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Son muchos los dilemas éticos a los que diariamente se ve enfrentado el

profesional de enfermería que labora en cuidados intensivos. Dentro de estos


destacan las situaciones en las que debe decidir entre la vida y la muerte, los
que incluyen dilemas éticos como la eutanasia y el encarnizamiento terapéutico
sobre todo en casos especiales como el estado vegetativo o el paciente con
enfermedad en estado terminal. Sin embargo, se encontraron otros dilemas, que
no habían sido considerados por las autoras, como el decidir sobre el ingreso de
los pacientes a la unidad de cuidado intensivo, el secreto profesional y la
donación y el trasplante de órganos, entre otros.

Los dilemas éticos que se presentan con mayor frecuencia en los documentos
seleccionados son la eutanasia y el encarnizamiento terapéutico. Cabe anotar
que estos dilemas varían de acuerdo con la situación y con el profesional que
esté afrontando dicha situación. Es importante recordar que cada persona se
encuentra influenciada por diferentes culturas, sociedades y creencias. Por lo
tanto, lo que para mí puede ser un dilema para otro no lo es, por esto, si uno es
más frecuente que otro no quiere decir que sea más importante.

En cuanto a la toma de decisiones frente a estos dilemas éticos, es importante


resaltar que aunque se encuentran varias teorías o modelos para facilitar este
proceso, es importante que se realice un análisis de cada situación, pues en cada
una se encuentran implicadas personas y circunstancias diferentes.

Consideramos que cada profesional puede utilizar como guía cualquiera de los
modelos planteados en el marco teórico según lo considere pertinente, pero no
representan una regla, al igual que usar o no los principios como parámetros
para tomar una decisión. Lo importante es que el profesional de enfermería
plantee una posición clara frente a estos dilemas para que reflexione y se
cuestione frente a dichas situaciones.

Otro aspecto que se encontró durante el análisis de los documentos, es que el


profesional de enfermería desconoce los conceptos éticos, aspectos
deontológicos y legales, pero sobre todo se identificó que enfermería no se
cuestiona, y por lo tanto, no investiga ni escribe sobre estos temas, lo que
dificulta que se adopte una postura adecuada frente a situaciones que generan
conflictos éticos, delegando la decisión a los superiores, lo que impide una
adecuada reflexión y una función activa dentro del grupo interdisciplinario que
toma dichas decisiones.

En consecuencia, consideramos importante que el profesional de enfermería


cuente con bases éticas y legales que le permitan tomar una decisión adecuada
frente a estos dilemas éticos, y es aquí, donde las instituciones educativas
juegan un papel importante, incluyendo más horas dentro del currículo al área
de la ética y por supuesto brinden la oportunidad al profesional, opciones de
educación continuada de fácil acceso.

Además, incentivar en el profesional de enfermería el desarrollo de


investigaciones en esta área, pues se encontró un déficit importante de
documentos con temas como estos, debido a que la mayoría de documentos son
artículos de opinión y muy pocos son fuente de investigación, permitiendo así
que nuestro actuar no sea respaldado sólo por aspectos científicos y técnicos
sino morales y éticos.

RESUMEN

La Bioética ha surgido como un pujante movimiento de aplicación casi


universal en las Ciencias sobre todo en las Ciencias Médicas; si valoramos
que dentro de la Medicina los Cuidados Intensivos tienen un fundamental
papel en la atención al paciente grave, comprenderemos su importante
interrelación con la misma dado los complejos problemas éticos que se
suceden. Por ello hemos querido hacer una revisión de los aspectos bioéticos
más relevantes y un breve análisis de nuestra posición como intensivistas,
teniendo en cuenta de que estos aspectos no han sido discutidos en las
comisiones nacionales y pudiesen no existir criterios comunes. Al final lo que
pretendemos es sembrar la inquietud científica entre nosotros e incitarnos a la
discusión y posterior lineamiento de nuestra conducta.

La Ética Médica habrá de hacer lo posible por respetar en forma escrupulosa y


al mismo tiempo la autonomía, la beneficencia y la justicia. Trata la Bioética
de un movimiento, un trabajo interdisciplinario, un proceso creciente de
búsqueda de valores morales a favor de la salud y de la vida humana, de la
investigación en torno a la vida del hombre desde su concepción hasta su
muerte. Trata de vincular la Ética con la Biomedicina , trata de humanizar la
Medicina y defender los derechos del paciente4.
La Bioética demanda que la valoración estrictamente técnica de los “hechos”
científicos sea complementada con la estimación de los “valores”
acompañantes públicos e individuales (humanos, autonómicos, sociales, etc.)
o sea, que para el intensivista será la sustitución de la mentalidad tecnológica
de limitarse a optimizar cada parámetro tecnológico alterado por otra actitud
más racional dirigida al logro de los objetivos de la Federación Mundial de
Sociedades de Medicina Intensiva8:

• Mantener una vida de calidad.


• Aliviar el sufrimiento.
• Evitar riesgos al paciente.
• Restaurar la salud.
• Respetar los derechos de los pacientes.

Deontológicamente la Bioética se fundamenta en cuatro principios “prima


fascie” lo que significa que deben ser respetados cuando no existen conflictos
entre ellos:

• BENEFICIENCIA
• AUTONOMIA
• JUSTICIA
• NO MALEFICIENCIA

BENEFICENCIA
Tiene entre sus acepciones la realización activa del bien y la protección de los
intereses así como la no maleficencia. La beneficencia implica tres conceptos:
el de procurar los mejores intereses para el paciente como tal y como lo
entiende la Medicina , la definición del bien como abstracción y la advertencia
de prevenir el mal innecesario5. La ciencia sin conciencia puede ser quizás
más peligrosa que la conciencia sin ciencia. La posesión de las dos, sin duda,
hará del médico el profesional ideal, el verdadero médico virtuoso. El fin
moral último del principio de beneficencia será promocionar los mejores
intereses del paciente desde la perspectiva de la medicina. Esos intereses no
son otros que su vida, su salud y su felicidad. El beneficio positivo que el
médico está obligado a alcanzar es curar la enfermedad y evitar el daño
cuando haya esperanza razonable de recuperación. Al médico, en principio, le
está vedado hacer daño a no ser que éste sea la vía para llegar a la curación.
La beneficencia entonces supone la obligación de balancear el daño que se va
a infligir y los beneficios que se van a recibir. Es cumplir con el principio de
beneficencia a través del principio del doble efecto3.

AUTONOMÍA
Significa:
• Tener la libertad de elegir.
• Tener la capacidad de fijar una posición propia con respecto a determinado
hecho.
• Poder asumir la responsabilidad de sus propios actos.

Este principio ha sido generado en medios jurídicos e implica la capacidad de


comprender las situaciones propias y de perseguir objetivos personales sin
estar dominados por coacciones. A diferencia del modelo de beneficencia este
principio entiende los valores y creencias del paciente como la principal
consideración en la determinación de la responsabilidad del médico; y se
aplica a las responsabilidades del médico porque médicos y pacientes no son
iguales en cuanto a la posesión de información y capacidad de controlar
hechos y circunstancias. Este principio no es aplicable a todos los enfermos,
pues como ocurre en Terapia Intensiva , algunos pueden estar incapacitados o
incompetentes, en cuyo caso será representado por un tutor o familiar. Toda
persona competente es autónoma en sus decisiones5,8.

Para efecto de la toma de decisiones no todos los pacientes hacen uso de su


derecho de autonomía: unos por incapacidad absoluta (neonatos, ancianos
incompetentes mentalmente, pacientes en estado comatoso), otros por
incapacidad relativa (pacientes sin confianza en su propia determinación pese
a la información suministrada por su médico). Tanto en una como en otra
circunstancia la autonomía puede ser delegada en el médico: en la primera
situación por los familiares, en la segunda por el mismo paciente3.

JUSTICIA
Igualdad en las prestaciones asistenciales. En la UCI se traduce en que todos
los pacientes críticos deben tener iguales oportunidades, tratando de conseguir
el mejor resultado con el menor costo económico, humano y social8.

NO MALEFICENCIA
Sólo se debe tratar con aquello que este indicado y que proporcione un
beneficio científicamente probado. Los procedimientos diagnósticos y
terapéuticos respetarán en forma escrupulosa el equilibrio entre el riesgo y el
beneficio y no causarán daño físico ni psíquico8.

El análisis de estos principios a la luz de las normas que rigen nuestra


sociedad dan una idea de la magnitud de la base social de nuestro sistema, que
va dirigida a la defensa del principal tesoro del ser humano: la vida y la
dignidad plena del hombre.

Estos principios tienen dos niveles de jerarquización: Público (Justicia y No


Maleficencia) y Privado o Individual (Beneficencia y Autonomía) si existiera
conflictos entre ellos, los segundos serán de obligatorio cumplimiento,
siempre que no haya conflicto con los primeros8.
Qué es la Unidad de Cuidados
Intensivos?
La unidad de cuidados intensivos es un servicio sumamente especializado ya que los
pacientes que allí se atienden padecen enfermedades graves que deben atenderse con
capacidad y prontitud, así como con todo lo necesario para atender toda clase de
padecimientos.

La importancia de la terapia intensiva es central si tenemos en cuenta que este es el


espacio en el cual los enfermos o pacientes más delicados deben ser atendidos por
profesionales de la salud, de manera constante a fin de evitar cualquier tipo de sobresalto
o cambio abrupto en el estado de su salud. En ella, enfermeros están al permanente
cuidado de los pacientes y son constantes también las visitas de médicos y otros
profesionales.

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