lSBN 978-987-25288-2-9
I.S.B.N.: 978-987-25288-2-9
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EDICIONES
Jorge Oscar Rossi
CAPITULO I 19
ACCIDENTES DE TRÁNSITO: MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO
1. CONCEPTO DE ACCIDENTE DE T R Á N S ! ~ . 19
2. ENCUADRE NORMATIVO. 20
Concepto legal de accidente de tránsito
3. LA NOCIÓN JURISPRUDENCIAL DE "COSA RIESGOSA" 22
EN MATERIA DE ACCIDENTES DE TRANSITO.
4. CASO DE CHOQUE ENTRE DOS O MÁS AUTOMOTORES. 25
5. IMPORTANCIA DE SU CALlFlCAClON COMO DAÑO 27
"POR" EL RIESGO O VICIO DE LA COSA
CAPITULO II 29
RESPONSABILIDAD DEL DUEÑO, CONDUCTOR Y GUARDIÁN:
ART. 1 113 DEL C.CIVIL
6. INTRODUCCION. 29
7. EL JUEGO DE LAS PRESUNCIONES. 32
CAPITULO III 41
EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD POR CULPA Y CAUSA
DEL PEATÓN.(cÓDIGO CIVIL, LEY NACIONAL DE TRANSITO)
8. INTRODUCCION. 41
CAPITULO IV 49
LA INSCRIPCIÓN DE LA DENUNCIA DE VENTA
COMO EXIMENTE DE RESPONSABILIDAD
9. LA DENUNCIA DE VENTA. 49
CASO 1: Con o sin denuncia de venta, igual se puede eximir 59
CASO II: La denuncia de venta no es la única prueba posible 62
1O.TRADICIÓN DEL AUTOMOTOR.TRANSMISIÓN
DE LA POSESlON DEL RODADO.
Entrega de la tenencia
Entrega de la posesión
Cláusulas de exoneración de responsabilidad civil
11.SITUACIONES PARTICULARES EN LA DENUNCIA DE VENTA 69
CAPITULO V 73
DAÑOS A PEAT0NES:TIPOS DE DAÑOS Y CUANTlFlCAClON
12. INTRODUCCION. 73
13.CLASIFICACION DE LOS DAÑOS. 74
14.QUID DE LA INDEMNIZACIÓN POR DAÑO EMERGENTE 80
Y LUCRO CESANTE POR PRIVACIÓN DE USO
DEL AUTOMOTOR.
Destrucción total del vehiculo y privación de uso
CAPITULO VI 87
EJERCICIO DE LAS ACCIONES INDEMNIZATORIAS
15. LEGITIMACION ACTIVA. 87
1~.LEGITIMACI~NACTIVA EN CASO DE MUERTE DE LA VICTIMA. 88
17. LEGITIMACIÓN ACTIVA EN CASO DE DANOSMATERIALES. 92
1~.LEGUTIMACI~N ACTIVA EN CASO DEL DANO MORAL. 94
19. QUID DEL DAÑO MORAL POR FALLECIMIENTO DE LA V~CTIMA. 95
20.QUID DEL DAÑO MORAL POR DAÑO O DESTRUCCION 99
TOTAL DEL VEHICULO.
21. LECITIMACION PASIVA. 102
CAPITULO IX 179
ACTUALIZACI~NDE SENTENCIAS MEDIANTE LA
APLICACIÓN DE ~NDICESY TASAS
40. INTERESES. CONCEPTO.
41. MONTO DE LOS INTERESES MORATORIOS.
SECCION SEGUNDA
EL SEGURO DE RESPONSABILIDAD ClVlL
CAPITULO X 191
SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL: OPONlBlLlDAD DE LA
FRANQUICIA EN EL SEGURO OBLIGATORIO DE
RESPONSABILIDAD ClVlL
42. INTRODUCCION. 191
43. LA CITACION EN GARANTIA. 192
44.LA CARGA DE DENUNCIAR EL SINIESTRO: CONSECUENClAS 192
DE SU INCUMPLIMllENTO PARA EL ASEGURADO Y PARA EL
DAMNIFICADO.
45.DEL SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL OPTATIVO AL 194
SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL OBLIGATQRIO.
46 OPONlBlLlDAD O INlPONlBlLlDAD DE LAS FRANQUICIAS 197
A LA VICTIMA.
47.OPONlBlLlDAD O INOPONIBILIDAD DE LAS 231
EXCEPCIONES DE COBERTURA A LA VICTIMA.
a) Falta de licencia para conducir
b) Culpa grave del asegurado o de sus dependientes o autorizados
NUESTRA OPINIÓN
SECClON TERCERA
PARTE ESPECIAL
CAPITULO XI 255
ACCIDENTES CON INTERVENCIQN DE VEHICULOS FERROVIARIOS,
BICICLETAS O MOTOCICLETAS
48.VEHICULOS FERROVIARIOS: INTRODUCCION. 255
49.ACClDENTES ENTRE AUTOMOTORES Y VEHICULOS 256
FERROVIARIOS.
50. ACCIDENTES ENTRE PEATONES Y VEHICULOS FERROVIARIOS. 257
51. BICICLETAS. 257
52. MOTOCICLETAS. 262
CAPITULO X I V 307
VIA PUBLICA NO CONCESIONADA: RESPONSABILIDAD DEL
ESTADO Y DEL PRESTADOR DE SERVICIOS PUBLICOS
64.RESPONSABlLlDAD POR OMISIÓN AL DEBER DE 307
POLIC~AESTATAL.
65. CASUISTICA. 309
1) El caso del lomo de burro clandestino
2) El caso del carro
3) Vehiculo que circulaba sin seguro
4) Vehiculo que circulaba sin cumplir con requisitos de seguridad
S) responsabilidad del estado y del concesionario del
servicio público
CAPITULO X V 317
APLICACIÓN DE LA LEY 24.240, DE DEFENSA DEL
CONSUMIDOR Y USUARIO EN CASOS DE ACCIDENTES DE TRANSITO
66. INTRODUCCION. 317
67.LA OBLIGAC~ONTÁCITA DE SEGURIDAD EN EL 317
ESTATUTO DEL CONSUMIDOR.
~~.APLICACIÓN JURISPRUDENCIAL DEL ESTATUTO DEL 319
CONSUMIDOR EN LA MATERIA.
69. LA LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR Y LA 322
RESPONSABILIDAD DEL FABRICANTE Y COMERCIALIZADORES
POR DAÑOS EN ACCIDENTES DE TRANSITO.
70.LA CARGA DE LA PRUEBA DEL VICIO Y EL NUEVO 324
ART 53 DE LA LDC.
APÉNDICE
BIBLIIOGRAFIA CONSULTADA
SECB18N PRIIMmRB
PARTE GENERAL
CAP1TUL8 I
ACCIDENTES DE TRÁNSITO:
MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO
Sin embargo, nada más alejado que esto es lo que vamos a ver en
las próximas páginas. Los daños producidos por caso fortuito no
generan obligación de reparar, pero son apenas una pequeña por-
ción de aquellos ocasionados por lo que el Derecho entiende por
"accidente de tránsitor:
2. ENCUADRE NORMATIVO.
Además del Código Civil, muy especialmente su art. 11 13, en este
tema debemos aplicar la legislación de tránsito. Lamentablemente,
1 En el mismo sentido, téngase en cuenta que el art. 2.340 del Código Civil establece que
"Quedan comprendidos entre los bienes públicos:...7" Las calles,plazas, caminos, cana-
les, puente s..."^ que el art. 234 1 prescribe que "Las personas particulares tienen el uso
y goce de los bienes públicos del Estado o de los Estados, pero estarán sujetas a las dis-
posiciones de este código y a las ordenanzas generales o locales." La legislación de
tránsito es una de las que regula el uso y goce de la vía pública.
2. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA,DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA- Vigésima
segunda edición (http://www.rae.es).
3. ldem nota anterior.
no contamos con una normativa unificada en todo el territorio de
nuestro país.
Art. 7 7 73: "...En los supuestos de daños causados con las cosas, el
dueño o guardián, para eximirse de responsabilidad, deberá demostrar
que de su parte no hubo culpa;..."
4. Ver nuestro libro "Responsabilidad Civil & Daños': segunda edición, año 2009, editorial
D&D, pagina 7 03 y sgtes.
meramente instrumental, ya que lo principal fue el hecho del hombre,
como cuando alguien golpea a otro con un bastón o un garrote. La cosa
fue un simple instrumento o prolongación de la actividad humana.
5 Entre otros muchos casos, en "Camargo,Martina y otros c/San Luís, Provincia de y otra
s/daños y perjuicios"2 7/05/2002, que trataremos más adelante e incluimos completo
en el Apéndice de esta obra.
6 As6 por ejemplo, el Tribunal Superior de Córdoba ha dicho que "El automóvil es una
'cosa riesgosa'y cuando con ella se provocan daños, debe responderse objetivamente,
sin que sea menesterprobar la culpa del dueño o guardián. (Sent.n028 del 30/71/93, in
re: in re: "Espíndola,Elvio H.y otro c/ Loritz A. Roasenda- Orindario- R. de Revisiónípubli-
cada en SJ, Nro. 974,3/3/94).
vocal preopinante de la Sala H de la Cámara Nacional en lo Civil en
autos "Ojeda de Morandi Máxima Leonor y otros c/Línea 60
Microómnibus Norte MONSA. s/Daños y perjuicios":
6. INTRODUCCIQN.
Por empezar, la responsabilidad del dueño o guardián de la que
habla el art. 1113 es concurrente, es decir, la responsabilidad de uno
no excluye la del otro, frente al damnificado.
Las obligaciones concurrentes, también llamadas, convergentes,
indistintas o "in solidum" son aquellas donde existe pluralidad de
deudores de un mismo objeto, pero con pluralidad de causas buen-
tes respecto de cada uno de ellos.ll
Vale decir, son varias obligaciones con distinta causa fuente l2(vgr.
contractual, extracontractual, etc), convergen o concurren en un
mismo objeto l3(vgr.suma de dinero en concepto de indemnización),
a favor del mismo acreedor o acreedores.
PRIORIDAD DE PASO:
6.7.3 Intersecciones.
Los vehículos no deben ingresar a una intersección o cruce pea-
tonal, aún teniendo prioridad de paso, si el caudal del tránsito en la
arteria por la que circula puede detenerlo e impedir u obstruir la cir-
culación transversal de los demás vehículos."
"'Nhora bien: el art. 40 de la ley 24.449 establece que para poder cir-
cular con automotor es indispensable que su conductor esté habilitado
para conducir ese tipo de vehículoy que lleve consigo la licencia corres-
pondiente.
por el art. 40, inc.j) de la ley 24.449, no opera como eximente de respon-
sabilidad, pues carece de incidencia en la causación del accidente; en
cambio, sí habrá de ser ponderada al evaluar los montos indemnizato-
rios, en el caso de que su carencia haya contribuido causalmente en la
producción o agravamiento de los daños por los que se reclama."" (la
negrita es nuestra)
* "La falta de licencia para conducir por parte del motociclista vícti-
ma de un accidente de tránsito no configura una circunstancia que per-
mita considerarlo culpable del accidente en alguna medida, salvo que el
incumplimiento de ese recaudo fuera la causa determinante del hechoff
l8 (la negrita es nuestra)
Por todo ello, mal puede afirmarse que, según el curso ordingrio y
regular de las cosas, es posible:
8. INTRODUCCION.
La culpa o hecho exclusivo de la victima produce la ruptura del
nexo de causalidad y es una eximente de responsabilidad común a
todos los casos de responsabilidad civil. Está expresamente mencio-
nada en el art. 11 13 del Código Civil y es aplicable, por supuesto, en
los casos de accidentes de tránsito.
*'Si el peatón inició el cruce con luz verde y antes de llegar a la otra
acera cambió a amarillo, significa que el conductor del rodado empren-
dió el cruce cuando se encontraba vedado tal accionar,y mal puede ana-
lizarse si la conducta del peatón de cruzar a escasos dos metros de la
senda peatonal y retroceder ante el riesgo de ser atropelladol oportuni-
dad en que es embestido, tuvo influencia causal en el evento, con enti-
dad suficiente como para permitir la liberación del deber de indemnizar,
ya sea total o parcial, a quien conduce el automotor."
13.17 1-CMCiv, sala H, agosto 73-996-Grossi, Alvio H. c. Virigini,
VicenteA.
27 "Pizarro Limache, Virgilio y otra v. Turi Wang S.R.L. y otrosí Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, sala I"; (08/08/03).Citar Lexis No700 73497.
llAccident@sde tránsito" n. 26 a 34). debe computarse en su contra
una conducta francamente arriesgada para atravesar una arteria.
Cabe señalar que el cruce d e la calle por el peatón requiere extre-
mar las precauciones. Así se ha dicho que durante mucho tiempo la
jurisprudencia (francesa) afirmó los derechos del peatón y se negó, a
menos de imprudencia caractérizada,a reconocer la culpa d e víctima.
Pero muy pronto las resoluciones que proclamaban el derecho de
pasearse libremente el peatón. que afirmaban que "la vía pública
esté abierta a la circulación de IQSpeatones" como a la de los
automovilistas, se fueron haciendo cada vez más raras. Se admitió
que el peatón, lo mismo que el automovilista, tiene la obligación d e
ser prudente, d e velar por su propia seguridad y por la d e los restan-
tes usuarios d e la vía pública; la calzada n o le pertenece; su esfera se
limita a las aceras y a los paseos (Mazeaud - Tunc, "Tratado d e
Responsabilidad': Bs. As., 1977, t. II, p. 51)." (la negrita es nuestra)
Por último, "ii la única actitud culpable que puede serle imputada al
demandado es la de no conducir con atención, cuidado y dominio nece-
sario para advertir la presencia del actor y evitarlo, deberiamos concluir
que nunca el conductor de un automotor debería a ser eximido de res-
ponsabilidad por el hecho de manejar una cosa riesgosu." (la negrita es
nuestra)
9. LA DENUNCIA DE VENTA.
Como sabemos, por aplicación del art. 1 113 del CCivil,el dueño del
automotor resulta legitimado pasivo en casos de accidentes de tran-
sito.
pone que "La transmisión del dominio de los automotores deberá for-
malizarse por instrumento público o privado y sólo producirti efectos
entre las partes y con relación a terceros desde la fecha de su inscripción
en el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor.'' 23
a) Interpretación restrictiva
Por un lado, la Cámara Nacional en lo Civil, en el plenario "Morris
de Sotham, Nora v. Besuzzo, Osvaldo P. y otra", 24 actualmente
vigente para ese fuero, dispuso que "La doctrina establecida en el
fallo plenario dictado el 7 8/8/80 en la causa "Morrazo, Norbertoy otro v.
Villarreal,lsaacy otros" con arreglo a la cual "no subsiste de responsabi-
lidad de quien figura en el Registro Nacional de la Propiedad Automotor
como titular del vehículo causante del daño, cuando lo hubiera enaje-
nado y entregado al comprador con anterioridad a la fecha del siniestro,
si esta circunstancia resulta debidamente comprobada en el proceso~no
mantiene su vigencia luego de la sanción de la ley 22977, modificatoria
del decreto ley 6582i.58, ratificado por ley 74467.)"
b) Interpretación amplia
En el mismo plenario " ~ o r r i sde Sotharn" algunos camaristas
entendieron que el sistema de "denuncia de venta" podía compati-
bilizarse con otros medios de acreditar exoneración de responsabili-
dad para el dueño, respecto de la conducta del adquirente y aquellos
a quienes este hubiera otorgado el uso del rodado.
25 Nos permitimos reproducir íntegramente su voto porque sus argumentos serán com-
partidos expresa o implícitamente, años más tarde, en múltiples fallos.
tral, por inactividad del comprador en la gestión administrativa de
transmisión de la titularidad, deba cargar con las consecuencias de los
accidentes que el riesgo del vehiculo pudiese ocasionar con posteriori-
dad a su ventay envega al comprador.
Y es, justamente, este mismo propósito el que guia a la ley 22977,
cuando pone al alcance del vendedor un modo de obtener formal e
indubitablemente la liberación de su responsabilidad tras la venta del
vehículo, si en determinado plazo el comprador no concretara las ges-
tiones tendientes a la transferencia de la titularidad registral.
O decir,la ley crea un sistema especifico, que queda abarcado enton-
ces dentro de la previsión genérica del plenario "Morrazo: a través del
cual el titular registral quedara desobligado de responsabilidad sin que
ello quede sujeto a la producción y análisis de elementos probatorios y
circunstancias fúcticas. Adoptando el vendedor el camino especifica-
mente señalado por la ley 22977, la eximición de su responsabilidad no
queda sujeta a un análisis de mérito por parte deljuez, sino que opera en
razón de la previsión legal y con independencia del aporte de pruebas
sobre circunstancias facticas.
Pero ello no implica que el propietario que no adopta el procedi-
miento especifico que le ofrece la ley22977no puede probar ante eljuez,
conforme a la previsión genérica del plenario, que antes del siniestro
había enajenado el vehículo y se había desprendido de su guarda.
Cabe agregar que esta interpretacidn proteje al vendedor que actda
de buena fe, se desprende de la guarda del vehiculo, al punto que pueda
acreditarlo ante un juez, y no adopta el procedimiento de la ley 22977,
no por desidia, sino como en tantos supuestos ocurre, por desconoci-
miento de esta previsión legal específica." (la negrita es nuestra)
Cabe señalar, por último, que mediante la constancia de fs. 4 7 vta. del
expedientepenal agregado por cuerda que al 22 de mayo de 7990, esto
es con posterioridad al accidente y un año después de la recordada
subasta, la parte actora ha acreditado que el rodado continuaba ins-
cripto a nombre de la legislatura de la provincia."(la negrita es nuestra)
"No hay dudas que tratándose del régimen de dominio de los auto-
motores la inscripción registral es constitutiva (arts. 7 O, 70yccs. de aquél),
puesto que se la impone aún con referencia a las partes del negociojurí-
dico fuente de la transmisión, como también para la oponibilidad a los
..,
terceros desinteresados por lo que el traspaso dominial opera recién
con dicha inscripción, pues antes de ella el acto negocia1no produce
efecto alguno.Más memoro, una cosa es el derecho realy otra distintala
- --
29 Marina Mariani de Vidal, DERECHOS REALES, Tomo 7, pag. 777. 7a edición actualiza-
da, 2004,Editorial Zavalia.
Recordemos que el art. 2.453 del Código Civil establece que "La
posesión se pierde por la tradición que el poseedor hiciere a otro de la
cosa, no siendo sólo con el objeto de transmitirle la simple tenencia de
ella. "
Entrega de la tenencia
No cualquier entrega voluntaria d e una cosa, implica entrega d e la
posesión. La entrega debe hacerse como consecuencia de un acto
jurídico apto para tal fin.
Entrega de la posesión
La tradición debe consistir en actos materiales que pongan al
adquirente en posición d e disponer y actuar físicamente sobre la
cosa, (arg. conf. arts. 2385,2386 CCivil). El poseedor actuará como si
fuera titular d e un derecho real. Esos actos materiales son los que
deben probarse.
A) DANOSPATRIMONIALES Y EXTRAPATRIMONIALES
37 Para este punto resulta interesante la lectura del artículo "Automotores.Privación del
uso': de Luis Moisset de Espanés, publicado en Legal Expres, Lima, año 4, N" 46, octubre
2004, p. 14, y en J.A. 2004-11-973 y disponible también en
http://www.acaderc.org.ar/doctrina/articulos/automotores.-privacion-del-
uso/at~download/file.El autor citado tiene una particular visión respecto del tema,
dado que, en su concepto "La privación del uso entraña siempre la pérdida de los bene-
ficios que la cosa otorgaba a quien la poseía. Es por tanto un "iucro cesante': ya que lo
"lucrativo" incluye no sólo las "gananciasísino también todas las "utilidades': o "bene-
ficios"que pueden obtenerse de la cosa.
El error de la doctrina proviene de considerar que "lucro" se reduce a ganancias, o a
ventajas económicas."
38 "TOZZI, PEDRO ENRIQUE C/CANOSA MART~NEZ,MANUEL Y OTRO S/ORDINARIO" -
CNCOM - SALA B - 22/10/2002.
mento legal donde surge la facultad del juez para fijar el monto del
daño. Por ejemplo, los arts. 165 de los Códigos Procesales Civil y
comercial de Nación y Provincia de Buenos Aires, dicen que "La sen-
tencia fijará el importe del crédito o de los perjuicios reclamados, siem-
pre que su existencia esté leoalmente comprobada, aunque no resultare
iustificado su monto. "
En síntesis: Si bien el principio general es que los daños deben
probarse por quien los alega, también existen presunciones legales
de daño (vgr.casos de los arts.622,1084 y 1085 CCivil) y casos donde,
por la naturaleza del hecho, surge notoria o evidente la existencia
de daño (vgr.algunos casos de daño moral).En estos últimos casos se
encuentra el de la privación de uso del automotor: Es decir, acredita-
do el hecho (privación de uso), queda acreditado el daño (vgr. gas-
tos de transporte por no poder usar el auto). El juez lo cuantificará.
Por ende, el actor solo tendría que probar la privación de uso, el
tiempo de dicha privación y el uso que habitualmente le daba al
rodado (vgr. como medio de transporte para visitar clientes)
b) En cambio, la otra postura, más restringida, sostiene que el daño
emergente por privación de uso requiere ser probado, no pudiendo
inferirse el mismo del mero hecho de la privación, ya que ello sería ir
contra el régimen que surge de los arts. 375 del CPCC y 1067 del
Código Civil.
Por ello quien invoca el daño debe aportar los elementos proba-
torios que permitan tenerlo por acreditado.
Este es, por ejemplo, el criterio que se impuso, por mayoría, el de
la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, en los
autos "BARATELLI, SERGIO HORACIO CONTRA ROBLEDO, ANDRESCAR-
LOS. DAÑOSY PERJUICIOSY39
Así, el Dr. Mercader, uno de los ministros que sustentó la posición
que devino mayoritaria, consideró que
"El daño material que se produce por la privación del uso de un auto-
móvil es un hecho que debe ser probado por quien invoca su existencia
(art. 375, C.P.C.). El significado del precepto, en el sentido expuesto, no
ofrece posibilidad de discusión.
No corresponde sostener que se trata de un daño de los denomina-
4 1 "Galeano Bogado, Vilma Jacinta c/Abalsamo, Joséy otros, s/daños y perjuicios" CNClV
- SALA F - 18/1 1/2003. (Voto Dr. Zannoni, sin disidencias) FUENTE:
http://www.eldial.com/suplementos/seguros/doctrina/se0402 19-d.asp .
u n lado y la factibilidad d e la utilización del mismo en otras activida-
des (esparcimiento, recreación, etc.), en el lapso en que el automotor
no es utilizado en su faz laboral o productiva. 42
El art. 1.079 nos dice que "La obligación de reparar el daño causado
por un delito existe, no sólo respecto de aquel a quien el delito ha dam-
nificado directamente (damnificado directo), sino respecto de toda
persona, que por él hubiese sufrido, aunque sea de una manera indirec-
ta (damnificado indirecto o"de rebote").
Esta clasificación no debe confundirse con la de daño directo e
indirecto, que surge del art. 1068 y que vimos anteriormente.
Por ejemplo, si una persona sufre la amputación de un brazo y la
destrucción de su automóvil, se dice que es un damnificado directo
que sufrió un daño patrimonial indirecto (la perdida del brazo
repercute indirectamente en su patrimonio pues la ocasiona gastos
médicos e incapacidad laboral) y un daño patrimonial directo (el
menoscabo patrimonial ocasionado por la destrucción de su auto)
En cambio, si una persona muere, esto indirectamente causa un
daño propio a sus hijos, quienes son así damnificados indirectos
que sufren un daño patrimonial directo (el menoscabo patrimonial
ocasionado por la falta de los aportes del fallecido a la subsistencia
familiar) y tal vez un daño patrimonial indirecto ( por ejemplo, un
daño psíquico que genera gastos por tratamiento y un porcentaje de
incapacidad sobreviniente)
16. LEGITIMACIÓNACTIVA EN CASO DE MUERTE DE LAVICTIMA.
Conforme a la interpretación doctrinaria y jurisprudencia! de
los arts. 1884 y 1085 del Código Civil, se presume, iuris tantum,
que el dafio lo sufren el cónyuge y los herederos forzosos de la
victima, (en principio, hijos y padres). El dafio consiste en la per-
dida del aporte económico que el fallecido hacía a la subsistencia
del cónyuge y los herederos forzosos.
El art. 1084 nos dice que "Si el delito fuere de homicidio, el delin-
cuente tiene la obligación de pagar todos los gastos hechos en la asis-
tencia del muerto y en su funeral; además lo que fuere necesario para la
subsistencia de la viuda e hijos del muerto, quedando a la prudencia de
los jueces, fijar el monto de la indemnización y el modo de satisfacerla."
por quien fuera parte del contrato, sino por su cónyuge supérstite e hijas,
es claro que la cuestión ha de encuadrarse en la órbita de la responsabi-
lidad extracontractual, pues el daño sufrido a causa de la muerte del
esposo y padre de quienes demandan iure propio, en calidad de damni-
ficadas indirectas, no tiene su origen en el negocio que dio cabida a la
obligación de seguridad, inexistente por cierto entre éstas y la sociedad
demandada."
46 "Folgan, Roberto c/ Del Rivero, Edgardo Sergio y otro", F. 468. XXXVll - CSJN -
02/72/2003.Citar: elDial.com AA 7 E53.
47 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala L, 30/09/08. Citar Lexis N* 70050 746.
Se agravian la codemandada Carrazana y la citada en garantía por
considerar, entre otros puntos, que el actor no se encontraba legi-
timado para reclamar !os daños sufridos por el rodado marca
Ford Falcon, dominio B 1.564.237; por no ser propietario del mismo
a la fecha del siniestro.
C) Posición intermedia
55 C. Civ.y Com.San Isidro,sala lal 2/4/1 993, - Testorelli,Horacio F. v. La Austral Cía. Arg. de
Seguros.JA 1994 - 111, síntesis.
56 C. Civ. y Com. Mar del Plata, sala 24 26/6/1986, - Molina, Neri Alejandro v. Barraza,
Rubén Mario s/lndemnización daños y perjuicios.Fuente: www.scba.gov.ar .
57 Cámara Nacional en lo Civi1,Sala F. LL 1979 -1V -225.
58 Conf Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay,Sala Civil y Comercial del 02-
04-2000.
ductor - trauma que se da en la misma, o aún en mayor medida en el cul-
pable - y que deben cumplirse trámites engorrosos, pero esas situaciones
se repiten a lo largo de la vida en múltiples circunstanciascotidianas.-
Vivir implica un riesgo, el sufrimiento, las molestias, los inconvenien-
tes que nos causan los demás de una u otra manera forman parte de la
c0tidianeidad.-
Y en el caso de los accidentes de automotores el pago de las indem-
nizaciones por el daño patrimonial y el sistema de seguros resarcen los
daños y vuelven las cosas al estado anterior, quedando para la víctima
solo un recuerdo desagradable.- Si los ciudadanos de nuestro país,
pudieramos en estos momentos reclamar resarcimiento del daño moral
por cada una de las situaciones que nos agreden traumatizan, angus-
tian y obligan a efectuar trámites engorrosos de las que somos víctimas
inocentes, el sistemajurídico se encontraría dando solución a problemas
que deben serle ajenos.. .
...Ello no implica que no pueda, en cada caso, analizarse la proce-
dencia del reclamo tomando en cuenta la acreditación de la existencia
del daño y la entidad del mismo.. .
Si bien en algunos casos corresponde indemnizar el daño moral que
ocasiona la destrucción del vehículo que se utiliza para el trabajo perso-
nal, cuando ello provoca una sensible disminución de los ingresos, con
las consecuentes angustias, zozobras, aflicciones y padecimientos que
importa el abrupto descenso en el nivel de vida; no procede en cambio el
reconocimiento del daño moral cuando el actor a raíz de la privación
transistoria de un bien material ha debido soportar las incomodidades
que ello trae aparejado (C. 7 Civ. y Com. La Plata, sala 2" del 6-3- 7990
Q
Nuestra posición:
Refiriéndonos a otro tema, pero con argumentos que entende-
mos se aplican perfectamente a este caso, hemos dicho que
22. INTRODUCCION.
En un proceso derivado de un accidente de transito, al aplicarse la
segunda parte del segundo párrafo del art. 1113 del Código Civil, al
actor le incumbe 'probar:
La causa penal:
En casos de lesiones o muerte, casi con seguridad tendremos una
causa penal previa al proceso civil. Esta causa se suele pedir "ad effec-
tum videndi et probandil: 65
Por ejemplo: 66
67 "Barrera,Víctor Hugo y otro c/Molina, Jorge y otro s/daños yperjuicios" - CNUV - SALA
F - 05/08/1999 Citar: elDial - AA278
civil, advierto lo establecido por el art. 76 quater del Código Penal, de
modo que la víctima se encuentra autorizada a continuar el proceso que
iniciara, ya que el beneficio otorgado al imputado no puede perjudicar-
la, pues de subsistir la regla del art. 7 70 7 debería congelar su pretensión
resarcitoria sine die, si no acepta el ofrecimiento que se le haga para
aprobar la "probationY6"Ia ne&ita es nuestra)
77 fuente: www.scba.gov.ar
R.S. 773 del año 7989, se sostuvo, posición que comparto, que en deter-
minadas circunstancias, la aplicación estricta del art. 1 1O 7 puede cons-
tituirse en una verdadera trampa o burla legal para el presunto damni-
ficado, pues so pretexto de evitar un eventual escándalojurídico de pro-
nunciamientos coniradictorios, se genera uno mayor, como es el de pri-
varlo del derecho a que SU acción civil seajuzgada en tiempo razonable,
prolongando indefinidamente eljuicio. " (la negrita es nuestra)
En sentido contrario
*"El Art. 7 7 07 del Código Civil es una norma de orden público, como
toda regulación de la competenciajudicial, y debe en consecuencia apli-
carse ex oficio, desde que el juez civil tenga conocimiento de la existen-
cia del proceso penal."
l
"Solo consagra dos excepciones en sus incisos 1 Oy 2O: el fallecimiento
y la ausencia del acusado. La primera en puridad no es tal excepción,
porque dado el carácter personal de la acción penal, se extingue con la
muerte, que hace cesar la prevista pendencia. En cuanto a la segunda,
tiene por recaudo que en razón de tal ausencia la acción criminal no
pueda ser intentada o continuada, siendo elemental que esta paraliza-
ción -a menudo imputable al propio acusado- no pueda perjudicar los
derechos de la víctima, enervando su acción resarcitoria."
"Y si bien se han advertido otras situaciones de excepción no con-
templadas por el Art. 1 1O1 (prescripción de la acción penal, amnistía,
oblación voluntaria de la multa, sobreseimiento del acusado, demencia
sobreviniente del mismo), es clara en ellas la aplicación de los principios
antes reseñados a casos no previstos por el codificador: tienen en común
con el inciso 10 citado el absurdo de supeditar el dictado de la sentencia
civil al de una sentencia penal que nunca habrá de existir."
"No se verifica ninguno de tales supuestos excepcionales cuando en
realidad el proceso penal pareciera haber sido un trámite parsimonioso.
Mas existen previsiones al respecto en la ley adjetiva, y, aparte de los
derechos que en general asisten a los habitantes de nuestra Provincia
frente a este tipo de situaciones, no es claro que el actor civil quedara
sometido a una virtual denegación de justicia por dicha demora; el
Cddigo de Procedimiento Penal le permite intervenir en la causa, activar
el procedimiento y pedir el pronto despacho de la misma." 72 (la negrita
es nuestra)
'MI existir condena en sede penal, como bien señala el Sr.Juez% quoí
procede la aplicación del art. 1 102 del Código Civil, por lo que no proce-
de que se cuestione, desconozca o discuta en sede civil ni la existencia del
hecho principal que constituya el delito, ni la culpa del condenado.-
Sin perjuicio de ello, es posible considerar que la culpa del autor del
hecho declarado en el ámbito represivo no es obstáculo para que en el
juicio civil se estab/e+ca la culpa concurrente de la víttirna. Aun en los
supuestos de responsabilidad objetiva, como los que regula el art. 1 113
párrafo 2do. del Código Civil, se establece un sistema de eximentes, que
comprende, entre otros, el caso de culpa de la víctima, que excluye la
necesaria relación causal que debe existir entre el riesgo de la cosa y el
daño." 73 (la negrita es nuestra)
La pericia accidentologica 76
75 "Escobar de Zaracho, Trigidia E. C/ Galetto, Néstor Raúl S/ 0s. y Ps." - CNCIV - SALA H -
25/02/2000. Citar: elDial - AA3EO
76 Para este tema, recomendamos la lectura del libro "LA PERICIA ACCIDENTOLOGICA':
del Ingeniero Mario Degli Esposti, año 2004 y su sitio web, http://www.accidentologia-
1.com.ar/index.htm .
1117
Choque frontal:
En caso de un choque frontal, además es importante establecer
las direcciones de ambos rodados previas al impacto, con el obje-
to de determinar cuál de ellos se dirigió hacia su mano contraria.
Choques traseros:
En casos de choques traseros, el perito, basándose en la velocidad
con la que circulaban ambos rodados, deberá determinar la mínima
distancia precaucional que debió mantener el vehículo embístete.
* "Es cierto que el conductor del camión tuvo parte de culpa en el
evento, puesto que circulaba a escasa distancia de la pick up -40 m-. y ..
a una velocidad que en principio dijo que era de 60 kmh, pero más ade-
lante, cuando se retiere a la pick up, "que vendrfa a mi misma velocidad,
quiPds un poco más fueflel la estima entre 70 y 80 km/h. De todos
modos, si se repara que la visibilidad no era buena y que llovía, la pru-
dencia indicaba mantener una mayor distancia a fin de evitar situacio-
78 "Varela, María E. C.y otros v. López, Rómulo S. y otros." C. Nac. Civ., sala E, 16/06/2008.
Citar Lexis No35024977.
y 1786 14 del 1 7/10/1 9951, lo que coadyuva a la conclusión anticipada?"
(la negrita y el subrayado es nuestro)
Y en un choque en cadena:
* "El experto, pese a informar que técnicamente no es posible deter-
minar con exactitud cuál de las distintas versiones del accidente antes
apuntadas tuvo lugar, señaló que dada la cuantja de los daños en el
rodado del actor, era factible que la mecánica se corresponda con la
brindada por Niro, ya que si hubiese sucedido como fue descripto por
Ortigoza y la citada en garantía -esto es que el codemandado Ledesma
hubiese tenido participación activa en la producción de los daños que
sufrió el vehículo del accionante- los despepfectos en la parte posterior
del Renault 2 7 deberjan haber sido menores, por lo que no hay duda que
no ha quedado acreditada esa relación de causalidad necesaria a los
fines de responsabilizar en parte o en todo al codemandado Lede~ma.'~~
(la negrita es nuestra)
Embestirniento de un peatón:
En ese caso: se buscará que el perito determine la velocidad del
vehículo embístete, teniendo en cuenta las lesiones sufridas por el
peatón. A tal fin, entre otros datos, el perito tendrá en cuenta la posi-
ción final de la víctima, la del vehiculo y las zonas impactadas de este
último.
79"Coca, Carlos G. v. Worcul, Claudia /.y otro': C. Nac. Civ., sala E, 09/05/2003. Citar Lexis No
70005 1 17.
8OUNiro,Miguel A. v. Ortigoza, Alberto y otros': C. Nac. Civ., sala F, 06/12/2007. Citar Lexis
No 70045947.
conductores, sin perjuicio de las acciones que a aquéllos les hubiera
correspondido entre sí para establecer su respectiva responsabilidad.
Así, por ejemplo, en un fallo ya citado 81,se dijo que "Por lo demás,
respecto de la víctima, resulta aplicable la reiterada jurisprudencia de la
sala que sostiene que el tercero, víctima de un accidente de tránsito en el
que ha intervenido más de un protagonista, no tiene por qué investigar
la mecánica del mismo y determinar cuál de los vehículos fue el culpable
de la colisión,pudiendo de tal manera dirigir la acción contra uno o con-
tra ambos conductores, sin perjuicio de las acciones que a aquéllos les
hubiera correspondido entre sí para establecer su respectiva responsabi-
lidad (conf. sala O, E 0 16- 196; íd., LL 127-464; sala F, JA 1966-11-254; íd.,
74.385, del 2 1/9/1990; íd., 73.91 1, del 22/1 0/909 sic), sin perjuicio de que
si se ha demandado a los inte~inientesen el evento dañoso es posible
investigar la forma en que ha ocurrido el siniestro y deslindar las respec-
tivas partes de culpas, puesto que la cuestión a dilucidar reside en esta-
blecer si el hecho dañoso es consecuencia de la conducta de alguno de
los codemandados (conf doct. fallo 73.91 1 ya cit.; íd. 57.486, del
18/12/7 989; sala C, LL 106-754; íd., E 0 36-36), ya que en esa medida el
otro podrá liberarse de responsabilidad (art. 1 1 13 Ver Texto ,párr. 20,
CCiv.; causa 76.375,de1 3 1/10/1990; n. 73.9 1 1, de1 22/10/1990; etc.).
Empero, en caso de duda, o cuando no quedó esclarecida en forma
indudable la mecánica del accidente, frente a la v;c$ima deberán res-
ponder ambos, sin perjuicio de las acciones que, en su caso, pudieran
intentar entre s;(conf. sala O, E 0 16- 196; íd., LL 127-464; sala F, JA 7 966-11-
254; íd., 74.385, del 2 1/9/7 990; íd. 73.9 7 1, del 22/10/909 sic).
En el caso, dado la muerte del acompañante, sus herederos afirma-
ron desconocer la mecánica del accidente, la que fue materia de esclare-
cimiento tanto en estos autos como en la causa penal incoada a ese fin.
Como ésta no llegó a sentencia, según surge de su compulsa y quedó
firme la resolución de fs. 643/644 que dispuso dictarla en estos autos sin
esperar su resultado, atento a que fue iniciada en mayo de 1 9 9 9 hasta
~
la fecha no fue posible avanzar en ella, no existe "cosajuzgada" penal y
es posible analizar libremente la prueba producida."..."
8 1 "Varela,María E. C.y otros v. López, Rómulo S. y otros." C. Nac. Civ., sala E, 16/06/2008.
Citar Lexis No35024971.
24. PRUEBA D E LA LECITIMACIÓN PASIVA Y ACTIVA.
Téngase en cuenta que si el actor no acompaña prueba de que el
demandado fuera el propietario del vehículo con el que .se ocasionó
el ilícito, o de que a la fecha del evento este fuere poseedor, tenedor
o guardián del rodado, será admisible una excepción de falta de legi-
timación pasiva que hipotéticamente invoque el accionado al con-
testar demanda. Lo mismo, en caso de que el actor no acredite su pro-
pia legitimación para obrar.
"DBCUMENTAL:
7. Presupuesto de reparaciones del taller "RodriguezHnos:'
2. 70 recibos cje depósito del vehículo de propiedad de mi mandante,
expedidos por el Garage "Independencia:'
3. Factura de pago del remolque del vehículo de propiedad de mi
mandan te, expedida por la empresa "Remolques SA:'
RECONOCIMlENTO DE DOCUMENTAL.
Solicito asimismo que se cite a reconocer documentos a las siguien-
tes personas:
a) Ramon Rodriguez, propietario del taller "Rodriguez Hnosídomici-
liado en Alberdi 444 de esta ciudad, a fin de que reconozca la autentici-
dad del presupuesto acompañado.
b) Néstor Gimenez, propietario del Garage "Independenciaí domici-
liado en Charcas 7890 de esta ciudad, a fin de que reconozca la autenti-
cidad de los recibos adjuntados.
C) Juan Alonso, propietario de la empresa "Remolques SAIdomicilia-
do en Vega 768, de esta ciudad, para que reconozca la autenticidad de la
factura acompañada.
-
84 "Contreras Pablo Rubén c/Pepsico Snack Argen tina SA s/ordinarioV- CNCOM SALA B
- 24/02/2005. Voto de la preopinante, Doctora Piaggi.Citar: elDial.com AA2873.
ción con la prueba ofrecida y con la descrlpciaín del hecho.
Por ejemplo:
CONSULTOR TECNICO:
Como consultor técnico de mi parte designo,en los términos del art.459
primer párrafo del Código Procesal al Dr.. .., con domicilio en la calle.. .
85 Leo Rosenberg, "La carga de la prueba" trad. E. Krotoschin, Ejea, Buenos Aires, 7 956
Desde ya solicito se le haga saber al perito médico a designarse que
deberá informar en autos lugar, día y hora en que examinará a mi repre-
sentad~para expedirse acerca de los puntos propuestos, a fin de que
pueda asimismo ser examinado por el consultor propuesto en los térmi-
nos del art.471 del Código Procesal."(Téngase en cuenta que no todos
los Códigos Procesales contemplan la actuación del consultor técni-
co, también llamado "perito de parte")
86 Ver,por ejemplo, Ricardo Lorenzetti, "Carga de la prueba en los procesos de daños': L.L.
7991-A-995 y "Teoría general de distribución de la carga probatoria': Revista de
Derecho Privado y Comunitario, Rubinzal-Culzoni, no 13, Buenos Aires 7 997, pag. 6 1.
87Eisnec Isidoro, "Desplazamientode la carga probatoria': L.L. 1994-C-846
compromete gravemente el derecho d e defensa en juicio.
Omar Benabentos '' afirma que "la teoría de las cargas probato-
rias dinámicas debe dejarse de lado y volver a la clásica idea que
el que afirma un*hecho ordinario está exento de probarlo y que el
que se apoya en un hecho extraordinario debe acreditarlo:'En su
apoyo cita a Eduardo Couture, quien expresa que "...la regla,...es la
que los hechos normales no son objeto de prueba. El conocimiento
de estos hechos forma parte d e esa especie del saber privado del
juez, que éste puede invocar en la fundamentación d e la sentencia.
Lo contrario d e lo normal, es, eso sí, objeto d e prueba. La parte que
sostenga que la visibilidad era perfecta durante la noche, o que una
casa nueva y bien construida amenaza ruina, o que el acto del comer-
ciante fue a título gratuito, deberá producir prueba d e tal e x t r e r n ~ " ' ~
Presunciones:
Dispone el artículo 163, inciso So del CPN: "Las presunciones no
establecidas por ley constituirán prueba cuando se funden en hechos
reales y probados y cuando por su número, precisión, gravedad y con-
cordancia, produjeren convicción según la naturaleza del juicio, de con-
formidad con las reglas de la sana crítica:'
Arazi señala que los que por su número, precisión, gravedad y
concordancia tienen que producir convicción son los indicios. Las
presunciones son la consecuencia d e la labor intelectual del juez para
extraer conclusiones d e esos indicios.
El citado jurista nos ofrece el siguiente ejemplo:"si tiene que acre-
ditarse la forma en que ocurrió un accidente d e tránsito, considera-
mos como medios de prueba los siguientes: la declaración d e un tes-
tigo presencial, la presentación d e una fotografía tomada en el
92 PEYRANO, Marcos L., "La sentencia anticipatoria y su aplicación inmediata para satis-
facer las demandas de los damnificados por cortes de luzídiario La Ley, 30-3-99, p. 7
A continuación, presentamos u n sumario d e la Sala L d e la d e la
Cámara Nacional e n l o Civil q u e aplica las disposiciones del art. 68 de
la Ley Nacional d e Transito para acceder al pedido. 93
,,I-En el marco de lo dispuesto por los arts. 230 y 232 del C6digo
procesal y art 68 de la ley 24.449, cabe admitir con carácter de tutela
anticipada,la medida cautelar solicitadapor quien resultó víctima de un
accidente de transito, consistente en el depósito de una suma de dinero
para afrontar los gastos médicos que demanda su recuperación,si de no
procederse del modo y con la premura que aconseja la ciencia médica,
disminuirán las probabilidades del accionante de recuperarse, aunque
sea en alguna medida de las lesiones sufridas.
2- Frente a la medida solicitada con carácter dentutelaanticipadanen
los términos previstos por el art. 68 de la ley 24.449, la verosimilitud que
confiere la existencia de una causa penal de la cual surge que el deman-
dado principal ha sido procesado por el delito de lesiones gravísimas a
título de dolo eventual, lleva a considerar suficiente contracautela la
caución juratoria del interesado, máxime si éste se encuentra amparado
por la exención prevista en el art. 200, inc. 2* del Código Proce~al."~(la
negrita es nuestra)
Por otro lado, los precedentes judiciales pueden servir como base
para cuantificar los daños. Es decir, el juez fundamenta los montos
indemnizatorios fijados en su sentencia remitiendose a las sumas fija-
das en fallos anteriores de ese u otro tribunal, para casos similares.
BRES" O "ETIQUETAS").
700 A veces la "confusión" es intencional, porque la parte actora "duplica" un daño, pre-
tendiendo resarcirlo bajo dos denominaciones distintas (vgr. daño moraly daño esté-
tico, cuando este ultimo solo afecta contenidos extrapatrimoniales). Son numerosas
las sentencias donde los jueces destacan esta "practica".
patrimoniales)
LOS perjuicios personales o corporales derivados de un accidente
suelen enunciarse de diversas maneras y, a su vez, englobarse o dis-
criminarse según el criterio práctico o jurídico del juzgador o del liti-
gante.
VALOR VIDA: Este rubro está mal llamado "valor vida:' pero como
es una expresión forense muy extendida, debemos utilizarla.
Sin embargo, con este rubro no vamos a reclamar indemnización
por la vida del muerto. Aquí el daño consiste en la perdida del apor-
te económico que el fallecido hacía a la subsistencia del cónyuge, los
herederos forzosos y, eventualmente, otros damnificados indirectos.
Estrictamente, correspondería llamarlo "daño a la subsistencia" en
lugar de "valor vida", porque es un daño patrimonial que sufren
determinadas personas debido a la muerte de quien contribuía
económicamente a su subsistencia.
Conforme a la interpretación doctrinaria y jurisprudencia1 de los
arts. 1084 y 1085 del Código Civil, se presume, iuris tantum, que el
daño lo sufren el cónyuge y los herederos forzosos de la victima, (en
principio, hijos menores e incapaces y padres).
Otras personas, por ejemplo, concubinos o hermanos del fallecido,
pueden sufrir ese daño, pero deben probar que dependían del apor-
te económico del fallecido para su subsistencia, pues no opera nin-
guna presunción a su favor. En este último caso, reclamaran como
damnificados indirectos, según lo permite el art. 1079, que establece
que "La obligación de reparar el daño causado por un delito existe, no
sólo respecto de aquel a quien el delito ha damnificado directamente,
sino respecto de toda persona, que por él hubiese sufrido, aunque sea de
una manera indirecta." 'O'
101Ver trFolgan,Roberto c/ Del Rivero, Edgardo Sergio y otro': E 468. XXXVll - CSJN -
02/12/2003.Citar: elDial.com AA 7 E53
1 141
INCAPACIDAD SOBREVINIENTE: Como daño patrimonial, en las
lo encontramos muchas veces dividido o discriminado como
a)/ncapacidad física
b)/ncapacidadpsíquica
c)Perjuicio o daño estético: Aquí, por ejemplo, en algunos casos lo
os incluido en la incapacidad sobreviniente, en otros en el daño
al y también suele ser indemnizado como rubro independiente.
EI perjuicio estético puede generar o no incapacidad sobreviniente.
Estrictamente, con la incapacidad sobreviniente se indemniza la
futura y cierta pérdida de ingresos originada por su disminución físi-
ca, desde el alta médica hasta el lapso máximo de vida laboral.
Dado que, como dijimos arriba, no hay un "listado oficial" que nos
704 Bermudez, Jorge, "Valoración del Daño Estético por Cicatrices:' Puede verse en
h ttp://www.apeba.org.ar/medicos/articulos/CICA7~RICES.htm#cita
12
1 143 1
709 Ver también Fernández Sessarego,Carlos,"El daño al proyecto de vida en una recien-
te sentencia de la Corte lnteramericana de Derechos Humanos; Revista de
Responsabilidad Civil y Seguros, Editorial La Ley, Tomo 1999, Página 7 324.
1 70 "El daño extrapatrimonial de los llamados damnificados indirectos ante supuestos
de irreversibilidad de las consecuencias dañosas. Daño al Proyecto de Vida, Daño
existencial, Daño moral o el hombre como límite del Derecho: PONENCIA No 77. Vlll
CONGRESO INTERNACIONAL DE DERECHO DE DAÑOS.Buenos Aires, 9 y 70 de Junio
de 2005- Facultad de Derecho - Univ. de Buenos Aires. Puede verse en
http://www.aaba.org.ar/bi22nO17.htm#-edn3
1 147
onfiguren un '~royecto"susceptib1ede apreciación jurídica en con-
o, ni hayan redituado beneficios económicos que tornen viable su
eterización como "lucro cesante: es obvio que la imposición de su
sibilidad somete a la persona dañada a una situación de displacer/
icionando y dificultando su propia relación con el entorno." (la
32 .CALCULOS ACTUARIALES.
C= a . [ l - l / ( l +i/l2) . 1/(i/1 2)
donde "C" es el capital a determinar, "a" el retiro periódico a reali-
zar,"i" la tasa d e interés propia d e una moneda estable y"nMel núme-
ro d e períodos pendientes.
Respecto d e "a" (retiro periódico a realizar), se calcula en base a
las ganancias mensuales d e la victima.
Cuidado con Ila n. Uno podría entender, si n o se acuerda mucho
de l o que vio en la escuela secundaria, que el resultado d e (1+i/l2) se
multiplica por n pero no es así. El resultado de (1+i/l2) se debe ele-
var a la n potencia.
"Materia:Civil y Comercial
Voces: Daños y Perjuicios - Lucro cesante - Muerte - cálculo de
renta futura - ecuación
1155
sumario :El monto del lucro cesante puede determinarse con apoyo
cákulos actuariales, cuya indudable aptitud instrumental para obje-
izar el resarcimiento admite una calificada corriente de opinión,~ que
imiten obtener el equivalente matemático a valor actual, de la renta
/a que estimativamente se ha visto privada la familia de la víctima.
cha ecuación, representativa de un capital que puesto a interés com-
esto permita retiros periódicos -que lo van amortizando- por todo el
mpo de vida útil probable del difunto, puede expresarse de la siguien-
manera: n ( 7 + i)- 7 Va. = A x --------- n i. (7 + ¡)En la cual el
de la incógnita'%"está representado por el ingreso de al víctima, el
de la variable "n"por el números de períodos por el que se efectuarán los
retiros periódicos (establecido en función de la vida probable de la vícti-
ma, según la Tabla Argentina de Mortalidad elaborada sobre la base del
Censo de 7 960), y la variable "i"por el interés, que trabajando a valores
constantes este tribunal establece en el seis por ciento anual, en aten-
ción a los datos que resultan del mercado financiero local.
Tribunal :CCOI 01 BB
Expte./Año : 93 16611995 - R
Fecha :25/04/95
Carátula :"Solans de Gastelú c l Cabane S I y Perjuicios"
Daños
Sumariante : Dra. Longás - juris 0132
MFN :0048"114
3) Fórmula matemática-financiera
" Sobre el pilotaje de las variables particularizadas: 1) edad de la
víctima al soportar el accidente, 2) esperanza de sobrevida reajusta-
da, 3) sexo, 4) situación familiar, 5) grupo social de bajos ingresos, 6)
empleo discontinuo del padre sin una remuneración mensual fija, 7)
inexistente calificación profesional del occiso y 8) capacidad ganan-
cia más probable, aplicamos la fórmula aritmética de C (capital)
a (pérdida anual de los ingresos)
X
(1-Vn (n= número de períodos de vida)
X
1 1 i (i= tasa de interés al 6% anual)"
El autor recién citado agrega en la pág. 783: "La pérdida del poder
adquisitivo de la moneda, en la medida que sea previsible, debe tenerse
en cuenta para la determinación de la renta, y en especial en considera-
ción a que su vigenciase extenderá durante años. De no ser as6 la renta
capitalizadapuede, a la vuelta de pocos años, tornarse vil o irrisoria."
Sin duda, cuando se utilizan estas fórmulas en un sistema económico
como el Argentino, deberfa ser necesario tener en cuenta este aspecto
infhcionario, por demás coml5n. Pero b norma vigente prohibe la
actualizacián (ley 23.928 y ley 25.56 7) en busca de sanear o no agravar
la economía.
Por ello el capital que surja debe tener entidad tal que permita sol-
ventar en el tiempo o a través de su inversión inmediata, las necesidades
del actor y su núcleo familiar.
Por nuestra parte, añadimos, aunque parece obvio decirlo, que los
jueces deben fundar sus sentencias. Limitarse al conocido latiguillo
'yuzgo prudenteUala hora de decidir un monto indemnizatorio no es
fundamento alguno ni puede ser objeto de a "crítica concreta y razo-
nada': que pide, vgr. el art. 265 del Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación, porque ¿qué"razonamiento" se puede hacer ante una
resolución que se limita a decir que 'kn razón de las circuntancias se
juzga prudente fijar una indemnización de $50.000; en lugar de los
$100.000 solicitados en la demanda?.
725 Acerca de la admisibilidad o no del reclamo por daño moral, en casos donde solo se
hayan producido daños materiales en el rodado, es decir, en ausencia de lesiones
frSicas o psíquicas por parte de las victimas, téngase en cuenta lo que expresáramos
supra, en el punto 20.
726 Fallos 308:7709;3 12:24 72.
ción del desarrollo pleno de la vida '"es indemnizable aún cuando n
tenga repercusiones patrimoniales.
"20) Que en cuanto al daño moral reclamado por las menores, resul-
ta ocioso resaltar la repercusiónde la muerte de su padre en las circuns-
tancias en que se produjo, tras una prolongada y dolorosa enfermedad.
Las niñas contaban al momento del fallecimiento de Jordán Cruz con 7
y 2 años respectivamente, y resultaron privadas del afecto de su padre y
de su protección en una edad de absoluta dependencia materialy espi-
ritual. Parece apropiado entonces fijar su monto en $ 780.000 para cada
una.
133 Más adelante nos detendremos en el espinoso tema de la finalidad que tiene el
monto fijado en concepto de "daño moral:'aquísolo destacamos que eljuez toma
una clara posición al rspecto, a favor de la finalidad resarcitoria de dicho monto.
la Sra. G. con intensidad similar aunque obviamente de sentido inverso
aue cuando fue insultada.
Nada mejor imagino para gratificar a nuestra humillada actora que
tango, mucho tango, y con $3.000 se me ocurre se debe acceder a una
muy buena colección de grabaciones del genero; 53.000 son bastantes
también para poder pasar un fin de semana a todo tango en la cuna del
tango, en -Buenos Aires-, disfrutando de los mejores espectáculos tan-
...
gueros " (la negrita y el subrayado son nuestros)
Esta posición fue sostenida, entre otros, por Llambías 13'. En su ver-
"extrema: se parte de la base de que el daño moral no es sus-
ible de ser reparado (no hay dinero que repare el sufrimiento o la
ion a los sentimientos) y que en cambio, lo que se debe hacer es
stigar pecuniariamente a l autor del daño, de ahí que tenga impor-
ia, a la hora de valuar la sa~ción,el patrimonio del responsable.
esis sancionadora es especialmente razonable en casos donde el
factor de atribución es subjetivo, pero presenta dificultades a la hora
de justificar la admisión del rubro "daño moral: cuando el factor de
atribución es objetivo. En efecto, ¿que sentido tiene castigar cuando
no se discutió la culpabilidad del responsable?.Dicho de otra mane-
ra, ¿por qué lo castigamos?, ¿porque es el dueño o guardián de la
cosa riesgosa?. A primera vista, no parece razonable castigar a
alguien si antes no se hace un juicio sobre la culpabilidad de su con-
4O.INTERESES. CONCEPTO.
Primera cuestión:
148 "Samudio de Martínez, Ladislaa v. Transporte Doscientos Setenta S.A.': C. Nac. Civ.,
en pleno,20/04/2009. Citar Lexis No 7005203 1.
1183
* "los factores micro y macro económicos que dieron lugar a los ple-
narios "Vázquez "y
fHlanizffson diferentes a los que se dan en el momento actual.
Los cambios de las circunstancias económico-financieras operados,
de los que dan cuenta los índices inflacionarios -aún aquéllos que
plantean serios reparos sobre su transparencia-fson elementos que dan
fundamento a la decisión de dejar sin efecto esa doctrina porque y
no cumple la satisfacción de "la debida indemnización de los dañ
sufridos:
De ahíque, en una economía donde la inflación es igual a cero cual-
quier tasa, aún la
pasiva, es una tasa positiva. Pero frente a la crecientede~~a10rizaci6~
monetaria, la tasa pasiva no repara ni siquiera mínimamente el d ~ ñ o
que implica al acreedor no recibir su crédito en el tiempo oportuno, a
par que provoca un beneficio para el deudor moroso. Se agrega a ello
que hoy nadie puede desconocer la desvalorización monetaria, reco-
nocida inclusive por los propios índices que publica el lnstitut
Nacional de Estadísticas y Censos.. ."(la negrita es nuestra)
Seaunda cuestión:
Tercera cuestión:
* /'Si bien los plenarios dictados por esta Cámara -y que son objeto de
revisión- fijaron la tasa pasiva, hoy corresponde que la Cámara vuelva a
los criterios interpretativos anteriores a estos plenarios vigentes y se pro-
nuncie por la aplicación de la tasa activa tal como lo hacen los fueros
Comercial y Laboral (conf. CNCom. en pleno, 27/70/94, in re "La
Razón S.A. S/ Quiebra1>LL 7 994-E, 4 72 y CNAT,Acta CNAT Nro. 2357 del
7/5/02 respectivamente)." (la negrita es nuestra)
cuarta cuestión:
cumplimiento de la sentencia?".
Dado que el plenario dice que se aplica la tasa activa, "salvo que su
aplicación en el período transcurrido hasta el dictado de dicha sentencia
implique una alteración del sianificado económico del capital de conde-
na que configure un enriquecimiento indebidoí.en la práctica, para evi-
tar este enriquecimiento indebido, varias Salas no aplican la tasa acti-
va, optando por una tasa de d e interés puro (6 u 8 % anual) desde la
mora hasta la sentencia.
190 1
De todas maneras, a nivel nacional, la tasa activa va "gana
adeptos" entre los jueces. Por ejemplo, u n nuevo plenario d
Cámara Federal de Mendoza, del 24 de junio de 2009, (autos"REv~c
JOSEMARCELO C1Y.P.F. S.A. P I D.Y P.") dispuso que "correspondela
titución la tasa pasiva como aplicación del interés a los capitales de co
dena en los juicios por resarcimientos,debiendo en cambio adoptarse
tasa activa del Banco de la Nación Argentina para las operaciones
descuento en documentos comercialesY '41
749 Puede verse una nota al respecto y descargar el fallo completo aquL
http://www.cij.gov.ar/nota- 1884-Mendoza--plenario-fija-nuevo-metodo-para-cal-
cular-in tereses.html .
150 "Bustos, Ramón R. v. Provincia de la Pampa y otro? 06/03/07, fuente:
www.csjn.gov.ar.
SECCldN SECUNDA
EL SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL
CAPITULO X
SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL: OPONlBlLlDAD
DE LA FRANQUICIA EN EL SEGURO OBLIGATORIO DE
RESPONSABILIDAD CIVIL
42.INTRODUCCION.
76 7 Fuente: www.scba.gov.ar .
220 1
do a las condiciones que fije la autoridad en materia a~eguradora;~
seguro con franquicia es una modalidad autorizada..." (la negrita
nuestra)
Lo hizo en tres causas, dos de las cuales habían dado lugar al ple-
nario de la Cámara Nacional en lo Civil, donde esta se pronunció en
sentido contrario a la posición del Máximo Tribunal.
E~actament~e
l o mismo resolvió en las causas "Obarriow
"Gauna'l
7 64 Fuente: www.scba.gov.ar
1 229 l
es. 25.429/7 997, Anexo 11, cláusula 4), sustentando dicha solución en la
era afirmación dogmdtica de que dicha cláusula limitativa de cober-
ura no fue acreditada por la empresa aseguradora." (la negrita es
765 C. Nac. Civ., sala L, 23/09/7 996- "Giuliani,Mario y otro v. Khafif, lsaac y otros". Citar
Lexis No70006455.
1 233
El Derecho, como ordenamiento social justo, debe privilegiar las
ideas contemporáneas que giran en derredor de un criterio solidarista
que tiende a posibilitar la realización individual en un contorno social.
En tal sentido resulta egoísta desentenderse de la desgracia ajena, prio-
rizando intereses economicistas, dejando de lado la reparación del daño
injustamente wdecido.
El derecho de daños en su concepción actual, protege al débil y por
ende a la víctima; en esa dirección destaca la función social del seguro/
como instituto adecuado a la idea solidarista.
En tal sentido el daño individual resulta distribuido entre todos los
asegurados, procurando que la víctima obtenga una condigna repara-
ción del perjuicio sufrido, sorteando la eventual insolvencia del autor del
766 C. Nac. Civ., sala K, 29/12/2005- "Rumi,Ángel A. v. Liotto, Ricardo J. y otros".JA 2006-
11-699o citar Lexis No35003044.
1 235
La jurisprudencia ha venido elaborando pautas, a fin de que no
aIquier conducta culposa del asegurado, sus dependientes o auto-
z a d ~pueda
~ , servir para eximir de su obligación a la aseguradora.
Para la camarista, "los agravios son loables intentos del letrado apo-
derado a fin de tratar de disminuir la responsabilidad atribuida a su
representado,pero no cuentan con sustento fáctico nijurídico, habiendo
el iudex a-quo correctamente realizado la apreciación de las pruebas
acompañadas a la causa como el encuadramientolegal realizado (arg.
arts. 384 y 456, CPCC.).
Para concluir en este aspecto, se impone correlativamente,el rechazo
1 237
e este agravio y ante el silencio de la parle actora sobre la responsabi-
que se le asignara, debe mantenerse la responsabilidad en cabeza
recurrente en el 80% establecido (arts. 5 7 2, 902, 906, 7 10 7, '1 7 02,
242,260,26 7,266,384,456, y cocns. CPCC.)." (la negrita
Com., Sala C, 7 0-111- 7 972, "'El Derecho: t. 74,pág. 459), en tanto se encuen-
tra lindando con el dolo (Stiglitz, R., Derecho de Seguros, t. l., pág. 222,
Abeledo Perrot, 7997; C.N.Com., en pleno, 8-Vll- 7 968, "El Derecho: t. 27,
pág. 744)."(1a negrita es nuestra)
"No debe perderse de vista que las infracciones a las leyes del tránsito
no implican como condición necesaria la culpa del infractor desde el
punto de vista civil.. .Asíquien comete una grave infracción de tránsito no
incurre por esa ra6n en "culpa grave. de ser asíse produciría la exclusión
de cobertura con tanta frecuencia que la función del contrato de seguro
contra la responsabilidad civil automotor se verja frustrada, quedando sin
amparo una cantidad importante de siniestros en la actualidad."
Por ello, para Soria, surge del contrato en análisis que el asegu-
'l...
"La culpa grave del asegurado (la persona jurídica, sea privada o
estatal) no es alqo impensable como trasunta la sentencia. Las propias
condiciones generales del contrato de autos señalan específicos supues-
tos: vehículo utilizado en servicio no oficial, alquilado a terceros, o con-
ducido por quien careciera de permiso municipal o se encontrara inha-
bilitado, etc. (cfr. cláusula 8 ap. b, fs. 93 vta. expte.Aguirre). Ya lo expresa-
bu Halperín con estas pala bras: "Si se trata de uno personajurídica, debe
tenerse en cuenta el acto del 6rgano social correspondiente" (Seguros, t.
7 7, p. 863)."(el subrayado nos pertenece)
Al voto d e este magistrado adhirieron los Dres. Hitters, GenoUd,
Kogan y Sal Llargués.
Otro ministro que sustentó, por su voto y con distinto enfoque, la
postura finalmente mayoritaria, fue el Dr. Pettigiani, quien comenzó
por recordar que ya decía "Isaac Halperín (con cita de Gasperoni)que
la expresidn "asegurado" tiene en los autores y la prdctica distintos sig-
nificados :con ella se designa al tomador del seguro, al titular del interés
cubierto o al beneficiario, siendo lo corriente que coincidan en una sola
persona. Y agrega que 'tiesignamos tomador del seguro al estipulante,y
asegurado al titular del interés y del derecho a la indemnización ..." (la
negrita nos pertenece)
Destaca este ministro que ''...en el seguro de responsabilidad civil, el
interés asegurable (causa) o motivo determinante del contrato o móvil
que ha determinado al asegurado a contratar, es la indemnizaci6n del
daño que deriva de una deuda de responsabilidad.El asegurado contra-
ta para quedar relevado por el asegurador de las consecuencias dañosas
de su obrar antijurídico. Para ello, el asegurador se obliga a mantener
indemne el patrimonio del asegurado por cuanto deba a un tercero en
razón de la responsabilidad prevista en el contrato..." (la negrita nos
pertenece)
"No puede desconocerse que aquí el tomador ha contratado con la
compañía para mantenerse patrimonialmente indemne (tiene un inte-
rés propio y es asegurado), mas resulta que a la vez aseguró con idénti-
co alcance el patrimonio de un tercero que eventualmente puede resul-
tar civilmente responsable (el conductor autorizado), quien no resulta
sólo un "beneficiario" de la póliza."
Por eso, el magistrado, a diferencia del Dr. d e Lázzari,concluye en
que "en el caso existen "dos" asegurados (el tomador y el conductor
autorizodo), constituyendo la indemnidad de sus patrimonios persona-
les la causa del contrato. Y siendo ello así, la suerte que cada uno corra
frente a una defensa opuesta por el asegurador no debe ser necesaria-
mente iddntica ."(la negrita nos pertenece)
Aplicando lo anterior al caso concreto,"no puede soslayarse que la
exclusión d e cobertura por "culpa grave" alegada por la citada en
garantía implica una delimitación subjetiva del riesgo. Por tanto, sólo
1 249
constituirse en una causal de no seguro en relación con el
sujeto que con su actuación personal gravemente culpable ha cau-
y ~entencias':7988 1 457, "D.J.B.A.: 1988, t. 134, pág. 298; Ac. 70.399, sent.
del 29 XII 7 999, "D.J.B.A.': t. 158,pág. 98). Ello no obstante, a mi juicio esa
aradación que hace la lev 1 1.430 nada tiene que ver con la cu/m qrave
aludida en el art. 7 14 de la Ley de Seguros,pues con ese criterio el mínimo
exceso de velocidad haría incurrir al conductor en ese tipo leaal, v la cober-
tura del seguro caería en vacío." (el subrayado es nuestro)
Así, el Dr. Hitters advierte que "si se postula la tesis por la cual quien
comete "una grave infracción de tránsito" incurre por ello en "culpa
grave"a los efectos de la exclusión de cobertura, la función del contrato
de seguro contra la responsabilidad civil automotor se vería frustrada,
quedando sin amparo una gran cantidad de siniestros que se producen
en la actualidad." (la negrita es nuestra)
7 77 Puede consultarseloen
http://www 7.hcdn.gov.ar/dependencias/dsecretaria/Periodo2004/PDF2004flP2004
/02abri12004/tp024/749 7 -0-04.pdf.
254 (
CAPITULO XI
ACCIDENTES CON INTERVENCION DE VEHlCULOS
FERROVIARIOS, BICICLETAS O MOTOCICLETAS
Ha dicho la jurisprudencia:
172 En cuanto a los daños sufridos por pasajeros del ferrocarril, es aplicable lo que dire-
mos al tratar, en el Capitulo siguiente, el contrato de transporte.
173 Conforme: CSJN, 17/4/97,l'Savarro de Caldara, Elsa l. y otros c/ Empresa Ferrocarriles
Argentinos:'
LL 7 997-E, 12 7 y DJ 1998-1-2 1 1; en similar sentido, CNCiv., Sala B, 2/6/94,l1LÓpez,Luis
M. y otra
C/ Empresa FerrocarrilesArgentinosíLL 1995-0,833,J. Agrup., caso 10.532; ídem,
Sala E, 19/3/97,"Ramos Pinto, Demetrio y otra c/ Empresa FerrocarrilesArgentinos:'
LL 1997-0,336 y DJ 1998-3-47 1, entre otros.
"7- El riesgo que implica un tren en movimiento, se ve agravado Po
/a existencia de un paso clandestino, habitualmente uti/izado por
vecindario aledaño a las V ~ Scuya
, toleranciapor la empresa es indu&
ble, dada esta utiIizaci6n y por ser visible y fdcilmente detectable, a lo
que cabe sumar el mal estado de 10s akambrados separatorios de /as
vjas, que facilita e incluso alienta a aquella utilización ante la falta de
cruces habilitados próximos, genera la responsabilidad de la empresa
ferroviaria, sin que pueda considerarse en modo alguno abusivo que
ésta deba ejercer un control permanente a fin de detectary suprimir esos
pasos clandestinos, reparando 10s cercos de protección. 2- Obra de
manera imprudente y con incidencia causal en la producción del sinies-
tro qquien intenta cruzar las vias suburbanas de intensa circulación por
un lugar no habilitado, lejos de estaciones, con el peligro que ello impli-
ca, ya que los trenes no disminuyensu velocidad, máxime si la visibilidad
es escasa debido a la altura de la ~egetación."'~~ (la negrita es nuestra)
774 "PALACIOS, Ramona Asunción y otros c/TRENES DE BUENOS AIRES S.A. s/COBRO
DE SUMAS DE DINERO"24/11/98,Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala l.
Extracto. http://ar.vlex.com/vid/palacios-ramona-asuncion-trenes-sumas-35400682
Id. vLex: VLEX-35400682.
b) Conservar en buen estado el tren rodante.
51.BICICLETAS.
La jurisprudencia en nuestro país varía, desde tratar al ciclista
como a un peatón, hasta considerarlo como conductor también de
una cosa tanto o más riesaosa que el propio automotor.
175 CApel. CC San Martín, sala 11, mayo 29- 1984.ED, 1 16-63 1.
en este su conductor - que es a la vez su impulsor - carece de la protec-
ción de carrocería alguna; además, la velocidad que el ciclista puede
imprimir a su vehículo, comparativamente, es mínima. Por ello es que, en
defecto de demostración de la culpa en que pudiere haber incurrido la
víctima, la presunción de culpa contenida en el parr. 2 del art. 7 7 73 del
Código Civil,juega contra el conductor del automóvil embístente"
776 CApel. CC San Martín, Sala 11,Agosto 2 7 - 7 984, Coria de Schimpf; Nora L. y Otros c.
Baluk, Senowij.
7 77 julio 23 7 985. (80 7 - SJ), ED, 720-677.
7 78 C2aCC Morón, Noviembre 7 9 7 98 7, Taverna, Domingo J. C. Castaniza, Ricardo V.y
Otra.
* ". ..la bicicleta no es asimilable al peatdn pues ella detenta un alto
grado de riesgo tanto para su conductor como para tercerosal constituir
una máquina que circula mediante dos ruedas en la que el equilibrio, la
fragilidad y versatilidad de maniobra y a menudo la imposibilidad de
control, hacen que resulte una cosa riesgosa o peligrosa cuando circula
por calles de tránsito automotriz indis~riminado."'~'(la negrita y el
subrayado es nuestro)
7 79 CNCiv., Sala F, 4/3/03, "Romero, Raque1 R. c/ Colietta, Daniel C.y otrosí DJ 2003-3,
7 88, citado por Marcelo J. López Mesa, en "LA RESPONSABILIDAD POR LOS DANOS
CAUSADOS POR EL HECHO DE LAS COSASY(segundaparte), (http://www.lopezme-
sa.com/images/client-gallery/responsabilidad2.pdf)
7 80 "Flores,Claudio Javier c/ Estévez, Ru bén Dario y o ts. s/Ds. y Ps. Cámara de
Apelación Civil y Comercial de Lomas de Zamora, 76/72/08. Fuente:
www.scba.gov.ar .
260 1
peatón, porque se hace con otras maniobras que -desde el punto de v
jurídico revisten peligrosidad en sus consecuencias y porque casi sic
pre su velocidad supera a la del peatón al ser inexorable su caída porp
dida de equilibrio vertical cuando se reduce aquélla a un mínimo criti
Pero no menos ciefio es que, lo que debe demostrarseno es el riesgo
ado por cada vehlculo -liviano y a tracción a sangre unoJpesado y
motor a explosión, el otro sino que el comportamientosubjetivoJo co
ducta de la víctima tuvo aptitud para interrumpir -total o parcialm
te- el nexo causal imputable a l dueño o guardián de la cosa por c
vicio o propio riesgo el daño sobrevino (CC0002 S1 88493 RSD-884
7 7 -3-2002, CARATULA Córdoba,Silvia c/ Empresa de transportes tratad
de Pilar S/Daños y perjuicios).-
La bicicleta es vehículo que debe mantenerse en equilibrio y que, po
lo tanto, no es de andar estable. Oscilacionesy pequeñas desviaciones e
su marcha, más cuando el camino es desparejo, es algo normal y p
ende previsible. El desplazamiento cercano de un vehículo de enverga-
dura, o lanzado a velocidad, pueden provocar que el ciclista pierda total
o parcialmente el equilibrio, por lo cual todo conductor de un automotor
debe adoptar las necesarias precauciones para evitar que ello acontez-
ca, o que una eventual oscilación del biciclo pueda producir un contacto
entre ambos vehículos." (la negrita es nuestra)
787 En su Tratado de la Responsabilidad Civil, tomo 111, Editorial La Ley, año 2004, pags.
339 y siguientes.
782 Por ejemplo, Bustamante Alsina ha expresado que "...la bicicleta en movimiento es
una cosa riesgosa ypor lo tanto, se halla regida por lo dispuesto en el art. 7 7 73,
parte 3" del Cód. Civil.Es que si una cosa en símisma no tiene peligro, en ocasiones
puede adquirir tal cualidad en función de las circunstanciasdel caso".Función de la
culpa en la responsabilidad objetiva, en LL 7 994-C, 766.
(el caso del pan rallado, zanjas, montículos, baches, pisos o escaleras
resbaladizos, veredas rotas, etc)
Por lo tanto, considerada la bicicleta como cosa riesgosa, en un
choque entre un automotor y una bicicleta se aplicará la teoría de la
presunciones de causalidad concurrentes '83 sobre el dueño o guar-
dián de cada cosa,quienes deben afrontar los daños causados al otro
salvo que prueben la existencia de causa ajena a fin de eximir su res-
ponsabilidad.
Ahora bien, por otro lado, si, por ejemplo, el demandado, dueño
del camión, demuestra que el ciclista iba de contramano, y10 sin
casco y/ o sin señales luminosas, demostrará con eso culpa de la vic-
tima y podrá eximir total o parcialmente su responsabilidad.
52.MOTOCICLETAS.
En cuanto a estos vehiculos, existen menos dudas en jurispruden-
cia y doctrina, inclinandose mayoritariamente por considerarlas cosa
riesgosa, al igual que cualquier automotor.
53.1NTRODUCCION.
55.TRANSPORTE BENEVOLO.
DISTINTAS POSTURAS.
En la doctrina y jurisprudencia pueden encontrarse las siguientes
posiciones:
186 Por ejemplo, BUSTAMANTE ALSINA, "En el transporte benévolo no se puede invocar
como factor de responsabilidad el riesgo o vicio de la cosa." La Ley 1991-E-106.
270 1
Para esta postura, el transportado debe probar la culpa del co
ductor del rodado, dado que, repetimos, la gratuidad del servici
hace que se considere con menor severidad la responsabilidad d
quien lo brinda. a
188 CSJN, 23- 70-2001, "Melnik de Quintana, Mirna E y otro c/ Carafi, Juan M y otros S/
Rec. De hecho deducido por Prats Gustavo AY R. C y Seguros, 2002-763.
789 SCBA, 5-7-96, acuerdos 56.5 74,56.515 y 56.5 76.
57. EL TRANSPORTE COMO CONTRATO DE CONSUMO.
Si el transportista es una persona física o jurídica de naturalez
pública o privada, que desarrolla de manera profesional, aun ocasi0
nalmente, un servicio oneroso o gratuito de transporte y quien utili-
za ese servicio es una persona física o jurídica que lo hace como des
tinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social
estamos ante un contrato de consumo, regido por la ley 24.240 (LDc)
de Defensa del Consumidor. (arg.conf. Arts. 1 y 2 ley 24.240)
Puede decirse que una aplicación de la regla del artículo 902 del
Código Civil, por la cual se dispone que, a mayor grado de capacita-
ción del deudor, mayor rigurosidad se debe tener al apreciar la res-
ponsabilidad de éste por las consecuencias del incumplimiento.
190 Conf Pizarro, Ramón D., Responsabilidad civil por riesgo creado y de empresa, 6s.
As., La ley, 2006, t. 11,pág. 372/73.
19 1 Conf Alterini, Atilio A., Responsabilidad objetiva derivada de la generación de con-
fianza, en: "Derecho de dañosU,Segunda Parte, en homenaje a Trigo Represas, Bs.
As., La Rocca, pág. 539 y sig tes.
276 1
tualidad jurídica como para vincular a consumidores con provee
res. Son todas las circunstancias que rodean o se refieren o con
tuyen u n antecedente de la actividad encaminada a satisfacer
demanda de bienes y servicios para destino final de Consumid
res y usuarios. Son anteriores a cualquier contrato que celebre
consumidor con el proveedor.
59. INTRODUCCIION.
En este capitulo trataremos la eventual responsabilidad civil del
concesionario de una vía de tránsito (autopista,ruta, camino,etc), por
los accidentes que puedan producirse al circular por la misma. Estos
accidentes pueden originarse en defectos o riesgo propio de la vía
de tránsito (baches, mala iluminación, falta o defectuosa señaliza-
ción, curvas, accesos y10 salidas con diseno peligroso, etc), o por fac-
tores externos ( manchas de aceite debidas al desperfecto de un
vehículo, rodados mal estacionados, partes de un vehículo tiradas en
la vía de tránsito, animales sueltos, objetos arrojados por terceros
hacía la vía de tránsito, etc)
C) ReIaciOln de consumo:
Al respecto, señalan Boragina y Meza:
"Es principalmente defendida en nuestra doctrina por el Dr. Jorge M.
Galdós ..., quien, interpretando que la concesión vial encuadra dentro de
la relación de consumo, expone las ventajas comparativas de esta pos-
tura, entre otras:
7 93 Fuente: www.csjn.gov.ar .
de Defensa del Consumidor al caso, pues n o estaba viaente a la fecha
de los hechos. El accidente tuvo lugar en la ruta provincial 11 al cho-
car u n automóvil con u n caballo que súbitamente cruzó la ruta. La
Corte entendió que el concesionario vial había incumplido su deber
de seguridad al n o haber adoptado adecuadas medidas de preven-
ción.
de ello los arts. 1124 y 2342, inc. 3", del Código Civil, y el art. 10 de la
ley 22.939; y
2") por ser titular de un deber de seguridad específico Cde carác-
ter oneroso por la implantación de un sistema de peaje en la ruta no
11C que ha sido infringido
Así, dijo que "el vínculo que se establece entre el concesionario de las
rutas y los usuarios de las mismas es calificado como una relación de
consumo en el derecho vigente."
62. CASUlSTlCA
1) La espinosa cuestión de la relación de causalidad adecuada
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires
rechazó la demanda contra la concesionaria de una autopista por
entender que resultaba ajena al accidente de transito ocurrido,
donde un automóvil embistió un ómnibus que estaba detenido por-
que su conductor frenó para contemplar un accidente anterior.
Desde su óptica, "la negligencia del chofer que se detuvo a mirar los
camiones accidentados...p rodujo la obstrucción del carril que se encon-
traba librado al tránsito, coyuntura que unida a la conducta de la coac-
tora ocasionara el accidente que los involucrara:'
7 97 Fuente: www.scba.gov.ar .
movida por Carolina Larregui y Juan Pablo López contra Autopistas
del Sol SA., condenando a ésta a pagar una indemnización de
$14.420 con costas.
Para así decidir, la jueza interviniente consideró probado a través
de la declaración de dos testigos, que el accidente se produjo a raíz
de la maniobra que la actora debió efectuar para esquivar un perro
muerto, cuya embestida mortal había ocurrido veinte o treinta minu-
tos antes del accidente, lo que implica que la concesionaria incum-
plió la expedita remoción del mismo, y ello fue la causa adecuada del
daño.
La magistrada entendió que la concesionaria de la autopista es
responsable por los daños causados al usuario por la presencia de un
objeto extraño en los términos del art. 1113 del Código Civil, pues es
obligación suya asegurar el normal tránsito, suprimiendo las causas
que generan molestias, peligros o inconvenientes,como lo son la per-
manencia de objetos inertes que impidan la circulación normal, salvo
que la aparición de la cosa en el camino haya ocurrido instantes antes
del accidente, lo que implicaría una causa de eximisión que debe ser
probada por quien pretende exonerarse. Agrega la sentencia que el
concesionario asume una obligación tácita de seguridad, de resulta-
do, en función del precio que abona el usuario.
198 Expte. n 64.70 1 (13.30 7/00) - "Medina, Ramón Angel c/ COVIMET S. A. S/daños y
O
4) Si la Corte lo dice....
La Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento
Judicial San Isidro, modificando su anterior postura por razones de
economía procesal, adhirió al criterio de la Corte Suprema de la
Nación y consideró que el vínculo que se establece entre el conce-
sionario de las rutas y el usuario de las mismas es de carácter con-
tractual y, además, se encuentra enmarcado en una relación de con-
sumo. De todas maneras, el tribunal entendió que la responsabilidad
del concesionario era de carácter subjetiva. En ese sentido, condenó
a Autopista del Sol S.Al por considerar que no cumplió con su obliga-
ción de control y vigilancia al omitir las diligencias necesarias para
retirar en un tiempo razonable un objeto de la calzada que dañó la
motocicleta del actor.
300 1
Así lo decidió la Sala Segunda, en los autos "DOGO, Ma
Eduardo d Autopista del S01 SA. S/ daños y perjuiciosí del 12 de j
del 2007. lg9
El 28 de mayo de 2001, en horas de la noche, la actora, conducie
do una motocicleta por la Autopista del Sol, a la altura del puen
Capital José de San Martín y Camino Real Morón, sufrió un acciden
al llevarse por delante un objeto, lo que le causó daños en su rodad
La sentencia de primera instancia rechazó la demanda que p
cobro de daños y perjuicios promoviera el actor contra "Autopist
del Sol S.A.'~Concluyóla sentencia en que no se ha demostrado qu
la demandada no cumpliera acabadamente con su deber de vigila
cia y control sobre la autopista.
Apeló la vencida, argumentando que -contrariamente a lo decidi
do- está comprobado que la demandada no removió en el tiempo
exigible a su deber de vigilancia el obstáculo que produjo 10s
daños por cuya reparación reclama.
20 1 Fuente: www.csjn.gov.ar .
3041
65. CASUIS"TCA.
1) El caso del lomo de burro clandestino
205 "llutovich, Ricardo Hugo c/Ag uas Argentinas y otro, s/daños y perjuicios" - CNClV -
SALA F - 75/04/2003. Citar: elDial - AA 16FE
CAPITULO xv
APLICACIÓNDE LA LEY 24.240, DE DEFENSA DEL
CONSUMIDOR Y USUARIO EN CASOS DE ACCIDENTES
DE TRANSITO
66. INTRODUCCION.
El Estatuto de Defensa del Consumidor puede resultar aplicable a
casos de accidentes de tránsito.
Ya vimos su aplicación en el contrato de transporte.
Ahora trataremos el caso del deber de seguridad del concesiona-
rio vial. Si bien esta cuestión fue analizada parcialmente en el
Capitulo Xlll ,al analizar el caso "Bianchiyahora buscaremos hacerlo
en forma sistemática.
Por otro lado, debe quedar claro que este artículo no es el únic
que se ocupa del tema.También lo hace el art. 60
Veamos:
El art.40 nos habla de un daño al consumidor que resulte de vici
o riesgo en la prestación del servicio.Ahora bien, ¿quéincluye la pres-
tación del servicio?¿Cuáldebe ser la prestación del Proveedor?:El art.
50 nos dice que el servicio (sea cual seatuverla película, ir a bailar,fes-
tejar el cumpleaños, ir de compras, posibilitar la circulación fluida
por una vía de tránsito, etc") debe ser prestadoiien forma tal que, uti-
lizados en condiciones previsibles o normales de uso, no presenten
peligro alguno para la salud o integridad física de los consumidores
o usuarios." Es decir, el servicio debe ser prestado en forma segura
para el consumidor.
206 Recuérdese que en "Bianchiícaso visto supra, en el punto 59, la Corte no se pronun-
cia en forma general sobre si la obligación de seguridad del concesionario vial es de
medios o de resultado, por lo que hay que acudir a otros argumentos para sostener
que esta obligación reviste carácter de obligación de resultado.
322 1
usuarios.Y Y siendo que este artículo no fue objeto de modificac
na, resultando plenamente vigente al momento del accidente
los argumentos de la codemandada Camino del Atlántico sobre 1
troactividad de las leyes no resultan procedentes." (la negrita y el
yado es nuestro)
209 Vgr. Pugno tta, Marta M. v. Unilever de Argentina S.A, C. Nac. Civ., sala B,24/02/2006,
SJA 3 7/5/2006.
2 70 As4 en el antes mencionado caso Ryan Tucillo (ver nota 7 04), el vocal preopinan te,
Dr. Kiper, dice "La aplicación del art. 1 113 exige la prueba de la relación causal ade-
cuada entre el daño y la cosa y no la prueba de que ésta era viciosa o peligrosa,
como alguna vez se ha requerido, pues esta última es un retroceso que arguye des-
conocer el sentido del art. 7 7 73, que presume la culpa tanto en los daños causados
con las cosas como en los derivados del riesgo o vicio de la cosa. Producido el daño,
hay que presumir que lo fue por el riesgo de la cosa (Kemelmajer de Carlucci, A., en
324 1
70 .LA CARGA DE LA PRUEBA DEL VICIO Y EL NUEVO ART 53 e>
LA LDC.
Tengase en cuenta q u e el art. 53 d e la Ley d e Defensa d
Consumidor, en su nueva redacción, al disponer que "Los proveedores
deberón aportar ~lprocesotodos los elementos de prueba que obren en
su poder, conforme a las características del bien o servicio,
colaboración necesaria para el esclarecimiento de la cuestión debatid
en el juicio. ...", parece incorporar la llamada "teoría d e las carga
probatorias dinámicas"a favor del consumidor, partiendo d e la bas
d e que es el Proveedor quien está e n mejores condiciones d e aporta
elementos probatorios y que por el denominadol'deber d e buena fe
procesal" debe colaborar para lograr la "verdad material" ("el esclare-
cimiento d e la cuestión debatida e n el juicio")
- -
CASO 1: C. 1948. XXXll ORIGINARIO "Camarqo, Martina y
otros c/ San Luis, Provincia de y otra SI -
daños y periuicios" CSJN
- 21 /o512002
Este caso resulta importante, como precedente, por varios temas:
TEXTO COMPLETO
Buenos Aires, 21 de mayo de 2002.-
Vistos los autos:"Camargo, Martina y otros c/ San Luis, Provincia de
y otra S/daños y perjuiciosyde los que
Resulta:
Considerando:
Que coincido con los fundamentos del voto d e la mayoría con
exclusión del considerando 3" que expreso en los siguientes térmi-
nos:
3") Que, d e acuerdo con lo expresado en la causa S. 637.XXVI.
"Seoane, Jorge Omar c l Entre Ríos, Provincia de y otros S I y per-
daños
juicios" (disidencia parcial d e los jueces Nazareno, Belluscio y
Petracchi),fallada el 19 d e mayo de 1997, a partir del dictado de la ley
22.977, modificatoria del decreto-ley 6582/58, ha quedado estableci-
d o como principio general que, hasta tanto se inscriba la transferen-
cia, el transmitente será civilmente responsable por los daños y per-
juicios que se produzcan con el automotor, salvo que con anteriori-
dad al hechoflhubiere comunicado al Registro que hizo tradición del
automotor':caso en el cual "se reputará que el adquirente o quienes
de este último hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de
aquél, revisten con relación al transmitente el carácter d e terceros por
quienes él n o debe responder y que el automóvil fue usado en con-
tra d e su voluntad" (art. 27).-
Tal recaudo n o ha sido cumplido n i invocado siquiera por la pro-
vincia, por l o que las constancias acompañadas a fs. 3391354 que
acreditan la subasta y ulterior entrega del vehículo al adquirente
resultan insuficientes para liberarla d e su condición de propietaria y,
por consiguiente, d e responsabilidad. Corresponde, por lo tanto, des-
estimar la falta d e legitimación pasiva invocada.-
Por ello, se decide: Hacer lugar parcialmente a la demanda segui-
da por Martina Camargo; Fabián Sergio Ronda y Miguel Angel Ronda
contra la Provincia d e San Luis y Ariel Oscar Lino a quienes se conde-
338 1
na a pagar, dentro del plazo de treinta días, las sumas de $ 389.650,
100.000 y $ 110.000, respectivamente, con más los intereses, que
liquidarán de acuerdo con las pautas indicadas en el consideran
precedente. Con costas (art. 68, Código Procesal Civil y Comercial
la Nación). Notifíquese y, devuélvase el expediente acompañado
oportunamente, archívese.-
Considerando:
Considerando:
mayoría.-
3") Que, de acuerdo con lo expresado en la causa S. 637.XXVI.
"Seoane, Jorge Omar c l Entre Ríos, Provincia de y otros S/ daños y per-
juicios" (disidencia parcial de los jueces Nazareno, Belluscio y
Petracchi), fallada el 19 de mayo de 1997, a partir del dictado de la ley
22.977, modificatoria del decreto-ley 6582158, ha quedado estableci-
do como principio general que, hasta tanto se inscriba la transferen-
cia, el transmitente será civilmente responsable por los daños y per-
juicios que se produzcan con el automotor, salvo que con anteriori-
dad al hechonhubierecomunicado al Registro que hizo tradición de
automotor','caso en el cual "se reputará que el adquirente o quienes
de este último hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de
aquél, revisten con relación al transmitente el carácter de terceros por
quienes él no debe responder y que el automóvil fue usado en con-
tra de su voluntad" (art. 27).-
Tal recaudo no ha sido cumplido ni invocado siquiera por la pro-
vincia, por lo que las constancias acompañadas a fs. 339/354 que
acreditan la subasta y ulterior entrega del vehículo al adquirente
resultan insuficientes para liberarla de su condición de propietaria y,
por consiguiente, de responsabilidad.Corresponde, por lo tanto, des-
estimar la falta de legitimación pasiva invocada.-
4") Que, como lo ha dicho esta Corte en Fallos:310:2804 y lo ha re¡-
terado en numerosos precedentes, la sola circunstancia de un ries
recíproco no excluye la aplicación de lo dispuesto en el art. 11
segundo párrafo, del Código Civil, que regula lo atinente a la respon
sabilidad por el hecho de las cosas y,de tal suerte, en supuestos como
el sometido a la consideración del Tribunal, se crean presunciones d
causalidad concurrentes como las que pesan sobre el dueño o guar-
dián, quienes deben afrontar los daños causados a otro salvo que
prueben la existencia de factores eximentes.-
Habida cuenta de ello, corresponde determinar si esas presuncio-
nes deben ser mantenidas a la luz de las pruebas aportadas en orden
a destruirlas por la existencia de responsabilidad de cada una de las
víctimas recíprocas.-
5") Que ninguna prueba eficaz ha desvirtuado los dichos de la
parte actora ni la circunstancia de que el conductor del Ford Falcon
haya sido el causante de la colisión. En ese sentido deben tenerse en
cuenta los informes periciales obrantes en el expediente penal, en
particular las referencias al comportamiento del conductor de aquel
rodado que, circulando a alta velocidad, realizó maniobras calificadas
como bruscas, y que sin control invadió la banquina en la que se
encontraba detenida la motocicleta conducida por Ronda. Por lo
demás, las deficiencias que se atribuyen a este último vehículo (falta
de luminarias, por ejemplo) no parecen gravitantes si se tienen en
cuenta la hora y las condiciones climáticas existentes al tiempo del
accidente (ver fs. 85/88, 168 y 176 vta. del expediente penal).-
Cabe, por último, señalar que nada avala la pretendida responsabili-
dad del conductor del microómnibus alegada por las demandadas, y
que la contestación de demanda de Ariel Oscar Lino consiste sólo en
una negativa genérica y una imputación carente de sustento fáctico.
A ello se unenien el caso de este codemandado, los efectos de la con-
fesión ficta (ver fs. 230/231), que produce las consecuencias previstas
en el art. 417 del Código procesal Civil y Comercial de la Nación.-
6") Que corresponde ahora fijar el monto de la indemnización,
para lo cual debe tenerse en cuenta que "la vida humana no tiene
valor económico per se sino en consideración a lo que produce o
puede producir...Pero la supresión de una vida, aparte del desgarra-
miento del mundo afectivo en que se produce, ocasiona indudables
efectos de orden patrimonial como proyección secundaria de aquel
hecho trascendental,^ lo que se mide en signos económicos no es la
vida misma que ha cesado, sino las consecuencias que sobre otros
patrimonios acarrea la brusca interrupción de una actividad creado-
ra, productora de bienes. En ese orden de ideas, lo que se llama elíp-
ticamente la valoración de una vida humana no es otra cosa que la
medición de la cuantía del perjuicio que sufren aquellos que eran
destinatarios de todos o parte de los bienes económicos que el extin-
to producía, desde el instante en que esta fuente de ingresos se
extingue" (Fallos: 316:912; 317:728, 1006, 1921 y 3221 393).-
En el presente caso, a la fecha de su deceso Carlos Leonardo Ronda
contaba con 52 años (ver partida de defunción agregada a fs. 11 de la
causa penal) y se desempeñaba como oficial albañil (ver informes de
la U.O.C.R.A. a fs. 189 de esa causa). Los testigos que declaran en este
expediente ratifican que ese era su oficio habitual, el que ejercía por
cuenta propia (ver declaraciones de Lucía Adelina Panelo, Justo
Saavedra, Rosana Antonia Talquenca, Raúl Natalio Elías Marón y Rosa
María Calderón ante el Juzgado de Paz Letrado de San Martín,
Mendoza a fs. 2841288). Sin duda alguna su muerte gravitó en los
recursos económicos del núcleo familiar, por lo que resulta proce-
dente reconocer el daño material reclamado por Martina Camargo y
fijarlo en la suma de $ 50.000.-
7") Que a ese importe corresponde adicionar el reclamo originado
a raíz de las lesiones sufridas por la actora en el accidente. En este
sentido, debe estarse a las conclusiones del peritaje médico de fs.
309131 1. Allí se destaca que la señora Camargo, que actualmente
tiene 50 años de edad, sufrió "un severo politraumatismo, con fractu-
ras pelvianas que han seguido con el tiempo produciendo trasto
nosíy traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento con sin
tomas que configuran "un síndrome craneoencefálico tardío conm
cional discretol!Según el experto, sufre una incapacidad parcial y per-
manente de un 45% (fs. 31 1). La lesiones le exigieron permanecer e
reposo alrededor de 60 días para iniciar luego su rehabilitación co
muletas, que se prolongó durante más de un mes (fs. 309). En otr
campo, la perito psicóloga señala que la actora ha sufrido un des-
equilibrio en su integridad psicológica, que no sólo afecta el ár
laboral sino que reviste influencia en toda su vida de relación, secu
la "imposible de recuperar con tratamientoUysusceptible de agrava
se en el futuro (fs.327 vta.).-
Esta Corte ha admitido que "cuando la víctima resulta disminuida
en sus aptitudes físicas o psíquicas en forma permanente, esta inca-
pacidad debe ser objeto de reparación, al margen de lo que pue
corresponder por el menoscabo de la actividad productiva y por
daño moral, pues la integridad psicofísica tiene por sí misma un val
indemnizable y su lesión comprende a más de aquella actividad ec
nómica, diversos aspectos de la personalidad que hacen al ámbito
doméstico, cultural o social con la consiguiente frustración del des-
arrollo pleno de la vida" (Fallos: 315:2834; 321:1124; 322: 1792). Par
evaluar el monto del resarcimiento por la disminución de las aptitu-
des físicas y psíquicas no es necesario recurrir a criterios matemáticos
ni tampoco son aplicables los porcentajes fijados en la ley de acci-
dentes de trabajo, aunque puedan ser útiles como pauta genérica de
referencia, sino que deben tenerse en cuenta las circunstancias per-
sonales del damnificado, la gravedad de las secuelas, los efectos que
éstas puedan tener en el ámbito de la vida laboral de la víctima y en
su vida de relación (Fallos: 320:1361). Sobre la base de estas pautas,
cabe fijar por este concepto la suma de S 80.000.-
8") Que, asimismo, corresponde admitir los gastos que demanda-
rá la atención terapéutica futura de Martina Camargo (Fallos:
323:3614), indicada por la experta en orden a evitar futuros cuadros
depresivos (fs.303), tratamiento que se prescribe por un año de dura-
ción y dos sesiones semanales, y cuyo costo se estima en la suma de
$5.000.En cuanto al coactor Miguel Angel Ronda, en el dictamen psi-
cológico se afirma que realizó un duelo patológico por la muerte de
su padre y, de no mediar un tratamiento específico, se puede pronos-
ticar un cuadro depresivo crónico en el futuro próximo (fs. 307). El tra-
tamiento respectivo se prescribe en dos sesiones semanales por dos
años, estimándose su costo en $ 10.000. En lo que respecta al coactor
Fabián Sergio Ronda, en el informe pericia1 no se observa la existen-
cia de duelo patológico ni de incapacidad psíquica, no obstante lo
cual se estima conveniente que realice un tratamiento psicológico (fs.
313 vta.).Tal recomendación, sin fundamento específico, no alcanza
para demostrar la certeza y la necesidad de la erogación futura -omi-
sión que no fue subsanada por la experta en su presentación de fs.
324-, por lo que corresponde desestimar el reclamo pertinente.-
9") Que resulta procedente el reclamo en concepto de daño
moral, detrimento que por su índole espiritual debe tenérselo por
configurado por la sola producción del evento dañoso, ya que se pre-
sume en estos casos -por el grado de parentesco- la lesión inevitable
de los sentimientos de los demandantes. A los fines de la fijación del
quantun, debe tenerse en cuenta el carácter resarcitorio de este
rubro, la índole del hecho generador de la responsabilidad y la enti-
dad del sufrimiento causado, que no tiene necesariamente que guar-
dar relación con el daño material, pues no se trata de un daño acce-
sorio a éste (Fallos: 321:11 17).-
En lo que respecta a la actora, la muerte del cónyuge acaecida en
las circunstancias conocidas produjo una innegable lesión a sus sen-
timientos afectivos; y las secuelas de sus propias lesiones, que oca-
sionaron una prolongada convalecencia y generan incertidumbre en
el desenvolvimiento de sus actividades, justifican el reconocimiento
de este ítem, que se establece en $ 40.000.-
En cuanto a los hijos, Fabián Sergio y Miguel Angel Ronda, corres-
ponde también admitir el daño moral que causó en ambos jóvenes el
fallecimiento de su progenitor, fijándolo en $ 20.000 para cada uno.-
10) Que a las sumas establecidas deben agregarse los gastos de
sepelio que afrontó la actora -reconocidos a fs. 181- que ascienden a
$ 2.650, y los de farmacia y atención médica reclamados, rubro que
debe ser reconocido con la salvedad de que, al ser Ronda afiliado a la
U.O.C.R.A., corresponde hacer una estimación morigerada. Por ello,
fíjase la suma de $ 2.000.-
11) Que, en consecuencia, el monto total de la indemnización
asciende a la suma de 179.650 pesos para Martina Camargo;;~a la de
30.000 pesos para Miguel Angel Ronda y la de 20.000 pesos para
Fabián Sergio Ronda. Los intereses se deberán calcular a partir del 2
de marzo de 1990 -fecha del accidente- hasta el 31 de marzo de 199
a la tasa del 6% anual. Desde entonces y hasta el efectivo pago se
devengarán los que correspondan según la legislación que resulte
aplicable (Fallos: 3163 65 y causa L.355.XXlll."Lauget Silveira, Esther y
otros c l Buenos Aires, Provincia de S/ daños y perjuicioslsentencia de
15 de julio de 1997).//-
Por ello, se decide: Hacer lugar parcialmente a la demanda segui
da por Martina Camargo, Fabián Sergio Ronda y Miguel Angel Rond
contra la Provincia de San Luis y Ariel Oscar Lino a quienes se conde-
na a pagar, dentro del plazo de treinta días, las sumas de $ 179.650, $
20.000 y $ 30.000, respectivamente, con más los intereses, que se
liquidarán de acuerdo con las pautas indicadas en el considerando
precedente. Con costas (art. 68, Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación). Notifíquese y, devuélvase el expediente acompañado y,
oportunamente, archívese./l
TEXTO COMPLETO
condena,
b) Privación d e uso
TEXTO COMPLETO
//nos Aires, a los 25 días del mes de abril de 2007, reunidas las
Señoras Jueces de la Sala "J" de la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal, a fin de pronunciarse en
los autos caratulados: "Uvoycich Degni, Carlos c/ "Tansportes
Sargento Cabral S.C. Línea 102 y otros SI daños y perjuiciosó
358 1
La Doctora Marta del Rosario Mattera dijo:
1.- Sabido es que sobre el creador del riesgo gravita una presun-
ción legal de responsabilidad, y, en consecuencia, que para liberarse
total o parcialmente, el ordenamiento le impone inexcusablemente
la obligación de acreditar la causa ajena, debiendo caso contrario res-
ponder íntegramente en función del factor atributivo "riesgo.
A su vez, que conforme resulta de la doctrina de nuestro más
Alto Tribunal, Ia culpa de la víctima sólo sirve como eximente de
responsabilidad, si resulta imprevisible e irresistible, es decir,sJ
reúine las características propias del caso fortuito o fuerza mayor
(C.S.J.N. i n re "Santa Marina c/ EFEA, LL 1991 B 526 y ED 13 1 362), sien-
d o oportuno destacar q u e la lev 24.449 otoraa al peatón el "bene-
ficio de la duda presunciones en su favor a menos que incurra
en araves violaciones a las realas del tránsito" (art. 64).
A m i entender y por las razones que paso a desarrollar, esto últi-
mo es lo que sucede en el caso sub examine.
En efecto, sobre el demandado pesa la carga de probar la eximente
de la culpa del peatón (o de un tercero por quien no deba responder),
debiendo exponer cada uno de los hechos que permitan establecer la
conducta transgresora del peatón y la incidencia que tal comporta-
miento tuvo en e/ infortunado desenlace (cfr. CNCiv., Sala B, Toribio,
Héctor dPagliaro, Pablo S/ Daños y Perjuicios: del 17-04-02, expte. libre
no334.45 1, elDial - AA 7049), carga satisfecha en la especie por la accio-
nada.
Como sostuviera recientemente (ver m i voto en autos "Sánchez,
Stella Maris c/ Condasco,Andrea y otro S/ Daños y Perjuicios':expte. no
106.853198 del 26/02/07), más allá d e la constante aplicación en
materia d e accidentes d e tránsito del "riesgo creado" y del beneficio
que implica para la víctima ,tal encuadre n o significa que la llculpa"
sea ajena a esta temática ya que deben ser tenidas en cuenta las cau-
sales interruptivas del nexo causal para liberar total o parcialmente al
sindicado como responsable en los casos que corresponda (cfr.Tanzi,
Silvia, "Los accidentes d e tránsito: en Responsabilidad civil p o r acci-
dentes, Editorial Abeledo Perrot, 1998, pág. 16; Loustaunau, Roberto,
"Particularidades d e la culpa a fin d e siglo: LL del 14-IV-98, pág. 3).
2.- Ahora bien, sentado ello y sin perjuicio d e la regla que impone
al conductor mantener e n t o d o momento el dominio d e su rodado
d e forma que pueda detenerlo cuando lo requieran las dificultades
propias del tránsito, lo cierto es que n o se trata d e una regla absolu-
ta, d e allí que su aplicación deba efectuarse contemplando las distin-
tas y concretas circunstancias d e cada caso (cfr. CNCiv., Sala F, in re
"Ruiz Díaz, Carlos y otros c l Pernas, Manuel y otros S/ Ds. y Ps.':del 26-
03-03, libre no 347.209, elDial AA1 7BA).
No puede endilgársele a los conductores las conductas desaprensi-
vas de los peatones, atribuyéndoseles responsabilidad cuando éstos
invaden la calzada sin tomar las precauciones que impone el mismo iris-
tinto de conservución humano, contribuyendo de tal manera a seguir
alimentando la caótica cultura del tránsito que nos caracteriza como
sociedad.
El cruce de la calle por parte del peatón requiere extremar las pre-
cauciones, lo que evidentemente Uvoycich no hizo en la emergencia,
debiendo remarcarse que la obligación de cumplir las normas de
tránsito n o sólo existe para el conductor de vehículos sino también
para los peatones (CNCiv., Sala Fl"SmI lsaac c/ Paz, Héctor S/ Ds. y Ps.;del
14/6/00, libre no273.237).
Como adelantara, en el caso de autos la conducta del accionante ha
sido por demús imprudente y desaprensiva al largarse al cruce de una
importante y fluida arteria como es la Avenida Las Heras cuando se
encontraba habilitado el tránsito vehicular.
Cabe razonar en tales términos toda vez que, a diferencia de lo
expuesto por el accionante en su Iíbelo de inicio (fs. 4), se encuentra
acreditado que la víctima procuró el cruce de aquella arteria cuando
el semáforo se encontraba en verde para los vehículos, y lo hizo
mirando en sentido contrario al del colectivo, rodado que lo golpeó
en la cara con el pasamanos.
Para ello corresponde citar la mecánica del suceso conforme se
desprende del acta de instrucción obrante a fs. 112 de la causa penal,
actuación en la que se dio cuenta de la existencia de u n testigo pre-
sencial llamado Sixto Héctor Ortiz que viajaba a bordo de la unidad
embistente y que descendió en el lugar del suceso, sujeto que luego
depuso a fs. 6 y ratificó los términos de aquélla. Es menester ratificar
también el resultado de la pericia1 mecánica de fs. 31, siempre de la
causa penal no63.41 3 que tengo a la vista.
El interno 18 de la línea 102 embistente circulaba por Avenida Las
Heras respetando la velocidad máxima indicada, extremo que tam-
bién se desprende'de la existencia de dos paradas distanciadas por
pocos metros sobre la citada arteria a ambos lados de la Avenida
Pueyrredón (ver informativa de fs. 1081112 y la declaración de fs. 86
de estas actuaciones; también resulta ilustrativo el plano de fs. 25 de
la causa penal).
3. La culpa de la víctima de autos "absorbe" o "neutraliza" com-
pletamente e l riesqo d e la cosa. Aún con el espíritu tuitivo o pro-
teccionista del actual Derecho de daños (pro victimae o pro damnato),
la lesión por la que reclama resarcimiento el actor n o ha sido cau-
sado por el riesao o vicio ,de la cosa (art. 11 13, 2" párrafo,Z
supuesto del CC) sino a su propia arosera omisión de diliaencia
en los términos de los arts. 512 y. 11 11 del mismo cuerpo leaal. En
fin, quod quis ex culpa sua damnum sentit non intelligitur damnum sen-
tire ("el que por su culpa sufre un daño,se entiende que no sufre daño
alguno") (Digesto, texto de Pomponio).
En cuanto a la declaración del testigo ofrecido por la parte adora
Miguel Angel Franco, adviértase que si bien relató con cierto deteni-
miento lo sucedido, al intentar responder a las repreguntas formuladas
tanto por la demandada como por la citada en garanth, evidenció con-
fusión y contradicción (ver fs. 82 vtaJ83). A su vez, tómese debida nota
que esta persona no depuso en sede penal ni tampoco fue citada en el
acta de instrucción, lo que relativiza el peso convictivo de las afirmacio-
nes que efectuara a más de dos años del suceso, aspecto también pues-
to de resalto por mi distinguida colega Dra. Mattera.
La citada añeia doctrina judicial que impone al conductor con-
servar el dominio del rodado n o pasa por alto que, en circunstan-
cias puntuales, cabe atribuirle la responsabilidad la víctima si su
obrar fuera imprevisible para el conductor, es decir, si reúne las
características del caso fortuito, caso en el cual corresponde
rechazar la demanda d e daños y perjuicios (CNCiv., Sala F,
"Cárdenas,Victoria c/ Ferreiro, Roberto S/ Ds. y Ps.ídel 17-07-03,expte.
libre no367.787, elDial - AA1 998) antecedente este que se adecua a la
doctrina que en la materia registra nuestroTribunal cimero en prece-
dente citado en al acápite anterior.
Las calles están destinadas al tránsito de vehículos y no de peato-
nes, por lo que a estos debe exigírseles la mayor cautela, más aún
cuando se entiende que la previsibilidad en las avenidas de gran
movimiento resulte relativa con relación al repentino aparecimiento
de peatones (Rui Stocco, Responsabilidade civil e sua interpretacao
jurisprudencia/, 3" edición, Editora Revista dos Tribunais, 1997, San
Pablo Brasil, pág. 677).
Por lo demás y a mayor abundamiento, no se encuentra acredita-
do que la grave lesión que Uvoycich sufriera en su pie haya obedeci-
do al siniestro de autos: a diferencia de lo alegado por el accionan
el Hospital Fernández informó no contar con su historia clínica
88/91) y con la agregación de la hoja de guardia de dicho noso
mio, sólo se prqeba la existencia de "politraumatismos"y de "edema
en tobillo izquierdo" (ver fs.45 de la causa penal).
Por ello, debe admitirse la queja y aclarar que los honorarios de los
letrados que asistieran a la empresa demandada en este juicio debe-
rán ser soportados por ésta.
TEXTO COMPLETO
Y VISTOS:
TEXTO COMPLETO
En la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, a nueve de septiembre
de dos mil tres, reunidos los señores Jueces de la Excma. Cámara
Primera de Apelación para dictar sentencia en los autos caratulados:
"MORALES IRMA c1LAURIN FEDERICO y otros - DANOSY PERJUICIOS:
del Juzgado Civil y Comercial No 5, Secretaría No 3, del Departamento
Judicial San Nicolás, habiendo resultado del sorteo correspondiente
que la votación debía realizarse en el siguiente orden: Dres. Carlos
Arturo Porthé y Cesar Luis Telechea, no interviniendo la Dra. Silvia
Cristina Rivero de Knezovich por hallarse en uso de licencia, y estu-
diados los autos se resolvió plantear y votar la siguiente:
CUESTION
¿Seajusta a derecho la sentencia de fs.34413547
A LA CUESTION PLANTEADA, el Sr. Juez Dr. Porthé dijo:
1.- La madre de'menor víctima de un accidente vehicular que pro-
vocó su muerte demandó resarcimiento al conductor de la motoci-
cleta en el que era transportado así como a su titular registral y a la
firma comercial denunciada de venta por éste.
Apeló la actora disconforme con lo resuelto, y en su memorial de
fs.360/363 pretendió hacer extensiva la condena contra esta última
alegando en prieta síntesis, que no sólo Colamé SRL entregó el vehí-
culo en cuestión pese a la prohibición de circular existente sino tam-
bién que la denuncia de venta tuvo por virtualidad emplazarle en el
mismo lugar del titular registra1 por quien debe asumir también la
responsabilidad por daños.-
La réplica de fs.3671371 postuló el rechazo de la apelación con lo
que han quedado los agravios en condiciones de resolver.-
A ello me aboco.-
2.- Ha quedado ajeno a la controversia que el titular reaistral n o
debe responder ante la denuncia d e venta formalizada.-
Así l o decidió la sentencia v a ello prestó el aquí recurrente formal
acatamiento pues el punto n o constituyó materia d e su que-ia.-
De modo entonces que la cuestión ha quedado circunscripta a eluci-
dar si el denunciado d e venta es o n o responsable ante terceros
p o r los daños que se ocasionen con el vehículo obieto de Ila
misma.-
La parte sostiene que sí por cuanto entiende que el acto opera
una suerte de desplazamiento de la responsabilidad que incumbía al
propietario denunciante hacia la persona del denunciado,al que con-
sidera su sucesor.-
Pero ello no es así en nuestras leyes en tanto ninguna disposición
normativa autoriza una conclusión como la propuesta.-
Las únicas consecuencias que la denuncia d e venta estatuida
en el ara. 27 del decreto 6.582/58 acarrean respecto a los adqul-
rentes o a quienes de éstos hubieren recibido el uso, tenencia o
posesión, es la de considerarlos terceros por quien n o se debe res-
ponder y a presumir u n uso contrario a su voluntad.-
No puede por tanto afirmarse en modo alguno que Colamé SRL
haya sucedido al dueño, pues ninguna transmisión de derechos -ni
de obligaciones, acoto- se hubo operado en desinencia con el gesto.
Menos en el caso en que como destacara supra, el bien sigue regis-
trado como de titularidad de otro que fue totalmente exonerado de
todo reproche.-
Tampoco puede decirse que sea el quardián a que alude el art.
1113 del Cód. Civil, bajo cuya normativa fue juzaado el caso sin
agravio para nadie.-
En este punto hemos desde antiguo sostenido -como se memora
en la medulosa sentencia del señor Juez primero y sin cuestiona-
miento alguno de la actora- que tal calidad inhiere a quien asume
frente a la cosa u n poder efectivo de dirección y control de una
manera autónoma, pues la noción misma de auarda está ligada al
ejercicio del poder fáctico de aobierno y contralor con indepen-
dencia total del que pudiera ser e-iercido por otra persona (RSD
274/82, entre muchas otras de esta Cámara).-
Y aquí tal carácter ha sido reconocido plena e incontrovertida-
mente en cabeza del conductor demandado en razón justamente,
de la compra del rodado a la firma de mención por todos admiti-
da,con lo que queda evidente que tampoco puede alcanzarle repro-
che alauno a Colamé SRL al haberse desprendido de él dos años
antes del lamentable suceso (boleto de fs.59160, posiciones de
fs.160 a propuesta de la actora;; arts. 384 v 423 del CÓd,Pr~cesal).-
Recuerdo aquí con Pizarro que en nuestro ordenamiento positivo
la noción de eiuardián es bifronte: en la terminoloaía del art. 1113
citado, l o es tanto quien se sirve de la cosa cuanto quien la tiene a
su cuidado.-
En el primer supuesto, es quien se vale de ella para su uso, quien
la emplea útilmente obteniendo provecho de ese uso;; en el segun-
do, quien debe poner diligencia y atención en su conservación, de lo
que sigue que quien transmite a u n tercero u n vehículof haciendo
tradición en su más estricto sentido jurídico, pierde t o d o podev
de control v dirección sobre él, a la par que deia de servirse del
mismof transmitiendo -acá sí- esa condición de guardián al nuevo
adquirente (aut. cit. JA 1996-IV- 235 y SS).-
En sentido coincidente, la Suprema Corte de Nlendoza ha soste-
nido que el auardián de u n automotor, a diferencia del dueño,
sólo responde si al momento de la comisión del hecho ilícito reu-
nía esa calidad, caso contrario, se l o exime pues n o cabe imponer-
le otras obligaciones que las que la propia ley contiene, aún cuan-
do la alternativa implique -en el ilustrado voto de la Dra.
Kemmelmajer de Carlucci- una transferencia de responsabilidades
al vacío ... (sp. cit. p.228 y SS. in re "Uriarte d e Rodríguez clDíar" Sala
la.9/5/96, fallo que anota Pizarro conforme lo citara).-
Como se ve, la decisión atacada en tanto se muestra respetuosa
de estos principios, resulta inobjetab1e.-
3.- Un párrafo aparte merece el otro argumento esgrimido en rela-
ción a la venta efectuada por la firma pese a la prohibición de circu-
lar viqente sobre el ciclomstor.-
En verdad ello es así, pues como se desprende del informe de fs.9
el Registro de la Propiedad hizo saber que presentada la denuncia de
venta el 1O de noviembre de 1996, dictó prohibición de circular el 19
de diciembre del mismo año.-
No hay constancias de que la repartición hubiere efectuado las
notificaciones a que está obliaada osir la ley en el ya citado artí-
culo 27, ni oor tanto, d e que Colamé SRL hubiera sido debida-
mente impuesta de t a l circunstancia.-
Mal puede entonces decirse de un obrar indiligente de su parte y
a todo evento, es más que claro que el deficit no puede ser cargado a
su parte.-
Pero aunque no se comparta lo dicho, es de destacar primera-
mente uue la interdicción n o se proyecta también sobre la posibi-
lidad de transmitir la propiedad, tenencia o posesión de la cosa
d-a dice al respecto Y sabido es que ninaún habitan-
t e de la Nación puede ser obliaado a hacer l o que la ley n o manda
ni privado d e l o que ella n o prohibe (art. 19 de la Constitución
Nacional).-
Nada entonces hay aquí que revisar en tal sentido, por lo que pro-
pongo al Acuerdo que confirmemos íntegramente el fallo en crisis,
imponiendo en consecuencia a la apelante las costas de la Alzada en
tanto vencida (art. 68, Cód.Procesal).-
Así lo voto.-
Por iguales fundamentos, el señor Juez Dr. Telechea votó en el
mismo sentido.-
Con lo que finalizó el presente Acuerdo, dictando el Tribunal la
siguiente
SENTENCIA
Por los fundamentos expuestos en el Acuerdo que antecede, se
resuelve: Rechazar la apelación deducida, y confirmar la sentencia d e
fs.3441354.-
Imponer las costas d e Alzada a la recurrente vencida (art. 68 del
Cód.Procesa l).-
Notifíquese y devuelvase.//-
Fdo.: Dr. CESAR LUIS TELECHEA - Dr. CARLOS ARTURO PORTHE Dra.
MARIA EUGENIA SORMANI - Secretaria
Citar: elDial.com AA 1B65
TEXTO COMPLETO
1 TEXTO COMPLETO
CUESTION
¿Debe modificarse la sentencia apelada?
VOTACION
A LA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORAJUEZ DRA. MEDINA DIJO:
1. La sentencia d e fs. 244147, hace lugar a la demanda que, por
daños y perjuicios, incoara Daniel Jorge Rocha contra Roberto Cesar
Camaño y Transportes Martinez S.A y en consecuencia condena a
este último a abonar al actor la suma d e $1.880 con mas los intereses
y costas.
2. Apelan el referido decisorio la actora y la codemandada
Transportes Martínez S.A. La primera de ellas expresa agravios a fs.
261164, los cuales son contestados por la contraria a fs.
267. La segunda d e las nombradas desiste del recurso a fs. 265.
3. Se agravia la apelante por lo resuelto en torno a los rubros:
Daño emergente, Lucro cesante y Daño moral.
4. Rubros indernnizatorios.
a) Daño emergente.
La Sentenciante fijo por reparación del rodado la suma de $1.880;
tomando en cuenta que el automóvil del actor había sido vendido en
las condiciones que quedara luego del accidente y el actor obtuvo el
20% del valor real del rodado. Se agravia la actora, por cuanto sostie-
ne que, si bien quedo acreditado mediante la pericia de fs. 204 que el
vehículo del actor tenía un valor de $ 4.700, lo cual no fue rebatido
por la contraria y asimismo recepcionado por la Sentenciante, como
así también que percibió el 20% del valor del vehículo por su venta,y
siendo que el Sentenciante determina que el monto que correspon-
de indemnizar en este caso, resulta de la diferencia del precio que logró
por su venta y el valor que tendría el automotor a dicha época, en las
condiciones previas a los daños sufridos en el hecho; la suma que
corresponde otorgar es $ 3.760, es decir la que resulta de restar el
20% que percibió (S 940) al valor reconocido.
La reparación del vehículo es uno de los principales aspectos de la
reclamación de daños provenientes de accidentes de tránsito.
Siempre es difícil poder determinar con exactitud, si los daños que
se reclaman son los que efectivamente sufrió el rodado como conse-
cuencia del accidente o si por el contrario, se han agregado otros que
no fueran consecuencias del mismo, de ahí que con criterio general
se puede afirmar que no cabe acordar indemnizacionessobre la base
de simples conjeturas, sino media la indispensable prueba del daño
sufrido.
Entiendo que el valor del vehículo ha quedado acreditado con la
pericia de fs. 204, en la cual el experto determina que el valor del
mencionado automóvil asciende a $ 4.700.
Con respecto a las suma percibida por el actor al vender dicho
rodado, no existen pruebas, mas que sus propios dichos de que solo
pudo obtener el 20% del valor del mismo (fs. 186 vta.).
No obstante ello, teniendo en cuenta que el perito determinó que
de acuerdo a los antecedentes obrantes en la causa y las fotografías
anejadas, se puede concluir que el vehículo sufrió destrucción total,
ya que los daños sufridos en la carrocería no permiten repararla (fs.
204) y teniendo en cuenta que la indemnización por el daño del vehí-
culo debe limitarse al valor del auto destruido, menos lo que se obtu-
vo en la venta de la chatarra. Este último valor no se encuentra debi-
damente precisado, pero haciendo uso de la estimación prudencial,
que me lleva a concluir que es lógico que el actor solo haya obtenido
el 20% del valor del rodado, atento las fotografías agregadas a fs.
4/10, acta de choque de fs. 13 y 155/6, y conclusiones periciales.
Por lo expuesto, considero que si el 20% del valor del rodado se
traduce en $ 940 (teniendo.en cuenta el valor del vehículo determi-
nado por el profesional), la suma indemnizatoria por este concepto
debe ascender a $ 3.760.
b) Privación uso
La accionante reclamó en concepto de lucro cesante por la priva-
ción de uso de su automotor durante 120 días, la sentenciante recha-
zó completamente el rubro en cuestión.
Ello así, y teniendo en cuenta que el lucro cesante no puede pre-
sumirse de la mera afectación de un vehículo a la actividad comer-
cial, sino que es condición necesaria que el propietario o usufructua-
rio haya efectivamente sufrido una frustración de aquéllas ganancias
que podía esperar (Cciv.y Com. San Isidro, Sala II, 7-11-96,"Mormandi
c/Panozzo"), como así también que las ganancias frustradas deben
estar debidamente acreditadas para la procedencia de este capítulo,
pues el daño para ser indemnizable debe ser cierto; como lo tiene
resuelto la Corte Provincial, no siendo bastante la posibilidad de la
existencia de un perjuicio, pues no corresponde acordar indemniza-
ciones sobre la base de simples conjeturas (causa de esta Sala Ira.
77.132 del 20/8/98)., considero que no debe otorgarse indemniza-
ción por la privación del uso del rodado a título de lucro cesante.
Corresponde examinar si corresponde otorgar la indemnización
en concepto de privación de uso, cuando como en el caso el vehícu-
lo sufrió destrucción total Normalmente el daño que deviene la pri-
vación del uso está constituido por los días en que tardaron las repa-
raciones del rodado. En el presente el rodado no se reparó sino que
se destruyó totalmente y se vendieron los restos.
En estos casos doctrina y jurisprudencia se encuentran divididas
en cuanto a la admisibilidad del reclamo. Un sector de la doctrina y
jurisprudencia entiende que si hay destrucción total no corresponde
indemnización por privación del uso. En este sentido se ha sostenido:
" Cuando la destrucción del rodado es total, existe un perjuicio inte-
gro, un daño absolutamente consumado por la destrucción irredimi-
ble de la unidad, que confiere un derecho al reembolso también total
del perjuicio sufrido. No cabe, en consecuencia, la compensación adi-
cional por el lapso razonable de detención y privación correspon-
diente a su uso como ordinariamente se concede, ya que el resarci-
miento integral quece concede cubre ya todo posible perjuicio a su
dueño o guardián. ( C l ra Civil y Comercial Bahía Blanca JA 1981-111S,
citado por MOISSET ESPANES, Luis en Accidentes de automotores,
p.149).
Mientras que otro sector de la jurisprudencia admite la reparación
por privación del uso aún mediando destrucción total, entendiendo
que la privación del uso debe concederse por el tiempo prudencial
que demande la venta de los restos.
Al respecto se ha dicho:" Cuando se ha vendido el resto del auto-
móvil, la privación del uso debe conceder por el tiempo prudencial
que demande concretar la operación" ( CCiv y Com Junin 3-994
Caporale Agustin d. La limpia y otra )LLBA 1994-43.
Entiendo que si la actora era poseedora de un rodado que fue
totalmente destruido, la indemnización por el valor del vehículo no
cubre el daño que a ella se le produjo por la privación de su uso. Lo
difícil es cuantificar el daño ya que en este caso no se puede estar al
tiempo probable de las reparaciones, ni tampoco se puede fijar arbi-
trariamente que la accionante se vio privada 129 días de la utilización
de su vehículo, como lo establece el sentenciante.
En definitiva el daño es evidente pero no el tiempo que duro, ni el
cuantum del perjuicio, por lo tanto corresponde establecerlo pru-
dencialmente, y en este sentido estimo que resulta pruedente fijarlo
en la suma de $ 250 ( art 165 del C.P.C.C.)
C) Daño moral.
La sentencia de la instancia anterior rechazó el pedido de repara-
ción de daño moral por la destrucción TOTAL de SU automotor, y el
actor se queja porque entiende que el deterioro ABSOLUTO de su
vehículo le ha producido una lesión moral.
La cuestión reside en determinar si la rotura de un bien mueble
registrable - auto - da derecho a reclamar una indemnización por
daño moral "la respuesta afirmativa se impone: nada obsta a la exis-
tencia de intereses patrimoniales, de afección, vinculados a bienes
patrimoniales cuya minoración ( por pérdida, destrucción o deterio-
ro) puede generar un detrimento particular a su titular. ( PIZARRO,
Daniel " Daño MoralUed.Hammurabi p. 439) Esta Sala, en su anterior
composición tenía decidido " que en la legislación positiva no existe
otro tipo de daño resarcible que se encuadre fuera de dos categorías
básicas, independientemente de su fuente, siendo elias: a) daño material
o patrimonial, como daño emergente o lucro cesante; 6) daño moral. La
privación del uso del automotor, como rubro indemnizatorio, no escapa
en su categorización al marco jurídico expuesto. As6 será "daño emer-
aente; es decir, el daño efectivamente sufrido por el acreedor por el
incurp?glimiento ob~acionalo del daño extracontractual cuando, por
eiemplo, se reclame el costo de un transporte sustitutivo de la cosa
{ ~ a a de
o fletes a terceros o la locación de otra cosa similar).Será "lucro
cesante",^ decir la qanancia o utilidad que ha dejado de percibir el
acreedor con motivo del incumplimiento de la obliaación o del defri-
1
3 mento extracontractual cuando, por eiemplo, la cosa se utilizaba para
su explotación comercial o en cualuuier actividad lucrativa y se com-
pruebe que su privación afectó al poseedor de su patrimonio.
Finalmente sercí "daño moral" cuando prive del goce de un bien o gene-
re la pérdida o la falta de gratificación que supone la facilidad y como-
didad del uso del vehículo.La privación del uso del automotor configura
un daño moral indemnizable, ya que la posibilidad de utilización del
vehlíulo le produce al dueño una obvia reducción en sus posibilidades
de esparcimientoy una insatisfacción espiritual ante el impedimento del
goce de la cosa.(C. Civ. y Com. San Isidro, sala 1 91811994, - Urdinguio,
Osvaldo v.Transporte Gral.Roca S.A. S I
Daños y perjuicios).BA
B1700449.MAG.VOTANTES: Furst , Arazi , Montes d e Oca. (C. Civ. y
Com. San Isidro, sala 1a, 91811994, - Espínola, Rosa v. Transporte
Gral.Roca S.A. S I y perjuicios).MAG. VOTANTES: Furst , Arazi ,
Daños
Montes d e Oca.(C.Civ. y Com. San Isidro, sala 1a, 91811994, - Zunino
S.R.L. y otros v.Transporte Gral.Roca S.A. S I y perjuicios).MAG.
Daños
VOTANTES: Furst ,Arazi ,Montes d e Oca.(C. Civ. y Com. San Isidro, sala
1a, 91811994, - Pino, Mariano Saúl v. Calistro, Carlos Alberto S/ Daños y
perjuicios)..MAG.VOTANTES: Furst ,Arazi ,Montes d e Oca) La privación
del uso del automotor configura un daño moral indemnizable ya que la
imposibilidad de utilización de su vehículo le produce al dueño una
obvia reducción en sus posibilidades de esparcimiento y una insatisfac-
ción espiritual ante el impedimento del goce de la cosa propia.(C. Civ. y
Com. San Isidro, sala 1a, 21411993, - Testorelli, Horacio F. v. La Austral
Cía. Arg. d e Seguros).JA 1994 - Ill, síntesis.
En igual sentido se han expedido otros Tribunales del país, por
ejemplo la Cámara Civil d e Mar del Plata y la Cámara Civil d e La Plata
a saber: "Quien sufre de repente la destrucción parcial de su automotor
por culpa o responsabilidad de un tercero experimenta un "perjuicio aní-
mico" de entidad que esta dado por multitud de motivos; obligado y
súbito cambio de planes "modus vivendi: etc., denuncia del hecho ante
la autoridad policial, ante la Componía Aseguradora, obtención de 2 o 3
presupuestos en talleres mecánicos, fotografiar el vehículo colisionado,
etc., esa serie de inconvenientes y molestias encuadran en el daño moral
que debe ser resarcido en el marco de aplicación del Art. 7078 del CCI.(C.
Civ. y Com. Mar del Plata, sala 2a, 261611986, - Molina, Neri Alejandro v.
Barraza, Rubén Mario S/ Indemnización daños y perjuicios).BA
B1400650.MAG. VOTANTES: García Medina ,O'neill , Libonati(C. Civ. y
Com. Mar del Plata, sala 2a, 26/2/1987, - Lamberti, Raúl Antonio v.
Serratore d e Cottura,Teresa S/ Indemnización daños y perjuicios) "La
privación de uso del automotor produce una suerte de daño moral indi-
recto en cuanto las incomodidades, pérdidas de tiempo, vicisitudes y
frustración o modificación en la satisfacción de deberes y necesidades
individuales y familiares, vienen dadas por la privanza "en el goce de un
bienndela víctima, cual lo rezaba en su antigua redacción el Art. 1078 del
C.C.(C. 1a Civ. y Com. La Plata, sala 3a, 16/7/1992, - Zeytunstian, Jorge
Carlos v. lbarra, Ramón Juan S/ Daños y perjuicios).BA B200590.MAG.
VOTANTES: Roncoroni, Pérez Crocco.) N o desconozco que otro sector
d e la doctrina y d e la jurisprudencia entienden queUEldesagrado que
para el accionado puede producir el accidente d e tránsito - sin con-
secuencias personales, n o es u n daño moral, porque tal estado d e áni-
mos forma parte d e los riesgos que se corren diariamente por vivir en
la ciudad y todo daño moral experimentado se ve reparado con el
pago del daño material" ( Cam Nac Civ Sala F 1979 -IV -225)
Considero que este último criterio es errado porque: Estimo que n o
es cierto que todo daño moral experimentado se vea reparado
con el pago del daño material..
Entiendo que el pago del daño sufrido por al auto no repara la
angustia por la reducción de posibilidades de esparcimiento, ni la
insatisfacción espiritual ante el impedimento del goce de la cosa
propia. Considero que la condena por la privación de uso, solo
repara el daño emergente o el lucro cesante q u e produce la falta d e
ve h ículo pero no indemniza las incomodidades, pérdidas de tiempo,
vicisitudes y frustración o modificación en la satisfacción de deberes y
necesidades individuales y familiares, vienen dadas por la privanza "en
el goce de un bien". Juzgo que la indemnización por pérdida de
valor de reventa no compensa el "perjuicioanfmico"de entidadque
produce el súbito cambio de planes "modus vivendi",os sinsabores que
conlleva la necesidad de denunhr el hecho ante la autoridad policialy
ante la Somponfa Aseguradora, la pgrdida de tiempoy las molestias que
ocasiona la obtención de 2 o 3 presupuestos en talleres mecánicos, foto-
grafiar el vehfculo colisionado, etc. No conozco ningún hombre que
no sufra angustia cuando le chocan el auto, no imagino alguien que
no se altere cuando tiene un accidente de tránsito y sin ser culpable
ve destruído su rodado. No se de ninguna persona a quien no le
moleste ir a la policía ha denunciar un siniestro que no provocó. No
creo posible que alguien no sufra angustias y sinsabores cuando
debe recorrer talleres de reparación de automotores, para obtener
presupuestos para arreglar un auto inutilizado que luego hay que
vender por chatarra dañado sin su culpa.
No estimo creíble que deje indiferente tener que sacar fotografías
al coche inservible, ni que no produzcas molestias ir a la compañía
aseguradora a denunciar el siniestro que no otro le causara.
Tengo para mi que el derecho se vale de múltiples ficciones para
dar solución jurídica a situaciones antijurídicas, pero creo que no es
admisible partir de la ficción absoluta que quien ve chocado su
rodado no sufre daño moral, al contrario estimo que el menoscabo
espiritual surge in re ipsa, cuando se produce un accidente que se
destruye totalmente el auto del que uno se vale por todas las mino-
raciones espirituales que son consecuencia de esa situación.
En autos se encuentra demostrado que el actor realizó la denun-
cia policial, sufrió destrucción total de su vehículo, pidió presupues-
tos, realizó la denuncia en la policía, sacó fotos al rodado, que" des-
pués del accidente quedó shoqueado y deprimido y que cuando
hablaba del hecho se ponía muy mal en el sentido anímico.." (decla-
raciones de Eduardo Héctor Uruzula de fs. 187) Por lo expuesto pro-
pongo a mis distinguidos colegas que hagamos lugar a la pretensión
del reclamante y condenemos a pagar la cifra de $ 500 por el daño
moral causado por el deterioro del automotor. ( art 1078 del Co.Ci.)
Por todo lo expuesto, voto por la AFIRMATIVA.
A LA CUESTION PLANTEADA LA SRA. JUEZ DRA. CABRERA DE
CARRANZA,
DIJO:
Comparto en general el voto de la Dra. Medina, pero quiero for-
mular algunas aclaraciones respecto al tema del daño moral.-
En su bien fundado voto mi distinguida colega propone resarcir al
actor el daño moral sufrido por la destrucción total de su automóvil.-
Cita al respecto jurisprudencia en uno u otro sentido, lo que torna
redundante por mi parte insistir sobre los argumentos dados por
nuestros Tribunales para avalar el criterio contrario que, adelanto en
este caso, es el mío.- Entre otras cosas, funda su criterio sosteniendo
que"...no es admisible partir de la ficción absoluta que quien ve cho-
cado su rodado no sufre daño moral': pero con el mismo énfasis pro-
pongo que tampoco lo es partir de la ficción absoluta que quien ve
chocado su rodado sufre daño moral.-
Con ello quiero señalar que, en definitiva lo que interesa en la
materia no es efectuar definiciones de carácter general, sino que el
daño cierto sufrido por la víctima sea resarcido, en la medida en que
esté acreditado, a fin de obtener, mediante la indemnización pecu-
niaria el reintegro de las cosas al estado anterior al ilícito ( art. 1083
del C. Civ.).-
He sostenido en un voto reciente ( Causa no89.578" Sosa, saturni-
no c/ Pentamar S.A.s/ daños y perjuicios" del 21-5-02) que el art. 1078
del C. Civ. establece que el daño moral se presume en caso de existir
una lesión provocada por el ilícito, o cuando éste ha provocado la
muerte de la víctima.- La norma consagra una presunción relativa:
dados los presupuestos establecidos la ley presume la existencia de
un daño indemnizable ( Arazi, Roland " Prueba del daño Moral': en
Revista Derecho de Daños, no6 " Daño Moral, Rubinzal- Culzoni, Santa
Fé 1999, pag. 104 ).-
Ello no significa que,en otros casos, no pueda establecerse valida-
mente una presunción - ésta judicial - sobre la existencia de daño
moral, cuando resulta notoria la afectación de la faz espiritual de las
personas que padecen determinado perjuicio.-
Tengo dicho al respecto que no pueden los Jueces obviar el propio
conocimiento de determinadas circunstancias que son, además, habi-
tuales y fácilmente constatables puesto que lo contrario implicaría un
desdoblamiento de la personalidad que solo llevarla a que la justicia
actúe en forma automática ( Causa no74.035 " Ganon Construcciones
C/Suarez, Julio Jesús S/daños y perjuicios, ordinario ").-
En el caso citado, sostuve que el deterioro de la vivienda donde
uno mora, por la acción de otro, llega a adquirir casi las mismas carac-
terísticas de una agresión física, y allí se agregaba la circunstancia
traumática de haberse producido este deterioro en forma súbita y
violenta y haberlo sufrido, en ese caso una persona que, por su situa-
ción socioeconómica - que resulta de todas las constancias de autos
- se encuentra particularmente ligada a su hogar como centro de
referencia.-
La Cámara que integro ha venido sosteniendo que los deterioros
producidos en una vivienda debido a filtraciones y humedades que
se prolongan durante algún tiempo importan un verdadero agravio
moral para sus habitantes ( " Vacarezza c l Martinez Rico S/ daños y
perjuicios" del 13 de marzo de 1997, Sala Ila; "Ferrarazo c/ Valtecno
S.A. del 21 de junio de 1996,entre otros muchos de esta Sala la y en el
mismo sentido me he pronunciado en los autos"Heinrich, Andreas c/
Construcnor SRL y Loureiro S/ daños y perjuicios " del 4 de julio de
2000, Reg. 316 y "Kurchan, Sergio Fernando c/ Consorcio
Copropietarios calle Segurola 1310 Vte. Lopez S / daños y perjuicios).-
No pienso que el caso del daño al automóvil sea similar y ello por
una razón fundamental: quien adquiere un automóvil - o cualquier
otro vehículo - para circular con él en el tránsito sabe que está
adquiriendo y conduciendo una cosa riesgosa.- Esta característi-
ca de la cosa, que el usuario no puede desconocer, implica no
solamente que deba extremar los cuidados para no dañar al otro
con la cosa, sino también que puede, a su vez, resultar víctima del
daño que causen a la misma los otros conductores.-
Tengo dicho que la apreciación de la gravedad del sufrimiento
que tiende a resarcir la indemnización del daño moral - cuando se
decide su resarcimiento en base a la aplicación de una presunción -
debe referirse a pautas consideradas comunes a toda la sociedad (
Causa no89.678 " Portaluppi, Kuis Enrique c l Trenes de buenos Aires
S/daños y perjuicios" del 28-6-02).-
Y precisamente la condición del automóvil referida, en cuanto al
conocimiento de los riesgos que se corren al asumir la conducción
del mismo, torna imposible, a mi juicio, establecer una presunción
acerca de la existencia de agravio moral cuando se cumple la amena-
za implícita y se produce el daño, efectivamente temido por todo
automovilista.-
El criterio no varía porque se califique en parte como daño moral
aquel que se rezarce bajo el rubro de privación del uso del automo-
tor,ya que a los gastos producidos por la necesidad de transportarse
se unen las molestias de tener que hacerlo sin contar con el vehículo
propio y considero acertado que estas se resarzan bajo el rubro indi-
cado.-
Es cierto que existe angustia cuando se ha producido un acciden-
te de tránsito, que el momento del choque implica un trauma para el
conductor - trauma que se da en la misma, o aún en mayor medida
en el culpable - y que deben cumplirse trámites engorrosos, pero
esas situaciones se repiten a lo largo de la vida en múltiples circuns-
tancias cotidianas.-
Vivir implica un riesgo, el sufrimiento, las molestias, los inconve-
nientes que nos causan los demás de una u otra manera forman
parte de la cotidianeidad.-
Y en el caso de los accidentes de automotores el pago de las
indemnizaciones por el daño patrimonial y el sistema de seguros
resarcen los daños y vuelven las cosas al estado anterior, quedando
para la víctima solo un recuerdo desagradable.- Si los ciudadanos de
nuestro país, pudieramos en estos momentos reclamar resarcimiento
del daño moral por cada una de las situaciones que nos agreden trau-
matizan, angustian y obligan a efectuar trámites engorrosos de las
que somos víctimas inocentes, el sistema jurídico se encontraría
dando solución a problemas que deben serle ajenos.-
Basten estas breves consideraciones para fundar mi opinión con-
traria a la posibilidad de tener por acreditada y resarcir la existencia
de daño moral por el material producido al vehículo en base a una
presunción.-
Ello no implica que no pueda, en cada caso, analizarse la proce-
dencia de! reclamo tomando en cuenta la acreditación de la existen-
cia del daño y la entidad del mismo.- -En materia de accidente de
tránsito que sólo causan daños a los vehículos cabe, en principio, pre-
sumir la ausencia de agravio moral de la víctima, sin perjuicio de la
posibilidad de que el reclamante aporte prueba que permita tenerlo
por probado (conf. Cámara de Apelaciones de Concepción del
Uruguay, Sala Civil y Comercial del 02-04-2000).
Si bien en algunos casos corresponde indemnizar el daño moral
que ocasiona la destrucción del vehículo que se utiliza para el traba-
jo personal, cuando ello provoca una sensible disminución de los
ingresos, con las consecuentes angustias, zozobras, aflicciones y
padecimientos que importa el abrupto descenso en el nivel de vida;
no procede en cambio el reconocimiento del daño moral cuando el
actor a raíz de la privación transistoria de un bien material ha debido
soportar las incomodidades que ello trae aparejado (C. 1a Civ. y Com.
La Plata, sala 2" del 6-3-1990 "Santoro, Abel c/Lavatelli, José y otro
s/Daños y perjuicios"; C. 1a Civ. y Com. La Plata, sala 1a del 21-4-1992
"Simionato, Marcelo c/SEVEL ARGENTINA s/Daños y perjuicios).
En verdad todo daño cierto debe ser indemnizado ( arts.519,520,
1068,1069 del C. Civ. ).-
Y la certeza o realidad del daño atañe no solamente a su existen-
cia sino también a su composición, es decir a las circunstancias,
modalidades y gravedad que puede revestir (Trigo Represas, Felix A.
"La prueba del daño emergente y del lucro cesante ", en " Revista
Derecho de Daños, La Prueba del Daño 1 ",Rubinzal Culzoni, Santa Fe
1999, pag.42 ).-
En este caso concreto me parece deben tomarse en cuenta para
decidir la cuestión dos circunstancias.- En primer lugar, la forma en
que se produjo el hecho :el automóvil del actor y su padre se encon-
traba correctamente estacionado, y resultó dañado en razón de
haber embestido el conductor de un colectivo de la empresa deman-
dada a otro automóvil, el que fue a chocar contra el Fiat de Rocha, es
decir que su vehículo no se encontraba en el tránsito, sino fuera de la
situación de riesgo que éste implica, caso en que el propietario podía
considerarse a salvo de las contingencias a las que he aludido más
arriba.- Esto se ha acreditado en autos, mediante la confesión ficta del
conductor del colectivo y el acta de choque suscripta por éste y el
actor, obrante a fs. 155, cuya autenticidad ha sido acreditada, corro-
boradas con la declaración de los testigos Uruzula y Viacamonte a fs.
187 y fs. 188 vta..-
En segundo lugar, que el testigo de fs. 187 da cuenta de la situa-
ción anímica del actor, provocada en forma directa por los avatares
de la destrucción de su automóvil, y el lapso que demandó adquirir
otro.-
Por estas razones y con este alcance, voto por la AFIRMATIVA.-
Por iguales consideraciones, el señor Juez Dr. ARAZl votó también
por la AFIRMATIVA. Con lo que terminó el Acuerdo dictándose la
siguiente SENTENCIA
Por lo expuesto en el Acuerdo que antecede, se modifica la sen-
tencia apelada en cuanto a los rubros:" daño emergente" el cual
asciende a $ 3.760 y " daño moral"e1 cual se fija en. la suma de $ 500
y" privación de uso que se establece en la cifra de $250. Las costas se
imponen a la demandada (art. 68 del CPCC). Se difiere la regulación
de los honorarios para su oportunidad legal (art. 51 de la ley 8904).
Regístrese, notifiquese y devuélvase.
FUENTE:
http://www.aracielamedina.com/archivos/sentencias/pdOOOl O
1.pdf .
Albadalejo, Manuel, Derecho Civil II, Derecho de las Obligaciones" Ed. J.
Bosch, Barcelona, 1Oma. ed, 1997, vol. 1ro
-
Halperín Morandi, Seguros, Depalma, 1983.
- Rossi, Jorge Oscar, "Responsabilidad Civil & Daños: segunda edición, año
2009, editorial D&D.
- Rossi, Jorge Oscar, "Por la tutela judicial efectiva para las victimas de
"pequeños daños: Revista Foro de Córdoba No 117, noviembre de 2007.
(http://www.eldial.com/suplementos/SegurosltcdNP.asp?id=3647&id~pu
blicar=5 11O&fecha-pu blicar=22105/2008&camara=Doctrina).