretario del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de
Buenos Aires y coordinador de la Comisión Asesora para la Reforma de la Legislación Procesal Penal, creada por Decreto 115/07.

Mario L. Coriolano
Defensor ante el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires; profesor adjunto ordinario de las materias Derecho Penal I
y Derecho Procesal I en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la U.N.L.P.; especialista en Derecho Penal y Criminología; consultor
del Instituto Interamericano de Derechos Humanos de San José de Costa Rica; becario del Programa de Investigación del Gobierno de
Canadá; director de la revista Garantías, director general del Centro de Estudios para la Defensa Pública (CEDEP. Es autor de diferentes
publicaciones de su especialidad. Es socio fundador del Foro para la Justicia Democrática (FOJUDE) y la Asociación Argentina de Defen-
sores por los Derechos Humanos (AADPDH).

Alberto Palacio
Abogado graduado en Universidad de Buenos Aires. Docente de Derechos Humanos de la Universidad de Buenos Aires. Fue director de
Asistencia a la Victima en la Provincia de Buenos Aires y subsecretario de Derechos Humanos de San Martin, Provincia de Buenos Aires.

Carlos Rozanski
Es el primer juez federal nombrado por concurso por el Consejo de la Magistratura; fue titular de la Cámara del Crimen de Bariloche y
participó en el Consejo de la Magistratura de Río Negro. Además, es especialista en legislación sobre maltrato y abuso infantil y publicó el
libro Abuso sexual infantil: Denunciar o silenciar. Fue el redactor de la ley 25852 del CPPN que regula el testimonio de chicos abusados
ante la Justicia. Actualmente preside el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata, y es uno de los jueces símbolo de los juicios contra delitos
de lesa humanidad: en 2006 condenó a cadena perpetua a Miguel Etchecolatz, y el año pasado condenó a la misma pena al ex ministro
de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart.

Marcelo Saín
Politólogo y doctor en Ciencias Sociales; profesor e Investigador de la Universidad Nacional de Quilmes. Fue comisionado nacional de
Prevención y Control de Lavado de Dinero de la Secretaría de la Lucha contra el Narcotráfico de la Presidencia de la Nación; director de
la Unidad de Investigación Financiera; Subsecretario de Planificación y Logística del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos
Aires; y creador de la Policía de Seguridad Aereoportuaria (PSA). Actualmente es diputado provincial por Nuevo Encuentro en la Cámara
Baja bonaerense.

Gabriel Vitale
Abogado (1996 UCALP), profesor titular ordinario de la cátedra de Derecho y Consejero academico (claustro profesores) de la Facultad de
Trabajo Social (2006 Universidad Nacional de La Plata), profesor adjunto ordinario de Derecho Penal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales (2005 UNLP), investigador categorizado por la UNLP (2000). Postgrado en Criminología por la Universidad de Salamanca (España
2000), especialista (2011) y master en Derecho Penal (UA, 2012), juez penal de garantías del Departamento Judicial de Lomas de Zamora
(2007). Autor y compilador de Infancia y democracia. Análisis Crítico de las leyes 13298 y 13634 Editores del Puerto/UNICEF (2009).

2
Prólogo
Al iniciarse el año 2013 el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dr. Julián Domín-
guez consideró la necesidad de constituir un espacio de análisis de la realidad Argentina y particularmente
de la Provincia de Buenos Aires en el contexto de un profundo compromiso con el desarrollo del Proyecto
Nacional, Popular y Democrático inaugurado por el Presidente Néstor Kirchner y continuado con un amplio
respaldo de la sociedad argentina por la Presidenta Cristina Fernández De Kirchner.
Un conjunto de académicos, investigadores, legisladores, dirigentes sociales, empresarios, trabajadores y
comunicadores fueron convocados a constituirse en protagonistas activos de un proceso colectivo de aportes
temáticos que enriquecieron el debate en las diferentes áreas y que se sintetizan en este momento histórico
confluyendo con el Bicentenario de la Independencia de la Patria.
El trabajo que a continuación se presenta forma parte de una publicación conformada por siete fascículos
que reúnen la totalidad de las contribuciones que se han volcado durante los encuentros desarrollados a lo
largo de 2013. Los mismos reconocen diversidad de enfoques siendo el contenido de cada uno de ellos la
expresión directa de cada autor con plena autonomía y en consecuencia, sin necesidad que la misma refleje
la opinión colectiva del Grupo San Martín.
Corresponde señalar el reconocimiento hacia cada uno de los participantes del Grupo San Martín asumien-
do que su generoso y solidario esfuerzo contribuirá, como hemos dicho, a enriquecer los aportes para el
Bicentenario de la Patria.
Dr. Norberto Liwski
Coordinador

El Segundo Centenario de la Independencia de la Patria nos hace reafirmar que la política es vocación de
servicio y que, como tal, supone un llamado a aportar ideas que puedan fortalecer tanto el presente como
lo que legamos a nuestros hijos.
Nosotros, como generación, recibimos un país que no tenía identidad, un país que había quebrado su
futuro y su ilusión. Habíamos perdido lo más sagrado que puede perder un hombre y un pueblo: la capacidad
de decisión para lograr que las cosas cambien.
Esto dejó de ser así a partir de la contribución patriótica que hizo Néstor Kirchner y a través del liderazgo
de Cristina. Nos queda como desafío cambiar las cosas que todavía nos duelen. Este proyecto político no
debe detenerse y debe renovar sus desafíos permanentemente.
Tenemos la obligación de pensar la política desde el lugar que nos corresponde, y para ello es necesario
construir una mirada de largo aliento. Nos une la certeza de que el tiempo es superior al espacio. Nuestro
deber es tener una visión en perspectiva para una gestión política que cobra un sentido en el presente,
porque mira hacia el futuro.
No creo en los modelos, porque que los modelos son cerrados y estáticos. Creo en este proyecto político
en el que nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner todos los días nos sorprende con un nuevo
desafío. ¿Por qué? Porque un proyecto como este tiene un origen pero también tiene una finalidad y objetivos
bien claros: la igualdad, la promoción de los derechos humanos, la construcción de la justicia social en su
sentido más amplio y la reafirmación soberana de ser artífices de nuestro destino nacional.

Julián A. Domínguez
Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Diciembre de 2013

3
Presentación
Colaboración de UNIPE

En este capítulo los distintos autores ponen el foco del análisis en dos núcleos que son centrales para
pensar la salud y fortaleza de un Estado de Derecho: el debate en torno a los derechos del ciudadano, y
el debate respecto de la organización y funcionamiento de la administración de Justicia. En referencia a la
problemática del acceso a la Justicia, los autores comparten el supuesto de que la legislación en materia de
derechos no ha de considerarse un punto de llegada sino un aspecto que se complementa con el acceso
efectivo de los ciudadanos a la administración de Justicia.
Al realizar el abordaje de la gestión pública de la seguridad se presentan una serie de interrogantes. El
primero y más general de ellos es cuál es el marco general dentro del cual se va a plantear el debate. Al
hablar de seguridad democrática, en primer lugar, se marca el espacio de debate dentro de la gestión de las
condiciones para el funcionamiento del Estado de Derecho. En segundo lugar, se pretende asociar la gestión
pública de la seguridad con la promoción de la participación ciudadana. Por último, al incluir en el debate
la inclusión social se establece como eje la necesidad de pensar una política pública de seguridad no sólo
en términos de garantías sino también de la prevención social del delito y la violencia.
Dentro de este marco, los textos indagan al respecto de los desafíos principales para la gestión pública de
la seguridad y el acceso a la Justicia.

Eduardo Barcesat analiza la estructura y naturaleza del Poder Judicial de la Nación, describiendo las
propuestas que fueron impulsadas en torno a la democratización de la Justicia. Finalmente realiza una apre-
ciación al respecto de las medidas cautelares.
Carlos A. Beraldi propone una agenda de trabajo con dos grandes ejes en lo que hace a la gestión pública
de la seguridad: las reformas estructurales necesarias en el sistema y la criminología.
Mario L. Coriolano se refiere a la función que debe desempeñar la defensa pública ante la tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, con especial referencia a la información relevante al respecto.
Presenta los bancos de datos y su finalidad, planteando por último los desafíos en la materia.
Alberto Palacio presenta cuatro ejes fundamentales para pensar una gestión orientada a la optimización del
acceso a la administración de Justicia: continuidad, adaptación, igualdad y celeridad, señalando que uno de
los problemas principales que atraviesan estos ejes es el diseño de dispositivos institucionales para atender
a las personas en condición de vulnerabilidad.
Carlos Rozanski plantea una serie de desafíos vinculados a la Justicia. Destaca los profundos cambios vivi-
dos en la última década, especialmente en materia de derechos humanos. Menciona asimismo que resulta
imprescindible que las convenciones sobre derechos humanos “bajen” a cada fiscalía, tribunal, comisaría y
juzgado de paz. Finalmente plantea que una Justicia verdaderamente democrática es la que acompaña los
cambios que la comunidad reclama, que la dirigencia política encabeza, y la que tiene en cuenta las necesi-
dades de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Marcelo Saín pone el acento en lo que considera el principal desafío de la gestión vinculada la seguridad,
a saber, el gobierno político de las instituciones policiales. Destaca asimismo la importancia de atender a
cinco dimensiones imprescindibles: las misiones institucionales de la policía; la estructura orgánica de la
institución; los diversos momentos de la carrera o profesión; la formación de los cuadros institucionales y
el control sobre la institución.
Gabriel Vitale señala a las universidades como un espacio clave para la formación de los operadores públicos
capaces de accionar la mediación necesaria para que funcione, efectivamente, la administración de Justicia.

4
Reforma y Democratización de la Justicia; una tarea
pendiente de la transición democrática
Eduardo Barcesat

Aclaración preliminar: La presente trascripción data de una intervención oral previa al debate y sanción, en el
Congreso de la Nación, de los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo Nacional y conocidos como de “Reforma y
Democratización del Poder Judicial”. Sólo se agregan algunos párrafos posteriores a dicha intervención, ya con las
leyes aprobadas por el Congreso de la Nación y nulificadas luego en sede judicial por decisiones, diversas, de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y Tribunales Inferiores. Por tanto, que dicha reforma y democratización es una tarea
pendiente, pero impostergable, para completar la transición democrática.

1: Marco introductorio

C omenzaré, previo a examinar la naturaleza y composición del Poder Judicial de la Nación, refiriéndome
a la situación macroeconómica a nivel global; esto es, el reparto de la riqueza.
Yo recibo, previo a las reuniones Cumbres sobre Desarrollo Humano y Social que realiza Naciones Unidas,
el informe de los expertos. El mismo es una gráfica, y muestra una “copa de champagne”: en la parte de arriba
de la copa, no muy grande ni muy profunda, es la clase o el sector social que recibe los mayores ingresos de
la distribución global a nivel internacional. Luego viene un pie medianamente angosto que son los sectores
medios y finalmente una enorme base que representa a la mayor cuantía de la población, una base chata
que se lleva una mínima parte del producido social global. Y con dos agravantes diría; la primera es que el
reparto es más inequitativo en los países del tercer mundo, o emergentes. La Argentina ha cambiado esto en
los últimos años esa inequidad y por supuesto lo vamos a resaltar; pero estamos hablando a nivel general y
además que el número de víctimas que provoca esta desigualdad, la mayor parte, corresponde a los chicos
menores de 5 años. Es en este marco, que Asbjorn Eide —que es un experto máximo en DD.HH. y, autor
intelectual de los Pactos Internacionales de Naciones Unidas, decía que un bienio provoca más muertos que
toda la Segunda Guerra Mundial—; cada bienio es un genocidio silencioso del hambre. Y esas muertes son
presentadas como “muertes naturales”; es decir, como un dato de la estructura social y se despoja de todo
componente social a estas muertes que podrían haber sido evitadas en buena medida, a través de un reparto
más igualitario del producido social global.

2: La ideología jurídica
Quiero presentar ahora, cómo obra la ideología jurídica y los operadores del derecho frente a esta desigualdad
y a esta cuantía del genocidio silencioso del hambre. Primero, y a pesar de que los dos grandes conjuntos de
derechos humanos civiles y políticos; y económicos, sociales y culturales son presentados, tanto en el texto
normativo como en la dogmática, como dos conjuntos únicos, inescindibles; es decir, que un conjunto no
puede existir sin el otro. Esto lo dicen textualmente los pactos. Cuando uno baja al nivel del Protocolo Facul-
tativo de los Pactos, que es el de los mecanismos de seguimiento, denuncia y eventualmente de jurisdicción
sobre las lesiones o violaciones de los Pactos, ahí se produce una diferencia enorme. Los civiles y políticos,
tienen mecanismos de denuncia y son justiciables; los económicos, sociales y culturales solamente tienen
mecanismos de seguimiento a través de informes, pero no tienen jurisdicción para la violación a estos dere-
chos. Matar con balas es efectivamente una violación que puede abrir la instancia jurisdiccional internacional;
matar con hambre no. El Papa mismo –Juan Pablo II— ha dicho: “no matarás ni con balas ni con hambre”.
Pero al nivel de la normativa jurídica y estoy hablando de los pactos de mayor jerarquía del derecho interna-
cional de los derechos humanos, ya se introduce una diferencia que hasta hoy no ha sido superada. Veamos

5
Reforma y Democratización de la Justicia; una tarea pendiente de la transición democrática

ahora como opera esta diferenciación en la ideología jurídica, en base a un caso concreto muy pequeño,
muy –también diría—, paradigmático que les voy a citar. A poco de iniciarse la transición democrática, el
Presidente Raúl Alfonsín enfrentó dificultades para el pago de un vencimiento de la deuda externa y —como
ustedes recordaran—, decidió por vía de un decreto congelar por ciento ochenta días la devolución de los
depósitos en moneda extranjera. Era un rasguño, un rasguño a la propiedad privada. Técnicamente la medi-
da era insostenible en la ciencia del Derecho, porque el Estado no es parte en los contratos de depósitos
bancarios y no tiene fundamento para intervenir y decir cuándo se devuelve y cuándo no. Podría haber sido
perfectamente resuelto el caso en esos términos, pero un pronunciamiento judicial, concretamente de la
Sala V en lo Contencioso Administrativo dijo: “(…)si se afecta la propiedad privada, la democracia se vuelve
desmedrada y meramente nominal…” La Nación Argentina venía de un período en que se habían llevado
las vidas, se habían llevado la libertad, la integridad física y psíquica del ser humano. Ahí la democracia no
se volvió ni desmedrada ni puramente nominal. Pero bastó una prórroga en el plazo de devolución de los
depósitos para que la ideología jurídica patentizara esta fórmula tan dramática, tan tremenda. Estructura de
pensamiento que vimos reproducida en el pronunciamiento que se dictó, por la Cámara de Apelaciones en
lo Civil y Comercial Federal, en el caso de la Ley de Medios (Grupo Clarín). El Tribunal no tuvo en cuenta
la función antimonopólica que el artículo 42 de la Constitución Nacional le atribuye al Estado: prevenir la
formación de monopolios en todo lo que sea derechos de usuarios y consumidores y asegurar información
adecuada y veraz, y esa información adecuada y veraz se da cuando hay pluralidad de voces, cuando hay
democratización de la palabra; no por censura sino por pluralidad. Sin embargo hizo prevalecer el derecho
de propiedad privada. Recordemos que de los 17 puntos de la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano de la Revolución francesa ninguno viene precedido de la palabra “sagrado”; solamente el de
propiedad privada.

3: La antijuricidad objetiva; paradigma del nuevo derecho:

Esto en un tema particular, ahora quiero en base al episodio, —dramático episodio de la Provincia de
Buenos Aires— de la inundación en La Plata, examinar también cómo proponemos, cuáles son las respuestas
del punto de vista del pensamiento jurídico. Aquél que ha sido despojado, que ha tenido una pérdida, tiene
que tener alguien que responda por esa pérdida, alguien que lo reponga de alguna forma en la situación
que tenía previo a la producción del evento dañoso. Esto, en la técnica jurídica, se llama la antijuricidad
objetiva. Se ha producido un resultado disvalioso, y no importa cómo se llegó al resultado disvalioso, pero
se produjo, y hay que repararlo. Lo decía Alfredo Palacios cuando presento la primera Ley de Accidentes de
Trabajo: si el obrero pierde en el proceso de producción una mano, o se afecta su salud. etcétera, el patrón
tiene que responder. No lo llamó antijuricidad objetiva porque en aquel momento no existía la expresión,
pero era un mecanismo de antijurícidad objetiva. Con o sin culpa del empleador, éste tenía que responder
por el daño, por el resultado disvalioso.
Evidentemente, en casos de desastre, no basta solamente con el valor moral de la solidaridad: cuando se
produce un daño, el Estado debe responder por la reparación de ese daño. Traigo a colación esto porque en
ocasión de haberse formulado un primer borrador de revisión del Proyecto Unificado del Código Civil y Comercial
los operadores del Derecho tuvieron resistencia a incorporar la antijuricidad objetiva en el nuevo Código Civil y
Comercial. Para que el Estado tenga que responder por estos daños suponen que tiene que haber un contrato
previo, sin el contrato y el incumplimiento del contrato, pareciera que nada se mueve en el mundo del Derecho.
Tenemos que romper la estructura religiosa del pensamiento jurídico: de la culpa y del castigo. Hay movi-
mientos sociales reparatorios que deben operar sin que medien ni culpa ni castigo, simplemente ha habido
un daño y hay que conjurar y resolver ese daño.
Ese proceso de “descentramiento de sujeto” (Althusser), es el que configura un nuevo paradfigma en el
pensamiento y la estructura de aquello que denominamos “Derecho”. Hay que desprenderse de la noción
que todo derecho es, necesariamente, una técnica sancionatoria de la conducta humana.

6
Grupo San Martín Eduardo Barcesat

4: El Poder Judicial; naturaleza y función

Esto para comprender el marco general en el cual ahora sí me introduzco en la estructura y naturaleza
propia del Poder Judicial de la Nación recordando, primer esbozo, que nuestro Poder Judicial está tomado,
casi calcado diría, del modelo estadounidense expuesto en un texto fundacional del constitucionalismo
norteamericano; me refiero a “El Federalista”. Allí se dice, con mucha transparencia, que el poder judicial
es un poder aristocrático y vitalicio, diseñado como poder contramayoritario para evitar posibles desbordes
populistas o demagógicos de los poderes políticos.
Y a esta historia genérica del Poder Judicial como poder aristocrático y vitalicio hay que agregarle la situación
particular de nuestra historia institucional en que los poderes judiciales, o mejor aún, las administraciones
de Justicia, convalidaron las peores aberraciones en el ejercicio del poder político y del empleo del aparato
de fuerza del Estado. Algunos, como el golpe de estado de 1930, anticipándose a darle oleos de pretensa
legitimidad al golpe de estado, deformando la noción de gobierno de facto, que no era para juridizar el
golpismo, que es una usurpación no gobierno de facto, y después más directa y brutalmente, cambiando la
cabeza de buena parte de la administración de Justicia, poniendo una propia, una oficina jurídica del usur-
pante para ir validando la producción normativa y tener reasegurado primero la operatividad del modelo
usurpativo y segundo la impunidad por si las cosas cambian después. Jamás –pero jamás— en los trágicos
momentos de ruptura del orden constitucional, juez alguno invocó al art. 3º de la Ley 27 para cumplir su
deber primero, el de asegurar la observancia de la supremacía de la Constitución Nacional. Cuando estaban
en juego la soberanía y la supremacía constitucional; cuando se hallaban en peligro los valores de la vida,
libertad e integridad física y psíquica del ser humano, ningún juez de ninguna administración judicial estuvo
a la altura de su primera incumbencia constitucional.
Debo recordar que la abogacía argentina fue convocada, en septiembre de 1982 en la Ciudad de Rosario,
al Décimo Congreso de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, —máximo certamen de la abogacía
argentina—, bajo el título “El Estado de Derecho venidero”. Allí se declaró, prácticamente por unanimidad
y con una o dos abstenciones, una resolución que establecía que ningún juez que hubiera ingresado a la
administración de Justicia del usurpante, jurando sus normas, podía ingresar al futuro Poder Judicial de la
Nación. Preconizábamos un hiato, una ruptura institucional, entre la bestia de la excepcionalidad y el futuro
Estado de Derecho. Hoy ese principio es cláusula constitucional, referenciado en el Artículo 36 de nuestra
Constitución Nacional.
Lamentablemente, el noventa por ciento de la Justicia nacional fue convalidada en la iniciación de la tran-
sición democrática. Se cambió la Corte, se cambiaron los jueces federales penales, pero se pensó, “…que
importa un juez civil y comercial si no estaban en la represión y su encubrimiento; sigamos con los mismos,
a ver si movemos el escenario y se nos cae algo…”. Los resultados están a la vista, han sido un poder retar-
datario, favorecedor de las corporaciones, y han mostrado en todo pronunciamiento, cuál es su ideología,
cuál es su compromiso y a que valores van a servir.
Ahora sí, ingreso en el tema, “Justicia legitima” o “democratizar la Justicia”. Me parece que el criterio
vertebrador que tuvo esta iniciativa, fue llevar los principios de representatividad y carácter republicano que
están en el Artículo 1 de la Constitución Nacional al Poder Judicial de la Nación.
Representatividad, implica presencia del voto popular; implica una relación entre mandante y mandata-
rio; implica también control de gestión. Un gobierno o una autoridad republicana, además de electa por la
voluntad popular, es una autoridad que tiene que publicar sus actos; tienen que ser conocidos por el pueblo,
es una parte de la función de contralor del mandato. Entonces me parece que invocar el Artículo 1 de la
Constitución Nacional es fundamental para validar constitucionalmente la iniciativa del voto popular en la
conformación de la representación de quiénes actuarán en el Consejo de la Magistratura.
Segundo, aclarar que el Consejo de la Magistratura para el Poder Judicial de la Nación es un órgano polí-
tico, —esencialmente político—. Y esto es porque no administra Justicia, no conoce ni decide en ninguna
causa. Tiene tres pilares o actividades principales: 1) el manejo del presupuesto del Poder Judicial; 2) el
poder de disciplina, y 3) la selección de las ternas para la designación por el Poder Ejecutivo Nacional, con el
acuerdo del Senado, de los futuros jueces. Estas son las funciones centrales del Consejo de la Magistratura.

7
Reforma y Democratización de la Justicia; una tarea pendiente de la transición democrática

Nos preguntamos: ¿Qué hay más representativo que el voto popular?, ¿Qué hay más acorde al principio
de soberanía del pueblo que su expresión a través del voto? Ese voto va dirigido a candidatos que tienen que
ser propuestos, inexorablemente, por los partidos políticos.
Esta, y no otra, es la institucionalidad argentina. Pero ahora escuchamos a representantes de los jueces,
representantes de los abogados, decir que “…se está violando el Articulo 114 de la Constitución…”. Invito
a que se lea ese Artículo 114, y van a ver que solamente habla de la representación de los jueces, de los
abogados y de los académicos. Pero no dice quién elige, ni en qué número, ni con qué duración, porque
todo eso, por incompatibilidades y diferencias entre las dos fuerzas políticas mayoritarias en el año 1994,
se delegó en una futura ley.
Pongo de relieve que no es lo mismo decir “la representación” que “los representantes”. En la primera
expresión, que es la del texto constitucional, debe definirse –y eso se remite a la futura ley regulatoria— quié-
nes eligen la representación, si sólo el conjunto que identifica a representantes y representados; esto es, los
abogados con los abogados, los jueces con los jueces y los académicos con los académicos, o si procede –como
entiendo— que sea el pueblo de la nación quién elige, por voto popular, los abogados, jueces y académicos,
que habrán de representar al pueblo en el órgano político, el Consejo de la Magistratura. En esta lectura va
de suyo no sólo el texto del Articulo 1 de la Constitución Nacional, sino también el 22 cuando establece que
el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes, y el Articulo 33, en tanto establece la
soberanía del pueblo como sustento de todo derecho y garantía.
Si la forma de elección y la proporcionalidad la deben fijar la futura ley (Articulo114 de la Constitución
Nacional) y de lo que estamos hablando es, precisamente, de esta futura ley, no advertimos fundamento
alguno de inconstitucionalidad del proyecto.
Post scriptum: lamentablemente la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha segado la ley más importante en
materia de reforma y democratización de la administración de Justicia, que refiere a la integración y forma de elección
de los distintos estamentos representados en el Consejo de la Magistratura. La sentencia, por cierto, ha privilegiado
la estructura corporativa frente a la apertura a la participación democrática de todo el pueblo de la Nación Argentina
en la elección de sus representantes ante este órgano, eminentemente político, que no conoce ni decide en ninguna
causa judicial (Articulo 116, Constitución Nacional).
Siguiendo con el análisis del proyecto del nuevo Consejo de la Magistratura, entiendo que hay algunos
temas que ameritan ser vistos, debatidos, y seguramente habrá modificaciones. Me parece que a un órgano
que tiene asiento en la Capital Federal exclusivamente, le va a resultar muy difícil ejercer la facultad discipli-
naria, no respecto de los jueces, sino respecto de los empleados del Poder Judicial de la Nación.
Ahora ingreso al examen de la otra ley, de las medidas cautelares. Hay dos cosas esenciales que yo creo
que ameritó impulsarla; y hay alguna otra cuestión que hay que tratar de superar o eliminar. Las dos ideas
esenciales son: no paralizar económicamente al Estado, porque se supone que el Estado es un ente solven-
te, y por lo tanto decretar medidas de inmovilización de bienes o activos no tiene absolutamente ningún
sentido. Y acá quiero decir algo que no se dice en los debates. Es importante para la situación interna del
Estado, pero es muchísimo más importante para la situación externa del Estado, porque esta es la forma de
prevenir que los sospechosos laudos del Tribunal CIADI (Centro Internacional de Arreglos de Diferencias
Relativas a Inversiones) o los pronunciamientos del juez Griesa, vengan a ser ejecutados en jurisdicción
nacional, y como toda resolución judicial, provoquen, sin ningún otro requerimiento ni control, embargos
e inmovilizaciones de activos de titularidad del pueblo de la Nación Argentina. Entonces, esto se impide a
partir de la normativa que se propone y se cumple, de paso, con las disposiciones de los Artículos 27 y 116
de la Constitución Nacional.
La otra gran vertiente de legitimación de la ley, a mi modo de ver, es que se impide que los jueces desle-
gislen, por tiempo indeterminado, aquello el Congreso de la Nación estableció como Ley.
Toda la vida he sostenido la facultad de contralor de validez que ejercen los jueces; pero el contralor de
validez implica el compromiso ético, científico, de que si tiene que declarar una inconstitucionalidad, hay que
asumir el compromiso de esa inconstitucionalidad. Pero lo que esta ley viene a inhibir, es que no se tome ese
compromiso de controlar la constitucionalidad de una norma, sino impedir su vigencia por tiempo indeter-
minado, y sin mucho fundamento, porque si la medida cautelar avanza en fundamentos, se superpone con la
futura sentencia y constituye prejuzgamiento. Una medida cautelar se dicta provocando una suspensión sine

8
Grupo San Martín Eduardo Barcesat

die, válida para todo el territorio de la Nación argentina y erga omnes, de una ley sancionada por el Congreso
de la Nación. Esto es lo que se tiende a desmontar, a deconstruir. Fijándole plazos, que es la manera más
razonable. En esto del plazo quiero ser también muy sincero: el plazo fijado en la ley es excesivo, es de seis
meses, renovable por otros seis meses ¿Por qué excesivo? Porque cuando uno plantea la inconstitucionalidad
de una Ley, no está pidiendo que vengan testigos o peritos a examinar documentos, testigos que declaren;
lo que se está pidiendo en la causa es cotejar dos textos de lenguaje: el del acto o norma repugnada, y el de
la Constitución o Tratado Internacional en que se basa la impugnación.
Entonces, resulta importante ponerle término a eso, a esas indeterminaciones, como la que se vinculó al
conflicto entre Clarín y el Estado Nacional, a estos plazos indefinidos. Por eso me parece que es un propósito
totalmente legítimo, totalmente constitucional, y digno de ser apoyado institucionalmente.
Tengo una preocupación más, que no estuvo en ningún proyecto y es la de la estructura edilicia del Poder
Judicial de la Nación y del Consejo de la Magistratura. Agregamos tres Cámaras de Casación. Esto requiere
una estructura edilicia y hay que tenerlo en cuenta.
Las condiciones de trabajo en muchos juzgados son totalmente irregulares. Resulta imposible en esas
condiciones desarrollar una tarea rápida, eficiente y con cierto grado de privacidad, como requiere la adminis-
tración de Justicia. Estas son cosas que hay que preverlas, porque no se trata solamente de producir cambios
mágicos en el mundo normativo, sino también adecuar esa infraestructura material en que estos cambios,
profundamente favorables, tienen que operar en la realidad cotidiana.
Las otras leyes no las examino, porque sinceramente han ameritado la conformidad de todos. Creo que
todos queremos que haya concursos, de antecedentes y oposición en toda la carrera, que los actos sean
transparentes, que los funcionarios tengan su patrimonio registrado, etcétera. Allí no hay debate fundamental.
Post scriptum: lamentablemente tres Acordadas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación han reescrito todo cuanto
refiera al régimen de ingreso al Poder Judicial de la Nación, a la función disciplinaria sobre el personal y a las faculta-
des de superintendencia. En definitiva, que se ha “legislado” a través de normas de superintendencia (las acordadas).

5: Conclusiones

Los debates pasan por estas propuestas y por las que puedan venir en el futuro, para asegurar el acceso a la
Justicia sin onerosidad para los sectores desposeídos; esto es muy importante; y la necesaria modificación de
los Códigos procesales, pero teniendo en cuenta que habilitar estas modificaciones no es solamente definir un
nuevo procedimiento, sino definir una estructura edilicia adecuada para que la Justicia sea rápida y eficiente.
Para concluir, creo que fue una gran iniciativa de este gobierno el impulsar la reforma y democratización
de la Justicia. Diría, para terminar, este cambio no solamente es posible, es necesario a fines de completar
la transición democrática.

9
Políticas de seguridad. Análisis y propuestas de reforma
Carlos Alberto Beraldi

E n cuanto a lo que constituye un marco conceptual del problema de la seguridad, hay tres cuestiones que
son importantes destacar.
La primera cuestión consiste en afirmar que el desarrollo teórico que se puede hacer sobre el concepto de
seguridad siempre se va a insertar en un modelo político. Tal afirmación se sostiene en tres ideas fundamen-
tales. La primera indica que el concepto de la seguridad es una noción que posibilita distintas definiciones.
Una de estas definiciones que históricamente se viene dando es el de la seguridad como seguridad pública,
seguridad interior, seguridad nacional, y que tenía como punto de partida hacer prevalecer un orden público,
según los postulados que establece el propio Estado. Sin embargo, este concepto ha ido mutando en las
últimas décadas, y hoy manejamos una definición que se denomina seguridad ciudadana, en donde justa-
mente lo que se busca es crear un espacio en el cual pueda haber un desarrollo de las personas en cuanto
a sus derechos y sus individualidades1.
La segunda idea que está dentro de este primer punto es la que se refiere a que la responsabilidad de la
seguridad es resorte del poder público, y que éste debe asegurarla tomando como base el modelo de Estado
de Derecho.
Luego, la tercera idea pone su centro de atención en el rol de cada individuo, asignándole a éste un papel
protagónico.
La segunda cuestión que se debe destacar es que el problema de la seguridad impacta directamente sobre
la gobernabilidad democrática2.
La tercera y última cuestión dentro del marco conceptual requiere advertir que como se trata de reformas
muy profundas que se necesitan hacer en el sector, hay que partir fundamentalmente de acuerdos políticos
con todos los sectores, buscando consensos.

A nivel nacional podemos encontrar tres períodos definidos3 : un primer período del 1983 a 1992 se
caracterizó por dos grandes objetivos: el primero fue desmontar el aparato represivo que había tenido la
dictadura, el segundo fue iniciar el juicio al terrorismo de Estado.
En la segunda etapa, que se extiende entre los años 1993 al 2002, cabe destacar la reforma constitucional
que incorporó una serie de tratados y pactos internacionales en materia de derechos humanos y que posibilitó
el dictado de nuevas leyes en materia de organización judicial. Por último, debe hacerse mención a una serie
de reformas que fueron introduciéndose en el Código Penal dirigidas a intensificar las sanciones penales.
En la etapa que se inicia en el año 2003 y se extiende hasta el presente, nos encontramos con la llamada
“gran crisis” de inseguridad. Así se la presentó durante el primer segmento coincidente con el secuestro y asesi-
nato de Axel Blumberg. Por aquella época, en sólo dos meses, se introdujeron al Código Penal cinco reformas
fundamentales que no tuvieron ningún tipo de discusión, afectando estructuras básicas tales como el régimen
de libertad condicional, concursos de delitos, etc. En los años siguientes se sancionaron otras leyes que tenían
un sentido mucho más lógico, como la Ley de Lavado de Activos y la de Trata de Personas. Asimismo, aparecen
otras decisiones políticas importantes como la generación de nuevas estructuras, una de ellas la creación de la
Policía de Seguridad Aeroportuaria que puso en funcionamiento las nuevas ideas de cómo organizar las policías
en base a un escalafón único, especializaciones y controles civiles. También la decisión de crear un Ministerio
de Seguridad trasunta la idea que las fuerzas policiales deben sujetarse a un mando civil.
Si uno hace un saldo de lo acontecido a nivel nacional, resulta posible extraer algunas conclusiones impor-
tantes. La primera es que después de tantas modificaciones de nuestra legislación penal, hoy ya no existe un
1 Comisión interamericana de Derechos Humanos, Año 2009, Informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos.
OEA/Ser. L/V/II, Documento 57.
2 “Gobernabilidad, Seguridad y Diplomacia”, Año 2004, Flasco-Chile, en www.resdal.org
3 “El papel de las normas jurídico penales en el diseño de una política criminal. Análisis histórico reciente y proyecciones
hacia el futuro.”, en Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, Ed. Lexis-Nexis, Bs.As. 2006, Nº 12, pág. 2296.

10
Grupo San Martín Carlos Alberto Beraldi

Código Penal entendido éste como un texto legal coherente y armónico. En este sentido, la Presidenta de
la Nación ha constituido una Comisión con juristas de la más alta calidad en la Argentina, justamente para
tratar de solucionar este problema.
La segunda cuestión es que seguimos teniendo un sistema de enjuiciamiento penal notablemente atrasado.
La idea de democratizar la Justicia quizás deba tomar como próxima asignatura la reforma de enjuiciamiento
penal.
La experiencia en la Provincia de Buenos Aires en realidad no es tan rica, sólo me concentraría en hablar
de dos intentos de reformas.
Desde los años 90 en adelante empezaron a desarrollarse reformas en las instituciones policiales y judicia-
les. Respecto de la institución policial el Gobierno de aquel momento impulsó una reforma que modificaba
totalmente la estructura de la organización policial. Esa estructura pasó a estar reglamentada en la Ley N°
12.155, que todavía está vigente, y que establecía pautas totalmente distintas a lo que era la organización
precedente: control civil, especialización de funciones, una distribución territorial de la fuerza, la auditoria por
parte de civiles. Esa reforma tuvo nada más que un año y medio de vigencia. Una nueva reforma se empieza
en el año 2004 hasta el año 2007, con componentes bastante parecidos a lo que había sido el primer intento
de reforma, pero con el cambio de gobierno nuevamente se produce un retroceso por la falta de impulso
de las iniciativas que se habían puesto en práctica.
Respecto de lo que fue el proceso de Reforma Judicial, en el año 1996 fue sancionado un nuevo Código
que imponía un sistema de contenido acusatorio, una investigación preliminar a cargo de los fiscales y juicio
oral y público para todos los delitos. Fue muy difícil la implementación. Lo cierto es que hasta ahora tenemos
unas veinte o veinticinco modificaciones que se la han hecho al código procesal, que lo dejan como un texto
inorgánico y contradictorio. Todo ello determina que no tengamos una respuesta jurisdiccional de calidad.
La última cuestión es proponer una agenda de trabajo que considere doce temas: seis son reformas estruc-
turales, y seis son núcleos problemáticos desde un punto de vista criminológico.
La primera reforma estructural debería originar una modificación de la Ley de Seguridad Pública. Aquí hay
dos ideas sobre las que tendríamos que trabajar.
La primera es la idea de la descentralización, y la segunda idea es la de la participación. La primera se refie-
re específicamente a lo que son las competencias municipales en materia de control del delito. La segunda
idea a considerar es la de la participación comunitaria. La estructura del foro cumplió un ciclo y creo que
debería tratar de buscarse una nueva fórmula, es decir, ya no necesariamente debería ser una reunión tipo
consorcio, sino que el impacto de las nuevas tecnologías puede ser una ayuda muy importante para recabar
toda esta información que tiene la comunidad y darle, a través de redes sociales, algún tipo de canalización
y participación.
Segunda reforma estructural: la organización policial. Nosotros nos encontramos con una estructura
que realmente es compleja. La Policía Bonaerense es la policía más grande del país; las cifras que yo voy a
dar están consolidadas al año 20114. Tiene una cantidad de 59.117 efectivos; y nos da para la Provincia de
Buenos Aires, una cantidad de 378 policías cada 100.000 habitantes. Una de las ideas con las que siempre
nos hemos chocado es que faltan policías. Quizás esta idea de déficit de presencia policial tenga que ver con
su distribución territorial. La idea de redistribuir policías o quizás complementarlos con policías municipales
podría llegar a solucionar este problema. Lo cierto es que hoy tenemos una deficiencia clara en materia de
organización y conducción, cuya solución debería focalizar en la conducción civil, terminar con esta idea de
la autogestión y volver a trabajar en todo lo que significa la división operativa, la descentralización territorial
y la profesionalización.
Tercer reforma estructural: el sistema de enjuiciamiento. El dato al 2011 es que tenemos una cantidad total
de 627.000 causas. Esto nos da más o menos un promedio de 1.200 causas por juez y 1.040 por fiscal. El 95%
del número total de causas se queda dentro del Ministerio Público Fiscal, es decir que ni siquiera llegan al
juez. Estamos hablando que de 627.000, 597.000 quedan directamente en las fiscalías; de esas 597.000, según
como lo resuelva la fiscalía, el 80% quedan archivadas, el 10% son desestimadas, y el otro 10% concluyen en
4 Convenio de Asistencia Técnica y Capacitación. Facultad de Derecho (UBA) y Cámara de Diputados de la Nación.
Convenio Específico Nº 1, Informe Final, Bs.As., Febrero 2013.

11
Políticas de seguridad. Análisis y propuestas de reforma

alguna otra fórmula que significa una respuesta de nula calidad. El 5% que va a la Justicia, es decir 35.000
causas, se resuelven de la siguiente manera: 25% son sobreseimientos, 26% son resoluciones de probations,
34% son juicios abreviados y un 15% son sentencias que se obtienen luego de un debate oral y público. Es
decir que se dictan sentencias en el 0,85 % de los casos que ingresan al sistema.
Al año 2011 en la Provincia de Buenos Aires tenemos 59.000 policías. En la Justicia, entre jueces, fiscales
y defensores son 1568 (provinciales). Y un dato más: hay 19.175 agentes penitenciarios. Si sumamos los tres
presupuestos Policía, Justicia y Sistema de Enjuiciamiento, es el total del 12,61% del presupuesto provincial.
En una de las modificaciones que se le hizo al Código se introdujo lo que se llama el sistema de flagrancia,
es decir, la posibilidad de hacer juicios rápidos respecto de aquellos delitos que son sencillos y que significan
que los autores, o los presuntos autores, son encontrados justamente, en el momento que lo cometen. La
característica que tiene el sistema de flagrancia es que está todo oralizado, ya no hay actas que se van metiendo
en un expediente, sino que se resuelve todo en audiencias multipropósito.
La idea a proponer sería establecer un modelo similar para todos los delitos, que signifique la oralización
de los actos de la investigación penal preparatoria y que a través de audiencias multipropósito se puedan
anticipar decisiones.
Cuarta reforma estructural: el sistema penitenciario. Respecto de la situación del Sistema Penitenciario
Bonaerense éste es concebido como una fuerza de seguridad. No ha habido aquí modificaciones importantes
en cuanto a su estructura y en los últimos años se vienen registrando muchas denuncias sobre su mal funcio-
namiento. En cuanto a la estructura, tiene 19.175 agentes, y al año 2011, 27.861 detenidos. Esto significa un
promedio de 1,4 detenido por agente.
Hay dos problemas que tiene este sistema penitenciario: la superpoblación y la proporción procesados-
condenados ya que seguimos teniendo en nuestras cárceles muchos más procesados que condenados.
En cuanto al problema procesados-condenados, si el sistema de enjuiciamiento avanza rápidamente,
posiblemente eso se revierta.
En cuanto al tema de la superpoblación, hay que pensar seriamente en alternativas a la pena de prisión.
Y en la medida en que se hable de alternativas a la pena de prisión, poner en funcionamiento una serie de
alianzas que tienen que darse entre nuestro Patronato de Liberados y un grupo instituciones que puedan
hacerse cargo del control de personas que recuperan su libertad o bien que no cumplen penas privativas
de la libertad.
La quinta reforma estructural, es la idea de consolidar un observatorio, es decir una institución que mida
el nivel de delito.
La última reforma estructural es el problema del área metropolitana. En la Provincia de Buenos Aires al
tener la Capital de la República dentro, nos encontramos con un problema extraordinario porque en la franja
que comprende la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano se concentra más del tercio de los delitos que
se registran en todo el país. Además la Policía Federal, la Policía Metropolitana y la Policía de la Provincia de
Buenos Aires no tienen programas que establezcan un trabajo de manera coordinada.
Finalmente, voy a enunciar aquellas reformas no estructurales y que tienen un peso específico elevadísimo
a la hora de diseñar un programa de política criminal: menores en conflicto con la ley penal, prevención de
la criminalidad compleja, seguridad vial, violencia de género, seguridad privada y el problema que significa el
tratamiento de los medios de comunicación en materia de delitos. En esta última cuestión, la Ley de Medios
Audiovisuales significó un avance importante porque quebró un monopolio, pero todavía es necesario
trabajar mucho sobre cómo se presenta el delito, porque la sensación de inseguridad es un problema grave
que hace a la gobernabilidad.

12
Defensa pública y derechos humanos1
Banco de Datos sobre torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes

Mario Luis Coriolano

Introducción

E n este trabajo me referiré a la función que debe desempeñar la defensa pública ante la tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, con especial referencia a la información relevante al
respecto y que obra, en algunos supuestos con exclusividad, en los Ministerios Públicos de la Defensa.
Se llevó a cabo la creación de una base de datos, mediante la Resolución Nº13 de fecha 17 de marzo de
2000 con la finalidad –entre otras– de sistematizar tal información debido a que en el seno del Consejo de
Defensores2 estábamos percibiendo un aumento de casos de torturas y malos tratos que por la gravedad y
reiteración era necesario documentar su recepción, clasificación y darle un uso adecuado.
Esta toma de decisión institucional se basó en la conceptualización del defensor público como un defensor
de los derechos humanos.

Desarrollaré, pues, cuestiones acerca del por qué, cómo y para qué se puso en marcha dicho programa
institucional que se insertó en un Plan Integral3 que comenzó a ejecutarse en los inicios del año 1998 con
la nueva estructura del Ministerio Público de la Defensa en la Provincia de Buenos Aires, en el marco de la
implementación de una nueva Justicia penal, que también comenzaba.

1. El defensor público es un defensor de los derechos humanos

Para que se haga efectivo el debido proceso y la defensa en juicio de los imputados, la misión y función
de carácter integral del defensor en la Justicia penal, no se agota en la actuación de asesoramiento, repre-
sentación y defensa en las diversas causas judiciales.

Ello es así, porque sus defendidos gozan también de otra serie de derechos que pueden ser vulnerados
y que se originan en el debido respeto al trato digno. El trato digno comprende –entre otros derechos—, el
derecho a no ser víctima de torturas o de otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes.

1 Basado en la exposición efectuada durante el Primer Congreso Interamericano de Defensorías Públicas, en el panel “Me-
canismos de protección de los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad” que tuviera el honor de integrar
junto a Elías Carranza —Director del ILANUD—, al defensor Ramón de la Cruz Ochoa –Cuba—, y a las defensoras Diana
Montero –Costa Rica— y Rosalía Sosa —República Dominicana—, con la dirección de José Manuel Arroyo —magistrado
de la Corte Suprema de Costa Rica— (San José de Costa Rica, 23 al 26 de octubre del 2002). Publicado en la revista Defensa
Pública Edición Especial “1º Congreso Interamericano de Defensorías Públicas”, San José, Costa Rica. Octubre 2003.
2 El Consejo de Defensores es un cuerpo colegiado creado por la Ley del Ministerio Público (L.12.061) que está inte-
grado por el Procurador General de la Suprema Corte de Justicia, el Defensor de Casación de la Provincia de Buenos Aires,
los Defensores Generales Departamentales y un representante del Colegio de Abogados de la Provincia. El artículo 84 de la
mencionada ley define que corresponde al Consejo de Defensores:
Inc 1 Proponer las directrices generales para la actuación de todos los integrantes del servicio de defensa pública, de modo
de garantizar la efectiva vigencia del derecho de defensa.
Inc.2 Asesorar al Procurador General en cuantas materias éste le someta.
Inc.3 Establecer criterios para elaborar estadísticas y proyectos de reforma.

3 Algunos componentes del Plan Integral del Ministerio Público de la Defensa son:
— Centro de Estudios para la Defensa Pública (CEDeP).
— Revista Jurídica Garantías.
— Comisiones de asesoramiento legislativo.
— Programa de Casas de Justicia.
— Programa de reinserción y contención social (Prinso).
— Programa integral de sistematización de información (Prinsi).

13
Defensa pública y derechos humanos

El efectivo ejercicio de tales derechos fundamentales requiere que el imputado disponga imprescindible-
mente de una asistencia letrada en distintos momentos y con diversos y variados alcances.
Se advierte que el defensor público es un defensor de los derechos humanos de sus defendidos.
A la vez, el plexo normativo que se construye a partir del Derecho Internacional de los derechos huma-
nos, le suministra al defensor una serie de instrumentos y mecanismos de protección tanto en el ámbito
universal como regional, que amplían el marco de referencia en el diseño y ejecución de las diversas tácticas
y estrategias de defensa, tanto individual como colectivamente consideradas.

2. Banco de Datos

El armado de las agendas institucionales reclama de la efectiva independencia —técnica y funcional— del
defensor público (del mismo modo en los otros roles procesales). Sólo así es posible que, a partir de los
distintos diagnósticos, se vayan identificando los problemas, analizando las posibles soluciones y se articulen
las mismas, con los debidos seguimientos y evaluaciones.

A fines de 1999 y principios del 2000, en las distintas reuniones del Consejo de Defensores nos llegaba
información sobre el aumento de la aplicación de torturas y del notable empeoramiento en las condiciones
de alojamiento de los detenidos en cárceles y comisarías de la Provincia de Buenos Aires.

Ello coincidía con el desembarco en la Provincia de la contrarreforma judicial que llegó de la mano de la
política llamada “mano dura” –o también diría salvajismo penal—. Nuevamente, so pretexto de mejorar la
seguridad ciudadana, se recurrió a reformas abiertamente inconstitucionales en temas judiciales, como fue,
entre otras, la incorporación de numerosas causales para denegar excarcelaciones, atribuyéndoles a ciertos
delitos –incluso menores en términos comparativos por su escala penal— el carácter de inexcarcelables.

En ese contexto, se decidió poner en marcha la recolección y sistematización de la información que recogían los
distintos defensores y funcionarios del Ministerio Publico de la Defensa— en especial los Secretarios de Ejecución4—.

La casuística sobre las distintas formas de la brutalidad y arbitrariedad del sistema penal la ordenamos en
torno a cuatro indicadores:
1. Tortura.
2. Superpoblación.
3. Prueba falsa.
4. Hostigamiento a defensores o defensoras.

Se pudo comprobar –entre otros aspectos— la metodología de las torturas, circunstancias de tiempo,
modo y lugar; personas e instituciones involucradas –autores, cómplices, complacientes, funcionales, por
acción u omisión—.
En los primeros 602 casos –Res.153, del 10 de julio del 2001—, el 45%—aprox.— no mereció la formu-
lación de denuncias por sus víctimas ante el miedo de las represalias que pudieran recibir por ello, y eran
conocidos por los Defensores gracias al secreto profesional. Esto nos fue dando otra pauta de la gravedad
del problema, y la posibilidad de tener un muestreo –por primera vez— de lo que podríamos llamar la cifra
negra de la tortura.
4 La creación del Juez de ejecución no es suficiente para lograr una judicialización de la problemática del encierro en
cárceles y comisarías. En otros países con muchos años de experiencia en el funcionamiento del juez de ejecución, la resisten-
cia de los funcionarios del servicio penitenciario para no perder el control de la cárcel y el poco número de órganos hace que
el juez de ejecución no sólo no pueda concurrir a las unidades penitenciarias y comisarías para un control personalizado sino
que –tapado de papeles— no logre que en el mundo carcelario se respeten los derechos humanos más elementales. Ante este
panorama se han creado las áreas de Ejecución con asiento en las distintas Defensorías Generales Departamentales las que
son coordinadas desde la Defensoría de Casación. Estas áreas están a cargo de funcionarios letrados especializados –Secreta-
rios de Ejecución— que tienen la función, entre otras, de ejercer un control de las condiciones de alojamiento, de la marcha de
las causas con detenidos, el respeto a la Defensa en Juicio en causas disciplinarias de los internos.

14
Grupo San Martín Mario Luis Coriolano

En materia de hacinamiento carcelario y en comisarías se fue efectuando un monitoreo de las condiciones


de detención. Surgió claramente el notable agravamiento de la forma cruel, inhumana y degradante en las
condiciones del encierro, dejando en evidencia la falta de medidas adecuadas que evitaran tal agravamiento,
no obstante a la expresa solicitud efectuada al respecto.

El 30 de mayo del 2000 se puso de relieve a los poderes públicos responsables “(...)que la nueva regulación
en materia de excarcelaciones en la Provincia de Buenos Aires [marzo de 2000] ha provocado y provocará
un considerable aumento en el número de detenidos que, en el actual cuadro de situación de alojamiento
de personas en unidades penitenciarias y dependencias policiales en las condiciones aludidas, profundiza
la crisis ya existente de manera acuciante”— conforme Res.153 Defensoría Casación—.

El 5 de abril del 2002, se señaló que “(...)la superpoblación, carencias en materia de asistencia, tratamien-
to y apoyo al liberado van generando condiciones que –sumadas a otras— retroalimentan al sobrecargado
sistema penal, profundizando la deslegitimación del mismo e impidiendo que un adecuado funcionamiento
permita visualizarlo como un mecanismo útil para el sistema democrático. La improvisación conduce al
desprestigio de las instituciones esenciales para la convivencia pacífica en un Estado de Derecho...” —Res.
19 Defensoría Casación—.

La sistemática violación al cupo legal máximo de alojamiento de personas en cárceles y comisarías fue
construyendo un cuadro de situación horroroso, inhumano, cruel, degradante y que continúa actualmente.

3. Finalidad del Banco de Datos

A) Peticiones y recomendaciones

Dicha información condujo a efectuar una serie de peticiones y recomendaciones de distinto tipo. Más allá
de las de tipo individual efectuadas por cada defensor, se realizaron otras a nivel departamental –habeas corpus
colectivos, pedidos de clausuras de comisarías o de pabellones carcelarios, traslados de detenidos, etc.—.

Entre otras, se realizaron peticiones para que los jueces y fiscales efectúen visitas periódicas a los centros de
detención –no sólo a las cárceles, sino también a las comisarías5—; que se implemente la Justicia de ejecución
y la policía judicial; que se cree un consejo permanente e interinstitucional responsable en la materia y que
se impulsen medidas alternativas a las de encierro en prisión6.

B) Transparentar y difundir lo que ocurre en los centros de detención

Los pedidos y recomendaciones a los distintos sectores involucrados, y la profusa difusión que se dio a la
información del Banco de Datos en la prensa escrita, televisiva y radial, permitió cumplir con lo que viene
recomendando el relator contra la tortura de las Naciones Unidas.

5 Esta petición fue acogida, lo que condujo a que la Suprema Corte provincial, dictara una Acordada modificando la regla-
mentación vigente que obligaba a los jueces a visitar periódicamente solo cárceles.
6 Pueden verse in extenso en el sitio web www.defensapublica.org.ar— antes citado—, las resoluciones 37/00, 153/01,
212/01, 19/02, y la “Propuesta del Ministerio Público de la Defensa ante la situación de crecimiento de la superpoblación en
cárceles y comisarías” presentada en la Mesa de Trabajo multisectorial convocada por el Ministerio de Justicia y Seguridad de
la Provincia de Buenos Aires, abril de 2002.

15
Defensa pública y derechos humanos

Dicho funcionario señaló:


“Es necesaria una transformación radical con respecto a la naturaleza de la privación de la libertad. El
paradigma básico, que se ha dado por sentado durante al menos un siglo, es que las prisiones, las comisa-
rías de policía y los centros de este tipo, son lugares cerrados y secretos en los que se realizan actividades
a escondidas de la opinión pública. Es necesario sustituir la idea de opacidad por la de transparencia.
Debe suponerse el acceso abierto a todos los lugares de privación de libertad”7.

C) Mecanismos de prevención

Además de las obligaciones del Estado de investigar y sancionar los actos de tortura y de todo trato o pena
cruel, inhumano y degradante, existe también la obligación de prevenir la comisión de dichos actos (arts. 2,
13, 14 y 16 –entre otros— de la Convención contra la Tortura).
En ese sentido, y con una fuerte incidencia del Banco de Datos, el Poder Ejecutivo provincial puso en
marcha un Plan Provincial de prevención de la tortura creando una Secretaría de Derechos Humanos8.

D) Utilización por otras instituciones

Por distintas razones y motivaciones –objetivos específicos de cada institución; pedidos de mantenimiento
del Banco de Datos ante intentos de desactivación del mismo; planteos ante actos de hostigamientos contra
defensoras o defensores que lo nutren—, los datos registrados y difundidos fueron empleados por la Comi-
sión Interamericana de Derechos Humanos, la Comisión Provincial por la Memoria; y por distintas ONGs
de DD.HH. (CELS, CEJIL, APT)9. Asimismo fue avalado por la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires.

4. Algunos nuevos desafíos

Varios desafíos se abren en la actualidad en relación con el Programa Institucional.

Uno de ellos es el mejoramiento en la forma de recoger la información, así como su sistematización,


impulsando mayores actividades de seguimiento o monitoreo por las distintas personas e instituciones
responsables. En ese sentido se ha incorporado el Banco de Datos a un Programa Integral de Sistematización
de la Información –PRINSI— junto a otros dos indicadores más –que se suman a los cuatro ya mencionados—:

— trámites de las causas


— duración de la prisión preventiva

Asimismo debemos mejorar el mecanismo de visitas a los centros de detención, tanto en su metodología
organizativa (v.g. que sean periódicas y sorpresivas), como en el aprovechamiento de la información recogida.
El protocolo facultativo a la Convención contra la Tortura consagra sistemas de visitas nacionales e inter-
nacionales como forma de promover la prevención de la tortura y todo otro trato o pena cruel, inhumano o
degradante, cuya puesta en marcha debemos impulsar fuertemente desde las defensas públicas.
7 Informe presentado por Sir Nigel Rodley, relator especial de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas,
con fecha 3 de julio de 2001 de conformidad con la Res.55/89 de la Asamblea General de N.U.
8 En el documento “Derecho humanos y violencia institucional” elaborado en el marco del III Encuentro Internacional
sobre la construcción de la Memoria Colectiva –septiembre de 2002— se señala expresamente que con relación al combate
contra la tortura el importante apoyo al “Programa provincial de prevención de la tortura” de la Secretaría de Derechos Hu-
manos se encuentra en el Banco de Datos sobre la tortura y otros tratos inhumanos de la Defensa Publica. Cabe mencionar
que el primer Secretario de esa área del Poder Ejecutivo fue el Licenciado Jorge Taiana, ex Secretario Ejecutivo de la CIDH
de la OEA.
9 Los documentos respectivos pueden verse en los sitios web: www.cels.org.ar ; www.cejil,org o el ya citado
www.defensapublica.org.ar.

16
Grupo San Martín Mario Luis Coriolano

5. Reflexiones finales

La utilización estratégica de la información que poseemos los defensores y defensoras es una herramienta
más a la hora de las necesarias reformas, transformaciones o refundaciones institucionales pendientes.

Ello nos permite —hacia afuera de la defensa pública— colaborar en la tarea de dotar de la aludida trans-
parencia a lo que ocurre en los centros de detención y además que la sociedad civil conozca que es lo que
acontece allí. A la vez, contribuye a la necesaria interactuación con otros sectores democráticos –locales,
nacionales e internacionales— para la construcción de un discurso alternativo al discurso penal autoritario.

Además, este manejo de la información, tiene un efecto hacia adentro de nuestras instituciones de defen-
sa, porque permite incluir o mantener en nuestras agendas de trabajo esta temática tan relevante, y que se
erige en un estándar para evaluar la independencia de la defensa pública y del compromiso efectivo con los
derechos humanos. También, de esta manera, estamos sumando un nuevo enfoque a las formas tradicionales
de prevención de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Tiene que existir, con los modelos organizacionales que cada Nación o Estado provincial encuentre mejor
para su realidad socio-económica e institucional, un Ministerio Público de la Defensa independiente que dise-
ñe, ejecute y evalúe con autonomía las políticas públicas de la Defensa y fortalezca así al Estado de Derecho.

Durante el Primer Congreso Interamericano de Defensorías Públicas ha quedado de manifiesto, en los


distintos paneles y ponencias, la necesidad del fortalecimiento de la defensa pública para el fortalecimiento
real y efectivo del Estado de Derecho Democrático.

En la búsqueda tanto de una visión regional de esta problemática, como desde la que posee la sociedad
civil, debemos interactuar con organismos internacionales y nacionales, como ILANUD, CEJA, IIDH, CEJIL,
INECIP, CELS, entre otros.

Quiero citar finalmente, lo que dijo el sociólogo Löic Wacquant, cuando nos visitó para dar una conferencia
en nuestro Centro de Estudios para la Defensa Pública —CEDeP— el 5 de marzo del 2001:“(…) Penalizar la
pobreza y criminalizar a los pobres, tratar los problemas sociales con la policía, los tribunales y el sistema carcelario,
equivale a establecer una dictadura sobre los pobres. Utilizar la prisión como mero depósito para eliminar una pequeña
fracción de pobres, lo cual no resuelve para nada el problema, que sirve solamente como una especie de teatro moral
que los políticos utilizan para ocultar el hecho de que no están haciendo nada en vez de solucionar el problema. En
realidad para salvaguardar la responsabilidad política que les cabe por el problema, para simular que están haciendo
algo. Esta política es una invitación al desastre social”. 10

Es decir, una invitación a crear una sociedad en fundamental contradicción con la idea de una sociedad
democrática. La penalización de la pobreza es, en definitiva, un abandono del proyecto de sociedad demo-
crática, y nos compele a los defensores y defensoras públicas a redoblar los esfuerzos para sustituir el círculo
vicioso de violencia por un círculo virtuoso de convivencia pacífica.
Un mundo mejor es posible.

10Dicha conferencia será publicada próximamente en el número 6 de la revista Garantías.

17
El derecho de acceso a la Justicia
Alberto Palacio

“La justicia es como la serpiente sólo


muerde a los descalzos”
Eduardo Galeano

E l acceso a la Justicia representa un punto fundamental en el camino de profundización de los derechos


humanos. Un derecho que tiene su raíz en el mismo preámbulo de la Constitución Nacional cuando los
constituyentes de 1853 se propusieron como objetivo afianzar la Justicia para todos los hombres del mundo
que quieran habitar el suelo argentino. Nuestra Argentina ha recorrido un camino muy importante en lo que
se refiere al reconocimiento de los derechos humanos y en particular en estos últimos años con la ampliación
de los mismos. Pero el verdadero registro acerca de en que punto nos encontramos en ese camino es la
posibilidad que tenemos de darle protección a los derechos fundamentales a través del acceso a la Justicia.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado que “en una sociedad democrática los dere-
chos y libertades inherentes a la persona, sus garantías y el Estado de Derecho constituyen una tríada, cada
uno de cuyos componentes se define, completa y adquiere sentido en función de los otros”. (I.D.H. Opinión
Consultiva – 8/87 del 30 de enero de 1987).
El acceso a la Justicia es el derecho de toda persona, independientemente de su condición económica o
de otra naturaleza, de acudir al sistema previsto para la resolución de conflictos y protección de sus dere-
chos de los cuales es titular. El acceso a la Justicia se encuentra consagrados en los artículos 8.1 y 25 de la
Convención Americana.
El artículo 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica dispone:
Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
autoridad competente, independiente e imparcial, establecida con anterioridad por la ley, en la sustanciación
de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de
orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
Los Estados no deben interponer trabas a las personas que acudan a los jueces o a los tribunales en busca
de que sus derechos sean protegidos. Consecuentemente, cualquier norma, medida o práctica estatal, en el
orden interno, que dificulte el acceso a la Justicia, es contraria a la Convención.
Por su parte el artículo 25 de la Convención Americana dispone lo siguiente:
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces
o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por
la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen
en ejercicio de sus funciones oficiales.
2. Los Estados partes se comprometen:
a. a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los dere-
chos de toda persona que interponga tal recurso;
b. a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
c. garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso.
Asimismo, la Corte ha señalado en reiteradas oportunidades, que la garantía de un recurso efectivo cons-
tituye una de los pilares básicos, no solo de la Convención Americana, sino del propio Estado de Derecho
en una sociedad democrática en el sentido de la Convención.
También ha dispuesto la Corte, desde sus primeras sentencias contenciosas en los casos Velásquez Rodríguez
y Godínez Cruz, que para cumplir con lo dispuesto por el artículo 25 no basta con la existencia formal de
los recursos, sino que estos deben ser adecuados y efectivos para remediar la situación jurídica infringida. O
sea, cualquier norma o medida que impida o dificulte hacer uso del recurso de que se trata, constituye una

18
Grupo San Martín Alberto Palacio

violación del derecho de acceso a la Justicia, según lo dispone el artículo 25 de la Convención.


Al respecto, en el caso “Barrios Altos” contra el Perú, la Corte se refirió a la obligación de los Estados
partes en la Convención de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos en la Convención
Americana a toda persona sujeta a su jurisdicción. En este caso, la Corte precisó las implicaciones de esta
garantía en relación con la vigencia de los derechos considerados inderogables y cuya afectación constituye
una grave violación de los derechos humanos, así como la posibilidad de la comisión de un delito contra
la humanidad. Asimismo, el tribunal estableció que el deber de investigar y sancionar a los responsables de
violaciones a los derechos humanos implicaba a prohibición de dictar cualquier legislación que tuviera por
efecto conceder impunidad a los responsables de hechos de la gravedad señalada.
Es importante ver el acceso a la Justicia como un derecho del hombre que se enmarca dentro del concepto
de garantías del ejercicio de los otros derechos fundamentales. Es que el concepto de derechos humanos se
completa con el concepto de garantías, es decir aquellos mecanismos que nos posibilitan ejercer plenamente
los derechos humanos. El derecho de acceso a la Justicia ha sido aceptado cada vez más como un derecho
social básico de las sociedades modernas. Es el derecho humano primario en un sistema legal que preten-
da garantizar los derechos tanto individuales como colectivos. Es la última frontera donde los ciudadanos
perciben si sus derechos son efectivamente respetados y garantizados. Si no se establecen instrumentos sufi-
cientes que posibiliten el pleno acceso a la Justicia para lograr reparación ante una violación a los derechos
humanos, toda la estructura se desmorona. En ese sentido la obligación del Estado no solo es negativa –de
no impedir el acceso a esos recursos– sino que debe ser positiva, de organizar el aparato institucional de
modo que todos puedan acceder a los recursos. El Estado debe remover los obstáculos normativos, sociales
y económicos que impiden o limitan la posibilidad de acceso a la Justicia en particular de los sectores más
vulnerables. Corresponde además resguardar los componentes del debido proceso en todas las instancias
jurisdiccionales, administrativos o judiciales, posibilitando la tutela judicial efectiva de los derechos econó-
micos, sociales, individuales y colectivos.
El acceso a la Justicia reúne una serie de características:
Continuidad, corresponde siempre prestarse, nunca puede ser interrumpido por ninguna circunstancia
ya que estamos garantizando el ejercicio de los derechos.
Adaptación, a las nuevas variables que inciden sobre la conservación de la administración de Justicia. En
ese sentido la necesidad de incorporar a las prácticas cotidianas los instrumentos internacionales de derechos
humanos.
Igualdad, donde todas las personas y en particular aquellos que integran los sectores más vulnerables de
la comunidad puedan acceder a la Justicia y actuar en todas las instancias del proceso.
Celeridad, derecho a contar con una decisión fundada y en un plazo razonable.
En ese marco resulta fundamental la asistencia jurídica gratuita para interposición y seguimiento de acciones.
El patrocinio letrado representa un resguardo fundamental en el asesoramiento y en el resguardo de los
derechos de las personas.
Sin embargo, a pesar de que la legislación general y en particular los códigos de procedimiento locales
establecen la obligación de instrumentar mecanismos de acceso gratuito a un letrado amparando especial-
mente a las personas que presenten situaciones de vulnerabilidad, en la práctica les resulta difícil su acceso.
Los requisitos que en determinados ámbitos, en particular los colegios de abogados, se establecen y los
recorridos que deben hacer las personas para lograr tener un patrocinio gratuito son tan importantes que
prácticamente el acceso y el seguimiento posterior de los casos se hace imposible. Asimismo, en las causas
penales las restricciones que se establecen son mayores.
También se impone revisar los costos del proceso y la localización de los tribunales. La creación de disposi-
tivos comunitarios apoyados, auspiciados, alentados por el mismo Estado, es un punto importante a conside-
rar. Dispositivos que contemplen la divulgación y capacitación con el fin de crear una cultura cívica jurídica.
A su vez, se debe instituir en todas las jurisdicciones defensorías del pueblo por las cuales se pueda acceder
a la defensa de los derechos individuales y en particular la defensa de los derechos colectivos. El sistema
judicial se debe configurar como un instrumento para la defensa efectiva de los derechos de las personas
en particular aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Si bien la dificultad de garantizar la

19
El derecho de acceso a la Justicia

eficacia de los derechos afecta con carácter general a todos los ámbitos de la política pública, es aún mayor
cuando se trata de personas en condición de vulnerabilidad dado que éstas encuentran obstáculos mayores
para su ejercicio. Por eso se deberá llevar a cabo una actuación más intensa para vencer, eliminar o mitigar
dichas limitaciones.
De esta manera el propio sistema de Justicia puede contribuir de forma importante a la reducción de las
desigualdades sociales, favoreciendo la cohesión social.
En el ámbito penal la víctima y su familia no es parte en el proceso. Para hacerlo debe presentarse como
particular damnificado en la Provincia de Buenos Aires o querellante en la jurisdicción nacional. Es decir
para poder llevar adelante un control efectivo, pedir la producción de determinadas medidas probatorias,
para recurrir resoluciones judiciales, debe dar un paso procesal, para lo cual necesita un abogado que lo
patrocine. El fortalecimiento de los derechos de las víctimas en los procesos judiciales representa un punto
en particular para abordar en futuras reformas. En ese sentido el fortalecimiento y creación de centros de
asistencia a las víctimas en todas las jurisdicciones con recursos suficientes para impulsar las acciones en
defensa de los derechos de las víctimas y sus familias representa también una propuesta importante.
En la Declaración sobre principios fundamentales de Justicia para las víctimas de delitos y del abuso de
poder, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 29 de noviembre de 1985 se establece como
un punto fundamental el acceso a la Justicia y trato justo. Declara al respecto en el punto 4 que las víctimas
serán tratadas con compasión y respeto por su dignidad. Tendrán derecho al acceso a los mecanismos de la
Justicia y a una pronta reparación del daño que hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional.
Agrega en el punto 5 que se establecerá y reforzarán, cuando sea necesario, mecanismos judiciales y admi-
nistrativos que permitan a las víctimas obtener reparación mediante procedimientos oficiales u oficiosos que
sean expeditos, justos, poco costosos y accesibles. Se informará a las víctimas de sus derechos para obtener
reparación mediante esos mecanismos.
En el marco de la xiv edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana, llevada a cabo en la ciudad de Brasilia
en el año 2008, se aprobaron reglas básicas relativas al acceso a la Justicia de las personas que se encuentren
en condición de vulnerabilidad. En este documento se establece que se considera en condición de vulnera-
bilidad a aquellas personas que, por razón de su edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias
sociales, económicas, étnicas y/o culturales, encuentran especiales dificultades para ejercitar con plenitud
ante el sistema de Justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico. Y agrega que podrán
constituir causas de vulnerabilidad, entre otras, las siguientes: la edad, la discapacidad, la pertenencia a
comunidades indígenas o a minorías, la victimización, la migración y el desplazamiento interno, la pobreza,
el género y la privación de libertad.
Dichas reglas no se limitan a establecer unas bases de reflexión sobre los problemas del acceso a la Justicia
sino que también recogen recomendaciones para los órganos públicos y para quienes prestan sus servicios
en el sistema judicial. No solamente se refieren a la promoción de políticas públicas que garanticen el acceso
a la Justicia de estas personas, sino también al trabajo cotidiano de todos los servidores y operadores del
sistema judicial y quienes intervienen de otra forma en su funcionamiento.
Resulta necesario mejorar el nivel de administración de Justicia en nuestro país y garantizarle de esta
manera al ciudadano el ámbito de libertades que le permita la realización como persona. Es necesario crear
instrumentos por los cuales se le posibilite el acceso a la justica a todos.
En la Justicia es donde se determina la real vigencia de los derechos humanos. Es en la Justicia donde se
comprueba si los derechos reconocidos por la Constitución Nacional y los tratados internacionales tienen
o no aplicación efectiva.
En el camino recorrido de fortalecimiento de los derechos humanos nos encontramos hoy con una
enorme oportunidad histórica. Estructuras judiciales que se han quedado atrás en su organización interna,
debemos convertirlas en auténticos instrumentos garantes de la aplicación de las normas internacionales de
derechos humanos. Fomentar la observancia de códigos de conducta y principios éticos enmarcados en las
normas internacionales de derechos humanos por parte de los funcionarios judiciales representa un punto
importante a considerar.

20
Grupo San Martín Alberto Palacio

Se impone la necesidad de transformación de pasar de ser una mera declaración de posibilidad de defensa
de los derechos individuales a una concepción que involucra el deber estatal de proporcionar un servicio
público, protector no solo de los derechos individuales sino también de los derechos colectivos.
Hace diez años era impensado ver a los represores de la dictadura ser juzgados y condenados por nuestra
Justicia. Si hemos logrado avanzar tanto, introduciendo nuevas prácticas absolutamente necesarias en el
ámbito de la Justicia federal de acuerdo la característica de estos procesos donde se investigan crímenes de
lesa humanidad, cómo no vamos a poder avanzar en asegurar el derecho de acceso a la Justicia para todos
en estos tiempos para otras causas. Sin duda el camino ya se encuentra abierto para lograrlo.

21
Malestar en la Justicia
Carlos Rozanski

Según Sigmund Freud, una de las tres fuentes del sufrimiento humano, la más fuerte, es la insuficiencia de
nuestros métodos para regular las relaciones en la familia, el Estado y la sociedad. Agrega que no atinamos a
comprender por qué las instituciones que nosotros mismos hemos creado no habrían de representar más bien
protección y bienestar para todos (Freud, Sigmund. Obras completas, Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva,
Madrid, 1973). En ese sentido y a los fines de estas líneas, si bien es toda la sociedad la que debe preocuparse
de regular esas relaciones, es el Estado como mediador, el que tiene a su cargo concretarlo. A su vez, de los
tres poderes que integran los Estados en las democracias modernas, sin duda es el Poder Judicial la institución
que tiene a su cargo la mayor responsabilidad en que las relaciones entre los miembros de la comunidad
se lleven adelante de la mejor manera posible. Es evidente que los legisladores desarrollan una actividad
esencial al definir, por mandato de la propia comunidad, las reglas –leyes–, que regulan las conductas de
los miembros de aquélla. También es evidente que el Poder Ejecutivo, con el impulso y la promulgación de
esas normas, pone en marcha ese mecanismo fantástico de división de roles y que apunta sin duda a aliviar
aquel sufrimiento que señalaba Freud en 1930. Sin embargo, ningún alivio es posible sin un Poder Judicial
que garantice que las buenas normas brinden a los ciudadanos la protección que todo el sistema le prometió.

Si se reconoce sin ambigüedades que en nuestro país, a lo largo de todo el siglo pasado, la desigualdad
social y el mantenimiento de los privilegios de las clases acomodadas han sido garantizados, precisamente
por la Justicia, la angustia de esa revelación aparece de inmediato. Baste para ello repasar el rol de ese poder
en los distintos golpes de Estado que desde el 6 de septiembre de 1930 hasta 1983 asolaron nuestro país,
para comprobar la importancia decisiva de una Justicia cómplice, en el resultado no sólo de cada proceso
dictatorial, sino además y fundamentalmente en el establecimiento y mantención de un proyecto económico.
Proyecto que ha sido esencia y origen de cada intervención cívico-militar, interruptiva de la democracia, y
que tuvo su mayor expresión el 24 de marzo de 1976.

La Justicia que acompañó cada dictadura y en especial la comenzada en la fecha señalada, con honrosas
excepciones, es la que miró para otro lado cuando miles de hombres mujeres y niños eran secuestrados,
torturados y desaparecidos en el nombre de la civilización occidental y cristiana.

Es la institución, también, que hoy cuenta con jueces y fiscales de gran calidad humana, pero al mismo
tiempo con magistrados que con frecuencia toman decisiones contrarias al paradigma actual en materia de
derechos humanos y en especial las que tienen que ver con grupos vulnerables. En ese sentido, avalar y aplicar
institutos deleznables como el avenimiento de una niña violada de 17 años con su agresor –fallo de General
Pico, La Pampa–, sin que ningún juez vaya preso cuando esa joven es asesinada por su esposo, son prueba
elocuente de las verdaderas deudas pendientes. Derogar el avenimiento fue sin duda un mérito legislativo,
pero el costo de la espera fue demasiado alto. La tolerancia a la violencia institucional ejercida por fuerzas de
seguridad sobre sectores igualmente vulnerables que pueblan nuestras cárceles es también muestra de que,
en algunas cosas, poco ha cambiado. Mientras haya un solo juez –civil o penal– que tolere la violencia de
género, la trata de personas, el trabajo esclavo, que obligue a niñas y niños víctimas de abusos a “revincularse”
con sus probables agresores, que mire para otro lado cuando un preso es golpeado o torturado, la Justicia
seguirá estando en deuda con la comunidad. Esa Justicia seguirá sin ser parte de la sociedad que la alimenta
y que la necesita para mediar y no para mantener privilegios. Los estrados –materiales o virtuales– deben ser
desterrados. Ningún juez puede ser más que ningún ciudadano y para eso es imprescindible la participación
activa de la comunidad en la designación y control de la labor de cada magistrado. Si se mantiene de manera
indirecta, entonces que sea requerida y escuchada –en serio– la voz de quienes en última instancia van a ser
los destinatarios de las decisiones de esos funcionarios.

22
Grupo San Martín Carlos Rozanski

El malestar actual que trasciende en algunos sectores de la Justicia es un malestar bueno, saludable,
adelanto de algo que sin duda se está gestando en el interior mismo de la sociedad, en las instituciones y en
la cultura. Es el resultado, a mi entender, de los profundos cambios vividos en la última década, especialmente
en materia de derechos humanos y que puso sobre la mesa el desafío de continuar esos cambios con una
Justicia cada vez mejor en todos los fueros.

El desafío hoy es aplicar, en cada rincón del país, el mismo criterio de justicia que se tiene para las violacio-
nes masivas ocurridas durante el genocidio originado por el proyecto económico que se materializó funda-
mentalmente en la última dictadura cívico-militar. Es absolutamente imprescindible que las convenciones
sobre derechos humanos “bajen” a la vereda de cada calle de tierra o asfaltada de nuestro país, a cada fiscalía,
tribunal, comisaría y juzgado de paz de llanuras, montañas o bosques. La misma sensibilidad la tienen que
tener los jueces de Tartagal, Ushuaia o Buenos Aires. Sino, no vale; sino, el cambio es incompleto. Hay que
continuarlo siempre, sin plazo porque en estos temas la urgencia es cada día. La mejora institucional debe
ser algo constante, renovador del espíritu y la letra de cada ley. La tortura va a ser desterrada efectivamente
no sólo cuando se la prohíba en la norma, como ya lo está, sino cuando su posibilidad ni siquiera exista en
la mente de policías, fiscales, jueces y funcionarios que se eduquen desde niños en una cultura que no la
tolere ni en su expresión más germinal.
Por primera vez desde el interior mismo de la Justicia surgen señales de aquellos malestares que, si
bien siempre existieron en algunos de sus integrantes, rara vez se tradujeron en manifestaciones públicas
de diferenciación concreta y sobre todo de impulso y anuncio de búsqueda de cambios profundos en su
funcionamiento.
La única Justicia verdaderamente democrática es la que acompaña los cambios que la comunidad reclama,
que la dirigencia política encabeza, y fundamentalmente, la que tiene en cuenta las necesidades de los sectores
más vulnerables de la sociedad. Es curioso que el poder tradicionalmente más reaccionario del Estado sea
el que tenga en sus manos la mayoría de las herramientas para el bienestar de la sociedad. Es por eso que
cuando la justicia no es social, no es justicia.
Es desde adentro y con aportes interdisciplinarios del exterior de la institución que se lograrán los
cambios que la comunidad viene reclamando desde hace tantos años como bálsamo irreemplazable para
atenuar aquella angustia primaria que refería Freud. Es cierto que la Justicia llega cuando los hechos ya
han ocurrido y el dolor es irreversible. Pero no es menos cierto que una mala actuación de los operadores
judiciales y policiales aumenta ese dolor. Por el contrario, la “buena” Justicia es reparadora para las víctimas
y sus familiares y sumamente preventiva para el resto de la comunidad que, a partir de fallos socialmente
justos, toma conciencia de que vivir en comunidad implica limitaciones que se originan en el derecho de
cada ciudadano que la integra.
El malestar actual en el interior mismo de la Justicia es el síntoma más importante de que estamos en el
camino correcto. Hasta hace pocos meses, la preocupación más grande en ese ámbito era el color de la lista
que ganaría las elecciones corporativas. Hoy, la preocupación es cómo dar la mejor respuesta a este debate.
Sentirse dolorido y aludido por cada marcha en reclamo de justicia, por cada grito de una víctima que maldice
a los jueces que fueron incapaces de comprender su dolor es el camino al bienestar. A ese bienestar que se
siente cada día al terminar una jornada de trabajo habiendo hecho lo correcto. Aunque eso correcto no les
guste a quienes están acostumbrados a disfrutar de los privilegios de una Justicia diferencial para ellos y una
para “los otros”. Si bien la responsabilidad de generar bienestar en la sociedad es de todo el Estado en su
conjunto, hoy es a la Justicia que se le reclama la mayor deuda. Los juicios por delitos de lesa humanidad son
quizá la prueba más clara de que están dadas todas las condiciones para comenzar a saldarla. Hoy la demo-
cratización de la Justicia no significa discutir solamente cuestiones técnicas como juicio por jurados o pago
de algún impuesto, sino además y fundamentalmente, qué clase de jueces, fiscales y defensores queremos.
Qué formación les exigimos, que grado de sensibilidad social es requisito para semejante responsabilidad. En
fin, de una buena vez, tenemos que definir hasta qué nivel de profundidad estamos dispuestos a discutir con
la única y esperable intención de lograr que la Justicia sirva inequívocamente al bien común. En la Argentina
actual, a mi entender, no hay excusa para no hacerlo.

23
Los desafíos de la reforma policial en la Argentina
Marcelo Saín
I

E l desafío más significativo de la gestión democrática de la seguridad pública y, particularmente, del


gobierno político de la misma no pasa por la simple elaboración de planes de reforma institucional ni
por la declamación de la necesidad producir esas reformas sino, más bien, por un cometido meramente
instrumental: construir la institucionalidad política que materialice el gobierno político de la seguridad y
viabilice las reformas democráticas del sector.
En el amplio espectro político democrático y progresista ya se sabe qué es lo que hay que hacer pero
se desconoce cómo y con qué hacerlo. Quizás ello responda a una razón fundamental y es que, entre los
sectores democrático–progresistas, ha primado históricamente una concepción pergeñada al amparo de
la lucha contra el Estado y no en el Estado. Durante la dictadura, los crímenes de lesa humanidad fueron
sistemáticamente cometidos por el Estado. En la democracia, los hechos de violencia institucional materiali-
zados en actos de tortura, desaparición forzada de personas y asesinatos cometidos por agentes policiales y
penitenciarios han sido prácticas habituales y generalizadas. La lucha por la defensa de los derechos humanos,
que ha sido el eje en torno de lo cual estos sectores conformaron su visión acerca de la seguridad, ha tenido,
en este contexto, al Estado como la instancia adversarial fundamental. He aquí el desafío más importante:
construir una institucionalidad política para el ejercicio del gobierno democrático de la seguridad pública
y, en ese marco, elaborar y poner en práctica una estrategia de poder en función de viabilizar las reformas
institucionales necesarias.

II

Gobernar la seguridad implica establecer un cuadro de situación de las conflictividades y problemáticas


delictivas existentes en un cierto espacio; determinar las prioridades para las intervenciones sobre las
conflictividades y delitos; llevar a cabo las estrategias institucionales tendientes a actualizar y modernizar los
dispositivos normativos y organizacionales de gestión institucional de la seguridad; y, finalmente, desarro-
llar las estrategias sustantivas sobre aquellas conflictividades y delitos tendientes a controlarlas mediante su
prevención, conjuración e investigación. En la democracia argentina, estas labores no fueron desenvueltas
por las autoridades políticas sino que fueron encomendadas y transferidas a las instituciones policiales, ya
sea de manera manifiesta o tácita. Y éstas las llevaron a cabo de acuerdo con los criterios, orientaciones y
modalidades de intervención autónomamente formulados por sus cúpulas institucionales, dando lugar a
una suerte de policialización de la seguridad pública.
De este modo, se configuró una modalidad particular de gestión política de la seguridad pública que ha esta-
do signada por el desgobierno político y la delegación de dicha gestión a las cúpulas policiales. Asimismo, ello
también implicó la delegación a las cúpulas policiales de la formulación y reproducción de las bases doctrinarias,
organizacionales y funcionales de las propias instituciones policiales así como de la conducción institucional y
operacional de las mismas. En razón de ello, la autonomía policial también implicó el autogobierno policial1.
Hasta la creación del Ministerio de Seguridad en diciembre de 2010, la Secretaría de Seguridad Pública,
principal dependencia abocada a la gestión política de la seguridad pública, constituyó una instancia de
gestión organizacional y funcionalmente devaluada. Nunca se la dotó de las estructuras organizacionales ni
los recursos institucionales necesarios para convertirla en el dispositivo eficiente y eficaz de conducción del
sistema de seguridad interior y, particularmente, del sistema policial federal. Sus bases organizacionales han
resultado generalmente endebles y anacrónicas para elaborar diagnósticos situacionales e institucionales
apropiados y para llevar a cabo el diseño, planificación, implementación y evaluación de las políticas, estra-
tegias y/o acciones de seguridad pública.
1 SAIN, Marcelo Fabián, El Leviatán azul: policía y política en Argentina, Siglo Veintiuno Editores. Argentina, Buenos
Aires, 2008, cap. 3.

24
Grupo San Martín Marcelo Saín

Este conjunto de deficiencias institucionales han impedido el desarrollo de abordajes integrales de las
problemáticas del sector, lo que se reflejó en la notoria ausencia de políticas de seguridad pública articuladas
básicamente en torno de estrategias de control de los delitos destinadas a la prevención, conjuración y punición
de las diferentes formas de la criminalidad en todas sus manifestaciones o de neutralización o atenuación de
situaciones y hechos de violencia vulneratorios de las libertades ciudadanas y los derechos humanos, así como
también en torno a estrategias institucionales que apuntaran a producir profundas reformas organizacionales
y funcionales orientadas a modernizar el sistema institucional de seguridad pública. Y también han favorecido
el mencionado autogobierno institucional de las policías y fuerzas de seguridad federales en cuyo marco,
salvo contadísimas excepciones, las estrategias, lineamientos y acciones operacionales rutinarias así como la
doctrina institucional, los procedimientos, la organización, la estructura de mandos, el despliegue de unidades
y de personal, la formación y capacitación del mismo, el sistema de control interno, la administración, las
relaciones institucionales, el desarrollo logístico y la adquisición de equipamiento e infraestructura, fueron
dimensiones formuladas, gestionadas y supervisadas exclusivamente por sus sucesivas cúpulas, sin ningún
tipo de conocimiento, injerencia y/o revisión de parte de las autoridades políticas del ramo.
La creación y puesta en funcionamiento del Ministerio de Seguridad ha significado un cambio sustantivo.
La ministra Nilda Garré manifestó claramente la necesidad de revertir la tendencia tradicional asentada en el
desgobierno político y la policialización de la gestión de la seguridad pública2. En ese contexto, reivindicó,
de movida, el “gobierno político de la seguridad pública” y el fin del predominio policial en la gestión de
estos asuntos y en la conducción autónoma de sus propias organizaciones.
En este contexto resulta fundamental avanzar en el fortalecimiento del dispositivo institucional del Ministe-
rio de Seguridad así como en la modernización y reforma del sistema policial federal en lo relativo a algunos
aspectos fundamentales tales como el rediseño de la organización y el funcionamiento de las policías y fuerzas
federales de seguridad; la administración general y la planificación estratégica del sector; la reestructuración
de la profesión y educación policial, entre otros.
En la actualidad, el principal desafío del Ministerio de Seguridad es constituir un dispositivo de gestión
política con la capacidad organizacional, administrativa e institucional de apropiarse integralmente para el
gobierno de la seguridad en lo atinente a la conducción de las policías y fuerzas de seguridad federales y al
desarrollo de un proceso de reformas policiales.

III
La reforma policial implica la construcción de nuevas instituciones policiales a partir de la reestructuración
de las viejas policías. Se trata de un complejo proceso de conformación de nuevas policías con los dispositivos
y recursos humanos, organizacionales, financieros y funcionales de las viejas policías.
Ahora bien, al respecto caben dos interrogantes fundamentales: ¿en qué consiste la reforma policial como
proceso de cambio organizacional complejo? ¿cuáles son las condiciones de desarrollo y profundización de
los procesos institucionales reformistas?
Una reforma policial configura un proceso diversificado y complejo de reestructuración doctrinaria,
orgánica y funcional asentado en un conjunto de cambios institucionales producidos en cinco dimensiones
fundamentales:
Las funciones de la institución policial y del trabajo policial, esto es, la labor institucional efectivamente
desempeñada por la policía mediante la determinación de las misiones institucionales fundamentales de la
misma.
La organización policial, dada por la estructura orgánica de la institución policial en su conjunto y los
dispositivos procedimentales de la misma, todo ello en función del perfil funcional adoptado y del desarrollo
de las labores básicas de dirección y administración, por un lado, y de operaciones policiales, por el otro.
La profesión policial, que abarca la modalidad de ingreso, el ingreso institucional; los derechos, deberes,
obligaciones y prohibiciones del personal policial; el escalafón policial y sus respectivos agrupamientos y
2 GARRÉ, Nilda, “Buscamos un cambio de paradigma en el tema de seguridad” (entrevista), en Debate. Revista Semanal
de Opinión, Buenos Aires, 20 de mayo de 2011.

25
Los desafíos de la reforma policial en la Argentina

especialidades, la carrera profesional del policía y sus perfiles básicos; los grados jerárquicos; el ejercicio de
la superioridad; la ocupación de los cargos orgánicos, las promociones y ascensos; el sistema de evaluación
profesional; el sistema de selección, el régimen de haberes y los subsidios; las licencias y las franquicias; los
reclamos y recursos, y el cese en la relación de empleo, entre otros.
La educación policial constituida por los diferentes parámetros e instancias de formación de base y de
capacitación profesional de la institución policial. El control policial, materializado en los dispositivos y
procedimientos de control funcional de abusos y acciones corruptivas así como de evaluación de desempeño
y de impacto del trabajo policial. Estas dimensiones son las instancias estructurantes de la institución policial
y, en consecuencia, un proceso de reforma policial supone el rediseño y reestructuración de las mismas.
El punto de partida es el diseño del perfil funcional de la policía, es decir, las funciones básicas que debe
detentar y desarrollar la policía y las diferentes especialidades policiales de resultan de esas funciones. De
esto deriva todo lo demás. El diseño del perfil organizacional de la institución dependerá del espectro de
funciones institucionales formuladas en la fase anterior. No hay modalidades de profesionalización policial
que sean universales, agnósticas e independientes del tipo de policía que se pretende conformar desde
el punto de vista funcional y organizacional. Esto es, el tipo de profesionalización depende del tipo de
policía —distinguido por especialidades y agrupamientos— adoptado. De ello, surgirán concretamente los
agrupamientos y/o escalafones y las carreras correspondientes a ellos, con sus propios grados jerárquicos,
modalidades de ejercicio de la superioridad, sistema de ascensos y promociones, sistema de selección y
de evaluación profesional, y régimen laboral3. En la secuencia siguiente, debe hacerse el diseño del perfil
educacional de la policía. Los parámetros y modalidades de formación y capacitación policial son específicos
y dependen del perfil profesional de cada especialidad. Las destrezas y competencias profesionales de base y
continuas son diferentes de acuerdo con esos perfiles profesionales especializados, o sea, cada especialidad
policial requiere de un tipo especializado de formación y capacitación, y ello sólo es posible de diseñarse
una vez que se hayan elaborado los perfiles profesionales de la policía. Finalmente, se debe llevar a cabo el
diseño del perfil de control de la policía. El sistema de inspección, fiscalización, evaluación y juzgamiento
administrativo del trabajo policial es también específico y diferenciado según las especialidades. En efecto,
las potencialidades, incentivos y condiciones habilitantes de prácticas o actos funcionales de carácter abusivo
o corruptivo derivan del tipo de trabajo policial articulado según las especialidades profesionales.
La gestión exitosa de las condiciones adversas requiere de la construcción de un relativo poder institucional
que deriva de la inteligente combinación de acciones en dos dimensiones básicas4:
La dimensión política en procura de la construcción de los apoyos y alianzas políticas brindadas al proce-
so institucional de reforma de parte del gobierno administrativo, el parlamento, los partidos políticos, las
autoridades judiciales así como por la sociedad civil, la prensa y las organizaciones no gubernamentales.
La dimensión organizacional orientada a la generación de apoyos y alianzas internas derivada de las inter-
venciones llevadas a cabo en el interior la institución policial en cuanto a los mandos superiores y al personal
medio y subalterno, siempre en procura de doblegar las resistencias y construir alianzas.
El desempeño político eficaz en estas dos dimensiones es fundamental debido a que en todo proceso de
reforma policial, las alianzas y apoyos políticos, institucionales y organizacionales son generalmente tenues
y fugaces, mientras que los actores internos y externos favorables al fracaso del proceso reformista y a la
reproducción del esquema institucional tradicional son relevantes y activos.

3 Por ejemplo, un policía de seguridad preventiva desarrolla un conjunto de labores sustantivamente diferente del que
desarrolla un policía de seguridad compleja abocado a la identificación y conjuración de organizaciones criminales complejas.
El policía de seguridad preventiva puede especializarse, a su vez, en diferentes labores, tales como patrullamiento o control
preventivo, mantenimiento del orden público u operaciones especiales. Cada una de estas especialidades deben componer
agrupamientos y/o escalafones diferenciados en cuyo marco se deberían estructurar carreras profesionales diferentes y especia-
lizadas.
4 Este esquema, al que se añade la dimensión estratégica abordada más arriba, es una adaptación de: MOORE, Mark,
Gestión estratégica y creación de valor en el sector público, Paidós, Barcelona, 1998.

26
Grupo San Martín Marcelo Saín

Para abordar de manera más adecuada el desarrollo de un proceso reformista, debemos asumir que éste
sólo es posible si es diseñado, conducido y evaluado por las autoridades superiores del Gobierno, lo que
requiere de:
La manifestación y el activo desarrollo de una clara y firme voluntad política de conducción institucional
de la seguridad pública y, especialmente, del proceso de reforma policial; los necesarios conocimientos técni-
co–profesionales sobre los asuntos de la seguridad pública y, en particular, aquellos referidos a la reforma
institucional de referencia; la ineludible aptitud operativo–instrumental para diseñar, implementar y evaluar
eficientemente las políticas y estrategias de reforma policial.
Por lo tanto, la reforma policial tiene como primer y principal componente la construcción y/o vigorización
de las instancias gubernamentales específicamente abocadas al gobierno de la seguridad pública y, en su
marco, a la dirección y desarrollo de la reforma policial.
Si el conjunto de estos aspectos o la mayoría de ellos son desarrollados por las propias cúpulas policiales
entonces se perpetúa el autogobierno policial. En cambio, si los gobiernos políticos conforman —aunque sea
de manera paulatina e inicialmente rudimentaria— ciertas capacidades institucionales mediante las cuales
estas labores comienzan a ser ejercidas, coordinadas y/o supervisadas por los funcionarios políticos abocados
en la gestión de la seguridad, el autogobierno policial empieza a diluirse y la política comienza a apropiarse
de la conducción de esas policías.

IV

En la Argentina, hay una cuestión fundamental respecto de la reforma policial: reformar la policía supone
reformar la política o, más precisamente, reestructurar las modalidades tradicionales de vinculación esta-
blecidas entre la clase política y, más específicamente, las autoridades gubernamentales, por un lado, y la
institución policial, por el otro5.
Pero lo más importante es aquello a lo que menos se le presta atención, ya sea por desconocimiento, por
temor o por ser progresista de manual con ataques de pánico a los cambios reales.
En primer lugar, tener claro que una reforma policial es un cambio organizacional integral, de realización
gradual o por choque, pero que implica la reestructuración de las funciones, la organización, las bases
profesionales, la educación y el control de la institución.
En segundo término, detentar una estrategia de poder que viabilice el proceso reformista, combinando
inteligentemente el diseño estratégico antes señalado con la gestión política y la gestión organizacional.
Y, en tercer lugar, saber que lo primero y más importante que hay que realizar, junto con el diseño institu-
cional de reforma policial, es la conformación de un dispositivo de gestión política — constituido con políti-
cos y funcionarios— con significativos conocimientos técnico–profesionales sobre los asuntos referidos a la
reforma institucional de la policía y con amplia capacidad operativo–instrumental para diseñar, implementar
y evaluar eficientemente las políticas y estrategias de reforma policial. Sin esto, aunque haya voluntad política
presidencial y una clara intencionalidad ministerial a favor del cambio institucional en las policías, no habrá
reforma policial y triunfarán los conservadores con uniforme y sin uniforme.

5 He abordado estos aspectos en: SAIN, Marcelo Fabián, El Leviatán azul…, op.cit., cap. 5, y SAIN, Marcelo Fabián, La
reforma policial en América Latina…, op.cit., cap. 3.

27
Procesos Legislativos, reconocimiento de derechos y
Administración de Justicia
Gabriel Vitale

P reviamente al abordaje del presente artículo, debo expresar el ineludible agradecimiento a este colecti-
vo de pensamientos por los encuentros realizados en la localidad de San Pedro, la Universidad de San
Martín y la Facultad de Ciencias Económicas (UBA); encontrando su concreción en este proyecto de múlti-
ples reflexiones. Los espacios generados y el intercambio de ideas, no fueron casuales; sino que sintetizaron
diferentes miradas involucradas en la realidad actual.
Esta disciplina de buena política, superadora de la simple imagen positiva, se construye como actividad
ideológica en la toma de decisiones de un grupo, para alcanzar la integración de objetivos comunes. En este
sentido, varios de los exponentes han reflexionado sobre la trascendencia de la democracia para la vida social.
Democracia, como cultura en construcción, como práctica ascendente en el reconocimiento de libertades,
pluralismo y tolerancia.
Esta consolidación del sistema ha resonado en el Congreso y sus múltiples representaciones. La amplia-
ción de derechos promovida como política pública, favoreció la discusión de los sectores más vulnerables.
Los derechos de las minorías son prioridad en la construcción democrática. La nulidad de las Leyes de
Obediencia Debida y Punto Final, la Asignación Universal por Hijo, las Leyes de Matrimonio Igualitario y
de Identidad de Género, el castigo al trabajo infantil, el reconocimiento de los derechos de las empleadas
domésticas, el presupuesto educativo, la Ley de Educación Sexual, el voto optativo de los jóvenes a los 16
años, la Ley de Medios Audiovisuales, son sólo algunas citas de la actividad combinada del Poder Legislativo
y el Ejecutivo Nacional.
Este proceso de crecimiento en materia de derechos humanos, ha reconquistado a la población con las
instituciones más rígidas del Estado. De alguna manera, el entrecruzamiento de la sociedad y el Estado
debe producir modificaciones. En este proceso, el reconocimiento de los derechos realizado por el Poder
Legislativo y el Poder Ejecutivo, debe ser cumplimentado, ineludiblemente por la Administración de Justicia.
La vigencia de los derechos elementales de la sociedad, se encuentran a prueba en el campo de la Justi-
cia. Los compromisos sellados en la Constitución Nacional, tensionan en su aplicación con la cotidianidad,
debiendo transformarla y para restaurar los derechos vulnerados.
La validez y operatividad de los tratados internacionales, las convenciones, las declaraciones, las leyes
nacionales y provinciales, se encuentran a prueba por las respuestas otorgadas en la Justicia, ya que frente
a la vulneración o violación de algún derecho especialmente reconocido, se genera la expectativa social de
recupero. Esta reparación debe realizarse en el terreno del Poder Judicial, con imparcialidad, neutralidad y
respeto a los derechos humanos.
Lo cierto es que, no todos los operadores judiciales se encuentran preparados para abordar las proble-
máticas enunciadas y ante la situación concreta, se replica con recetas genéricas situaciones especialmente
particulares. Es por ello que, ante la situación disímil reconocida en la legislación específica, siendo inter-
pretada de manera universal, sin el detenimiento ni la comprensión precisa de la problemática, se vuelve a
la violación o vulneración del Derecho.
La consecuencia obligada, reitero, es el sostenimiento de la violación de ese Derecho, la falta de compren-
sión humana y jurídica por parte de la Administración de Justicia y la sensación de insatisfacción social.
El desafío que debemos plantearnos, los empleados, funcionarios, jueces, asesores, defensores y fiscales
es cómo superar estos obstáculos, y generar respuestas exclusivas y representativas a estas situaciones.
Si los operadores públicos del sistema no estamos preparados, las instituciones que integramos no lo esta-
rán y en consecuencia, la legislación que aborda el reconocimiento de derechos, se encontrará en cotidiana
violación por falta de operatividad efectiva.
Una de las consecuencias más comunes, es volver al terreno legislativo y ejecutivo, para lograr obtener

28
Grupo San Martín Gabriel Vitale

nuevas herramientas que sean bien interpretadas por la administración de Justicia y lograr la eficiencia deseada
primigeniamente. Como operadores sociales, debemos ubicarnos como intermediarios y facilitadores en la
comprensión del sistema de derechos humanos, para favorecer el acceso efectivo de la sociedad a la Justicia.
Entiendo que las Universidades, por su historia y recorrido, son el campo con mayor aptitud para analizar
y debatir los conectores del binomio, Sociedad y operadores. En este espacio podemos revaluar el desarrollo
y recorrido social, los impedimentos e inconveniente en la operatividad y las propuestas para superarlos.
La Universidad debe ser el espacio interdisciplinario para compartir el tránsito de la política, organizar y
potenciar el saber dinámico. Esto debe ser parte de un proyecto político, que aproxime la Universidad, sin
menoscabar su autonomía, a construir igualdad, promover los derechos humanos y construir justicia.
Debemos descomponer y detallar cada uno de los espacios gubernamentales, universitarios, no guberna-
mentales y autónomos, para analizar, diagnosticar y generar coincidencias, y establecer la corresponsabilidad
en la construcción de un proyecto común en las políticas públicas.
Este valioso proceso de reflexión colectivo en el marco del Grupo San Martín, es una política de recono-
cimiento de derechos, construyendo prácticas y estableciendo prioridades.
Nos encontramos en el momento exacto, por comprensión histórica y por decisión política, de lograr
esa transformación social, ese cambio cultural, en la efectividad de los derechos humanos, garantizando el
acceso a la Justicia y la democracia.

29
Fascículo 4
Una economía para el desarrollo con Justicia
Social
Autores: (en orden alfabético)

Ricardo Angelucci
Alberto E. Barbieri
Eric Calcagno
Darío Golía
Mariano Lamothe
Carlos Leyba
Mario Rapoport
Índice

Prólogo
Julián Domínguez - Norberto Liwski .................... 3

Presentación.................... 4

Repensando la economía desde la soberanía política


por Ricardo Angelucci .................... 5

Marco de referencia para el debate económico


por Alberto E. Barbieri.................... 8

Excedentes económicos en los diferentes modelos de apropiación


por Eric Calgano.................... 10

Análisis de las inanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires


por Darío Golia.................... 13

Introducción a los desafíos iscales con foco en la Provincia de Buenos Aires


por Mariano Lamothe .................... 25

La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación


por Carlos Leyba.................... 29

Economía Argentina: mitos y modelos económicos en perspectiva histórica


por Mario Rapoport.................... 39

—Las opiniones expresadas en estos artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores—
Ricardo Angelucci
Contador Público Nacional graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Fue Presidente del Centro de Estudiantes
de la Facultad de Ciencias Económicas desde el retorno de la democracia hasta 1985. Ejerció como docente de esta
Universidad y de la Universidad Tecnológica Nacional. Fue Asesor del Directorio del Banco de la Provincia de Buenos
Aires de 1992 a 1998. Posteriormente ejerció funciones en el Programa de Descentralización Municipal de La Matanza
hasta el año 2002. Fue Presidente del Mercado Central de Buenos Aires de 2002 a 2007. Subsecretario de Producción
Económica y Desarrollo Rural del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires (2007–2009) Director
General de Administración del Ministerio de Agricultura de la Nación (2009–2011) Actualmente ocupa el cargo de
Secretario Administrativo de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Alberto E. Barbieri
Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires desde abril de 2010 hasta marzo de 2014. Decano de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de Buenos Aires por el período 2006–2010. Reelecto por el período 2010–2014 Doctor por la
Universidad de Buenos Aires en el área Administración y Contador Público. Master en Dirección y Administración de Empresas
–Escuela Europea de Negocios–Madrid–España. Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de
Buenos Aires en Administración de la Salud, ha sido Profesor de la Universidad Católica Argentina y de la Universidad Nacional
de Lomas de Zamora. Director de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad de Buenos Aires. Director de la Maestría en
Administración Pública de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos.

Eric Calcagno
Se graduó de licenciado y magister en sociología en la Sorbonne de París. Fue Consejero en la Unidad Central de
Cooperación y Financiamiento Externo de la Provincia de Buenos Aires; Consultor en el Ministerio de Salud y Acción
Social de la Nación y del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires. Fue Director Ejecutivo del “Programa
de Apoyo a la Reconversión Productiva” (PARP) y del “Programa de Apoyo para la Empleabilidad de los Jóvenes” (PAPEJ)
en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Fue Embajador Extraordinario y Plenipotenciario Argentino en Francia. En
2007 asume como Senador Nacional por la Provincia de Buenos Aires en reemplazo de Cristina Fernandez de Kirchner.
En 2011 es elegido Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires.

Dario Golia
Abogado, nacido en Chacabuco, Buenos Aires, el 4 de enero de 1972. En 2003 se presenta para el cargo de Intenden-
te de la ciudad de Chacabuco, accediendo al gobierno municipal. En los comicios de 2007 vuelve a postularse para
renovar mandato lográndolo con el 53,84% de los votos. En 2011 decide lanzar su candidatura a Diputado Provincial
por el FpV, accediendo a la banca que actualmente ocupa.

Mariano Lamothe
Licenciado en economía UNLP. Posgrado en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. Participó en varios proyectos de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, Ministerio del Interior. Desde el año 2005 se desempeña como coordinador
del equipo técnico de abeceb.com, liderando las líneas de análisis económico permanente que desarrolla la consultora.

Carlos Leyba
Es licenciado en Economía Política en la Universidad de Buenos Aires. Es profesor regular titular de Sistemas Econó-
micos Comparados de la Facultad de Ciencias Económicas de esa Universidad. Fue director de la carrera de Economía
de la UBA, presidente del Fondo Nacional de las Artes y coordinador del Programa Argentino del Desarrollo Humano
elaborado por el Senado de la Nación y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Mario Rapoport
Licenciado en Economía Política (UBA) y Doctor en Historia (Universidad de París). Investigador Superior del CONICET.
Profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires. Profesor honoris causa de la Universidad Nacional de San Juan.
Premio Bernardo Houssay a la investigación cientíica, CONICET. Premio democracia 2013, en la categoría pensamiento
argentino. Autor de más de 20 libros y 300 artículos sobre problemas económicos, políticos y sociales.

2
Prólogo
Al iniciarse el año 2013 el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dr. Julián Domín-
guez consideró la necesidad de constituir un espacio de análisis de la realidad Argentina y particularmente
de la Provincia de Buenos Aires en el contexto de un profundo compromiso con el desarrollo del Proyecto
Nacional, Popular y Democrático inaugurado por el Presidente Néstor Kirchner y continuado con un amplio
respaldo de la sociedad argentina por la Presidenta Cristina Fernández De Kirchner.
Un conjunto de académicos, investigadores, legisladores, dirigentes sociales, empresarios, trabajadores y
comunicadores fueron convocados a constituirse en protagonistas activos de un proceso colectivo de aportes
temáticos que enriquecieron el debate en las diferentes áreas y que se sintetizan en este momento histórico
conluyendo con el Bicentenario de la Independencia de la Patria.
El trabajo que a continuación se presenta forma parte de una publicación conformada por siete fascículos
que reúnen la totalidad de las contribuciones que se han volcado durante los encuentros desarrollados a lo
largo de 2013. Los mismos reconocen diversidad de enfoques siendo el contenido de cada uno de ellos la
expresión directa de cada autor con plena autonomía y en consecuencia, sin necesidad que la misma releje
la opinión colectiva del Grupo San Martín.
Corresponde señalar el reconocimiento hacia cada uno de los participantes del Grupo San Martín asumien-
do que su generoso y solidario esfuerzo contribuirá, como hemos dicho, a enriquecer los aportes para el
Bicentenario de la Patria.
Dr. Norberto Liwski
Coordinador

El Segundo Centenario de la Independencia de la Patria nos hace reairmar que la política es vocación de
servicio y que, como tal, supone un llamado a aportar ideas que puedan fortalecer tanto el presente como
lo que legamos a nuestros hijos.
Nosotros, como generación, recibimos un país que no tenía identidad, un país que había quebrado su
futuro y su ilusión. Habíamos perdido lo más sagrado que puede perder un hombre y un pueblo: la capacidad
de decisión para lograr que las cosas cambien.
Esto dejó de ser así a partir de la contribución patriótica que hizo Néstor Kirchner y a través del liderazgo
de Cristina. Nos queda como desafío cambiar las cosas que todavía nos duelen. Este proyecto político no
debe detenerse y debe renovar sus desafíos permanentemente.
Tenemos la obligación de pensar la política desde el lugar que nos corresponde, y para ello es necesario
construir una mirada de largo aliento. Nos une la certeza de que el tiempo es superior al espacio. Nuestro
deber es tener una visión en perspectiva para una gestión política que cobra un sentido en el presente,
porque mira hacia el futuro.
No creo en los modelos, porque que los modelos son cerrados y estáticos. Creo en este proyecto político
en el que nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner todos los días nos sorprende con un nuevo
desafío. ¿Por qué? Porque un proyecto como este tiene un origen pero también tiene una inalidad y objetivos
bien claros: la igualdad, la promoción de los derechos humanos, la construcción de la justicia social en su
sentido más amplio y la reairmación soberana de ser artíices de nuestro destino nacional.

Julián A. Domínguez
Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Diciembre de 2013

3
Presentación
Colaboración de UNSAM

Hasta el año 2003 el pensamiento hegemónico en materia económica condicionaba el “éxito del país”
al cumplimiento de una serie de metas macroeconómicas. Su cumplimiento, por otra parte, involucraba
mantener la “disciplina” iscal, un eufemismo que invisibilizaba su verdadero objetivo político: contar con
un superávit iscal suiciente como para afrontar los pagos externos.
La recuperación del trabajo y la producción, el consumo interno y las exportaciones, de la mano de una
mejora constante en todos los indicadores del bienestar social sólo pudieron lograrse gracias a la irme
decisión política de reincorporar al Estado como actor central del sistema económico, dotándolo de nuevas
capacidades para trazar el rumbo de un sendero de desarrollo con inclusión y justicia social. La nacionaliza-
ción de recursos estratégicos, el desendeudamiento para la autonomía económica y la soberanía política y la
defensa de la producción y del empleo fueron los principales ejes articuladores en estos últimos diez años.
Estamos convencidos del rumbo elegido y asumimos los nuevos desafíos que surgen a medida que se
intenta profundizarlo; los aportes que componen este capítulo relexionan al respecto de ello.
Ricardo Angelucci presenta la idea de la soberanía política en las decisiones económicas impulsadas desde
el 2003; así como la necesidad de una mayor intervención estratégica del Estado, a partir una planiicación
territorial y siendo motor de la inversión en los sectores claves, para un desarrollo nacional y regional cada
vez más equilibrado.

Alberto E. Barbieri airma que la economía es una ciencia social y por lo tanto debe estar al servicio del
hombre. Asimismo propone que el capital debe estar direccionado a la creación de trabajo, y la política
económica debe promover la ampliación de las actividades productivas y la equidad distributiva.

Eric Calcagno analiza el concepto de excedente económico y su apropiación, proponiendo que el redirec-
cionamiento del mismo es un elemento fundamental para la disminución de la desigualdad.

Darío Golía realiza un exhaustivo análisis de las inanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires, mostrando
la evolución de los recursos y gastos, estructura de la recaudación y resultados inancieros.

Mariano Lamothe analiza los principales desafíos de las inanzas provinciales con énfasis en la Provincia
de Buenos Aires, destacando las diversas modiicaciones en el esquema de coparticipación.

Carlos Leyba analiza la evolución de la deuda externa argentina, su relación con los modelos económicos
de cada período histórico y su vinculación con la noción de Estado y el concepto de Nación.

Mario Rapoport presenta los mitos y modelos económicos en perspectiva histórica detallando las implicancias
de cada uno de ellos para el país y su población. Finalmente realiza un análisis de las políticas económicas
de la última década.

4
Repensando la economía desde la soberanía política
Ricardo Angelucci

E n el año 2003 se ha iniciado una nueva etapa de desarrollo económico con inclusión social que se enmarca
en las mejores tradiciones de la doctrina justicialista. La larga noche neoliberal iniciada en marzo del 76
y profundizada en los 90, avanzó en el desguace del Estado y su reducción a la mínima expresión; la aper-
tura económica indiscriminada, la liberalización inanciera, el crecimiento exponencial de la deuda externa
y la reprimarización de la estructura productiva, nos condujo a una de las peores crisis de nuestra historia y
sumergió en la pobreza a más de la mitad de nuestros compatriotas con el estallido de la crisis del 2001. Ésta
crisis puso en cuestión postulados que habían sido presentados y aceptados por muchos actores políticos
como paradigmas irrefutables. La recuperación de la discusión política y económica puso nuevamente en el
centro de la escena el proyecto de desarrollo que cada uno pretende para nuestro país.
A lo largo de nuestra historia podemos observar distintos modelos políticos y económicos que dieron
sustento teórico a las políticas implementadas. Detrás de la aparente solvencia del pensamiento elaborado
por los sectores hegemónicos, se escondían y esconden simpliicaciones teóricas elaboradas para facilitar
la comprensión y la “deglución” de una realidad política, social y económica que les resulta funcional a los
intereses de estos sectores.
A partir del estallido de la crisis del 2001 y de la recuperación de proyecto nacional y popular, se plantea
una ruptura respecto a los paradigmas económicos establecidos a través de los cuales se pretenden deinir
determinados patrones de acumulación y de distribución. Y es esta la gran discusión económica, deinida y
escrita hace ya dos siglos y cuyas interpretaciones han dado lugar a las distintas vertientes del pensamiento
económico posterior. Cómo se acumula, quién acumula y cómo se distribuye; es allí donde radica el rol
central del pensamiento y la acción política para deinir en favor de quiénes se toman las decisiones.
Analizar cómo se había llegado a una situación determinada y cuáles serían las eventuales políticas a desa-
rrollar para superarla, plantea una cantidad de discusiones vinculadas a los diversos modelos económicos.
La multiplicidad de fenómenos como el crecimiento, el trabajo, la producción, la pobreza, la desigualdad, se
pueden considerar de diferentes maneras, realizando diagnósticos disímiles y hasta opuestos, que generan
diferentes medidas de política si son analizados desde una corriente de pensamiento o desde otra.
Un ejemplo concreto permite graicar lo mencionado: observemos cómo dos corrientes de pensamiento
distintas abordan una misma cuestión tan fundamental como es el rol del Estado. Según el neoliberalismo
la intervención estatal debería restringirse a la mínima expresión. Es el mercado el que asigna los recursos
de manera más eiciente, de lo contrario, se generarían distorsiones que según esta corriente, perjudica el
libre desarrollo del individuo. Por otro lado, desde una visión keynesiana, el Estado desempeña un papel
fundamental en la promoción el desarrollo económico y social, mediante una fuerte intervención.

La economía, al tratar con sujetos en una dimensión espacio–tiempo determinada, nunca puede ser una
ciencia exacta y la subjetividad en la interpretación de la realidad se transforma en un elemento fundamental.
Desde nuestro pensamiento entendemos que la economía es una ciencia social, y que la aplicación de un
modelo económico no es aséptica, sino que posee un fundamento ideológico más o menos explícito y por
tanto comprende y opera sobre la realidad de una forma determinada, afectando de forma asimétrica a los
distintos actores de una sociedad, nuestra historia es testigo de ello.

¿Cuál ha sido la característica fundamental de nuestro gobierno? Más allá de las diferentes medidas que
han sido llevadas adelante en materia económica, el elemento fundamental estuvo dado por una decisión que
coniguró un sello de época; tanto en la presidencia de Néstor Kirchner como en la de Cristina Fernández
se ha puesto a la política como núcleo central y ordenador en la toma de decisiones. La economía ha dejado
de ser el eje para ser un instrumento más al servicio de la construcción del bien común. Como sociedad
hemos vuelto a poner en valor a la política como la principal herramienta de transformación para avanzar

5
Repensando la economía desde la soberanía política

hacia un mayor desarrollo económico pero con inclusión. Es en el ámbito político donde se expresan en un
grado de equidad los intereses, pujas, aspiraciones y demandas de los distintos sectores de la sociedad, ya
que a la hora del voto, todos los ciudadanos somos iguales.

En cambio la estructura económica expresa las desigualdades acumuladas a lo largo del tiempo donde
distintos actores tienen grados de poder y capacidad de inluencia disímiles. Cuando es la economía la que
deine la política, las decisiones que emergen de éstos ámbitos se traducen en la representación y la defensa
de los intereses de las minorías que han acumulado privilegios a lo largo de la historia. Desde 2003 se ha
retomado la senda de los proyectos populares que a lo largo de la historia han colocado nuevamente a la
política como el ámbito que determina la dirección que asumimos como sociedad, y esta decisión debe ser
sostenida para garantizar que el rumbo sea el que deine el pueblo mediante la elección de sus representantes,
y no el de las minorías privilegiadas.

Se ha puesto en valor el concepto de la economía social deinido por Perón, donde el capital debe estar
al servicio de la economía y la economía al servicio del hombre. Y es en este sentido donde el rol del Estado
es central para nuestro proyecto nacional ya que como decía Jauretche, la economía moderna es dirigida: o
la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos.

Solo en los escasos interregnos de gobiernos populares la fuerte intervención del Estado en la economía
permitió que se diera un proceso de crecimiento sostenido, acompañado de una transferencia de ingresos
hacia los sectores populares. Fue el peronismo quien impulso el surgimiento de un Estado que por primera
vez modiicaba el patrón de distribución de la riqueza a favor de los más humildes, y a partir del 2003 hemos
retomado esa senda.

Es durante los primeros mandatos de Perón que el salario real crece en más de un 30% y cuando los traba-
jadores alcanzaron una participación en el producto bruto del 49% (situación que recién fue recompuesta
a niveles similares (45%) por los gobiernos de Néstor y Cristina); pero también fue en aquel período donde
se garantiza una educación universal y gratuita, el acceso a la salud pública para todos los argentinos y la
intervención del Estado en el proceso de inversión más importante de la historia argentina que garantizó el
acceso a bienes públicos a la mayor parte de nuestra población. La instauración de la Asignación Universal
con más de 3 millones de beneiciarios, la recuperación del sistema de reparto con la inclusión de miles
de adultos mayores, el incremento de la jubilación mínima, la recuperación de YPF, la re-estatización de
la administración del sistema de jubilaciones y pensiones, la creación de universidades nacionales y de un
Ministerio de Ciencia y Tecnología y la recuperación de la inversión pública que se dio desde el 2003 a la
actualidad, signiican la recuperación de las mejores banderas de un proyecto político que garantiza derechos
y permiten mejorar las condiciones de vida de los sectores más postergados de la sociedad.

Para hacer más evidente la contraposición con estos grandes movimientos de mejora en las condiciones
de vida del pueblo, durante la dictadura cívico–militar, la participación de los trabajadores se redujo a un
22% hacia ines del año 1982, no por efecto de la casualidad sino como producto deseado de un plan siste-
mático de reducción de derechos de los sectores asalariados y que se evidencia con una reducción del 40%
del salario real durante 1977.

La discusión planteada a lo largo de la historia desde el liberalismo económico —que hoy ha encontrado
nuevos representantes— oponiéndose a un Estado que intervine activamente en la economía, debe hacernos
relexionar que el Estado siempre interviene, haciendo o dejando hacer. Durante los años en que se impuso
el neoliberalismo en nuestro país se intervino, no haciendo en favor de los sectores más postergados y los
trabajadores y favoreciendo a los sectores dominantes.

6
Grupo San Martín Ricardo Angelucci

Es por eso que si queremos profundizar el camino iniciado y avanzar hacia un desarrollo integral como
sociedad, necesitamos de un Estado más fuerte y eso implica no solo mayor presencia sino mayor eicacia y
agilidad. En este sentido el gran desafío, es reconstruir una cultura del Estado que piense en clave del bien
común y en la grandeza de la Nación.

A pesar de los grandes cambios de esta década, seguimos teniendo un Estado aun desarticulado y conser-
vador en sus estructuras intermedias. Los años de neoliberalismo han dejado una marca en la estructura
social en general y en la estatal en particular y modiicar esta situación es un desafío central en el marco del
Bicentenario de la Independencia.

El pensamiento colonialista en lo económico también tiene una visión del Estado puesto al servicio de
sus intereses inmediatos. Un Estado construido no en términos de integración y de universalidad sino en
términos sectoriales e individualistas. Las minorías privilegiadas han sabido muy bien cómo manejarlo, en
ocasiones generando las crisis que permitían una brutal transferencia de ingresos en su beneicio, concibiendo
al Estado como instrumento de dominación.

Una buena discusión que aún nos debemos como sociedad es sobre la estructuración y actuación de las
clases dirigentes/dominantes a lo largo de nuestra historia. Quizás esa dualidad donde la dominación se ha
impuesto a la dirección, permita vislumbrar las conductas de una clase social rentística y muy poco proclive
a la inversión que ha generado una estructura disfuncional en nuestro país. La magnitud de los desafíos
que tenemos por delante necesita de un proceso constante y sostenido de inversión; no podemos pasar por
alto que a lo largo de la historia argentina el impulsor de la misma ha sido el propio Estado y que para ello
debemos reconstruir sus capacidades.

Debemos terminar con la falacia de que las buenas oportunidades o la seguridad jurídica, generan las
condiciones para la inversión. En buena parte de nuestra historia y bajo diversos regímenes políticos, la
inversión, sea extranjera o nacional, estuvo dominada por una cultura rentística. Y ello es así porque el
sector social que detenta la apropiación del excedente generado por nuestra economía ha sido el que se ha
conformado a partir de la estructura dominante del país.

Es entonces imprescindible que sea el Estado el que vuelva a pensarse, a partir de una planiicación
territorial estratégica y siendo motor de la inversión en cada uno de los sectores considerados claves para
un desarrollo nacional y regional cada vez más equilibrado. Debemos recuperar la capacidad de planiica-
ción del Estado; una planiicación que sea integral, que piense todas las regiones pero también en todos
los habitantes. Luego de una de las peores crisis de la historia argentina, podemos caracterizar al período
2003–2007 como de reconstrucción nacional mientras que desde el 2007 en adelante hemos transitado la
institucionalización y profundización de un proyecto nacional. La Argentina del Bicentenario nos convoca a
pensar los próximos 50 años y es en ese sentido que debemos avanzar hacia una nueva etapa de planiicación
integral en pos de un desarrollo socio–territorial cada vez más inclusivo, armónico y equilibrado. Para su
ejecución necesitamos la coordinación de un nuevo Estado que releje en cada una de sus estructuras un
pensamiento estratégico nacional, la vocación de servicio de sus dirigentes, la búsqueda del bien común y
la férrea voluntad de avanzar cada día hacia una sociedad más igualitaria.

Los cambios experimentados a lo largo de la década han dejado un punto de partida extraordinario en
el camino hacia el desarrollo deseado. Queda mucho por hacer, y grandes desafíos tenemos por delante.
Parafraseando a Gramsci, debemos encararlos con el pesimismo de la inteligencia, pero con el optimismo de
la voluntad, esa voluntad política que ha expresado el pueblo argentino y nos demanda día a día una Patria
políticamente soberana, económicamente independiente y socialmente justa.

7
Marco de referencia para el debate económico
Alberto E. Barbieri

L a Facultad de Ciencias Económicas, en el Centenario de su creación, recibe con agrado al Grupo San
Martín constituido como un ámbito de relexión sobre la realidad de nuestro país y potencial cantera de
un pensamiento nacional.
Como dijera nuestro Papa Francisco, la Patria es un don y la Nación una tarea. Y no es sólo un suelo o
recursos naturales. Es fundamentalmente la existencia de un Pueblo que ama, trabaja fecundamente, tiene
dignidad, reconocimiento de su origen en la diversiicación constituyente, que tiene esperanza, solidaridad
y que se organiza libremente para el bien común. Tiene origen, al que pertenece y objetivo en el que se
reconoce como futuro.
Los cambios del siglo xx condujeron a un desarrollo de la organización de la sociedad compleja pero al
mismo tiempo injusto y con grandes diicultades para los países en vías de desarrollo. El siglo xxi representará
un mayor desafío.
El inicio del siglo se caracteriza por la crisis inanciera y comercial de la globalización, por la preocupación
mundial por el cambio climático, el cuidado ambiental de nuestro planeta y la necesidad de crear nuevos
paradigmas en el uso de la energía y todo ello, en un escenario donde persisten las grandes diferencias de
desarrollo entre las diferentes regiones del mundo.
En ese sentido, la Facultad de Ciencias Económicas ha contenido a diferentes actores de esos cambios
y recoge todas las inquietudes intelectuales honestas que contribuyan a encarar los futuros desafíos para
alcanzar un país justo, libre y soberano.
Para alcanzar ese tipo de sociedad justa, los recursos naturales y de capital y los bienes que constituyen el
patrimonio de un país –sea quien sea su titular– deben ser utilizados para el bien de todos, para el bienestar
de su población y el engrandecimiento de la Patria.
La economía es una ciencia social y por lo tanto debe estar al servicio del hombre. El capital debe estar en
dirección de crear trabajo y no de explotar al hombre y la política económica, para lograr una auténtica paz
social, debe promover la ampliación de las actividades productivas y la equidad distributiva.
En este sentido, tal como se planteara en la encíclica Laborem Exercens, “se debe contribuir a que se
multipliquen las inversiones productivas y los puestos de trabajo, a que se promuevan formas adecuadas
de participación de los trabajadores en la gestión y en las utilidades de la empresa, y a que se abran cauces
que permitan un mayor acceso de todos a la propiedad, como base de una sociedad justa y solidaria”.
Los pensadores sociales latinoamericanos, tanto en el campo de la economía como de la política o la
sociología, libraron una permanente batalla haciendo saber las particularidades de las economías subdesa-
rrolladas, sus problemas especíicos y por lo tanto sus soluciones apropiadas.
El neoliberalismo, el Consenso de Washington y una fuerte corriente tecnocrática, trajeron el planteo del
in de las ideologías y el comienzo de un mundo sin fronteras, con prescindencia de los Estados intervinientes
en los conlictos de intereses sociales y económicos, y fundamentalmente el reinado del dinero como un
articulador del funcionamiento económico internacional.
En ese marco, en los comienzos en los ines del siglo xx, una singular especie que se alimenta de los ciclos
de depresión de la economía, nació a la sombra del capitalismo neoliberal, aunque es la negación del capi-
talismo productivo ya que se limita a transacciones especulativas, sin participación en la economía real: se
los conoce como “fondos buitre”, porque sobrevuelan a sus presas, para lanzarse sobre sus restos mortales,
ya sean despojos de una empresa en extinción o de un país deudor.
Son efectos indeseados de la globalización de los mercados. No distinguen entre empresas irresponsables
y naciones indigentes. El método consiste en comprar en el mercado secundario las deudas de países en
desarrollo, cuando su valor es irrisorio por el riesgo de default, y a continuación obligarlos por vía judicial
a reembolsar el importe inicial más intereses y gastos.
Es por ello, que dentro del amplio marco ideológico que se discuten las ideas económicas es que debemos

8
Grupo San Martín Alberto E. Barbieri

prestar atención a esta gran divisoria de aguas entre los que prestan atención fundamental a la creación de
la riqueza y a la producción en función del bienestar de la sociedad en su conjunto de aquellos que parten
de la abstracción de la especulación inanciera aún cuando ésta termine en pobreza y atraso social.
La realidad argentina y sudamericana está abriendo a una nueva visión de nuestra sociedad y sus realidades
regionales.
La Facultad a través de sus centros de investigación y sus profesores e investigadores tiene un voluminoso
desarrollo de esas ideas de construcción de un país mejor dentro de un espectro muy amplio de ideas y
propuestas.
Este grupo de relexión podrá intercambiar ideas que serán seguramente recogidas por todos aquellos
que entienden que ser dirigente —el padre en el hogar, el educador en la escuela o en la universidad, el
editorialista en la información, el gobernante en el Estado, el político en la comunidad, el empresario en su
empresa— implica “hacer lo que hay que hacer” para alcanzar la construcción colectiva de un destino común.
Nuestro país, la República Argentina, inició este nuevo signo de los tiempos con una profunda crisis
económica, social y política que ha requerido de fuertes esfuerzos para recomponer una sociedad que se
estaba disgregando por el desempleo, la pobreza y la marginalidad.
Fue necesario el desarrollo de nuevas estrategias del Estado nacional y de la propia sociedad civil para
revertir estas condiciones, lográndose en poco tiempo una recuperación de la producción, el consumo, las
exportaciones y mejoras en los principales indicadores sociales. Sin embargo, será necesario continuar el
proceso de transformación de la sociedad argentina para adaptarse a los tiempos que vienen en el mundo.
Estos cambios no serán únicamente tecnológicos sino fundamentalmente culturales y requerirán de una
cosmovisión abierta a los nuevos conocimientos y saberes, y en esta dinámica social, la existencia de grupos
de relexión, como el Grupo San Martín, son un aporte esencial para la comunidad.
Nos debemos convocar a esta tarea permanente y creativa.

9
Excedentes económicos en los diferentes modelos de
apropiación
Eric Calcagno

L a cuestión del excedente económico no es algo nuevo, ya los franceses en el siglo xviii habían imaginado
que la fuente de la riqueza estaba en la tierra y entonces eso después se repartió en el cuerpo social. En
1817 David Ricardo también libra una pelea muy fuerte contra los terratenientes en el Reino Unido porque
justamente acaparan los recursos para la industria. Hay que recalcar que esta cuestión del excedente econó-
mico desde ya tiene una base más heterodoxa, puesto que los liberales o los neoclásicos pasan por alto la
existencia de cualquier excedente e intentan demostrar que cada trabajador recibe exactamente “su” parte
del producto, al ser remunerado según su productividad marginal. Adicionalmente, consideran la economía
como tendiente a un equilibrio natural, siendo el mercado el mejor asignador de recursos y distribuidor de
ingresos en el sistema económico. De este modo evitan vincularse con observaciones sobre la estructura
económico-social de los países.
Para determinar la capacidad potencial de acumulación del sistema económico, el primer concepto por
deinir es el de excedente económico.
El excedente económico según Celso Furtado se distingue de este modo: es el producto interno bruto, es
decir, la generación de riqueza; menos la depreciación del capital; menos el costo de reproducción social.
¿Qué es esto? El costo de reproducción social es lo que sirve para que se reponga todo el cuerpo de la socie-
dad, es un indicador de las pautas de consumo básico que garantiza la supervivencia y la reproducción de la
población. Para calcularlo, en este caso tomamos un trabajo de Jose Sbatella1 , en el cual se toma el nivel de
vida promedio de los hogares cuyo jefe es un asalariado no caliicado. Es decir, cuánto nos cuesta, no solo
repartir el dinero y hacer efectiva la acumulación del capital, sino también hacer efectiva la remuneración
de todo el cuerpo social. Hay un ingrediente salarial que es inanciado por los empresarios con el pago de
salarios; hay un componente no salarial que consiste en el gasto público, educación, salud, subsidios al
transporte y la energía ajustados por el pago de impuestos. Pero en todo caso, tenemos que tomar el costo
de reproducción social como el consumo necesario para asegurarnos supervivencia y reproducción de la
población. Eso depende del nivel de acumulación del capital alcanzado, y de la capacidad misma de los
trabajadores para valorizar su trabajo.
Tenemos que tener en cuenta como punto de partida para esta breve relexión, que ese excedente econó-
mico es el resultado inal luego de la distribución entre los factores básicos de la economía. Después de
remunerar a los diferentes factores y sectores sociales; los que sirven para la producción, los que sirven para
vivir, queda una parte importante del excedente económico y la pregunta de los millones es saber quién se
apropia de ese excedente y qué es lo que hace con ese excedente.
El destino del excedente puede orientarse a la inversión productiva, al consumo suntuario o a la fuga de
capitales. La densidad de participación de cada uno va articulando el modo de desarrollo de la economía. Si
gran parte se utiliza en inversiones productivas, el aumento del Producto Bruto Interno será elevado y irme
durante un largo período de tiempo. Si por el contrario el excedente se utiliza para el consumo suntuario o
a la fuga de capitales, el ingreso estára totalmente concentrado y el niveles de distribución serán muy bajos.
De hecho, cuando hablamos de deuda externa vemos claramente como el excedente económico generado
en la Argentina durante la dictadura o durante los 90 es apropiado por un determinado sector social y es
fugado. La ilosofía de esta forma de endeudamientos es “hay que endeudarse, total es deuda, que se pague
después” y hasta que nadie diga “dejo de pagar” esto funciona y además permite jugosas comisiones.
Este excedente se produce por diferencia entre precios y costo, también puede integrarse vía extensión
de los mercados que es precisamente la exportación. Por otro lado tenemos componentes de excedente
producto de rentas naturales, bajo costo de producción local frente a altos precios internacionales, y también

1 José Sbatella: Origen, Apropiación y destino del excedente económico en la Argentina de la postconvertibilidad, Ediciones Coli-
hue 2012.

10
Grupo San Martín Eric Calcagno

por rentas inancieras. Nuestra gran pregunta es ¿quién va apropiar y de qué modo de ese excedente? Según
el sector social que se lo apropie tendremos un país con determinados periles y determinadas características.
Con una visión totalmente opuesta a la del pensamiento neoclásico, nosotros consideramos que, la teoría
del excedente económico, nos permite comprender que no es el mercado sino las relaciones de poder las
que determinan la distribución y el uso del excedente económico.
Si dejamos que la apropiación del excedente se siga produciendo como históricamente lo ha hecho, eviden-
temente los sectores más poderosos desde el punto de vista económico se van a apropiar de ese excedente y
alegremente lo van a fugar. Ese poder económico que se maniiesta en los estratos sociales superiores y que
tiene su fuente de propiedad en los medios de producción.
En un trabajo de Héctor Palomino sobre la Población Económicamente Activa (PEA)2 , vemos que la clase
alta en Argentina representa el 0,8% de la PEA, es decir 125 mil personas en el 2011 y la clase media superior
1 millón 620 mil de la Población Económicamente Activa, es decir, estamos hablando de la clase alta de 1
millón 700 mil personas empleadas. ¿Vamos a dejar que efectivamente ese sea el sector, clase alta 1%, clase
media superior 10%, el que se lo apropie del excedente?
Hay un segundo punto que trabaja esta cuestión acerca del excedente económico y es el poder social.
Según la teoría liberal, este poder social resuelve todo. El poder social, que tiene su origen en las caliica-
ciones técnicas elevadas, representa un porcentaje menor de la fuerza de trabajo y obtiene salarios altos por
los propios mecanismos del mercado.
Así podemos pensar que es la clase media-media, el poder social, cerca de 8 millones de empleados de
la PEA (Población Económicamente Activa), en la cual hay empresarios, cuentapropistas, técnicos, docentes
y trabajadores de la salud, empleados administrativos de rutina. Esa clase media-media, clase media baja
que también es una parte importante de la sociedad argentina que tiene una parte del excedente, pero que
precisamente y en términos políticos lo percibe como conquistas “privadas” o “endógenas”, y no porque en
parte ha habido una macroeconomía correcta en todos estos años que le ha permitido crecer.
El tercer actor, en esta cuestión de brega por el excedente, es el poder sindical o los sectores populares
o las organizaciones populares que se disponen, que se organizan para tratar de aumentar su participación
en el ingreso. Las clases populares en Argentina en el 2011 representaban el 53% de la Población Económi-
camente Activa.
Entonces, ¿cómo se capta ese excedente? Ese excedente puede ser captado por el sistema productivo. En
el 2011 las 500 mayores empresas producían el 23% del valor agregado total del país y las de capital extran-
jero generaban el 80% del valor agregado y el 87% de las utilidades. Esto es, aún tenemos una estructura
económica concentrada y extranjerizada.
Tenemos que ver también el comportamiento de las empresas, el comportamiento de este 11%, de lo que
sería la clase alta y la clase media alta, aquellos que han fugado 202 mil millones de dólares. Es decir, la deuda
externa, más todo lo que han podido captar del excedente. ¿A qué se debe el mayor control cambiario o las
restricciones vinculadas al dólar de estos últimos tiempos? En algún grado, estas medidas, les impide seguir
ejerciendo su función de clase dominante, en la cual se apropian del excedente, y lo fugan.
En la época de la deuda el excedente se apropió vía endeudamiento externo y nosotros desde el 2003
hemos tratado de apropiarnos un poco de ese excedente y de dirigirlo hacia el 34% de la clase media-media
y clase media baja y al 53% de las clases populares. Y eso es el Estado, eso es la política.
¿De cuánto estamos hablando cuando hablamos del excedente una vez que se pagaron estas dos cuestiones
mencionadas del capital y del trabajo? El producto en la Argentina en el 2003 era de 196 mil millones de
dólares mientras que en el 2008 alcanzó los 324 mil millones.
La depreciación del capital ijo, tal como fue caliicado por Sbatella y su equipo, pasó de 13 mil millones
en el 2003 a 29 mil en el 2008. El costo de reproducción social, es decir lo destinado para que la sociedad
pueda reproducirse en el tiempo, pasa de 22 mil a 98 mil. Ello muestra claramente un esfuerzo de distribución
del ingreso hacia los sectores populares, que implica una elevación del nivel de vida. Entonces vemos que es

2 Héctor Palomino y Pablo Dalle El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011,
Revista de trabajo -AÑO 8 -Número 10 -JULIO / DICIEMBRE 2012.

11
Excedentes económicos en los diferentes modelos de apropiación

una política que ha funcionado, pudiéndolo observar también en el hecho de que el excedente económico
como porcentaje del producto en el 2003 era del 72%, mientras que en el 2008 se había reducido al 61%.
Claro, baja el excedente económico disponible por las políticas que sirven para recomponer el cuerpo social.
La pregunta en este caso es: ¿cómo podemos seguir cuidando ese excedente económico, destinando cada
vez más los recursos a mejorar la vida de los que menos tienen y cómo evitaremos que ese excedente se lo
apropie otro sector que sería el 11% y no el 70%, 80% restante de la sociedad.
Nuestra prioridad está en el 50% de los sectores populares, en el 30% de la clase media baja que además
son nuestro electorado tradicional. Si nosotros llegamos al 55% en las últimas elecciones fue porque los
sectores populares acompañaron, pero también porque un amplio sector medio acompañó.
Esta política de apropiar el excedente y dirigirlo hacia la sociedad con esa idea de justicia social ha dado
buenos resultados. La remuneración de los asalariados en el producto es del 48% hoy y en el 2003 era del
34%. Hemos subido mucho la presión iscal, ha llegado a 37 puntos del producto, era de 23 en el 2003.
Habrá que discutir como gran problema también y vinculado al excedente, el sistema iscal. Me parece que
nos tenemos que dar una discusión profunda en este sentido. Ver qué sistema iscal vamos a proponemos
para Argentina, porque esa es la expresión del poder real.
Las implicancias políticas del excedente económico son importantes, creo que es la primera decisión que
toma un gobierno cuando llega al poder, por acción o por omisión. Si no hace nada, pues el rio seguirá su
camino y entonces seguirán prevaleciendo las anteriores distribuciones del excedente basados en la cuestión
del poder económico. Si uno llega y cambia el sentido de apropiación y reparto del excedente por supuesto
que va a haber conlictos, pero también va a haber esperanzas. Me parece interesante también ver la distribu-
ción social de la Argentina para saber cuánto se ha hecho, pero también cuánto queda por hacer, porque la
realidad no espera. Con este criterio, se encuadra la actual política con respecto a la generación, asignación
y utilización del excedente económico, cuya correcta utilización puede ser un instrumento importante en la
profundización y consolidación del Proyecto Nacional.

12
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos
Aires
Darío Golía

s un gusto poder compartir este espacio de relexión sobre diagnóstico de la realidad y sobre la enseñanza
E de la historia pero con la mirada en el futuro. Así que agradezco poder ser parte.
Para contextualizar con algunos indicadores macroeconómicos a la Provincia de Buenos Aires vale decir
que en ella habita el 39 % de la población, contribuye con el 36% del Producto Bruto Interno, más del 50%
del Producto Industrial y el 33% de las exportaciones y recibe el 20% de la coparticipación nacional. A partir
de lo dicho podemos analizar lo expuesto en este cuadro que tiene que ver con el presupuesto 2013. El
presupuesto de este año se elaboró sobre las pautas macroiscales del presupuesto nacional, teniendo en
cuenta un tipo de cambio promedio de 5,1 pesos por dólar y un crecimiento del 4%. Corresponde aclarar
que la columna correspondiente al presupuesto 2013 corresponde al aprobado por la Legislatura mientras
que los otros años no son presupuestos sino ejecuciones presupuestarias.

Como se puede ver el total de recursos corrientes estimados para el 2013 es de $131.000 millones con un
crecimiento importante de recursos en comparación con el 2012. Es importante el aumento que hay de los
recursos de jurisdicción provincial y fundamentalmente los recursos tributarios. Estos dependen de varios
factores el primero por crecimiento de la actividad económica que repercute en la recaudación, segundo
con las reformas tributarias que se han hecho. Dos reformas tributarias del año pasado. Una en la mitad de
año y otra sobre el inal del año y que impactan las dos en pleno sobre el año 2013, otro factor es la gestión
de la administración tributaria y por ultimo los mayores precios.

13
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires

Si tomamos los tributos más importantes vemos que la mayor recaudación provincial tiene que ver con
los ingresos brutos de $46.000 millones recaudados el año pasado. Pasamos a un estimado para este año
de $61.000 millones. Esto después vamos a ver que representa un 35% más y que si lo confrontamos con el
primer trimestre de este año ya vemos que la ejecución es por encima de lo proyectado. Estamos hablando
de 8 o 9 puntos más de lo que se proyectó en el presupuesto de este año. El impuesto a los ingresos brutos
tiene que ver con las transacciones, tiene que ver con la actividad económica. Después vamos a ver en algu-
nos cuadros que a medida que avanza el crecimiento económico también avanza la recaudación de ingresos
brutos. Tiene que ver con la actividad industrial y el servicio que se hablaba anteriormente. El año pasado
se ha avanzado en reformar algunos ítems de lo que hace a algunas exenciones que se han suprimido. Por
ejemplo: los teléfonos celulares, la televisión por cable, se ha aumentado al juego del 8% al 12% y se incor-
poraron algunos conceptos que no estaban. Las dos reformas impositivas —y creemos que esto tiene que
predominar— han tenido un claro criterio de progresividad y esto es lo que nosotros tratamos de imponer
en la discusión del año pasado. El criterio de progresividad signiica que más paga el que más puede y que la
mayor carga tributaria tiene que ir sobre los sectores que mayor poder adquisitivo tienen. Todas las reformas
tienen que ir en ese sentido.
Otro recurso signiicativo es el correspondiente al impuesto inmobiliario, que pasa de $3.700 a $5.200
millones proyectados para este año. El inmobiliario es un impuesto a la propiedad, al patrimonio, fue uno
de los temas de debate, el tema del revalúo en la Provincia de Buenos Aires. El inmobiliario está dividido en
rural y urbano. Y recién cuando veíamos el peso del sector rural, vemos que más o menos el 50% de este
inmobiliario responde al inmobiliario rural. Estamos hablando de unos $2.500 millones. Esta cifra en el total
de los recursos de la provincia signiica el 2–2,5%. Por lo tanto lo que recibe la Provincia de Buenos Aires en
concepto de inmobiliario por todo el campo en la Provincia de Buenos Aires es el 2–2,5%. El revalúo que
se hizo el año pasado signiicó $ 600 millones, imagínense que es realmente muy poco para el contexto de
lo que hace a la Provincia de Buenos Aires. El revalúo también siguió ese criterio de la reforma y tuvo que
ver — después de muchísimos años— con un tema de estricta justicia, a tal punto que si se lo relaciona con
el impuesto a lo automotores, la valuación iscal del total de automotores es mayor que el valor de la tierra
en la Provincia de Buenos Aires, por lo tanto es algo que en algún momento había que hacerlo. Esto se dio
con un criterio de progresividad, se dio con un criterio de productividad, donde se gravó con un índice de
productividad aquellos sectores de mayor producción. Es tan diversa la Provincia de Buenos Aires que no es
lo mismo la zona núcleo que la zona de la cuenca del Río Salado. Son diferentes producciones, por lo tanto
se trato de diferenciar en ese sentido.En el caso de los automotores, también se evaluó con un criterio de
progresividad como en el caso de las embarcaciones deportivas, o para los autos de alta gama.
Todo esto ha generado un importante aumento en la recaudación para lo que es el transcurso de este año.
Las reformas impositivas que se dieron ¿fueron producto de una decisión política o fue producto de una
necesidad? Bueno, siempre termina siendo una decisión política, pero creo que acá en esta oportunidad, el
año pasado, fue producto de una imperiosa necesidad. Fundamentalmente cuando a mitad de año estaban
las diicultades para el pago de aguinaldo. Se recurrió a estas reformas impositivas, que pudieron ser más
profundas, seguramente que si. Pudieron ser más progresistas, seguramente que sí. Pero se dio este debate
y se pudieron obtener estas reformas que le permitió inyectar recursos fundamentalmente hacia ines del
año pasado e impactar plenamente en este año.
En cuanto a los recursos de jurisdicción nacional vemos que de 34.000 millones pasa este año a 43.000
millones. Hoy vemos que el 66% es recaudación provincial sobre la recaudación nacional y esto tiene que
ver también con que es la provincia que mayor recaudación propia tiene respecto al resto de las provin-
cias de la República Argentina. Esto nos da un total de recursos de 131.000 millones de pesos. Si vamos
al gasto, vemos que el gasto previsto para este año es de 126.000 millones —después me voy a detener en
algunas salvedades—. El gasto en personal está previsto en 63.000 millones. Esto ya ha variado porque hay
que sumarle el producto de las paritarias de este año. En realidad el año 2012 terminó en 59.000 millones
porque el aumento del año pasado fue parcial y toma en pleno lo que son los doce meses más aguinaldo
para este año y además hay que sumarle — con las paritarias— 10.000 millones más. Por lo tanto estos 63.000
millones irían a unos 73.000 millones, aproximadamente unos 10.000 millones más. Bienes y servicios son

14
Grupo San Martín Darío Golía

8.000 millones. Esto es una cifra relativamente baja para el funcionamiento de la Provincia de Buenos Aires.
En realidad también tiene que ver esta reducción de gastos por una decisión política o por una necesidad
y creo que también el año pasado, producto de esa necesidad, hubo un fuerte recorte en algunos servicios,
algunos por decisión política y otros porque no se pagaban, entonces eso hizo un achicamiento en el gasto
y lógicamente se gastó menos. Para este año también se estima una reducción del gasto o al menos que el
crecimiento del gasto sea menor al de los recursos.
Creo que tanto cuando hablamos del gasto como cuando hablamos de los recursos hay que tener una
mirada de progresividad. Creo que cuando uno habla de gasto hay que tener una mirada social. Cuando uno
prioriza donde invertir en cuanto al presupuesto creo que debe estar permanentemente predominando la
mirada social de esa inversión sobre los recursos.
En transferencias, tenemos 32.000 millones de pesos entre lo que son básicamente transferencia a los
municipios y al sector de educación privada. Nos da un resultado económico de 5.700 millones. Si le suma-
mos los recursos de capital nos da un total de recursos de 135.000 millones, un total de gasto de 134 y un
resultado primario de 630 millones — con la salvedad que hacía de no estar incluido el tema salarial y las
paritarias de este año—. Si le sumamos los intereses, estamos en un total de gasto de 139.000 millones. La
necesidad de inanciamiento para este año, está prevista en 13.700 millones.
La pregunta es: ¿Cómo terminó el año pasado? El año pasado terminó con un resultado inal negativo de
7.300 millones de pesos. Este es un poco el panorama de los recursos provinciales y la comparación con la
ejecución presupuestaria en el año 2012.
Pasamos algunos cuadros. Y vemos claramente cómo inluye el crecimiento económico, el ciclo económico,
con respecto al resultado inanciero de la provincia.

Vemos que en el año 2002 el crecimiento económico ha sido negativo en un 11%. Fue el peor año para
la Provincia de Buenos Aires, también para el país y el resultado inanciero en 2002 fue negativo en un 11%.
Y si comparamos el año 2008–2009 vemos que también hubo —producto de la crisis— un ciclo económico
negativo y el resultado inanciero fue negativo. Para el 2012 terminamos con un resultado inanciero negativo
del 7% y de 1,8% de crecimiento del Producto Bruto Geográico en la provincia de Buenos Aries. Esto nos
marca sin dudas que está estrictamente relacionado el crecimiento del Producto Bruto Geográico con el
resultado inanciero de la provincia.

15
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires

La evolución de los recursos totales de la provincia.

Los recursos han crecido en el periodo 2003 — 2007 un 155 % y del 2007 al 2012, un 226%.
La evolución de los recursos en relación a los gastos del año 2003 al 2012.

Vemos que en el año 2003 gasto y recursos estaban equilibrados y que a partir del año 2008 el gasto se
empieza a separar de los recursos y en el año 2012 tenemos mayores gastos que recursos.
La evolución del gasto corriente y los recursos corrientes es similar.

16
Grupo San Martín Darío Golía

Vemos como el gasto corriente es mayor a los recursos corrientes a medida que se empieza a pasar el tiempo.
En cuanto a la evolución de los recursos de la Provincia, vemos como ingresos brutos es el impuesto
que permite la recaudación provincial, es la “estrella” de la recaudación provincial. Vemos como evoluciona
respecto del resto y a partir del 2007–2008 vemos como la brecha se amplia.

En este graico vemos que los recursos tributarios de la provincia están por encima de la coparticipación
nacional.

Vemos como en el 2003 los recursos tributarios y la coparticipación nacional daban una brecha que se hace
mayor a partir del 2007 cuando los recursos tributarios provinciales se empiezan a separar. Pero es bueno
aclarar que en ningún momento la coparticipación nacional disminuye, sino que permanentemente vemos
un nivel de crecimiento sobre lo que hace a la Provincia de Buenos Aires. Lo que sí es cierto que el esfuerzo
de la Provincia ha sido también enorme y que los recursos provinciales crecieron también por encima de la
coparticipación nacional.
En cuanto a la composición de recursos provinciales, vemos en el gráico que el 66% en el año 2012 han
sido recursos de jurisdicción provincial y un 34% de origen nacional.

17
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires

En el año 2003 ingresos brutos signiicaba el 54% de los recursos provinciales, 13% el inmobiliario, 6%
automotores, 7% sellos y 19% otros recurso.

Año 2012. Ingresos brutos pasa al 73%, 8% el inmobiliario, 6% automotores, 9% sellos y el 4% otros. Todos
han tenido un incremento y —pese a que todos han tenido un incremento— ingresos brutos ha crecido más.
Vuelvo a destacar que el tema del crecimiento económico nacional también repercute favorablemente sobre
la recaudación de ingresos brutos en la Provincia de Buenos Aires.
En este cuadro se muestra la estructura comparada para los ejercicios 2003, 2007 y 2012.

18
Grupo San Martín Darío Golía

Veíamos anteriormente la evolución de los recursos, ahora vemos la evolución del gasto. Del año 2003 al
2007 el gasto creció un 153%, del 2007 al 2012 un 249%.

Dentro del gasto tenemos el gasto en personal. Vemos que del 2003 al 2007 el gasto en personal fue del
184% y del 2007 al 2012 el 272%.

19
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires

El tema de personal es un dato no menor ya que dentro del gasto provincial es el de mayor participación.
Acá vemos el gasto en personal en relación con el resto del gasto y su evolución a partir del 2003 y hasta
el 2012 y la mayor participación pasando del 60% en 2003 al 68% en 2012 estimándose en 70 % para el 2013.

Esto es un poco la evolución de los recursos, la evolución del gasto en números.

Los gastos corrientes son 130.000 millones, gasto en consumo 71.000 millones, las remuneraciones son
63.000 millones —con la salvedad de lo que anteriormente dije de las paritarias— los bienes y servicios son
8.000 millones, 4.000 rentas de la propiedad e intereses. El total de gastos de capital 8.000 millones y esto
tiene que ver con la inversión. Generalmente este número no se termina ejecutando. Cuando hay una reduc-
ción en el gasto se termina no completando o no ejecutándose el total previsto para inversión, así que es un
dato que está proyectado pero que seguramente —al igual que el año pasado— termine no completándose
este dato sobre la inversión.

20
Grupo San Martín Darío Golía

La clasiicación económicamente muestra que el 45% está previsto en remuneraciones a lo que debe
sumarse el 16 % de las prestaciones a la seguridad social más las transferencias corrientes a la educación
privada, por lo tanto esto hace a lo que anteriormente mencionábamos en cuanto a la incidencia del gasto
en personal respecto al total del gasto.
El gasto por inalidad lo dividimos en cinco. Servicios sociales 59%, servicios económicos 4%, deuda el
8%, administración gubernamental el 20% y servicios de seguridad el 9%.

En cuanto al gasto por jurisdicción se observa entre los más signiicativos que el 30% del total del gasto
está destinado a cultura y educación, el 10% justicia y seguridad, 6,6% salud, obligaciones del tesoro 20%,
judicial 4%, gobernación el 1,4%, desarrollo social el 2,8%, el IPS el 12%, viviendas 0,9%, vialidad 1,4%.

21
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires

La cantidad de empleados que tiene hoy la Provincia de Buenos Aires.

El 49,5% está en Cultura y Educación, el 0,9% en Jefatura de Gobierno y Gabinete, el 1% lotería y casinos,
el Banco Provincia 2,4%, ARBA el 1,3%, Ministerio de Justicia y Seguridad el 18,7%, Ministerio de Salud el
10%, el Poder Judicial el 6,4%, Desarrollo Social 0,5%. La cantidad de cargos en Ministerio de Cultura y
Educación son 222.000 docentes, pero a esto hay que sumarle las horas cátedra, que son el equivalente a
180.000 cargos que se suman a los 222.000 cargos, en Justicia y Seguridad que incluye Policía y Servicio
Penitenciario 84.200, Ministerio de Salud 47.000, Poder Judicial 28.699, Desarrollo Social 2.300. Esto es un
poco como está compuesto el sector ocupacional en la Provincia de Buenos Aires. Después mostrare algunos
indicadores de los cuales se deduce que a pesar de parecer que hay un sobredimensionamiento de la planta
de personal en realidad hacen falta más docentes. Y aunque parecerían que son muchos los integrantes
del sector de seguridad también hacen falta más integrantes en las fuerzas de seguridad. Por lo tanto son
números que parecen muchos y que en el total global del gasto representa el 70 %, pero también es cierto
que hace falta mayor inversión.
Esto es una proyección que les decía anteriormente. En esta columna está el presupuesto 2013 y la ejecu-
ción a marzo. Estos son los primeros tres meses de este año.

22
Grupo San Martín Darío Golía

Vemos cómo los recursos proyectados son superados por los recursos reales recibidos en el transcurso
de este trimestre —de enero a marzo—. Superan lo proyectado en el presupuesto para este año. De una
proyección a in de año vemos como sobre los recursos tributarios se prevé un crecimiento que —si sigue
con esta proyección del primer trimestre, si lo proyectamos diciembre— podríamos tener un incremento
del 45% de ingresos brutos, 46% inmobiliarios, un 50% en automotores. Vamos a estar por encima de la
pauta que se había proyectado en el presupuesto 2013. Lo mismo el gasto. Acá lo sumamos y nos da una
proyección —cumpliendo con el inanciamiento— de un resultado negativo de 6.000 millones de pesos.
Rápidamente nos referimos al stock de la deuda que tiene la Provincia de Buenos Aires. Tiene una deuda
total de 72.000 millones de pesos o 14.000 millones de dólares. Está compuesta en un 47 % al Gobierno
nacional, un 35% tenedores internacionales, el 10% a tenedores domésticos, a los organismos multilaterales
un 5% y a los bilaterales el 1%. Reitero que en total, son 72.000 millones de pesos.

23
Análisis de las finanzas públicas de la Provincia de Buenos Aires

Veamos esta deuda en función del crecimiento de los recursos. En el año 2003 era el 100 % de los recursos
provinciales y hoy estamos en el orden del 70 % de los recursos provinciales. Si la consideramos con respecto
al Producto Bruto Geográico también tenemos que del 12% del 2007 bajo al 8,8% en el 2012. Si bien creció
la deuda también crecieron los recursos y el Producto Bruto Geográico.
Pasamos a algunos indicadores generales que quiero mostrarles. Analizando el gasto per capita nacional
vemos que el promedio es de $8.158, mientras que la Provincia de Buenos Aires gasta $ 3.815. Es la provin-
cia con menor gasto primario de todo el país. Un dato a tener en cuenta: Los docentes cada mil habitantes.
Vemos que el promedio son 24,3 docentes cada mil habitantes. Nosotros tenemos 20 docentes. Por lo tanto,
la conclusión es que nos hacen falta más docentes en la Provincia de Buenos Aires. Alumnos por docentes:
Buenos Aires tiene 13,4 alumnos por docente y el promedio es de 12,7. Estamos por encima del promedio.
Muchas veces se discute si el crecimiento económico ayuda a la Provincia de Buenos Aires o es la Provincia
de Buenos Aires la que en realidad nutre a las inanzas nacionales. Es cierto que la Provincia de Buenos Aires
aporta un gran porcentaje al Gobierno nacional, a la Nación, al crecimiento del conjunto nacional. Pero
sin un proyecto nacional, sin una macroeconomía que acompañe y fortalezca a la industria es difícil que el
crecimiento provincial se pueda dar. Por eso es importante tener este criterio bien claro que la Provincia
aporta a la Nación, pero también se nutre de un proyecto nacional y de políticas macroeconómicas que
lo potencian. Tenemos que seguir trabajando por un proyecto nacional, acompañado por un proyecto de
desarrollo provincial. Que entre los dos se potencien y que generen mayor inversión, mayor trabajo, mayor
felicidad para todo el pueblo.

24
Introducción a los desafíos fiscales con foco en la
Provincia de Buenos Aires
Mariano Lamothe

uenos Aires parece estar destinada a incurrir en déicits. En efecto, desde 1985 a la actualidad únicamente
B en 4 años el resultado inanciero fue positivo. Sin embargo, fue a partir de la segunda mitad de los 90 en
que dicha tendencia se profundizó, a causa de una mayor descentralización de gastos de Nación, en paralelo
a una pérdida de participación de la Provincia en la masa de recursos coparticipables.
La mejora relativa entre los años 2002 y 2006, se debió, básicamente, a la licuación de la partida salarial
frente a la crisis y la devaluación de 2001-2002. El retraso en la recomposición de los salarios junto con
ingresos que se recuperaban fuertemente de la mano del rebote de la economía, permitieron que en 2005 el
resultado iscal entrase al terreno positivo. Pero sólo ese 2005 corrió con la suerte de mostrar un superávit.
Desde entonces, la Provincia presenta un deterioro prácticamente ininterrumpido de su situación iscal.
Debe decirse que la situación bonaerense no escapa a la realidad del resto de las provincias. En 2003
sólo una provincia mostraba déicit primario, en 2008 fueron 12 las provincias que indicaron un rojo, en
2009 eran 14. Y si bien en 2010, gracias a los ATN, sólo Buenos Aires marcó un rojo1, en el 20122 fueron 18
provincias las que se situaron en terreno negativo.
La generalización de déicits provinciales da la pauta de que prevalece un desequilibrio estructural en la
distribución de ingresos y gastos entre la Nación y las Provincias, que es luego profundizado por situaciones
coyunturales y déicits de gestión.
Lo primero es resultado de una serie de marchas y contramarchas de larga data en la relación Nación-
Provincias, que se ven relejados hoy en un laberinto de medidas que procuraron emparchar una Ley de
Coparticipación que ha quedado desactualizada a la luz de los cambios estructurales que han afectado a la
economía argentina.
Para Buenos Aires todo lo anterior derivo en una creciente dependencia de las transferencias discreciona-
les, en un incremento de la deuda en términos nominales y en un comportamiento procíclico de ingresos
y gastos, que la lleva recurrentemente a ajustar partidas del gasto de gran relevancia para la Provincia como
son la obra pública y las transferencias discrecionales a municipios.
En este sentido, vale la pena hacer un análisis más pormenorizado de la situación iscal bonaerense a la
luz de los cambios estructurales acaecidos en la relación entre la Nación y las Provincias, contemplando las
transferencias de responsabilidades de gastos, las modiicaciones al esquema de coparticipación, como así
también numerosas medidas instrumentadas que tendieron a emparchar desequilibrios puntuales, pero que
no dieron una solución de fondo.

Las bases estructurales del déicit provincial

Descentralización de funciones

Nación-Provincias
A ines de los años 70 y principios de los 80 se les transirieron a las provincias responsabilidades de gastos
en servicios sociales, especialmente lo relativo a educación primaria, sin una contrapartida inanciera. Esto
se intentó corregir con la Ley 23.548 de Coparticipación de 1988 (punto que se tratará más adelante). No
obstante, en 1992 volvió a repetirse el esquema de descentralización de gastos, cuando se traspasaron los
servicios educativos y se concluyó el proceso de transferencia de hospitales públicos nacionales.

1 Sin los ATN hubieran sido 6 las provincias con déicit: Buenos Aires, Chaco, Jujuy, Entre Ríos, Formosa y Mendoza.
2 Año para el que se tienen datos de cierre provinciales comparables.

25
Introducción a los desafíos fiscales con foco en la Provincia de Buenos Aires

El resultado de estos cambios en la estructura de gastos fue que las provincias pasaron de representar el
28,9% del gasto primario consolidado en la década del 80 a representar el 43,1% promedio en la última década.

Provincia de Buenos Aires


El proceso de descentralización de gastos tuvo un fuerte impacto en la Provincia de Buenos Aires. Al ser la
jurisdicción más grande en términos de población, da cuenta de gran parte del gasto social a nivel nacional.
En educación, por ejemplo, explica un 27% del gasto público total consolidado. Así es como el gasto neto
de contribuciones a la seguridad social pasó de promediar el 5,9% del PBG en la década del 80, a un 7,9%
en la década del 90.
Si bien en los primeros años de la década del 2000, y gracias a la licuación del gasto en salarios tras la caída
de la Convertibilidad, el gasto total veriicó una sensible caída, a partir de 2007 las erogaciones totales de la
provincia volvieron a acelerarse y en los últimos años llegaron a superar el 12%. De esta manera, la descen-
tralización de gastos impactó en un aumento de la participación de las remuneraciones al personal sobre el
gasto provincial, pasando de un valor cercano al 53% a ines de los 90, a valores actuales que superan el 60%.
En este sentido, en tiempos de menor holgura, los gastos de capital tuvieron que ser la variable de ajuste,
marcando una pérdida sostenida de participación en el gasto total. Desde un valor de participación de 8,8%
sobre las erogaciones totales en 2004, el mismo ha pasado a representar sólo 4,2% en 2012. Algo similar
ocurre con las transferencias discrecionales hacia los municipios, que luego de caer un 4,5% por año entre
2010 y 2011, registraron una fuerte caída de 60% en 2012. En tanto que las perspectivas para el cierre de
este año marcan una continuidad de la tendencia que se veriicó en los últimos cuatro años.

Detracciones en la distribución primaria y sus implicancias en la secundaria

Nación-Provincias
Con las modiicaciones al esquema de coparticipación de las Leyes Nº 22.293 y 22.294, las provincias
perdieron aproximadamente un 21% de participación de la distribución primaria (Nación-Provincias), en
tanto que también se modiicó la distribución secundaria.
En el 88 se sanciona el régimen transitorio de CFI, que dio lugar a un aumento de 8,16 pp de la masa copar-
ticipable y se recuperaron algunos puntos porcentuales cedidos, lo que trajo algo de alivio a las provincias
en general. El problema es que en la década del 90 volvieron a efectuarse detracciones sobre la distribución
primaria. Vía acuerdo entre el Gobierno Nacional y los Provinciales se estableció que una pre-coparticipación
de un 15% de la masa coparticipable, con destino a inanciar el sistema de previsión social y una suma ija de
$45,3 millones mensuales para atender a las provincias con problemas inancieros. A su vez, se detrajo un
20% del impuesto a las ganancias para el sistema previsión social y otro 16% para distribuir entre el Fondo
Conurbano Bonaerense, el Fondo para HNBI y los ATN. Del IVA, por su parte, se detrajo un 11% más también
para el sistema de pensiones y jubilaciones; entre otros.
De esta forma, el monto a distribuir a las provincias en forma automática fue perdiendo participación.
Pasó del 46% de la recaudación total en 1993, al 42% en el año 1998. En tanto que promedió el 40% entre
el 2002 y el 2012.

Provincia de Buenos Aires


Al igual que el resto de las jurisdicciones, la Provincia de Buenos Aires perdió recursos de la mano de las
detracciones previas a la Coparticipación. Pero debe advertirse que el régimen transitorio de Coparticipación
de 1988 no implicó para la provincia bonaerense una compensación adicional en términos de recursos. Por
el contrario, vio reducido su porcentaje de participación en la distribución secundaria de 28% a 21,2%.
Con lo cual, terminó siendo una de las más perjudicadas en el proceso, dado que recibió un gran porcentaje
del gasto descentralizado (es una de las provincias con mayor incidencia en el gasto social por su gran densi-
dad poblacional) y perdió 6,8 puntos de coparticipación en los ingresos. De hecho, de haberse mantenido el
28,5% y contemplando el período 2002-2012 la Provincia hubiese acumulado un resultado inanciero positivo.

26
Grupo San Martín Mariano Lamothe

Soluciones parciales

Transferencias discrecionales
El uso de transferencias discrecionales ha sido tradicionalmente empleado como mecanismo de compen-
sación. Su origen se remite a la Constitución Nacional de 1853. Pero en la década del 90 con la descentrali-
zación del gasto y la centralización de los recursos, el reparto discrecional de los ingresos comenzó a jugar
un rol preponderante, pasando de representar un 3,7% de los recursos totales provinciales en esa década,
a un 9,7% desde el año 2001 hasta la actualidad.
En el caso de la Provincia de Buenos Aires esta herramienta compensatoria llegó a representar el 18% de
los ingresos en 2009, en tanto que, si bien fue cayendo en los últimos años, promedió el 8-10% a lo largo
del período 2007-2013.

Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias Argentinas.


En mayo de 2010, por medio del Decreto 660/2010, se creó el Programa Federal de Desendeudamiento
de las Provincias Argentinas. Mediante la utilización de fondos originados en ATNs no distribuidos, este
mecanismo ha tenido como objeto la reducción del stock de deuda de las provincias y la reprogramación de
sus cronogramas de vencimientos.
Buenos Aires fue el distrito más beneiciado por el plan de desendeudamiento, ya que se trata de la provincia
más endeudada con el Gobierno Nacional. Concentró poco más del 42% de los vencimientos reprogramados,
lo que representó un alivio iscal para la Provincia de Buenos Aires de poco más de $13.000 millones. En
tanto que de los $9.808 millones de ATNs, para cancelar deuda, recibió cerca de $4.100 millones.

Fondo del Conurbano


En 1992, reconociendo la pérdida de la Provincia en términos de coparticipación, se decidió compensarla
parcialmente con el Fondo de Recuperación del Conurbano Bonaerense, equivalente al 10% del impuesto
a las Ganancias Neto. Pero, en 1995 se determinó el congelamiento de la participación de Buenos Aires en
este Fondo, asignándole un monto ijo de $650 millones. El excedente de esta cifra, se comenzó a distribuir
al resto de la Provincias, de acuerdo a las proporciones establecidas en la ley 23.548. Dicho tope fue produ-
ciendo un retroceso en la participación de Buenos Aires respecto de las otras Provincias, ya que pasaron más
de 15 años y el mismo nunca fue actualizado.
Desde el año 1998, Buenos Aires ha cedido por el Fondo del Conurbano más de $50.364 millones hacia
otras jurisdicciones. Para dimensionarlo hay que advertir que si la provincia hubiese recibido estos fondos a
lo largo de los últimos años, desde el año 2003 las arcas públicas bonaerenses habrían registrado superávits
primarios y los rojos inancieros habrían cambiado de signo, con excepción del año 2009.
Los datos del año 2012 muestran que ya son siete las provincias que tienen mayor participación en el
Fondo del Conurbano que la misma Buenos Aires. Santa Fe y Córdoba son las más beneiciadas, dado que
recibieron el 10,8% y 10,7%, respectivamente, del ex-Fondo del Conurbano.

Cambios en la distribución de nuevos impuestos


En 2002 entró en vigencia la irma de un acuerdo entre Nación y provincias, donde se incorporó, entre
otras cosas, el 30% del impuesto a los créditos y débitos en la masa coparticipable. Con ello la participación
efectiva de las provincias en este tributo ronda el 15%.
En tanto que en el 2009 se impulsó la creación del Fondo Federal Solidario que distribuye, de manera
automática, un 30% de las retenciones a la soja y sus derivados. Esto signiicó, un incremento en las transfe-
rencias automáticas a provincias de 3,9% en 2009 y un aumento de un 1% de la participación de las mismas
sobre la recaudación nacional neta de la Seguridad Social.
La descentralización del gasto y la centralización de la recaudación con un sistema de coparticipación basado
en criterios de equidad, solidaridad y grado equivalente de desarrollo regional, calidad de vida e igualdad
de oportunidades nadie lo discute. Está aceptado, consensuado y es lo que se decidió, institucionalmente,
como lo correcto. Pero urge poner en la mesa de discusión los temas de coparticipación.

27
Introducción a los desafíos fiscales con foco en la Provincia de Buenos Aires

La Provincia de Buenos Aires es el caso testigo. Tiene números que son en sí mismos una declaración del
agotamiento del actual sistema de coparticipación de impuestos. Ya se hicieron todas las reformas posibles
hacia adentro de la estructura iscal tributaria provincial, desde el punto de vista de la viabilidad política, y
aún si se hiciera una gran reforma impositiva buscando que se tribute más sobre algunos recursos y algunos
sectores económicos, no se llegaría a cubrir la creciente estructura del gasto ni modiicar el comportamiento
procíclico.
Es importante que no se recaiga en el error de creer que la única salida es tener una ley de coparticipación.
Todas las modiicaciones que se produjeron hasta ahora se hicieron sin modiicar la ley. Y, en este sentido, se
debe tomarse como ejemplo a seguir la implementación del Fondo Federal Solidario de la Soja que resultó
ser un avance hacia una mayor automatización del reparto, pero quedan muchos temas pendientes.

28
La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación
Carlos Leyba

n gran pensador español, Jose Ortega y Gasset, deinió que la política es esencialmente tener ideas
U claras de lo que hay que hacer desde el Estado para construir una Nación. Ideas claras y construir una
Nación desde el Estado. Lo que analizaremos justamente son dos maneras muy diferentes, no sólo de las
ideas sino de qué cosa es la Nación, porque obviamente estos ciclos recientes que voy a mostrarles ahora del
endeudamiento, marcan de una manera crucial la idea de Nación de unos y de otros.
En esta apelación al pasado, Ortega dice que cuando uno hace política o piensa en política, debe de tener
la actitud del atleta que está por largarse en una carrera hacia delante. El deportista tiene un pie en el pasado
—apoya su pierna y su pie hacia atrás— , sus manos sobre la tierra y la mirada hacia delante. Vale decir que
es muy difícil hacer política sin un reconocimiento del pasado, que son las entrañas de lo que está por venir,
sin tener un diagnóstico claro de la realidad y sin una vocación de futuro.
Vayamos al tema de la deuda. Cuando hablamos de la misma, esencialmente nos tenemos que referir al
primer período en que la Argentina se endeuda, así como a las generaciones previas. El gráico muestra el
PBI por habitante de la Argentina partiendo base 100 en 1.944.
Como puede observarse durante 30 años, entre 1944 y 1974, logramos mantener el mismo ritmo de creci-
miento del país que lideraba la economía de aquél momento. Siendo Argentina la línea Roja y Estado Unidos
la línea azul. Siguiendo la línea verde, advertimos que durante ese período, éramos una economía sin deuda.

Es una economía dominada por la idea de justicia social, esencialmente desde el 45 al 55. Lo que hace
el gobierno peronista en su primera etapa es justamente generar una enorme inclusión, en su concepto de
Nación, de todas las clases sociales, sobre todo las postergadas. La amplitud de comprensión del conjunto
social y también una idea de territorio.
Quien conoce la Argentina puede descubrir en cada lugar más recóndito del país, por supuesto muchas
obras previas al peronismo, pero los grandes ediicios escolares o los grandes hospitales o salas de primeros
auxilios –todas con el mismo estilo— son obras realizadas del 45 al 55 y eso signiica la inclusión, también,
del territorio. Aquí el peronismo fue un ejecutor importante.

29
La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación

Todo eso no sólo sumó crecimiento del PBI per cápita sostenido a la misma velocidad que los EE.UU.,
lo cual no quiere decir que hayamos descontado la distancia, pero en la carrera, durante esos años, EE.UU.
nunca se alejó. En esta primera etapa se instaura la idea de justicia social. Nadie que vino después pudo
hacer un discurso, en esos años, basado en la idea de excluir alguna clase social.
Ha habido disputas, caídas del salario real, discusiones, pero la tasa de empleo nunca declinó justamente
porque ya esa doctrina estaba incorporada. Eso tal vez fue lo que le llevo a decir a Perón en el año 71 en
Roma cuando un periodista le pregunta sobre el panorama político de la Argentina y él dice: “en la Argentina
hay radicales, hay conservadores, hay socialistas, comunistas, demócratas cristianos” y cuando el periodista
le pregunta ¿y peronistas?: “peronistas somos todos”.
Lo que quiso decir Perón es que ya gran parte de su pensamiento estratégico se había incorporado en
la inmensa mayoría de la sociedad argentina. Obviamente con el transcurso del tiempo esas ideas fueron
declinando, pero en aquellos años todavía era muy vigoroso. Tan vigoroso fue que cuando llegamos al 73/74
–momento en que a posteriori se produce ese quiebre—, la Argentina tiene todos sus valores incorporados
con un valor más que es el de la segunda etapa. Es la etapa del gran desarrollo de la industria automotriz.
Ustedes dirán ¿por qué este hombre elije la industria automotriz? Porque la realidad es que la Argentina —
que de alguna manera impuso el crecimiento en la construcción de la Nación no sólo del sector agrario sino
también de la construcción— a partir de ines de los años ’50 se incorpora una industria –madre industria—
que es la industria automotriz.
Esa industria automotriz industrializa el pensamiento y cambia hasta el lenguaje de las revistas. Esto es
notable porque empiezan a aparecer en los medios de comunicación ciertas palabras que nunca antes se
habían usado. Por cierto, todos asociamos la industria automotriz al proyecto frondizista, pero los de mi
generación sabemos que el primer automóvil en la Argentina se hizo durante los últimos años de Perón. La
Argentina ya había incorporado el pensamiento de la industria automotriz y había incorporado ya lo que
hoy es Embraer en Brasil. Y había incorporado ya la locomotora de 150 km/h. La Argentina ya en el gobierno
de Perón tenía todo un desarrollo profundo de la industria nacional a la que había contribuido básicamente
una visión del Estado. Todo ese Estado se hizo sin deuda.
La Argentina no tenía un producto líder en el mundo, simplemente era una visión de país, con una fuerte
protección del mercado interno, y una visión de Estado que decía “para crecer tenemos que modiicar el
curso natural de las aguas”, y esto es muy importante, hoy y siempre. ¿Qué quiero decir con esto?
Que si uno quiere usar un río para regar un campo, para generar energía, lo tiene que endicar y mientras
lo endica tiene que cambiar el curso de las aguas. La heterodoxia es eso. El pensamiento heterodoxo es
cambiar las líneas naturales de desarrollo de una sociedad y procurarle una alternativa. Y para eso la presen-
cia del Estado modiicando el set de precios de los mercados es fundamental. No habrá jamás un proceso
de inversión industrializante en un país dotado de recursos naturales si no hay alguien que intervenga para
modiicar los precios relativos a favor de ese proyecto de Nación.
Una experiencia verdadera para el mundo fue esta de 30 años que marcamos en el gráico a través de la
primer línea de puntos. La Argentina con distintas vertientes políticas, pero inundadas de un pensamiento
nacional, que nació en el 44 con un partido que aglutinó a muchas agrupaciones políticas previas. Es obvio, no
necesito recordarles a ustedes cómo se conformó la estructura que dio lugar a esa transformación argentina.
La Argentina hizo exactamente lo mismo que, por ejemplo, Corea. Corea también modiicó desde el Estado el
curso natural de sus procesos de acumulación. Sin esa modiicación, el agua va en dirección al mar. Ahora, si
uno la endica, cambiando el curso del agua, el agua se transforma en energía, en riego, en más producción.
Y para pegar un salto al presente, creo que hoy se ha producido en la Argentina una noticia signiicativa
en materia económica. Es la decisión de que Fabricaciones Militares construya vagones de trenes. Esto es un
cambio radical respecto a la importación de vagones y eso es lo mismo que hicieron en Embraer, lo cual para
mí es una noticia sorprendentemente positiva, no por la magnitud–porque es mínima — de lo que pueda
acontecer sino porque es un cambio de concepción y eso me parece realmente muy saludable.
¿Qué pasó con la Argentina después de 1974? Y ¿por qué ocurrió? Es muy difícil entender –desde el punto
de vista de la economía— por qué se produce ese impacto brutal en la concepción que lleva a que la línea
colorada del gráico precedente se vaya para abajo. ¿Por qué la Argentina se despega de la convergencia?

30
Grupo San Martín Carlos Leyba

¿Cuáles son las ideas locas que llevan a esa concepción?


Es muy difícil establecer una sola causa, pero yo les puedo comentar una que seguramente ustedes no
la vieron en ningún libro de texto porque hay que haberla vivido para poder pensar que eso puede haber
sido una causa. La industria automotriz está en la matriz de esa línea de convergencia. En 1974, durante el
gobierno de Perón, se irmó el acta de la industria automotriz. Aquél gobierno se basaba esencialmente en
acuerdos sectoriales para todas las decisiones. Esa acta establecía que desde la Argentina, con un 90% de inte-
gración –nosotros estábamos arriba del 90%— , con un 90% de todas sus partes producidas en el país se iba
a exportar no sólo a América Latina –ya lo habíamos hecho a Cuba, ya habíamos exportado kits completos a
muchos países de Latinoamérica— sino que las empresas internacionales aceptaban que la Argentina fuera una
cabecera de la exportación de los vehículos cuya producción se radicaba en el país que eran desde Peugeot,
Fiat, Citröen, Ford, las empresas conocidas. Obviamente esto implicaba, para ese grupo multinacional tan
pesado en esas épocas, un cambio de estrategia impuesto desde un pequeño país pero que, a su vez, era el
país más importante de toda América Latina y el mercado más grande de América Latina –todavía en aquél
tiempo—. Obviamente teníamos alguna capacidad de presión y ofrecíamos un negocio –naturalmente— ,
no sólo presión.
Yo siento que este hecho, esta provocación extrema, dio lugar a que esa política de acuerdos y presiones
para lograr determinados objetivos había que derogarla. Y uno de los principales interesados fue el sector
automotriz. Y la pauta es que hoy la Argentina sólo integra el 30% de cada auto que produce y el balance
del sector automotriz es negativo en 6.000 millones de dólares por año. Claro, han pasado 30 años. Es fácil
decir que esto que pasa hoy no tiene que ver con aquello. Pero tiene que ver. El peril de industrialización
exportadora de la Argentina abortó y en aquél momento se había puesto en marcha. Les recuerdo a ustedes
que nosotros exportábamos ventiladores Yelmo a los países socialistas. Los países socialistas no podían fabricar
ventiladores y nosotros sí. Esos 60 acuerdos del año 73 tuvieron como destino productos industriales de
menor nivel a países con menor nivel de producción de productos industriales. A cambio de eso recibíamos
las cosas pesadas, las turbinas y demás. Lo cierto es que ese período que fue realmente muy interesante, era
como dije un período sin deuda, con mucho esfuerzo, mucha protección, mucha visión de Estado y mucha
presión para la industrialización del país. Y esto implica necesariamente –porque es la única manera de
lograrlo— una mejora en la distribución del ingreso.
No hay posibilidad alguna de mejorar la distribución del ingreso si uno no tiene un proceso industrial y, es
más, si no logra un proceso industrial exportador. Si uno toma a todos los países –en los últimos años— que
han estado en crecimiento y uno observa la tasa de distribución del ingreso, la asociación entre exportación
de productos industriales y mejora consistente en la distribución del ingreso, es un dato. Y no hay posibilidad
alguna de mejorar la distribución del ingreso sostenible si no hay una vocación por industrializar y exportar
productos industriales. Lo cual obliga a un necesario direccionamiento de las aguas naturales. No hay otra
manera. La gran discusión es cómo se logra ese direccionamiento, cuáles son las políticas y sobre esto por
supuesto hay una discusión académica. Pero lo que sí sabemos, es que este objetivo no puede alcanzarse, si
no se hace en el marco de un plan.
Cuando fue Ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, puso en marcha un plan concertado.
De alguna manera tomó la idea de la concertación para organizar un plan. Pero naturalmente fue una inten-
ción, un proyecto de una visión sectorial porque no podía hacer desde ese lugar otra cosa. Pero en realidad
no hay tal cosa como un plan independiente que no se corresponda con un gran plan sistémico y global. Un
plan de rumbo tiene que tener la educación, la salud, la industria, la infraestructura, la agricultura y todo
aquello que tenga que ver con el desarrollo de un país. Y tiene que ser integral. Porque un plan es darle
prioridad a una cosa y dejar de lado otras, inevitablemente. Es una sábana corta la política económica: o me
tapo los pies o me tapo la cabeza. No hay otra alternativa. Y eso implica un plan de prioridades y renuncias.

31
La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación

Por lo tanto no puede haber rumbo si no hay un plan. Y no hay Estado sin plan porque es mentira que
puede haber un Estado –en el sentido del bien común— si no hay un planeamiento de largo plazo. Aunque
no podamos cumplirlo íntegramente. Es el rumbo, la dirección.
En este sentido, en 1976, desaparece la Oicina del Plan en la Argentina y nunca más se vuelve a constituir.
Y esto es una falencia profunda. Si uno no toma conciencia de que las cosas se hacen con herramientas, es
imposible que uno pueda pensar en un rumbo si no tiene un plan. Y esto es un desafío muy grande porque
esta visión está indicando que toda visión completa tiene que ser sistémica porque todo es un sistema y todo
está interrelacionado.
A partir del año 76 la Argentina ingresa en el camino, llamémoslo así, facilista. Es decir la Argentina decide
ser un país que consume más de lo que produce. Lo que necesariamente es una manera de decir que es un
país que acumula menos de lo que necesita. Y lo hace apelando a la vía híper populista del endeudamien-
to. Eso es populismo. Porque el populismo no es sólo dedicarse a generar las visiones que favorecen a los
sectores populares. No, de ninguna manera. El populismo es pretender que eso se resuelve sin que nadie
pague por ello. Y la mejor manera del “pagaDios” es la economía de la deuda.
La Argentina ingresó en la economía de la deuda que lejos de traerle algún beneicio, como se advierte en
el siguiente cuadro, le trajo soberanos perjuicios. A medida que creció la deuda la Argentina se divorció del
crecimiento del patrón occidental de los EE.UU. Este cuadro lo pone en evidencia. Nada bueno nos pasó. No
sólo es que nos endeudamos sino que además crecimos relativamente menos. Hasta la siguiente paradoja:
uno puede hacer la cuenta durante el período del menemismo donde cada incremento de deuda anual –que
fue en promedio de 10.000 millones de dólares— fue exactamente igual al crecimiento del PBI. No es una
relación académica desde el punto de vista económico, es una asociación de ideas. Crece la deuda 10.000
millones de dólares, crece el producto 10.000 millones de dólares. Es decir, lo que crecimos lo debíamos. Y
obviamente, todos sabemos que inexorablemente lo íbamos a tener que pagar. Esa es la política más populista
del mundo porque inalmente llega el día en que el acreedor se presenta a cobrar.

Bien, pasemos al siguiente gráico. Ahora fíjense ustedes: en el período que llega hasta enero del 75 o 74,
el PBI industrial creció sistemáticamente. Es decir, el crecimiento no fue producto de cualquier cosa. Fue
producto de un avance gigantesco en la proporción de la industria en el PBI.

32
Grupo San Martín Carlos Leyba

El crecimiento es consecuencia de la industrialización de la economía argentina. Y la política fue a forzar


la industrialización de la economía argentina. No fue natural, no es natural ni obvio que la Argentina tenga
industria. Lo natural es que la Argentina tenga soja o minería o peces. Eso es lo que la naturaleza, la dotación
de factores nos indica. Pero la dotación de factores no nos hace ricos. Nos condena permanentemente a lo
que los economistas llamamos el “síndrome de la enfermedad holandesa”. Nos encarece la posibilidad de ser
industriales. Excepto que alguien venga desde el Estado y cambie ese curso dramático de la naturaleza. Es un
premio que nos ha dado Dios de tener una tierra promisoria. Pero también los premios hay que administrarlos.
A partir del endeudamiento, la Argentina tuvo un período aparente de estabilidad de precios, dado que
hay que entender que toda la deuda estuvo destinada a inanciar la baja del nivel de precios. Lo cual a su vez
trajo como consecuencia la desaceleración de la inlación, sobre la base de traer productos importados que
no pagábamos, nos los prestaban en deinitiva.
Así fue que se llenaron los supermercados de maíz en lata de Francia y las heladeras de Estados Unidos. Pero
todo eso no fue producto de un saldo de la balanza comercial positiva sino de un endeudamiento, es decir
que la deuda nos inanció la estabilidad mientras la industria desaparecía. Por eso es un periodo populista.
Es sorprendente ver como muchos economistas ortodoxos que cuando tienen que describir los cánones
racionales del pensamiento ortodoxo, omiten pensar esto, no en términos de que los mercados operaron,
sino que realmente fue un populismo absoluto, porque no hubo ninguna estrategia para pagar la deuda.
Como ustedes recordarán esa imagen desesperada de Domingo Cavallo en la época de De la Rua sentado
al lado de los Toros de Wall Street, desesperado porque ni lo recibían para prestarle más. Había agotado
la capacidad de endeudamiento, o sea, la deuda se murió de agotamiento de deuda y nadie más le quería
prestar a ningún precio, y ahí se terminó el modelo, se derrumbó. Podría haber seguido si no hubiéramos
hecho tanto uso degradado de ese consumo delirante que iba destruyendo trabajadores, dejándolos en la
calle, generando pobreza, etcétera.
Naturalmente este proceso vino unido, como es obvio, a un proceso profundo de desnacionalización
de la industria argentina, que nunca fue íntegramente nacional. Podemos observar en el siguiente gráico
cómo se extranjerizaron de una manera brutal muchas de las primeras 500 empresas del país. Es decir, que
al proceso de endeudamiento y de desindustrialización hubo que sumarle el proceso de desnacionalización
de la economía argentina que no es simplemente una cuestión de escarapela.

33
La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación

Desnacionalizar una empresa signiica que la estrategia de las empresas ya no es dependiente de las
decisiones nacionales sino dependiente de las decisiones de una casa matriz central. Por ejemplo, en Milán,
en el cuadro central de la conducción de Fiat hay un mapa entero del mundo donde están todas las plantas
de Fiat en el mundo. Si nos retrotraemos a 1973 cuando nosotros irmamos aquél acuerdo, esa planta de
Fiat tenía que irradiar producción a determinados sectores de la economía de Occidente. Hoy, esa planta de
Fiat simplemente es dependiente de una planta de Brasil y eso porque ellos han recuperado una decisión
estratégica de nacionalizar el conjunto de las empresas nacionales y esto es un tema importante. No quiere
decir que lo podamos resolver de una mañana a la otra, simplemente que es un dato, así ocurrió la deuda,
llevó a la desindustrialización, porque es inherente a ella, porque estaba asociada a una estabilidad icticia
y entonces había que traer productos de otro país para bajar los precios, y a la desnacionalización que es
consecuencia inevitable de haber traído esos productos.
Ahora bien, esto plantea que esta economía además tenía indisolublemente unida a sí misma la estructura
de la exclusión social, es decir que ya no había un proyecto de construir una Nación incluyente sino que era
una Nación, si ustedes quieren, para pocos. En el complejo gráico que se presenta, podemos ver el espacio
social donde una política tiene la adhesión del conjunto de la sociedad. Arriba de todo está la distribución
del ingreso medida por el coeiciente GINI.

34
Grupo San Martín Carlos Leyba

En 1974 la Argentina tenía un GINI de 36, más o menos como el de Dinamarca hoy antes de impuestos.
Dinamarca es un ejemplo como todos los países nórdicos de su distribución del ingreso. Realmente los que
vivimos en aquellos años sabemos que esto se compadece con la percepción colectiva y cotidiana.
El salario real promedio medido en términos de 1991 era casi tres veces más alto: 292 que al in de la
convertibilidad. La Argentina en esos años tenía entre un 3% y un 4% de desempleo y escándalo fue cuando
terminó Lanusse porque había un 7% de desocupación. La pobreza era el 3,5% de la población, traduzco:
800 mil personas bajo la línea de la pobreza en la Argentina de esos años. Este es el in de los 30 años del
crecimiento de los años dorados de la Argentina con la industrialización.
Cuando hace eclosión el drama de la deuda externa en el año 2001, 2002, la Argentina tiene un 52 de
coeiciente de GINI, está al nivel de Brasil que es un país con mucha pobreza, y muy mala distribución del
ingreso. El salario alcanzaba el 78% del promedio en 1991 mientras que el desempleo era del orden del 20%.
Es cierto que fue una situación de hecatombe pero no es menos cierto que todos y cada uno de esos indica-
dores crecieron sistemáticamente —los que tenían que bajar— y bajaron los que tenían que subir. Es decir,
verdaderamente esa experiencia de la deuda fue desindustrialización, exclusión social y desnacionalización.
Es interesante ver este complejísimo escenario en el cuadro que sigue.

Si tomamos el PBI por habitante de 1974=100 nos encontramos con que en 2002 el mismo es 96, o sea
que pasados casi 30 años, la Argentina no solo no crece sino que decrece por habitante, o sea ¿cómo no
vamos a tener una conlictividad social si cada vez hay menos para repartir porque hemos producido menos
por habitante? Y eso lleva obviamente a un aumento brutal de la pobreza, porque si bien el crecimiento no
garantiza equidad, el estancamiento garantiza empobrecimiento. Entonces ahí ocurre que el coeiciente de
GINI vuela en la dirección contraria. Ante esa evidencia la Argentina se pone en situación de riesgo colectivo
y los capitales huyen. A lo largo de todos esos años —entre la caída del régimen y la situación dramática del
2002— los capitales se fugan. Mientras que en el 74 se computaban 2 mil millones de dólares fuera del país, en
el año 2002 son 114 mil millones de dólares fuera del país, y —oh casualidad— es prácticamente el aumento
de la deuda. O sea que la deuda además de desindustrializar, excluir socialmente, y empobrecer, generó la
fuga. Nadie que haya tenido una idea del Estado para construir una Nación podría haber convocado durante
tanto tiempo políticas tan sistemáticamente similares, y esto es, digamos, lo que se hereda inevitablemente
después de todos estos años.
El último tramo de la serie de deuda, denota que la caída de la misma, también está acompañada de una
voluntad.

35
La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación

Tengo discusiones profundas sobre la estrategia política pero, de cualquier manera esto marca una cosa
clara: la renuncia a aceptar la continuidad del modelo populista de endeudarse ha generado el crecimiento
de la economía y una recuperación de muy pocos años, naturalmente contra un largo periodo en que las
estructuras fueron destruidas.

36
Grupo San Martín Carlos Leyba

Yo considero que hay una confusión entre gestión y política. Es una larga discusión porque el informe
de desarrollo humano del Senado del 96 trae un prólogo donde se discute el concepto de que la política
no es gestión, eso es un tema de los managers. Pero sin política el manager ideal no sirve de nada porque
no tiene rumbo.
Nadie dice que haya que mal administrar pero con la buena gestión no alcanza, hace falta un plus, por
eso la política es un arte y no sólo una disciplina cientíica. Ahora bien, tenemos problemas estructurales,
algunos atendidos y otros no. Tenemos problemas de transporte, estructural. Tenemos problemas de energía,
estructural. Tenemos el problema del déicit industrial externo. La industria argentina importa, es decir, el
sector comercio industrial vinculado a la balanza comercial, más de 30 mil millones de dólares al año, y eso
es un problema estructural porque no tenemos equilibrada esa balanza, como no la tenemos en la energética
y sabemos que no la tenemos en el transporte.
Ahora, un proyecto de futuro creo que tiene que atender a cuatro cosas que están implícitas ahí. La primera
es que aquello creció por la idea de justicia social y por la industrialización, y esto cayó por dos causas: la
primera, la economía de la deuda que empieza con Martínez de Hoz, y la segunda, con el desplazamiento
del Estado como jefe conductor de la política económica que introduce Cavallo. Cavallo no solo introduce
la continuidad de la deuda sino que incorpora la desestatización, la desregulación de la economía argentina.
Entonces, todo proyecto de futuro, para ser tal, tiene que terminar con la economía de la deuda pero
tiene que reconstruir el Estado, sobre todo a nivel del cerebro, o sea el pensamiento estratégico, el liderazgo
conceptual. Y además, tiene que incorporar dos brazos centrales que están inscriptos en todo proceso de
modernización de una sociedad y una economía. La industrialización asociada a la justicia social y la justicia
social asociada a la industrialización. Eso signiica la necesaria industrialización del interior. No puede ser
que la Argentina tenga ese balance territorial descomunal que tiene, las fronteras vacías de pueblos, ¡la
pérdida de sentido de la epopeya de la independencia! San Martín cruzó los Andes para construir también
los límites de la Nación en los Andes, en el Norte, no sólo para consolidar Puerto Madero. Y termino con
esto: Buenos Aires tiene desde 1960, la misma cantidad de habitantes: 3 millones. ¿La cantidad de metros
cuadrados construidos en Buenos Aires en estos 50 años tienen algún sentido si vive la misma cantidad de
gente? ¿No será que en realidad lo que hay en Puerto Madero son lingotes de ladrillos, en lugar de lingotes
de oro? Y eso nos está denunciando que el otro problema estructural de la Argentina es el sistema de ahorro,
y el sistema inanciero. Los bancos que hoy tenemos podrían ser reemplazados por varias agencias de Pago
Rápido. Simplemente la gente va a pagar al banco, nunca a recibir un crédito. Nunca a recibir un crédito que
pudiera funcionar. Entonces tenemos que crear un sistema inanciero, podrá ser privado o público, pero
la Argentina hoy y ayer presta al sector privado el 18% del PBI, es decir, muy poco. Y es difícil construir un
capitalismo moderno y progresista sin combustible, sin industria, sin transporte y sin sistema inanciero.

37
La deuda externa, el Estado y el concepto de Nación

Estas son deudas pendientes, pero que todas juntas tienen que dar lugar a un plan de pensamiento integral.
La economía de la deuda destruyó mucho de lo que habíamos logrado, pero a mí personalmente lo que
más me afecta sobre el futuro, lo que me parece que está en la entraña de este pasado es que derogó la idea
de que el Estado es el que tiene que pensar la sociedad del futuro. Los intelectuales también desertaron. En
las librerías encontramos cantidad de libros sobre el pasado y ni un solo libro sobre el futuro. En los 70, en
nuestra vieja generación teníamos alud de libros sobre el futuro. Estaba el Proyecto Nacional de Varsasky,
etcétera.
La Argentina era pensada, el Estado también era pensado. Y me parece que es hora de decir, bueno la
historia está muy bien, pero la verdad, lo más importante, lo que nos deine, es pensar qué vamos a hacer.

38
Economía argentina: mitos y modelos económicos en
perspectiva histórica
Mario Rapoport

H ace mucho tiempo que se brega por un proyecto nacional en la Argentina después de la pesadilla terrorista
de la dictadura militar y la crisis neoliberal que vivió el país a comienzos del nuevo siglo. Los cielos se
abrieron, por suerte, hace ya unos años y me parece que es bueno volver a plantear una serie de cuestiones
históricas, porque la historia nunca concluye.
La historia sigue y con ella los peligros de volver nuevamente a un pasado que no queremos que retorne.
Por eso es necesario revivir esa historia, evitar que se retomen políticas perimidas.
Ante todo, podemos decir que existen tres modelos económicos predominantes en la historia argentina: el
agroexportador, el industrial sustitutivo de importaciones y el rentístico–inanciero. Veremos si en la última
década se ha conformado uno diferente. Cada uno de ellos predomina en distintas etapas y tienen diferentes
objetivos, intereses y resultados. Aunque no con los mismos ganadores y perdedores. Esos modelos repre-
sentan elementos constitutivos de diferentes proyectos de país, nacionales o antinacionales.
Un nuevo proyecto de país debe deinirse, en cambio, atendiendo objetivos e intereses nacionales propios
que permitan consolidar —en el marco del proceso de integración regional— un sendero de desarrollo
económico sostenido, una política exterior más autónoma teniendo en cuenta en cada caso el contexto
internacional y una mayor inclusión social de toda su población.
Nos estamos reiriendo a modelos predominantes en diferentes etapas de la historia económica sin ignorar
que los mismos coexisten en cada una de ellas y que esos modelos económicos y los regímenes políticos no
son siempre coincidentes. El poder económico y el poder político pueden divergir. Por eso la recurrencia
a golpes de estado o institucionales en el caso de gobiernos populares que no coinciden con los planes de
establishment, o a la expulsión o represión de sectores indeseables, desde la Ley de Residencia de 1902 hasta
las proscripciones del radicalismo y del peronismo y el terrorismo de estado.

Los mitos
En este sentido, la celebración del Bicentenario de la Independencia resulta oportuna para hacer un
balance de la evolución económica y social del país en el largo plazo y desmitiicar algunos paradigmas que
vienen del pasado.
Entre esos mitos existe, por ejemplo, la idea de que el país estuvo alguna vez —hacia las primeras décadas
del siglo XX— entre los más avanzados del mundo por su crecimiento económico y los niveles de su PBI. O el
otro mito según el cual la decadencia argentina comenzó en los años 40 con el proceso de industrialización
y la intervención del Estado en la economía, en un alto grado de confrontación con las grandes potencias
hegemónicas o exhibiendo “políticas populistas” que distribuyeron en forma irresponsable los ingresos sobre
la base de la apropiación de parte de la renta agraria y el mayor gasto público.

La idea de la “decadencia nacional” se desarrolló sobre todo desde mediados de los años setenta en
numerosos libros y artículos que gloriicaban la época agroexportadora y el conservadurismo preindustrial
y prepopulista. Fue la idea que esgrimió la última dictadura militar para justiicar la reprimarización y inan-
ciarización de la economía y el terrorismo de Estado.
Ahora, luego de la peor crisis económica de la historia argentina y cuando todavía estamos en las aguas
turbulentas de una crisis mundial, muchos se dan cuenta de que no sólo les habían vendido un presente
falso sino también un pasado falso. Se pudo haber tenido en algún momento un Producto Bruto Interno
(PBI) mayor que el de algunos países europeos o alguna similitud con el desarrollo de Canadá o Australia. Sin

39
Economía argentina: mitos y modelos económicos en perspectiva histórica

embargo, esos países inalmente progresaron o crecieron mucho más porque hicieron lo que aquí no se hizo:
transformarse plenamente en sociedades modernas e industrializadas basadas en una economía de bienestar.
En cambio, durante treinta años, los que creyeron que podíamos volver a ser un país rico sin industrias
ni distribución de ingresos y desmantelando el Estado, terminaron por convertir a la Argentina en una gran
mesa dinero que no pudo dar trabajo y alimentar a todos sus habitantes y que pasó de ser un “niño mimado”
de los organismos internacionales a quedar marginado de la comunidad mundial. Esto como resultado, en
parte, del peligroso uso de la historia para explicar o justiicar políticas recientes.

El modelo agroexportador

El modelo agroexportador —cuyo punto culminante fue la época del Centenario— tuvo una apreciable
performance en materia de comercio exterior y presuntas altas tasas de crecimiento del PBI (no había enton-
ces cálculos del producto e ingreso nacional). Pero sólo un sector reducido de la población pudo gozar de
esas ventajas. Se educó y gasto fortunas en Europa, construyó espléndidos palacios y tuvo riquezas fabulosas
gracias a la renta agraria. Pero la mayoría de la población vivía en condiciones de vida muy precarias, como
lo muestra el informe Bialet–Massé sobre el estado de las clases trabajadoras en el interior del país, realizado
en 1904 a pedido del ministro del Interior, Joaquín V. González, para elaborar un código de trabajo que
nunca vio la luz.
En cuanto al mito del “granero del mundo”, éste ha sido bien desbaratado por Arturo Jauretche en su
Manual de Zonceras Argentinas y a continuación pueden observarse algunos números de la época.

Capital extranjero, concentración de la tierra y exportaciones en el período agroexportador

Este modelo estaba enmarcado en una división internacional del trabajo cuyo eje era Gran Bretaña —el
poder hegemónico de la época— que proveía sus capitales y manufacturas y que necesitaba de materias
primas y alimentos baratos, pero no una competencia para sus productos industriales, lo que indicaba las
características asimétricas y dependientes de la inserción de Argentina en el mundo.
Con ese esquema no pudieron evitarse varias crisis inancieras a pesar de que hubo intentos de incluirse
dentro del sistema del Patrón Oro y tener un moneda convertible. Pero estos intentos fracasaron varias veces.
El de 1867 con la crisis de 1873, el de 1881 con la crisis de 1885. Luego es imposible volver a endeudarse
por la crisis de 1890 y, inalmente, en 1899 se dicta una nueva Ley de Convertibilidad que recién empieza
a funcionar en 1903 y termina en 1913 con otra crisis. O sea, el período más “virtuoso” del modelo agroex-
portador —a ines del siglo xix y principios del xx— está en realidad atravesado por varias crisis económicas y
inancieras. El último intento de crear una Ley de Convertibilidad con tipo de cambio ijo en 1927 también

40
Grupo San Martín Mario Rapoport

fracasa un año después porque el oro y las divisas huyen hacia Estados Unidos –la fuga de capitales ya era
una costumbre— donde se van a encontrar con la brutal crisis de 1929.

La industrialización

En los años 30, la crisis mundial afectó profundamente al comercio exterior y a la economía interna y los
gobiernos conservadores nuevamente en el poder, recurrieron —para defender sus intereses, a contramano de
sus ideas liberales— a la intervención del Estado, al proteccionismo, al bilateralismo y al control de cambios.
Esta situación posibilitó un proceso espontáneo de «industrialización por sustitución de importaciones», la
migración de trabajadores del campo a las ciudades, la formación de un vasto proletariado industrial y la
creación de nuevas empresas manufactureras. Así, en los años 40 y emprendiendo nuevos caminos surgió el
peronismo: un movimiento político basado en una mejor redistribución de la riqueza; en una concepción
diferente del Estado interventor en la economía; en el fortalecimiento del mercado interno; en una indus-
trialización dirigida hacia ciertas metas —con éxitos iniciales y crisis posteriores derivadas de las diicultades
de ese mismo proceso y restricciones externas— y en una política internacional más autónoma. El desarrollo
industrial inició un camino que persistió hasta mediados de la década de 1970.
Los mentores de la llamada decadencia argentina dicen, por el contrario, que con la industrialización la
Argentina entró en un irremediable proceso inlacionario, en continuas devaluaciones de la moneda y en
ciclos de stop and go o crisis recurrentes. Pero no señalan que fue un período de gran inestabilidad política
pese a lo cual el país creció y hubo una mejor distribución de los ingresos. Se asistió a varios golpes de
Estado militares e intentos de golpe de Estado; a proscripciones políticas; al desempeño de ministros de
economía liberales como Alsogaray, Krieger Vasena, Martínez de Hoz, etc., que el establishment le impuso
a los gobiernos de la época y que gestaron sucesivos planes de austeridad mientras ponían una cantidad de
palos en la rueda de ese desarrollo.
Pese a todo, entre 1949 y 1974 la Argentina creció muchísimo más que con el neoliberalismo y a tasas
aceptables, lo que demuestra que no se había agotado el proceso de industrialización en 1975, sino que ese
proceso se paralizó ex profeso.

41
Economía argentina: mitos y modelos económicos en perspectiva histórica

El modelo rentístico–inanciero

Una de las tareas principales que realizó la dictadura militar luego de tomar el poder en marzo de 1976 –
junto al terrorismo de estado que causó 30 mil desaparecidos y a la interdicción de los partidos políticos— fue
la de producir drásticos cambios en la política económica argentina. Se promovió la desregulación inanciera
y la apertura indiscriminada de la economía, se impulsó un proceso de desindustrialización y reprimarización
en los sectores productivos, se propició una fuerte caída de los salarios reales de los trabajadores (salarios/
precios) mientras se destruían las organizaciones sindicales y se estableció un sistema de pre—convertibilidad
que se llamó “tablita cambiaria” y dio origen a actividades especulativas. El endeudamiento externo pasó a
ser el principal obstáculo de la economía argentina.

En los años 90, ya en democracia, los gobiernos de Menem y de de La Rúa reairmaron aquél rumbo
económico con la privatización y desmantelamiento de empresas y activos estatales, la aplicación de un tipo
de cambio ijo, sobrevaluado y convertible y el seguimiento de reglas de liberalización de la economía, aper-
tura externa y políticas de ajuste de acuerdo a los consejos de los organismos inancieros internacionales y
del llamado “Consenso de Washington”.
Entonces llegamos a la crisis de 2001, cuyos primeros síntomas se advierten desde los años inales del
último gobierno de Menem y se agravan con el gobierno de De la Rúa que siguió las recetas ortodoxas
del FMI bajando sueldos y jubilaciones, aumentando impuestos a sectores medios, proclamando el déicit
cero pero pagando los intereses de la deuda y realizando un ruinoso megacanje de títulos públicos que
incrementó notablemente el endeudamiento futuro. Todo lo cual tuvo su desemboque a ines de aquél año
cuando el sistema bancario y inanciero basado en la convertibilidad —que tenía por fundamento la presunta
dolarización de los depósitos bancarios a través de un tipo de cambio artiicial— no se sostuvo provocando
el colapso del sistema bancario y el “corralito” donde quedó atrapado el dinero de los ahorristas. La tasa de
desempleo llegaba casi al 25% de la población activa, la pobreza abarcaba a la mitad de los habitantes del
país y el PBI cayó un 18% entre 1999 y 2002.
Después de la crisis quedaban tres peligrosas grandes brechas a resolver: la externa, la iscal y la social.

42
Grupo San Martín Mario Rapoport

¿Un nuevo modelo? La última década

La Argentina transita actualmente, un importante proceso de recuperación económica pese a la crisis


mundial en curso. En la última década el crecimiento promedio fue de un 7,1%, la tasa de desempleo se
redujo al 7%, mejoró la distribución del ingreso y disminuyeron notablemente los índices de pobreza. El
cuadro siguiente nos da algunos elementos esenciales de las políticas económicas seguidas y sus resultados.

Explicar ese fenómeno a partir del simple análisis cuantitativo resulta poco signiicativo; lo que interesa son
las características intrínsecas del mismo. La pregunta que cruza transversalmente la discusión es la siguien-
te: ¿se parece este proceso al que se vivió durante los primeros años del siglo XX, en la época de auge del
modelo agroexportador —como entre 1903 y 1912— con un relativamente alto crecimiento? ¿O se trata, más
bien, de una verdadera reindustrialización cuyas rasgos dominantes son más cercanos a ciertos momentos
de las décadas de 1940 a 1970, cuando tomó mayor vigor un proceso de sustitución de importaciones y de
predominio del sector industrial?
A nuestro juicio, la economía argentina transita una nueva etapa con sus propias particularidades pero
con más puntos de contacto con el segundo período que con el primero.
Hay una cuestión que quería señalar antes de terminar. El tema de la inlación. En primer lugar, un simple
aumento general de precios impacta en los bolsillos de la gente. Pero lo que importa mucho más son los
cambios en los precios relativos de los bienes y en las relaciones entre precios y salarios.
En segundo lugar, tenemos que conocer cómo se mueven otros indicadores con respecto al proceso
inlacionario. Es relevante, por ejemplo, observar las relaciones entre inlación y crecimiento. En el cuadro
siguiente —que abarca desde 1945 hasta 2007— ambos indicadores crecen o decrecen en algunos años o
períodos en forma similar y, en otros, en una relación inversa. Así, en 1965 y 1966 hay un alto crecimiento
del PBI, de cerca del 10% y una tasa de inlación que oscila entre un 22% y un 28%. En tanto, en la última
dictadura militar, el crecimiento del conjunto del período es prácticamente nulo, con altas tasas de inlación,
y los años hiperinlacionarios de 1989–1990 —estamos hablando del 2000 al 3000% de inlación— tuvieron
una caída del producto bruto del 4,4% y del 1,8% respectivamente.
La otra cuestión que debemos tener en cuenta es que la tasa de inlación actual en la Argentina es moderada,
teniendo en cuenta la experiencia histórica con registros habituales que van —sin contar las hiperinlacio-
nes— de un 30% a un 600%. Por supuesto hubo menor inlación —o incluso delación— en el período de la
convertibilidad de los gobiernos de Menem y De la Rúa. Pero ello derivó en una tasa de desocupación del 25%,
una caída del PBI del 16% entre 2001 y 2002, y una deuda externa de más de 170 mil millones de dólares.

43
Economía argentina: mitos y modelos económicos en perspectiva histórica

Para clariicar la relación entre crecimiento e inlación, podemos medir cuanto crecen los precios en relación
al crecimiento del PBI. Vemos que en determinados momentos –los mejores– la inlación suma 2 puntos
en relación al crecimiento de 1 punto del producto. Incluso en 2007–2008 —en base a índices de inlación
tomados de un promedio de índices provinciales— el crecimiento de un punto del PBI, da 2,2 puntos de
inlación, que es más o menos el que corresponde a las épocas más virtuosas del crecimiento económico
argentino. Puede realizarse el mismo ejercicio para años más recientes. Pero el mismo no excluye examinar
las causas de la inlación en nuestro país, que van desde una cultura inlacionaria hasta el traslado de los
aumentos de los precios de exportación, factores oligopólicos, pujas redistributivas, etcétera.
Para terminar, el rumbo impuesto en los últimos años a la política económica, visto en su conjunto tiene
aciertos, errores y tareas aún pendientes. Entre otras, la reforma de una legislación que viene originalmente
de la dictadura militar, (inversiones extranjeras, entidades inancieras), el impulso a sectores productivos de
alta tecnología, la necesaria realización de una reforma tributaria y la adopción de medidas para combatir el
empleo informal, la inlación, la eliminación completa de la pobreza, etcétera. Pero aún así, en los últimos
años se tendió a revertir los procesos de valorización inanciera existentes antes de la crisis; se reindustrializó
el país; se realizó un proceso de desendeudamiento que nos libró de la dependencia de los organismos inan-
cieros internacionales; se revivió el rol del Estado —impulsando las actividades económicas, nacionalización
recursos estratégicos y tomando medidas contracíclicas— y se realizó una distribución más equitativa de los
ingresos, pese a la resistencia de diferentes intereses corporativos y la persistente crisis mundial.
La política económica apuntó a dar respuestas mayormente coyunturales, si bien sus impactos tuvieron
muchas veces efectos perdurables. No obstante, es necesario diseñar medidas para el mediano y largo plazo.
Más especíicamente, planes de desarrollo que trasciendan los efectos favorables o desfavorables del curso
cotidiano de la economía, creando un conjunto sólido de instrumentos y estructuras que pueda subsistir
por sí mismo en el futuro. En otras palabras, pensando como Keynes en aquellos nietos a los que auguraba
un porvenir venturoso en plena crisis de 19301.

1 John M. Keynes, “Las posibilidades económicas de nuestros nietos” [1930], en Ensayos de persuasión, vol. II, Barcelona,
Folio, 1988, pp. 322—333.

44
Fascículo 5
Desarrollo productivo nacional e integración
regional para la dignidad del trabajo

Autores: (en orden alfabético)

Guillermo Bellingi
Juan Carlos Cortiñas
Marcelo Fernández
Carlos Gdansky
Pablo Lavarello
Roberto Patronelli
Bernardo Piazzardi
Roberto Pons
Índice

Prólogo
Julián Domínguez - Norberto Liwski .................... 5

Presentación.................... 7

Crecimiento económico en la Provincia de Buenos Aires


por Guillermo Bellingi .................... 9

El futuro del sector eléctrico


por Juan Carlos Cortiñas.................... 13

Desarrollo industrial: una mirada desde el sector empresario


por Marcelo Fernández.................... 18

10 años de formación y capacitación continua


La transformación como política de estado
por Carlos Gdansky.................... 22

Especialización industrial y restricción externa en Argentina:


desafíos para la Provincia de Buenos Aires
por Pablo Lavarello .................... 25

Historia de un emprendedor
por Roberto Patronelli....................31

Consideraciones y perspectivas del sector Agroalimentario y Agroindustrial


Argentino
por Bernardo Piazzardi.................... 33

Las condiciones macro y microeconómicas para la industrialización


por Roberto Pons .................... 39

—Las opiniones expresadas en estos artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores—
Guillermo Bellingi
Licenciado en Economía, Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Docente de grado y post grado de la Universidad Nacional de La Plata.
Experiencia en las administraciones públicas nacional y provincial. Autor de numerosos estudios en materia de
economía, contrataciones gubernamentales, capacitación, administración de organizaciones, control de gestión
y tecnologías aplicadas, presentados en congresos y publicaciones con referato nacional e internacional.

Juan Carlos Cortiñas


Egresado de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini y de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Buenos Aires (Licenciado en Economía).
Fue funcionario en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande Secretario General de la Delegación Argentina.
Más adelante consultor en el sector público y privado, tanto en nuestro país como en Paraguay.
En los últimos años ha sido Asesor de la Presidencia y de la Vicepresidencia de la Comisión de Energía y Combus-
tibles de la Cámara de Diputados y Consultor en el Consejo Federal de la Energía Eléctrica en temas de integra-
ción energética y energías alternativas. Es autor del libro: Argentina/Paraguay. Hacia una integración activa.

Marcelo Fernandez
Nació el 22 de noviembre de 1960 en la ciudad de Buenos Aires. Es el Titular de la Confederación General
Empresaria de la República Argentina (CGERA).
Fue miembro fundador de la Agrupación Nacional Ministro José Ber Gelbard y en 2005 fue electo Diputado
Nacional por la Provincia de Buenos Aires.
En el sector privado, presidió Cierres LYN S.A; la Cámara Argentina de Fabricantes de Avíos para la Confección
y Marroquinería; y la Confederación General de Comercio y Servicios de la República Argentina

Carlos Gdansky
Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires perteneciente al bloque del FPV–PJ. En 1984 fue elegido
democráticamente por los obreros de La Matanza como su Secretario General.
Desde ese momento, fue reelecto en siete oportunidades consecutivas para seguir conduciendo el destino de
su gremio y el de los metalúrgicos.
En la misma fecha, comienza su tarea como directivo de la UOM Nacional. Desde hace 20 años, es un referente de
CGT Matanza, siendo Secretario general en tres períodos: 1985 a 1989, 2005 a 2009 y de esa fecha a la actualidad.

Pablo Lavarello
Doctor en Ciencias Económicas Universidad Paris XIII (2001), Magister en Política Económica UBA (1996),
Licenciado en Economía UNLP (1993).
Investigador Adjunto CEUR-CONICET. Coordinador de la Orientación en Economía Industrial y de la Innovación
de la Maestría en Desarrollo Económico (MDE) de la UNSAM, Miembro Comité Académico CIEPyC (UNLP).
Docente de grado y postgrado UNLP, UNGS y UBA.

Roberto Patronelli
Empresario nacido en Las Flores en el año 1951. Inventor y ganador de certámenes de la época relacionada con
la industria en los años 1965 a 1975.
Estudioso de las relaciones humanas y públicas, su formación está ligada a la industria metal mecánica, fabrica-
ción de acoplados, semiremolques, y equipos de perforación.
Su empresa familiar Patronelli SA cuenta con 31 años de trayectoria atendiendo al transporte de carga y a
Empresas Constructoras, Agropecuarias, Petroleras y Mineras, y actualmente es una de las más importantes del
país en su rubro.

3
Bernardo Piazzardi
Profesor y Director de Relaciones Institucionales del Centro Agronegocios de la Universidad Austral. Director del
departamento Agronegocios y Alimentos de Prospectiva2020. Director Agro y Políticas Rurales de la Fundación
Nueva Generación Argentina.

Roberto Pons
Licenciado en Economía Política-UBA; Profesor honorario UBA; Sub-Director Departamento Economía FCE-UBA;
Ex - Jefe Deparmento Comercio y Negociaciones Económicas Internacionales - UIA; Ex- Director y Presidente
Mercado Central de Buenos Aires(1989/1993); Ex- Secretario de Economía de la Municipalidad Ciudad Buenos
Aires (1973).

4
Prólogo
Al iniciarse el año 2013 el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dr. Julián Domín-
guez consideró la necesidad de constituir un espacio de análisis de la realidad Argentina y particularmente
de la Provincia de Buenos Aires en el contexto de un profundo compromiso con el desarrollo del Proyecto
Nacional, Popular y Democrático inaugurado por el Presidente Néstor Kirchner y continuado con un amplio
respaldo de la sociedad argentina por la Presidenta Cristina Fernández De Kirchner.
Un conjunto de académicos, investigadores, legisladores, dirigentes sociales, empresarios, trabajadores y
comunicadores fueron convocados a constituirse en protagonistas activos de un proceso colectivo de aportes
temáticos que enriquecieron el debate en las diferentes áreas y que se sintetizan en este momento histórico
conluyendo con el Bicentenario de la Independencia de la Patria.
El trabajo que a continuación se presenta forma parte de una publicación conformada por siete fascículos
que reúnen la totalidad de las contribuciones que se han volcado durante los encuentros desarrollados a lo
largo de 2013. Los mismos reconocen diversidad de enfoques siendo el contenido de cada uno de ellos la
expresión directa de cada autor con plena autonomía y en consecuencia, sin necesidad que la misma releje
la opinión colectiva del Grupo San Martín.
Corresponde señalar el reconocimiento hacia cada uno de los participantes del Grupo San Martín asumien-
do que su generoso y solidario esfuerzo contribuirá, como hemos dicho, a enriquecer los aportes para el
Bicentenario de la Patria.
Dr. Norberto Liwski
Coordinador

El Segundo Centenario de la Independencia de la Patria nos hace reairmar que la política es vocación de
servicio y que, como tal, supone un llamado a aportar ideas que puedan fortalecer tanto el presente como
lo que legamos a nuestros hijos.
Nosotros, como generación, recibimos un país que no tenía identidad, un país que había quebrado su
futuro y su ilusión. Habíamos perdido lo más sagrado que puede perder un hombre y un pueblo: la capacidad
de decisión para lograr que las cosas cambien.
Esto dejó de ser así a partir de la contribución patriótica que hizo Néstor Kirchner y a través del liderazgo
de Cristina. Nos queda como desafío cambiar las cosas que todavía nos duelen. Este proyecto político no
debe detenerse y debe renovar sus desafíos permanentemente.
Tenemos la obligación de pensar la política desde el lugar que nos corresponde, y para ello es necesario
construir una mirada de largo aliento. Nos une la certeza de que el tiempo es superior al espacio. Nuestro
deber es tener una visión en perspectiva para una gestión política que cobra un sentido en el presente,
porque mira hacia el futuro.
No creo en los modelos, porque que los modelos son cerrados y estáticos. Creo en este proyecto político
en el que nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner todos los días nos sorprende con un nuevo
desafío. ¿Por qué? Porque un proyecto como este tiene un origen pero también tiene una inalidad y objetivos
bien claros: la igualdad, la promoción de los derechos humanos, la construcción de la justicia social en su
sentido más amplio y la reairmación soberana de ser artíices de nuestro destino nacional.

Julián A. Domínguez
Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Diciembre de 2013

5
Presentación
Colaboración de UNSAM

La expansión de la demanda agregada en la última década estuvo caracterizada por la institucionalización


de la discusión sobre la distribución de la riqueza mediante los convenios colectivos de trabajo. A su vez,
se vio acompañada de la irme decisión política de sostener la creación de empleo con el claro objetivo de
restituir la dignidad del trabajador.
La innovación productiva, junto al fuerte impulso a la ciencia y a la tecnología, constituye un eje central para
el desarrollo económico con inclusión y justicia social. No obstante, sabemos que los desafíos se renuevan
y que, por lo tanto, es necesario concebir un claro peril productivo, sustentado en la creación de empleos
de calidad y en la incorporación del conocimiento, tanto en las industrias tradicionales como en las de alta
complejidad tecnológica.
En ese sentido, problemas como el rol económico y social del sector agroindustrial y alimentario necesi-
tan ser redeinidos. La nueva matriz productiva nacional deberá contemplar el desarrollo sustentable de las
economías regionales.
Por otro lado, con el in de armonizar las necesarias políticas macroeconómicas que redoblen el esfuerzo en
ese camino, habrá que tener en cuenta diversas condiciones microeconómicas, como el acceso al inanciamiento,
la incorporación de tecnología y la integración de las cadenas de valor para aumentar la sinergia productiva.
De esta forma, las contribuciones que a continuación se presentan proponen introducir estas dimensiones
como problemáticas prioritarias para el fortalecimiento del rumbo productivo nacional.
Guillermo Bellingi realiza un análisis de los principales aspectos productivos de la Provincia de Buenos
Aires destacando su importancia a nivel nacional. Analiza el producto bruto geográico y su composición, así
como el rol que pueden desempeñar determinas áreas de política pública provincial.

Juan Carlos Cortiñas analiza el sector eléctrico, presentando al mismo como un instrumento de organización
del territorio y factor de desarrollo. Asimismo plantea desafíos a futuro en el marco de un proyecto nacional.

Carlos Gdansky presenta los logros obtenidos durante la última década, destacando el rol de la genera-
ción de conocimiento y la educación. En este sentido, realiza un racconto de la experiencia del Centro de
Formación Profesional vinculado a la UOM de La Matanza.

Marcelo Fernández realiza un análisis del sector industrial desde una mirada empresaria destacando la
importancia de la generación de valor agregado en origen. Finalmente presenta los postulados de la Agru-
pación Ministro José Ber Gelbard de la cual forma parte.

Pablo Lavarello analiza el actual proceso de industrialización a nivel nacional para luego discutir el rol y
el lugar de la Provincia de Buenos Aires en un proyecto de transformación productiva.

Roberto Patronelli presenta la evolución de su empresa familiar en el marco de los distintos períodos
históricos de la historia reciente, destacando el crecimiento y diversiicación experimentado durante la última
década.

Bernardo Piazzardi realiza un estudio de las perspectivas del sector agropecuario argentino y sus poten-
cialidades. Destaca asimismo el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2) como herramienta
para la elaboración participativa de una visión consensuada.

Roberto Pons presenta un análisis de las cadenas productivas en la Provincia de Buenos Aires concluyendo
que la capacidad de ocupación de mano de obra así como la diversiicación de las exportaciones y la gene-
ración de productos con mayor valor agregado son un importante desafío para la provincia.

7
Crecimiento económico en la Provincia de Buenos Aires
Guillermo Bellingi1

E l origen de este documento es una exposición sobre aspectos productivos de la Provincia de Buenos
Aires. Claramente sería muy extenso un trabajo que analice el peril productivo de la Provincia. Lo que
aquí se hace es focalizar en algunos aspectos de la generación de valor agregado en la Provincia, quedando
muchos otros temas por analizar y profundizar.
Con esa mirada, aún parcializada, nos proponemos sacar algún tipo de conclusión respecto de lo que ha
pasado, lo que se ha hecho y, en todo caso, dejar enunciadas las bases de lo que se podría hacer.
El análisis de la estructura general de la Provincia se hace aquí en dos dimensiones principales, dejando
de lado otras posibles e importantes. Por un lado la Provincia en si misma teniendo en cuenta cuál es su
estructura y cuáles son las actividades productivas que generan mayor valor agregado y mayor nivel de empleo.
Por el otro lado, la referencia a cuál es la gravitación de la Provincia en el total nacional.
Vamos a ver qué representan esas actividades productivas al interior de la Provincia de Buenos Aires y lo que
signiica el peso de la Provincia en la Nación. En términos de supericie representa el 11% del área nacional,
tiene el 39% de la población, genera el 36% del PBI, el 55% del valor agregado industrial o producto bruto
de la industria, es responsable del 33% de las exportaciones del país y en estos últimos 10 años —en que se
ha dado un proceso de crecimiento continuo de la economía— la Provincia de Buenos Aires exhibe una tasa
de crecimiento de su producto superior a la que muestra el total nacional.
Podemos ver en el gráico el PBI interno y geográico. PBI es el que genera la economía de una nación y
producto bruto geográico al que restringe la visión del producto bruto dentro del territorio de una provincia,
en este caso la de Buenos Aires. Lo que uno ve de esta serie de datos a valores corrientes —es decir que está
mostrando tanto crecimiento de las cantidades producidas como crecimiento de los precios que expresan
en valores esas cantidades producidas— es que la Provincia representa, de acuerdo al periodo y de acuerdo
sobre todo al momento coyuntural de la economía, entre el 34% y el 38% del PBI nacional.

1 El articulo que aquí se presenta ha sido elaborado con la colaboración del Lic. Santiago Lopez Osornio

9
Crecimiento económico en la Provincia de Buenos Aires

Una particularidad para Buenos Aires que es que la economía de la Provincia tiende a mostrar ampliada
la situación de la economía nacional, en el sentido que la participación del producto geográico en el total
nacional se incrementa más cuando la economía del país crece mientras que se deprime más cuando la
economía nacional crece menos o cuando la economía nacional decae (la Provincia ampliica el ciclo econó-
mico que marca la economía nacional).

¿Qué se produce?

Hay alguna suposición, bastante extendida probablemente por cuestiones históricas que eran ciertas
hace muchos años atrás, o por algún tipo de intereses, que entiende a la Provincia de Buenos Aires, con su
identiicación de pampa húmeda, a partir de la fundamental importancia del sector agrícola. Y hay algunos
elementos que podrían usarse para apoyar esta idea, como por ejemplo la evolución del área sembrada de
soja en distintos períodos históricos respecto del total nacional.
Sin embargo no es real que la Provincia se caracterice por el predominio del agro. No es una provincia en
la cual la industria esté relegada por la actividad agrícola.
Veamos dos elementos para la descripción: la participación del PBG de Buenos Aires en el PBI así como
también la composición de ese producto bruto geográico con una clasiicación de actividades productivas. Es
decir, veamos cómo se compone por diversas actividades productivas el PBI de la Provincia de Buenos Aires.
Entonces, vamos al año 2011 para ver cuál es la estructura de la generación de valor agregado en la Provin-
cia de Buenos Aires. La actividad económica puede dividirse en dos grandes grupos: sector productor de
bienes y sector productor de servicios. Del 100% —que es el valor del producto bruto a precio mercado de
la Provincia de Buenos Aires— el 35,6% corresponde al sector productor de bienes. El sector productor de
servicios es del 53,8% (la diferencia para llegar al 100% corresponde a componentes impositivos). Cuando
uno abre el sector de bienes y el sector servicios en las diversas actividades que los componen se encuentra
con cuál es el aporte de cada una de ellas a nivel desagregado. Y ahí encontramos que dentro del sector
productor de bienes la actividad más importante es la industria manufacturera con el 24,4%, es decir, que la
industria manufacturera en la Provincia de Buenos Aires genera un cuarto del PBG total.
Esto contrasta con la participación de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura que es el 4% del produc-
to de la Provincia. Además, la industria manufacturera es tan relevante, que analizado a nivel desagregado,
resulta la actividad más importante de todas las ramas tomadas individualmente. Porque si bien los servicios
concentran el 53% del producto, ninguna de las actividades que lo componen, supera individualmente el
15%. Por tanto, puede observarse que la industria es el sector productivo ampliamente más relevante dentro
de la Provincia de Buenos Aires.
¿Signiica esto que el agro es una actividad menor en cuanto a las posibilidades productivas de la Provincia?
No, evidentemente hay una gran generación de valor agregado en servicios e industria que tiende a satisfacer
la demanda generada por el agro. El análisis más correcto sería el de cadenas de agregación de valor, por
ejemplo en la Provincia una parte de la actividad de la industria metalmecánica y de la química, obedece a
que ahí están encadenadas con el agro, obviamente, y presentarlas por separado no quiere decir presentarlas
dicotómicamente, sino que tiene que ver con una forma internacional de clasiicación implementada para
mostrar que la posibilidad de agregar valor a la semilla ya pasa a ser un tema de otra actividad económica y
no especíicamente del agro, aunque claramente están vinculados.
Cabe destacar que a la hora de elegir potenciar actividades podríamos sugerir que deberíamos apostar
a aquellas consideradas transversales. La clave está principalmente en la inversión en el conocimiento y el
desarrollo de nuevas tecnologías, para que ello pueda ser aplicado transversalmente a cualquier actividad con
la que pretendamos mejorar los costos, o hacernos competitivos, eligiendo el peril productivo a desarrollar.
La mayor parte de los avances tecnológicos que nosotros usamos día a día es producto de una actividad
transversal como el conocimiento aplicado a diversas actividades económicas. Por ejemplo, el software es una
industria que ha permitido ahorrar costos, ganar productividad y abaratar precios, y no es metalmecánica, y
no es química, y no es agro, pero le es funcional a todas esas actividades.

10
Grupo San Martín Guillermo Bellingi

Ahora analicemos la participación provincial en el total nacional según la misma clasiicación de actividades
económicas tomando promedios por periodos.
En primer lugar, según el peso que tienen para el promedio del período 2009–2011, se ubica la industria
manufacturera que representa el 53% de lo que se genera a nivel nacional. El valor agregado en transporte,
almacenamiento y comunicaciones es del 47%. El 42% en sectores productores de bienes (siempre referido
al total nacional). Las actividades inmobiliarias representan el 34% y agricultura casi 32%. Muy por debajo se
encuentran sectores como el de intermediación inanciera, que en la Provincia de Buenos Aires representa
el 12,8% del valor agregado generado a nivel nacional por el sector.

¿Qué exporta?

Para concluir resulta útil hacer una consideración sobre las exportaciones de la Provincia. En este sentido
debe destacarse que Buenos Aires explica el 33% de las exportaciones nacionales. Profundizando el análisis,
en lo que hace a su clasiicación,—como lo hace el INDEC— podemos identiicar cuatro grandes rubros:
1) productos primarios 2) manufacturas de origen agropecuario 3) manufacturas de origen industrial y 4)
combustible y energía.
La estructura de participación porcentual de cada uno va variando con el correr del tiempo aunque la
correspondiente a 2012 es relativamente estable también en años anteriores. Esta estructura nos marca
claramente que el 60% de sus exportaciones están compuestas por manufacturas de origen industrial.
Dentro de ese rubro, el material de transporte tiene una dinámica de crecimiento de 3.500 millones de
dólares en el 2007 a 7.000 millones en el 2011. Luego aparecen otros rubros de exportación interesante
como las máquinas y aparatos eléctricos, materias plásticas, metales y productos químicos y conexos.

No podemos identiicar separadamente, cuánto de la estructura y crecimiento económico provincial,


obedece a políticas impulsadas desde la Provincia de Buenos Aires especíicamente.
Cabría preguntarse qué rol tiene la política provincial en el impulso a determinadas actividades en el marco
de una política económica nacional orientada al fortalecimiento de los componentes de la demanda agregada.
Evitar el agotamiento productivo y canalizar el potencial hacia actividades de alto impacto futuro debieran
ser los incentivos de las políticas productivas desde el nivel provincial, con recursos propios y aprovechando
los nacionales.
Hay un rol que algunas áreas de la política pública provincial pueden desempeñar en lo referente a incen-

11
Crecimiento económico en la Provincia de Buenos Aires

tivos destinados a los sectores intensivos en ingeniería. Debemos preguntarnos cuál es el rol que le puede
caber a la promoción cientíica, a las instituciones vinculadas al inanciamiento como el Banco Provincia y a
la vinculación de todas las Universidades Nacionales que existen en el territorio provincial, para fortalecer
el vínculo entre el conocimiento y la producción.
Es en este sentido que puede airmarse que existe un campo fértil para explorar y explotar, en el marco de
las herramientas de política pública existentes, así como aquellas por desarrollar, de forma tal de potenciar
la capacidad productiva provincial y alcanzar un mayor desarrollo económico con justicia social.

12
El futuro del sector eléctrico
Juan Carlos Cortiñas

L a energía eléctrica es un instrumento de organización del territorio y factor de desarrollo nacional,


por lo que las bases de sustentación no pueden ser entregadas a los vaivenes del mercado, ni tampoco a una
visión tecnocrática y centralista. Se debe asegurar el carácter participativo y democrático de sus formulaciones,
para incorporar las contribuciones de los diversos segmentos de la sociedad, sean estos los consumidores
residenciales, los sectores económicos especíicos de la industria, la agricultura y el comercio.
Un marco regulatorio para el sector eléctrico debe tener objetivos que garanticen la seguridad en su
provisión que indiscutiblemente no la puede manejar el mercado porque es un servicio público; la planii-
cación es un requisito esencial pues las inversiones maduran en años junto con la estabilidad institucional.
Se deben promover tarifas accesibles para los distintos sectores sociales, en especial los de menores recursos
y para consolidar de esta forma la inserción social en la energía eléctrica (programas de universalización de
la prestación del servicio). Las tarifas para el área comercial e industrial pueden diferenciarse tomando en
cuenta los grupos a promover y estar acordes con los precios relativos de los otros sectores de la economía,
para que no se desequilibren los precios relativos en el mediano plazo y se produzcan impactos no deseables
en la economía del país.

Mirando el presente y al futuro


Logros

• En el sector transmisión, enlace necesario entre la distribución y la generación, se ha tenido una


experiencia exitosa pues en menos de una década se han construido 5.047 km de nuevas líneas en
extra alta tensión y 1.542 km en alta tensión (220/132 kV ), lo que ha signiicado un incremento del
70 % sobre la extensión del año 2003. Hay unos 130 puntos de conexión en la red de LEAT y de AT,
y se ha triplicado la eiciencia del servicio de transporte eléctrico con relación al año 2000, también
se redujo fuertemente la cantidad de fallas anuales por cada 100 km.
• En la década se debe destacar la construcción de líneas de alta tensión en todo el país, la reactivación
de los proyectos hidráulicos y nucleares y las nuevas centrales de energía renovables como el uso
de los biocombustibles.
• Es muy importante señalar la construcción de las líneas programadas dentro del Plan Federal de
Transporte Eléctrico, no sólo en extra alta tensión, sino en media y baja en todas las provincias. De
esta forma se integra la red eléctrica nacional, que tuvo su primer éxito con la interconexión del siste-
ma patagónico con el SADI en el año 2006; se continúa fortaleciendo el sistema eléctrico en las áreas
más débiles del sistema y se va eliminando la generación distribuida. Este Plan ha permitido cambiar
el diseño radial de la red eléctrica del país por la cual muchas regiones contaban con una única vía
para recibir o entregar energía y permitir una menor congestión de la red. Las Provincias participaron
en la deinición de las nuevas líneas y se fortalecieron las interconexiones eléctricas internacionales,
especialmente con el Brasil.
• La represa de Yacyretá con Paraguay alcanzó la cota de diseño en febrero de 2011, luego de 38 años
de irmado el Tratado. Hoy genera con 18 máquinas (son 20) al 87% de su potencia nominal.
• La generación nuclear participó con el 4,7% en el total de la oferta eléctrica en el 2012. En el año
2006 el Gobierno Nacional deinió el “Plan para la reactivación de la actividad nuclear en la Argen-
tina” que incluía: la terminación de la central nuclear de Atucha II, la extensión de vida de la central
nuclear de Embalse, el estudio de factibilidad de una nueva central, la reactivación de la planta de
agua pesada, del desarrollo del reactor CAREM y de la Planta de enriquecimiento de uranio. Atucha
II entraría en operación comercial a ines del primer semestre del año próximo. El desarrollo de la

13
El futuro del sector eléctrico

política nuclear de largo plazo tiene que ser una política de estado del país por las numerosas apli-
caciones en la medicina, la industria y la exportación de tecnología argentina. También se irmó un
convenio de cooperación nuclear con Brasil.
• También podemos mencionar algunas leyes que alientan la inversión en el sector: Régimen de los
biocombustibles (Ley 26.093); Régimen para el desarrollo de la tecnología, producción, uso y apli-
caciones del hidrógeno como combustible y vector de energía (Ley 26.123); fomento para el uso de
fuentes renovables para la generación eléctrica (Ley 26.190). Esta última establece un régimen espe-
cial para estas inversiones para que en el plazo de diez años las energías renovables aporten el 8 por
ciento del consumo de energía eléctrica y la Secretaría de Energía ha seleccionado distintos estudios
de pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (PAH).
• Se alentaron las Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) en la mayoría de las provincias.
El proyecto está destinado a resolver las necesidades de abastecimiento eléctrico a los pobladores
rurales que carecen de ella por estar ubicados en zonas lejanas de los centros urbanos y/o de difícil
acceso, donde no es factible que dispongan del mismo a través de fuentes de energía convencionales
(de red), y de provisión de agua caliente, cocción y calefacción en establecimientos públicos de las
mismas características.
• La Secretaria de Energía junto con la de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos creó el Sistema de
Información Nacional sobre bioenergía para desarrollar un Sistema de Información Geográica que
dé cuenta de la oferta y demanda de recursos biomásicos que serán las bases para el planeamiento
estratégico del aprovechamiento de estas riquezas.
• El Programa Nacional de Uso Racional y Eiciente de la Energía (PRONURE) mediante el decreto
140/2007 ija el etiquetado de eiciencia energética, la realización de diagnósticos energéticos a indus-
trias, proyectos de reinversión para alumbrado público y semaforización, etc.
• De acuerdo a algunos especialistas en la Secretaría de Energía se prepara un nuevo “megaplan de
infraestructura” de ocho centrales hidroeléctricas, una gigantesca torre de comunicaciones en el
Conurbano Bonaerense y un extenso acueducto con múltiples sistemas de riego en la provincia de
Santa Cruz para reactivar el sector de las obras públicas. La lista de emprendimientos implicará una
inversión superior a los u$s 15.000 millones que el gobierno nacional prevé llevar adelante con
financiamiento externo de China, Rusia, Corea y Japón. En el sur se han licitado dos represas
hidroeléctricas que el consorcio ganador está negociando su inanciamiento de u$s 4.700 MM con el
Banco de Desarrollo de China.
• La Secretaría de Energía ha desarrollado un sistema de recopilación de información para el sector
energético que en su momento servirá para realizar la planiicación estratégica que necesita el sector.

Desafíos

• El sector eléctrico tiene problemas debido al importante incremento del consumo generado por el
crecimiento de la economía (4,5 % de incremento anual de consumo eléctrico acumulativo desde el
año 2002 al 2012) a pesar de la fuerte expansión tanto de la generación de energía —57 %— como la
potencia instalada que creció un 36%. Las importantes inversiones realizadas no han sido suicientes
para sostener la demanda de los sectores del consumo domiciliario, comercial e industrial. A este
hecho hay que agregar los niveles de importación de combustibles para generar electricidad, por la
caída de la producción nacional de gas y la ampliación de la demanda de potencia provocada por la
expansión de los equipos de aire acondicionado, que representan unos 3500 MW sobre un total de
22/23000 MW, cuando se prenden a la misma hora por efecto del aumento de la temperatura.
• Los precios del sector en todos sus segmentos (generación, transporte y distribución), no posibilitan
ingresos como para atender inversiones ni costos variables. La generación se ha expandido con aportes
de fondos del Tesoro, con apropiación –a cambio de acciones de nuevas empresas—, de acreencias de
generadores y transportistas; la potencia computada como disponible está conigurada por alrededor

14
Grupo San Martín Juan Carlos Cortiñas

del 40%/50% por máquinas de bajo rendimiento especíico que encarecen el producto y no cumplen
con parámetros de emisiones de gases contaminantes. El transporte y la distribución han deteriorado la
calidad y se ha recurrido a generación distribuida de altísimo costo y alta contaminación para sustituir
el faltante de inversiones en estos tramos del servicio.
• Se aplican recursos del Tesoro para subsidiar la oferta, cuando sería conveniente subsidiar la demanda.
• Los costos del servicio introducen ineiciencias que disminuyen la capacidad competitiva de la produc-
ción argentina o la excluyen de la competencia, y presionan más allá de lo razonable sobre el Tesoro
y los asalariados.
• La distorsión de precios relativos demandará el diseño de una salida administrada hacia precios que
cubran los costos, incluyendo una tarifa de interés social, para reducir el peso sobre el dinero del
Tesoro.
• Se debería diseñar un sistema de administración de la demanda para reducir la presión de la impor-
tación de combustibles sobre el Balance de Pagos (u$s 14,0 MM al año).
• A su vez, habría que promover la rearticulación institucional del sector eléctrico, que actualmente
opera con gestión privada (sin riesgo) bajo decisión estatal y con riesgo público.
• En cuanto a Yacyretá, para marzo del 2014 (40 años de puesta en vigencia del Tratado) Paraguay podrá
pedir la revisión de los términos establecidos en el Anexo C, lo que puede implicar nuevas erogaciones
y cambios en la tarifa de la energía. Lamentablemente en estos años de fuertes aportes de Argentina
para terminar la obra, aún quedan temas pendientes: deuda de la EBY (Entidad Binacional Yacyretá)
con el Tesoro Argentino (unos u$s 17.000 MM), diferencias por la lista de personal de ambas orillas,
aportes por compensación de energía cedida y la deinición del arbitraje de los llamados “Asuntos
contractuales pendientes con el contratista de la obra civil principal”.
• En lo que respecta a las energías renovables, en 2012 entraron al sistema 118 MW entre centrales
eólicas (112 MW) y fotovoltaicas (6 MW). A esto se le suman 92 MW de pequeñas centrales hidroeléc-
tricas (<30MW ) en funcionamiento, con lo cual las energías renovables suman en total un poco
más de 400 MW. Esto representa un poco menos del 1,3% de la potencia total del sistema. En el año
2007 se sancionó la ley 26190 Régimen de Fomento Nacional para el uso de fuentes renovables
de energía destinada a la producción de energía eléctrica, como ser la energía eólica y solar,
aunque no obtuvo suiciente inanciamiento, y fue alentado posteriormente a través de la empresa
estatal ENARSA. Hoy habría presentados unos 5.000 MW de proyectos eólicos en donde participan
empresas argentinas y extranjeras.
• Es necesario recuperar la capacidad de producción a precios próximos a los precios del servicio en
países que compiten con Argentina. Esta situación requerirá proveer recursos para la expansión y para
la sustitución del parque de generación de bajo rendimiento especíico y altos costos.
La comparación con Brasil, si bien arbitraria, encuentra fundamento en que es nuestro principal socio
(y demandante de bienes industriales) en el Mercosur. Su costo promedio es hoy similar al nuestro, pero
proyectado levemente decreciente para un horizonte de diez años, en virtud de un programa que inanciará
la instalación de nuevas unidades de generación.
El costo de generación (u$s 73 MWh) contrasta con lo que paga aproximadamente el 80% de la demanda
(u$s 10 /MWh), que es, aprox. el 13,5% del costo.
A modo de ejemplo, y en un ejercicio de grandes números, podríamos decir que si un usuario del área
metropolitana (AMBA) tuviese que afrontar una factura del servicio de electricidad con costos de merca-
do (lo que cuesta producir la energía más lo que vale llevarla hasta su medidor), tendría, sobre valores de
diciembre de 2012, un incremento promedio del orden del 400%.
El sector eléctrico, para seguir funcionando, depende del ESTADO:
Precisa de los dólares para pagar las importaciones del combustible que no se produce en el país.
• Necesita de los pesos para cubrir los costos que no se pagan con la tarifa.
• Por lo tanto impacta directamente en las cuentas de la balanza de pagos y del isco.

15
El futuro del sector eléctrico

Un desafío entonces es conseguir los casi u$s 12,0 MM (u$s 14,0 MM de importaciones menos u$s 2,12
MM de exportaciones de petróleo, derivados, gas oil), Pero ¿qué signiican los u$s 12,0 MM estimados para
2013 en la Balanza Comercial y de Pagos del País?
• Representan el 52% de las divisas producidas por las exportaciones de productos primarios (granos)
o 42% de las provenientes de las MOA (aceites y otros).
• En importaciones, representan el equivalente al 92% de las divisas dedicadas a Bienes de Capital o el
74% de Piezas para Bienes de capital.

Otro desafío es conseguir los pesos para subsidiar las tarifas que no cubren todos los costos de producir,
transportar y distribuir la energía.
Si nos concentramos simplemente en la generación eléctrica, encontramos que el 70% de los costos
operativos de producir la electricidad que consume el país, está subsidiada a cargo del Tesoro Nacional. Las
tarifas (de todo el país) sólo cubren aproximadamente el 30%1.
En 2012 las transferencias del Tesoro Nacional al sector eléctrico alcanzaron $ 55,1 MM, siendo los diri-
gidos a CAMMESA (básicamente combustibles para generación) de $ 24,6 MM [unos u$s 5,5 MM al cambio
promedio 2012]; a ENARSA de $ 19,2 MM y el resto para las nuevas centrales nuclear, carbonífera, Yacyretá,
líneas de transmisión y otros usos.
Esto hace que en costos operativos (cuentas de CAMMESA) la tarifa pagada por los usuarios del país (todas
las categorías) sólo haya cubierto el 30% y el resto lo solventara el Tesoro. En 2013, esta proporción puede
llegar a ser aún menor.

¿Cómo afrontamos el futuro del sector eléctrico dentro de un Proyecto Nacional, Participativo,
inclusivo y sustentable?

Para terminar, las propuestas que planteamos en este trabajo ordenarían la restricción de oferta del sector
eléctrico y su fuerte impacto en la balanza de pagos. Las mismas están enmarcadas en un contexto partiendo
desde un proyecto integrador e inclusivo de la sociedad en medio de una cultura del encuentro tal
como en su momento lo planteó el General Perón en 1974 o hace unos pocos años el entonces Cardenal
Jorge Bergoglio.
Aclaremos, Jorge Bergoglio señalaba que el pueblo argentino tenía que:
“Pensar en un Proyecto Nacional de desarrollo integral acordado entre los diferentes sectores y actores. El
Estado debe ser sujeto activo, eicaz y eiciente, como promotor y responsable primario del bien común, basado en
los principios de subsidiariedad y solidaridad, tiene un rol fundamental e indelegable en la búsqueda del desarrollo
integral, como articulador de intereses de los distintos sectores y actores sociales, ijando las reglas de juego que
promuevan la cohesión social.”
Para afrontar la demanda eléctrica en los próximos años con desarrollo del país y sustentabilidad es nece-
sario diseñar un plan de inversiones en el marco de un nuevo régimen regulatorio eléctrico que tome
en cuenta los cambios en las normas institucionales que se han realizado y en donde el Estado ha tomado
un gran protagonismo y ha materializado un alto nivel de inversiones. Se deberá pensar en proyectos con
participación pública, privada y social, con un alto énfasis en el planeamiento participativo y el respeto
al medio ambiente.
El General Perón ya señalaba en 1974: “cuando se planiica adecuadamente, puede lograrse una utilización
total de los recursos disponibles. Para que la planiicación sea efectiva no bastan los planes de mediano o largo
plazo. Las decisiones concretas de política económica requieren también planes de corto plazo, que deben ser los
reales propulsores de la actividad” (Modelo Argentino para el Proyecto Nacional).

1 Datos de 2012, tomados del Informe Anual de Cammesa y de la ejecución presupuestaria, ASAP.

16
Grupo San Martín Juan Carlos Cortiñas

Es importante concretar rápidamente un programa de uso racional y eiciente de la energía (publici-


dad, instalación de medidores que restrinjan la carga instantánea y/o aumenten la tarifa, fundamentalmente
en el AMBA), junto con una quita de subsidios a los sectores de altos ingresos, y dar un período paulatino
para adaptarse a las nuevas tarifas a la clase media y sectores obreros. Los subsidios deben permanecer para
los sectores de la sociedad de bajos recursos.
Se deberán instalar nuevos paradigmas en un sector de alto impacto en la población y las reformas
deben ser consensuados mediante el diálogo, la participación, búsqueda de consensos, transparencia,
planiicación-participativa y ijación de políticas públicas de Estado que ayudarán a dar un alto nivel
de credibilidad para tener éxito en las medidas que se implementen.

17
Desarrollo industrial: una mirada desde el sector
empresario
Marcelo Fernández

A rgentina es un país con un territorio extenso que, para suerte de su geografía, abarca todos los climas
y todas variedades de suelos posibles. Además de gran cantidad de ríos, mar y océano que le permiten
compensar la falta de agua en los sitios desérticos que también poseen ciertas riquezas naturales.
Dicho esto se hace muy sencillo deducir que naturalmente nuestro país tiene una gran producción de
productos primarios que provienen de su suelo de extensas llanuras, de sus montañas, de sus ríos o de su mar.
Todos ellos se traducen en una riqueza importante que debemos saber aprovechar para el mercado exter-
no como para el interno de la mejor manera posible generando divisas para la Nación, empresas, trabajo y
empleo de calidad para nuestra población. Pero debemos seguir diseñando la matriz productiva nacional,
basada en agregar valor en origen a dicha producción primaria que permita desarrollar las economías regio-
nales como eje de sustentabilidad económica permanente. Esto requiere de políticas de Estado a largo plazo
que den previsibilidad al sector empresario que realizará las inversiones que industrializarán las riquezas
naturales que tenemos.
Se pueden dar gran cantidad de ejemplos sobre lo expresado, uno de ellos es el algodón que se produce en
la región chaqueña preponderantemente y luego de hacerle algunos procesos se industrializa en indumentaria
en Buenos Aires y vuelve a su lugar de origen con las gastos, costos de traslados y utilidad de empresas que
están muy lejos de donde fuera cultivado y cosechado.
José Ber Gelbard, ministro de Economía del último Gobierno del General Perón, decía algo que hoy pare-
ce una genialidad, pero que fue dicho hace 40 años: “En cada lugar donde se genere un recurso natural
debe radicarse una industria que le agregue valor”, esto era el proyecto político económico de desarrollo
que la dictadura militar y los posteriores gobiernos neoliberales se encargaron de destruir para que no nos
desarrolláramos ni creciéramos como país.
Era necesario cortar con cualquier idea que diera un horizonte de crecimiento que le diera independencia
a la Argentina, no fueron errores estratégicos los que no nos permitieron llegar a nuestro destino sino que
fueron políticas orientadas en ese sentido que tuvieron pleno éxito con la mirada cómplice de la gran mayoría
de nuestra sociedad que no entendía y no sabía hacia donde la estaban llevando.
Pero la actualidad es diferente, hace diez años tenemos en claro que la reindustrialización del país, la
industrialización de la ruralidad y la clara defensa del mercado interno a través de la mejor distribución de
la riqueza posible, así como el control de las importaciones que perjudican la producción nacional, son los
ejes en los que rueda un proyecto político nacional.
Hoy es más sencillo pensar y diseñar una matriz productiva que represente los intereses de toda la
sociedad, a diferencia de tiempos anteriores que solo eran los de unos pocos. El desarrollo de los distintos
sectores productivos, la defensa de las industrias sensibles a las importaciones, generadoras de mano de
obra intensiva, son algunas de las medidas que tanto se reclamaban los empresarios y que fueron claramente
oídas por este Gobierno.
Tenemos la gran posibilidad de pensar un país distinto para las generaciones venideras. Se abren grandes
posibilidades de crecimiento y desarrollo para nuestra economía y producción nacional, depende de noso-
tros no dejar que nos confundan aquellos que quieren aplicarnos viejas recetas del fracaso, que pretenden
que sean actuales y la solución para ciertos problemas coyunturales que iremos resolviendo todos juntos sin
necesidad de dar un solo paso atrás.
Para esto es necesario comprender que debemos tener como política de Estado la agregación de valor
a toda nuestra producción primaria, no debemos exportar cueros crudos para importar zapatos y carteras
hechas con estos, no podemos exportar soja para importar las milanesas congeladas de los países que la
compran, esto como ejemplo de lo ingenuos que hemos sido en el pasado.

18
Grupo San Martín Marcelo Fernández

Pero también debemos generar el autopartismo nacional para que los más de 800 mil autos producidos
tengan más del 50% nacional, no como hoy que llega al 25%. Que las motos se industrialicen aquí y no que
hayan ensambladoras de partes importadas. En in, como vemos damos algunos ejemplos, pero hay mas,
muchos más, que nos indican que todavía tenemos mucho por lo que seguir trabajando. Pero esto lo haremos
entre todos, no podemos dejarlo solo en manos de un Gobierno, sino que debemos comprometernos para
que no se cambie el rumbo de las políticas exitosas en materia productiva.
Por eso, por lo expresado sugiero profundizar el diálogo social que convocó la Presidenta, es el camino
correcto para que los sectores del empresariado, de los trabajadores, el inanciero y el Estado estén sentados
en una misma mesa aportando sus ideas para ijar las políticas de Estado que marquen la matriz productiva
que más le conviene al conjunto de la sociedad.
Siempre sobrevuelan las consideraciones acerca de cuáles serían los planes de acción o proyectos de los
distintos partidos o candidatos elegidos para cuando asuman. Esto genera la atención de la gente tratando
de dilucidar qué país tendríamos con cada una de las opciones o interpretar cómo estas medidas impactarían
en la vida diaria de los ciudadanos, empresas e instituciones. Esto se debe a la necesidad de pensar a futuro
para planiicar. No se puede planear sin tener ciertas certezas sobre el marco económico en el que nuestras
vidas van a desenvolverse.
En este sentido, la mesa de “diálogo político” iniciada por el actual Gobierno en agosto, fue un primer
paso y evidenció muy buenas intenciones, logrando juntar, entre otros, a representantes del sector empre-
sario, del sindical, del inanciero y de la construcción, para entender sus diferentes realidades, conocer sus
problemáticas y procurar equilibrios sustentables.
Desde el sector de las pequeñas y medianas empresas tenemos la convicción de que este proyecto, que ya
mostró soluciones concretas con ideas de los actores que fueron tomadas por el Gobierno y convertidas en
decisiones, debe institucionalizarse para trascender a las personas y a los contextos políticos y económicos.
Es el único camino posible para una Nación próspera, porque es el camino del diálogo. La única manera de
lograr entendimientos a futuro es escuchando e involucrando a todos en las decisiones.
Parte de ese empresariado PyME, que genera el 75% del empleo, ha decido participar, logrando consensuar
una militancia política empresaria innovadora, que tiene como objetivo seguir avanzando con responsabilidad
hacia un mercado interno fortalecido y generador de más y mejor empleo. Es en el marco de los encuentros
de la Agrupación Ministro José Ber Gelbard (de la cual formo parte) que debatimos políticas que permitirán
consolidar el crecimiento con inclusión social y el desarrollo productivo de nuestro país. La misma surgió
porque los empresarios nacionales nos dimos cuenta que no podemos estar al margen de las decisiones
que se están tomando en el país, fue entonces que decidimos que era el momento de ser actores, de salir de
nuestras empresas y trabajar en el marco de un proyecto más amplio.
Creemos necesario impulsar propuestas como: priorizar el transporte ferroviario en el mejoramiento de la
red de transporte; reformar el sistema inanciero, favoreciendo el desarrollo de un sistema crediticio orientado
al sector productivo; profundizar, asimismo, la sustitución de exportaciones mediante la industrialización
de los recursos naturales cambiando la estructura productiva del país; modiicar la estructura arancelaria e
impositiva haciendo que su presión disminuya a medida que se avanza en la cadena productiva que genera
valor, empleo y distribución; crear cupos a exportaciones; regular los precios de los commodities; asociatividad
entre empresas extranjeras que explotan los recursos naturales con las nacionales; entre otras propuestas.
Es por ello que para terminar quiero presentarles el documento fundacional de La Gelbard, como se la
conoce. Creo que a través del mismo podré transmitir cabalmente que el proyecto nacional iniciado en el
2003 posee un empresariado PyME comprometido y dispuesto a trabajar por una Argentina cada vez más
justa, libre y soberana.

La Burguesía Nacional por un país con crecimiento y equidad

El verdadero desarrollo de un país, sustentable y permanente, se logra cuando su crecimiento es distribuido


entre todos sus habitantes, sus regiones y la mayor cantidad de empresas posible.

19
Desarrollo industrial: una mirada desde el sector empresario

Es necesario modiicar la estructura productiva de la Argentina, para continuar avanzando en lograr el


total y permanente bienestar de todos sus ciudadanos.
Todo recurso natural debe tenderse a agregarle valor, hasta llevarlo a un bien de consumo; como meca-
nismo de generación de riqueza.
Toda concentración de cualquier actividad productiva, comercial o de servicio, que no esté en mano del
Estado, debe ser regulada por constituir una deformación del sistema de mercado, y todo sistema capitalista
se deiende de ella.
La Agrupación Ministro Gelbard está compuesta por hombres y mujeres que están convencidos que las
empresas nacionales, las PyMEs y la burguesía nacional son el instrumento para concretar una Argentina
justa, libre y solidaria.
Claramente las políticas implementadas en el último cuarto del siglo xx han aniquilado las cadenas de valor
para volvernos a una producción primaria. En consecuencia, ininidad de empresas pequeñas y medianas han
perecido y la población se ha empobrecido. Sin embargo, muchas han resistido, y muchísimas nuevas han
nacido y desarrollado luego de la crisis del 2002. Una vez más, el protagonismo de la resurrección estuvo
en manos de los empresarios nacionales y sus empresas PyMEs, generando el 75% del empleo registrado y
más del 90% de las empresas del país.
A partir del 2003 el gobierno nacional se propuso la reconstrucción de la “burguesía nacional”. Sin embar-
go, y más allá de que se han generado las condiciones macroeconómicas para ello, no bastó en favorecer
el traspaso a éstos de la producción, el comercio y los servicios que concentran unas pocas empresas que
continuamente rivalizan con el Estado, aunque éste ejecuta políticas que beneician la producción local, en
especial en la que ellos mismos participan.
La lógica es que las grandes empresas siempre rivalizan con el Estado porque éste le impone restricciones
en beneicio de la sociedad; los ciudadanos y las PyMEs necesitan del Estado para su desarrollo y bienestar.
Menos Estado y más mercado es lo que necesitan los más poderosos, y los menos, necesitamos del Estado
para poner límites a las distorsiones. Esta dinámica es un proceso continuo, en especial en una sociedad que
crece. Cada actor debe ser consciente de su rol en ésta. La Burguesía Nacional, no ha tomado aún conciencia
de su importante rol en esta sociedad, y de sus verdaderas necesidades e intereses, confundiéndose entre
dos instancias a la que deinitivamente no pertenece, eligiendo entre opciones que no les son propias, y
hasta muchas veces contrarias a sus intereses.
Deinitivamente las entidades gremiales empresarias no fueron creadas para esta función, y por eso,
todo intento de dar cuenta de ello es fallido lo que se pone de maniiesto en la multiplicidad de entidades
gremiales empresarias existentes.
Esta ausencia de un espacio político que exprese la particular visión PyMe, se maniiesta en la falta de
normas especíicas que contemplen su diferencia y apuntalen su desarrollo; y también en una rivalidad con los
trabajadores, aliándose empresarios, que en gran medida tienen distintos intereses, necesidades y estructura.
Resultando en una incapacidad de generar una fuerte alianza con los dos socios que el sector necesita, los
trabajadores y el Estado y conspirando con la necesidad imperiosa del empresario PyME de inluir sobre la
deinición de las políticas directamente relacionadas con el sector, así como aportar su visión para todas las
cuestiones que hacen a la construcción de una sociedad cada vez más justa e inclusiva.
La Agrupación Ministro José Ber Gelbard se formó por militantes empresarios, que han decidido manifes-
tarse como la voz de este espacio político, desde la particular óptica de una necesaria Burguesía Nacional;
con una idea fuerza central clara, hacemos política para defender y consolidar un modelo de crecimiento y
desarrollo con inclusión y movilidad social ascendente.
Por ello, esta agrupación no reemplaza la actividad gremial empresaria de las distintas organizaciones,
ya que ellas tienen como objetivo los especíicos de cada subsector. Es por eso que la Agrupación Gelbard
es transversal a todas estas instituciones, convocando a todas las personas que comparten los lineamientos
aquí expresados, sin discriminación alguna.
Reivindicamos nuestro derecho de hacer política para participar colectivamente en la construcción del
presente y el diseño del futuro.
Para ello decidimos que trabajamos en defensa del modelo productivo pero además, y muy especialmente,

20
Grupo San Martín Marcelo Fernández

ejercitamos la memoria, defendemos los derechos humanos, la educación y salud pública, la integración
regional, con una clara defensa de la democracia.
Para todo esto, creemos imprescindible la recreación de la perdida “Burguesía Nacional”, la cual fue
desintegrada a punta de pistola y miedo en los sucesivos golpes económicos, utilizando primero a las dicta-
duras como medio, para luego continuar esta labor en democracia, con batallas culturales que instalaron la
inviabilidad de los procesos productivos e industriales.
Si los propios nos reconocemos como esta Burguesía Nacional, y la sociedad toda nos reconoce, y el Estado
crea el espacio legal, estaremos en camino para lograr una gran Nación cada día más justa, libre y solidaria.

21
10 años de formación y capacitación continua
La transformación como política de estado

Carlos Gdansky

D esde el año 2003, se ha dado en la Argentina un proceso de crecimiento virtuoso. Dejamos atrás una
economía desregulada con apertura indiscriminada a las importaciones, políticas iscales contractivas,
reducción de salarios y gasto público, caída de consumo, inversión y recaudación, fuga de capitales, endeu-
damiento externo, desempleo, pobreza e indigencia, crisis política, social y mayor desigualdad. El nuevo
camino iniciado por Nestor Kirchner y continuado por Cristina Fernandez de Kirchner estuvo motorizado
por la expansión en la demanda agregada, sustentándose en cambios en las instituciones laborales, con
restablecimiento del salario mínimo y convenciones colectivas de trabajo, crecimiento del mercado inter-
no y de exportaciones industriales; generando crecimiento de la productividad, propio de un régimen de
acumulación con inclusión social.
En este contexto, relexionar sobre educación en el marco de un proyecto político, que tiene como ejes
la inclusión con justicia social y la innovación productiva y su vinculación con el mundo del trabajo, deberá
pensarse en términos de lo colectivo, de lo comunitario y del mundo del trabajo. Debemos resaltar la deci-
sión política de apostar al desarrollo educativo y cientíico-tecnológico, el impulso a la pequeña y mediana
empresa, el sistemático mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores más golpeados por el
rumbo de los 90 y la crisis del 2001. A partir de 2003 hemos tenido una política social acoplada a una política
económica, capaz de priorizar el empleo y el consumo popular; desarrollando instrumentos políticos para
el cambio desde una tradición popular, enriquecida con nuevos contenidos y actores; abriendo instancias
de participación, debate político y la formación de nuevos cuadros.
De este modo la innovación productiva se propuso construir un modelo de país donde la ciencia y la
tecnología constituyen un motor de desarrollo económico y de inclusión social. Esto implica generar un
nuevo peril productivo y competitivo, con creación de empleo de calidad e incorporación de conocimiento
por parte de industrias tradicionales y de las nuevas empresas en actividades de alta complejidad tecnológica.
En otras palabras, ese desarrollo económico y social debe ir de la mano de la generación de cono-
cimiento desde el sistema educativo y de políticas de Estado, con instituciones capaces de producir
individuos comprometidos con la sociedad y con pensamiento crítico.

La UOM de La Matanza, una pequeña muestra de lo posible

En 1996, en un clima socialmente hostil, pero con la decisión política y el acompañamiento de la enton-
ces Directora General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y actual Diputada Nacional,
Graciela Giannettasio, comenzamos con las primeras acciones educativas de la Unión Obrera Metalúrgica de
la República Argentina seccional La Matanza, a través de su Centro de Formación Profesional Nº406. Por aquel
entonces, contábamos solamente con una sede y una matrícula de 200 alumnos. Sabíamos que debíamos
brindar al ailiado metalúrgico y la comunidad matancera un servicio educativo con aplicación en las nuevas
tecnologías, que era el auge de aquella época; sin embargo, no teníamos como centro formativo una
visión precisa de para qué modelo de país estábamos formando trabajadores.
Esa década y la crisis del 2001, estuvieron tristemente marcadas por una industria nacional que se había
quedado desmantelada, empresas públicas privatizadas, centenares de miles de trabajadores desocupados
y en la calle, un país sin consumo interno, importando productos con valor agregado y miles de jóvenes
desilusionados que emigraban hacia otras tierras. En este panorama desfavorable nuestros alumnos, intentado
conseguir un empleo, venían a la escuela a buscar contención, acompañamiento o terapia ocupacional, con
muy pocas expectativas. De igual manera sucedía en nuestro Taller de Formación Artesanal, Culinario y
Humanidades al que acudían cientos de mujeres buscando una respuesta, en muchos casos como jefas de
hogar, con esposos desocupados y siendo ellas el único sustento para la crianza y la mantención de los hijos.

22
Grupo San Martín Carlos Gdansky

Esta profundización de las carencias para los sectores más postergados, el empobrecimiento de las capas
medias y la diicultad de generar puestos de trabajo, tenían una feroz consecuencia: nuevos problemas sociales
y políticos que devenían de la mayor inequidad social iniciada en la última dictadura militar. La respuesta no
fue sencilla, pero podríamos empezar diciendo que para muchos, hallarse con “otros” en la misma situación
presumía una señal de igualdad. El desempleo supone el aislamiento social, tiende al encierro psicológico
y a dejar de relacionarse con los demás. Propicia la inseguridad personal y la desvalorización, impide tener
un rol social con el que identiicarse, lo que le afecta negativamente a la personalidad. El trabajo aporta un
sentido de identidad y el desempleo produce cambios en el estilo de vida, repercutiendo en el ámbito familiar,
desestabilizando las relaciones sociales, generando la disminución de la autoestima y un empobrecimiento
del concepto que se tiene de uno mismo. Así con un norte no muy claro, con alumnos que buscaban posi-
cionarse en la alfabetización digital, fuimos transitando el camino de la educación con el objetivo político
de la capacitación y la formación profesional, pues no olvidábamos nuestra esencia metalúrgica. Sabíamos
muy bien, que brindábamos un servicio educativo muy útil, pero, no lográbamos aportar una visión
concreta al país que soñábamos y necesitábamos. Pues entonces en este clima, ¿cuál era el valor y la
función social del CFP Nº406? Independientemente de brindar herramientas de formación y capacitación,
esta alternativa educativa tejió lazos solidarios, mucho más gratiicante que una simple salida laboral: gene-
ró la posibilidad individual y colectiva de reencontrarse con la conianza en uno mismo y en sus
capacidades, reconstruyendo formas más inclusivas de organización social. Así transcurrimos la peor
de las crisis política y económica de la cual los trabajadores tuviésemos memoria.
El 2003 dio inicio a otra etapa de recuperación y mantenimiento de la gobernabilidad. La capacidad de
decisión, la voluntad de tomar la iniciativa constantemente y de no entregar el poder, generó seguridad en el
ciudadano y disminuyó el nivel de incertidumbre. Estábamos frente a un gobierno que gestionaba, y este es
un mérito que se instalaba en la subjetividad colectiva. Otro período político se avecinaba, y en el año 2004
comenzábamos las acciones del nivel secundario, una nueva herramienta para nuestros ailiados que se pudo
concretar gracias al apoyo del diputado nacional Mario Oporto, por aquella época Director General de Cultura
y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Asimismo, emprendimos otro proyecto con el Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (MTEySS), irmando los primeros convenios de
trabajo conjunto y recíproco, para la capacitación y la formación de trabajadores metalúrgicos con
un aporte importante en la reconstrucción del tejido social.
Aquellas primeras acciones vislumbraban un país distinto y nuestros institutos comenzaban a cumplir
otro rol. La ayuda del Estado, a través del MTEySS, nos transformaba de manera vertiginosa en organismos
de formación de oicios metalúrgicos directamente relacionados con las entidades sindicales y comenzá-
bamos a dar respuesta a la necesidad de recursos humanos que tenían las empresas privadas. La demanda
de la población para capacitarse diagramaba un nuevo peril del alumnado, con interés en insertarse en
las fábricas que se comenzaban a reabrir. Ejemplo de ello, fue el salto cualitativo que se dio en el año
2005 con la sanción de la Ley Nº 26.058 de Educación Técnico-Profesional y su ampliación al campo
metalúrgico, lo que permitió la vinculación entre las instituciones educativas y el sector productivo.
En ese marco, el 17 de octubre de 2007, la UOM de La Matanza inaugura la “Escuela Fábrica Emilio
Tomasín” con la presencia del entonces presidente Néstor Kirchner, la Senadora nacional, Cristina
Fernández de Kirchner y el Ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada; convirtiéndonos en
referentes del Instituto Nacional de Educación Tecnológica del Ministerio de Educación de la Nación,
para la confección de los periles profesionales de las distintas carreras metalúrgicas en todo el país.
Hoy, contamos con un promedio de 2500 alumnos diseminados en todo el partido de La Matanza entre
nuestro Centro de Formación Profesional Nº 406, “Dr. Oscar Andrada” con dos subsedes en La Tablada, el
Centro de Formación Profesional Nº415 en San Justo, la subsede de la Escuela Fábrica “Felipe Vallese” KM
39 en Virrey del Pino, el Centro de Formación Profesional Nº415 de la Región Municipal 1 Noroeste en
Ramos Mejía y la Cooperativa Metalúrgica Tecnograff de Laferrere; los Anexos en el Centro de Detención
para Jóvenes Adultos de Virrey del Pino, la Escuela de Enseñanza Técnica Secundaria Nº 11 “Islas Malvinas”
de Ciudad Evita, la Escuela de Enseñanza Técnica Secundaria Nº 3 “Manuel Belgrano” de San Justo, la Escue-
la de Educación Técnica Nº 4 de La Reja y el Convenio Marco de Cooperación, Capacitación y Asistencia

23
10 años de formación y capacitación continua

Técnica con la Universidad Nacional de La Matanza basado en un programa de investigación y desarrollo


de un sistema de automatización industrial, protocolo inanciado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva de la Nación.
Es aquí, como parte del movimiento obrero organizado, que podemos dar fe del salto cuantitativo y
cualitativo de la transformación del mundo laboral que apuesta a la formación de sus trabajadores para una
Argentina que crece y que apuesta al futuro, con convicción y decisión política; en donde se puede proyectar
y pensar hacia delante. Este año comenzamos los cursos de capacitación para la instalación y repara-
ción de antenas y decodiicadores de televisión digital terrestre (TVDT) y para el 2014, iniciamos
la capacitación de nuestros docentes para la aplicación de proyectos en energía eólica y Solar y el
programa de Rhinoceros software de impresión 3D, todo con el apoyo del MTEySS.
En conclusión, en un nuevo horizonte con mayor claridad, con objetivos concretos y visión estratégica, estas
experiencias formativas vienen a redoblar la apuesta de crecimiento y desarrollo virtuoso, pues la educación
de los trabajadores desde una visión productiva, es uno de los pilares fundamentales para el fortalecimiento
y el sostenimiento de la industria nacional y un factor de desarrollo indiscutible para el bienestar colectivo
de la Provincia de Buenos Aires y la Nación.

24
Especialización industrial y restricción externa en
Argentina: desafíos para la Provincia de Buenos Aires
Pablo Lavarello

E sta ponencia se propone presentar algunos hechos estilizados que asume el actual proceso de industriali-
zación a nivel nacional para luego discutir el rol y el lugar de la Provincia de Buenos Aires en un proyecto
de transformación productiva. En la primer sección se propone presentar una serie de círculos virtuosos que
aparecen en la economía a partir del 2003, que tienen que ver con un proceso de industrialización y que
no es simple resultado del “viento de cola”. En la segunda sección se analizan cuales son los condicionantes
estructurales que plantean nuevos desafíos de política. En la tercera sección discutir cual es el lugar de la
provincia en una estrategia nacional de desarrollo.

Principales hechos estilizados del crecimiento industrial: más allá del viento de cola

Desde el año 2003 se ha dado un proceso de crecimiento en el que la industria se ha desarrollado vigo-
rosamente. Este crecimiento estuvo motorizado por la expansión en la demanda agregada. Se sustentó en
cambios en las instituciones laborales con el restablecimiento del salario mínimo y las convenciones colectivas
de trabajo. De esta forma se manifestaron un conjunto de círculos virtuosos que no se daban en nuestro país
hace mucho tiempo.
El principal virtuoso a destacar es el que se maniiesta entre la expansión de la demanda (relejada en el
nivel de producción) y el aumento de la productividad de la industria (Gráico N°1). A diferencia de lo ocurri-
do en los años 90, en donde el crecimiento de la productividad no es acompañado por una expansión de la
demanda, obedeciendo a ajustes defensivos de las empresas, se instaura un nuevo sendero de crecimiento en
el que la expansión de la capacidad productiva y las mejoras en procesos va acompañada por la expansión de
la demanda. Si bien esta dinámica puede explicarse en los primeros años al uso de la capacidad productiva
instalada, a partir del año 2005 ésta alcanza niveles de utilización consistentes con las capacidades de reserva
necesarias en la industria. Aspecto que indica la expansión de la capacidad y la reconstrucción de sectores
que se habían reducido a su mínima expresión durante el período de la convertibilidad.

25
Especialización industrial y restricción externa en Argentina: desafíos para la Provincia de Buenos Aires

Esta dinámica virtuosa entre demanda agregada y productividad generó una expansión del empleo,
contrariamente a lo que ocurrió durante los años 90 en el que el aumento de la productividad expulsó mano
de obra aún en la fase de crecimiento. Esto puede visualizarse en el menor ángulo de las rectas punteadas
en el período 2003-2011 vis a vis el que surge del período 1981-1998. Esto muestra la diferencia entre la
incorporación de innovaciones limitada a racionalizaciones en las irmas y la difusión de las mismas en un
entramado más amplio de actividades.
De esta manera es posible apreciar un crecimiento regular y progresivo de la demanda agregada y de la
productividad propio de un régimen de acumulación con inclusión social. Este conjunto de dinámicas no
fue el simple resultado de factores exógenos, sino que fue posibilitado una regulación en la que la extensión
de las convenciones colectivas y la reinstauración del salario mínimo fue acompañado de un conjunto de
medidas que buscaron (con mayor o menor éxito) los efectos perversos del crecimiento en un país periférico:
la instrumentación de tipos de cambio administrados y diferenciados vía derechos de exportación que favo-
reció el crecimiento industrial, una política de reestructuración y reducción de la deuda externa orientada
a recuperar el inanciamiento externo de las empresas, y inalmente, controles al movimiento de capitales,
que pusieron límites a los efectos perversos de la apreciación y volatilidad del tipo de cambio.

La restricción externa como límite al crecimiento: sus determinantes estructurales

No obstante este conjunto de medidas no llegó a evitar el problema de la falta de divisas que toda estruc-
tura económica especializada y heterogénea enfrenta cuando emprende el camino de la industrialización. En
el gráico N°2 podemos ver en la línea azul el balance comercial de la economía en su conjunto expresado
a valores corrientes –o sea que incorpora tanto las variaciones en los precios como en las cantidades— , y
en la línea rosada se presenta el déicit comercial a valores constantes, en el que no se releja el efecto de
los precios de exportaciones e importaciones. Al analizar los valores corrientes es posible observar que el
problema de balance comercial no opera en el período, mientras que desde el año 2007 el déicit a valores
constantes aumenta. Este contraste se encuentra explicado por el efecto de los términos de intercambio.

Conviene detenerse aquí para discutir los efectos de la mejora de los términos de intercambio sobre
los procesos de desarrollo. Su incidencia en el desarrollo no es lineal, posibilitando relajar la restricción
externa en el corto plazo pero al mismo tiempo resultando en un marco de incentivos inconsistente con la
superación de dicha brecha en el largo plazo. Es indudable que la mejora de los términos de intercambio ha
posibilitado continuar creciendo en el período 2010-2013 sin que la economía se enfrente al problema de
divisas. Sin embargo este efecto positivo sobre el crecimiento puede llegar a jugar en contra del crecimiento

26
Grupo San Martín Pablo Lavarello

de largo plazo al asegurar una mayor rentabilidad a los sectores con menor potencial de crecimiento de la
productividad. Intentar llevar adelante políticas de transferencia intersectorial de ingresos que permitan
contener estos efectos perversos, si bien ha sido uno de las razones del dinamismo reciente de la industria,
no han sido suicientes para llevar adelante un proceso de cambio estructural.
Este último aspecto nos lleva al problema que plantea la actual estructura industrial como limitante al
crecimiento. La literatura estructuralista latinoamericana y los autores pioneros de la CEPAL señalaron desde
los años 50 que todo proceso de industrialización de un país subdesarrollado y periférico que absorbe más
divisas de las que genera. Esto se explica por el hecho que la especialización en los sectores con ventajas
comparativas no permiten generar la dinámica virtuosa entre la expansión de la demanda y la productivi-
dad. La industrialización posibilita esta dinámica virtuosa pero con niveles de productividad menores a los
internacionales lo cual no permite aumentar las exportaciones. La única manera de evitar esta trampa del
subdesarrollo es reducir las brechas de productividad a partir del desarrollo de sectores con fuerte potencial
de progreso técnico y de arrastre de empleo.
Veamos como la estructura productiva importa en la explicación de las brechas de productividad. Desde la
década de los 70, como señaló la exposición de Carlos Leyba, se amplió la brecha del PBI per cápita respecto
a los países centrales. Es posible preguntarse qué sucedió con las brechas de producto por trabajador para
las distintas industrias tomando como referencia la productividad de Estados Unidos. Es posible apreciar que
no todos los sectores evolucionaron en forma similar: mientras que en los sectores intensivos en recursos
naturales la productividad de Argentina pasó de ser solo el 50% de la de Estados Unidos en los años 80, la
misma alcanzo el 70% de la productividad en la mejor práctica internacional, en los sectores intensivos en
ingeniería como la producción de maquinaria, insumos químicos la misma pasó del 30% de la productividad
de Estados Unidos a solo el 10%. Esta ampliación de la brecha en los sectores ingeniería–intensivos –que
son la fuente de progreso técnico de los otros sectores entre los que se incluye la metal-mecánica que provee
a la industria automotriz y a la agricultura moderna– muestra releja un fuerte limitante para el desarrollo.
La economía convencional no se preocupa por esta dinámica heterogénea: la Argentina debe especializarse
en los sectores en los que tiene ventajas comparativas. O sea, si en todos los sectores estoy produciendo
por debajo de la productividad del centro, me voy a especializar en aquello donde tengo menos brecha de
productividad. Entonces, en este caso es indiscutible que la especialización conveniente desde el punto de
vista estático es especializarse en recursos naturales. No tiene sentido en este esquema neoclásico producir
reactores nucleares o radares o maquinaria agrícola. Aquí adoptamos una perspectiva diferente, si reinter-
pretamos la idea de “ventaja comparativa” en términos dinámicos hay tres cosas a tener en cuenta:
• En primer lugar, en las actividades intensivas en recursos naturales hay menos brecha de productividad
que achicar, dado se está más cerca del techo que en el resto de los sectores. Con lo cual hay menos
por ganar y para contribuir a la productividad total.
• En segundo lugar, cuando vemos la productividad en Estados Unidos —que tomamos como referencia
de centro— la productividad en los sectores intensivos en recursos naturales crece a un ritmo mucho
menor que el resto de los sectores. Es un sector altamente maduro. Entonces, cuando nos queda
poco para llegar a la cima, el techo se mueve lentamente. En contraste, la frontera crece en aquello
en donde la Argentina cada vez más brecha tiene como es el caso de los sectores ingeniería y cono-
cimiento intensivo. Con lo cual, en promedio, una especialización en recursos naturales nos lleva, a
largo plazo, a ampliar nuestras brechas tecnológicas en el conjunto de los bienes.
• El tercer aspecto importante es que el progreso técnico que se da en la industria intensiva en recursos
naturales viene “incorporado” en las plantas industriales, los equipos y los nuevos desarrollos agro-
biotecnológicos que se producen en los sectores intensivos en ingeniería y conocimiento. Cuando se
incorpora un “nuevo paquete tecnológico” se sabe usar la tecnología pero no cambiarla ni generarla,
limitando las posibilidades de aumento de productividad a aquellos sectores que se ven beneiciados
por cambios tecnológicos exógenos.
Luego, para sostener esa productividad a largo plazo es necesario un cambio estructural hacia sectores
intensivos de ingeniería. Es necesario avanzar en el cambio estructural hacia sectores que nos permitan,
por un lado, disminuir la brecha promedio y además, alimentar el crecimiento de la productividad de los

27
Especialización industrial y restricción externa en Argentina: desafíos para la Provincia de Buenos Aires

sectores intensivos en recursos naturales. O sea, no simplemente se trata de “agregar valor a las materias
primas”, sino que se trata de recrear las capacidades tecnológicas que permitan no solo generar aumentos
de productividad en ese sector sino que emerjan nuevos sectores y empleos.
Esto nos plantea mirar con atención cuál es la evolución en el período. Es decir, si ha aumentado o no el
peso de las industrias de ingeniería intensiva en la estructura de la economía argentina (gráico N°3).

Es posible apreciar como entre los años 70 y el 2000 ha aumentado fuertemente el peso en la estructura
de la industria de sectores intensivos en recursos naturales al mismo tiempo las actividades intensivas en
ingeniería han visto disminuir su participación en el producto manufacturero. Nótese que a partir del 2003
hubo una disminución del peso de los sectores intensivos en recursos naturales y un aumento del peso de
los sectores trabajo intensivo que este gobierno impulsó como la administración del tipo de cambio y un
conjunto de instrumentos –a partir del año 2009— de protección a estas actividades. Al mismo tiempo se
veriica un leve aumento de los sectores intensivos de ingeniería. En resumen, es posible apreciar como desde
los 70 hubo una clara restructuración regresiva de la industria, en el que los sectores ingeniería intensivos
se contrajeron con una tímida recuperación en el último periodo. Este es un sector que conviene apoyar
buscando superar las barreras estructurales de restricción externa.

Industria manufacturera en la Provincia de Buenos Aires: más allá de la especialización agroa-


limentaria

Existe la presunción que la Provincia de Buenos Aires es una provincia netamente agroindustrial y que por
lo tanto juega un rol secundario en el proceso de industrialización más allá de ser la fuente de divisas para
avanzar en un proceso de desarrollo. En el siguiente gráico desagregamos el valor agregado manufacturero
en la Provincia de Buenos Aires, lo que podremos ver que no son tanto las industrias agroalimentarias –las
áreas azules— las que explican la mayor parte del PBI, sino otras industrias de insumos claves para la industria,
como lo son la siderurgia y la petroquímica (áreas verdes).

28
Grupo San Martín Pablo Lavarello

Por su parte, la estructura industrial de la Provincia de Buenos Aires tiene un menor peso de las activida-
des de ingeniería intensivas cuando esta provincia fue la cuna metalmecánica durante la industrialización
sustitutiva. Esta situación contrasta con Santa Fe y Córdoba, que lograron una articulación entre la industria
alimentaria y un mayor peso en la industria de ingeniería intensiva —en Córdoba en particular— y un impor-
tante desarrollo de la industria automotriz.
En resumen, la Provincia de Buenos Aires cuenta con una importante base de industrias de insumos básicos
que la distinguen del resto de las provincias con alto peso en la industria. La industria metalmecánica y otras
actividades intensivas e ingeniería cuentan con un importante punto de partida para avanzar en procesos
de encadenamiento más amplios que los asociados a las actividades agroindustriales. La presencia de una
importante infraestructura de ciencia y tecnología, de Universidades Nacionales y un mercado interno muy
extendido le dan a esta provincia un importante potencial de desarrollo. Esto implica articular estas capaci-
dades con una estrategia de desarrollo que vaya más allá que la respuesta a demandas puntuales.

Conclusiones de política: discutir el rol de la Provincia de Buenos Aires en una estrategia


nacional de desarrollo

En ese marco uno puede plantearse cuál es el rol de la Provincia en una estrategia nacional de desarrollo.
Para ello debemos discutir cuales han sido las políticas que se han aplicado a nivel nacional históricamente
para llevar adelante procesos de cambio estructural y a partir de ello discutir en qué áreas de política la
Provincia juega un papel importante. Cuando uno ve el tipo de políticas que han llevado adelante países
como Corea, como Japón en el siglo xx o Alemania, Estados Unidos en el siglo xix, países que redujeron su
brecha tecnológica respecto al centro, uno puede ver que, en primer lugar, que independientemente de los
instrumentos, todas las políticas apuntaron a generar un marco de incentivos y una política tecnológica que
a partir de una coordinación del Estado logre actuar en diversos niveles:
1. Estableciendo tipos de cambio diferenciales según sectores, con políticas de protección no a todos
los sectores –sino justamente hacia las actividades ingeniería intensiva.
2. Políticas tecnológicas que abran nuevas oportunidades cientíicas y tecnológicas, aprovechando el
fuerte impulso que está dando el Conicet en biotecnología, en software y en otras áreas como las
nanotecnologías y la continuidad de los grandes programas nacionales de apoyo sectorial del Ministerio
de Ciencia, Tecnología e Innovación.
3. Políticas de formación de la mano de obra, ingenieros y cientíicos que posibiliten difundir los apren-
dizajes tecnológicos en las empresas.
4. Políticas que deben ser acompañadas de políticas industriales selectivas a ciertos sectores y tipos de

29
Especialización industrial y restricción externa en Argentina: desafíos para la Provincia de Buenos Aires

empresas, coordinadas a nivel nacional y provincial que permitan difundir rápidamente el progreso
técnico. El impulso selectivo a los sectores ingeniería y conocimiento intensivos es un aspecto central
de este tipo de políticas.

Existe un quinto tipo de políticas que es crucial, en el que las provincias deben jugar un rol central como
coordinadores y facilitadores. Si uno mira la Provincia de Buenos Aires, verá que se puede encontrar con
distintos racimos de actividades e interesantes agrupamientos en el interior profundo de esta provincia y que
muchas veces son industrias de ingeniería intensiva impulsadas por el crecimiento de la maquinaria agrícola
o de cierta maquinaria para la industria de alimentación. Pero no se agota en ello, existen importantes poten-
cialidades para desarrollar actividades de punta como lo son las biotecnologías y el software. La Plata por
ejemplo es un espacio territorial con gran potencial para el desarrollo de clusters biotecnológicos asociados
al sector salud, dada la presencia cercana de laboratorios y una gran cantidad de médicos por habitante.
Este podría ser el punto de partida desde el cual —combinando con la importancia de los nuevos articu-
ladores que deben tener su origen en empresas estatales, mixtas, en asociaciones de empresas territoriales
o en la infraestructura cientíica— uno puede avanzar en una política industrial selectiva en actividades inge-
niería intensiva. Son altamente interesante estos tipos de políticas de entramados articulados en una política
industrial nacional. Es necesario recuperar los aprendizajes institucionales previos de instrumentos que se
han diseñado en el pasado reciente y que han dejado un entramado mínimo para a partir de ahí dar el gran
salto hacia el cambio estructural en donde la Provincia de Buenos Aires tiene alto peso y donde tienen un
amplio camino para volver a recorrer.
Luego, es posible concluir que profundizar los círculos virtuosos del crecimiento exige avanzar en políticas
de cambio estructural en la industria. La Provincia de Buenos Aires no es ajena a este desafío. Es necesario
buscar una mayor complementación entre políticas industriales y políticas tecnológicas donde hay una fuerte
desarticulación en cuanto a los proyectos.

30
Historia de un emprendedor
Roberto Patronelli1

M i historia comienza ligada a recuerdos y anécdotas narradas por mi padre, data en los comienzos del año
1900, en la Ciudad de Las Flores, en la casa de mi abuelo paterno, ubicada en frente de la Plaza España,
lugar donde trabajaba mi bisabuelo, fabricando a mano zapatos de cuero y suela armadas con tachuelas a
puro yunque y martillo.
Me incorpore al mundo del comercio local con un torno, algunas herramientas de mano y muchos proyectos
por desarrollar. Una de mis metas era probarme a mí mismo, por las prácticas en manualidades y facilidades
creativas, habilidad de generaciones anteriores.
Siempre fui una persona pensativa, me gustaba inventar cosas y escuchar charlas cotidianas de quien fue
para mí la estrella a seguir en este camino por la vida, mi padre. En todo momento en que estábamos juntos,
las charlas eran muy ricas respecto a cumplimiento, seriedad, consejos sanos, y como encarar planes que nos
lleven algún día a tener una empresa.
En esta época tenía 23 años, y ya estaba deinido en la vida. Quería devolverles a mis padres lo que me
habían enseñado. No quería fallar, empezaba la carrera más linda para la que me había preparado.

Comienzo del verano de 1974

Durante estos años, había podido armar una pequeña empresa, en ese entonces fabricaba guías de acero
inoxidable para la industria textil local. Teníamos otra línea de fabricación de cintas transportadoras aéreas
y de rolo sobre estructuras al piso para la distribución de prendas en proceso, reduciendo el tiempo en
producción de las mismas.
El ingenio, ese recurso tan preciado en este tipo de empresas, donde los minutos cuentan al inal de la
jornada de trabajo indicando lo positivo o negativo del día.
Años más tarde, empecé a recibir trabajo de hidráulica de camiones, acoplados, maquinas viales y así fue
como empecé a interesarme por este tipo de industria.
En estos primeros pasos, cotidianamente me acompañaban aquellas voces de los profesores de la Escuela
Técnica Industrial (E.T.I), donde fui un alumno más de la promoción de 1971, de los cuales supe aprovechar
la riqueza y sabiduría que nos fueron dejando en cada clase y charla, mostrando siempre su profesionalismo
y exigencia.
Comento estos primeros pasos, para ir al plato fuerte de lo que vendría: saber elegir a la compañera,
que en mi caso me apoyo en todo hasta hoy; familia y empresa de acoplados, semirremolques y volcadores.

Principios de los años 80

En esta época, nuestra PyME formaba parte de la economía regional, pero no bastaba la juventud, el
entusiasmo, y la tecnología. Contábamos con 10 empleados y fue en estos años que desarrollamos el primer
acoplado.
Eran años duros y rumbos inciertos a nivel económico para la marcha de un país…
Se beneiciaban los que especulaban inancieramente. Los que producíamos estábamos en guerra contra
los especuladores. No encontrábamos la manera de la cultura del trabajo, notábamos que la mano de obra
especializada se nos escurría como el agua entre los dedos…

1 El artículo que aquí se presenta ha sido elaborado con la colaboración de Marcos Patronelli

31
Historia de un emprendedor

Década del 90

A pesar de nuestro crecimiento como empresa, dado ya estábamos fabricando remolques completos y
habíamos alcanzado unos 35 puestos de trabajo, entrabamos en la década del 90, cero rentabilidades, cero
crecimiento, golpe de timón para navegar con el valor peso argentino uno a uno con el dólar.
La empresa nacional no era protegida. Este camino no mostraba otro destino que persianas bajas y empre-
sarios confundidos. Adiós a las ilusiones…
Esa alianza de hombres y máquinas de todo tipo se fue perdiendo afectando así la producción nacional
y el trabajo de los argentinos.
En el año 2001, empezamos a pensar cómo llegar al fondo sin despedir personal, y que el aire fresco
algún día llegaría.

Cambio y renovación

Los cambios estaban por venir, solo faltaba esperar a que se concretaran en los años venideros.
La renovación llegaría en el año 2003, donde se ijó el rumbo y con él, las ilusiones. Es a lo largo de esta
década que la empresa tuvo un importante crecimiento. Hoy sostenemos 100 puestos de trabajo y contamos
con 7 líneas de producción que generan 37 modelos distintos de acoplados y semirremolques, accesorios
para equipos de perforación de petróleo, tanques recuperadores para luidos de perforación, piletas auto-
trasportables para almacenamiento de agua tratada, piletas de fractura para la nueva explotación de Shell
Oil Gas, unidades para control de sólidos de perforación y demás remolques para la industria petrolera.
Fue a ines de 2003 que comenzamos a exportar parte de nuestra producción y hoy los mercados inter-
nacionales representan aproximadamente el 50% de las ventas. Nos encontramos exportando remolques y
accesorios para equipos de perforación a países como Chile, Uruguay y Venezuela, Ecuador, Colombia, Perú,
Bolivia, Brasil y Arabia Saudita.
Un proyecto nacional y popular que hasta hoy, solo un visionario como este gobierno, supo adecuar y
prepararnos en esta etapa: la etapa del crecimiento y la ocupación plena.
Al in un proyecto de país, donde la inclusión social como columna ágil nos hermanó para encarar todos
juntos este gran momento de proyecto para la Argentina.

32
Consideraciones y perspectivas del sector
Agroalimentario y Agroindustrial Argentino
Bernardo Piazzardi

Los atributos de los agentes de cambio del sector agroindustrial argentino

I nterpretar la evolución del pasado reciente del sector agroindustrial de la región Mercosur y proyectar
la evolución futura permite elaborar escenarios sobre cuál será la “suerte” de estos países en el futuro.
Estudiar y conocer el peril de “quienes” están generando dicha evolución, nos permitirá comprender mejor
hacia donde vamos como sistema agroalimentario, como país y como región.
La Fundación Producir Conservando estima que casi el 40% de la población ocupada en la Argentina
está empleada en las cadenas agroindustriales del país. Esta fuerte participación también se registra en los
demás ámbitos de cada uno de los demás países de la región como ser, participación en exportaciones, en
generación de divisas y en generación de recursos iscales. De allí que conocer mejor a uno de los principales
generadores de desarrollo de cada uno de estos países nos permitirá saber con más claridad qué hacer para
potenciar esta energía.
Los factores de producción del agro fueron deinidos, de acuerdo con conceptos de Adam Smith, como
la tierra, el capital y el trabajo. No podemos analizar “estratégicamente” este sector (esto es considerando el
impacto en el bienestar de la población en el largo plazo), sino tomamos en consideración el rol del deno-
minado el “4to factor”. Este puede ser resumido como “el conocimiento”, y se lo descubre en las cadenas
de valor agroindustriales en diferentes etapas de agregado de valor. Tecnología, innovación y management
empresarial pueden ser considerados componentes claves del cuarto factor en las cadenas agroindustriales.
Una versión “recargada” del factor conocimiento en las cadenas agroindustriales es la que habla de la gene-
ración de “capital social”. Éste se da a partir del desarrollo del sector como consecuencia de la aplicación de
dicho conocimiento. Por ejemplo para el caso de la Argentina, el 40% de la población empleada en ese país
vinculada al sector agroindustrial compone este valioso capital social.
Quiénes son y cómo son. Estas son las preguntas que surgen cuando se quiere conocer quienes son los
líderes que llevan adelante el desarrollo del sector agroindustrial y que al mismo tiempo colaboran a la
construcción de este capital social. Conociéndolos se podrá comprender sus objetivos, sus capacidades y
sus ambiciones y en que forma todos esos elementos resultan en un motor de desarrollo de cada una de
las comunidades que integran. Demás agentes como el sector público, otros sectores de la sociedad y el
entorno internacional conociéndolos también podrán entender como interactuar positivamente con los
representantes de este “capital social”.
El Centro de Agronegocios con que cuenta la Universidad Austral en la ciudad de Rosario realizó la nueva
versión (año 2012) de la investigación sobre Hábitos y Tendencias del Productor Agropecuario Argentino.
Este proyecto se hizo en sociedad con la Universidad de Purdue de los Estados Unidos. Durante los últimos
veinte años la institución norteamericana viene investigando ese mismo objeto (hábitos y tendencias) pero
para los productores de Estados Unidos.
Los encuestados para esta investigación son tomadores de decisión que operan unidades productivas
de 250 has o más. El universo está segmentado en productores medianos, de 250 a 600 has, productores
comerciales de 601 a 1840 has y los productores grandes que operan mas de 1840 has. El estudio hizo foco
en productores cuya principal actividad es la producción de soja y cubrió las provincias de Córdoba, Buenos
Aires y Santa Fe. Se encuestaron 800 productores que siembran casi un millón de hectáreas de soja en las
provincias mencionadas.
Es interesante conirmar que las tendencias que se habían detectado en la versión 2009 de este trabajo se
están conirmando en la última versión (datos recolectados en trabajo de campo realizado a ines de 2012)
El primer dato que sigue sorprendiendo al analizarse el universo encuestado es el alto nivel de educación

33
Consideraciones y perspectivas del sector Agroalimentario y Agroindustrial Argentino

de los responsables encuestados. El 31% de los medianos, el 41% de los comerciales y el 65% de los grandes
tienen estudios universitarios completos. Ahora si segmentamos a los grandes en los que operan mas de
10,000 has, el porcentaje de universitarios completos asciende a 88%. El dato de alto nivel de instrucción
es relevante no solo porque se vincula directamente al 4to factor arriba señalado (conocimiento para la
construcción de capital social), sino también porque en el caso de los grandes (47% universitarios) operan
el 63% del total de la supericie cubierta por el estudio.
El estudio también recoge el dato de la edad de cada uno de estos decisores. Es notable el dato que indica
que alrededor del 40% de los productores tienen menos de 44 años y también impacta el dato que indica
que la edad promedio de todos los encuestados no supera los 48 años. Este dato de la edad como el de la
educación cobra más relevancia cuando se lo compara con datos de los Estados Unidos. Los productores
de ese país tienen una edad promedio de por los menos 10 años mayor y su nivel de educación máximo
alcanzado está por debajo de sus colegas argentinos.
Cuando estos productores se los consultó sobre como estimaban que iba a ser la magnitud de sus operaciones
dentro de cinco años, ninguno de ellos dudo en expresar un fuerte crecimiento en la cantidad de hectáreas
que estarán explotando la campaña 2016-17. Por ejemplo para el caso de los más grandes contestaron que
realizarán un incremento en la supericie bajo explotación del 14% para ese lapso de tiempo consultado. Se
resalta el fuerte crecimiento esperado por los productores en una actividad capital intensiva de agregado de
valor como es la producción porcina.

Otro dato qua habla por si solo de las características de estos líderes es cuando respondieron preguntas
referidas a su desarrollo personal como empresarios. Para todos los tamaños de explotación se consideraron
en un alto porcentaje como exitosos, con conianza propia, con conianza en el agro argentino y al mismo
tiempo cumpliendo la mayoría de los objetivos que se han planteado.
Cuando se analiza el vertiginoso y consistente progreso del sector agroindustrial de la Argentina es
conveniente no dejar de considerar estas características que reúnen nuestros líderes. Personas altamente
capacitadas, jóvenes, con ansias de crecer y con mucha conianza en ellos mismos y en lo que ellos hacen.
Son todos atributos virtuosos que conluyen en personas que están construyendo el capital social de las
cadenas agroindustriales de la nación.
Desde ya que conocer el “ADN” de los operadores del principal factor de producción de la actualidad (el
conocimiento) permite arriesgar que el futuro de estos sectores económicos y sociales de nuestra nación
tienen mucho por desarrollarse y por ende nuestro país debería beneiciarse de este inevitable progreso

34
Grupo San Martín Bernardo Piazzardi

La competitividad sistémica

Entendemos que la competitividad no solo es producto de “cuan bien” hagan las cosas en este caso los
empresarios agropecuarios, la competitividad debe ser sistémica. Esto signiica que toda la constelación de
instituciones tanto públicas como privadas deben estar actuando coordinadamente y estratégicamente. Me
reiero al INTA, al sistema universitario argentino, al sistema tecnológico, a las escuelas agrotécnicas, Bolsas,
AACREA, AAPRESID y muchas otras instituciones públicas y privadas. Así, el rol facilitador del Estado para
una mejor competitividad se impone como condición sine quanon para una mejor capitalización de las
oportunidades que se le presentan al sistema agroalimentario de la Argentina.

El planeamiento estratégico de una nación: los asuntos del agro, y los asuntos del Estado

En nuestra Nación, el rol económico y social del sector agroindustrial y agroalimentario necesitan una
deinición. Estamos haciendo lo necesario para lograr consenso respecto de este tema. El Plan Estratégico
Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2) es un principio de respuesta a esta necesidad.
Tal vez un buen comienzo sería tratar de deinir que comprende este sector. Existe una tendencia a pensar
que es un sector principalmente de producción primaria y sin agregado de valor ni generación de empleo.
Los habitantes urbanos con poco contacto con el sector, junto con parte de la dirigencia política, tienden
a pensar a la actividad del sector como la producción de los cuatro cultivos principales (trigo, maíz, girasol
y soja), más la producción de leche y carne. Esta mirada estrecha es lo que en ciertas ocasiones no permite
apreciar sobre que estamos discutiendo cuando discutimos sobre los asuntos del sector agroindustrial y
Agroalimentario de la Argentina. Aunque mantuviéramos dicha perspectiva, se debe destacar que producir
competitivamente y en forma sustentable los productos mencionados, signiica agregar valor, ya que producir
lo mismo que un competidor pero a un menor costo es una forma de agregación de valor. Sin animo de
discutir sobre este concepto en la producción primaria, nos preocupa si, la apreciación que se tiene del sector.
Muchos centros académicos lo han deinido, como todas las cadenas de valor involucradas en un abanico que
va desde el desarrollo de genética animal y vegetal hasta los alimentos listos para ser consumidos o hasta el
litro de biocombustible que se cargará en el tanque. Sin ir mas lejos, podríamos constatar que el desarrollo
de un evento biotecnológico puede llevar por lo menos entre 5 y 10 años a un costo de varios millones y
que involucra a agentes privados y estatales como biólogos, genetistas, inversores, veterinarios, ingenieros
agrónomos y demás participantes. Para una mejor comprensión de los beneicios de estos desarrollos es
recomendable conocer el caso Bioceres. Este es un buen ejemplo de la combinación de factores virtuosos
como los que cuenta nuestra Nación: el sistema cientíico público y privado y la iniciativa de los empresarios
argentinos. En cada una de las etapas de producción que nos detengamos, o en cada una de las cadenas
de valor que analicemos, encontraremos una vasta “red” de actores involucrados como la que se puede ver
en el caso mencionado. Por ejemplo la cadena del vino involucra desde un “jornalero” que recoge uva en
la vendimia, hasta un sommelier que recomienda en un restaurante el consumo de un determinado vino.
Hacer el ejercicio de aproximarse al sistema agroalimentario argentino con una mirada mas abarcativa e
integral nos permitirá tomar conciencia del lugar económico y social que ocupa en nuestra Nación.
Un detalle también a considerarse es el contexto en el que estamos discutiendo estas ideas. Concretamente
“la revolución” de las clases medias de los países en desarrollo están generando las condiciones ideales para
motorizar y capitalizar al máximo las ventajas comparativas y competitivas con las que cuenta nuestro sistema
agroalimentario. El siguiente cuadro explica gráicamente la oportunidad que brinda el contexto.

35
Consideraciones y perspectivas del sector Agroalimentario y Agroindustrial Argentino

Fuente PEA2

Las clases medias de los países emergentes en números.

A continuación citamos algunas de las conclusiones del trabajo realizado por Prospectiva2020 sobre
proyecciones de las clases medias al año 2050.
• Los países emergentes y sus clases medias representan hoy casi el 50% de los ingresos, con los países
BRIC a la cabeza y las 11 economías emergentes de mayor crecimiento. Se estima que para el 2050
únicamente los países de este grupo representarán el 60% del PBI global.
• El rápido crecimiento del número de consumidores de clase media abarca un universo de casi 2 mil
millones de personas que, en promedio, gastan un total de US$6.9 billones anuales, consumo que
se elevará a los US$20 billones hacia el 2020, siendo aproximadamente el doble del consumo actual
en los Estados Unidos.
• Actualmente, el consumidor emergente no percibe diferencias sustanciales entre los productos bási-
cos fabricados localmente por marcas nacionales en comparación con las multinacionales, situación
que antes estaba a favor de las últimas ya que la calidad, disposición y apertura hacia los productos
locales era menor.
• A la fecha se ubican en Asia unos 500 millones de consumidores de clase media; dentro de 20 años
esta cifra crecerá hasta los 3.2 mil millones de consumidores, representando dos tercios de las clases
medias globales, con patrones de consumo bastante diferentes a los actuales.
• Al 2020 China se convertirá en el principal mercado de consumidores de clase media, superando
a Estados Unidos. Sin embargo, podría ser sobrepasada por India en la siguiente década debido al
gran crecimiento de la población y a mayor implementación de políticas de distribución de ingresos,
elevando el consumo a niveles importantes

Todas estas conclusiones demandan una tarea profesional de inteligencia competitiva para que permita
a nuestra Nación capitalizar las oportunidades que presenta la evolución del las clases medias de los países
en desarrollo. En la misma dirección deben ser analizados los siguientes datos:

36
Grupo San Martín Bernardo Piazzardi

El cuadro previo indica como creció el ingreso del mundo (8% promedio mundial para el periodo 2001-
2005) y como creció el ingreso de los países emergentes que representan el 37% de la población del mundo.
Por ejemplo los habitantes de la República Popular China han mejorado sus ingresos para el mismo periodo
en mas de un 40%. Conocer y monitorear estratégicamente esta información es una acción imprescindible
para nuestra Nación

El Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2): elaboración participativa de una


visión consensuada

Un atributo diferencial del proceso participativo PEA2 fue su enfoque integral. Este concepto es deinido
por algunos académicos como la creación de valor compartido (CVC). Ello sugiere un capitalismo 2.0 que
lleva a todos los participantes a una actitud responsable y solidaria. El profesor Michael Porter consigna que
los planes de negocios de las empresas en el siglo xxi no solo deben ser diseñados en función de los aspectos
económicos, sino también atendiendo a las necesidades y los intereses de las actividades en las comunidades
en las que estas empresas se desempeñan. El PEA2 considera no solo la dimensión económico–productiva
–técnica de cada una de las mas de 30 cadenas de valor analizadas sino que también evalúa las dimensiones
sociales, ambientales e institucionales.
Como ejemplo, a continuación se muestra el impacto social como consecuencia de una actividad de
agregado de valor.

37
Consideraciones y perspectivas del sector Agroalimentario y Agroindustrial Argentino

La generación de empleo se produce transformando soja y maíz en proteína animal (huevos), alcanzando
un impacto que multiplica por 28 veces los puestos de trabajo.
Finalmente, en el cuadro siguiente muestra un resumen de las metas consensuadas en el PEA2.

Deinitivamente este proceso necesita continuidad y aplicación. Es necesario reforzar todo lo hecho con
acciones en el mismo sentido. Las políticas activas son la respuesta al “cómo” arribar a las metas allí planteadas.
Estas políticas deben surgir de un proceso similar al PEA2 y por tanto demandará la participación de toda
la sociedad, especialmente de los actores del sistema agroalimentario, para que una vez logrado el consenso,
el Estado instrumente dichas políticas, profundizando y aianzando el desarrollo y potencial del sector.

38
Las condiciones macro y microeconómicas para la
industrialización
Roberto Pons

E l crecimiento de la industria contribuye a sostener el nivel de empleo formal y más capacitado y crear
las condiciones del desarrollo económico. Por otra parte, con la de distribución del ingreso a favor de
los asalariados aumenta la demanda en cantidad, en calidad y en diversidad de bienes y servicios. Si no son
industrializados en el país, se requerirá más importaciones.

Los procesos de industrialización sustituyen importaciones pero también las incrementan —equipamiento,
insumos y materias primas del exterior— por lo tanto es necesario establecer políticas que, no sólo permitan
un crecimiento en el tiempo de los bienes industriales, sino que además establezcan las bases de disminuir
la dependencia del exterior.

Una política macroeconómica adecuada es una condición necesaria para que las empresas sean competi-
tivas, pero no es suiciente. Habrá que facilitar las condiciones microeconómicas, con:

• Accesibilidad al inanciamiento en condiciones adecuadas a su negocio.


• Incorporación de tecnología e innovación.
• Integración a cadenas de valor que aumenten la sinergia productiva.

La política económica nacional condiciona el marco general, pero el fortalecimiento competitivo de la


empresa, puede desarrollarse desde un ámbito regional o provincial, tendiendo a fortalecer a las empresas
localizadas en su territorio.

El inanciamiento de cadenas de valor para la Provincia de Buenos Aires

En la presente exposición nos concentraremos en el inanciamiento de las cadenas productivas, basada en el


trabajo que produjo la Facultad de Ciencias Económicas a requerimiento del Banco Provincia de Buenos Aires.

Se seleccionaron 16 cadenas productivas relevantes en la Provincia de Buenos Aires y que podrían desarro-
llarse con nuevos instrumentos de inanciación: cultivos más signiicativos; cadenas de la carne vacuna, de la
carne porcina; de la carne aviar y productos lácteos. Además, cadenas industriales —química y petroquímica,
metal-mecánica, plástica, textil, automotriz cadenas de la Construcción y de Turismo

Se entiende por cadena productiva:

1. grupo de empresas de un sector económico,


2. conformando una red de compromisos pre-establecidos conjuntamente; aunque manteniendo la
independencia de gestión de cada participante,
3. para optimizar el proceso de abastecimiento-producción-distribución de productos o servicios en el
mercado,
4. basado en acuerdos de participación en dicho proceso

39
Las condiciones macro y microeconómicas para la industrialización

5. teniendo en común un objetivo- meta de ampliar el mercado existente o de alcanzar mercados nuevos
con una calidad y eiciencia en el proceso
6. que genere mejoras en los beneicios del conjunto de las empresas eslabonadas.

Esta deinición permite distinguir los elementos esenciales que deben ser considerados al diseñar los
instrumentos inancieros: tipos, condiciones, plazos, garantías y otros elementos que favorezcan los cambios
de cada empresa y a la sinergia del conjunto; y que asegure la cobrabilidad por parte de la entidad inanciera
otorgante del crédito. Para ello, es necesario establecer el tipo de “alianza” del programa de inanciamiento,
considerando:

• La estructura de la organización del negocio desde la producción hasta al mercado.


• Estrategias de la comercialización: transporte, abastecimiento, distribución.
• Los actores independientes que se “asocian” y la(s) empresa(s) que podría(n) actuar como líder(es)
de la organización de la misma.
• Los procesos, reales o potenciales, de desarrollo, expansión o mejora tecnológica de elaboración de
insumos o de productos inales.

En función de todo lo anterior, el trabajo se propuso establecer los principales aspectos claves a estable-
cer para el plan de negocios y los instrumentos inancieros a deinir responsabilidad dentro de la cadena,
especialmente:

1. Requerimientos mínimos de inanciación propia y de terceros.


2. Factores de riesgo y mecanismos de garantías y quién asume los riesgos.
3. Quién lidera los cambios y quién deine el estándar de calidad y las decisiones de inversión.
4. Quién asegura / gestiona el mercado cliente y las relaciones de riesgo.
5. La arquitectura inanciera más adecuada y las condiciones de garantías, lujos de desembolsos y pagos
y condiciones generales de los créditos del sistema inanciero institucionalizado.
6. Relación instrumentos con actores de la cadena, identiicando la naturaleza de necesidades de inan-
ciamiento:
a. Capital para expansión; desarrollo de productos; cambio tecnológico, reinanciamiento de
pasivo/mochila.
b. Financiamiento de comercialización, transporte o desarrollo de canales.

Algunos aspectos relevantes del estudio realizado.

Las relaciones de las cadenas productivas son complejas. Algunas son casi exclusivas y otras compiten
con otras cadenas.
La industria de base – siderúrgica, química–, participa simultáneamente en más de una cadena de valor. La
metalmecánica, que está distribuida en casi toda la Provincia se conecta con la construcción, con la industria
automotriz, con las inversiones agropecuarias y cárnicas, además de proveer a la demanda inal de los hogares.
Otras, más especializadas – por ejemplo genética animal – coinciden en una o pocas cadenas productivas.

Si tenemos una estructura muy compleja y un eslabón que falla, toda la cadena se debilita. Por ello, la
organización de una cadena de valor tiene que considerar los potenciales actores que contribuyen al diag-
nóstico y que al mismo tiempo se comprometen con las acciones conducentes a integrarla.

40
Grupo San Martín Roberto Pons

A veces basta con fortalecer vinculaciones existentes —por ejemplo relaciones proveedor y comprador– pero
no necesariamente se logra que las mejoras de la calidad y productividad sean apropiadas equitativamente.
Es necesario establecer acuerdos para el mejor funcionamiento de todas las partes intervinientes.

Estos acuerdos podrían requerir el apoyo de terceros —agencias privadas o estatales— que faciliten y
arbitren las interrelaciones, proveyendo de infraestructuras o prestación de servicios que no podrían ser
resueltos por alguna parte de la cadena de valor. Por ejemplo, el Estado provincial, podría contribuir con
programas especíicos de inanciamiento en desarrollos de innovación tecnológica.
La constitución de una cadena productiva no es el reemplazo de las decisiones espontáneas que los propios
empresarios hacen en una integración vertical o en una organización de los proveedores, sino que es un tipo
de asociación integral con fuerte comunicación en el sistema de decisiones de los diferentes eslabones. El
Estado puede colaborar con acciones que el propio sector privado o no puede hacer o si lo hiciera, podría
generar desequilibrios entre los actores.

Un programa de integración de cadenas productivas parte primero en propiciarlas. Donde no hay inquie-
tudes, propiciarlas, con diversos instrumentos: parques industriales, clusters, desarrollo de infraestructuras
energéticas y viales, que facilitan las vinculaciones.

Segundo, el Estado puede tratar de arbitrar. Porque por un lado hay un interés comunitario en tener un
proveedor y una industria madre, que podría ser el nodo de la cadena, vinculados. Por el otro hay intereses de
por medio, hay formación de precios, hay capacidades de decisión diferentes entre los actores de la cadena.

En el sector agropecuario el productor depende del proveedor de las semillas, de los fertilizantes, de los
agroquímicos, que son estructuras oligopólicas. Un productor pequeño o una cooperativa tienen que ser
fortalecidos para entrar en la negociación.

No es suiciente con detectar la interacción que produce una sinergia positiva, porque a veces esto no
se puede lograr porque hay fallas estructurales, energéticas, de infraestructura, tecnológicas o inancieras.

Puede existir voluntad entre la usina láctea y el tambero en simpliicar el traslado de la leche, caliicando
la leche con una computadora en el camión, pero si éste transita caminos en mal estado, no se puede hacer.

En industria plástica el control de calidad lo hacen las propias empresas proveedoras —que también son
pocas— o pocas veces los propios usuarios. En la industria metalmecánica, automotriz, algunas tienen una
dimensión suiciente como para hacer la veriicación en sus propias plantas. Pero las PyMEs no están en
condiciones de contar con un laboratorio, pudiendo facilitarse la creación de uno común a una asociación
de productores; apoyados, por ejemplo en una universidad o en un instituto tecnológico de la Provincia o
de la Nación.

Se debe de alguna manera garantizar el mecanismo de acuerdos para mejorar la productividad de la


cadena —especialmente en los sectores de ingeniería intensiva— aportando desde la propia capacidad de
investigación y desarrollo y capacitación que tiene el Estado Nacional y Provincial.

Algunas consideraciones sobre las cadenas agrícolas

La estructura organizativa del ciclo producción-comercialización de cereales y oleaginosos ha cambiado,


conviviendo:

41
Las condiciones macro y microeconómicas para la industrialización

1. La tradicional: relacionada con el dominio de la tierra y con funciones diferenciadas proveedor-


productor -comercializador. La capacidad de negociación del productor es el uso de la tierra. Se
encuentra entre un proveedor, generalmente oligopólico —fertilizantes, agroquímicos genética de
semillas– y un mercado donde es un tomador de precios. Individualmente no tiene mucha posibilidad
de transformar la mercadería.
2. La “agricultura en red”: más conocida como “pool de siembra”; no basada en la tenencia o en el
arrendamiento de la tierra, sino en la capacidad de inanciamiento, de transferencia de tecnologías,
y, sustancialmente, de establecer contratos de producción a otros mercados. Esto permite mejorar
las condiciones de negociación del conjunto, y más aún, cuando el organizador está vinculado con
los proveedores de insumos esenciales.

La posibilidad que tiene cada uno de negociar hacia atrás y hacia delante es totalmente distinto en cada
caso. También cambia los modos y la función de inanciación del ciclo siembra-producción-venta.

Cuando los productores son simples proveedores de la organización en red, la sinergia de la misma, no
se reparte en todos los participantes del proceso. El apoyo a la agricultura tradicional podría consistir:
• Financiar organizaciones en red alternativas o que mejore la capacidad de negociación en las redes
existentes.
• Facilitar la integración vertical para transformar con mayor valor agregado su producción (industria-
lizar el campo).
• Desarrollar programas de inanciamiento de investigación en el desarrollo de nuevos productos y
mercados. Así el Estado podría intervenir, equilibrando las condiciones de negociación con los eslabo-
nes más fuertes y más débiles de la cadena o promoviendo un tipo de operación conjunta facilitando
las diicultades o umbrales de entrada de algunos de los participantes.

Los nuevos instrumentos inancieros a acordar

Habrá que desarrollar un programa de inanciamiento que facilite la organización de cadenas productivas
que representen un nuevo modelo de negocios agropecuarios.

La primera diicultad que se presenta es que el sistema inanciero, analiza la consistencia del proyecto
de negocios, pero fundamentalmente al momento de deinir las garantías se vuelcan a las tradicionales que
sirven para abrir la carpeta de créditos, normalmente garantías reales.

La óptica tradicional no analiza el potencial del negocio agropecuario – incluyendo el desarrollo de nuevos
productos o mercados – ni la consistencia del lujo futuro de ese negocio como una garantía en sí misma.

Todo el inanciamiento de los cultivos constituye alrededor de 14.000 millones de dólares para el ciclo
productivo en todo el país. De ese total un 30/35% es autoinanciamiento; otro 35/40% es inanciamiento
de los proveedores. Y un 15/20% es inanciamiento de los pool de siembra. Los bancos casi no participan.

En el conjunto de las cadenas agropecuarias se detectaron las siguientes necesidades de inanciamiento.


1. Capital de giro: considerando el ciclo operativo del negocio y su estacionalidad. Los proveedores de
insumos o las organizaciones de servicios suelen inanciarlo en el corto plazo ligado a valor-producto.
2. Centros de servicios: (ramos generales, tecnología e ingeniería), que intermedian entre producto-
res y grandes empresas proveedoras de insumos. Además prestan servicios a los productores y son

42
Grupo San Martín Roberto Pons

evaluadores de créditos por la inanciación del capital de giro. Cada uno pueden atender a unos 1000
productores, y logran una ganancia inanciera por los préstamos otorgados. El sistema bancario podría
interactuar en este esquema apuntando a una inanciación más económica.
3. Compra de maquinaria agrícola: El banco podría convenir con las empresas proveedoras de estos
bienes potenciando las ventas a crédito, en condiciones más ventajosas para el comprador contratista
de servicios, que a su vez pone en garantía contratos de operación comprometidos además de las
reales (bienes de uso, cosechas, etc.). Actualmente el crédito directo a los compradores de maquinaria
(sean productores o contratistas) es muy bajo. Se buscaría sortear los límites de crédito respecto del
valor del bien inanciado.
4. Etapa de industrialización, productores de maíz: (extrusión, pelleterización, transformación en
biodiesel, alimento de pollos, porcinos, etc.) puede estabilizar ingresos ante volatilidad de precios y
minimizar la incidencia del lete hasta destino. El sistema inanciero podría inanciar equipamientos
y maquinarias con líneas especíicas de créditos o bajo leasing.
5. Semilleros que producen e importan contra estación: una actividad controlada por SENASA y que
requiere del control especíico por parte de tecnologías de alta especialización. Además de los produc-
tos híbridos logrados y del trabajo de laboratorio realizado, el negocio se parece a una “maquila de
lujo” dado que se vuelve a reexportar. El monto en ventas anuales ronda U$ 300 millones. Pergamino
es considerado un lugar de élite tecnológica mundial.
6. Triángulo Pergamino - Rojas - Venado Tuerto: empresas que hacen pasturas con clusters semejantes
a los de semillas.
7. Productos de carne bovina: el feet lot lleva un ciclo 120/150 días pasando los animales de 150 Kg.
a 350 kg. Se vende de contado al inalizar, requiriendo el capital de trabajo (los alimentos y los servi-
cios). Ayudaría a estabilizar precios.
8. Genética bovina: Generación sintética (Braford; Brangus), inseminación artiicial, embriones; fertili-
zación in vitro, clonación. Se requiere inanciamiento para la capacitación y para el desarrollo tecno-
lógico y la ampliación a escala comercial. El sistema inanciero puede invertir o promover la inversión
de fondos destinados a esta actividad (capital de riesgo o venture capital); y con líneas de crédito
especíicas que fomenten el uso de estas tecnologías con alto valor agregado, contra garantía de los
créditos por operaciones y/o los animales de raza que son inscriptos en la Sociedad Rural Argentina.
9. Actividad láctea: La leche es caliicada por la usina que comunica el precio dentro de los 30 días y
lo paga a los 45 días. La leche comercializada por la usina se cobra a los 25/30 días. La inanciación
de capital de giro o de inversión podría garantizarse con contratos registrados en las usinas o por las
vacas lecheras que también son registrables (promedio 300 vacas por tambo a u$s 1.000).
10. Industria avícola: inanciamiento para la investigación de los abuelos y los padres, generalmente
importados de centros norteamericanos o europeos. También para el desarrollo de mercados con
productos diferenciados, lo que implica estrategias de mercadeo.

Otras consideraciones de otras cadenas

El Polo Petroquímico de Bahía Blanca fue el desarrollo más importante de esta industria en la Argentina.
A pesar de los avatares de la economía argentina, sigue siendo una industria que está a la altura del mundo.
Pese a ello, tiene un saldo externo deicitario (Exporta por U$S 5.800 millones e importa por 10.200). En
la industria metalmecánica el gap es mucho mayor: se exporta por 6.500 millones de dólares y se importan
25.000 millones de dólares.
Más allá de la complejidad del sector petroquímico —fuerte intercambio de insumos difundidos,
semielaborados y elaborados puede haber desarrollos sustitutivos. Lo mismo podría plantearse para la
industria metal-mecánica.

43
Las condiciones macro y microeconómicas para la industrialización

Tanto en estas cadenas como en la automotriz y autopartistas o la de plástico hay posibilidades de establecer
un banco de proyectos que podrían disponer de fondos de inversiones público privados con instrumentos
que se relacionen con el aumento de la productividad y del valor agregado.

Conclusión

La capacidad de ocupación de mano de obra y de mejoras en la diversiicación de las exportaciones tanto


en productos con mayor valor agregado como en mercados de destino debería ser una meta asequible en
la Provincia de Buenos Aires.

44
Fascículo 6
Estrategias para la articulación científico-técnica
con el sistema productivo
Autores: (en orden alfabético)

Marcos Actis
Diana Guillén
Carlos Paz
Oscar Ruíz
Carlos Ruta
Índice

Prólogo
Julián Domínguez - Norberto Liwski .................... 3

Presentación.................... 4

Relexiones desde la ingeniería


por Marcos Actis.................... 5

Un pensamiento agropecuario diferente


Un proyecto humano que incluya la expansión productiva, el uso racional de la
tierra, y la sostenibilidad de la cadena
por Diana Guillén.................... 8

Apuntes sobre la producción agropecuaria en la Provincia de Buenos Aires


por Carlos Paz.................... 11

Ciencia y tecnología aplicada al desarrollo


Una breve relexión sobre la situación actual de la biotecnología y sus perspectivas
por Oscar Ruiz.................... 17

Panorama de actividades de investigación y desarrollo


en la Provincia de Buenos Aires
por Carlos Ruta.................... 24

—Las opiniones expresadas en estos artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores—
Marcos Actis
Decano de la Facultad de Ingeniería; Ingeniero Aeronáutico; Doctor en Ingeniería de la UNLP; Profesor Titular
de Estructuras IV y V de la FIUNLP; Director del Proyecto Acreditado “Diseño Conceptual de un Vehículo
Lanzador”; Fue: Director de Carrera de Ingeniería Aeronáutica, Consejero Académico, Secretario Académico
y Vicedecano de la FIUNLP.

Diana Guillén
Ingeniera Agrónoma, nacida en 9 de Julio (Bs. As.). Egresada de la Universidad Nacional de La Plata. Se
desempeñó como Directora de Sanidad Vegetal del Ministerio de Asuntos Agrarios de esa provincia. Poste-
riormente cumplió funciones en la SAGPyA, de Directora Nacional de Protección Vegetal en el ex Instituto
Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal, y como negociadora técnica internacional en temas de sanidad vegetal.
Fue Gerente General del SENASA y realizó tareas referidas a la actualización normativa. Recientemente fue
designada presidente del SENASA.

Carlos Paz
Es Ingeniero Agrónomo y desempeñó la función de Director General de Agricultura del Consejo Agrario de
la Provincia de Santa Cruz, hasta su ingreso en el INTA como agente de extensión de Río Gallegos, donde
luego alcanzó la jefatura.
Fue Director del INTA Santa Cruz y posteriormente Director del Centro Regional Patagonia Sur hasta 2007,
cuando fue convocado por la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación. Allí estuvo
a cargo de la Subsecretaria de Agricultura, Ganadería y Forestación hasta su designación como Presidente
del INTA, cargo en el que actualmente se desempeña.

Oscar Ruiz
Bioquímico (UNNE). Dr. en Bioquímica Universidad de Buenos Aires (UBA). Investigador Principal del
CONICET. Profesor Asociado de la Universidad de San Martín (UNSAM). Profesor UNESCO 2007. Profesor
invitado de las Universidades de Valencia y Barcelona (España). Evaluador y miembro de comisiones asesoras
CONICET, CIC, ANPCYT y del Ministerio de la Producción de Buenos Aires. Concejal del Partido de Chascomús.

Carlos Ruta
Nació en La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Ha realizado estudios de ilosofía en La Plata, Buenos
Aires, Barcelona, Zürich. Ha sido Becario del CONICET. Es Doctor en Filosofía. Profesor de la Universidad
Nacional de San Martín desde 1993. De 1993 a 1999 fue Secretario General Académico y de 1999 a 2006
Decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de San Martín. En febrero de 2006 fue
electo Rector de la Universidad Nacional de San Martín, siendo reelecto en su cargo en noviembre de 2009.

2
Prólogo
Al iniciarse el año 2013 el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dr. Julián Domín-
guez consideró la necesidad de constituir un espacio de análisis de la realidad Argentina y particularmente
de la Provincia de Buenos Aires en el contexto de un profundo compromiso con el desarrollo del Proyecto
Nacional, Popular y Democrático inaugurado por el Presidente Néstor Kirchner y continuado con un amplio
respaldo de la sociedad argentina por la Presidenta Cristina Fernández De Kirchner.
Un conjunto de académicos, investigadores, legisladores, dirigentes sociales, empresarios, trabajadores y
comunicadores fueron convocados a constituirse en protagonistas activos de un proceso colectivo de aportes
temáticos que enriquecieron el debate en las diferentes áreas y que se sintetizan en este momento histórico
conluyendo con el Bicentenario de la Independencia de la Patria.
El trabajo que a continuación se presenta forma parte de una publicación conformada por siete fascículos
que reúnen la totalidad de las contribuciones que se han volcado durante los encuentros desarrollados a lo
largo de 2013. Los mismos reconocen diversidad de enfoques siendo el contenido de cada uno de ellos la
expresión directa de cada autor con plena autonomía y en consecuencia, sin necesidad que la misma releje
la opinión colectiva del Grupo San Martín.
Corresponde señalar el reconocimiento hacia cada uno de los participantes del Grupo San Martín asumien-
do que su generoso y solidario esfuerzo contribuirá, como hemos dicho, a enriquecer los aportes para el
Bicentenario de la Patria.
Dr. Norberto Liwski
Coordinador

El Segundo Centenario de la Independencia de la Patria nos hace reairmar que la política es vocación de
servicio y que, como tal, supone un llamado a aportar ideas que puedan fortalecer tanto el presente como
lo que legamos a nuestros hijos.
Nosotros, como generación, recibimos un país que no tenía identidad, un país que había quebrado su
futuro y su ilusión. Habíamos perdido lo más sagrado que puede perder un hombre y un pueblo: la capacidad
de decisión para lograr que las cosas cambien.
Esto dejó de ser así a partir de la contribución patriótica que hizo Néstor Kirchner y a través del liderazgo
de Cristina. Nos queda como desafío cambiar las cosas que todavía nos duelen. Este proyecto político no
debe detenerse y debe renovar sus desafíos permanentemente.
Tenemos la obligación de pensar la política desde el lugar que nos corresponde, y para ello es necesario
construir una mirada de largo aliento. Nos une la certeza de que el tiempo es superior al espacio. Nuestro
deber es tener una visión en perspectiva para una gestión política que cobra un sentido en el presente,
porque mira hacia el futuro.
No creo en los modelos, porque que los modelos son cerrados y estáticos. Creo en este proyecto político
en el que nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner todos los días nos sorprende con un nuevo
desafío. ¿Por qué? Porque un proyecto como este tiene un origen pero también tiene una inalidad y objetivos
bien claros: la igualdad, la promoción de los derechos humanos, la construcción de la justicia social en su
sentido más amplio y la reairmación soberana de ser artíices de nuestro destino nacional.

Julián A. Domínguez
Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Diciembre de 2013

3
Presentación
Colaboración de UNSAM

El cambio de paradigma político y el proceso acelerado de crecimiento económico que se inició en 2003
colocaron a la ciencia y la tecnología en la primera línea de las políticas públicas.
La deinición de un modelo de desarrollo que apuesta a la incorporación de conocimiento a la trama
productiva –pero asumiendo que la mano de obra barata no puede ser una ventaja competitiva– está logrando
reorientar de forma convergente al complejo nacional de ciencia y tecnología.
Hoy estamos formando las capacidades necesarias para inventar nuestro propio sendero de desarrollo,
analizando y produciendo el conocimiento que necesita nuestro proyecto de país, acorde a los rasgos cultu-
rales y a las idiosincrasias del pueblo argentino.
Diversas relexiones respecto del desarrollo de la dinámica interrelacional entre producción, ciencia y
técnica componen este capítulo, que cuenta con los aportes de destacados especialistas en dichas áreas.

Marcos Actis realiza repaso de nuestra historia reciente analizando los diversos modelos de país y sus
implicancias en el sistema económico-productivo. Plantea desafíos a futuro y destaca el rol de la universi-
dad, presentando —a la luz de su experiencia como decano— las mejoras en los resultados universitarios,
los incrementos presupuestarios y el impulso que ha tenido el sistema educativo durante la última década.

Diana Guillén plantea un proyecto agropecuario que incluya la expansión productiva, el uso racional de
la tierra, y la sostenibilidad de la cadena; analizando los cambios políticos y socio económicos que se están
produciendo en el país, y en el mundo destacando una serie de variables a atender con políticas de estímulos
apuntando a construir una agenda pública sobre desarrollo sustentable.

Carlos Paz presenta un estudio del sector agropecuario con foco en la Provincia de Buenos Aires, analizando
el escenario actual y futuro. Asimismo realiza un detallado análisis de los principales rubros productivos para
luego presentar una estrategia de intervención en los territorios con instrumentos de política provincial y
nacional. Por último, plantea los principales desafíos de articulación interinstitucional.

Oscar Ruíz realiza una relexión sobre la situación actual de la biotecnología y sus perspectivas. Analiza la
puesta en valor del sistema académico, cientíico y tecnológico nacional durante la última década y destaca
el direccionamiento de la ciencia y la tecnología aplicada al desarrollo. Finalmente relexiona sobre el rol de
la Provincia de Buenos Aires en el futuro desarrollo de la biotecnología nacional.

Carlos Ruta presenta un panorama de las actividades de investigación y desarrollo en la Provincia de


Buenos Aires, dado que representa la mayor concentración en la materia a nivel nacional. Destaca asimismo
los avances generados desde el 2003, airmando que con la recuperación de un proyecto de país industrial,
se produjo en la Argentina una transformación del sentido social y económico de las actividades de ciencia y
tecnología junto con la decisión política de poner estos sectores en la primera línea de las políticas públicas.

4
Reflexiones desde la ingeniería
Marcos Actis

M i vida ha transcurrido en la universidad, con las ideas que uno tiene de desarrollo nacional, de contribuir a
lograr las primeras generaciones de hijos profesionales, de inclusión, de retención, de tener más egresados,
de todas estas cuestiones que muchas veces, en nuestra universidad no es fácil sostener. Soy decano de la Facultad
de Ingeniería desde 2010, pero siempre he estado en la gestión, y sobre todo a partir de 2003 puedo ver un sueño
hecho realidad, en el cual, si bien veníamos trabajando, se empezó a concretar a partir de esa fecha: acercar la
universidad a la sociedad y llevar adelante el desarrollo nacional, ver que vuelve la demanda de ingenieros en
el sector productivo, mostrar que las cosas se pueden hacer en el país y que también se pueden llevar adelante
desde la facultad, haciendo aportes para desarrollos tecnológicos y que estos sean adoptados por la industria.

Por eso los que estamos en Ingeniería de La Plata, agradecemos esta oportunidad para trabajar en este
proyecto que nos permite aportar ideas desde la universidad, para que los políticos que creen en él y lo
deienden puedan derribar los argumentos de aquellos que quieren hacernos volver al pasado.

Quisiera hacer un repaso de nuestra historia. A mediados de los 70 Argentina había alcanzado su nivel más
alto de industrialización de la historia. Lo que vino después fue el suicidio de nuestra industria, fueron 25
años de políticas de desindustrialización, que han impactado sobre todo en los sectores medios y bajos. La
destrucción del sistema productivo hizo que el porcentaje de la población que estaba por debajo de la línea
de pobreza a mediados de los 70, subiera del 5 % a más del 50%, alcanzando su máximo histórico en el 2001.
En la actualidad estos indicadores han disminuido notablemente, pero aún quedan muchos compatriotas
en condiciones de pobreza por los cuales tenemos que profundizar nuestros esfuerzos. Destruir es fácil,
construir no lo es y lleva décadas. En ese sentido, a mí me queda claro cuál era la necesidad o hacia donde
debían ir los recursos al asumir la presidencia Néstor Kirchner, en 2003.

Hay muchísimos ejemplos que se podrían dar. Uno es el tema de los ferrocarriles: cuando se plantea por
qué no se hicieron las cosas antes, deberíamos saber que hay más de 30.000 km de vías por reconstruir y que
el precio de un kilómetro de vía es de alrededor de un millón de dólares, que un coche de los usados en el
transporte urbano ronda el millón y medio de dólares. Saquen Uds. sus propias conclusiones, no alcanzarían
las reservas del Banco Central para llevar adelante esta reconstrucción, no se puede reconstruir en 10 años
lo que se destruyó en varias décadas, máxime cuando el sistema ferroviario había sido desarrollado en más
de 50 años. Van a hacer falta varias décadas para volver a tener el servicio ferroviario de los 70.

Otro ejemplo es que, si bien desde mediados de los 70 hasta el 2001 llegaron al país grandes recursos
económicos, no fueron destinados a la industrialización, sino a los bolsillos del 1,5% de los habitantes más
ricos de la población argentina. La paradoja es que alrededor de 100.000 millones de dólares, que fueron a
parar a estos últimos, se encuentran en paraísos iscales. Las políticas neoliberales produjeron una fenomenal
transferencia hacia estos sectores, los cuales opinan que ayudar a los que menos tienen es hacer demagogia
por parte de los gobiernos que contemplan este tipo de medidas y que apuestan al bien común, y no al bien
de unos pocos como ocurrió en el pasado. ¿La transferencia de estos recursos a las clases más pudientes no
es también una demagogia por parte del Estado o es sólo demagogia cuando se ayuda a los pobres?

En cuestión de educación, la universidad pública sigue manteniendo su nivel, que es muy bueno en
comparación con las privadas, pero lamentablemente no pasa lo mismo en las escuelas secundarias, que es al
revés: las públicas se fueron degradando y recién ahora se empieza a revertir esta situación. Necesariamente
esto requiere la vinculación entre la universidad y las escuelas secundarias para revitalizarlas, sobre todo a
las técnicas.

5
Reflexiones desde la ingeniería

Una de las cosas que les quiero comentar en base nuestras estadísticas (siguiendo el ejemplo de nues-
tra Presidenta que siempre trabaja con estadísticas) es lo siguiente: uno dice y escucha a menudo que las
Universidades Nacionales son públicas y que apuntan al bien común de la sociedad, y sobre todo a que la
gente de menores recursos pueda acceder a la universidad y conseguir un título. Pero cuando vemos los
datos, la situación es preocupante. Las estadísticas que estamos haciendo con los ingresantes a Ingeniería
de los colegios secundarios de la Provincia de Buenos Aires, nos indican que solo el 30% de los chicos que
vienen de las escuelas públicas aprueban el curso de ingreso (nivelación) y que los de las escuelas privadas
aprueban entre un 70 a un 80%. Históricamente esto era al revés (aunque debo destacar que el 99% de los
alumnos de los colegios secundarios de la Universidad de La Plata aprueban, es decir que se puede tener
calidad y gratuidad, como era en el pasado). Esto nos está dando una idea de qué gente, o de qué estrato
social es la que accede a una carrera de Ingeniería en La Plata. Y si a eso le sumamos la deserción, que por
ejemplo en las carreras de Ingeniería, solamente egresa en promedio entre el 15 al 20% de los que ingresan,
pueden ver ustedes que las clases sociales con más recursos ya que provienen de colegios privados, son las
más privilegiadas y beneiciadas por la universidad pública.

Quiero referirme también —si bien soy más universitario, también me considero un tecnólogo, mi mayor
dedicación en la facultad siempre estuvo orientada a hacer cosas tecnológicas y es lo que me apasiona— al
desafío que creo que tiene el país: por ejemplo, uno podría decir que el país tiene aluminio porque tiene a
Aluar, una empresa pensada para el desarrollo nacional, y que prácticamente exporta toda su producción,
pero con la siguiente paradoja: Aluar exporta 20 toneladas de aluminio base y por el mismo costo importa-
mos una tonelada de aluminio de alta calidad necesario para poder aplicarlo en la construcción, matrices,
envases, industria automotriz, etc. Es decir: una tonelada que importamos, equivale a las 20 que exportamos.
Evidentemente esto no cierra. Ahora, ¿se producía aluminio de alta calidad en la Argentina? Si, se producía.
Aluar fue pensada y desarrollada para abastecer a la Fábrica Militar de Aviones, la cual podría haber sido la
Embraer argentina. Aluar tiene la electricidad subsidiada ya que proviene de la represa de Futaleufú, cons-
truida por la Fuerza Aérea. Casi toda su producción de aluminio base se va al exterior, que vuelve con valor
agregado puesto en otro país y es comprado por nosotros, cuando podríamos ser nosotros los que agreguemos
valor, considerando que el proceso de mayor gasto de energía se hace acá. Estos son algunos ejemplos que
podríamos extrapolar a un sinnúmero de empresas que fueron monopolizando la producción y achicando
el mercado interno, o lo que es igual: poniendo el valor de venta de sus bienes sin tener competencia y sin
haber hecho la inversión.

Otro ejemplo: en la actualidad compramos trenes de China. Los que somos ingenieros y nos gusta la
producción, diríamos ¿por qué traer, si los podemos fabricar acá? Esto es así, pero no hay duda de que hubo
un desmantelamiento de la industria nacional, y que poner en marcha estas cuestiones tecnológicas puede
tardar años, con lo cual está bien que traigamos trenes de China, ya que hay necesidades a corto plazo, pero
también podríamos obligar a China, a que por lo menos un número signiicativo, por ejemplo de trenes, se
ensamblen en la Argentina y así de a poco iríamos poniendo nuestra industria en condiciones competitivas.
Esto se está comenzando a hacer, pero creo que falta ajustar o planiicar estas cosas. Muchos se escandalizan
cuando se habla acá de este tema, pero es una cuestión de práctica normal en los países centrales.

Si bien hay que proponer cosas para hacer, también hay que cuidar este Proyecto Nacional y Popular,
porque no es que está todo resuelto, todavía no hemos vencido a los que quieren un país con ganancias
para pocos. Yo creo que esto es un proyecto que debe durar el tiempo necesario, para que se puedan crear
industrias que le pongan valor agregado a las materias primas en origen. Esto mismo lo pensaba en mi pueblo
cuando era chico y por primera vez se lo escucho decir a un Presidente, a Cristina. Imaginen cómo me puedo
sentir al oír esto, en deinitiva que alguien que sale de un pueblito, estudie, y que haya una fábrica o empren-
dimientos para que pueda regresar a su lugar de origen. Por eso los desarrollos tecnológicos, las fábricas,
son lo único que le da trabajo a la gente en forma masiva. El campo está cada vez más tecniicado, ahora ya
casi ni se rota la tierra, con lo cual se emplea menos mano de obra. Por suerte tenemos una Presidenta que

6
Grupo San Martín Marcos Actis

habla de generar valor agregado a las materias primas en origen, es decir, más mano de obra y en deinitiva
más trabajo, que es lo que digniica al hombre.

Por último, cuando con un grupo de compañeros nos hicimos cargo del gobierno de mi facultad en 2003,
en ese entonces yo como Secretario Académico, pensamos que las cosas podrían hacerse de otra forma y
que era posible que fueran distintas, por eso comparto algunos datos de cómo estábamos y cuál es nuestra
realidad hoy.

En 2003 teníamos 2800 alumnos activos, hoy más de 5800; se inscribían 800 alumnos ingresantes, hoy 1400;
la retención en los primeros años era de 35%, hoy es superior al 60% de los alumnos ingresantes; egresaban
en promedio unos 180 alumnos, en el último años egresaron 400. En nuestra Facultad ya conseguimos lo
que quiere Cristina, duplicar el número de egresados de Ingeniería; teníamos 850 docentes, hoy, 1150; 80
tenían dedicación exclusiva, hoy somos 200. Se hicieron más de 850 concursos ordinarios. Por último, el
presupuesto para gastos de funcionamiento era en 2003 de 370.000 pesos, para este año el presupuesto es
de 5.200.000 pesos.

Sobre esto último quisiera aportar un dato: el costo de un alumno de Ingeniería por año en La Plata
ronda los 30.000 pesos. Por lo dicho más arriba, muchos de estos provienen de sectores medios o de altos
recursos. A nadie se le ocurre cuestionar esto, si bien muchos de esos alumnos no se reciben. Es nuestro
deber redoblar nuestros esfuerzos a in de que la educación universitaria sea verdaderamente accesible a los
sectores de menores recursos.

Otros datos: en los últimos tres años se hicieron más de 7.000 trabajos de transferencia, muchos rutinarios,
pero otros muy importantes, como el satélite cientíico SAC-D que tiene cinco instrumentos argentinos, cuatro
de los cuales se hicieron en la Facultad de Ingeniería de La Plata, con colaboración de otros institutos. También
se hicieron los estudios que permitieron la elevación de la cota de Yaciretá, informes para la estatización de
la Fábrica Militar de Aviones, la auditoría de todas las aeronaves de las Fuerzas Armadas, trabajos de cálculo
estructural y térmicos para los radares y satélites que está haciendo INVAP y se consiguió fundir aluminio
aeroespacial, aleación estratégica que se empleará en el proyecto Tronador II, en el cual está trabajando la
Facultad de Ingeniería para la CONAE.

El desafío es mantener una política a largo plazo de industrialización, independientemente del color
político que le toque gobernar al país. Ahora bien, tenemos en claro que lo único que digniica al hombre es
el trabajo y, por ende, que la masividad para lograr esta cuestión es la de la industrialización y el desarrollo
tecnológico del país.

7
Un pensamiento agropecuario diferente
Un proyecto humano que incluya la expansión productiva, el uso racional de la tierra,
y la sostenibilidad de la cadena

Diana Guillén1
Época de cambios

N o se puede pensar en una agroindustria alimentaria y no alimentaria por fuera de los cambios políticos
y socio-económicos que se están produciendo en el país y en el mundo. Es posible que los avatares de
los procesos políticos, presenten avances y retrocesos, en cuanto a las visiones de desarrollo del sector que
nos preocupa, pero es indudable que las líneas de tendencia marcadas por los grandes cambios, ambientales
o tecnológicos, duran años y a veces siglos. Estamos en una época de cambio, lo marcan las indeiniciones
globales, “ronda Delhi” o “Rio más 20”, existe sin duda una necesidad de aclarar ¿hacia dónde va el cambio?
Pensemos en lo que pensemos, la humanidad en su lucha por subsistir siempre buscará equilibrar su carga
poblacional, y hoy más cerca de una etapa limitante, el desafío de los 9000 millones de habitantes es una
realidad a la vuelta de la esquina (2050).
El cambio climático es otra realidad.
La producción agrícola del mundo y los alimentos agroganaderos surgen en la arena geopolítica como
uno de los capítulos cada vez más signiicativos, en donde las posiciones e ideologías convergen o entran en
conlicto cada vez con más fuerza, pero repentinamente atacadas por una retaguardia, llamada sostenibilidad
de las cadenas, que hoy signiica como nunca antes, sostenibilidad del futuro de la humanidad.

Aceptando lo que no puedo cambiar

La revolución verde y la biotecnológica supusieron un cambio de paradigma.


En los países productores se produjo una transición de la agricultura tradicional a la agricultura industrial
(más extractiva que la anterior). Parte del crecimiento global de tierras aradas se sustentaron en la tala de
bosques y la irrigación de zonas semiáridas.
Una profusión de información, datos y resultados, sumados a modelos predictivos con resultados no
siempre coincidentes, nos han llenado de información, parcialmente analizada, que muchas veces nos aturde
en nuestro poder de respuesta
Es necesario entre tanta información, decodiicar, interpretar, y clasiicar en forma crítica las hipótesis para
conocer lo que podemos y debemos hacer, lo que no sabemos, y lo que no podemos.

¿Qué podría pasar en el futuro?


La disponibilidad de suelos arables (fronteras agropecuarias) está avanzando en sus límites. Se están
afectando territorios de alto valor ecológico que sustentan biodiversidad. Hay sobreexplotación y erosión.
El acceso al agua se está volviendo uno de los factores limitantes y en aquellos casos en que la irrigación
se basa en acuíferos, el uso supera la velocidad de recarga del mismo. El agua potable esta comenzando a
escasear. El abuso de abonos nitrogenados y agroquímicos está contaminando la misma agua que escasea.
Las dos revoluciones (verde y biotecnológica) han provocado una erosión genética, que ha afectado directamente
a la biodiversidad. El aumento de productividad requiere cada vez mayor esfuerzo y los resultados no son los espe-
rados. La biotecnología podría llegar a transformarse en una revolución en materia de producción de alimentos,
aprovechando al máximo el potencial de los genomas vegetales sin dañar el medio ambiente, pero estas innovacio-
nes necesitan ir acompañadas de decisiones de carácter político tanto para su producción como para su control.

¿Cómo seguir?

Podemos ver que hay una serie de variables sobre las que no se puede actuar o la intervención llevaría
1 El artículo que aquí se presenta ha sido elaborado con colaboración del Dr. Guillermo Spaini

8
Grupo San Martín Diana Guillén

muchos años. Pero hay variables sobre las que podríamos operar, con nuevas políticas de estímulos:
• Mayor uso de la rotación de la tierra.
• Sostener la investigación en mejora genética tradicional o biotecnológica.
• Desarrollo de paquetes tecnológicos con nuevas variedades, mínimo laboreo, disminución del uso intensivo
de energía (combustibles fósiles, pesticidas, fertilizantes) dejar los residuos de cosecha en el campo, mezcla
de campos de laboreo con setos, bosquetes y prados, descenso de las pérdidas postcosecha.
• Desincentivar la roturación de más tierras marginales.
• Mejorar la calidad del producto fresco o procesado, bajando al mínimo posible las pérdidas postcosecha.

El esfuerzo de relexión apunta a construir una agenda pública sobre desarrollo sustentable y comercio
agroindustrial creíble, y creyente de un futuro mejor para todos.

Cambiando el futuro

Resulta hoy cada vez más difícil establecer una demarcación precisa de lo que debe considerarse una
actividad agroalimentaria tradicional y una producción agroindustrial, o una biotecnología industrial. Los
procesos de innovación y las nuevas tecnologías que se alternan y se superponen o complementan requieren
la aparición de economías planiicadas, que aprovechando lo mejor del libre mercado, no alejan el poder
del Estado ni dejan de programar su desarrollo.
Es fácil pensar en la necesidad de contar con una planiicación de un desarrollo de modelo industrial de
país, pero no siempre es así en la producción agropecuaria. Bajo ese paradigma relexionamos en algunos
elementos que permitan una producción de biomasa, bajo conceptos de programación y previsibilidad

La máquina de producir

La máquina productora de biomasa de nuestro país debe enfrentar los retos de cualquier industria, en las
interfases entre Estado, ciencia y sociedad. Estas interfaces no se agotan en el contexto comercial, inancie-
ro e industrial, ni en valores de mercado. Deben incluir el desarrollo sustentable y la inclusión de nuestra
población presente y futura, con niveles de calidad de vida dignos.
Nuestro campo ha sido “trabajado” durante muchos años, a través de la convergencia de ideas surgidas de
la ciencia, las tradiciones y las conveniencias de diferentes sectores. Nuevos modelos técnicos y econométricos
para el análisis de la producción agropecuaria y el desarrollo sostenible, permitirán programar y deinir, en
la cadena que hace cada uno, cuando y cuanto hace y que no se hace.

La nueva máquina Agroalimentaria

¿Se puede planiicar una Argentina con precios bajos de commodities? ¿Cuál es el costo de la importación
de petróleo versus la utilización de la producción de agro combustibles? ¿Es posible el autoabastecimiento
en biocombustibles? ¿Conviene? Si no producimos soja ¿que producimos? ¿Cuál es el modelo que queremos?
¿Minifundio?¿Minifundio versus latifundio? ¿Minifundio y latifundio?
Un país, dos sistemas es una idea originalmente propuesta por Deng Xiaoping, el entonces Presidente de
la República Popular China, para la uniicación de China. Según esta doctrina, si bien se reconoce que China
constituye un sólo país, bajo el régimen de la República Popular China, se acepta que dentro de ese Estado
Chino uniicado coexistan sistemas económicos y políticos diferentes en determinadas zonas.
En nuestra generosa geografía agroalimentaria hay lugar para todos, hay tierras fértiles para ser trabajadas
por simples manos voluntariosas, hay grandes extensiones que requieren de ingenio, pero también de capital
y hay conjuntos de tierras de distintos dueños que se trabajan como una unidad.
Tenemos lugar para todos, solo se necesita una planiicación de país que permita una previsibilidad,
sostenibilidad del sistema y que el Estado, desde su rol, oriente el sistema, ije condiciones y prioridades.
Hablamos de la intervención del estado basado en un sistema privado, pero con intervención pública a través

9
Un pensamiento agropecuario diferente

de sus herramientas, en la base misma de la producción. Bajo ese concepto, podríamos considerar las tres
variables productivas principales de nuestro país.
El pequeño chacarero que deberá contar con el acompañamiento del sector público, relejado en servicios de
asesoramiento técnico y herramientas inancieras/impositivas, que colaboren a no autodegradar su propio ecosistema.
El gran productor que tendrá la responsabilidad de actuar como mejorador de la sustentabilidad de su
producción (BPA, BPP, RSE), con su mayor capacidad tecnológica o inanciera, siendo beneiciado por el estado,
en estos aspectos.
El pool de siembra que como cualquier sociedad comercial tendrá sus ventajas y sus obligaciones convirtién-
dose en una igura asociativa especíica y registrada que, además, deberá cumplir condiciones particulares
de producción sostenible y de restituir siempre los campos con similares calidades productivas.
Establecer las bases de un sistema sostenible, no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde
las necesidades del consumo, es un gran desafío de un Estado planiicador, donde surge el consenso, como herra-
mienta necesaria para el éxito, y donde también el buen gobierno cumple su rol esencial de beneiciar a su gente.

Cómo podríamos empezar.


Conociendo las tensiones que debemos considerar:
1. Tensión por la disponibilidad de inanciamiento.
2. Tensión por el acceso al agua.
3. Tensión por el acceso a la tierra.
4. Tensión por el precio internacional de commodities y la alimentación nacional.
5. Tensión por el hambre.
6. Incidencia creciente del cambio climático.

Debemos considerar una posible estrategia para lograr una planiicación territorial productiva, con alta
participación y discusión política, con una visión integral de la problemática, y un enfoque programado de
la utilización del capital, en tierras, agua, clima, con que cuenta nuestro país. A tal efecto se propone un
esquema de trabajo que ponga en marcha un proceso de cambio, bajo una base cientíica apropiada.
Parte I. La Investigación:
Nuestro ecosistema ambiental y productivo (observatorio).
Nuestro basamento regulatorio, de políticas cíclicas y anticíclicas.
Políticas públicas y regulaciones internacionales cambios y efectos, modelos. Experiencias de éxitos y fracasos.
Parte II. La construcción y el análisis estratégico de al menos dos escenarios posibles:
a) Aplicación de la plataforma histórica y proyección de un futuro sin cambios en los modelos productivos.
¿Existen posibles callejones sin salida? ¿Cuáles serían a la luz de las tensiones existentes?
b) La creación de escenarios, con variables inéditas, de planiicación. ¿Es posible una producción agrope-
cuaria planiicada y sostenible? ¿Es posible una planiicación territorial productiva? Mejoras y resultados
esperables. Impacto posible en el ecosistema y en el comercio, bajo distintos grados de regulación.
Parte III. El gran debate de todos los actores: sobre el análisis y la relexión de estos escenarios, lo cual
debe conducir a las recomendaciones y las perspectivas de acción para la implementación paulatina de un
nuevo modelo productivo.
Este trabajo pretende ser una visión que altere el rumbo que estamos transitando. Podemos no estar
seguros de que nuestra verdad sea “la verdad”, pero sí estamos seguros que lo que está pasando “no es
verdad” que sea sostenible.
Un país con una sojización recurrente, sin responder por el mal uso de la tierra, un uso de agroquímicos
inédito, una producción no planiicada, tarde o temprano cobrará el precio de una orquesta sin director.
El problema es que la agricultura del futuro debe ser compatible con los ideales de la agricultura ecológica,
pero con la idea de que para el año 2030 hay que alimentar a mas de 7.000 millones de personas.
Las propuestas de este documento preliminar seguramente son incompletas, pueden ser equivocadas y
las combinaciones pueden ser diferentes. De las discusiones fecundas aparecerán nuevas opciones, aquellas
que rompen la caja de pensamiento que nos constriñe hoy en día a estar a favor o en contra de una medida.

10
Apuntes sobre la producción agropecuaria en la Provincia
de Buenos Aires
Carlos Paz1

Escenario actual y futuro

Internacional

L as expectativas de crecimiento de la población mundial señalan para 2050 9.000 millones de habitantes.
Este aumento se concentrará fuertemente en las zonas urbanas. Actualmente ya vive más gente en las
ciudades que en las zonas rurales, y esa tendencia continuará. Las concentraciones urbanas generarán a su vez
nuevos desafíos en los sistemas de provisión de alimentos, logística, consumo de energía, manejo de residuos
y contaminación ambiental. A medida que los países en desarrollo pasen de tener economías basadas en la
agricultura a economías basadas en la industria y los servicios, la expansión urbana acentuará los efectos de
la escasez de energía, suelo y recursos en las ciudades y alrededor de éstas. Organismos públicos y privados
coinciden que será necesario incorporar las externalidades sobre el ambiente al costo del crecimiento.
Ante este escenario será necesario duplicar la producción agrícola sin incrementar la cantidad de suelo
y de agua utilizada para ello, detener la deforestación y mejorar el rendimiento de los bosques gestionados
por el hombre, reducir las emisiones mundiales de dióxido de carbono mediante el cambio a sistemas de
generación de energía con bajas emisiones de carbono y la mejora de la eiciencia en el uso de la energía.
Este proceso implicará grandes desafíos para el SAA y las instituciones de C&T para hacer frente al crecimiento
necesario de la actividad agrícola (en cantidad, calidad, inocuidad y agregado de valor). Las instituciones de
C&T públicas y privadas deberán orientarse hacia la búsqueda de un modelo de crecimiento y de progreso
basado en el uso equilibrado de los recursos renovables y en el reciclaje de los que no lo son.

Nacional

En paralelo con esta perspectiva de evolución a nivel mundial, la próxima década se presenta muy favo-
rable para el sector agropecuario y agroindustrial del país, porque la demanda de alimentos de uso humano
se incrementará. A partir de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, convocada por la FAO, la seguridad
alimentaria se vincula con la posibilidad de que todas las personas puedan lograr una alimentación suiciente
en términos de calidad y cantidad. Asimismo, se ha deinido como un derecho que debe ser protegido tanto
por los gobiernos como por la comunidad internacional.
La producción agropecuaria ha adoptado formas complejas, concentrada en menos empresas, y muy
dependientes de la utilización de capital y tecnologías soisticadas. En este sentido, surgen nuevos actores
en los territorios que tienen como objetivo principal la búsqueda de rentabilidad. La concentración afecta
la competitividad y transparencia de los mercados al interior de la cadena productiva y sugiere una defec-
tuosa formación de precios y una distribución inequitativa de los excedentes económicos entre los distintos
agentes que intervienen.
La tendencia creciente del precio del petróleo y sus derivados impactara en los costos directos de la
producción. Pero además, el estado deiciente de la infraestructura de transporte ferroviario y la red vial
afectará particularmente al transporte de largas distancias, y esto sobre los costos de comercialización.

1 El Ing. Carlos Paz participa de este fascículo a través de la presentación que efectúa del presente trabajo cuyos autores son: Med. Vet. Esteban
Ezcurdia, Ing. Agr. Jorge Fangio, Ing. Agr. Eduardo Quargnolo.

11
Apuntes sobre la producción agropecuaria en la Provincia de Buenos Aires

En la Provincia de Buenos Aires

En los últimos años la expansión agropecuaria de la Provincia de Buenos Aires (PBA) ha contribuido de
manera sustantiva a la producción, al desarrollo y a la gobernanza de la República Argentina. El enorme
potencial a partir de los recursos naturales y el ambiente más el capital social que caracteriza a su territorio,
permite prever que este aporte pueda seguir creciendo.
Las profundas transformaciones que se han dado en al agro bonaerense es el producto de una secuencia de ciclos
políticos, económicos, tecnológicos y productivos que han estado en permanente cambio. Sin embrago, y como
es natural, este proceso no ha estado libre de externalidades. Sin pretender ser exhaustivo, ellas están ligadas a la
creciente concentración de la propiedad y del uso de la tierra, las nuevas formas de organización, ordenamiento
territorial y de coordinación socioeconómica, el desplazamiento de pobladores rurales, las diicultades para la
reproducción de los pequeños y medianos productores y la deslocalización de los agentes productivos.
En el futuro, la innovación en la Provincia de Buenos Aires (PBA) tendrá que estar orientada a contribuir
al desarrollo sustentable de sus habitantes y sus territorios. Será necesario diseñar políticas públicas que
contengan a las necesidades de los diferentes grupos sociales trabajando integradamente en los sistemas
y cadenas de valor de la producción, el medio ambiente y el desarrollo humano de los territorios. Esta
contribución no será posible alcanzarla sin la imprescindible articulación entre los diferentes estamentos
del Estado: Nación, Provincia y Municipio.

Fortalezas y oportunidades, amenazas y debilidades de los principales complejos productivos

Complejos productivos granarios

• La demanda internacional de los principales granos producidos en el país mantendrá una tendencia
creciente. Si bien la oferta mundial de estos productos también se incrementará, el crecimiento del
ingreso y de la población de China e India y otros países emergentes, va a sostener en el horizonte
2011-2016 una demanda creciente de alimentos. Particularmente, se espera un aumento del consumo
internacional de aceites vegetales con destino a la alimentación humana y para biocombustibles, soja,
girasol y maíz principalmente, con posibilidades para la colza y otras oleaginosas.
• Frente a este escenario internacional la amplia disponibilidad y calidad de los recursos naturales de Argen-
tina para la producción primaria y la disponibilidad de tecnologías de alto impacto en los rendimientos
(el país cuenta con recursos humanos para investigación, desarrollo y transferencia de tecnología) y la
rápida adopción que realizan los productores de las mismas, dotan a la producción de granos niveles de
competitividad que posibilitan la continuidad de la tendencia creciente en los volúmenes de producción.
• Las innovaciones en las formas de producción y gestión promueven una fuerte renovación empre-
sarial, economías de escala y concentración. Este proceso alcanza a los proveedores de insumos y la
concentración de irmas para la exportación.
• El impacto en el ámbito social, sin embargo, es de exclusión de mano de obra, remplazada por tecno-
logía mecánica y requerimientos de formación en informática y la generación de un sector rentista de
pequeños y medianos productores.
• La capacidad que tiene el sector primario y agroindustrial argentino de generar divisas, trabajo y
abastecer simultáneamente el mercado interno y externo, junto a la existencia de políticas adecuadas
(redistribución del ingreso, reglas transparentes y estables en comercialización, etc.) garantizan la
soberanía y seguridad alimentaria para todos los argentinos.
• Existe consenso nacional en sostener y ampliar una política exterior de profundizar los vínculos polí-
ticos y comerciales como bloque comercial (MERCOSUR ampliado), y otros países emergentes frente
a restricciones de los países compradores.
• Continuarán los conlictos internacionales en las regiones productoras de petróleo y gas, ampliando la vola-
tilidad del precio de la energía fósil, impactando en los costos de producción de commodities y alimentos,
el transporte y el precio de los productos. A la vez que se incrementará la demanda de biocombustibles.

12
Grupo San Martín Carlos Paz

• El acceso al conocimiento, la educación y la innovación tecnológica serán factores críticos para que
Argentina mantenga la competitividad alcanzada en algunos complejos productivos, como así también,
para el desarrollo de nuevas alternativas que agreguen valor a las producciones locales.
• El grado de concentración que presentan algunos actores de los complejos productivos condiciona
la participación de los productores en el precio inal del producto.
• Las actividades productivas intensivas ampliando la frontera agrícola hacia áreas marginales puede
causar pérdida y deterioro de importantes especies en la lora, fauna nativa y biodiversidad.

En la Provincia de Buenos Aires se obtiene 40 % de la producción nacional de girasol y representa el 55 %


de la supericie total, con disponibilidad de maquinaria agrícola para siembra directa, pulverización y cosecha
muy eicientes y con importantes adelantos tecnológicos que facilitan las tareas.
El complejo productivo del trigo en el mercado internacional se caracteriza por una estructura (países
importadores y exportadores) relativamente menos concentrada que en otros granos. El consumo mundial
de trigo ha mostrado un crecimiento moderado en comparación con otros productos agrícolas, evolucio-
nando al ritmo del crecimiento vegetativo de la población. En este contexto, la Provincia de Buenos Aires
contribuyó con el 57% de la supericie nacional y aportó el 62% de la producción (datos MAGyP). Argentina
abastece aproximadamente el 10% de la demanda mundial de trigo.
El maíz es sin lugar a dudas el grano forrajero por excelencia, con múltiples alternativas de uso. Se trata de
un cultivo que después de décadas de mercados excedentarios dominados por los bajos precios, encuentra
en los próximos años un futuro de gran expansión motivado por la mayor demanda de granos para: (a)
alimentación animal (bovinos, aves, porcinos), (b) biocombustibles, por ser el principal insumo utilizado para
la producción de etanol, biogas y es también esencial para el desarrollo de los nuevos materiales biodegra-
dables como los bioplásticos. Si bien hay una gran cantidad de países productores de maíz, sólo unos pocos
cuentan con excedentes que les permite exportar. Ellos son, Estados Unidos, Argentina y Brasil. Actualmente
En este escenario la Provincia de Buenos Aires contribuyó con el 33% de la supericie nacional y aportó el
39% de la producción (datos MAGyP).

Complejos productivos cárnicos

• El incremento demográico, el aumento de los ingresos y la urbanización inducen un notable creci-


miento de la demanda mundial de proteínas, entre ellos los de origen animal, en la dieta humana.
• La demanda de carne para los próximos años será creciente, pero exigente en calidad e inocuidad.
Desde determinados nichos de mercado además se exigirá que la producción se obtenga por medios
amigables con el ambiente y la sociedad.

La ganadería vacuna nacional enfrenta excelentes oportunidades en el mercado internacional debido a


las mejoras logradas en el estatus sanitario a partir del control de la iebre aftosa y del reconocimiento por la
OIT de país libre de BSE. Para aprovechar esta oportunidad deberá contar con un volumen de producción
suiciente para satisfacer las demandas crecientes del mercado internacional sin desabastecer el mercado
interno, el cual maniiesta una reducción en el consumo de carne bovina. Esta oportunidad en el ámbito
bonaerense se ve limitada por la signiicativa reducción en el stock bovino provincial debido al avance de
la agricultura sobre la ganadería en partidos con mayor aptitud agrícola. Sin embargo por las excelentes
condiciones es posible una ganadería de alta productividad que puede responder a una mayor demanda si
se suman medidas de promoción de la actividad.
La producción porcina y avícola son una gran oportunidad para atender la demanda interna de carnes
frescas y procesadas, además de generar excedentes para la exportación a partir de sistemas intensivos y con
alta tecnología incorporada. Esta tendencia positiva podría verse amenazada por cambios macroeconómicos
que afecten a los insumos primarios de producción y cambios monetarios con respecto al dólar de los países
limítrofes. Se observa como una amenaza concreta la tendencia alcista en el comportamiento del precio
internacional del maíz.

13
Apuntes sobre la producción agropecuaria en la Provincia de Buenos Aires

Complejo productivo lácteo

En el sector lácteo en los últimos 20 años Argentina ha evolucionado desde una lechería netamente
orientada al mercado interno hacia una creciente inserción en el mercado mundial. Se destina entre el 10 y
15% de la producción anual nacional a las exportaciones siendo los principales países compradores Brasil
Venezuela y Argelia.
La posibilidad de entrar con leche en polvo en mercado chino permite visualizar un escenario de incre-
mento de volúmenes exportables sin descuidar el mercado interno. Se observa que la producción mundial
de lácteos no experimenta por diferentes razones los aumentos esperados. El aumento de precio de los
granos a nivel internacional y el uso de los mismos como fuentes alternativas de combustibles constituyen
una amenaza a los costos de producción de leche.
En el ámbito bonaerense la producción del 2010 tuvo una leve tendencia alcista (más del 2%) pero la
rentabilidad de los cultivos agrícolas van limitando la expansión de los tambos llevándolos además a la
intensiicación del sistema ya que la tierra adquiere un valor de renta cada vez más alto (superior a los 400
dólares anuales).

Estrategias de interacción con instrumentos de política provincial/nacional, para la interven-


ción en los territorios.

Se mencionan a continuación, a modo de ejemplo, algunos casos de programas nacionales y provinciales


como instrumentos de intervención que contribuyen activamente al desarrollo de los territorios.

Plan Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2)

El PEA2 propone promover el desarrollo del SAA para beneicio de los productores, empresarios y traba-
jadores involucrados en el proceso productivo y de toda la sociedad argentina en un marco de desarrollo de
los territorios asegurando la equidad social (arraigo, ocupación del territorio), inclusión social (seguridad
alimentaria nutricional, empleo y seguridad social) y sustentabilidad ambiental.

Ley de desarrollo del Sud Oeste bonaerense


El objetivo del plan desarrollado entre el MAA de la Provincia de Buenos Aires, el INTA, los Municipios, la
Universidad y las entidades de productores, fue el de:
a- Diferenciar a la Región del Sudoeste del resto de la Provincia por sus características climáticas, edáicas
y de potencial productivo, asumiendo su pertenencia a las regiones subhúmeda seca, semiárida y árida
del territorio nacional.
b- Apoyar a los sistemas sustentables a través de políticas tecnológicas, de transferencia y extensión, de
educación y capacitación, inancieras, e impositivas.
c- Crear el marco legislativo e institucional que le de permanencia a la diferenciación regional y a las
políticas de apoyo.

Proyecto de desarrollo de la Cuenca del Río Colorado

La cuenca alta del Río Colorado está conformada por la de los ríos Grande y Barrancas. A lo largo de su
curso por las cinco provincias ribereñas, ha dado lugar a áreas bajo riego. El objetivo del proyecto es promover
el desarrollo agroindustrial en las áreas bajo riego del río Colorado focalizando en la innovación tecnológica,
la sustentabilidad ambiental y la inclusión social con el in de asegurar la competitividad sistémica de los
territorios involucrados. El desarrollo de las regiones regadas ha sido una consecuencia de la acción conjunta
del Estado y la empresa privada, siendo el INTA un participante activo de estos procesos.
La importancia del Proyecto radica en el ordenamiento integral de la cuenca basado en el conocimiento

14
Grupo San Martín Carlos Paz

pleno del manejo de los recursos agua y suelo, evaluando su impacto sobre los factores ambientales y procesos
de degradación y analizando los sistemas de producción actuales y futuros, en el contexto socio-económico
particular de cada área bajo riego.

Ley para la Recuperación de la ganadería Ovina Nacional Nº 25.422

La “Ley Ovina” Nacional Nº 25.422 es un mecanismo destinado a lograr la adecuación y modernización


de los sistemas productivos ovinos que permita su sustentabilidad, así como el mantenimiento e incremento
consecuente de las fuentes de trabajo y la radicación de la población rural. La fortaleza de este instrumento
radica en que la propuesta de fomento productivo va acompañada por el apoyo inanciero en condiciones
favorables para los pequeños y medianos productores. Ley de inversiones para bosques cultivados N° 25080
La ley crea el régimen de promoción de las inversiones que se efectúen en nuevos emprendimientos fores-
tales y en las ampliaciones de los bosques existentes. Asimismo, permite la instalación de nuevos proyectos
foresto-industriales y las ampliaciones de los existentes, siempre y cuando se aumente la oferta maderera a
través de la implantación de nuevos bosques. Dichos beneicios deberán guardar relación con las inversiones
efectivamente realizadas en la implantación.

Plan Nacional de Seguridad Alimentaria

Por la Ley N° 25.724/03 de “Alimentación y Nutrición Nacional”, se crea el Programa Nacional de Nutrición y
Alimentación en cumplimiento del deber indelegable del Estado de garantizar el derecho a la alimentación de
toda la ciudadanía. El Plan se ejecuta en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Secretaria
de Políticas Sociales y Desarrollo Humano, Subsecretaría de Políticas Alimentarias.
El Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, está destinado a inanciar acciones integrales programadas,
tendientes a favorecer la Seguridad Alimentaria de personas en condición de vulnerabilidad social. Todos
los programas y planes que se encontraban destinados a la problemática alimentaria, se han uniicado con el
in de mejorar los alcances de sus respectivos esfuerzos, tendiendo a una estrategia articulada del Gobierno
Nacional, los gobiernos provinciales, los municipios, las escuelas, los centros de salud, las organizaciones
no gubernamentales, y la comunidad.

Aprovechamiento del capital social nacional

La inalidad es mejorar en forma permanente la competitividad sistémica del territorio bonaerense a partir
del crecimiento productivo sustentable y la calidad de vida de los habitantes de la Provincia. El objetivo
central es propender al desarrollo sustentable bonaerense con equidad a través del aumento de la producción
agroalimentaria y agroindustrial, con agregado de valor local y resguardando el ambiente.
La innovación que se persigue debe dar respuesta a los diversos actores territoriales. La cooperación
de las capacidades existentes en el territorio bonaerense en materia de investigación, experimentación y
extensión rural, y la educación de calidad en todos sus niveles, potenciará la generación de conocimientos
socialmente útiles, su difusión y apropiación por parte de los actores para la resolución de sus problemas de
manera creativa. La suma de las capacidades en torno a proyectos conjuntos, que deberán incorporar iguras
de organización novedosas para integrar recursos públicos y privados brindará la sinergia que permita que
este enfoque se concrete en la gestión cotidiana.
Como contribución a esta estrategia, se menciona el fortalecimiento del sistema de enseñanza agraria bonae-
rense que cuenta con 1.000 profesionales, entre veterinarios, ingenieros agrónomos y técnicos agropecuarios
con un alcance sobre 15.000 alumnos, quienes constituyen la base del cambio productivo agropecuario en la
Provincia de Buenos Aires. Esta política educativa promueve la enseñanza de la nueva ruralidad, el turismo
rural, los cinturones productivos de las áreas metropolitanas, revalorizando la cultura del trabajo, orientado
hacia la pequeña y mediana empresa agropecuaria, con inclusión de la agricultura familiar y que sea una
alternativa a la producción agrícola industrial. Este modelo educativo forma a los jóvenes en oicios rurales

15
Apuntes sobre la producción agropecuaria en la Provincia de Buenos Aires

y también en la producción y la elaboración de alimentos sanos y seguros. En resumen se promueve que los
jóvenes se transformen en emprendedores y agentes de cambio, para el desarrollo rural.

El Sistema Provincial de Innovación

• En la PBA se asientan numerosas universidades públicas UN Lujan, UTN, UN del Sur, UN de Mar Del
Plata, UN de La Plata, UN del Centro, UN del Noroeste, Provincial Del Sudoeste, UN de La Matanza,
UN de Quilmes, UN de San Martin, UN de Lanús, UN Arturo Jauretche.
• La Comisión de Investigaciones Cientíicos, el INTI, CONICET cuentan con RRHH formados e institutos
especializados en el desarrollo tecnológico de diversa índole.
• EL MAA cuenta con 11 chacras y campos experimentales/demostrativos.
• El sistema educativo agrario de la PBA constituye uno de las más vastos de Latinoamérica. Cuenta con
escuelas agropecuarias, escuelas de alternacia (FACEPT), Centros de Educación Agraria.
• El sistema privado aporta capacidades en numerosos áreas de servicios de las ciencias agronómicas
y veterinarias.
• Los círculos de profesionales de las ciencias agropecuarias posee en la PBA una gran y reconocida trayectoria.
• El INTA cuenta con aproximadamente 1500 personas trabajando en la Provincia de Buenos Aires, en
12 EEA (una en convenio con el MAA de la PBA), el CNIA en Castelar con 3 Centros de Investigación
y el IPAF pampeano. Más de 60 unidades operativas de extensión rural y dos centros regionales.

Principales problemas de articulación interinstitucional a resolver

• Falta un proyecto común para la Provincia en base a una hoja de ruta prospectiva lo que genera escasa
pertenencia de la sociedad a un proyecto de desarrollo.
• La complejidad institucional y la insuiciente articulación interinstitucional, genera duplicación de
esfuerzos y baja eiciencia en el uso de los recursos disponibles en la provincia, con multiplicidad de
objetivos y de instrumentos.
• Deterioro de las articulaciones locales que afectan al entramado social y territorial con insuiciente
coherencia de las políticas sectoriales y jurisdiccionales.
• Persistencia de la vulnerabilidad de vastos sectores de la sociedad, con problemas de equidad y tensio-
nes por el uso de los recursos (casos de los periurbanos).
• Insuiciente coherencia en la implementación de políticas sectoriales que perjudican al enorme potencial
productivo. El Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2) recientemente presentado por
el Gobierno Nacional, señala que el sector deberá “asegurar la provisión de alimentos a nivel interno
y cubrir la demanda internacional en cantidad y calidad”.

Impacto esperado

• Estrategia integrada de desarrollo en la PBA, planiicación y programación regional acordada


• Coordinación interinstitucional en el marco de políticas públicas, inanciamiento de programas y proyectos
• Fortalecimiento institucional, desarrollo de oportunidades productivas y laborales
• Ordenamiento territorial consensuado y participativo
• Marco de acción articulado para el desarrollo de servicios e infraestructura
• Políticas para la innovación centradas en la participación de los actores sociales presentes en los
territorios y en la profundización de la articulación interinstitucional público-privada.
• El factor más importante en la creación y mantenimiento de la competitividad es el acceso al cono-
cimiento y su transformación en innovaciones productivas o sociales. El reconocimiento de la
importancia de la innovación —un concepto más amplio que el cambio tecnológico— como motor
del crecimiento, tiene importantes consecuencias para el diseño de políticas económicas, cientíicas,
educativas y de desarrollo.

16
Ciencia y tecnología aplicada al desarrollo
Una breve reflexión sobre la situación actual de la biotecnología y sus perspectivas

Oscar Ruiz

Introducción

L a población humana ha superado los 7.000 millones de habitantes en el mundo y, según estimaciones de
la ONU, para 2015 se estarían por alcanzar los 7.300 millones1. Por el contrario, a este aumento sostenido
en el número de habitantes, la supericie con posibilidades de ser cultivada está alcanzando un límite, y al
mismo tiempo se produce un incremento en los costos ambientales generados a partir de tal situación. Por
su parte, el Banco Mundial estima las hectáreas agrícolamente utilizables en 4.900 millones2, lo que inevita-
blemente determinará una creciente y agresiva presión sobre la productividad del suelo. Con la tecnología
disponible y la que presumiblemente pueda generarse en el plazo inmediato, el aumento de productividad
necesario podría lograrse, pero debe advertirse que de no incorporar en simultáneo medidas de sustentabi-
lidad, dicha productividad será a expensas de una mayor tasa de extracción de nutrientes del suelo. A modo
de muy simple ejemplo de lo esencial que constituye la incorporación de nuevos conocimientos cientíicos
y tecnológicos en un intento por paliar esta grave situación, debemos tener en cuenta que la reposición
total de estos nutrientes mediante fertilizantes químicos no es sostenible ambientalmente, y por ello se hace
esencial la incorporación de biofertilizantes amigables con el medio ambiente.
Esta simple observación, deja en evidencia que el desarrollo de la biotecnología constituye “el nuevo arte”
de los pueblos por dominar su futuro desarrollo de manera independiente y sustentable. Para ello, privilegio la
deinición de biotecnología como aquella ciencia que abarca desde la producción de commodities y specialties
(biofármacos, química ina, etc.), hasta semillas y animales transgénicos, como así también, los procesos
de “remediación ambiental” y aquellos relacionados con la sustentabilidad de los ecosistemas productivos.
Para tan amplio espectro de procesos, sólo recientemente se veriica una mayor disponibilidad de las
denominadas tecnologías ómicas (high-throughput), así como el acceso público a las secuencias genómicas
de diversos tipos celulares de interés biotecnológico. Esta situación, lejos de constituir una desventaja para
la Argentina, representa una clara oportunidad de privilegiar la formación de recursos humanos que sepan
“leer” estos nuevos conocimientos y aplicarlos a las inmensas ventajas relativas que posee la Argentina con
respecto a otros países. Es indudable que todos estos factores están modiicando sustancialmente el para-
digma de la investigación biológica y, por ende, las modalidades bajo los cuales se implementan los nuevos
desarrollos biotecnológicos. Asistimos así a una explosión de procedimientos basados en la “optimización
por biología de sistemas” de la cual la “ingeniería metabólica” forma parte. Esta situación, si es acompañada
por una decidida política de desarrollo cientíico y tecnológico orientado, constituye una expectativa cierta de
estrechar la brecha tecnológico-productiva con los países centrales, acompañando lo necesario para maximizar
las posibilidades de éxito en los desarrollos biotecnológicos nacionales, los que a su vez, redundan en una
máxima economía de recursos. En otras palabras, existe hoy la justiicación y al mismo tiempo la necesidad,
de lograr una política cientíica tecnológica independiente, perdurable y que privilegie los objetivos nacio-
nales abordando las áreas de vacancia y de máxima perspectiva en el desarrollo económico de la Argentina y
Latinoamérica. Este desarrollo deberá ser fuertemente interdisciplinario, debiendo hacer accesible y efectiva
la transferencia de las metodologías generadas al desarrollo de los sistemas biotecnológicos y/o para su apli-
cación al área de la biomedicina, incluyendo de manera prioritaria, al sector productivo de capital nacional.

1 http://esa.un.org/unpd/wpp/unpp/p2k0data.asp
2 http://data.worldbank.org/indicator

17
Ciencia y tecnología aplicada al desarrollo

Ciencia y tecnología en la última década de la democracia Argentina

Esta relexión pretende, entre otras cosas, constituir una base para la discusión que tenga en cuenta algu-
nos datos concretos sobre el pasado y la actualidad del sistema académico, cientíico y tecnológico nacional.
Quizás para ello, podría bastar mencionar el incremento en los presupuestos destinados a tales actividades
en los últimos años, pasando de 978 millones en el 2003 para superar fácilmente los 5000 millones en el
año 2011. Pero es sabido que no siempre tales presupuestos alcanzan la fácil comprensión de los resultados
que los acompañan. En este sentido, creo que no hemos sido eicientes aún en la divulgación que merece la
actual situación relativa de la última década en relación con las anteriores, y eso, a pesar de poder acceder
fácilmente a tales datos mediante sitios oiciales de la Administración Pública Nacional. Quizás lo primero
que también queda en evidencia, es la necesidad de promover un “Club de investigadores nacionales” que
le interese proyectar un país, donde la biotecnología pueda ser incluida en una práctica de divulgación
realizada con regularidad y eiciencia, utilizando bases de datos disponibles en el Ministerio de Ciencia y
Tecnología de la Nación en el sitio web “Nuevo espacio de Información Sistema integrado de indicadores
de Ciencia y Tecnología”3 u otros sitios similares localizados en instituciones nacionales como el Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) o el Consejo Nacional de Investigaciones Cientíicas y Tecnoló-
gicas (CONICET). Las cifras de crecimiento de la inversión cientíica en la Argentina se brindan en un marco
comparativo de fácil comprensión, dada su expresión en relatividad, con cifras similares de muchos otros
países incluso los más desarrollados, lo que permite hacer comparaciones muy interesantes y que sorpren-
derían favorablemente a más de uno.
Otra forma de realizar comparaciones relativas de forma fácilmente comprensible es remitirse al desarrollo
de los últimos 10 años del CONICET, comparándolos con aquellos datos que a ines de los años 90, conduje-
ron al mismo, a la crisis institucional más importante en toda su historia. Vale recordar que en ese entonces,
abundaban artículos alarmantes, bajo títulos tales como: “El CONICET: Bajo pronóstico reservado” (La Nación,
el 7 de noviembre de 1999) y “La segunda muerte de Houssay” (La Nación, 6 de agosto del 2000). lo que sin
embargo nunca se correlacionó con los niveles de inversión que se requerían para evitarla. En tales artículos
se mencionaba incluso, la intención de eliminar la Carrera del Investigador Cientíico y Tecnológico. Las cifras
actuales demuestran claramente que lo sucedido a partir del 2003 bien puede considerarse una “refundación
del CONICET”, producto de las distintas políticas de Ciencia y Tecnología que se llevaron a cabo en el país.
En este sentido, es válido observar el signiicativo incremento de recursos humanos: investigadores, becarios
y técnicos de apoyo y becas (doctorales y postdoctorales) que se ha producido, lo que se evidencia fácilmente
al contrastar los 125 investigadores y las 300 becas otorgadas en 1997 con los números del año 2012, donde
el CONICET incorporó 606 investigadores y se otorgaron 3900 becas entre doctorales y postdoctorales. Al
mismo tiempo, es muy importante consignar que se ha priorizado la incorporación de jóvenes investigadores
con el in de revertir el acentuado envejecimiento que presentaba el plantel de investigadores del CONI-
CET. Esta decisión permitió pasar de 488 cientíicos menores a 40 años en 2003 a 2156 en el año 2012. Una
especial atención debe realizarse también sobre la evolución del número de técnicos profesionales de alta
capacitación, el cual se ha incrementado signiicativamente luego de una signiicativa disminución en los
años 80. Este sector es, quizás, el que mayor esfuerzo requiere actualmente para la continuidad de una activa
política de fortalecimiento en el sector cientíico-tecnológico, acompañando armoniosamente el incremento
del número de investigadores y la adquisición de moderno equipamiento de investigación.
Asimismo, también se debe destacar la intensa formación de doctores en los últimos diez años que alcanzó
en el 2012 la cifra de 900 nuevos doctores. Tal modiicación en el número promedio anual de obtención
de doctores. Paradójicamente, esta nueva situación hace predecible que en el corto plazo se deban discutir
otros criterios de formación de recursos humanos, para lograr un crecimiento armónico del sector Cientíico
y Tecnológico (C y T) argentino. Para ello debe tomarse en cuenta que el 100% de los profesionales que
anualmente alcanzan el grado académico máximo, no deberían ni se justiica que necesariamente deban
integrarse al sistema como investigadores del CONICET. Por ello, se deberán diseñar políticas complemen-
tarias de priorización de objetivos para el desarrollo, que tiendan a una mejor distribución de los Recursos
3 http://www.mincyt.gov.ar/acciones/acciones_detalle.php?Id_accion=76
18
Grupo San Martín Oscar Ruiz

Humanos de alta capacitación, de acuerdo a los intereses del país. La necesaria federalización de los recursos
humanos debe prever su inserción, en otras instituciones públicas y privadas, educacionales y empresariales,
que contemplen como uno de sus objetivos prioritarios el de realizar labores de investigación y/o de difusión
de la tecnología, en procura de su inserción real al sector productivo. Al mismo tiempo se debe considerar
que si la formación doctoral fue diseñada como preparación para la vida académica y de la investigación e
independientemente del lugar en que esta se ejerza, puede no ser necesaria y quizás ni siquiera ser la más
adecuada para la transformación tecnológica que requiere el país. Por ello es menester considerar que puede
ser beneicioso coniar tales funciones a personas con excelente nivel cientíico y académico, pero que no
necesariamente se gradúen de doctores. Las nuevas licenciaturas de cinco años de muchas Universidades
argentinas, proporcionan una excelente base cientíica, y entre ellas y los doctorados, es probable que sea
necesario incrementar la difusión de las maestrías a las que quizás, hay que prestar un poco más de atención
y jerarquizarlas, incluyéndolas como actividades valorables en la evaluación de la carrera del investigador
cientíico-tecnológico del CONICET.
El signiicativo incremento en el número de recursos humanos también se acompañó a nivel nacional y
del CONICET en particular, con una política expansiva en la infraestructura, con la generación de 112 nuevos
institutos y centros de investigación, a lo que se suma la creación de una inédita igura de gestión en la trans-
ferencia tecnológica con sentido federal, mediante el diseño de 7 Centros de Investigación y Transferencia
(CIT) durante el 2012, en colaboración con Universidades Nacionales y Gobiernos Provinciales. Esta situación
y su comparación con el cierre de institutos ocurrido en el período 1983–2002, no dejan margen de dudas
en cuanto a la política aplicada en cada período evaluado. Asimismo, los datos de la inversión sostenida en
infraestructura del CONICET en todas las regiones del país, revelan una clara tendencia a saldar una deuda
de más de 30 años en materia de obras especíicas para la ciencia, la investigación y la tecnología en la Argen-
tina, alcanzando la cifra de $298.999.884 en los últimos 10 años. A estos fondos, se suman cifras inéditas
de inversión por parte del Plan de Obras para la Ciencia y la Tecnología que lleva adelante el Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCYT). Actualmente, hay 20 obras en ejecución
y 11 proyectadas para las cuales se comprometieron fondos por más de $418.000.000, que incrementarán la
infraestructura disponible en ciencia y tecnología, en más de 86.000 metros cuadrados. Estas inversiones se
han traducido en un fuerte incremento en la producción cientíica del CONICET, lo que se releja en que la
base de datos internacional SIR Scimago (Institutions Ranking) que ubica al CONICET como la institución más
importante de producción cientíica en la Argentina y segunda en Latinoamérica, después de la Universidad
de San Pablo (Brasil). Además, igura como número 85 en el ranking elaborado entre 3230 instituciones que
realizan investigación en todo el mundo.
En este contexto de pleno desarrollo cientíico-tecnológico, es importante resaltar la incidencia que en el
mismo poseen las asociaciones interinstitucionales. En la actualidad, el 90% de los 192 centros e institutos
del CONICET son instituciones de doble dependencia con Universidades Nacionales y de sus 7600 investiga-
dores, alrededor de 5700 son docentes universitarios. Esta situación optimiza la permanente capacitación de
recursos humanos y contrasta con lo que sucede en otros países, donde los Centros Nacionales de Ciencia
y Tecnología, no necesariamente incluyen actividades académicas. Asimismo, es importante advertir que
también diversas Universidades se encuentran en un proceso de profundización de sus orientaciones para
la elaboración y evaluación de competencias tecnológicas, que se orienten a maximizar las ventajas relativas
de la economía argentina, y converjan en el desarrollo industrial nacional y/o hacia la optimización de la
producción de materias primas, y acompañando la política destinada al agregado de valor, por parte de actores
económicos diversiicados. Sin esta premisa, será imposible que un Estado decidido en elevar la inversión en
ciencia y tecnología, promueva por sí solo, el desarrollo económico y tecnológico del país. Actualmente, el
esfuerzo en este sentido es doble, ya que es el Estado el que debe, no solo promover e incentivar iscalmente
el desarrollo tecnológico y cientíico, sino muchas veces debe ocupar el espacio que debería ser ocupado
por los sectores empresariales que requieren de modernización, quienes parecieran más acostumbrados a
los hábitos rentísticos que a la apuesta del riesgo para la innovación. Por otra parte, es absolutamente cierto
que si bien las relaciones entre empresas y los centros de investigación han experimentado un signiicativo
incremento en los últimos tiempos, el mismo es necesariamente perfectible, ya que existe una justiicada

19
Ciencia y tecnología aplicada al desarrollo

sensación de que un signiicativo número (quizás la mayoría) de los cientíicos aún preieren escuchar a los
cientíicos, y que un signiicativo número de empresarios, preiere escuchar a los mercados. De revertir esta
situación, dependerá en mucho el éxito que se logre en las inversiones de ciencia y tecnología ya realizadas.
Por otra parte, también se debe considerar que estas inversiones, deben ir acompañadas por cambios
estructurales en los reglamentos y en la redeinición de los objetivos fundacionales de algunas Universidades
y de los organismos nacionales y provinciales que regulan, inancian y supervisan la actividad cientíica y
tecnológica. Actualmente se considera que las reglas de juego explícitas e implícitas para la evaluación del
desempeño de los investigadores promueven principalmente su dedicación a investigaciones que obtengan
el reconocimiento del propio sistema a través de criterios universalmente aceptados, tales como la evalua-
ción entre pares y las publicaciones en revistas con referato. Por el contrario, existen pocos estímulos que
incentiven las actividades de los investigadores a temas que se relacionen más cercanamente a la transferencia
de la tecnología. Contraponer a esta situación, nuevas alternativas, es un camino ineludible para mantener
e incrementar la competitividad de las empresas y es responsabilidad de los decisores de políticas públicas
en general y de las políticas cientíico-tecnológicas en particular, instrumentar mecanismos innovadores que
coniguren un marco jurídico previsible que estimule y no sancione, sino más bien que valore positivamen-
te la interacción del sector académico y cientíico con el sector productivo. Por ello, es esencial establecer
criterios y procedimientos que garanticen nuevas modalidades de vinculación, con normas de aplicación
y mecanismos de control de las nuevas relaciones laborales y contractuales, evitando, al mismo tiempo, la
desnaturalización de sus objetivos.
En este sentido, son muy valorables los cambios producidos muy recientemente en el CONICET (Noticias
Institucionales CONICET 30-09-2013) con la intención de generar y/o modiicar los procedimientos y normas
reglamentarias e intentar facilitar y dinamizar la vinculación y la transferencia del conocimiento. Esta medida
fue acompañada por la habilitación de un link de consulta y actualización permanente, en la Dirección de
Vinculación Tecnológica del CONICET, el cual que presenta en forma concisa, los principales conceptos y
principios incluidos en la normativa vigente. Entre las nuevas reglas de vinculación, se destacan la autori-
zación a los investigadores para pertenecer como socios accionarios minoritarios en Emprendimientos de
Base Tecnológica (EBT´s) generados a partir de su labor y la promoción de los denominados Proyectos de
Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS). Asimismo, se conocen anteproyectos de ley que intentan apoyar
tales iniciativas en el mismo sentido. Sin embargo, permanece sin modiicación gran parte del Estatuto del
CONICET regulado por el Decreto Ley N° 20464 del 23 de Mayo de 1973 suscripto por el entonces presidente
de facto General Lanusse y que requiere, imperiosamente, un profundo análisis y una necesaria actualización.

Hacia el necesario diseño de proyectos nacionales que enorgullezcan y comprometan a todos

Podría pensarse que la biotecnología, por el hecho de englobar tanto objetivo potencial, podría terminar por
deinir poco en un contexto que dista de poder inanciar todo aquello que se diseña en el papel y en la teoría.
Por ello es fundamental la búsqueda de alternativas productivas y estrategias de planiicación de desarrollos
públicos nacionales o regionales de envergadura, que promuevan en simultáneo la inserción de PyMEs a los
mismos y el aprovechamiento nacional del conocimiento, dando fundamento concreto a la idea-objetivo del
emprendimiento. Esto se reduce a que la Argentina debe constituir un país de aplicación del conocimiento
generado y no limitarse al licenciamiento de patentes, evitando así, que se terminen adquiriendo valores agrega-
dos sobre la base de desarrollos realizados por recursos humanos argentinos. En este marco, se podría airmar
que, cuando convergen conocimiento con decisiones de política cientíica claras, no sólo se permite el máximo
aprovechamiento de los recursos humanos, sino también se promueve el desarrollo simultáneo de políticas
de inclusión social y soberanía, como bien recordaba la Presidenta de la Nación, en la reciente inauguración
del Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA) —dependiente de las empresas ARSAT e INVAP— donde
se realizarán las pruebas del satélite argentino Arsat 1, y más adelante, los programados Arsat 2 y 3, los cuales
ofrecerán variedad de servicios en telecomunicaciones, para todo el continente. Si este hecho resulta destacable,
también lo es el hecho de que más de 1000 PyMEs se hayan visto relacionadas con tales desarrollos. Quizás éste,

20
Grupo San Martín Oscar Ruiz

es un claro ejemplo a seguir y ser imitado por otras áreas de la economía nacional.
En el área de la biotecnología, por ejemplo, se debería evaluar la posible producción de medicamentos
e insumos médicos a nivel nacional, lo cual promovería también un desarrollo que permitiría la incorpora-
ción de los recursos humanos nacionales y la optimización de instalaciones hoy disponibles, algunas de las
cuales incluso, fueron beneiciadas oportunamente por subsidios de la Presidencia de la Nación. Un ejem-
plo constituye el Instituto Biológico de La Plata (2.540.000$) el cual produce 70.000.000 de comprimidos
medicinales al año, a un precio inferior en un 80% al producto que depende de importaciones. Este ejemplo
debería ser analizado minuciosamente para promover el desarrollo biotecnológico nacional en el área, lo que
permitiría la sustitución de importaciones, que año tras año van en aumento, incrementado el desequilibrio
de la balanza de pagos. Para ello es necesaria la efectiva implementación de la Ley 26688 que promueve las
vinculaciones entre EBT´s en la temática médico-sanitaria y las Universidades Nacionales y los organismos
de ciencia y tecnoloía. La enorme importancia de tal decisión puede ser fácilmente evidenciada, teniendo en
cuenta que el mayor comprador de medicamentos es el propio Estado nacional. Este ejemplo no pretende
ser excluyente, y un análisis concienzudo de las áreas de posible interacción del sector público de investiga-
ción con el sector privado y estatal de producción de productos biotecnológicos permitirá observar que su
número es elevado y debería ser atendido por una política que busque el máximo aprovechamiento de los
recursos humanos disponibles, en la generación de las tecnologías nacionales necesarias.

El rol de la Provincia de Buenos Aires en el futuro desarrollo de la biotecnología nacional

Para el desarrollo de una biotecnología con objetivos de inserción real en la economía argentina es funda-
mental tener presente que en la Provincia de Buenos Aires se localiza alrededor de la mitad (un número
cercano a las 60) de la capacidad empresaria nacional con objetivos biotecnológicos, con una facturación que
supera holgadamente los 2000 millones de pesos anuales. Asimismo, y teniendo en cuenta que la Provincia
de Buenos Aires constituye a nivel nacional el territorio con:
a- Mayor Producto Bruto Interno (PBI).
b- Mayor número de habitantes.
c- Mayor número de Universidades Nacionales.
d- Mayor número de empresas y “masa crítica” en biotecnología, es indudable que su papel en el desa-
rrollo productivo futuro del país es decisorio.
A estas consideraciones, debe sumarse el hecho no menor, de que la Provincia de Buenos Aires, a diferencia
de otras provincias, posee un organismo provincial con objetivo prioritario en la promoción de la investiga-
ción cientíica y en la transferencia de la tecnología: la Comisión de Investigaciones Cientíicas y Tecnológicas
de la Provincia de Buenos Aires (CIC). Un reciente relevamiento de la infraestructura Biotecnológica en la
Provincia de Buenos Aires (realizado y inanciado por la CIC) ha permitido determinar que la aplicación de
productos biotecnológicos en el agro ocupa el primer lugar. Ello no sorprende, dado que en el territorio
provincial se encuentra uno de los mayores polos semilleros de Latinoamérica, destinado a la producción
de semillas transgénicas, mutagenizadas y/o producidas mediante ito-mejoramiento tradicional. A ello se
suman otras empresas PyMEs con elaboración de productos biotecnológicos, las cuales se encuentran en
pleno desarrollo. Un ejemplo en este sentido constituyen las empresas de inoculantes y productos de bio-
formulación (bio-insecticidas y otros productos biotecnológicos) las cuales poseen no sólo presencia en el
mercado nacional, sino que son muy reconocidas mundialmente. A estas actividades se suman los desarrollos
en biotecnología con destino a la producción ganadera, los cuales han experimentado un claro impulso en
los últimos años, en particular en los aspectos de reproducción y sanidad animal. Aun así, el relevamiento
indicaría que sería deseable un incremento de las empresas con capacidad de clonar, sexar embriones,
semen, fertilizar in vitro y mejorar la selección de reproductores bovinos, caprinos y porcinos. Asimismo se
menciona que existe una buena capacidad de desarrollo potencial en productos biotecnológicos tales como
las vacunas recombinantes y los reactivos de diagnóstico.
Finalmente, el estudio de relevamiento hace mención explícita de las enormes potencialidades para el

21
Ciencia y tecnología aplicada al desarrollo

desarrollo biotecnológico de insumos y servicios relacionados con el cuidado y el restablecimiento de la


salud humana, aspecto que ya fue mencionado en este trabajo de relexión.
Como corolario de la situación de las empresas de biotecnología en la Provincia de Buenos Aires se ha
concluido que las mismas constituyen “una interesante base productiva e innovadora” pero que aún no ha
sido posible constituir un tramado de interrelaciones público-privadas e inter-empresarias, que maximice los
recursos humanos y las capacidades instaladas para conformar un “sólido modelo productivo”. En deinitiva
lo que se reclama es el diseño y puesta en marcha de una red capaz de sumar sinergias a las actividades
productivas que hoy constituyen mayoritariamente, iniciativas personales y/o mono-institucionales.
En base a estos (y otros) lineamientos, se podrían establecer como prioritarios los siguientes objetivos,
para el desarrollo de la biotecnología en la Provincia de Buenos Aires:
A- Promover la re-jerarquización de la Comisión de Investigaciones Cientíicas de la Provincia de Buenos
Aires (CIC), debiéndose analizar los aspectos positivos y negativos (y la pertinencia o no) de la posible
creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología Provincial. En este mismo sentido se hace necesa-
ria la jerarquización de la Carrera del Investigador Cientíico de la CIC, de su personal de apoyo a la
investigación y de sus programas de formación de recursos humanos, lo que incluye la consolidación y
aprovechamiento integral de su sistema inédito (en vigencia) de becas para formación de orientaciones
cientíicas de los estudiantes universitarios avanzados. Al mismo tiempo, al actual régimen que regula
la actividad del personal dedicado a la investigación en la provincia, habrá que sumar nuevas formas
de trabajo que faciliten la presencia de ese personal en las empresas productivas; que promuevan la
creación de EBT´s y que habiliten el desempeño de los cientíicos y tecnólogos del sector público en
actividades de consultoría.
B- Se deberá analizar la instrumentación efectiva de Tecnicaturas Superiores en áreas estratégicas con
dependencia directa de la Educación Superior de la Dirección de Escuelas de la Provincia, promo-
viendo el diseño de currículas semi-presenciales en colaboración con la CIC y las Universidades y
Municipalidades de una determinada zona de inluencia. Se deberá tender a la regionalización de la
demanda, priorizando el dictado de nuevas carreras (algunas ya aprobadas pero sin dictado actual)
como la Tecnicatura Superior en Piscicultura; la Tecnicatura Superior en Biotecnología; entre otras.
C- Se deberá analizar la posible creación de conglomerados académicos-productivos que contemplen
como prioritario la transferencia de tecnología y la asistencia tecnológica de alto nivel. Como hipótesis
de trabajo puede evaluarse la creación de Centros de Investigación, Capacitación Académica y Trans-
ferencia de Tecnología (CICT) provinciales con doble dependencia entre Universidades y la CIC. Su
creación debería ser acompañada con la creación de un Programa de Becas y Proyectos Estratégicos
de la CIC, consensuados con la región de incidencia.
D- Se deberá promover e incentivar, la asociación con la Nación en el inanciamiento conjunto de PICTOs
(Proyectos de Investigación Cientíica y Tecnológicas Orientados) con evaluación ejecutiva de la CIC
y inanciados por el FONCY T (Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología)
E- Se deberá promover el dictado de un mayor número de Maestrías a nivel agronómico en Universida-
des con asiento en la provincia, que incluyan una tesis de graduación directamente relacionada con
proyectos productivos (preferentemente con incorporación de nuevas Biotecnologías) asesorados
por las Escuelas de Negocios universitarias.
F- Se deberá promover el aprovechamiento máximo de las líneas de inanciamiento alternativo para la
pequeña y mediana empresa con sede en la provincia a través del MINCY T (Ministerio de Ciencia
y Tecnología de la Nación) y las líneas de subsidios y préstamos a tasas subsidiadas denominadas
FONTAR (Fondo Tecnológico Argentino) y FONARSEC (Fondo Argentino Sectorial). Su promoción
y facilitación al acceso a tales líneas de inanciamiento, es especialmente válido para las pequeñas y
medianas empresas, las cuales tienen diicultades objetivas para desarrollar o incorporar tecnologías,
a diferencia de las grandes empresas y especialmente las de carácter transnacional, que acceden con
luidez a los avances tecnológicos, tanto por la acción de sus capacidades locales de I&D, como también
por la de sus casas matrices.

22
Grupo San Martín Oscar Ruiz

Conclusiones

Para concluir, es relevante destacar la esperanzadora situación que plantea la reciente aprobación en el
Presupuesto 2014 con un incremento en 7800 millones de pesos en los recursos de ciencia y tecnología.
Dichos fondos serán destinados, entre otras cosas, al Fondo Nacional para la Educación Técnico-Profesional,
en los niveles medio y superior no universitario; a la promoción y inanciamiento de actividades cientíicas
y tecnológicas del CONICET y a la investigación aplicada y la innovación tecnológica desarrollada para el
sector agropecuario. Esta realidad, solo determina el camino lógico para lograr un desarrollo cientíico y
tecnológico que apuntale la actividad productiva nacional, en busca de una mayor independencia y compe-
titividad. Porque el conocimiento con utilidad, casi nunca es de libre circulación. En realidad constituye un
bien preciado que se compra caro, o bien se desarrolla de manera autónoma. La no comprensión de tales
realidades ha determinado que la adquisición de la tecnología que genera bienes y servicios haya constituido
un problema histórico del país y de la región latinoamericana. Y es por ello que resulta prioritario, el diseño
y la producción soberana de la misma.
Para inalizar, deseo dejar a modo de corolario, una relexión personal. Creo que también en la ciencia y
la tecnología es muy importante tener presente aquello que indicaba: “Que nadie se sienta más de lo que
es, ni menos de lo que puede ser”. En este sentido (y salvando las enormes distancias de los contextos histó-
ricos y sociales), deberíamos ponderar si la responsabilidad comunitaria de los investigadores argentinos en
el desarrollo nacional soberano, puede estar ajeno al sentido social de lo expresado por Eva Perón en las
navidades del 51. Personalmente, pienso que no.

23
Panorama de actividades de investigación y desarrollo en la
Provincia de Buenos Aires
Carlos Ruta1

E n los últimos diez años, con el inicio de un proceso de abolición de la matriz neoliberal y de recuperación de un
proyecto de país industrial, se produjo en la Argentina una transformación del sentido social y económico de las
actividades de ciencia y tecnología. En este nuevo escenario, el nivel inédito de inversiones en educación, ciencia y
tecnología, junto con la decisión política de poner estos sectores en la primera línea de las políticas públicas, lograron
llevar hoy las actividades de investigación y desarrollo a un umbral nunca alcanzado en la historia de nuestro país.

Este trabajo se propone presentar una síntesis de tipo cualitativa, de las actividades de investigación y desarrollo
en la Provincia de Buenos Aires. Se trata de una aproximación no exhaustiva, que intenta destacar lo que, a juicio
del autor, pueden ser los rasgos más promisorios, en términos de su orientación en la dirección de potenciar la
producción de capacidades para el proyecto de país vigente.

De modo sintético, digamos que la Provincia de Buenos Aires representa la mayor concentración de actividades
de investigación y desarrollo (I+D) a nivel nacional. Este territorio alberga:

1. Diecisiete Universidades públicas que iguran en rankings internacionales de producción cientíica (ver
sección 2), además universidades de creación reciente.
2. Las regionales de la Universidad Tecnológica Nacional (Avellaneda, Bahía Blanca, General Pacheco, Haedo,
La Plata y Mar del Plata) orientadas hacia la tecnología y las ingenierías.
3. El Polo Tecnológico Constituyentes –el conglomerado de ciencia y tecnología de mayor potencial nacional
en términos de infraestructura y recursos humanos–, que concentra a la UNSAM, el INTI, la CNEA, CITEDEF,
SEGEMAR –geología y minería–, el INTA y el parque temático Tecnópolis.
4. Las instalaciones de las centrales nucleares de potencia Atucha I y II, a cargo de la empresa Nucleoeléctrica
Argentina SA, donde también se desarrolla tecnología nuclear con proyección regional (en la sección 3 se
destacan tres de sus proyectos más importantes).
5. La empresa YPF Tecnología, creada en diciembre de 2012 y al presente en pleno proceso de consolidación
de alianzas y deinición de líneas estratégicas (ver sección 3).
6. Un panorama empresarial no relevado, donde se destacan actividades de I+D en acelerada expansión,
especialmente en áreas de software, maquinaria agrícola, productos agropecuarios y farmacéuticos. En la
sección 2.2 se mencionan numerosas empresas asociadas a proyectos de I+D con Universidades públi-
cas. En la sección 3 se destaca Unitec Blue, emprendimiento reciente enfocado en productos con valor
agregado en nanotecnología.

1. Panorama sectorial de las actividades de I+D

Si clasiicamos las principales actividades de I+D sectorialmente, se obtiene el siguiente panorama:

(i) I+D en Agroindustria


El mayor potencial se concentra en el INTA, especialmente en el Centro Regional Buenos Aires Norte –que incluye
las cinco Estaciones Experimentales de Delta, General Villegas, Pergamino, San Pedro y Área Metropolitana–, en el
Centro Regional Buenos Aires Sur –que incluye las 5 Estaciones Experimentales de Balcarce, Bordenave, Cesareo
Naredo, Cuenca del Salado e Hilario Ascasubi– y el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias en Castelar.

1 El artículo que aquí se presenta ha sido elaborado con la colaboración de Diego Hurtado.

24
Grupo San Martín Carlos Ruta

Entre las líneas de desarrollo destacadas, pueden mencionarse: (i) Dentro del Centro Nacional de Investigaciones
Agropecuarias (CNIA) del Instituto ubicado en Castelar, donde se concentra la investigación básica y los principales
centros e institutos de investigación, investigadores del área de Fisiología Animal han desarrollado un biodigestor
a partir de la recolección, puriicación y compresión de gases emitidos por los bovinos. El biometano puriicado
y comprimido puede ser utilizado para generar energía calórica, lumínica y motriz, por lo que genera una nueva
ventana de oportunidades con proyecciones promisorias en distintos rubros, junto a una contribución ambiental
(la reducción del efecto invernadero). Asimismo, en el área de biotecnología continúan los ensayos experimentales
en vacunas preventivas de importancia productiva para el sector ganadero y para la salud pública. Dos de ellas, una
contra la tuberculosis bovina y otra para la escherichia coli, ya han sido obtenidas; (ii) En la estación experimental
Balcarce, el equipo de Poscosecha desarrolló el primer sistema argentino para secar granos en silo con aire natural
o baja temperatura. La creación de esta cosechadora permitirá incrementar el volumen de expansión en maíz
pisingallo y el rendimiento molinero en maíz y arroz, entre otros cultivos clave. Este nuevo desarrollo tecnológico
fue realizado junto a la empresa argentina Relevar SRL y inanciado por un aporte del Fondo Tecnológico Argentino
(FONTAR). El INTA patentó la creación y ya exportó dos unidades a Italia; (iii) El Instituto de Investigación y Desa-
rrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar Región Pampeana en conjunto con la Estación Experimental
Agropecuaria del Área Metropolitana de Buenos Aires (EEAMBA) están trabajando en el problema del acceso al
agua, mediante un proyecto de tratamiento de eluentes en el predio de la experimental en Ituzaingó y se proyecta
llevar las tecnologías desarrolladas a los territorios, en el marco del Programa Nacional de Agua.

Las actividades del INTA se completan con actividades del instituto IIB-INTECH de UNSAM-CONICET (clonación
y vacunas para salud animal, entre otras líneas, y la carrera de Ingeniería en Agrobiotecnología), la UNQ (microbio-
logía del suelo y control de plagas, entre otras líneas), la UNCPBA y su Polo Agropecuario Industrial, y la UNNOBA,
que comparte con el INTA la Unidad Integrada Pergamino.

(ii) I+D en Industria


En el INTI —ubicado en el Parque Tecnológico Constituyentes, en San Martín— se concentran las principales
actividades de I+D orientadas a metrología, certiicación y asistencia técnica, además de centros de I+D en:
alimentos; calidad, diseño, extensión y desarrollo; electrónica y metrología; química; y recursos naturales y medio
ambiente. También hay un Centro Regional del INTI en Mar del Plata.

Entre los objetivos prioritarios del INTI, se pueden mencionar: (i) Aumentar la productividad y competitividad
de las PyMEs, así como el agregado de valor a los procesos productivos, evitando la primarización. (ii)Contribuir
a la sustitución de importaciones. (iii) Federalizar la industria. (iv) Incrementar la transferencia tecnológica. (v)
Desarrollo de proveedores para YPF.

Como complemento, puede verse en la parte 2 de este trabajo, que en las universidades se impulsan numerosos
proyectos que apuntan a la resolución de diversos problemas de nuestra industria.

(iii) I+D en energía nuclear


En el Centro Atómico Constituyentes, donde funciona el reactor de investigación RA-1, el acelerador de iones
pesados TANDAR, y el Instituto de Tecnología de Materiales Jorge Sabato (CNEA-UNSAM).

En el Centro Atómico Ezeiza, históricamente, se concentran las actividades vinculadas a la industria nuclear, como
la producción de radioisótopos, tecnología del plutonio, radiología, etc. En esta instalación funcional el reactor de
investigación RA-3, el Instituto de Tecnología Dan Beninson (CNEA-UNSAM).

En las instalaciones de los reactores de potencia Atucha I y Atucha II de la empresa Nucleoeléctrica Argentina
SA, a orillas del río Paraná de las Palmas.

25
Panorama de actividades de investigación y desarrollo en la Provincia de Buenos Aires

(iv) I+D en Defensa


El mayor potencial de I+D orientado a Defensa de uso civil y militar se concentra en CITEDEF, ubicado en un
predio de 19 hectáreas en Villa Martelli, donde se trabaja en la homologación de equipos y desarrollo de prototipos
para transferir tecnología a unidades de producción. De este instituto se destacan unidades de I+D en láser, elec-
trónica aplicada, cohetería, química aplicada y mecánica aplicada. Además comparte con el CONICET el Centro de
Investigaciones Toxicológicas (CEITOX), el Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (CIPEIN) y el Centro
de Investigaciones en Sólidos (CINSO).

Entre sus proyectos se destacan: (i) el Ventus 2A, prototipo de turbina eólica construida integralmente con
componentes nacionales con una potencia de salida nominal de 200 W, al que se le suma un panel solar fotovol-
taico de 85 W (expandible a dos paneles); el conjunto representa una unidad de energía alternativa híbrida de
aproximadamente 0,5 kW; (ii) el cohete GRADICOM II, desarrollado en CITEDEF, compuesto por dos motores de
combustible sólido idénticos, en coniguración de dos etapas, equipado con distintos sistemas de detección de
parámetros.

2. Actividades de I+D en las Universidades ubicadas en la Provincia de Buenos Aires

2.1. Cantidad y calidad de la producción cientíica


Una primera aproximación a la cantidad y calidad de la producción cientíica desarrollada por las universidades
ubicadas en la Provincia de Buenos Aires puede obtenerse a través del ranking de universidades iberoamericanas
realizado en 2012 por Scimago2.
Universidades ubicadas en la Producción Colaboración Calidad Científica
provincia de Buenos Aires Científica Internacional Promedio

Universidad Nacional de La Plata 5.652 42,2 0,8

Universidad Nacional de Mar del Plata 1.705 36,6 0,8

Universidad Nacional de Sur 1.609 30,1 0,8

Universidad Nacional de San Martín 710 38,0 0,9

Universidad Nacional del Centro de la 707 34,2 0,8


Provincia de Buenos Aires

Universidad Nacional de Quilmes 338 37,0 0,7

Universidad Nacional de General 203 27,6 0,6


Sarmiento

Universidad Nacional de Lomas de 60 45,0 0,3


Zamora

Universidad Nacional de Lanús 31 45,2 0,3

Universidad del Noroeste de la 19 52,6 0,7


Provincia de Buenos Aires

Universidad Nacional de Tres de 9 0,0 0,2


Febrero

Universidad Nacional de la Matanza 7 28,6 0,0

Universidad Católica de La Plata 3 33,3 0,5

Sin embargo, la metodología utilizada para la elaboración de este ranking no detecta la múltiple variedad de
actividades orientadas al desarrollo tecnológico, especialmente relevantes para comprender el compromiso de
las universidades en la resolución de problemas locales –vinculadas al desarrollo social, al cuidado de la calidad
ambiental y a la vinculación con el sector productivo–, ya sea territoriales o de escala nacional.
2 Fuente: Scimago Institutions Ranking 2012; Producción Cientíica: número de publicaciones en revistas cientíicas; Co-
laboración Internacional: publicaciones cientíicas elaboradas con instituciones de otros países; Calidad Cientíica Promedio:
impacto cientíico a nivel internacional (0,8 signiica 20% por debajo del promedio mundial). No se incluyen, por la falta de
datos discriminados, a las regionales de la Universidad Tecnológica Nacional ubicadas en la Provincia de Buenos Aires, cuyo
aporte se estima relevante.

26
Grupo San Martín Carlos Ruta

También debe aclararse que en este ranking no iguran universidades “nuevas”, como la Universidad Nacional
de Moreno, la Universidad Nacional Arturo Jauretche, la Universidad Nacional del Oeste de la Provincia de Buenos
Aires, la Universidad Nacional de Avellaneda.

2.2. Actividades universitarias de I+D de interés local o nacional y actividades de vinculación

Como complemento cualitativo del panorama anterior pueden destacarse las siguientes características de cada
universidad que presenta actividades relevantes en términos de desarrollo tecnológico y vinculación con el sector
productivo, en la forma de asociación o prestación de servicios.

De las 1401 universidades iberoamericanas relevadas por Scimago, la Universidad Nacional de La Plata igura
en el puesto 31 en términos de número de publicaciones cientíicas y, con respecto a las universidades de América
Latina, en el puesto 13. Ahora bien, además de la producción cientíica medida en publicaciones, también se puede
destacar sus actividades de transferencia de tecnología.
En su Facultad de Ciencias Naturales y Museo, los principales programas de transferencia son:
(i) Programa de monitoreo integrado de calidad de agua supericial y sedimentos de la cuenca Matanza-Riachuelo
y del Río de la Plata y sistematización de la información generada.
(ii) Evaluación integral de contaminantes persistentes en la Cuenca del Plata: línea de base, transporte por aire
y aguas, acumulación en suelos, bivalvos, peces y poblaciones humanas.
(iii) Tratamiento de aguas subterráneas con contenidos anómalos en arsénico en la región Chaco-Pampeana.
(iv) Análisis de sedimentos luviales y lacustres como materiales alternativos para su aplicación en la industria
del ladrillo.
(v) Desarrollo de un producto ovicida para el parásito causante de la pediculosis en humanos.
(vi) Pueblos indígenas del Chaco argentino. Procesos migratorios y contactos interétnicos.
(vii) Los nuevos inmigrantes africanos en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En cuanto a las actividades de transferencia de tecnología de su Facultad de Informática, se destacan:


(i) El Instituto de Investigación en Informática, que cuenta con 19 acuerdos de transferencia tecnológica,
17 acuerdos de asistencia tecnológica, siete acuerdos de investigación y desarrollo y nueve acuerdos de
capacitación,
(ii) El Laboratorio de Investigación y Formación en Informática Avanzada, que tiene cinco áreas de transferencia
de tecnologías y servicios.
(iii) Laboratorio de Investigación en Nuevas Tecnologías Informáticas, que también cuenta con proyectos de
investigación, desarrollo y transferencia están organizados de acuerdo a nueve áreas.

La Universidad Nacional del Sur igura en el puesto 99 por su producción de publicaciones en el ámbito
iberoamericano y 48 en el ámbito de América Latina. Como complemento, se pueden destacar sus numerosas
actividades de vinculación tecnológica en la forma de servicios tecnológicos: análisis cuali-cuantitativos de mate-
riales; análisis de luidos entrampados; análisis de muestras en aguas naturales y residuales; análisis de polímeros;
análisis, modelado, diseño e implementación de sistemas embebidos (HW y SW); caracterización climática regional;
caracterización supericial de catalizadores industriales; control calidad de medicamentos, fertilizantes y productos
alimenticios; desarrollo de materiales poliméricos naturales con aplicaciones en oftalmología; determinación de
luoruros solubles y particulados; determinación de cromo en cementos; determinación de hidrocarburos aromá-
ticos policíclicos; determinación de mercurio elemental; determinación de oxigenados en nafta como parámetro
de calidad; determinación del tamaño de partículas; ensayos de laboratorio con catalizadores industriales; estudio
composición muestras de gas-oil y evaluación contenido biodiesel; estudio de contaminantes atmosféricos en
zonas industriales y/o portuarias; estudios integrales de minerales y rocas; funcionalización de polioleinas por
procesamiento reactivo; ingeniería de requerimientos para sistemas embebido (HW y SW); medición de campos
eléctricos y magnéticos de muy baja frecuencia; nanocompuestos de polioleinas; películas plásticas para packa-
ging de alimentos; peritajes de Ingeniería Eléctrica; planeamiento óptimo de irrigación y fertilización de cultivos;

27
Panorama de actividades de investigación y desarrollo en la Provincia de Buenos Aires

planeamiento óptimo del control de malezas anuales; relevamiento de variables socio-económicas; screening de
contaminantes volátiles orgánicos en muestra de agua natural; síntesis y caracterización de polímeros naturales
y biodegradables; sistema de información geográicos-mapas temáticos; vitroplastía y tecnología de los vidrios;
zoniicación ambiental de áreas protegidas.

La Universidad Nacional de Mar del Plata ocupa el puesto 98 a nivel iberoamericano y 47 en el ámbito de
América Latina. Esta presenta un espectro amplio de oferta tecnológica al medio, que puede clasiicarse en: ( i)
Tecnologías alimentarias. (ii) Recursos naturales, ordenamiento territorial e impacto ambiental. (iii) Arquitectura y
tecnologías de la construcción. (iv) Salud orientada a discapacidad, salud mental, tercera edad, educación, niñez,
adolescencia, rehabilitación, psicodiagnósticos, psicología jurídica, gestión de proyectos, etc. (v) Educación. (vi)
Ingeniería y desarrollo tecnológico. (vii) Gestión y desarrollo social y organizacional.
Sus proyectos más destacados de vinculación son: aplicaciones en sub-áreas y sub-acuáticas del sonido a través
del procesamiento de imágenes; desarrollo de detectores de efecto Cherenkov para radiación cósmica para el
Proyecto Pierre Auger (estudio de factibilidad y especiicación de ingeniería de tanques de PRFV ); programa
autoproducción de alimentos; plan de capacitación en diseño para la producción: construir redes para potenciar
recursos, proyectos e identidades; módulos de capacitación en diseño para la producción de objetos desde el uso
de materiales y tecnologías locales; interpretación, evaluación y rediseño de piezas sometidas a desgaste; integridad
estructural de plásticos en el transporte de gas y petróleo; fenología y morfología de tres variedades de cebolla de
verdeo; fundiciones de hierro; diseño y construcción de equipo para determinación de calor especíico medio;
desarrollo de controladores de tráico; auditoría externa para la obtención de estándares internacionales de calidad
total en organizaciones educativas de acuerdo a la Norma ISO 9001: 2000; atlas digital del partido de Balcarce;
asesoramiento en los criterios para la regulación de las residencias de adultos mayores; aptitud para el servicio del
sistema de suspensión del TC2000; resinas fenólicas para recubrimientos y rejillas ignífugas.

La Universidad Nacional de San Martín se ubica en el número 171 a nivel iberoamericano y 109 entre las univer-
sidades de América Latina. Esta Universidad presenta una marcada orientación hacia las actividades de desarrollo
tecnológico, concretando vínculos estratégicos efectivos con las principales instituciones de I+D del sector público.
Esta universidad participa junto con otras cuatro instituciones públicas de I+D y once empresas de 5 Fondos
Argentinos Sectoriales del MINCyT en: (i) plataforma de nanosensores y bionanoinsumos para diagnóstico POC
de enfermedades infecciosas; (ii) obtención de nanoarcillas a partir de bentonitas patagónicas para su aplicación
en nanocompuestos; (iii) identiicación y validación de moléculas de T. cruzi para el mejoramiento del diagnóstico
de Chagas; (iv) técnicas diagnósticas rápidas y conirmatorias para Escherichia coli STEC en muestras humanas y
alimentos; (v) interconexión de sistemas fotovoltaicos a la red eléctrica en ambientes urbanos.
En su incubadora de proyectos biotecnológicos se promueven, entre otros proyectos: (i) desarrollo de proteínas
recombinantes de uso farmacológico e industrial; (ii) control de calidad espermática de equinos para exportación;
(iii) bioinsecticida basado en hongos entomopatógenos, para control de plagas en agricultura sin dañar el medio
ambiente ni la salud humana; (iv) kits para la detección de proteínas alergénicas en la producción de alimentos.
Se destacan sus actividades de preservación, conservación y restauración física de obras de arte y documentación
escrita.
Otros desarrollos: clonación (un hito en asociación con el INTA fue la clonación de la vaca bitransgénica “Rosi-
ta”); desarrollo de dos prototipos de un sistema de soldadura libre de plomo; desarrollo de procesos químicos
para tratamiento de eluentes (especialmente sobre el río Reconquista); desarrollo de narices electrónicas con
microsensores de gas para controles de calidad; producción de compost (enmienda orgánica) a partir de desechos
agrícolas; desarrollo de membranas cerámicas porosas iltrantes para distintas industrias.

La Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires se ubica en el puesto 173 a nivel
iberoamericano y 111 entre las universidades de América Latina. Además, se destaca el Parque Cientíico-Tecnológico
compuesto de tres polos:
(i) Polo Informático: convenios con veinte empresas: Ábaco Informática, Analyte, Accendra Networks, CESSI,
Delsat Group, EDSA, Entrepids, Grupo Most, IBM Argentina, IntercomGI, Microsoft Argentina, McCain,

28
Grupo San Martín Carlos Ruta

Nechung, Redimec, Siternet, Snoop Consulting, América Software, Unitech, VIT4B.


(ii) Polo Agropecuario Industrial: convenios con ocho empresas e instituciones: A.C.H.A, Bioniche , Cagnoli,
Chrysalis Argentina, Programa de Identiicación Geográica, Tecnofarm, Unidad de Control y Certiicación
de Procesos Productivos para Bovinos, Vitalcan.
(iii) Polo de Materiales de Avanzada: convenios con cuatro empresas e instituciones: CAIAMA, Fundalum, Talleres
Tandil, Metalúrgica Tandil.

La Universidad Nacional de Quilmes se ubica en el puesto 249 en el ámbito iberoamericano y 173 en el


ámbito de América Latina. Esta Universidad se destaca especialmente en biotecnología, con líneas de desarrollo en:
oncología molecular para desarrollo de medicamentos; microbiología del suelo y desarrollos de productos para el
sector agropecuario; desarrollo de tecnologías para el control de plagas.

Como resultado de sus actividades de vinculación, participa de dos empresas: Bioext (biotecnología vegetal) y
PB-L Productos Bio-Lógicos.
También presta servicios tecnológicos en áreas como: (i) tratamiento de residuos; (ii) determinación microorga-
nismos; (iii) determinación de sustancias químicas (metabolitos); (iv) caracterización de vegetales.

La Universidad Nacional de General Sarmiento se ubica en el puesto 319 a nivel iberoamericano y 236 en
América Latina. Pueden mencionarse cuatro proyectos:
(i)Tratamiento biológico de eluentes industriales; (ii) interacciones de metales y microorganismos para remedia-
ción medio ambiental; (iii) valoración energética de residuos del conurbano bonaerense; (iv) modelación numérica
para refrigeración solar.

La Universidad Nacional de Lomas de Zamora ocupa el lugar 518 a nivel iberoamericano y 420 en América
Latina. De sus actividades orientadas a la tecnología, se puede destacar su área de los servicios tecnológicos de su
Facultad de Ciencias Agrarias: (i) análisis de calidad de cereales y forrajes; (ii) análisis de calidad de inoculante; (iii)
análisis microbiológico de agua.
De su Facultad de Ingeniería, se destacan las actividades de sus cuatro Institutos –enfocados en temas de calidad,
gestión del conocimiento, tecnología y educación y desarrollo sustentable– y su Incubadora de Empresas de Base
Tecnológica.

La Universidad Nacional de Lanús se única en el puesto 652 en el ámbito iberoamericano y 540 en el ámbito
de América Latina. Esta universidad está fuertemente orientada a la producción de conocimiento para el desarrollo
social y la incorporación de valor al sector productivo. Pueden destacarse: (i) medición de radiación solar en varios
lugares de la Provincia; (ii) estudio de las ardillas introducidas desde sudeste asiático que invaden toda la zona oeste
de Buenos Aires; (iii) estudios sobre el estado ambiental de Río Luján; (iv) desarrollo de un bandoneón de estudio
(en fase de formación de una empresa de base tecnológica de razón social cooperativa que tendrá como misión la
producción de nuevos modelos y de otros instrumentos musicales).
En el área de alimentos, se desarrollan proyectos como: (i) paniicados congelados o precocidos enriquecidos
en nutrientes, listos para hornear o calentar que contribuyan a mejorar la nutrición de alumnos de nivel inicial y
primario de escuelas públicas; (ii) tecnología de los alimentos basada en la biología molecular y sus implicancias
sociales y económicas; (iii) utilización del lacto suero generado por la industria quesera en la elaboración de
alimentos formulados para deportistas.
También se realizan servicios “de rutina” a terceros: análisis de aguas y alimentos, grabación de audio, modelado
digital y prototipado rápido (impresoras 3D).

La Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires se ubica en el puesto 752 en el orden
iberoamericano y 634 en el de América Latina. En esta Universidad se desarrollan principalmente proyectos vincu-
lados al agro y el sistema productivo de la región en los siguientes temas: (i) ingeniería de gestión en la industria
para la administración de PyMEs regionales adaptando los elementos de la responsabilidad social empresaria a

29
Panorama de actividades de investigación y desarrollo en la Provincia de Buenos Aires

las propias cadenas de valor de las empresas del NOBA; (ii) diseño de sistemas de CNC de dos y tres ejes para la
diversiicación de los sistemas productivos regionales; (iii) desarrollo experimental de un motor de combustión
HCCI; (iv) diseño de procesos para producciones sustentables en el sector textil del NOBA como dispositivo para
la reconversión del sistema productivo en la región.

En gestión de la vinculación tecnológica, está el Polo Tecnológico Junín, que tiene en el área de desarrollo de
software y TICs. Las más destacadas son: (i) AGP Agricultura Moderna, dedicada a la industria de servicios y tecnologías
de la información georeferenciada para el sector agrícola (Agricultura de Precisión); (ii) DonGo diseño, dedicada
al diseño de páginas webs, muebles para computación, robótica y desarrollo de interfaces digitales.

Finalmente, esta Universidad comparte con el INTA la Unidad Integrada Pergamino INTA, donde se desarrollan
actividades conjuntas de investigación, experimentación, difusión, capacitación, y extensión.

3. Cuatro hitos recientes con impacto a mediano plazo

Para dar una idea del acelerado crecimiento de las actividades de I+D en el territorio de la Provincia de Buenos
Aires en coevolución con el proceso de reindustrialización, pueden mencionarse cuatro proyectos paradigmáticos,
tres con componentes asociativos mixtos –con participación pública mayoritaria, aunque en todos los casos se
espera incrementar la participación empresarial privada–, y el cuarto, inicialmente un emprendimiento de capital
privado, pero que espera diversiicarse a través de la asociación con instituciones públicas de I+D:

(i) YPF Tecnología SA


En diciembre de 2012 se creó la empresa YPF Tecnología SA (con una participación accionaria de 51% por parte
de YPF y 49% de CONICET). YPF transirió a Y-TEC la totalidad de los recursos humanos, equipos e infraestructura
de I+D que componían su histórico Centro de Tecnología Aplicada (CTA). Está ubicado en Berisso, en un predio
de cinco hectáreas cercano a las instalaciones de YPF y otros institutos del CONICET. Y-TEC concentrará todos los
requerimientos de I+D y los servicios tecnológicos que demandará el desarrollo de YPF.

Además, se espera avanzar en el desarrollo de tecnología en distintas áreas de la industria energética, especial-
mente en la explotación de reservas no convencionales y energías renovables. En asociación con UNC, UNLP, UNS,
UNJu y UNSAM se inició la formulación de un proyecto para el desarrollo de baterías de litio. En los próximos
dos años Y-TEC espera triplicar la dotación de cientíicos e ingenieros. En el predio contiguo, la UNLP proyecta
la construcción de un Centro Regional de Extensión Universitaria y un parque de uso público de 40 hectáreas.

(ii) Campus de Innovación Km-16


La reciente incorporación de 14 hectáreas al campus de la UNSAM –que se suman a las ocho hectáreas origina-
les–, hará posible profundizar un modelo de universidad orientada al desarrollo de tecnologías estratégicas –en
algunos casos hasta el estadio de planta piloto o de producción– en asociación con otras empresas e instituciones
públicas de I+D. A las instalaciones ya existentes compartidas con el INTI, la CNEA, el CONICET y la CONAE (plan
espacial), se acaban de sumar los laboratorios de la Fundación Argentina de Nanotecnología, y está en construcción
el nuevo ediicio del Instituto Antártico Argentino.
Sobre esta base, se espera sumar: (i) la radicación del Instituto Milstein (ex Cevan) –dedicado a virología y
reconocido por sus aportes en relación a la detección y prevención de la iebre aftosa– y la creación de una fábrica
de vacunas para la industria avícola; (ii) la creación del Centro para la Gestión Tecnológica GESTEC, centro de la
Institución dedicado a la ingeniería y tecnología aplicada a la industria en general; (iii) la puesta en marcha de líneas
estratégicas actualmente en conformación en: leds de alta potencia para iluminación general; materiales compuestos
para diferentes tipos de ibras y matrices innovativas (como ibra de carbono, nano refuerzos y matrices poliméricas
avanzadas); transistores de radiofrecuencia de alta potencia para telecomunicaciones; desarrollo de bioingeniería
(robot quirúrgico); y (iv) la instalación de un estudio televisivo y un laboratorio de medios que sirva de apoyo a las
producciones de todo el país que aportan contenidos a la Televisión Digital.

30
Grupo San Martín Carlos Ruta

(iii) CAREM y reactores de investigación “mellizos” para la Argentina y Brasil


El reactor de potencia media CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) proyectado para producir
25 MW eléctricos fue diseñado íntegramente en la Argentina para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de
los grandes centros urbanos o polos fabriles con alto consumo de energía. El primer prototipo será inaugurado
próximamente en la localidad de Lima, en las instalaciones de Atucha I y II. Es un proyecto con proyección de
exportación global que impulsará a los sectores industriales más dinámicos: materiales, microelectrónica e instru-
mentos de precisión, metalmecánico, etc.
Está avanzado el proceso de discusión, el proyecto de diseño y construcción, en el Centro Atómico Ezeiza de la
CNEA, del reactor nuclear de investigación RA-10, de lujo neutrónico suicientemente alto como para garantizar
su utilización en una amplia gama de aplicaciones, incluyendo la producción de radioisótopos, la irradiación de
materiales y combustibles nucleares, las investigaciones cientíicas y tecnológicas, y la medicina nuclear. Se espera
desarrollar un reactor multipropósito semejante, adaptado a las necesidades de la Comisión Nacional de Energía
Nuclear de Brasil. Finalmente, en el Centro Atómico Constituyentes, se están desarrollando las tecnologías de
enriquecimiento de uranio por centrifugación y por láser.

(iv) Unitec Blue


La empresa Unitec Blue, con la única planta de nanotecnología de Sudamérica, se enfoca en la producción de
chips desde la oblea original de silicio hasta su inserción en equipos electrónicos. Ubicada en un área de 9 hectáreas
en Chascomús, con una sala limpia de 500 metros cuadrados de categoría 10.000, esta empresa producirá en esta
primera etapa: pantallas solares lexibles; iluminación LED; lentes inteligentes; envases inteligentes; dispositivos
de memorias; sensores de humedad, gases, temperatura, etc.; y baterías impresas. Al presente están avanzando
proyectos asociativos de esta empresa con instituciones públicas de I+D.

4. Epílogo

A modo de breve epílogo, puede decirse que este panorama presupone la necesidad de una rigurosa planiicación
de la producción de recursos humanos de alta caliicación en algunas áreas que, proyectadas sobre los próximos
años, hoy aparecen como áreas de vacancia. De esta forma, resulta perentoria la formación de recursos humanos
en ingeniería industrial, electrónica, mecánica, química, en nuevos materiales, en telecomunicaciones, energía y
biotecnología. Pensando en la necesidad de la sustentabilidad ambiental de los emprendimientos tecnológicos e
industriales, también resulta estratégica la producción de recursos humanos en ciencias ambientales.

Desde una perspectiva logística enfocada en la generación de insumos para la formulación de políticas tecno-
lógicas, resulta también estratégico el aporte de las ciencias sociales orientadas al estudio de culturas tecnológicas
y empresariales, dinámicas institucionales y organizacionales, desarrollo local, política y gestión de la ciencia, la
tecnología y la industria. La formación de especialistas en economía del desarrollo debe aportar una mirada de
conjunto imprescindible para los objetivos de corto y largo plazo, orientados a la comprensión de las dinámicas
económicas propias de países emergentes como la Argentina y a la transformación de su matriz productiva.

Finalmente, hay que considerar que el balance entre, por un lado, el impacto social y ambiental de los procesos
de desarrollo industrial y de las tecnologías asociadas y, por otro lado, los beneicios sociales y económicos, debe
comunicarse y debatirse en la arena social de manera rigurosa y accesible a los ciudadanos como práctica impres-
cindible para consensuar democráticamente un modelo de desarrollo. La experiencia de los países desarrollados
demuestra la relevancia de la formación de especialistas en comunicación pública de la tecnología.

31

Anda mungkin juga menyukai