INTRODUCCIÓN
Al añadir ciertos elementos (azufre, cobalto, cobre, cromo, tungsteno,
manganeso, molibdeno, níquel, vanadio…) en la aleación del acero se consigue
mejorar algunas de sus propiedades, obteniendo aleaciones específicas para
determinadas aplicaciones industriales, como herramientas, cuchillas, fijaciones,
soportes,…. Sin embargo la diferencia de comportamiento entre los diversos
aceros depende, no sólo de su composición química, sino también del tipo del
tratamiento térmico a los que se les someta.
Existen piezas que están sometidas a condiciones de trabajo que requieren
propiedades específicas para soportar esfuerzos de choque, vibraciones y
rozamiento superficial.
OBJETIVO DEL TRATAMIENTO TÉRMICO