Exportación
Se define a la exportación como la venta de bienes y servicios fuera del territorio nacional. Es el
envío de nuestros productos y servicios a cualquier parte del mundo fuera de nuestras fronteras
con fines comerciales. Esto da lugar, a operaciones transfronterizas y créditos.
• Importación
Dentro del comercio internacional o exterior, se define a la importación como la compra y venta
de bienes y servicios extranjeros para el uso y consumo en un país o territorio o bien para su
elaboración posterior.
2. Formas especiales
Son complementarias a las básicas, pero que, por su naturaleza económica, su magnitud o su
carácter jurídico no se pueden englobar dentro de las anteriores. Destacan:
• Inversiones internacionales directas. Inversiones de capital que pueden realizar las
empresas de un país en regiones extranjeras. Su finalidad es establecer relaciones económicas
duraderas con empresas de esos lugares, facilitándoles capital y otros recursos.
La Inversión Extranjera Directa (IED) consiste en la inversión de capital por parte de una persona
natural o de una persona jurídica (instituciones y empresas públicas, empresas privadas, etc.)
en un país extranjero. En el país de destino, esta entrada de capitales puede realizarse mediante
la creación de nuevas plantas productivas o la participación en empresas ya establecidas para
conformar una filial de la compañía inversora. Según la OCDE, la IED tiene por objeto ejercer un
control a largo plazo sobre la empresa adquirida o participada, y el criterio establecido para
definirlo es que la propiedad adquirida por la sociedad matriz sea, como mínimo, del 10% de la
filial.
Según el paradigma capitalista, la IED es uno de los motores del desarrollo, especialmente para
las economías receptoras. Empezó a cobrar mayor relevancia a partir de finales de los años
ochenta, cuando el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial promovieron en los
países periféricos la aplicación de las medidas mantenidas por el CONSENSO DE WASHINGTON:
PRIVATIZACIONES, reducción de la inversión del sector público y liberalización comercial y
financiera. La IED, a partir de entonces, pasó a convertirse en una de las principales fuentes de
financiación de los países empobrecidos. Según la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), entre 1996 y 2001 los flujos de IED que entraron en la región superaron
ligeramente el 4% del PIB, mientras en 2007 este porcentaje aumentó un 8% de promedio; en
2011, en plena crisis financiera y económica, la IED descendió hasta el 5,8%.
En la actualidad, los principales agentes de la IED son las EMPRESAS TRANSNACIONALES a través
de las fusiones y adquisiciones transfronterizas, y no de la inversión en la construcción de nuevo
tejido productivo. Ya que esta modalidad de inversión ha llegado a constituir el 88% del total de
la IED y consisten, en su mayoría, en fusiones de grandes empresas cuyo resultado es una cada
vez mayor concentración del capital.
Los motivos que llevan a estas corporaciones a realizar inversiones en otros países son, entre
otros, la obtención de recursos naturales y mano de obra de bajo coste, así como el acceso a
mercados mayores o en crecimiento. En definitiva, el motor de la IED es la búsqueda de un
incremento en los beneficios de la empresa.
Una política económica de corte neoliberal, contempla sin duda la apertura comercial y por
tanto el fomento a la Inversión Extranjera como parte fundamental de la estrategia de
integración comercial y económica con el mundo. Entre otros fines, dicha política busca
aumentar el crecimiento, la productividad laboral y la competitividad de los países y las
diferentes acciones implementadas debieran, hoy, dar cuenta de ello.
En concordancia con los más recientes aportes, se puede afirmar que para economías en
desarrollo e integradas a la dinámica comercial internacional, los flujos de IED no son un tema
menor, por lo que su análisis cobra relevancia, en el tenor de cooperar a la formulación de
estrategias que la fomenten y la diversifiquen en miras de fortalecer los efectos de spillover que
la IED presenta.
El término de derrame (spillover) se utiliza para capturar la idea de que algunos individuos o
empresas se benefician (o perjudican) indirectamente de ciertas actividades o acciones
realizadas por otros. Cuando se diseñan y evalúan políticas públicas este término cobra especial
relevancia. De hecho, muchas intervenciones, en particular aquellas políticas de desarrollo
productivo (PDP) – políticas de innovación, adopción tecnológica, emprendimiento, desarrollo
de clúster, promoción de exportaciones, etc. – se justifican en gran medida por la existencia de
estos spillovers que crean fallas de mercado, pero también tienen como objetivo central generar
(o incrementar) dichos efectos indirectos.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-53462016000200051