El salario mínimo que regirá en Colombia para el 2018 será de $781.242, lo que representa un
incremento del 5,9 %.
Así lo anunció el presidente de la República, Juan Manuel Santos, quien manifestó que este
incremento en el salario mínimo fue concertado con las centrales obreras.
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Dinero
Primeras reacciones frente al aumento del salario mínimo para el próximo año
El salario mínimo que regirá en Colombia para el 2018 será de $781.242, lo que representa un
incremento del 5,9 %.
Así lo anunció el presidente de la República, Juan Manuel Santos, quien manifestó que este
incremento en el salario mínimo fue concertado con las centrales obreras.
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Santos agregó que "las negociaciones para fijar el salario mínimo siempre han sido complejas.
Eso es apenas natural, teniendo en cuenta que ese aumento es importante para muchísimos
colombianos".
Lea también: Con ajuste del salario mínimo también subió el costo de las multas de tránsito
También habrá un aumento del 6.1 % para el auxilio de transporte. "Esto beneficiará a más de
2.5 millones de trabajadores y pensionados que devengan el salario mínimo", añadió el
Presidente.
Con este incremento, el salario mínimo pasa de $737.717 a $781.242 y el auxilio de transporte
pasa de $83.140 a $88.211.Investigadores del Banco de la República sugieren que debería ser
acorde a lo productiva que sea cada población.
Según la iniciativa, en ciudades donde hay más informalidad, mayor desempleo, así como niveles
de estudio más bajos y menos mano de obra calificada, el aumento del salario mínimo
representaría un 30% del que se implementaría para el actual.
Por ejemplo, si el salario para el 2017 es de $737.717 y se aumenta solo de 4%, en ciudades de
mayor productividad como Bogotá, se aumentaría a $767.225. En poblaciones como Santa
Marta, ciudad con menor productividad, quedaría en $746.569.
“Colombia tienen una tasa de informalidad muy alta y creemos que el alto nivel del salario
mínimo tiene mucho que ver con esa informalidad laboral”, aseguró el investigador Luis Eduardo
Arango.
“Creemos que modificando el estilo al que se aumenta el salario mínimo, año por año, pueda
ayudar a reducir la informalidad laboral”, añadió.
Lo que queremos con esta alternativa, que estamos sugiriendo, es introducirle ciertas
velocidades a ese bus del empleo formal, para que esas personas de baja productividad laboral
se puedan subir al mismo”, aseguró Arango.
Según el documento, las ciudades en donde los trabajadores colombianos son menos
productivos son, Cúcuta, Quibdó, Florencia, Santa Marta, Riohacha, Valledupar, Montería y
Sincelejo.
Los empleados podrán cobrar el horario nocturno desde las 9:00 PM. Anteriormente,
comenzaba a las 10:00 PM.El senador Duque ha iniciado una campaña en la que tiene como
programa bajar impuestos y aumentar salarios. Olvidando que estas propuestas no han sido más
que populismos de la izquierda “mamerta”, desde tiempos inmemorables. En ese orden de ideas
es necesario señalar por qué, en este mismo momento de la historia de Colombia, se hacen más
inviables la ejecución de las mismas.
La primera, bajar impuestos no parece viable en un país con un actual déficit fiscal que supera el
3.5% y que según la calificadora de riesgo Moody’s no podrá alcanzar su objetivo de reducirse al
3.3% para este año, por lo que rebajo su perspectiva a “negativa”. Así mismo, en noviembre del
año pasado, la calificadora Standand & Poor’s disminuyó la calificación de riesgo de BBB a BBB-,
lo cual encendió una primera alarma sobre la situación fiscal del país. Dadas estas circunstancias,
no es sensato ni responsable reducir los impuestos, cuando la prioridad del gobierno debe ser
aumentar su recaudo para fortalecerse fiscalmente.
Ahora bien, aumentar los salarios para los colombianos, la consigna que durante mucho tiempo
fue caballo de batalla de los partidos de izquierda, ahora la adopta la derecha. En primer lugar
no queda claro cómo el senador planea aumentar el salario sin afectar los niveles de inflación,
que para el 2017 fue de 4.09%, alrededor de 0.9% por encima de la meta del Banco de la
República. Así mismo, naturalmente al aumentar los salarios de forma drástica, el país se vuelve
menos competitivo internacionalmente, por lo que muchas empresas cierran o se van del país,
lo cual, termina aumentando el desempleo.
Por último, el senador Duque es “el que dijo Uribe” y promete gobernar de la misma forma que
el expresidente, quien acabó con las horas extra, aumentando la jornada laboral y mantendiendo
los salarios de los colombianos en niveles bajos, ya que, en muchos casos, el aumento del salario
mínimo resultaba muy similar o exactamente igual al nivel de inflación, lo cual en términos
prácticos significa que el salario mínimo no tenía un aumento real. Tal es el caso del año 2008,
cuando Oscar Iván Zuluaga se desempeñaba como ministro de hacienda y la infación tuvo su
máximo histórico de los últimos 15 años, alcanzando un 7.67%, mismo año en que el salario
mínimo sólo se incrementó en esa misma cantidad.
Dejando a un lado el papel de Uribe en las condiciones laborales del país durante su presidencia,
es importante señalar que lo que propone en senador Duque sólo podría llevar a la quiebra del
país o en principio eso es lo que indica todos los principios económicos existentes. Ahora bien, si
Duque se cree el rey Midas y es capaz de reducir el déficit fiscal, disminuyendo impuestos y de
controlar la inflación y reducir el desempleo, aumentando salarios, el doctor Duque es digno de
un Nobel de Economía, ya que lograría lo que ningún otro país del mundo ha logrado: obtener
recursos en donde no los hay y romper con las reglas de oferta y demanda que rigen la
economía en todas sus ramas, incluyendo la propia política monetaria y la oferta y demanda
laboral.
Por estas razones, la representante Cabal no puede olvidar nominar al candidato por el Centro
Democrático, Iván Duque al mamerto del año, ya que sus propuestas con las cuales espera ser
elegido como candidato de la coalición de la derecha el próximo 11 de marzo no son más que
populismos insensatos e inviables, que si quien los lea sin conocer su autor bien podrá pensar a
que está leyendo las propuestas de un candidato “mamerto” de la izquierda “enmermelada”.