Nombre: Leslie Francisco Pazmiño Iñiga

Materia: Antropología Social.

Curso: Economía 1ª
Jornada: Nocturna

Teoría del Equilibrio General

La Teoría del Equilibrio General Walrasiano constituye la contribución más

elaborada frente al problema central de la Economía que busca explicar cómo, a
través de la interacción de distintos universos microeconómicos, es decir, de
individuos que se mueven por intereses diversos, se alcanza el equilibrio
macroeconómico que involucra a toda la comunidad y que resuelve el problema
central de la asignación y distribución de los recursos.

El modelo de equilibrio general walrasiano representa el núcleo del paradigma

neoclásico de la ciencia económica y se remonta a 1874 gracias al trabajo del
matemático y economista francés León Walras, que es quien lo postula en su
obra Elementos de Economía Pura. En términos simples, Walras profundiza y
amplifica la Ley de Say, que sostiene que la oferta crea su propio nivel de
demanda, dando cuenta que es el producto de la oferta el principal motor del
poder adquisitivo. Sobre la Teoría del Equilibrio General Walrasiano hablamos en
el Concepto de Economía de hoy.

Por ejemplo, un zapatero que ofrece en el mercado 20 pares de zapatos, a 100

euros el par, con el producto de su oferta pasa a ser un demandante neto de otros
bienes, es decir 2.000 euros. Este es el poder adquisitivo del zapatero para
demandar otros bienes, como trigo, carne, tela. De esta manera, la idea simple del
productor y consumidor microeconómico de Jean Baptista Say, en la cual los
productos se intercambian por productos, es desarrollada por Walras para un
conjunto mayor de consumidores y productores que intercambiarán una gran
cantidad de bienes.

— El ajuste vía precios

Walras desarrolló un sistema de ecuaciones con ene ecuaciones y ene incógnitas

y supuso un universo con cantidades fijas, por ejemplo: 20 pares de zapatos,
haciéndose eco de la idea malthusiana de los recursos limitados. Por ello, la
incógnita central de su modelo, o variable independiente a despejar, son los
precios. Los precios son para Walras la variable que debe ajustarse hasta que el
mercado se vacía. Es decir, cuando se eliminan los excedentes de oferta y
demanda y todos los productos cambian de mano en el mercado. Nótese que esta
idea involucra todo lo relativo al intercambio. En este modelo todos los agentes
realizan intercambio y no existe el atesoramiento. Es decir, no es posible la
especulación.

Como muestra la gráfica, en esta Teoría siempre la oferta y la demanda

convergen por la vía de los ajustes de precios, hacia un equilibrio
económicamente estable y socialmente aceptable. Esta convergencia implica la
idea de un equilibrio como centro de gravedad al cual la economía tiende en forma
natural. No existen distorsiones ni manipulaciones en los precios, ni tampoco
creación de burbujas.

Es interesante constatar que en el modelo walrasiano el dinero es solo un velo:

facilita el intercambio numerario, pero en la práctica no requiere una presencia
efectiva. Los agentes llegan al mercado con sus productos: carne, trigo, zapatos,
que intercambian en el mercado por otros productos: tela, papel, tinta. El dinero
cumple solamente el rol de facilitar las transacciones, se usa como unidad de
cambio y medida de valor, pero no como fuente de atesoramiento.

El mecanismo de mercado

El mecanismo de mercado trata del problema de la formación de precios en el

mercado (estabilidad), distinto a la determinación de precios de equilibrio
(existencia). El problema principal es entonces de cómo a partir de decisiones no
coordinadas, van a formarse los precios; precios que no son espontáneamente, de
equilibrio, pero que sin embargo al término del proceso alcanzaran un precio de
equilibrio. Walras propone el proceso llamado “tâtonnement” o “tanteo”, para
demostrar que es posible la formación de precios y por tanto llegar a la solución de
equilibrio del mercado, pero sostiene que los agentes económicos, en un primer
momento, no pueden, en una economía de mercado, desarrollar sus intercambios
sobre la existencia de contratos entre las dos partes o mediante contratos
bilaterales; porque, los agentes van en todo momento a desarrollar arbitrajes entre
los diferentes contratos, de suerte que los intercambios comerciales no se
producirán en forma directa entre agentes económicos. En un segundo momento,
expresa que es de una manera indirecta que se forman los precios (logrando la
estabilidad) esto es, pasando por un intermediario “como en los mercados más
perfectamente organizados desde el punto de vista de la concurrencia, es decir,
los mercados de valores” (Walras, Eléments d’Économie Politique Pure, 1874).
Así, en esos mercados según Walras, existe una institución que se llama “el
martillero walrasiano”, que se interpone entre los agentes económicos y que hace
que antes que estos puedan entrar en relación directa, ellos son puestos en
relación indirecta por el martillero, que garantizará entonces la aparición de un
precio de equilibrio.
El mecanismo del “tâtonnement” o “tanteo” walrasiano.
El martillero walrasiano, anuncia o “grita” al azar un precio para cada bien o
producto, que existe en el mercado. Estos precios evidentemente son al azar,
porque el martillero, no conoce las funciones del comportamiento de los agentes,
él no hace sino calcular un sistema de precios de equilibrio, pero que sin embargo
no son de ninguna manera precios de equilibrio.
A esos precios anunciados al azar, los agentes reaccionarán, ofreciendo y
demandando bienes y servicios. Entonces la segunda función del martillero
walrasiano, será la de centralizar las ofertas y demandas de los agentes
económicos.
La teoría microeconómica y sus implicancias en la
macroeconomía real.
Todos los economistas clásicos y neoclásicos han sostenido, y siguen
sosteniendo, que la economía de mercado se autorregula por sí sola, es decir que
esta alcanza su propio equilibrio de manera espontánea “en otras palabras, las
economías tienden a regresar al pleno empleo si se las deja solas (…) o que las
fuerzas normales del mercado evitarían el desempleo” (Larraín, Sachs, 2001).
Tesis que concuerda con los postulados de León Walras, en el sentido que, a
partir de decisiones no coordinadas, van a formarse los precios que terminarán por
ser un precio de equilibrio. Esto mismo, se ubica entonces en la línea del principal
postulado smithiano, en el cual ningún agente exógeno al mercado debe de
intervenir, para no interferir con el funcionamiento del mercado ni impedir que se
llegue al equilibrio.
Ahora bien, en la parte concreta de la economía práctica, la experiencia ha
demostrado que el mercado o la economía por sí sola no lleva a una situación de
equilibrio espontáneo, muy por el contrario, cuando se deja que el mercado se
regule por sí solo, este último lleva a la economía a situaciones de desequilibrio o
de crisis –hay varias pruebas de ello- como la Gran Depresión de 1929, en la que
la economía mundial se sumió en una gran tribulación que la postró durante años,
luego de que el mercado “puro y duro” mantuviera su vigencia durante los años
precedentes a esa crisis. No es sino que hasta después de la Segunda Guerra
Mundial, en la que la economía mundial, recupera importantes índices de
crecimiento económico y de bienestar social, sobre las condiciones del
funcionamiento de la economía de mercado, pero bajo la dirección y orientación
del
Estado, específicamente a través de las Políticas Económicas o de estabilización
que propone Keynes “El Estado debe convertirse en garante de la salvaguarda de
la economía de mercado” (J.M. Keynes, 1936).
Asimismo, en términos de desarrollo económico, la experiencia de los años 70s y
80s, demuestra también que los Nuevos Países Industrializados (NPI), han
logrado alcanzar situaciones de desarrollo económico y bienestar social
(equilibrio), gracias
al funcionamiento de la economía de mercado, pero con la conducción y dirección
del Estado; este es el caso de los tigres asiáticos como Corea del Sur, luego en
Europa, España, Polonia, o Chile en América Latina, demuestran que el Estado ha
jugado un rol preponderante en la conducción de estas naciones hacia situaciones
de crecimiento sostenido. Últimamente el caso de las potencias emergentes tales
como los países que conforman el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica),
evidencian de manera incuestionable que el Estado contribuye en la formación y
consolidación del mercado, aplicando políticas económicas y políticas comerciales
definidas.

Por último, John Williamson y Pedro Pablo Kuczynski frente a las dificultades que
presentó la agenda económica en América Latina durante los años 90s,
demuestran la trascendencia del Estado en la continuidad y estabilidad de la
economía de mercado en ese periodo. Es decir, proponen que la nueva economía
debe de reconocer la presencia de un Estado Inteligente, quien debe de
intermediar, para corregir las fallas o problemas presentados por el mercado
durante esos años “un rol importante del Estado en relación con las instituciones
es perfectamente consistente (…) con la economía de libre mercado” (Williamson,
Kuczynski, Después del Consenso de Washington, 2003). En América Latina, en
otros términos, en la actualidad, esto se traduce en “a más mercado más Estado”,
diferente a la economía de los años 90, donde el paradigma dominante era de a
“más mercado más mercado”.
Para concluir, si la teoría económica, demuestra que, para llegar a una situación
de equilibrio general del mercado, se necesita de un agente no económico, como
es el “martillero walrasiano”, en la macroeconomía real (la práctica económica) se
demuestra también que para llegar a una situación de crecimiento sostenido y de
bienestar social (de equilibrio general) en una economía de mercado, se necesita
del Estado que no es otro que la representación del “martillero walrasiano”.

Teoremas fundamentales de la economía del bienestar.

— El primer teorema del bienestar

El primer teorema destaca el hecho de que un mercado perfectamente

competitivo siempre nos llevará a una asignación de recursos eficiente, en
donde no es posible mejorar la situación de un individuo sin empeorar la de
otro (un óptimo de Pareto). En otras palabras, nos señala que el mercado
competitivo es una herramienta fundamental para alcanzar una asignación
eficiente, sin despilfarrar recursos. Ahora, el mercado competitivo no nos
asegura que la distribución que resulte sea considerada por la sociedad como
equitativa o justa.

— El segundo teorema del bienestar

El segundo teorema cambia la discusión desde la eficiencia hacia el tema de la

distribución y equidad. Nos señala que podemos alcanzar cualquier distribución
que queramos a través del mercado. Basta con cambiar las asignaciones para
que el mercado haga el resto y lleguemos a un equilibrio eficiente (óptimo de
Pareto).

En otras palabras, este teorema nos indica que el mercado es una excelente
herramienta para lograr la asignación que consideramos más equitativa.

Los teoremas del bienestar son un elemento clave para la asignación eficiente
de los recursos con los que cuenta una sociedad.

Pregunta. - La teoría microeconómica y sus implicancias en la

macroeconomía real.
A) Complete los siguientes enunciados.
Si la teoría económica de Walras, demuestra que, para llegar a una situación de
equilibrio general del mercado, se necesita de un________________, como es el
“martillero walrasiano”, en la _____________ real (la practica económica) se
demuestra también que para llegar a una situación de crecimiento sostenido y de
bienestar social en una ____________________, se necesita del __________ que
no es otro que la representación del “martillero walrasiano”.

1) Agente económico, microeconomía, economía de mercado, intermediario.

2) Agente no económico, macroeconomía, producción de mercado, estado.
3) Agente no económico, economía, sostenibilidad de mercado, mercado.
4) Agente no económico, macroeconomía, economía de mercado, estado.
Respuesta: 4

Fuentes:
https://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-es-la-
teoria-el-equilibrio-general-walrasiano
https://www.uv.es/urbano/Tema3.EconomiaBienestar.pdf
ile:///C:/Users/User/Downloads/457-61-794-1-10-20170911.pdf