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6 ideas para romper con los estereotipos de género en clase

Artículo publicado originalmente en la revista Maestra de


Párvulos Nº 203 de Chile.
Por Lic. Carolina Adad
Reflexiones acerca de las representaciones sobre género en
el Jardín
Si bien en el ámbito familiar los nińos y las nińas
construyen sus primeros sentidos de género, son las
instituciones educativas las que profundizan y refuerzan
esos sentidos y acentúan esas diferencias, esos roles, entre
lo que debe ser un varón y lo que debe ser una mujer.

Esto se debe a que el Jardín también transmite una serie


de normas, pautas de comportamiento y de relación entre
los sujetos, que van modelando las actitudes y conductas
de nuestros párvulos en relación con diversos aspectos de
la vida social. Pensemos en ciertos comentarios, como “los
varones tienen que estar en el patio” o “las mujeres son
más tranquilas”, que suelen emitir las docentes, y, en el
caso de los nińos, en actitudes que tienen que ver con
ejercer distintos roles (la mamá limpia, el papá trabaja),
que a veces terminan en conductas discriminatorias al
momento de jugar.
Destacamos, dentro del marco de esta Ley de Educación
Sexual Integral, los propósitos formativos que orientan a
propiciar aprendizajes basados en el respeto por la
diversidad y el rechazo de toda forma de discriminación. En
este sentido, es importante que empecemos a reflexionar
sobre nuestras prácticas cotidianas, las intervenciones
docentes, la manera en que organizamos los espacios, los
juegos y los materiales que llevamos a la sala, con la
intención de romper estos estereotipos, que en vistas a los
marcos legales y nuevos paradigmas, deberían ser
modificados.

Algunas ideas para empezar a incorporar en la tarea diaria:


1- Replantearnos el sector de juego
El juego dramático favorece la participación de nińos y
nińas juntos, intercambiando roles, constituyéndose en
una oportunidad para reconocer que el sexo no define a
qué se puede jugar, sino que tiene que ver con aquello a lo
que se quiere jugar. Para eso, podemos invitar a los nińos
y a las nińas a dramatizar situaciones que impliquen poner
en juego los saberes aprendidos en propuestas anteriores o
pedirles que representen trabajos que habitualmente no
hacen mujeres o varones. A tal fin, debemos nutrir el
sector con distintos materiales, como herramientas de
construcción (cascos, martillos), de distintas profesiones
(como un teclado o una jeringa, entre otros). También
debemos enriquecerlo con vestimenta apropiada, con la que
los nińos y las nińas puedan asumir distintos roles, esto
puede ser ropa de trabajo, ropa según la edad o el tiempo
(lo que usaban los abuelos o los padres, las vestimentas
que nos hablan de la época, las efemérides), ropa de otros
lugares (vestimenta típica de diferentes países) y la
utilizada por distintas profesiones u oficios. También se
pueden colocar distintos accesorios, como máscaras, collares
o cinturones. La idea es que los nińos y las nińas tengan
diversidad de materiales para representar y que no tengan
que ver únicamente con la casita.

2- La intervención docente en el juego


Incentivar a que todos los nińos y todas las nińas recorran
todos los sectores. Para ello, la docente debe estar atenta
ante casos donde los mismos párvulos prohíban la
participación de otro en función del sexo, o cuando surjan
actitudes de discriminación ante una situación que no es
“habitual” para alguno de ellos. Será propicio aprovechar
este episodio para trabajar estas cuestiones vinculadas a la
Ley, donde se remarque que los nińos y las nińas son iguales
y que se deben respetar sus gustos personales, por lo cual
todos y todas pueden jugar a lo que quieran.
3- Utilizar el diálogo para problematizar
¿De qué modo los juegos y los juguetes están teńidos de
valoraciones respecto de lo permitido y lo no permitido?
Se trata de pensar los juguetes desde las perspectivas de
género, a fin de trabajar sobre las representaciones que
tienen acerca de los roles de las mujeres y los varones.
Intervenir cuando los nińos eligen los juguetes en función
de si es de nińos o de nińas y preguntarles por qué.
Trabajar con ellos en una posible clasificación de cómo
deberían ser ordenados los juguetes, que no sea justamente
por sexo. Pensar en separarlos por el color, la emisión o
no de sonidos, la textura o la edad a la que pertenece. La
intención es cuestionar los papeles estereotipados asignados
a varones y mujeres a través de los juegos y juguetes, en
pos de generar igualdad de oportunidades. Porque, en
definitiva, lo que más desean los nińos y las nińas es
divertirse.

4- Tener unidad de criterio con nuestros párvulos.


También es importante que nosotras tengamos los
mismos criterios que les pedimos a nuestros nińos y
nuestras nińas. Si nuestra intención es lograr actitudes que
tiendan a generar la igualdad entre nińos y nińas, no sería
coherente que nosotros no utilicemos el mismo criterio. En
este sentido, debemos sacar, de nuestras prácticas,
cuestiones tales como llamar primero a uno u a otro sexo,
hacer filas de varones y de mujeres, tomar lista primero a
unos y luego a otros. Debemos reflexionar acerca de la
posibilidad que tiene el Jardín de invertir todas estas
pautas culturales que traemos de generación en generación
y que, por el paso del tiempo, van perdiendo sentido, ya
que tanto hombres como mujeres van generando o ganando
nuevos espacios, espacios que les fueron negados e, incluso,
prohibidos, ya sea por las buenas costumbres o por derecho.

5- Las narraciones
Aprovechar el poder de las narraciones y conversar sobre el
relato, para poner en común las distintas impresiones y
centrarse en cuestiones de género, permite analizar la
propia experiencia del grupo: con quiénes juegan, con qué
juguetes, qué juegos juegan juntos, por qué juegan a eso.
La idea es construir una alternativa en los desempeńos que
se esperan de la mujer y del varón, sobre todo en el
marco del Jardín y en los juegos que realizan nińos y
nińas.

6- Las efemérides
También se puede aprovechar para trabajar cuestiones de
género e ir incorporando explicaciones que tengan que ver
con los roles de las mujeres y de los varones en otras
épocas y según la clase social. Ver cómo, en la actualidad,
muchas cosas han cambiado, sobre todo lo referido a la
categorización de la mujer como el sexo débil, incapaz de
ejercer plenamente sus derechos. En la actualidad, los libros
que se ocupan de rescatar la historia de las mujeres, con
rigor histórico no novelesco, nos pueden ayudar a ampliar
nuestra mirada y, sobre todo, valorizar a aquellas mujeres
que no forman parte del relato histórico de las
efemérides y que deberían hacerlo.

Para terminar…
-Con las familias, desde el principio
Trabajar desde este lugar supone establecer un diálogo
con las familias desde principio de año. Por ende, brindar
este tipo de educación es cumplir con el derecho que tienen
sus hijos e hijas. En todo caso, el rol que tienen como
padres, y su deber, es acompańarlos en este proceso.

Algo tan sencillo como invitar a un padre a hablar sobre


los cuidados del bebé y a una madre a contar sobre el
trabajo que realiza puede empezar a marcar la diferencia.

Bibliografía:
 Educación Sexual Integral para la Educación Inicial.
Contenidos y propuestas para las salas. Ministerio de
Educación. Serie cuadernos de ESI. 2010
 Ferro Lila, Varela Brisa (2003) Las ciencias Sociales en el
Nivel Inicial. Andamios para futuros/as ciudadanos/as. Ed.
Colihue, Buenos Aires.
 Morgade G. y Alonso G (comp) (2008) Cuerpos y
sexualidades en la escuela, Paidós, Buenos Aires.

Tres actividades para trabajar con tus alumnos


Docentes y estudiantes
Propuesta de actividades a realizar.

Actividad 1

La presente actividad está dirigida a los docentes

Objetivo: Realizar un primer acercamiento al trabajo de y


con los medios en la sala de clases, sistematizando el trabajo
a través del desarrollo de una unidad temática.

Paso de la actividad:

1. Analice con sus colegas cuáles son sus conocimientos


previos en el uso de los medios y “nuevas” tecnologías
visuales y audiovisuales; cómo los utilizan; en qué momento;
y para qué hacen uso de ellos. Esto le permitirá dimensionar
sus distintos niveles y formas de acercamiento a las nuevas
tecnologías (algunos de los equipos utilizados en el aula son
videograbadoras, retroproyectores, computadores y data
show, entre otros).

2. Seleccione una unidad de aprendizaje que usted haya


planificado y analice cuáles son las situaciones en que pueden
utilizarse imágenes fijas o en movimiento, orientándose con
simples preguntas, como: ¿por qué las voy a utilizar?, ¿qué
beneficios puedo obtener de la utilización del manejo de
estas imágenes?, ¿cuáles van a ser las herramientas que
tengo que desarrollar para un óptimo resultado?, ¿cuáles
son los obstáculos que pueden resultar de la incorporación
de estas tecnologías?, etc.

3. Luego, reelabore secuencialmente la unidad de


aprendizaje, definiendo los tiempos y los momentos en que
se incorpora el uso de las herramientas visuales y
estableciendo los materiales necesarios para su concreción.

La actividad anterior permite un primer acercamiento con


el trabajo de medios, evaluando la pertinencia en su
utilización, determinando qué falta desarrollar para su
correcto uso, tanto en su ámbito pedagógico como también
en su ámbito técnico.
Actividad 2

La siguiente actividad está dirigida a los alumnos y alumnas.

Objetivo: Realizar un acercamiento primario en el uso


consciente de los medios y recursos tecnológicos en el aula,
teniendo como base la utilización de un tema transversal
de actualidad.

1. Establezca un tema central a tratar con los alumnos (lo


óptimo sería un tema de actualidad que les sea significativo
y cotidiano). Por ejemplo: música y construcción de
identidades juveniles. Temas correspondientes a tratar en
la unidad: El mundo contemporáneo de NB6 y Cuarto
Medio en Historia y Ciencias Sociales. También puede
tratarse en las unidades de Medios de Comunicación de
Lengua Castellana y Comunicación de tercero y cuarto
medio.

2. Divida el curso en grupos relativamente pequeños (entre


tres a cinco alumnos).

3. Pídales que desarrollen subtemas relacionados con la


actividad, seleccionando los recursos tecnológicos que se
dispongan. Ejemplo de subtemas pueden ser: la música e
identidad juvenil; las distintas estéticas involucradas en la
música; lenguaje y música; etc.
4. Entregue a los estudiantes una pauta de desarrollo que
involucre las representaciones sociales (ejemplos de pauta
de desarrollo: las construcciones de estereotipos e
identidades, el uso del lenguaje, las estratificaciones sociales
involucradas, los diversos discursos y mensajes que existen
en torno al tema), teniendo como base el análisis de los
mensajes de los medios de comunicación audiovisuales.

5. Que los alumnos presenten ante su curso las reflexiones


sobre los temas, apoyándose para esto en las nuevas
tecnologías.

Actividad 3

Objetivo: Analizar la publicidad, su impacto y mensajes en


la construcción de los estereotipos sociales. Este ejercicio
tiene el propósito de centrar el análisis crítico de los medios
en la construcción de estereotipos y roles a través de las
imágenes de los periódicos. Lo que nos permite abordar los
siguientes temas: mujer como objeto, discriminación de la
mujer, construcción de estereotipos de mujeres en los
medios, violencia y mujer o belleza, entre otros.

1. Solicite a sus alumnos realizar un seguimiento durante


una semana de dos periódicos de circulación nacional o
regional. Se propone como ejemplo las construcciones de
modelos y estereotipos de la mujer a través del uso de
fotografías en los periódicos.

2. Que los alumnos y alumnas establezcan cuáles son las


principales imágenes que se muestran del tema.

3. Que los alumnos y alumnas descubran qué caracteriza a


las imágenes utilizadas en los periódicos. Para nuestro
ejemplo, los estudiantes tendrán que poner atención sobre
los modelos de mujeres que los periódicos destacan, qué
actitudes están asociadas a las fotografías (intelectuales,
sensuales, sexuales, hogareñas, bellas, cotidianas, etc.).

4. Que los alumnos y alumnas analicen los estereotipos y


los asocien con los fines de la publicidad.

5. Una vez terminado el análisis, los alumnos deben


exponer, idealmente utilizando un proyector o data show,
sus conclusiones en base a las imágenes (bajadas por
Internet o sacadas de los periódicos).

Esta actividad puede ser desarrollada en los distintos niveles


de Lengua Castellana y Comunicación en la unidad de Medios
de Comunicación de Enseñanza Media.
PREJUICIOS EN LAS AULAS.
Un tema importante que en la actualidad se sigue dando
son los prejuicios y estereotipos étnico-culturales en las
aulas escolares.
Es cierto que en los centros escolares, que han ido
incorporando un grado más de diversidad por la presencia
del alumnado inmigrante, se han creado nuevos recursos
externos de intervención específica con dichos escolares,
pero para ello se debe saber las percepciones de los
profesores sobre los que son extranjeros ya que éstos
atienden al alumnado en general y se han dado casos que
algunos maestros, con ideologías prejuiciosas,
inconscientemente influyen en el ámbito escolar.

En el 2008 se realizó un trabajo de investigación sobre


este tema en centros escolares de la provincia de Almería
y los resultados por parte de los profesores son achacados
hacia estos alumnos, en el que los cambios que se han
producido con su presencia son valorados normalmente como
negativos.

Básicamente los principales aspectos más nombrados en


estos casos son el trabajo y el esfuerzo.

A parte, el profesorado llega a sentir el sentimiento de


angustia y frustración, principalmente por la gran
imposibilidad de comunicación con dichos estudiantes, ya
que ellos no han sido preparados para ello.

Como es evidente, estos alumnos, necesitan más atención


que muchas veces no pueden atender solo el profesorado
que hay en el centro, y por ello los padres autóctonos
pueden llegar a quejarse sobre un posible abandono
académico hacia dichos alumnos. A raíz de esto, los padres
y madres muestran ciertos prejuicios hacia el colectivo
extranjero ya que se creen que la calidad educativa que sus
hijos reciben podría reducirse por prestar más atención al
otro colectivo.

En un artículo del periódico “El País”, sobre el racismo en


las aulas y siguiendo un estudio por el observatorio de
convivencia escolar, sacan a través de la encuesta una
clasificación discriminatoria. En el primer puesto se hallaban
los gitanos. En el segundo los magrebíes. El tercer puesto,
que fue borrado de la encuesta, estaban los catalanes, algo
sorprendente encontrándose en la misma península. En
cuarta posición, asombroso también, estaban los judíos! Y
a continuación iberoamericanos y africanos. Esta clasificación
es algo alarmante en la sociedad, debemos tener presente
siempre la denuncia a los acosadores y la defensa de los
acosados, dentro y fuera de las aulas. Este artículo se
titula “Si la bestia del racismo puede anidar en el ser
humano, no contribuyamos a despertarla”. Y así debería
ser, intentando combatirla con los instrumentos que nos
procuran las ciencias de la información.

Hay que tener en cuenta que los prejuicios en los niños se


van inculcando por influencia familiar, de los medios de
comunicación, de los amigos, etc. Por ello quizá deberíamos
centrarnos más bien en que sean los adultos los que se
conciencien de esto que los propios niños.

Quizá como posibles soluciones los alumnos en las aulas,


tanto de origen extranjero como español, deberían
conocerse entre ellos con igualdad de estatus social,
enseñarles a trabajar de forma conjunta para conseguir un
objetivo común y que se den cuenta que entre ellos no hay
diferencias y que con la ausencia de uno el objetivo no se
podría conseguir igual o incluso no llegarse a dar. Por
supuesto se necesita la ayuda y apoyo de los educadores,
padres, directores, etc.

Para llegar a referirnos a la situación ideal en la que


debemos encontrarnos toda persona en general, y sobre
todo en personas inmigrantes debemos utilizar el término
“integración”. En muchas ocasiones la delincuencia se
generaliza en todas las personas inmigrantes y los niños
rechazan la relación con ellos. Se debería hablar de ello en
clase, por parte de los profesores, de forma preventiva y
dejar claro que cada uno tiene su cultura, aunque haya una
cultura predominante, se debe respetar para conseguir una
aceptación mutua y una adaptación entre escuela y
comunidad inmigrante.

¿Es posible desaprender los estereotipos en la escuela?

“La actitud de los padres y de las madres es de vital


importancia en la trasmisión de valores a l@s hij@s. El
respeto, el escepticismo ante los estereotipos, el
conocimiento y el espíritu crítico pueden convertirse en la
mejor aliada para luchar contra el racismo y el sexismo y
en la mejor base sobre la que construir y trasmitir valores
libres de prejuicios y estereotipos” UNICEF

No podemos ocultar que, desgraciadamente, las


desigualdades, discriminaciones e incluso la violencia, también
tienen lugar en el entorno escolar, en el que se han llegado
a normalizar comportamientos agresivos como los insultos,
cachetes, empujones, exclusiones de miradas, amenazas
veladas y explícitas, etc.

Por lo tanto, si éstas se consideran formas normales de


relación entre niños, con sus padres y madres, con sus
maestros y se aceptan, no se valorarán o legitimarán otras
formas de comportamiento y otras relaciones. Sin querer
ser alarmistas, pero siendo realistas, hay que reconocer que
comportamientos agresivos, en mayor o menor medida, todo
el mundo ha sufrido y, lo más preocupante, ha ejercido,
de manera más o menos consciente.

La agresividad verbal, por ejemplo, es algo tan frecuente


que puede llegar a normalizarse, cuando todos somos muy
conscientes de que este tipo de lenguaje que incorpora
insultos, amenazas, burlas, chistes, insinuaciones, rumores...
hiere, degrada, humilla, victimiza o coacciona a quien lo está
recibiendo. ¿A quién hacen reír los chistes que degradan
normalmente a las mujeres? ¿Quién los cuenta? ¿Con qué
intención?

Desnormalizar estos comportamientos forma parte del


proceso de sensibilización, de tomar conciencia, de repensar
el papel de la escuela y del rol del profesorado en cuanto a
enseñar pautas de convivencia que no reproduzcan las
desigualdades por razón de sexo, en este caso, ni comporten
discriminación alguna.

Nuestro planteamiento coincide con el de aquellos que


piensan que la escuela es capaz y además tiene la
responsabilidad de procurar que todo el alumnado, el
profesorado y el grupo de padres y madres se equipen de
estrategias para la resolución de conflictos en los que las
agresiones, estereotipos, tópicos y discriminaciones no sean
nunca la respuesta adecuada.

Sabemos que la construcción de nuestra identidad es un


proceso continuo, contradictorio que se va definiendo en
todas y cada una de las acciones humanas a lo largo del
proceso de vida. Por esto, el desaprendizaje de los
estereotipos no se puede plantear de forma aislada, sino a
través del trabajo en la construcción de nuevas relaciones
entre las personas en el centro escolar.
Desde una Educación en Valores hay que intentar impulsar
hábitos de conducta que comporten relaciones de respeto,
de corresponsabilidad, de autonomía, de reconocimiento y de
confianza.

¿Por qué muchas niñas no confían en explicar lo que les


pasa cuando tienen algún problema en casa o en la escuela?
¿qué hacemos nosotr@s, padres, madres, maestr@s...
cuando somos testigos de situaciones y acciones que nos
incomodan, que nos irritan, que consideramos injustas?

Las soluciones pasan por la utilización de estrategias


educativas como la mejora de la comunicación verbal, el
trabajar la empatìa, la enseñanza de relaciones de respeto a
partir de la escucha sistemática o el trabajo de la
corresponsabilidad a partir de proyectos en equipo.

Todo esto supone un cambio de actitudes que conlleva el


cuestionamiento sistemático de los valores, actividades,
roles...

Para poder trabajar nuevos modelos tenemos que


cuestionarnos de forma colectiva los estereotipos y los
límites impuestos socialmente a los géneros tanto masculinos
como femeninos (hombres: fuertes, deportistas, agresivos;
mujeres: frágiles, miedosas, pasivas, etc.), reflexionar sobre
los modelos que trasmiten los contenidos curriculares o por
el uso de los materiales y los espacios escolares, preguntarnos
sobre nuestra propia relación con nuestras alumnas y
nuestros alumnos (por ejemplo, si atendemos más a las niñas
que a los niños, si les hablamos de la misma forma, qué
adjetivos utilizamos para definir a unas y otros, qué
expectativas tenemos de unos y otras, etc.).

Entre otras cosas, la utilización de grupos de aprendizaje


cooperativo contribuye a derrumbar las barreras de los
prejuicios y estereotipos, por una parte, y a aumentar la
simpatía y acercamiento hacia niñ@s que presentan
diferencias de raza, etnia y de aptitudes físicas.

Los métodos interactivos, participativos y basados en la


discusión en grupo, en los debates, en las simulaciones
ayudan, también, al intercambio de perspectivas y permiten
una comprensión global de los problemas y de la diversidad.

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