Efraín y Enrique,
dos niños
huérfanos
explotados por
un abuelo
desalmado.
Don Santos, el
abuelo era un
hombre de
sesenta años, cojo
(con pata de palo).
CESAR WILFREDO CASTILLO LOPEZ 1° “A” - COMUNICACION
Él los obliga a
rebuscar los
contenedores de
basura en busca
de comida para su
cerdo.
Ambos niños se
enferman pero el
abuelo insiste en
hacerlos trabajar
CESAR WILFREDO CASTILLO LOPEZ 1° “A” - COMUNICACION
Enrique se hace
cargo de todo el
trabajo y lleva a
casa a un perro
para que haga
compañía a su
hermano, que se
hallaba más
delicado.
Pero el abuelo
aprovecha la
ausencia de
Enrique para
matar al perro y
darlo como
alimento al cerdo.
CESAR WILFREDO CASTILLO LOPEZ 1° “A” - COMUNICACION
Enrique, regresa a la
casa, descubre los
restos del perro y
discute con su
abuelo; éste resbala,
su pata de palo se
rompe y cae dentro
Entonces los dos del chiquero y
hermanos huyen de debido a su cojera
ese lugar no puede
escuchando de lejos levantarse.
los gritos del
abuelo. El relato
finaliza sugiriendo
que el abuelo se
convierte en víctima
de su propio cerdo.