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MENSAGE DEL PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION ARGENTINA AL ABRIR LAS SESIONES DEL PRIMER CONGRESO LEGISLATIVO FEDERAL LEIDO EN LA SESION DE APERTURA, EL 22 DE OCTUBRE DE 1854 federacion con el mismo alborozo y jtibilo con que Fo me eongratulo por él. A’la manera que los espiritus despues del deseubrimiento de una gran verdad, los pueblos que han ganado un asiento anormal se sienten involantariamente dominados de plicido asom- eo dntes que puedan darse cuenta de los me- dios que han podido obrar para que sueedan Ia uz y el Grdon & ta confusion y 4 Ins pasadas Seiores Senadores y Diputados | Con él corazon henehido de nobles emociones yoeon Ia confianza que inspira una profunda conviceion, os anuneio que Ia Confederacion Argentina ha entrado por fin en el érden nor- mal del sistema representativo, por el juego franco y libre de sus propias institneiones. Las elecciones que se mandaron practicar en Mayo para instituir los enerpos colegisladores | del Congreso Federal, han traido de todas par- | #gitaciones. tes al seno de las Csimaras el mérito, el talento | Séame permitido més que & nadie embria- yel patriotismo, y lo que es mds satisfactorio | garme con avitler en Ia copa de este éxtasis ain, el espiritu de concordia y de tolerancia, | grandioso, por las reminiseeneias que despier- tan necesario para fortificar la union. ||ta, tanto como Ins esperanzas con que desiuin- El pais, alencargaros de sa mandato, ha| bra, y porque demordndome en él tendré opor- correspondido con serio propésito & In solemni- | tunidad de Henar grandes deberes. dad dela ovasion y d Ia altura de las necesida- | Si ninguno de os acontecimientos de nuestra des que debéis encarar, conocer y remediar. | historia nos habia educado para gozar de la ‘A a faz de estas eirounstancias y en presen | situacion que nos asombra, justo.es recordar las cia de las personas que tan altamente as con- | faltas que nos habian alejado de ella, haciéndo~ firman, etimpleme reconocer como la més rara j nos indignos de merecerla, Reprochémonos, felicidad de mi carrera pébliea, In de presidir | con inflexible rigor las crueles liviandades de hoy & Ia instalacion del primer Congreso Legis- | nuestra vida pasada. Y haciendo comparecer lativo de la Repiiblica Argentina, La grandeza | nuesixa imagen ante el severo juez de la propia de este acontecimiento, en que rivalizan ef | conciencia, “como aquellos reyes que, degra- interés y la novedad, ha de ser aplandida y ha dados por la mano de Ja muerte, vienen sin de ser saludada por Jas Provincias de lx Con- | corte ni otro séquito ante el tribunal de la his iv CONGRESO FEDERAL DEL PARANA toria & sufrir el juieio de todos los siglos”, que nmestra sentencia y condenacion sean inexora~ bles. Que esta severidad nos sirva de antidoto contra los sucesos felices, que nos persuadirian ficilmente que Is fortuna nos habia peronado sin mas ulterioridad. Recouozeamos aquellos errores, porque volverfamos & eaer en ellos olvidéndolos, y perdiéndotos de vista no podria ‘mos evitar sus mal disfrazadas conseenencias. Dar ejemplos y lecefoues 4 un pueblo es en- sefiar 4 todas las clases de él, una por una, lo que pueden esperar y temer, To que deben. hus- car y huir, segun demaestran las semejanzas de Jo pasado. Faltas, errores y erfmenes habian slejado al pueblo argentino de los confines de las socie- | dades civilizadas y eristianas. Este pueblo ge- neroso yvaliente, ilustrado por brillantes triun- fos, habia abandonado en extremo los consejos de la prudencia y de la razon, cuyas més nobles funciones se reducen 4enfrenar el orgullo de las naciones y de los hombres. Suprimid Ia razon, y quedaré aparente la demencia, que es In vanidad de su aspecto més ingenno, Inficionadas de esta debilidad, reprobiindolo todo, eonmoriéndolo y eambidndolo todo, sin quedar satisfechos de nada, nos hemos mostra- do incapaces de cualquier sujecion. Hemos acu- sado de insuficientes Ia ciencia antigua y los ejemplos modernos. ¥ eomo el pensamiento de Tahumanidad manifestado por el sentido co- mun, no reaponde 4 nuestras pasiones, no es difieil ni casual que haya entre los argentinos quienes pretendan inventar el pensamiento. Del mismo modo que, no eonviniendo las necesida~ des de Ia sociedad en que estamos colocados, con naestras preocupaciones, no es extraiio que haya entre nosotros pueblo algano que prefiera constituir Ia guerra en permanencia antes que ser el igual de sus iguales en los términos de una noble y gloriosa nacion. Mas debe estar sujeto & profundas perturba- ciones el pais en que hay tantos que bajo tales disposiciones deespirita se abrogan eon lijereza los atributos de Dios. El no ha deseendido sino una ver 4 latierra, para dejarnos Ia caridad, que nos hace soportables nuestras miserias, y para legarnos la fe y Ia resignacion, sin Ins cua~ les ni la antoridad, nila ley, nila obediencia son posibles, aunque estén autorizadas por la moral. Sin aceptar estas condiciones, Ialibertad de la moderna civilizacion, més que imposible, es ‘una quimera, Pero donde son tan frecuentes y tan graves los_trastornos, Ia vanidad debe ser una falta en el cardeter de tos habitantes. De- lante de ella, no solamenteln patria, el mundo sequiebra. Y no se destraye sino con In impfa presuneion de poder edificar arbitrariamente. Auimados al prineipiar Ia earrera por el alto y moral pensamniento de conguistar nuestra Independencia; embriagados de entusiasmo y de gloria, 6 inritados por los reveses ; evando 4 todas partes Ia misin revolucionaria, y ej ceutando siempre con vigor y denuedo la com- pulsion para hacerla aceptar—necesidades estas que alguna vez solicitan la buena fe y el érden del don dela autoridad—nos apartamos lenta, pero progresivamente, de las nociones de Ia justicia, condicion esencial de la paz entre los hombres y de la armonia de los pueblos. Desde Inego, babituados « individualizar In ley en naestras propias opiniones, y4 persona- lizar Ta autoridad en los conductores del dia, olvidamos el culto del derecho y nos acostum- bramos tambien 4 negar muestra sumision & Jo que no esti conforme con el juicio privado, asi como 4 no prestar obediencia sino & las perso- nas que por amor 6 miedo preferimos. Las fac~ ciones ensa torbellino, nutriendo al pueblo de sus propios defectos, aeabaron su educacion. La antoridad de su lado poco se cuids de consultar Is opinion de los que debian obede- | cerla en el interés permanente de In sociedad, ni procuré discernirla en sus constantes conatos | y clamoreo, ni quiso contraerse 4 leerla en Ia fisonomfa peculiar del territorio. La cuestion fué imnponerla, y la tenaz ocupacion resistirla. De aquf las pareialidades y banderfas, error & que esti may avezado ¥ propenso el pueblo argentino. Extraviados tambien abandonamos el senti- miento que fraterniza los individnos radiendos sobre un mismo suelo y que, hablando un mis- ‘mo idioma, viven y se alimentan del seno de una misma madre, Suprimiendo la fraternidad, que es el verdadero patriotismo, los masfuertes se apropiuron sin equidad todas las veutajas do a asociacion; y para justiticar las usuzpaciones del egoisino, distribuyeron el talento, el valor, | Jas prendas é inferioridad por grados y zonas MENSAGH DE APERTURA DE LAS SESIONES v geogréfieas, Entre razas superiores 6 inferiores | no hay sociedad. Nacieron de esta repugnante | situacion el despotisino de un Indo y el odio que |) lecontesta, entre pueblos destinados ser her- ‘manos. Bste es erimen argentino, Pero los pueblos que ast resisten & los desig | nios de la Providencia, serdn traidos fatalmente 4 sus destinos si antes no han perecido por el tormento de las revoluciones y de las reaceio- nes. No ests en Ia naturaleza de las cosas bu- | manas que el mul que corres y destruye se sostenga preponderante en un cuerpo politico || que tiene los necesarios elementos de vitalidad | para conservarse, Nuestra dolorosa carrera de cuarenta afios sefiala esta intensa Incha entye los dos opuestos elementos; Iucha 4 muerte que ha angustiado | y sacudido Ia tierra amedrentuda; Incha que se condensa en estas dos terribles palabras: tira- nfa y resistencia. Qué agonias y conflictos, qué desastves no hemos probado en los excesos de estos dos ter- riblesextremos? Por donde quiera los estragos y desolacion causados por las fucciones de mual- tiplicadas cabezas, pero sin corazon. En todas Jas localidades los partidos divinizando indivi- | duos y ofreciéndoles en holocausto crimenes sin reaty de responsabilidad personal. Siempre la guerra civil; la guerra civil devorando la ino- cencia; la guerra civil eastigando con mano vigorosa las generaciones corrompidas, parleras y provocativas. La guerra civil erénica distra- |) yendo del trabajo d Ins masas ignorantes, diez- | madas, embrutecidas y desmoralizadas por ella, | hasta el punto de despojarlas de aquel ‘nico patrimonio, de que son muy felices de poscer cuando Ia sociedad se lo asegura, Ia vida y el eonocimiento de Dios que se les did. Tirania de pueblos, de hombresy de muchedumbre. Ti- rania de fanatismo sin creencia. Tirania de Tibertades licenciosas. Tirania de difamacion. Todo hemos gustado en nuestro doloroso y| amargo aprendizaje. Por donde quiera, en el | suelo argentino se tropieza con las ruinas eau- sadas por la dislocacion y el despojo de las for tunas, con el esterminio de sus poseedores. El desérden estuyo en todas partes y legs hasta la extincion del derecho y basta el mis insolente desprecio de la conciencia por el que consiguié triunfur en Ia lucha eon més fortuna y por més largo tiempo de las resisten- cias, Nos preparaba de algun modo aquella situa- cion, reagravada por sa duracion, para el tran- quilo estado en que la ley, la religion, In paz y el trabajo nos han Yamado 4 emplear nuestros esfuerzos en su desarrollo, seguridad y conser~ vaeion? No, sefiores. Perdonadme que os haya vecordado nuestros muy conocidos y lamenta- bles antecedentes, y que os haya hecho de ellos una resefia vulgar. Perdonsdmelo, porque no es indtil ni vulgar que el jefe de una nacion concite al augusto cuerpo que Ia representa, humillarse delante dela Divina Provideneia, reconociendo los erro- | res y extravios dy que somos inmediatos suce- sores, Encorvemos nuestra inteligencia delante dela légiea admirable 6 inflexible de los acon tecimientos que ella sola preside y ontiende. Jams seré concedido al orgullo y dla igno- rancia del hombre comprender eénro obrando 6 suftiendo, contrariando 6 compelido, en una hora un pueblo puede ser esclavo y en Ia si- guiente libre y sefior. Perdonddmelo, sefiores, porque es eminente- mente edificante y moral que el jefe que ha sido Aécil instrumento en las manos de In. Providen- cia, y ha tenido durante su carrera de muchos afios, inflnencia en los destinos de esta nacion, y de cuyas vicisitudes en gran parte fué alguna ‘vez origen ¥ causa, invite al soberano cuerpo que Ia reprasenta para que, postrados en Ia presencia de la Eterna Sabiduria y con la intima conciencia de nuestra robusta, ingenua é in- experta nacionalidad, le pidamos que no nos permita olvidar jamés las faltas que con humil- dad revonocemos. Pagado este doble homenage al que se obe- deee recibiendo los beneficios que vienen de su libre bondad, confio 4 la historia el euidado de Jjstificar la suprema necesidad que me ha obli- gado 4 divulgar nuestras miserias. La posteri- dad sin estas ensefianzas no podria comprender los graves obstdeulos que han trabado el pro- greso de esta nacion en su euna, Y ereeerd su compasion 6 su esedindalo entendiondo que han nacido del de: niento de verdades y sen- timientos familiares y bien reeibidos entre los pueblos civilizados en la época en que vivimos. Si aquélla es la ‘nica stipliea que no sea per- sonoe VI CONGRESO FEDERAL DEL PARANA ritido enderezar al cielo en nuestra reverente | yjusta humillacion, los motivos de agradeei- | miento son tan inmensos y trascendentales, | como que derramados sobre nosotros aleanzaran | a hendecir 4 nuestros descendientesy sus futu- | ras generaciones. i ‘La Confederacion Argentina, por la serie ad- | mirable de acontecimientos que se ligan y se|, estrechan légicamente desde la reaceion pro- | nunciada el 1.° de Mayo de 1851, ha descendido | de la moutafia ardiente, cayas entrafias habian | hecho hervir por tantos afios sus tempestuosas pasiones, con las tablas de In Jey que fijan su |) destino. Esta ley es tan perfecta y comprensiva como era destituido de principios y buen sentido el estado anterior contra el cual realizan una com- | pleta reaccion. Por esta ley, Ia justioin se ha asegurado para | totos, y por ella la union queda vicewlada entre | el mendocino y el portefio, el jujetioy el patagon. | Por esta ley, el progreso se ha garantido para | todos, y asi como se ha hundido Martin Gar- | cia, desarrollindose su espiritu constantemen- | te, quedardn allanados los Andes del Oeste y | del Norte, para el cambio recfproco de Ia indus- tria y de las produeciones en Ios paises limi- | trofes. Por esta ley, In bandera gloriosade nuestros | padres, que tiene por divisa el blanco de las |) erestas de los Andes y el horizoute azul de los grandes rios, cubriré como un inmenso manto estrellado las catorce secciones que dividen el magnifico suelo argentino. Por esa ley, las montaiias argentiferas de nuere provincias se liquidardn, y deslizdndose aquel torrente metélico por las andaderas de hierro de sus caminos, Hegaré por naturales pendientes realizar al Plata su nombre ambi- einso y fatidico. | Por esta ley, las mil leguas cenagosas de las costas del Parané y Uraguay, se condenarin ajo el peso de las poblaciones, Tas cuales el | vapor, corriendo desde el gran estuario del Plata por las anchas arterias que io alimentan, Hevaré la vida y la volverd enriquecida y do- | blada. Por esta ley, cesar el divoreio saerflego de a cindad de Mayo con Ins provineius que ado- ran la Constitueion de Mayo. Por esta ley, las manos de Ia union sosten- drén ta Libertad, que ganaré robustez y firmeza por este amploxo fraternal. Por esta ley se ha formulado la Federacion, ‘como lo peitian las tendencias constantes y te- | naces del pueblo argentino, Por esta ley se han eonsagrado los prineipios qne la inteligencia y el esfuerzo del espirity humano han conquistado hasta nuestros dias, para servir Ja libertad, 4 la igualdad y é la felicidad del hombre coustituido en sociedad. Por esta ley, que ha hecho Iuzen el efos, 80 acabé la confusion y ln divagacion en el espiri- tu de los argentinos, enya religion politica en adelante es la Constitueion de Mayo. Por esta ley, ninguna queja legitima podrd producirse, porque el poder nose ha reserrado guna usnrpacion. Por estaley, la responsabilidad del poder est consagrada. Por esta ley, el origen popular del poder est determinado y formulado. Por esta ley, Ia participacion del pais en el gobierno se ha establecido. Por esta ley y los prineipios de régimen in- ternoy exteruo quesaneiona, Ia poblacion, sa educacion y su aumento por la afiuencia exte- rior, no serd malograda, retardada ni impedida por pretexto algano. La ejecucion de la Constituefon puede ser imperfeeta, pero ya es un paso muy avanzado y uma adquisicion admirable haberla recibido y jurado. Mucho bueno se puede augurar de un pueblo que ha hecho el objeto de su eulto Ia ley que contiene los prineipios, los hechos y las esperanzas que he disefiado. No nos alucinemos: ni el mando ni la obe- diencia pueden aleanzar en nuestro pais & una exacta regularided, porque asf como nuestros vieios son resabios del pasado, por Ja misma causa nuestras virtudes son sintomiticas ten- | dencias més bien que habitndes, que sélo po- remos adquirir de muchos affos de priictica feliz del 6rden legal estableeido por In Constitu- ion. En todas las extremidades que la Constitu- vion de Mayo quede permanente, Estrella polar | sorviné de guia los pilotos extraviados y de seguro rambo 4 Ja opinion pétblica, El buen sentido y Ia prudencia aconsejaréa MENSAGE DE APERTU: RA DE LAS SESIONES VIE ‘eon buen suceso easi siempre, pedir y tomar del tiempo ausilio contra las imperfeeciones de los hombres encargados del poder. Ellas por lo regular son el reflejo inevitable de Ins imperfec- ciones dela misma sociedad. ‘Para este mal es péligroso enalquier otro remedio qne no sea Ix prndencia paciente, que sabe esperar Ins mejo- ras que la edueacion, las eostambres y los inte- reses colocados bajo ciertas condiciones adquie- ren con lentitad, pero con seguridad. La Cons- titueion préctiea de una nacion es la obra de] ‘toda su vida politica. Humilde euadro en sus | arranques, recibir las eonstracciones y embe- Hecimientos que armonicen la habitacion con Ia sitaacion del propietario. Ingleses y ameri- canos de la Union, son el objeto de Ia emulacion | de los demés pneblos, porque habiendo fijado ciertos principios y formas, saben esperar el tributo de poder y riqueza con que cada gene- racion afirma sus institucioness saben que Ia fuerza de Ia inteligencia esté en su cjercicio regulary desembarazado que esas institueiones | protejen y feeundan, y no el repose holgazan. Por elcontrario, que las violontas urisis que | producen las revoluciones nadaacaban porque nada comienzan. Hiay otro sintoma deaito precio que no pue- | do dejar de mencionar y fortalecer. Los argen- | tinos, enyeltos en prolongadas turbaciones y | frecuentes tempestades, se han visto arrastra-| dos por diferentes caminos. No nombraré los partidos ni segairé el giro de las diversas fac- eiones que los han dividido, Pero lo que hace al caso decir es que cada fraccion ha trafdo su desgracia, cada partido su eatistrofe. Unos adhirieron 4 esta cause por eircunstancias, por opinion, por temor, por reconocimiento, por | amor al pais 6 por necesidad 5 y los otros 4 Ia | causa opnesta por los mismos ¢ idénticos moti- | vos. Ast las pasiones preoeupan los dnimos, Asi el supremo mal, que es el derramamiento de sangre en discordias eiviles, debe recono cerse por honor & la humanidad, que casi siem pre tiene Ingar con la intenefon de hacer el bien. g A quién culpar del desacierto? ¢ Quién tha mediado en este juego espantoso? gA quién proguntirselo? Cementerio tan vasto como los Ambitos de la Repiblica, gdénde esta ta vie~ toria? Muerte, ¢d6nde esté tu guadafia? Os acusan de indolentes porque dun restan algu- nos miembros mutilados y sangrientos de esta patria destrozada, La Constitueion, confirmando el programa de Mayo, quiere y prescribe Ia concordia y el olvido de To pasado, ¢Habré alguno que no sienta como nosotros, que tiene necesidad de olvido y de concordia? La reaceion de Mayo, distinta de las demés, ha traspasado con el harpon de su flecha la manzana eolocada sobre ana cabeza querida, sin herir el corazon del hijo, del hermano 6 del amigo. La fusion y el olvido es hoy In ley providen- cial que rige Ia concioncia de los argentinos, y sien algunas raras localidades se siente toda- via la necesiilad de aborrecer y de odiar, aquella mérbida reminisceneia que acusa la presencia y dun los dolores de un miembro separado ya. por Ia amputacion, La Confederacion Argentina ha orillado di- | chosamente sus desgracias, levanténdose de la | Giltima postracion con el espfritu y la voluntad indomable de presentarse delante del mando como tna nacion compacta y firmemente regu- Jarizada. Es ésta otra disposicion provideneial que | agradezeo expresamente 4 Ia bondad del cielo, Los que estén eneargados de afirmar la or- | gamzacion nacional por sus trabajos, no dehen perderla de vista. Semejante disposicion triun- funte de tantos reveses, noes un asunto instin- tivo, irreffexivo del pueblo, que se abandona delante de los primeros obsticulos ; no es un prop6sito ambicioso que se mueve contrariado por las diffeultades del momento. La nacioualidad argentina es un bien pre- eioso costosamente adquirido. Idea convertida en hecho glorioso, sentimiento sagrado de aquéllos que por los sacrificios que se le han ofrecido se convierten en fe; fe affrmada por el | martivio, por la sangre, por el fuego reeibido en Jos combates, y los espléndidos trianfos que los han coronado; fe que tiene un magnifico tem- plo, modestos altares, el inefenso purisimo de los votos de todos los argentinos y los eoros sublimes del ruido de Ins batallas y de la fama de sus infortunios, mayor que In de sus victo- Siel espfritn nacional necesitase demostrarse Dastaria sefialar el himno universal que han cantado todos los pueblos sla Constitucion y

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