¿Qué es?
Durante años se ha debatido sobre los criterios que deben regir la interpretación de los
resultados. Éstos hacen esencialmente referencia al análisis de las poblaciones microbianas en
función de los valores de la CMI (Concentración inhibidora mínima) de los antimicrobianos, su
relación con los mecanismos de resistencia, la Pk del antimicrobiano, en particular en el
compartimento sérico, y la correlación entre el valor de la CMI y el posible éxito o fracaso
terapéutico. Asimismo, diferentes grupos han utilizado distintas definiciones de las categorías
clínicas que aparecen en los informes de sensibilidad y no fue hasta hace pocos años en los
que la International Organization for Standardization redefinió estas categorías con el objetivo
de evitar la confusión existente hasta el momento, en particular con la categoría intermedia.
Éstas han quedado definidas en función de la probabilidad del éxito o del fracaso terapéutico
Los puntos de corte, bien en valores de halos de inhibición o de CMI, se utilizan para separar
estas categorías. Tanto el CLSI como el grupo EUCAST establecen en los Estados Unidos y en
Europa, respectivamente, estos puntos de corte y ambos comités tienen vocación
internacional.
Este hecho redunda en una mejor información para una correcta utilización dirigida y empírica
de los antimicrobianos, por lo que puede influir en un mejor control de la resistencia. Incluso
trasciende a un valor de microbiología de salud pública.