EL AMOR TÓXICO, ¿ES AMOR VERDADERAMENTE?

Todos a lo largo de nuestra (corta o larga) vida hemos amado, hemos sufrido
por amor, o simplemente nos hemos ilusionado gracias a este. En sí hemos sentido
el amor y hemos expresado este en cualquiera de sus formas, ya sea amor familiar,
amistoso, de pareja, hacia una mascota u objeto, pero sin importar cuál sea el tipo,
hemos amado, y hemos llegado a experimentado las sensaciones del amor.
El amor es uno de los primero sentimientos que llegamos a aprender y
experimentar en nuestra vida gracias a nuestros padres, abuelos, o a quien nos
haya criado, y es por ellos que nosotros hemos llegado a experimentar nuestro
primer amor, nuestro primer corazón roto e inclusive, nuestro primer amor tóxico.
Pero, exactamente, ¿qué es el amor?
El concepto de amor es amplio y complejo por el simple hecho de que puede
significar cosas muy diferentes para cada sociedad, inclusive para cada persona. Es
por eso que podríamos decir que el amor se trata de una palabra abstracta la cual
llega a cobrar una gran cantidad de significados en relación a los valores y
tradiciones de cada sociedad.
El amor, como muchos de los otros sentimientos, es uno de los más fuertes e
intensos, gracias a que este nace netamente del corazón y suele ser completamente
sincero. Este sentimiento de vivo afecto hacia una persona suele dividirse en
emocional y sexual, pero más allá de sus divisiones esta busca un objetivo en
común, compartir su amor con la persona que ama y desea ser correspondido con
la finalidad de buscar el bien común. Etimológicamente hablando, la palabra amor
proviene del latín amor, y la más remota raíz de la palabra amor procede del
indoeuropeo am, que significa ‘madre’, y que también vendría a ser la raíz de las
palabras como amigo o amistad (Anónimo, S, F,
https://www.diccionariodedudas.com/etimologia-de-amor/ ), inclusive amante. De
este modo se puede llegar a la conclusión de que desde el origen de la palabra,
esta se relaciona con conceptos que son capaces de recibir y brindar amor.
Y aun sabiendo que el amor es uno solo, es imposible negar el hecho de que este
se divide en múltiples tipos, debido a diversos factores, tales como su intensidad,
origen, finalidad, realidad, etc. Y es gracias a esto que llegamos a conocer la
existencia del amor platónico, el amor idealizado, el amor correspondido, el amor
tóxico, entre otros. Todos los tipos de amor existentes son bastante diferentes entre
sí, algunos son más intensos que otros, o simplemente tienen una realidad distinta,
pero sin embargo, a pesar de todo, todos los tipos de amor comparten el mismo
origen. Lastimosamente no llega a suceder lo mismo con el objetivo, ya que no
todos los amores llegan a cumplir con el objetivo de compartir su amor y el deseo de
ser correspondido, muchos menos cumplen la finalidad de buscar un bien común,
pero a aun así, a pesar de eso se ama y se pone en práctica de alguna u otra forma
lo que es el amor, aunque la manera en la que lo hagamos no sea total o
parcialmente aceptada por la sociedad en que vivamos.

Cuando ocupamos o hacemos énfasis a la palabra “amor”, estamos haciendo

mención a un vínculo afectivo, pero más allá de eso, también estamos haciendo
mención a una serie de decisiones y actos que provienen y tiene que ver con este. Y
aunque muchas veces estas decisiones y actos que realizamos por y en nombre del
amor no son los correctos, son estos los encargados de transformar al amor
sinónimo de felicidad, a amor sinónimo de miedo, tristeza, sumisión y muchas veces
en opresión.

El miedo, la tristeza, la sumisión y la opresión no son nada más que las

consecuencias psicológicas y emocionales de una relación tóxico, y eso es gracias
a que este tipo de amor contiene violencia dentro de su relación. La violencia que se
llega a expresar aquí no es nada más que “todo acto que guarde relación con la
práctica de la fuerza física o verbal sobre otra persona, animal u objeto originando
un daño sobre los mismos de manera voluntaria o accidental” (El Definista, 15 de
marzo de 2014, ¿Qué es violencia?, http://conceptodefinicion.de/violencia/ ), y es
gracias a esta violencia que contiene este tipo de amor que se categoriza al amor
tóxico como uno de los amores más peligrosos, pero no es solo gracias a su
violencia, sino que además por la forma en la que se desarrolla y se logra llevar a
cabo.
Entonces, ¿qué es el amor tóxico?, según Racionero (2017) se concluye que la
relación tóxica es “aquella relación en la que existe algún tipo de violencia, física o
psicológica” tal como hemos logrado definir anteriormente.

Amar en sí a alguien conlleva a ser un torbellino de emociones a raíz de él, y

esas emociones no pueden ser buenas todo el tiempo, y es por eso que más de
alguna vez nos enojamos y peleamos con las personas que amamos, pero en
algunos casos estos enojos y peleas son cada vez más frecuentes, recurrentes e
intensos, incluso muchas de las peleas son por temas totalmente insignificantes, y
en algunos casos, son las peleas insignificantes las de mayor intensidad y más alto
impacto en la vida de las parejas. Es por eso que Díaz (2009) dice
“El amar es el verbo del sustantivo Amor. Es la acción del amor. Una acción
que se divide en dos grandes momentos complementarios. Un momento
pasivo y, posteriormente, uno activo. El primero es designado
tradicionalmente como un evento más irracional e animal…”

Y es a raíz de esto que las relaciones tóxicas tienen constantes episodios de peleas
y enojos, gracias a su irracionalidad natural y su instinto animal. Esto es base de un
amor de este tipo, y es por eso que este no cumple con el objetivo de buscar el bien
común para ambos, si no que este hace todo lo contrario. “Un amor tóxico es como
un espíritu debilitado que necesita a otra persona para poder nutrirse y sobrevivir,
porque por sí solo no se cree capaz de hacerlo” (Roldan, M, 6 de marzo del 2016, la
mente es maravillosa, www.lamenteesmaravillosa.com ), por esto es que se
refuerza el hecho de que una de las partes de la relación es amor puro, mientras
que la otra adopta el papel de “espíritu debilitado” y provoca un duro y difícil dolor
emocional que muchas veces destruye todo lo sano y bueno de la otra persona,
hasta que no queda nada más que el vacío. Este amor se esconde tras una
persiana traslucida donde la persona se engaña a sí misma pensando que su pareja
en realidad “no es mala” e intenta de alguna forma ver algo positivo y esperanzador
para poder aferrarse a ello y poder seguir adelante con la relación, tal como lo
mencionamos anteriormente.

“Las emociones perturbadoras y las relaciones tóxicas han sido identificadas como
factores de riesgo que favorecen la aparición de algunas enfermedades” (Roldan,
2016 cita a Coleman, S, F) y eso es netamente gracias al estar con una persona
tóxica que no conforme con dañar a la otra persona físicamente y psicológicamente
(agresiones físicas y verbales), daña y afecta además de tu salud en sí (tanto física
como emocional) y es por eso que durante y después (si es que hay un después) de
una relación tóxica la persona que sufrió las agresiones pasa largas horas de su
vida en terapia y en consultorios, por el mal estado en general que una relación de
esta índole es capaz de dejarte.
Gottman (2016), experto en el campo de la psicología de pareja, afirma que lo
primero en lo que se fija de una pareja es en el desprecio y en las faltas de respeto
en la comunicación de esta, ya que el desprecio y/o la falta de respeto no son nada
más que signos inequívocos de que la pareja realmente se encuentra en un punto
crítico. Además Gottman frecuentemente explica y comenta que el desprecio y las
faltas de respeto ocurren normalmente gracias a que cuando hay un problema, este
no se resuelve y la pareja se derrumba de a poco, a raíz de esto es que se
construye una buena y sólida base para una relación tóxica
y perturbadora, y es que “En cualquier tipo de relación, si una persona siente que no
está poniendo nada en la mesa, él o ella empezará a faltarle el respeto” (Roldan,
2016 cita a Argov, S, F)

En esta vida todo lo bueno tiene algo malo, y eso aplica tanto en las personas como
en las cosas, y dentro de esta realidad no se quedan fuera los sentimientos, ya que
basándonos en las experiencias personales de cada uno se puede llegar a la
conclusión de que eso es totalmente cierto. El amor está lejos de no tener defectos
y de ser perfecto, y por mucho que se intente embellecer con su mejor parte, no se
puede dejar de lado todos sus problemas, es por eso que “cuando se sufre o se
transita por un amor tóxico se inaugura una nueva forma de pensar en el amor”
(Locolla, F. Marte 30 de Septiembre, 2014, https://blogs.infobae.com/amores-
toxicos/2014/09/30/102-que-es-un-amor-toxico/index.html ) gracias al simple hecho
de que es el lado B de lo que siempre nos suelen enseñar del amor, acá el amor
deja de ser lindo, deja de ser puro y sincero, inclusive deja de ser lo que nos da
felicidad y nos impulsa a ser mejores personas, deja de semejarse a todo lo que
alguna vez nos enseñaron con respecto al amor en sí, se despoja de toda realidad
creíble sobre él y adopta una posición bestial e inverosímil ante los ojos de mucho.
Y es por esto que el amor tóxico cumple o no se acerca a lo que se vive en la
realidad del amor tóxico, porque “Un amor toxico es la dilatación de un vínculo en el
tiempo, negando omnipotentemente el daño que esa relación ocasiona” (Locolla, F.
Martes 30 de Septiembre, 2014 https://blogs.infobae.com/amores-
toxicos/2014/09/30/102-que-es-un-amor-toxico/index.html),esta dilatación del
vínculo es increíble cómo no es suficiente para que la relación en si termine. En
síntesis, una relación tóxica puede terminar de dos formas, un acuerdo de palabra,
el cual no asegura que la persona tóxica lo acepte o lo entienda, o puede terminar
de una manera un poco más violenta e ilegal, tal como lo es un homicidio.

Alguna vez alguien se ha preguntado ¿cuán grandes son los problemas del amor?,
será posible que hoy en día aún se siga usando frases como “porque se ama se
cela”, “porque se ama se posee” o inclusive “porque se ama se asfixia” y muchas
veces se practique el “porque se ama se mata”, será que el amor es lo
suficientemente fuerte y poderoso como para justificar las malas acciones que
cometemos al no estar en nuestro sano juicio? En algún momento Jean-Paul Sartre
dijo “Lo más aburrido del mal es que a uno lo acostumbra”, pero será posible que
aun en pleno siglo XXI tengamos que acostumbrarnos a los homicidios dentro de las
relaciones por culpa de los celos? Que tengamos que acostumbrarnos a los gritos,
golpes, moretones e inclusive cicatrices, solo porque nuestra pareja nos ama? Sin
importar cuán aburrido sea el acostumbrarse, a situaciones y hechos de este índole
uno como parte de esta sociedad no se puede acostumbrar, uno no puede
normalizar situaciones anormales, porque no es normal el maltrato, no son normales
los golpes, los insultos, las faltas de respeto, estas cosas no tienen por qué ser
normales. Cuando será el día que podamos aceptar y asumir los problemas del
amor, y así (juntos o solos) poder hacer algo para solucionar los grandes problemas
que se llegan a producir por culpa o en el amor, porque necesitamos soluciones
ahora, soluciones efectivas y rápidas, soluciones que de una vez por toda nos den
seguridad al estar dentro de una relación, para que de una vez por toda se quite el
miedo que algún vez más de alguno de nosotros llegó a sentir en el amor.

En sí, no es raro que los que no hayan pasado por esto, o simplemente no sepan
del tema se pregunten ¿cómo es que se llega a desarrollar la violencia dentro de la
relación? Eso sucede sin importar que este tipo de amor se base netamente en un
amor el cual suele ser sincero y puro, ya que la sinceridad y la pureza solo nace
desde una parte de la relación, porque la otra parte sin sentir amor verdadero es la
que se encarga de dañar y volver tóxica la relación que en algún punto fue sincera,
gracias a sus acciones y sus palabras.
La persona que dentro de la relación siente amor, justifica las malas acciones y
decisiones del otro a base de excusas positivas, como lo suele ser el “lo hace
porque me ama”, “solo me está protegiendo”, “es que es un poco celoso”, entre
otros. Pero este tipo de amor a pesar de lo malo y negativo que puede llegar a ser,
¿es amor verdaderamente, o es solo una distorsión de este?

El amado que ama y el amante que es amado se encuentran en igual disposición

según Díaz (2009, en los amores correspondidos y buenos obviamente, cuando
hablamos de amor tóxico, con el simple hecho de que lleve la palabra “tóxico” ya
sabemos que es algo malo, que te consume, que te supera, y es por eso que en
este tipo de amor (o en cualquier otro que benigno ya sea para una persona de la
pareja o para ambas) el amante y el que ama no se encuentran en la misma
disposición, sino que hay una gran diferencia porque aquí ya nos encontramos con
un amo y un sumiso, lo cual convierte la relación en un mandato. En una relación en
donde alguien manda, y en donde la otra persona obedece, ¿existe el amor? O
simplemente es masoquismo por la resistencia y la paciencia a los daños que nos
produce el agresor.

Pero, ¿Qué tipo de daños nos puede ocasionar el agresor?

Los daños van desde lo que puede ser un simple desprecio, avanzando hasta una
falta verbal de respeto (insulto) y puede llegar al extremo de lo que es un homicidio.
Y es que según Stendhal (1826) por amor se está dispuesto a realizar los actos más
insospechados y sacrificios de más alto valor según y es por eso que “un amor
tóxico es aquel que duele en la vida cotidiana, que te deja con las ganas y te roba
las palabras…” (Locolla, F. “Amores tóxicos: un ensayo sobre las relaciones, la
infidelidad y la autodestrucción”, Buenos Aires, Galerna) y ya tenemos en claro que
no solo te roba las palabras, si no que puede llegar a robarte la vida, la salud, la
estabilidad, la seguridad, dejándote en un estado completo de sumisión hacia el otro
y perdiendo completamente el control de tu vida, técnicamente te conviertes en un
títere y tu pareja en titiritero quien controla y maneja TU vida como a él le parezca
correcto.
Y es por situaciones como las que hemos mencionado anteriormente que afirmamos
la idea de que el amor es uno de los sentimientos más fuertes, porque tiene tantos
poderes y llega a controlar tantas cosas, y no es raro que este supere barrera y/o
límites como otro sentimiento, pero sin duda, es increíble como este puede controlar
a nuestro cerebro, el cual es manipulado por este. Es por eso que una persona
bajos los efectos del amor es sordo, mudo e inclusive es ciego, y es a raíz de eso
que se dice que “los amores tóxicos son miopes” (Locolla, F. 2015.), y ya
concluimos que el dicho no está ahí sin motivo aparente.

La vida siempre nos ha dejado como enseñanza el hecho de que no hay que hacer
lo que no nos gustaría que nos hicieran. Muchos de nosotros más de alguna vez
cegados por alguna emoción u sentimiento nos hemos dejado llevar por nuestros
instintos, impulsos o caprichos, y hemos puesto en práctica aquellas “cosas” que no
nos gustarían que nos hicieran. Muchas de las parejas que han sufrido u han
transitado por los caminos del amor tóxico se han dejado llevar por sus impulsos o
caprichos y no se logran dar cuenta del daño que le ocasionan a su pareja, pero las
cosas van un poco más allá del daño que le podrían ocasionar a su pareja, ya que si
la persona agresora en la relación, tuviera que soportar lo mismo que la persona
agredida, la agresora no se dejaría, porque en sí, como a cualquiera no le gustaría
que hicieran con él cosas malas, y no se dejaría llevar por los actos
malintencionados de su pareja agresora, la cual, nunca busca el bien del agredido,
pero si el bien de la relación, desde su punto de vista.

Goethe (S,F) expresó alguna vez que nadie sabe lo que hace mientras actúa
correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente, y es en base a
esto que nos planteamos las siguientes preguntas, ¿la persona agresora de la
relación, es consciente de sus actos?, ¿disfruta dañando a su pareja?, o
simplemente será que en verdad no se da cuenta de todo el daño que le llega a
ocasionar a su pareja. Y es que “El amor es pura actividad sentimental hacia un
objeto”. (Ponce, 2009, citó a Stendhal, 1822) al menos dentro de esta clase de
amor. Y es porque eso es lo que es el agredido bajo la mirada del agresor, un
simple objeto con el cual puede hacer y deshacer a su antojo y a su medida para
que todo salga tal y como él quiere.

Pero será qué ¿este tipo de amor se da sólo en las parejas?, o ¿acaso hay
posibilidades de verlo en otras ramas del amor?

No es normal que lleguemos a pensar de que el amor tóxico se puede encontrar en

otro tipo de relaciones que no sean en las de pareja, ya que no es común pensar en
que este tipo de amor tan maligno y/o benigno se pueda dar en relaciones de tipo
familiar o amistoso, no es algo que normalmente nos planteemos, pero es algo que
a pesar de su rareza, se da. Y es por eso que la respuesta es bastante
desfavorable, ya que la respuesta es sí. Este tipo de amor se da en otro tipo de
relaciones. Se puede dar en las relaciones de padre-hijo/a tanto como en las de
madre-hijo/a, en las de primos, amigos, hermanos, y así hasta nombrar todos los
tipos de relaciones. Por eso es que este amor es tan conocido y es increíble el
poder que este va tomando cada día en nuestra sociedad, se abre paso entre los
demás tipos de amores a una velocidad realmente acelerada, para no ser de los
amores buenos.

Ahora conociendo de qué trata este tipo de relación, ¿cómo podemos identificar un
amor tóxico?

Algunas de las señales más obvias para poder identificar este tipo de relación son:

1. No puedes ser tú.

Llegas a un punto en donde renuncias a tu esencia y comienzas a
comportarte como tu pareja desea, ya que si haces lo contrario se ocasionan
peleas y/o enojos por tu comportamiento “inadecuado”.

2. Te aíslas del mundo.

Ya sabemos que tu pareja es celosa, por ende le suele enfurecer que
mantengas contacto con cualquier tipo de persona, y es por eso que ya
prefieres pasar tiempo a salas contigo misma que con alguna otra persona.

3. No puedes solucionar los problemas con palabras.

Por más que intentes una y otra vez en solucionar los problemas, tu pareja se
niega a aceptarlos y es más, algunas veces te culpa a ti de ello.

4. Sientes culpabilidad de tus actos.

Tu pareja tiene tal domino sobre ti que cuando algo malo pasa en la relación,
el solamente te culpa a ti y eres tú quien siente culpabilidad y termina
pidiendo perdón por cualquier cosa.
 5. Siempre hay discusiones.
Es normal que haya discusiones en las parejas, pero cuando las discusiones
son diarias y la mayoría del tiempo por cosas insignificantes, eso ya no es
normal y pasa a ser parte de la cotidianidad de las relaciones tóxicas.

6. Excusas a tu pareja delante de los demás.

La gente que te rodea suele tratar de hacerte ver la realidad de las cosas,
peto tú te encargas de excusar a tu pareja para que todos comprendan que
en realidad no es una relación tóxica.

7. Le ocultas algunas cosas a tu pareja.

Es bastante común que le ocultes cosas a tu pareja, ya que sabes que si se
entera de algunas cosas que has hecho o dicho corres el riesgo de que se
arme un lio de los grandes, lo cual no quieres.

Estas son solo algunas de las señales que se pueden presentar, no son las únicas,
hay más y sin duda algo que siempre debemos tener en claro, mientras haya
miedo, no es una relación sana y no es amor verdadero, porque el verdadero es “el
amor que se alimenta continuamente, se embebe de causa y razón de amar
contemplando real o imaginariamente las gracias del amado” (Díaz, 2009, citó a
Ortega y Gasset, 1995).

Rodrigo Alejandro Díaz Ponce –

“La intolerancia, en cambio, pertenece a los sistemas cerrados llamados

“devoradores” (Díaz, R, 2009 citó a Giannini, H, 1997)

“El amor tóxico te genera dependencia, obsesión y una completa anulación de tu

identidad, al punto de llegar a permitir que el otro te humille, dañe y lastime sin
poder aceptar la maldad que se esconde detrás de sus actos.”

Y es que Sabina (2014) me he hecho un especialista más del desamor que del amor
(Sabina, J. 2014) +debe ser parafraseada+
“Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas” - Cardenal Richelieu
"A pesar de todo, continuamos amando; y ese "a pesar de todo" cubre un infinito."
Díaz, R (2009) citó a Cioran, E. (1990)”Silogismos de la amargura”. España,
Editorial: Tusquets Editores S.A. Barcelona.
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