MANFRED K. EHMER
El Dr. Mandred K. Ehmer es filósofo y autor, y miembro de la Sección alemana de la Sociedad Teosófica. Ha escrito
muchos libros, poemas y artículos.
Como símbolo del Logos femenino, Sophia representa la parte reprimida del
alma colectiva occidental. Porque en la esfera cultural occidental, el “Logos”
siempre ha sido mal comprendido solamente como masculino, así que no había
lugar para Sophia como figura de lo espiritual-femenino. Ciertamente, sería
apropiado complementar la visión unilateral del Logos en occidente por medio de
la reivindicación de las energías de Sophia; además, la teología feminista ha
tratado de revelar una vez más la oculta tradición de Sophia en el Cristianismo y el
Judaísmo.[ii] De las enseñanzas secretas de las tradiciones judaica, cristiana y
griega, especialmente la cristiandad cóptica, gnóstica y ortodoxa, podemos
percibir la imagen de una anciana diosa de sabiduría que inicialmente tenía un
gran significado, pero que, posteriormente, fue completamente suprimida por el
sistema patriarcal.
Puesto que el Logos Trino es el sol central primordial del universo, los tres
aspectos de Dios corresponden a los tres distintos tipos de fuego cósmico: el
primer Logos, como la Voluntad cósmica del fuego mental; el segundo Logos
como el Amor y la Sabiduría del fuego solar; y el tercer Logos como Inteligencia
activa del fuego material.
Una imagen de este grandioso Logos del mundo está en nuestro ser,
porque el Logos Trino se refleja en la Mónada inmortal que, siendo eterna y sujeta
a todos los cambios de nacimiento y muerte, representa la esencia misma de
nuestro ser. Tenemos el Logos en nosotros en su forma trina, así como tenemos
Sophia en nuestro ser. En términos modernos, podríamos también designar a
Sophia como un arquetipo del alma humana que, yace dormida en el océano de la
inconsciencia colectiva, reside en todos los seres humanos, tanto en hombres
como en mujeres. Este es el impulso de Sophia en cada alma humana, que
despertada del modo correcto, puede transformarnos y conducirnos hacia la
verdadera consciencia de la sabiduría cósmica. “Lo Eterno Femenino nos eleva”,
dice el Coro Místico al final del Fausto de Goethe; solamente la Sophia femenina
puede ser expresada de este modo. ¿Acaso no dijo también Novalis [vi] en su
famoso cuento de hadas Eros y Fabel, que Sophia “sería eternamente la
sacerdotisa de nuestros corazones”? La novela termina con estos versos:
Se ha fundado el reino de la Eternidad;
Nota: Este artículo apareció en su forma original en el Theosophie Adyar, y también en algunas otras revistas.
[i]
Arthur Schult, Maria Sophia, Bietigheim, 1986, p. 21.
[ii]
Vide Verena Wodtke (ed.), Auf den Spuren der Weisheit, Freiburg, 1991.
[iii]
Angelus Silesius (Johan Scheffler), místico y poeta alemán, 1624-77. Su El Querubín Peregrino, una colección de
poemas místicos, apareció en 1656.
[iv]
Angelus Silesius, Cherubinischer Wandersmann, Wiesbaden, 1949, p.3. Traducción de Manfred K. Ehmer.
[v]
H. P. Blavatsky, Die Geheimlehre, vol. I, Den Haag, p. 161.
[vi]
Novalis (Friederich von Hardenberg), romántico alemán: 1772-1801.
[vi]
Novalis, Werke in Zwei Banden, vol. 2, Köln, 1996, p.367.