DE LA
JUDICATURA
Seminario
“ Valoración de la Prueba II”
“Jurisdicción Civil”
Tabla de Contenidos
Seminario “Valoración de la Prueba II ” 2
Jurisdicción Civil
PRESENTACIÓN..................................................................................................................4
VALORACIÓN DE LA PRUEBA.........................................................................................6
LA PRUEBA .....................................................................................................................6
TIPOS DE PRUEBA.........................................................................................................8
OBJETIVO DE LA PRUEBA:......................................................................................11
LOS HECHOS.-..............................................................................................................31
EL PROCESO COMERCIAL.-....................................................................................32
LA PRUEBA TESTIFICAL...........................................................................................52
EL JURAMENTO...........................................................................................................56
Juramento decisorio .................................................................................................58
Juramento supletorio......................................................................................................60
Presentación
Para la especificación del tema y sobre todo para fijarnos objetivos precisos se
hicieron encuentros entre magistrados de las diferentes jurisdicciones y las
diferentes instancias, que participaron como Capacitadores de Valoración de la
Prueba I, de manera que nos permitieran saber cuáles son las dificultades que se
les presentan con mayor frecuencia en cuanto a la valoración, apreciación y
jerarquización de los diferentes medios de prueba, y cuáles dificultades fueron
planteadas por los participantes del mismo.
VALORACIÓN DE LA PRUEBA
LA PRUEBA
El vocablo pruebas es generalmente utilizado para designar los distintos medios
con los cuales se puede acreditar la existencia de un hecho, en el sentido lato de la
palabra, y enmarcando dentro de él los actos jurídicos.
Pero probar es algo más, implica una compleja actividad de los sujetos
encaminada a demostrar la existencia o las cualidades de una persona o una cosa,
y sobre todo, en el ámbito judicial, a convencer de estos hechos o actos alegados
a quien tiene la responsabilidad de juzgar su existencia o la pertinencia de lo
pedido.
Convicción no es sinónimo de verdad toda vez que ésta puede en muchos casos
ser inaccesible.
Y en esta búsqueda tanto la labor del Juez como la de las partes, necesariamente
se ha de verificar bajo la óptica de lo que nuestra constitución consagra como “El
Debido Proceso”. Es preciso, a toda costa, preservar “El Inviolable Derecho de
Defensa”, tanto a las personas en juicio como de los “derechos protegido”,
asegurando con ello la igualdad, la bilateralidad o contradicción y la congruencia
del proceso.
Así el principal deber del Juez es dar una sentencia justa o lo más justa posible, y
para ello tiene a su disposición todos los medios que el proceso judicial les brinda,
las partes tienen a su cargo aportar las pruebas, pero si el Juez no está
convencido de cómo ocurrieron los hechos controvertidos, el ordenamiento
procesal otorga una serie de instrumentos para que pueda cumplir con su deber
fundamental, si no los usa no podría dictar una sentencia justa.
Estas medidas, que de oficio puede ordenar el Juez, bien pueden ser llamadas
“medidas de esclarecimiento”, nunca de prueba, pues es importante reafirmar que
en principio la carga de la prueba está a cargo de las partes, nunca del juez.
Quien juzga tiene el derecho y el deber de estar claro sobre su misión y objetivo.
Si se le ha puesto la tarea de resolver un conflicto no se le puede impedir que
arbitre los medios a su alcance para determinar como sucedieron los hechos de
acuerdo a lo que él juzgue justo.
El mayor peligro que corre un Justiciable es que su juzgador no asuma o haga uso
de esta facultad, cuando la situación del litigio así lo exija. De aquí que el Juez ha
de estar muy claro para saber cuando ordenar esta medida de esclarecimiento.
Las partes siguen siendo dueña de los hechos, con el fardo de la prueba sobre sus
hombros, pero el Juez tiene derecho de comprobar o verificar esos hechos a fin de
que la verdad legal, que surge del expediente y la verdad real, que surge de los
hechos, sea una sola, y la misma quede plasmada en su decisión.
Para mantener la igualdad entre las partes, el Juez al ordenar las medidas de
instrucción que entienda sean necesarias para conformar su criterio, debe velar
por que éstas sean producidas respetando todas las formalidades legales, y bajo
el control de las partes, quienes podrán ejercer las facultades inherentes a cada
medio en particular, y hacer sus observaciones y reparos.
TIPOS DE PRUEBA
Pruebas preconstituidas.
Estas pruebas pueden ser preparadas con el fin inmediato de ser utilizadas en un
proceso determinado o bien, como decimos, como pura precaución.
Pero hay supuestos en que la parte interesada conduce al testigo a fin de que
tome conocimiento de un hecho, con el exclusivo propósito de que luego declare
en un juicio que se prevé inminente.
Por eso, es importante que el Juez al analizar este medio de prueba, lo haga
ejerciendo un papel crítico y bajo la óptica de la sana discriminación.
Esta prueba, que emana de una de las partes, la contratante, no debe ser
descartada a priori, pero si analizada y ponderada con mayor rigor que la del
testimonio.
Los Jueces deben ser más rigurosos en su análisis y ponderación, toda vez que se
trata de un testimonio interesado, proveniente de una persona que está o estuvo
unida a una de las partes por un vínculo contractual económico, y en su ánimo
prima un inminente interés económico, y no de información desinteresada.
Respecto a estos medios de prueba, hay que anotar algunos puntos esenciales, y
plantearse serios interrogantes en cuanto a su uso:
1. Para que puedan ser retenidas como válidas, deben haber sido obtenidas con el
consentimiento de la persona o personas, que en ellas aparecen, ya sea la voz
grabada, una foto en un lugar público, una fílmica, un video, etc.
ilicitud de las mismas, y en principio una vez establecida que las mismas son el
producto de un hecho ilícito, los Jueces están obligados a desecharlas, salvo el
caso de que la parte contra la cual se opone como medio de prueba, dé su
consentimiento o las reconozca como verídicas, y exprese que las mismas fueron
logradas con su consentimiento.
Medios De Comunicación:
En la actualidad es muy usual ver como los medios de comunicación masivos son
usados por las partes para llevar o montar allí juicios paralelos a los que cursan en
los tribunales.
Así los interesados tienden a pre construir la prueba o a neutralizarlas mediante los
llamados “operativos de prensa”.
La Prueba Pertinente.-
OBJETIVO DE LA PRUEBA:
El objeto de la prueba puede ser cualquier hecho cuya demostración tenga interés
para el proceso, pero no todos los hechos deben ser probados necesariamente,
por ejemplo los admitidos, los notorios, los evidentes, los normales, etc.
1.- Los hecho no afirmados , los cuales salvo cuando revistan una importancia tal
para la conformación de su convicción, no deben ser ponderados por el juez, o
cuando a pesar de su no alegación los mismos se presenten como un corolario de
los hechos afirmados por las partes, y en este caso si es imprescindible probarlos.
Veremos como también están exentos de pruebas los HECHOS NOTORIOS y LAS
PRESUNCIONES LEGALES, y el alcance de este principio.
Los hechos a ser probados son los pertinentes y articulados por las partes en los
escritos constitutivos del proceso o alegados como hechos nuevo, siempre que no
estén exentos de la prueba.
Hechos Pertinentes:
Los hechos a ser establecidos o probados por las partes con aquellos que hayan
sido articulados por las partes, vale decir introducidos al proceso oportunamente
por estas.
Mas cierto hechos, a pesar de haber sido presentados o esgrimidos por las partes,
o necesitan ser probados para que el Juez los considere en su sentencia.
Hechos Admitidos:
La admisión tácita, deriva del silencio de la parte contra quien se alega, de sus
respuestas evasivas o la negativa meramente general de los hechos expuestos por
la parte contraria.
Por ejemplo la presunción de que todo individuo con 18 años o más es mayor de
edad, la cual presume un hecho.
Las presunciones jure tantum, favorecen a aquel que está protegida por ella y
corresponde combatirla a quien niega el hecho por ella consagrado, tal es el caso
de la presunción de existencia del contrato de trabajo, por ejemplo.
a) Hechos Notorios.
Es necesario distinguir la afirmación del hecho notorio que está exenta de prueba,
de la necesidad de probar la notoriedad. En ocasiones la ley se refiere a la
notoriedad como presupuesto para hacer aplicar determinada norma jurídica tal
como sucede con el caso de la posesión de estado. En este supuesto lo notorio es
el hecho controvertido, y es, entonces objeto de prueba, por cuanto lo que se
discute es, justamente, su existencia o inexistencia.
Como hechos notorios podemos citar la fluctuación de la tasa del dólar frente al
peso, la división del tiempo, etc.
b) Hechos Evidentes,
Como ejemplo de hecho evidente podemos citar el fenómeno físico que la luz llega
primero que el sonido, o que la luz del día favorece más la visión humana que la
nocturna.
Al igual que los notorios los hechos evidentes no son sujetos de prueba ni
necesitan ser alegados.
c)Hechos Normales:
La alegación del hecho negativo , por el contrario, obliga a quien lo alega a hacer
la prueba de su afirmación o infirmación, mediante el establecimiento del hecho
positivo.
Por ejemplo, quien niega ser mayor de edad, debe establecer y probar
documentalmente su minoridad de edad.
Debe advertirse que también hay afirmaciones indefinidas que son imposibles de
probar, tal como la alegación de “ siempre he vivido en este pueblo.”
No puede negarle valor a un medio admitido y practicado por ley , las partes u
ordenada por él mismo de oficio, por considerarlo que no es idóneo.
Gráficamente las fases del proceso mental de valoración de las pruebas transita
por los siguientes estadios:
2) Representación o Construcción
3) Razonamiento:
El impacto Moral
que señala la misma ley, y a los que impone un correcto proceso racional, la
lógica, y el buen sentido común.
El juez debe tener en cuenta ante todo, que a diferencia de las partes y de sus
consejeros o abogados, que definen su papel o su rol en vista a los intereses que
representan, en aras de obtener una sentencia o decisión favorable, por el
contrario, su función es la de administrar justicia; mientras las partes litigan, el
tiene el poder de decir el derecho o poder jurisdiccional (juridictio), resolver el
proceso, dándole la solución, la cual, necesariamente deberá favorecer una de las
partes, pero que debe ser aquella, que conforme al derecho tiene la razón,
después de hacer un análisis racional de los alegatos, medios de hecho y de
derecho aun aportados por las partes, debe apartarse de todo subjetivismo, si
quiere que su sentencia sea objetiva e imparcial, es decir, justa, debe actuar con
imparcialidad subjetiva, es decir, que al tomar su decisión, o al hacer el análisis de
los elementos del proceso, necesariamente debe hacerlo excluyendo las
convicciones, inclinaciones y puntos de vistas personales, así como con
imparcialidad objetiva, excluyendo todo elemento o conocimiento obtenido fuera
del proceso, o extra procesal que pueda influenciar su decisión.
Asumir esa actitud significa para el juez, asumir como función determinante, la
forma, los criterios y los principios que debe observar como operador de la prueba,
así él debe tener en cuenta qué, no es solo el juez de la causa, sino que es
también juez de la prueba, a nuestro entender, los siguientes son los criterios o
principios que el juez debe tomar en cuenta para desempeñar correctamente su
rol. La función, rol o papel del juez como operador de la prueba es doble, él
puede en un proceso ser un administrador de la prueba, y en todo proceso es el
que juzga y valora la prueba, y teniendo en cuenta esa doble función, entran en
b) El sistema o régimen de la prueba dentro del cual opera, el juez tiene que
tener plena conciencia de si al actuar como operador de la prueba, en el
proceso en cuestión, se aplica o rige, el sistema de la legalidad de la
prueba, o si al contrario, rige el sistema moral o de la libertad de la prueba.
La axiología y la prueba.-
Esta escala de valores en la que se mueve el operador del sistema con relación a
la confiabilidad, significación, validez y oportunidad de las pruebas, todas en
función de su utilidad, no solo debe ser tomada en cuenta con relación a los
medios de administrar y aportar la prueba, sino también en relación de hechos a
probar a través de esos medios, así la fiabilidad, el significado, la validez, sobre
todo racional de un hecho, y su oportunidad son los que definen el valor
probatorio de esos hechos, de modo que, no son iguales los hechos alegados a los
hechos probados, los hechos notorios respecto a los que no lo son, y los hechos no
controvertidos, frente a hechos controvertidos, como tampoco es igual el escrito
como medio de prueba frente a los demás medios de aportar la prueba.
A diferencia del papel del juez como administrador de la prueba, que rigen los
mismos principios, tanto en los asuntos civiles, como en los asuntos comerciales,
son diferentes en una y otra materia, los principios que regulan su función como
valorador de la misma, por eso, al analizar el papel del juez, como juez de la
prueba, debemos hacerlo por separado, y distinguir entre el proceso de carácter
civil, y dentro de éste, entre los actos jurídicos y los hechos materiales, y el
proceso comercial.
El Proceso Civil.-
Ese carácter acusatorio y privatista por un lado, del proceso civil, limita el poder de
iniciativa, impulsión o disposición del proceso de parte del juez, es facultad ante
todo de las partes, y por otro lado, el predominio del sistema de la legalidad de las
pruebas, reduce la posibilidad y el poder personal del juez en cuanto a la
valoración de los medios de prueba, que es determinada por la ley de antemano,
todo lo relativo al valor, a la eficacia, la credibilidad y la fuerza probatoria; es ante
todo legal, el juez está sometido a la voluntad de la ley, salvo en los casos en que
se aplica la libertad de prueba, en que esos elementos axiológicos, de modo
discrecional y obrando con criterio racional, lo determina él, tomando en cuenta de
modo intrínseco, el medio probatorio para establecer el valor, la credibilidad y la
fuerza probatoria del mismo.
convicción, sino que ese medio además de estar previsto, reúna los requisitos
establecidos por la ley de suerte que para admitirlo, lo hará, conforme a la escala
de valores establecida por la ley, y en ese sentido apreciara su valor probatorio, su
credibilidad, su eficacia, jerarquía, significado y oportunidad; y siempre conforme a
esa axiología legal, y lo apreciara, tomando en cuenta aún, frente a quien se
invoca, si es entre las partes, o si es frente a terceros.
c) Las copias.-
Las copias, son aquellos títulos o documentos que reproducen fiel y textualmente
un acto conforme y de acuerdo al original, incluso las fotocopias, las cuales solo
hacen fe cuando existe el original, el cual es el único que hace prueba fehaciente
(art. 1334, Cód. Civil), de ahí las disposiciones del texto de que siempre se puede
exigir la presentación del original. Si analizamos los textos legales (arts. 1334,
1335 y 1336), las copias, siempre que exista el original, solo son un principio de
prueba por escrito, y con respecto a las fotocopias, las mismas están en principio
desprovistas de fuerza probatoria (Cas., Enero 14, 1998. B. J. 1048. Págs.
118-120) y en ese sentido son solo un principio de prueba, por eso, para admitir
las copias y fotocopias como medios de prueba, las mismas deben ser verificadas
conforme a sus originales, o corroboradas y completadas por otros medios de
prueba válidos y regularmente admitidos (Cas., Enero 28, 1988. B. J. 1046. Pág.
346).
b) Fuera de las hipótesis anteriores, cuando son antiguas, lo que significa que
deben tener treinta años o más, siempre que hayan sido sacadas de las
minutas por el mismo notario actuante o sucesores de éste, o por un oficial
público depositario de éstas.
El acto auténtico hasta que no sea declarado falso, por medio de una acción a esos
fines, y el acto bajo firma privada hasta que no sea desechado, tienen valor y
fuerza probante absoluta (art. 1319, 1320 y 1322, Cód. Civil) entre las partes, y
frente a terceros, a condición de tener fecha cierta ( art. 1328, Cód. Civil); frente
Los otros medios señalados, como las presunciones simples (juri tantum),
presunciones del hombre, la confesión extrajudicial, el juramento supletorio, el
peritaje y la visita a los lugares, tienen como punto de referencia el testimonio y
son admisibles como medios de prueba con relación a los actos jurídicos, en la
medida que es admisible el testimonio, y su resultado en cuanto a su valor
probatorio, es hasta prueba en contrario, abandonada a la apreciación soberana
del juez y a su prudencia; la cuestión del valor probatorio de algunos de estos
medios, como el testimonio, la confesión extrajudicial, las mismas presunciones
simples y del hombre aún el juramento supletorio, es su debilidad y su dudoso
grado de credibilidad, con excepción del peritaje en la actualidad, que dado el
grado de desarrollo alcanzado por las ciencias y la técnica, sus resultados son
ciertos en un alto porcentaje, haciendo ilusorio el principio de que "el juez es
perito de perito", y en menor grado la visita a los lugares, por ser un medio de
prueba que el juez percibe directamente y personalmente. Estos medios de
prueba están al mismo nivel en la jerarquía de valoración, y el juez, ante uno o
varios de ellos optará por aquel que por su credibilidad, significado, validez y
oportunidad da la mejor solución al asunto.
1046, Pág. 118-120), más fieles a su original que las copias ordinarias, por lo
que se trata de medios de pruebas que deben ser ubicados dentro de los medios
de prueba documental en general, y en principio aplicable a los mismos,
haciendo las adecuaciones necesarias, las reglas de dicha prueba (Arts. 1316 y
siguientes, Cód. Civil), ya que el juez no puede descartarlos como tales, por el
único hecho de que no están previstos por la ley, debemos recordar a
propósito de los mismos, las disposiciones del artículo 4 del Código Civil.
Con respecto a los demás medios electrónicos, hay que admitir por identidad de
razones, la misma solución admitida por la jurisprudencia en relación a la
fotostática, en principio carecen de valor probatorio, salvo admitirlos como
principio de prueba, en las mismas condiciones que las fotocopias, solución
que confirma la doctrina citada, así como la jurisprudencia francesa al decidir a
propósito de un video por la posibilidad del montaje y del truco, "que no
presenta garantías suficientes de autenticidad, imparcialidad y de sinceridad
para que pueda ser considerado como prueba de las faltas invocadas" (Aix, 18ª,
Cam. Enero 3, 1994, JPC. ed. II. 22514)
En cuanto a la facultad del operador para valorar o apreciar las fotocopias y los
medios electrónicos, recurrirá a la axiología racional, obrando conforme a la
escala valorativa deducida del medio mismo, actuando conforme a su convicción,
tiene la libertad de valorar el medio aportado y en ese sentido admitirlo o
rechazarlo, este medio de prueba no es incontestable "está sometido a la
regla de la libre apreciación por el juez, que es libre de considerarlo como fiable o
no" (2).
Otro aspecto desfavorable con respecto a los medios electrónicos de prueba está
en la licitud de ellos, en la medida que los mismos se pueden prestar para la
violación de derechos reconocidos por la Constitución de la República, y tratados
internacionales de los que la República Dominicana es parte vinculante, como el
derecho a la inviolabilidad de la correspondencia y a la privacidad personal y
familiar, como lo establecen la Constitución de la República (art. 8, párrafo 9), la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 12), el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (art. 17), y la Convención Interamericana de Derechos
Humanos (art. 11.2), instrumentos jurídicos vigentes y aplicables entre nosotros,
de acuerdo a la Constitución Dominicana (arts. 3 y 10).
LOS HECHOS.-
Cuando hablamos de cuestiones de hecho, nos referimos necesariamente a un
hecho jurídico, es decir el hecho material del que se derivan consecuencias
jurídicas. En el proceso civil, en cuanto a la prueba de los hechos no rige el
sistema de la legalidad probatoria, sino el de la libertad de prueba, y en
consecuencia, no se aplica, y en lo que a la prueba de los hechos se refiere, el
axiologismo legal, se aplica la axiología racional y conforme a su íntima convicción,
el juez aprecia soberanamente el medio de prueba aportado, le otorga su nivel o
jerarquía, conforme a la escala valorativa racional, no tiene que establecer grado
alguno de jerarquía, validez y eficacia probatoria entre prueba escrita y los otros
medios, como tampoco va a distinguir dentro de la prueba escrita, entre
documentos auténticos, privados y otros, él va a tomar en cuenta conforme a su
criterio valorativo, entre los diferentes medios de prueba aportados, cual de entre
ellos, por su credibilidad, significación, validez y oportunidad, es el más útil, para
dar la solución correcta al proceso; por ejemplo, el puede en un momento dado
incluso, retener un testimonio y excluir un acto auténtico, aunque de hecho,
preferirá el acto auténtico o la prueba escrita, o los medios de prueba, conforme y
aplicando el mismo régimen del axiologismo legal, pero no ya obrando por un
criterio legalista que se le impone, sino conforme a su criterio íntimo, soberano y
libre, conforme a la razón.
EL PROCESO COMERCIAL.-
Carácter y naturaleza:
c) Los libros que la ley exige con carácter obligatorio, que deben llevar los
comerciantes, en los cuales deben registrar todas las operaciones o
negocios que realizan, y que pueden ser presentados para buscar en ellos la
prueba en caso de litigio.
a) Sin que sea descartado como medio de prueba, y en caso de existir, nada
impide que sea preferido a otros; pero no es necesario el escrito aún
cuando el negocio sobrepase el valor de treinta (RD$30.00) pesos, exigidos
en los negocios civiles (Art. 1341, Código Civil).
Excepciones:
escala de valores racionalmente establecida a partir del medio mismo, sin atender
al valor que le pueda atribuir la ley, y sin distinguir entre actos jurídicos y hechos
jurídicos.
Debemos hacer notar, que el hecho de que no se aplica el sistema de las pruebas
propio de Derecho Civil (arts. 1315 y siguiente, Código Civil), en el Derecho
Comercial, esto no implica necesariamente su exclusión en su aplicación; pero sin
imponérsele al operador al margen de su convicción.
Hemos visto y estudiado el papel del juez como jugador o valorador de la prueba,
pero hemos señalado anteriormente que como operador de la misma, él puede ser
también administrador de la prueba; el carácter privatista y acusatorio, o el
carácter publicista e inquisitorio, según el caso, es determinante en el papel del
juez como administrador de la prueba. En un sistema procesal privatista y
acusatorio, siendo el poder de impulsión y disposición procesal, un derecho ante
todo de las partes, se dice entonces que el juez no tiene o casi no tiene, facultad
de impulsar el proceso, salvo en los casos que la ley lo permite, por el contrario,
en un sistema publicista e inquisitorio, el juez tiene igual poder y facultad que las
partes para impulsar el proceso, consecuencia que se refleja, en lo que a la prueba
se refiere, en determinar la facultad o poder del juez, para ordenar de oficio las
medidas que permitan aportar la misma.
En segundo lugar, además de resultar esa facultad del juez, de la disposición del
texto constitucional, también se la otorga el artículo 4 del Código Civil, cuando
dispone que "El juez que rehusare juzgar pretextando silencio, oscuridad o
insuficiencia de la ley, podrá ser perseguido como culpable de denegación de
justicia"; el poder del juez de ordenar de oficio la medida tendiente a aportar la
prueba, tiene sus límites; él no puede hacerlo más allá de lo que las partes alegan
(secundum allegata), ni más allá de lo que parte prueban o pretenden probar
(secundum probata); pero entonces ¿cuándo las partes no aportan la prueba o la
aportan de modo imperfecto de modo que no dan luz al juez para fallar, qué debe
hacer el juez? ¿Sobreseer el asunto de modo indefinido y no fallarlo porque no se
ha suministrado la prueba? La respuesta, la contiene el artículo 4 del Código Civil,
el cual obliga al juez, de modo imperativo, bajo pena de ser perseguido como
culpable de denegación de justicia, a fallar las causas que les son sometidas, no
pudiendo incluso excusarse bajo el pretexto de oscuridad, insuficiencia y
ambigüedad de la ley, y le otorga un poder de iniciativa tan amplio, que incluso le
obliga a crear la norma cuando esta no existe.
De las disposiciones combinadas del texto constitucional y del Código Civil, hay
que concluir que el juez puede y debe, en todos los casos y cuando sea necesario,
Por aplicación de la regla del debido proceso del ley, el juez solo debe retener para
su valoración, aquellos medios de prueba que le han sido suministrados o que él
ha obtenido, o que él mismo, y dentro de los límites señalados, ha aportado de
oficio; pero siempre manteniéndose dentro del debate contradictorio del proceso y
conforme a los procedimientos establecidos, de ahí que no se puede tomar en
cuenta aquellos hechos o elementos de prueba de los cuales el juez tiene, como se
dice de un modo incorrecto, conocimiento personal, pues todo conocimiento por
naturaleza y esencia es personal, esto es, aquellos elementos que han llegado a su
conocimiento de modo extra procesal o extrajudicial. Por otra parte y por
aplicación del mismo principio del debido proceso (Art. 8, párrafo 2, literal J de la
Constitución), el juez solo puede valorar y retener aquellos elementos de prueba
que las partes han sido puestas en condiciones de contradecir su administración y
verificar su resultado, es el principio de la contradicción del proceso; por último, y
por aplicación del principio de juricidad de la prueba, debe tratarse de elementos
probatorios válidos y admitidos en el ordenamiento, y de pruebas lícitas, obtenidas
no de modo ilícito, como cuando se obtiene por constreñimiento, violencia o dolo,
o cuando se trata de medios de pruebas prohibidos por la Constitución o las leyes,
o de modo general, contrarios al orden público.
La prueba se define en sentido general como aquella actividad que desarrollan las
partes con el tribunal para adquirir el convencimiento de la verdad o certeza de un
hecho o afirmación fáctica.-
la filiación de las personas; prueba biológica que ha sido instaurada por algunas
legislaciones extranjeras como la Argentina y aceptada por nuestros tribunales.-
Queremos destacar que los diversos medios de prueba científicos que trataremos
no constituyen la universidad de los mismos sino simplemente enunciaciones en
virtud del vasto campo científico que cada día se va desarrollando a medida que
avanzan los cambios en ese aspectos a los cuales se tiene que ir adaptando el
derecho como ciencia social que es para lograr administrar una justicia más idónea
y adecuada através del conocimiento científico y técnico.-
Entre los diversos medios de prueba científicos abordaremos los más usuales
aplicados en el ámbito civil como son la prueba biológica en caso de filiación,
Documentoscopía o Documentología, Evaluación Psicológicas, Evaluación
Siquiatrica, Tasación, Laboratorio de Patología Forense y certificado médico legal..-
Existen dos (2) tipos de pruebas biológicas que realizan los laboratorios clínicos
para determinar la filiación que son las siguientes:
Este análisis es de gran utilidad como medio de prueba tanto en el fuero civil como
en el penal, así para determinar la paternidad o maternidad el análisis del ADN
confirma o descarta el vínculo de filiación, en un 99.999% en forma absoluta,
pudiendo realizarse aún cuando el supuesto progenitor ha fallecido.-
Documentoscopia O Documentología
Dictamen Siquiátrico
Dictamen Psicológicos
Tasación
Diversas normas legales requieren esta prueba como medio forzoso para
acreditar determinados hechos. Dentro del Código Civil mencionamos los artículos
824, 825 (tasación de inmuebles o muebles de una sucesión), 1678 ( Rescisión por
lesión de una compraventa), 1747 (indemnización de arrendatario en caso de
venta que pueda expulsarlo) 1817 (indemnización en caso de Rescisión de un
contrato de aparcería) 1851 (aportes entre socios), así como los artículos 956
(venta de inmuebles pertenecientes a menor) y 971 (partición y licitación de una
sucesión) del Código de Procedimiento Civil.-
Los médicos legista de acuerdo a lo que el artículo 111 de la ley número 821
de Organización Judicial modificado por la ley número 46 del 19 de Julio de 1963,
establece que los médicos legista están obligados a dar a las autoridades judiciales
informes facultativos que les pidan en caso de investigación judicial, asi como
acudir al llamamiento de la policía judicial para la comprobaciones o la asistencia
Esto nos lleva a un momento decisivo en que la parte que pretenda hacer
valer sus alegados derechos, a propósito de determinada transacción cursada
electrónicamente, tendrá que probar la existencia de la misma o su temperamento,
ya que su pretensión no sólo deberá ser alegada, sino también demostrada ante el
Juez o el árbitro, de conformidad con los principios y normas del derecho
probatorio. La conducta que una persona debe desenvolver a fin de obtener la
tutela jurisdiccional, no sólo está constituida por la formulación de sus aserciones,
más aún por la prueba de sus alegatos. No basta simplemente con sostener la
existencia del hecho o argüir las normas de derecho que lo regulen, siendo
indispensable también que el litigante forme el convencimiento del tribunal a
través de la acción probatoria. Y es que en la dinámica procesal la actividad
alegatoria y la probatoria son absolutamente complementarias.
*
CAROCA PEREZ, Alex; “GARANTIA CONSTITUCIONAL DE LA DEFENSA PROCESAL”;
J.M. Bosch Editor, Pág.294
De manera que hasta la fecha, los escritos en papel han sido considerados
como la prueba más confiable, y precisamente por ello no es difícil asumir los
problemas jurídicos que se suscitan de cara al intercambio electrónico cada vez
más recurrente por red internacional de la internet.
En todo caso, la red no pone ninguna traba como para que el interesado
requiera a su contraparte el envío de una factura en físico. Pero supongamos por
*
Con el nombre de “medios atípicos o innominados” suelen ser identificados todos aquellos medios de
prueba que no han sido expresamente previstos ni sancionados por el legislador.
Por último, no queremos dejar de apuntar que uno de los medios más
eficaces para comprobar que el documento impreso es una reproducción fiel de la
versión original que circula en el cyberespacio, son los sistemas de
almacenamiento de datos codificados en un medio de “back-up” confiable de una
computadora, como lo es un disco óptico. Ello, además de hacer posible la
obtención de pruebas con vistas a un eventual litigio, servirá para acreditar la
autenticidad del mensaje, ya que no podrá ser alterado o modificado una vez que
sea guardado en el disco óptico.
El juez siempre es libre para apreciar la sinceridad del testimonio, toda vez que se
le considera un mecanismo de prueba que no lo liga ni lo compromete por ser
imperfecto, más aún cuando siempre habrá de correrse el riesgo de que la
deposición no sea todo lo imparcial y objetiva que se deseara.
Admisibilidad y oportunidad
El juez no estará nunca obligado a ordenar la prueba por testigos, si ello le parece
inútil y puede disponerla de oficio con respecto a aquellos hechos que pudieran
parecerles concluyentes, salvo prohibición legal expresa.
La prueba testimonial no se recibe nunca para probar los actos solemnes, como las
donaciones y los testamentos. La regla que prohíbe la prueba de un interés que
exceda de RD$30.00, no se aplica sino a las partes entre sí; no es oponible a los
terceros, quienes, no siendo partes en la convención, no han podido procurarse
una prueba pre-constituida; un acreedor inscrito, por ejemplo, podrá probar por
testigos que una deuda de su deudor, garantizada por una hipoteca anterior a la
suya, ha sido extinguida por un pago.
Por último cabe acotar, que la regla de principio es la de que todo mundo puede
ser oído en calidad de testigo, sin distingo por razones de sexo, religión o
nacionalidad. La regla sufre excepción si el testigo estuviera afectado por alguna
incapacidad, como por ejemplo los menores de edad y los enajenados. En cuanto a
las tachas, prácticamente han desaparecido, subsistiendo tan solo la prohibición
que existe para que depongan los hijos de los esposos con motivo del
conocimiento de la demanda de divorcio.
CONFESIÓN Y JURAMENTO.
Generalidades
Estas pruebas descasan en una actitud muy personal de las partes en el proceso.
La Confesión Definición.
Generalidades
También, podemos afirmar que la confesión es una declaración por la cual una
persona reconoce por verdad, y como debiendo ser tenido por averiguado a su
respecto, un hecho de naturaleza a producir contra ella consecuencias jurídicas.
Las confesiones como prueba sólo pueden versar sobre cuestiones de hecho, no
de derecho.
Confesión extrajudicial
Es la que tiene lugar fuera de la justicia; puede ser verbal, escrita, expresa o
tácita.
Debe recaer sobre una materia que no sea contraria a la ley. Debe ser hecha por
una persona capaz de obligarse.
Confesión judicial
De conformidad con la parte in origen del artículo 1356 del Código Civil, la
confesión judicial es la declaración que hace en justicia la parte, o su apoderado,
con poder especial.
La confesión judicial, no puede ser hecha sino, por quien tenga capacidad para
disponer del objeto litigioso.
La fuerza probante de la confesión está prescrita por el artículo 1356 del Código
Civil, en el sentido de que hace fe contra aquel que la ha prestado.
Son dos las restricciones que el artículo 1356 del Código Civil dispone en materia
de confesión: la irrevocabilidad y la indivisibilidad. La irrevocabilidad implica que la
confesión no puede revocarse por error de derecho. Esto se justifica, nadie puede
ignorar la ley. Sin embargo, la parte que prestó la confesión puede revocarla
cuando se trate de un error de hecho.
EL JURAMENTO.
La mayoría de los tratadistas, están de acuerdo en definir el juramento, como la
afirmación solemne que una persona hacer acerca de la verdad de un hecho o de
la seguridad de una promesa.
En el juramento, se toma a Dios como testigo de lo que origina, por lo que tiene
marcado sentido religioso, pero también tiene consecuencias en el plano civil, ya
que, se utiliza como medio de prueba y también en lo penal, porque falsamente
prestado de origen a la puesta en movimiento de la acción pública.
Tipos de Juramento
Juramento decisorio
Hay que tener claro, que el juramento decisorio no procede cuando se trata de
deudas eventuales, sino, que es procedente cuando se trata de deudas
establecidas.
En materia civil no hay fórmula determinada para prestar el juramento, por lo que
parece suficiente que se exprese: "yo juro", desde luego, la mano derecha debe
estar levantada.
En toda sentencia que se ordena el juramento, se enunciarán los hechos sobre los
cuales debe ser recibido.
La doctrina está de acuerdo, que una persona muda preste juramento por escrito y
que si una persona no sabe el idioma del país, lo puede hacer por medio de
intérpretes.
El artículo 121 del Código de Procedimiento Civil, establece: "El juramento se hará
por la parte personalmente, y en la audiencia. En el caso de impedimento
legítimo, debidamente justificado, el juramento podrá recibirse ante el juez que el
tribunal comisione, el que se trasladará la morada de la parte, con asistencia del
secretario. Si la parte a la cual se ha deferido el juramento, reside en otro distrito,
el tribunal podrá ordenar que lo preste ante el tribunal del lugar de su residencia.
El juramento decisorio debe deferirse en audiencia especial fijada para ello, a fin
de que la parte a quien se deferió pueda optar entre prestarlo o deferido a la parte
contraria para que sea esa otra parte la que decida el litigio. En la audiencia el juez
puede deferir el juramento como simple portavoz de la parte solicitante. B.J 727.
1902.
Los jueces aprecian los términos en los cuales el juramento decisorio es deferido y
pueden descartar todo cuanto haya sido redactado en forma capciosa para
engañar al adversario.
El efecto normal del juramento es terminar el litigio y esta facultad está abierta a
la parte, no al juez.
Juramento supletorio
Es aquel que es deferido de oficio por el juez a cualquiera de las partes,
conforme lo establece el artículo 1357, párrafo II. Esto supone que el juez quiere
completar su investigación, porque las pruebas aportadas por las partes no le
parecen convincentes. El juez puede de oficio invitar a uno u otro de los litigantes
a prestar juramento sobre tal o cual hecho del proceso. Es evidente que se trata
de un complemento de prueba.
Condiciones
Fuera de éstos dos casos, debe el juez pura y simplemente admitir o desechar la
demanda. Todo ello en virtud de lo que dispone el artículo 1367 del Código Civil.
Estas dos condiciones son exigidas cualquiera que ser la naturaleza de la alegación
cuya veracidad deba establecerse.
Cómo es Ordenado
En toda sentencia que ordene un juramento se enunciarán los hechos sobre los
cuales debe ser recibido.
2-) El juramento supletorio puede deferirse a una parte sobre hechos que no le
son personales.
3-) El juramento supletorio deferido a una parte, no puede ser referido por ella a la
otra.
5-) El juez que ha ordenado la prestación del juramento supletorio siempre puede,
según las circunstancias, y antes de la prestación, referir la sentencia interlocutoria
que lo ha deferido a uno de los litigantes.
7-) El juramento supletorio no liga a las partes. Este juramento, como elemento de
prueba, puede ser combatido por cualquier medio.
"El juramento sobre el valor de la cosa demandada, no puede deferirse por el juez
al demandante, sino cuando es imposible por otro medio demostrar este valor.
Debe también el juez, en este caso, determinar la suma hasta cuyo importe deberá
creerse el demandante bajo juramento".
En el acto público hay que distinguir los hechos que el oficial público comprueba
por sí mismo, de los que relata según las declaraciones de las partes. Los
primeros, realizados en su presencia, hacen fe hasta la prueba de la falsedad; los
segundos, en cambio, la hacen hasta simple prueba en contrario.
Para que la fuerza probante de un acto les sea oponible a los terceros en cuanto a
la fecha, ha de estar transcrito, según la Ley de Transcripciones de 1890, si se
trata de transferencia de derechos inmobiliarios, o registrado, en materia
mobiliaria, de acuerdo con el Art.1328 del Cód. Civil, en la Conservaduría de
Hipotecas y Dirección del Registro Civil correspondiente.
Los contra-escritos no pueden surtir efecto sino entre las partes contratantes. No
tienen validez contra los terceros.
Todos los escritos que no tienen el carácter de auténticos, son actos bajo firma
privada. Por tanto, comprenden los que no son verdaderamente actos, ni están
firmados. No es necesario que en ellos figuren testigos, pero es recomendable, ya
que en caso de verificación de escritura su declaración podría ser útil.
El acto bajo firma privada puede ser escrito por otra persona que la parte, excepto
cuando se trata de un testamento ológrafo, el cual conforme a su naturaleza
intrínseca, debe ser escrito, fechado y firmado por la propia mano de quien lo
otorga, a pena de nulidad.
El acto bajo firma privada puede pergeñarse llenando los espacios en blanco de un
formulario. Y puede ser escrito con lápiz en vez de tinta, solo que con esta ofrece
mayor seguridad; en cualquier idioma, siempre que para hacerlo valer por ante
nuestros tribunales, se le haya traducido a nuestra lengua vernácula por intérprete
judicial autorizado.
La firma en los actos de este tipo, es necesaria, pero puede ser estampada por
otro, si se prueba que dio mandato para ello la persona a quien se opone,
especialmente en materia comercial. Puede ser firmado en momentos y lugares
distintos de los que se emplearon par hacer el acuerdo; si unas partes firman y
otras no, el acto es totalmente nulo, a menos que los jueces aprecien
soberanamente que es susceptible de ejecución parcial, por ejemplo, cuando dos
personas son copropietarias de un inmueble y en su venta una firma y la otra no,
la enajenación es oponible a la persona que hubiera firmado.
En las convenciones sinalagmáticas, esto es, aquellas en las que hay obligaciones
recíprocas, se deben hacer tantos originales como partes haya con intereses
contrarios, y mencionar esta circunstancia en cada original. Así lo manda en Art.
1325 del Código Civil. El acto bajo firma privada que no está redactado en tantos
originales como partes con intereses contrarios haya, es nulo; pero la convención
que encierra puede ser probada por todos los medios de prueba, ya que al acto se
le considera como un comienzo de prueba por escrito, que satisface lo prescrito en
el Art.1347 del Cód. Civil.
Para que sea válido el acto bajo firma privada en que se recoge una convención
unilateral, un pagaré, por ejemplo, debe hacerse preceder la firma de un
manuscrito de aprobación con todas sus letras, de la suma por la cual se obliga, si
la obligación es de pagar una cantidad de dinero, o valuable en dinero. El “bueno y
válido o aprobado por”, que son las palabras utilizadas frecuentemente, puede ser
reemplazado por otras equivalentes. El Art.1326 del Código Civil exceptúa de esta
regla del bueno o aprobado al acto que procede de comerciantes, artesanos,
labradores, jornaleros o criados. Los comerciantes por la rapidez y sencillez de las
que requiere su oficio; y los otros, porque son considerados generalmente
iletrados, siendo esta enumeración estrictamente limitativa. En todo caso, el acto
nulo por falta del bueno o aprobado, puede servir de comienzo de prueba por
escrito.
Según el Art.1327 del Cód. Civil, cuando la suma expresada en el cuerpo del acto
es diferente de la expresada en el bueno o aprobado, la obligación se presume que
es de la suma menor, a menos que se pruebe de qué lado está el error. Esto así
por aplicación del Art.1162, que establece que en caso de duda la interpretación
siempre debe ser en favor del deudor. A pesar de que el mencionado artículo
(1327) sólo se refiere a actos unilaterales, su aplicación se extiende a los
bilaterales.
La entrega voluntaria del título original bajo firma privada, hecha por el acreedor al
deudor, vale prueba de la liberación. Y la entrega a uno de los deudores solidarios,
tiene el mismo afecto en beneficio de sus co-deudores.
Cuando una misma cosa es objeto de varias convenciones con diferentes personas
y los actos han adquirido fecha cierta el mismo día, tratándose de un mueble, se
otorga preferencia a quien primero hubiera entrado en posesión o al menos la
En principio, los actos bajo firma privada, de acuerdo con su propia denominación,
no tienen fuerza de prueba sino por la firma de la parte de quien emanan, no
pudiéndose sustituir esa firma por una cruz o por las impresiones digitales.
Excepcionalmente, las escrituras no firmadas pueden hacer fe contra quien las ha
hecho. Es el caso de los libros de comercio, los registros y papeles domésticos, las
escrituras puestas a seguidas, al margen o al dorso de un acto suscrito...
La Doctrina está dividida con respecto a la fuerza probante menor o mayor que
deba reconocerse a las copias fotostáticas. Algunos entienden, haciendo especial
énfasis en la privacidad de los intereses envueltos en el proceso civil y en el
principio dispositivo que comporta la materia, que los jueces están en el deber de
admitirlas sin mayores dificultades si la parte a la que se opone no la objeta. Otros
entienden que no, que si se trata de un documento bajo firma privada siempre
debe hacerse valer el original, y en la hipótesis contraria, esto es a propósito de los
actos públicos, habrá que procurarse una copia certificada de los mismos, porque
lo que debe primar una vez apoderada la autoridad judicial, es el sagrado imperio
de la verdad y la justicia