TESIS
PRESENTADA POR:
HUANCAYO – PERU
2017
DEDICATORIA
Esta tesis dedicamos a nuestro Dios quién supo guiarnos por el buen camino,
somos. Para nuestros padres por su apoyo, consejos, comprensión, amor, ayuda
en los momentos difíciles, y por ayudarnos con los recursos necesarios para
estudiar. Nos han dado todo lo que somos como persona, mis valores, mis
Índice general
Índice de tablas
Índice de gráficos
AGRADECIMIENTO
En primer lugar a Dios por habernos guiado por el camino de la felicidad hasta
ahora; en segundo lugar a cada uno de los que son parte de nuestras familias a
nuestros padres, abuelos, hermanos, tíos; por siempre habernos dado su fuerza
y apoyo incondicional que nos ayudaron y llevado hasta donde estamos ahora.
ÍNDICE
CARATULA I
DEDICATORIA IV
AGRADECIMIENTO V
INDICE GENERAL VI
INTRODUCCION VIII
CAPITULO I
1.3.1. HIPOTESIS
1.3.2. VARIABLES
a. Identificación de variables
CAPITULO II
CAPITULO III
CAPITULO IV
CONCLUSIONES 104
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………..
CAPÍTULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1
Daniel Linares Avilés “El laberinto de la cuantificación del daño moral con una mirada desde la óptica
procesal” pag. 77
que depende totalmente del libre arbitrio del juzgador. Así, el artículo
1984 del Código Civil solo se limita a establecer que el mismo debe
ser indemnizado considerando su magnitud y menoscabo producido
a la víctima o a su familia2; es del caso aclarar que ese menoscabo
y magnitud no es uno que se mida en dinero, sino que está vinculado
a elementos extra patrimoniales, tales como la el sufrimiento y la
frustración, sentimientos que el Juez debe valorizar, y cuya pauta y
parámetros aún no han sido fijados. Y es mas La problemática
apenas denunciada no solo tiene un alcance a nivel del derecho
sustancial, sino, y sobre todo, implica una serie de repercusiones a
nivel procesal que se dejan de lado la mayoría de veces, y que en
esta ocasión trataremos de mostrar en su real aproximación y
Nótese que hemos hechos referencia al problema de la arbitrariedad
a nivel jurisdiccional, y es que si revisamos las diferentes sentencias
que ha producido el Poder Judicial vamos a encontrar que en la
indemnización por muerte de una persona, se dan montos de los
más diversos que pueden variar entre los S/. 1,000.00 y los S/.
150,000.003. Así, dependiendo del Juzgado que haya resuelto, una
lesión puede ser indemnizada con un monto mayor al de la muerte,
añadiendo a la arbitrariedad el problema de la incertidumbre.
A. Problema General
¿Cómo es la problemática de la valorización del daño moral en
la ciudad de Huancayo 2017?
B. Problemas Específicos
a) ¿Cómo es la problemática de la valorización del daño moral
directo en la ciudad de Huancayo 2017?
2
Código civil peruano. Articulo 1984
3
Daniel Linares Avilés. Ob. Cit., p78
b) ¿Cómo es la problemática de la valorización del daño moral
indirecto en la ciudad de Huancayo 2017?
1.3.1. HIPÓTESIS
Hipótesis General
La problemática de la valorización del daño moral se da en dos formas
directa e indirecta
Hipótesis Específicas
a) La problemática de la valorización del daño moral se da en forma
directa cuando lesiona un interés personal
b) La problemática de la valorización del daño moral se en forma
indirecta cuando lesiona interés de terceros.
1.3.2. VARIABLES
a. Identificación de variables
Variable Dependiente:
DAÑO MORAL.- Se puede conceptuar el daño moral como el
impacto, la aflicción, o sufrimiento psíquico o espiritual que en la
persona pueden producir ciertas conductas, actividades,
comportamientos o determinados resultados. Se incluyen aquí
el componente afectivo, la autoestima, el buen nombre, el honor,
la honorabilidad, el prestigio4.
4
Ibídem.
DIMENSIONES:
CAPITULO II
5
Ibídem.
6
Ibídem.
MARCO TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN
Manuel Sebastián, Brito Gonzaléz, de la tesis: “El daño moral y los criterios
para determinación de su indemnización”, de la universidad “AZUAY” llegó
a las siguientes conclusiones:
1) Otro aspecto no menos controvertido sobre el daño moral es el
referente a cómo establecer su cuantía, sobre este aspecto se han
debatido una serie de teorías siendo según mi criterio el más
óptimo el denominado como el de la Sana Critica, a través del cual
el juzgador establece la cuantía guiándose en elementos de
equidad, justica y principios universales del derecho, este sistema
de la sana critica reviste al Juez de una facultad discresionadora
pero de ninguna manera arbitraria ya que la decisión que tome
debe estar debidamente motivada en detalle como se dijo
anteriormente debe estar fundada en elementos tanto de justica
como de derecho es por ello que el criterio del juez debe estar
basado en juicios de prudencia y equidad comprendiendo que el
objeto de la indemnización no es compensativo de carácter
patrimonial, si no es de índole satisfactorio.
7
Mariela, Espino Gálvez y otros“ El daño moral en la responsabilidad civil – Análisis en el Derecho comparado y el
Derecho nacional “ 2009, p 87
2) Los jueces, no obstante que para la fijación de la reparación de los
daños a la persona de carácter extra patrimonial suelen utilizar la
metodología antes descrita, se cuidan de armonizar todas las que
de modo independiente y según lo expuesto se han establecido con
la finalidad de que el monto global y final de la indemnización
guarde proporción con la magnitud del daño integral causado a la
persona.8
8
Carlos Fernández Sessarego “Hacia una nueva sistematización del daño a la persona” 200. p. 14
9
Idem pág. 9
10
Idem pag. 9
La afirmación resulta cierta en lo relacionado con Leon Barandiarán 11 que
efectivamente redujo el campo del daño moral a los términos señalados por
Fernández Sessarego.
La aseveración resulta dudosa, pues si bien, en un primer término, el referido
autor pareció restringir el daño moral a los términos señalados por su
contendor, el ejemplo que coloca (el daño que sufre la actriz que trabaja con
su rostro) y el posterior desarrollo de su obra confirmó que su noción de daño
moral (al igual que la jurisprudencia francesa) cubría la lesión de cualquiera
de los derechos de la personalidad y aun del proyecto de vida 12.
Además de manera explícita, el ex ministro había referido que el daño moral
no estaba limitado “a la afección o al sufrimiento, sino que habitualmente tal
expresión se entiende también en el sentido de los efectos no patrimoniales
de la violación de los derechos de la personalidad13”. Cierto es que para
confirmar su exposición, no se refiere a la doctrina peruana, sino más
universal dice: “Basta interrogar a los autores franceses (…)”. No deja de ser
extraño que a pesar de las afirmaciones expuestas, concluya que el
concepto de daño moral no es unívoco “sino que existe gran controversia en
la doctrina y en la legislación comparada sobre sus alcances14”. Por otra
parte, un pionero en los estudios de responsabilidad extracontractual,
desmentía la supuesta uniformidad de considerar el daño moral sólo en su
sentido restringido; por el contrario, señalaba que si bien el concepto de daño
moral resulta heterogéneo, “pone en juego los intereses morales y afectivos,
y comprende, también, los perjuicios causados contra los derechos
inherentes a la personalidad”15.
11
Carlos Fernández Sessarego, Carlos. Deslinde conceptual entre “daño a la persona”, “daño al proyecto de vida” y
“daño moral”. Foro Jurídico. Julio 2003. Año. 1. No. 2. 262 León Barandiarán José. Manual de Acto Jurídico. Cuarta
Edición s/f., p. 80.
12
Fernando Trazegnies de Granda. Proyectos y Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. Lima, Pontifica
Universidad Católica del Perú., 1980, p. 414 y De Trazegnies Granda, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual.
Biblioteca Para leer el código civil. Vol. IV. Tomo II. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Primera Edición, 1988,
p. 92.
13
Fernando Trazegnies de Granda. La Responsabilidad Extracontractual. Biblioteca Para leer el código civil. Vol. IV.
Tomo II. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Sétima Edición, 2005, p. 111.
14
Fernando Granda De Trazegnies. La Responsabilidad Extracontractual. Biblioteca Para leer el código civil. Vol. IV.
Tomo II. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Sétima edición, 2005, p. 108.
15
Alberto Rey de Castro. La Responsabilidad Civil Extracontractual. Lima, Universidad Mayor de San Marcos, 1972, p.
345.
Existe una gama de amenazas a la felicidad y a la seguridad del hombre que
suscita el deber de reparar. El círculo de derechos extra patrimoniales mira
particularmente a proteger la personalidad e intimidad del hombre”16.
A estas afirmaciones debemos aunar las expresiones, que también delinean
el daño moral en su concepto más amplio, es decir, como lesión a cualquiera
de los derechos de la personalidad17.
Sin embargo, no debe perderse de vista al discutir el tema del daño moral no
era lo concluyente que se cree18. “Por daño moral se entiende la lesión a los
sentimientos de la víctima y que produce un gran dolor o aflicción o
sufrimiento en la víctima”. “Del mismo modo pensamos que los sentimientos
que se protegen legalmente bajo el concepto de daño moral, no sólo son
aquellos que tenemos por otras personas, sean miembros de nuestra familia
o no, sino también por nosotros mismos, en función a nuestra propia
identidad y escala de valores”. Se trata, como se ve, de una posición que
distingue el daño moral del “daño a la persona”, ambos con autonomía
propia, al extremo que la conclusión a la que llega el fallecido profesor es
que se trata de categorías distintas “pues una cosa es la persona y su
proyecto de vida, y otra muy distinta son sus sentimientos”. Del mismo modo,
al referirse al “daño moral” señala que: “es una especie de los daños
subjetivos y está referido a un daño psicosomático que afecta la esfera
psíquica del sujeto en su ámbito sentimental o afectivo. Es un daño
emocional en cuanto comporta dolor o sufrimiento”19.
En este punto es de absoluta claridad. En efecto, al clasificar los daños
mencionará que estos pueden ser patrimoniales y extrapatrimoniales y que
ésta comprende el “daño a la persona”, entendido como la lesión a los
derechos existenciales o no patrimoniales de las personas y al daño moral,
definido como “el ansia, la angustia, los sufrimientos físicos o psíquicos, etc.”
padecidos por la víctima que tienen “el carácter de efímeros y duraderos” 20.
16
Alberto Rey de Castro. Ob. cit., p. 347.
17
Código Civil. Exposición de Motivos y Comentario, p. 449.
18
León, Leysser R. Equívocos doctrinales sobre el daño moral. En Ob. cit., pp.. 294-296.
19
Derecho de Familia II. Curso a distancia a cargo de Alex Plácido Vilcachagua. Academia de la Magistratura. Lima,
2000, p. 112. S/PAP/58, pp. 112-113.
20
Juan Espinoza Espinoza. Derecho de la Responsabilidad Civil. Lima, Sexta edición, julio 2011, pp. 248-249.
A quien de hecho cita y considera “autorizada doctrina”. Más adelante dirá:
“En conclusión, si bien daño a la persona y daño moral son idénticos en
cuanto a su contenido extra-patrimonial, ambos difieren, puesto que la
relación entre el primero y el segundo es de género a especie”21.
Código Civil de 1852
En principio, el codificador de 1852, de acuerdo a la tradición de la época,
basó la determinación de la responsabilidad en el principio de la culpa22, la
que no se presume y debe ser probada, tanto en los contratos como en las
obligaciones que nacen de delitos y cuasidelitos, aunque en algunos
supuestos se aprecia una leve introducción a la objetivización de la
responsabilidad.
Código Civil de 1936
Este Código, que se mantuvo dentro de la tradición de la culpa -con algunas
excepciones-, no reguló el daño moral contractual -la jurisprudencia lo
introdujo-, pero tímidamente reconoció el daño moral extracontractual en el
artículo 1148: “al fijar el juez la indemnización, puede tomar en consideración
el daño moral irrogado a la víctima”.
Por su novedad y forma de inclusión en la norma, inicialmente se interpretó
como posible la satisfacción pecuniaria del daño moral solo cuando hubiera
un daño material que reparar, concediéndosele así un carácter subsidiario23,
a pesar de que la exposición de motivos de este Código, aunque lacónica,
las distinguía y no estableció en modo alguno tal subsidiariedad: “No es
preciso, por otra parte, que el daño sea material o patrimonial. Puede tratarse
de verdaderos detrimentos morales que se traducen en dolores o
menoscabos de ciertos bienes inmateriales. Habrá casos sin duda, en que
la solución más indicada sea la de dar satisfacción a los sentimientos de la
persona humana, o al perjuicio de ciertos aspectos de bienes no materiales.”
Código Civil de 1984
21
Juan Espinoza Espinoza. Ob. cit., p. 249
22
Artículo 1265.- El que celebra un contrato, no solo está obligado a cumplirlo, sino también a resarcir los daños que
resulten directamente de la inejecución o contravención, por culpa o dolo de la parte obligada.
En cuanto a las obligaciones que nacen de delitos o cuasidelitos:
Artículo 2210.- El que sin culpa alguna causa un daño, no está obligado a la reparación.
23
Alberto Rey de Castro. La Responsabilidad Civil Extracontractual. Estudio Teórico y Práctico del Derecho Nacional y
Comparado. Lima, p. 352.
El vigente Código civil, que introdujo la responsabilidad objetiva para el caso
del riesgo creado (bienes y actividades riesgosas o peligrosas) en la
responsabilidad extracontractual, reconoce y regula el daño moral tanto en
la esfera obligacional como en la denominada extracontractual.
Si bien no se señala en forma expresa, el daño extra patrimonial por violación
de los derechos de la persona puede ser resarcido, tanto si se ha producido
dentro de una relación obligacional o fuera de ésta24. Los derechos
contenidos en el Título II, a que se refiere el artículo 17 del Código civil, son
el de igualdad entre varón y mujer (no discriminación), a la vida, a la
integridad física, a la libertad, al honor, a la intimidad, a la imagen y la voz,
al secreto y reserva de las comunicaciones, a los derechos de autor y de
inventor. Resulta evidente, por lo demás, que la violación de estos derechos,
como de los derechos fundamentales en general, además de las acciones –
civiles o constitucionales- que puedan ejercerse a fin de evitarla o cesarla,
supone la posibilidad de entablar una acción indemnizatoria, puesto que los
supuestos para su ejercicio se dan: antijuridicidad, daño, relación causal y
factor de atribución (la regla general es que el factor de atribución es
subjetivo, y solo a modo de excepción será objetivo, por lo que dicha regla
se mantiene, debiendo analizarse las circunstancias y los hechos de cada
caso a fin de aplicársele el factor que corresponda).
El Código civil establece reparación específicamente para el daño moral en
el supuesto del cónyuge inocente en el divorcio por causal:
- Artículo 351.- Si los hechos que han determinado el divorcio
comprometen gravemente el legítimo interés personal del cónyuge
inocente, el juez podrá concederle una suma de dinero por concepto
de reparación del daño moral.
24
Artículo 17 del Código civil.- La violación de cualquiera de los derechos de la persona a que se refiere este título,
confiere al agraviado o a sus herederos acción para exigir la cesación de los actos lesivos. La responsabilidad es
solidaria.” (el énfasis es nuestro). La cesación de estos actos (el título a que se refiere es el relativo a “Derechos de la
Persona”) puede darse, en concordancia con la Constitución y el Código Procesal Constitucional, mediante el proceso
de amparo, que procede ante la violación o amenaza de violación de derechos reconocidos en la Constitución. Si es ante
la inminencia de violación, comprenderá la denominada tutela inhibitoria y si ya se está ante la violación de alguno de
estos derechos, se tratará de tutela cesatoria. Por otro lado, dado que se encuentra regulado en el Código civil, nada
obstaría a que se demande en la vía civil los derechos específicos del título II, pudiendo interponerse las medidas
cautelares correspondientes. Ello, además de la indicada tutela –ya sea inhibitoria o cesatoria- habilita a solicitar
indemnización por los daños sufridos –que incluyen los extrapatrimoniales-. Igual es de aplicación a las normas
contenidas en los artículos 26 y 28 del Código civil, que confieren acción cesatoria e indemnizatoria específicas a la
vulneración al derecho a ser designado por su nombre y a la usurpación del nombre, respectivamente, indicándose, en
estos casos, la vía concreta del proceso abreviado.
Cabe mencionar que el Proyecto de la Comisión Reformadora, en el ámbito
extracontractual, que fue el más innovador, establecía que el daño moral
solo debía indemnizarse en forma excepcional, concretamente en el caso de
actos ilícitos, como los supuestos de difamación o transgresión de la
intimidad, excluyéndolo de los supuestos de responsabilidad por riesgo, por
la perturbación que ello supondría en el principio de difusión social del riesgo,
pues el proyecto contemplaba el sometimiento de estos casos a seguros 25,
pero finalmente se reconoció en el Código Civil el daño moral sin limitaciones
en la responsabilidad extracontractual, e incluyéndose, como novedad, en la
responsabilidad por inejecución de obligaciones.
Inicialmente se negaba la posibilidad de reparación del daño moral, ello
teniendo en cuenta que como parte de los bienes de la personalidad es tan
digno que se repudiaba la idea de traducirlo en dinero. Para la doctrina
italiana, se puso en evidencia la imposibilidad de acreditar de otra manera la
ecuación daño no patrimonial = daño moral subjetivo.26
En la doctrina nacional, y considerando que los daños pueden ser
patrimoniales o extra patrimoniales, serán daños extra patrimoniales las
lesiones a los derechos de dicha naturaleza, como en el caso específico de
los sentimientos considerados socialmente dignos o legítimos y por ende
merecedores de la tutela legal, cuya lesión origina un supuesto de daño
moral.27
25
Como señala el profesor De Trazegnies, “la controvertida reparación patrimonial del daño extrapatrimonial podía más
fácilmente ser admitida ahí donde hay una decidida responsabilidad del causante, como es el caso del acto propiamente
ilícito.” (DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual. Ob. Cit., p. 108.).
26
ALPA, Guido. (2006). Ob. Cit. Pág. 828.
27
Lizardo Córdoba Taboada. Ob. Cit. Pág. 62.
impreciso el daño incide más bien en las consecuencias, aquellos
efectos negativos que derivan de la lesión del interés protegido. En
sustancia, interés lesionado y consecuencia negativa de la lesión
son momentos vinculados entre sí, pero “autónomos
conceptualmente, cuanto al contenido y a la naturaleza”. Es por ello
que de una lesión patrimonial pueden resultar consecuencias (al
lado de aquellas patrimoniales) no patrimoniales y viceversa. Así
tenemos que se habla de un daño- evento (lesión de interés
tutelado) y de un daño consecuencia (daño emergente, lucro
cesante y daño moral). Estas dos acepciones de daño pueden,
como no, coincidir. Sin embargo, confundir estos conceptos
diversos de daño equivale a mezclar problemas jurídicos diversos:
el problema de la injusticia de la lesión, aquel de la individualización
del responsable o el de la selección de los perjuicios resarcibles28.
Que siendo el ámbito de las relaciones sociales casi ilimitado, la
figura del daño moral se encuentra siempre presente y por tal
motivo es preciso definirla de una manera concreta, siendo ésta
toda conducta del hombre, que causa agravio a una persona
determinada, vulnerando uno o más derechos extra patrimoniales
de su titular, generando la obligación de reparar tal agravio, sin
desconocer que en muchos casos las lesiones producidas sobre
derechos extra patrimoniales, pueden llegar a afectar el patrimonio
del agraviado ocasionando un perjuicio económico29.
El daño moral es inferido sobre aquellos derechos de la
personalidad que se caracterizan por pertenecer más al campo de
la afección, que a una la realidad material o económica, es decir es
aquella lesión que recae sobre aquellos bienes de naturaleza no
pecuniaria del individuo.
Cabe mencionar que el daño moral afecta la personalidad del
individuo, produce un sentimiento de angustia, un pesar que se
traduce en un sufrimiento psíquico que altera notablemente al
28
JUAN ESPINOZA ESPINOZA, derecho de la responsabilidad civil pag 226
29
Antonio Hernández Gil. Derecho de Obligaciones, Ceura, Madrid. 1983. Pág. 115.
individuo, por lo tanto, se trata de daños que alteran patrones de
muy difícil cuantificación y de una complicada valoración
pecuniaria.
El que proviene de toda clase de acción u omisión que puede
estimarse lesiva a las facultades espirituales, a los afectos o a las
condiciones sociales o morales inherentes a la personalidad
humana: en último término todo aquello que signifique un
menoscabo de los atributos o facultades morales del que sufre el
daño. Son daños de esta especie el dolor o sufrimiento que
experimenta un individuo con una herida, lesión, cicatriz o
deformación, con su prestigio, difamación, menosprecio o
deshonra, con el atentando a sus creencias, con su detención o
prisión, con su procesamiento, con su rapto o violación, estupro o
seducción si es mujer, con la muerte de un ser querido y en general
con cualquier hecho que le procure molestia, dolor o sufrimiento
físico o moral30.
30
Eduardo Zannoni. “El daño en la responsabilidad civil”. Edi. Astrea 1987, pág. 287
31
Fernando Tragzanies de Granda. La responsabilidad civil extracontractual. Tomo II. Lima. Fondo Editorial PUCP. 2005.
Pág. 17.
establecer si corresponde o no que el autor del acto ilícito
deba asumir la reparación.32
Daño actual es el ya producido al momento que el juez toma en
cuenta para fijar el resarcimiento, se suele relacionar al daño actual
con el daño emergente, oponiéndolo al daño futuro que estaría
constituido por el lucro cesante, sin embargo el daño emergente
puede o no ser actual.33 Tenemos el caso de unas lesiones
causadas por un golpe, y consiguiente hospitalización de la víctima,
esta termine inválida ya sea no pudiendo volver a caminar o
perdiendo la función de otro órgano.
32
Jorge Bustamante Alsina. Teoría general de la responsabilidad civil. Pág. 168-171. Tomado de: Curso especial de
Preparación de aspirantes para el primer nivel, material de estudio compilado por Dr. Lizardo Taboada Córdova. Lectura
Nº 9. 2009. AMAG-PROFA.
33
Mercedes Campos Manzanares. Criterios para valuar el quantum indemnizatorio en la responsabilidad civil
extracontractual. Editora Jurídica Grijley. 2008. Pág. 121.
34
Jorge Bustamante Alsina. Teoría general de la responsabilidad civil. Pág. 170. Tomado de: Curso especial de
Preparación de aspirantes para el primer nivel, material de estudio compilado por Dr. Lizardo Taboada Córdova. Lectura
Nº 9.2001. AMAG-PROFA.
35
Ob. Cit. Pág. 171.
Por “ falta de interés" no se refiere solamente a aspectos
económicos. La inexistencia de utilidad para el titular del
derecho es de carácter muy amplio, y comprende cualquier
tipo de beneficio que pudiese obtener con el ejercicio de sus
derechos. La apreciación de este elemento es subjetiva, pues
se vincula con la valorización personal que el titular del
derecho efectúa respecto del provecho que el acto le
procura”.36
b) Clasificación del daño
Si bien es cierto que el concepto de daño” es un concepto
destinado a variar en el tiempo”. La doctrina es unánime al
clasificar el daño en dos rubros. A saber:
36
MOISSET de ESPANES. Artículo: El Abuso del derecho. En: Gaceta Jurídica Digital-2008. Sección Actualidad
Doctrinaria. Tomo 89. Abril. 2009
como un dolor, un sentimiento de pena, un sufrimiento, un
turbamiento”. En conclusión, si bien daño a la persona y daño
moral son idénticos en cuanto su contenido extrapatrimonial,
ambos difieren, puesto que la relación entre el primero y el
segundo es de genero a especie.
Apropósito de la denominación “daño a la persona”, se opina
que “ resulta más propio referirse al “daño subjetivo, esto es,
al daño ocasionado al sujeto de derecho, en sustitución a las
expresiones “ daño a la persona” o “ daño personal”, que
resultan estrechas para incluir todas las situaciones que
puedan configurarse. Al daño subjetivo se lo opondría el daño
no subjetivo. De este modo se colocaría al sujeto de derecho
como punto medular de referencia para formular la distinción
entre uno y otro daño, alejándonos de la clasificación que
distingue el daño en patrimonial y no patrimonial y que tiene
como eje al patrimonio”.
En efecto, el termino más adecuado para referirse a este tipo
de daño es el de “daño subjetivo”, por cuanto, también lo
pueden sufrir el concebido y las organizaciones no inscritas,
los cuales técnicamente no son personas. Me aunó a la
posición que ubica al hombre como eje y centro de derecho y
sin embargo toma la expresión más feliz para el daño
patrimonial, debería ser la del, “daño objetivo”, por cuanto,
ocasiona merma, justamente, a los objetos de derecho y,
debido a ello, este se puede determinar exactamente.
Una autorizada doctrina argentina propugna “que hay que
dejar la categoría del daño moral hay que omitir lo de los
códigos para sustituirla por la del daño a la persona. Doctrina
nacional en opinión que comparto afirmado que esta fórmula
parece muy interesante pero no convincente37.
37
IBID pag 230-231
b.1) Por la naturaleza del ente afectado.
El daño subjetivo: Es aquel que agravia o afecta la
naturaleza del ser humano mismo a su “ser”. También
se le denomina daño a la persona.
El daño objetivo: Es aquel que recae sobre lo que no
es el ser humano, es decir sobre los entes que se hallan
en el mundo, que son los objetos conocidos y utilizados
por el hombre.
b.2) Por las consecuencias o perjuicios derivados del
daño.
Daños patrimoniales:
Daño emergente: Es la pérdida que sobreviene en el
patrimonio del sujeto afectado por el incumplimiento
de un contrato o por haber sido perjudicado por un
acto ilícito, conocido también como la disminución de
la esfera patrimonial del dañado. En otras palabras, la
indemnización del daño emergente es la que
pretende restituir la pérdida sufrida. Tenemos como
ejemplo. En un accidente de tránsito, los gastos de la
reparación del vehículo, gastos médicos, (operación,
medicina); en cuanto a los daños futuros, se refiere a
la secuela que puede causar el accidente en la salud
de una persona y que no necesariamente surgen en
el momento de la contingencia sino en forma
posterior.
38
Fernando Trazegnies de Granada. Ob. Cit. Pág. 37.
Se ha afirmado que el sistema de responsabilidad extracontractual,
“aparece como un mecanismo de compensación” de los daños (y de
prevención de los accidentes) con una alta tasa de desigualdad y de
inexactitud, además que extremadamente costoso”. Creo que la crítica
también puede extenderse a la responsabilidad por inejecución de las
obligaciones. En efecto, no basta con reconocer un tipo especial de
daño (esfera del an debeatur), si no establecer una efectiva reparación
del mismo ( ámbito del quantum debeatur); debemos contar con
instrumentos auxiliares que nos permitan cuantificar la magnitud de las
consecuencias de un hecho dañoso, a fin de tutelar al agente dañado,
caso contrario, si se fija un quantum irrisorio o tímido, como de solido
sucede en la práctica jurisprudencial, se termina con banalizar la
existencia y consiguiente tutela del an (entidad) del daño. Es debido a
ello que el proceso judicial del resarcimiento del daño termina siendo
una suerte de lotería forense. Un sector de la doctrina constitucional
argentina a sustentado la posibilidad que se configure a la reparación
como un derecho fundamental, advirtiendo que los lineamientos del
mismo se irán moldeando por las “normas infra constitucionales”. Me
aunó a esta posición, aunque creo que, debido a las consideraciones
expuestas anteriormente, se debería consagrara a nivel constitucional
el “derecho a una reparación justa”, no como una petición de principio,
sino como un llamado a los operadores jurídicos para que tengan en
cuenta este derecho en el momento de fijar el quantum indemnizatorio.
De estos planteamientos se pueden observar que la relación entre
daño y reparación es de suma importancia. Sin embargo, en no pocas
ocasiones, ambos conceptos se suelen confundir, lo cual, ha hecho
advertir, con acierto, que “el daño sufrido por la víctima representa solo
el horizonte (hermenéutico) hacia el cual tiene sentido ubicar el
problema del resarcimiento”. El remedio resarcitorio “consiste en
asegurar al dañado el exacto equivalente pecuniario de la pérdida
patrimonial total sufrida por el daño”. Se afirma que “la reparación del
daño, no constituye en sí y por si, un resultad socialmente útil. Este
elimina el daño para el dañado; pero no para la sociedad, puesto que
se limita a trasladar la incidencia de quien lo ha sufrido inmediatamente
a quien está obligado a resarcirlo. Se requiere que tal traslado sea
justificado y, en la hipótesis que el daño ha sido ocasionado
culposamente, la justificación esta constituida justo por la función
sancionadora y preventiva de la responsabilidad.
c) DAÑOS EN LA RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL
b.1) Daño directo y daño indirecto.
Existen dos distintas acepciones en relación esta
clasificación. Por una parte, si se trata en relación a
los sujetos legitimados para reclamar indemnización,
es directo si lo reclama la víctima del hecho, es
indirecto si lo reclama otra persona distinta de la
víctima que ha sufrido perjuicio en un interés propio y
legítimo.
Por otra parte, se considera el daño como directo o
indirecto, según que la lesión recaiga en las cosas de
su dominio o posesión, es decir directamente en el
patrimonio de la víctima o indirectamente se refleja en
el mismo por el mal hecho a su persona o a sus
derechos o facultades.
39
Carlos Sessarego Fernández. Derecho de las Personas. Lima. Studium Editores. 1998. Pág.108.
40
Carlos Sessarego Fernández. Los 25 años del Código Civil Peruano de 1,984. Lima. MOTIVENSA Editora
Jurídica.2009. Pág.608.
desagradable puede ser compensado por uno agradable.
Esta tesis es la que se ha impuesto en la doctrina, en la
jurisprudencia y en los modernos textos legales.
Igualmente se plantea en la doctrina la cuestión de la
procedencia o no del daño moral en materia contractual. Gran
parte de los autores sostienen que el daño moral sólo es
posible de producirse en materia de responsabilidad civil
delictual, pero niegan su existencia en materia de
responsabilidad contractual. Tal criterio es fundado en la idea
de que las relaciones jurídicas contractuales son
necesariamente de orden material y no moral, son relaciones
de contenido patrimonial; de allí se concluye que el
incumplimiento de un contrato sólo puede dar lugar a daños
materiales y no morales, los cuales son sólo posibles en
materia contractual. Este criterio ha sido criticado por quienes
sostienen que si el daño moral consiste en todo sufrimiento
humano que no radique en una pérdida pecuniaria, nada se
opone a que el incumplimiento de un contrato pueda producir
en el acreedor un estado de sufrimiento psíquico, que en caso
de ocurrir, pueda y deba ser indemnizado.
En razón que la víctima de un daño moral casi siempre no
puede acreditar la existencia del perjuicio sufrido, y que el
juez, en base a simples indicios exteriores hace la valuación
es de difícil determinación, muchos sectores niegan la
posibilidad de reparar el daño moral.41
41
MANZANARES CAMPOS, Mercedes. 2008. Criterios para evaluar el quantum indemnizatorio en la responsabilidad
civil extracontractual. Lima. Editorial Grijley. Pág. 79.
no debe dejarse de lado, el hecho de que existen
determinados criterios que sirven de base al juzgador para
fijar un monto de reparación del daño causado, en el campo
contractual, generalmente se establece por medio de
penalidades previamente impuestas (por ejemplo el caso de
los intereses moratorios o compensatorios o las arras), más,
en el campo de la responsabilidad extracontractual, es en
donde se presenta matices que son muy interesantes de
abordarlos. En el fondo, el pago de una suma de dinero por el
daño moral no es sino una reminiscencia de la vieja idea de
la venganza: aun cuando este tipo de daño por su naturaleza
misma no es reparable económicamente, hay quienes creen
que no es posible que quien ha causado un sufrimiento moral
a otro no reciba algún castigo, que no sea cuando menos
obligado a pagar algo por ello. En consecuencia, la
indemnización del daño moral se asemeja más a una multa
privada que a una reparación de perjuicio.42
42
Fernando Granda Trazegnies de. Ob. Cit. Pág. 94.
reparación, el pago ordenado por el juez es muchas veces
solo una compensación.43
43
Mercedes Campos Manzanares. Ob. Cit. Pág. 138.
44
Mercedes Campos Manzanares. Ob. Cit. Pág. 157.
45
Art. 1333. C.C.: “Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá fijarlo el juez con
valoración equitativa”.
alcance una serie de criterios que le permitirán establecer el
monto indemnizatorio adecuado.46
46
Mercedes Campos Manzanares. Ob. Cit. Pág. 161.
47
Mercedes Campos Manzanares. Ob. Cit. Pág. 170.
48
Ibídem. Pág. 171.
2.3.3. CONCEPTO SOBRE LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA
RESPONSABILIDAD CIVIL
Tesis dualista:
El tratadista belga Sainctelette, en 1884, fue el primero en
señalar las diferencias existentes entre el sistema de
responsabilidad contractual y el extracontractual, llegando a
afirmar que tales diferencias eran irreductibles. En Francia
se acogió aquel planteamiento tanto a nivel doctrinal como a
nivel legislativo. El Código Civil francés reguló la
responsabilidad a través de un doble régimen, partiendo de
la idea de la dualidad del concepto de culpa, una culpa
contractual y otra extracontractual, que así mismo, una de
las diferencias sustanciales está dada por la distinta
naturaleza de las normas violadas.49
Tesis monista:
Contraria a la teoría anterior, se tiene la tesis que defiende
la unificación del sistema de la responsabilidad civil, se
fundamenta en el hecho de que lo que interesa es el acto
dañino y no el tipo de regla violentada, pues en cualquier
caso la responsabilidad se deriva de un proceder contrario a
la norma.
49
Mario Freyre Castillo – Veronica Berastain Rosas. Ob. Cit. Pág. 82.
En nuestro medio, entre los juristas que se han ocupado del
tema que acoge la tesis que plantea la unificación de ambos
regímenes aduciendo que ello robustecerá y reafirmará el
sistema de la responsabilidad civil50.
Tesis ecléctica:
Los Mazeaud, lograron sintetizar la tesis dualista y la monista
enunciando la llamada teoría ecléctica. Estos renombrados
juristas partían de una doble proposición: No existe
diferencias accesorias, advierten de esta manera, que la
responsabilidad delictual o extracontractual y la contractual
son dos instituciones en cierto modo paralelas, situadas en
el mismo plano. Aseveran entonces, que no es posible hacer
de la responsabilidad delictual una fuente de obligaciones,
por no ver en la responsabilidad contractual sino un efecto
de la obligación. Asimismo, el pensamiento de la escuela
ecléctica ha sido tomado por la moderna doctrina argentina,
la misma que, cuestionando lo esbozado por los autores
clásicos que siguieron las huellas del Código de Vélez
Sarfield, y que estudiaron por separado los dos órdenes de
responsabilidad, lo ha interpretado como muestra del avance
del tema de la unificación de la responsabilidad civil. La tesis
ecléctica si bien reconoce y mantiene la existencia de dos
campos diversos (el contractual y el extracontractual),
asevera que las diferencias que existen entre uno y otro
resultan ser accesorias y se encuentran determinadas, en
verdad, por una disímil y separada regulación legislativa.51
50
Mario Freyre Castillo – Veronica Berastain Rosas. Ob. Cit. Pág. 82.
51
Mario Freyre Castillo – Veronica Berastain Rosas. Ob. Cit. Pág. 82.. Ob. Cit. Pág. 82.
Tesis del Daño causado:
Es el aspecto fundamental, de la responsabilidad civil
contractual o extracontractual, se entiende que en ausencia
de daño no hay nada que reparar o indemnizar y por ende
no hay ningún problema de responsabilidad civil. Se
entiende por daño a la lesión a todo derecho subjetivo, en el
sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en
su vida de relación, que en cuanto protegido por el
ordenamiento jurídico, se convierte justamente en derecho
subjetivo, esto es un derecho en el sentido formal y técnico
de la expresión.
Se han propuesto en la doctrina muchas definiciones o
intentos de definir el daño que origina una responsabilidad
civil, sin embargo, la fórmula más exacta parece aquella que
define el daño jurídicamente indemnizable como toda lesión
a un interés jurídicamente protegido, bien se trate de un
derecho patrimonial o extra patrimonial. En tal sentido los
daños pueden ser patrimoniales o extra patrimoniales. Serán
daños patrimoniales las lesiones a los derechos
patrimoniales y serán daños extra patrimoniales las lesiones
a los derechos de dicha naturaleza. En sentido amplio se
entiende por daño la lesión a todo derecho subjetivo, en el
sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en
su vida de relación, que en cuanto protegido por el
ordenamiento jurídico, se convierte justamente en derecho
subjetivo, esto es un derecho en el sentido formal y técnico
de la expresión, no se debe olvidar que el hombre es un ser
social que se vincula en su vida de relación social con otros
hombres para la satisfacción de sus múltiples necesidades
de carácter también social, y que en cuanto dichas
necesidades o intereses son protegidos por el ordenamiento
jurídico se elevan a la categoría jurídica de derechos
subjetivos. Una concepción meramente formal de los
derechos subjetivos, no permite comprender el problema de
los derechos en su esencia social, y tampoco permitirá
entender que la responsabilidad civil, antes que todo, es un
sistema de solución de conflictos sociales, de conflictos o
problemas entre individuos que se desenvuelven en un
determinado ambiente social, en un momento histórico y
político determinado. Una vez delimitado en términos
amplios el concepto de daño y habiendo hecho énfasis en el
aspecto social de los derechos subjetivos, pueden bien
decirse que: el daño es todo menoscabo a los intereses de
los individuos en su vida de relación social, que el Derecho
ha considerado merecedores de tutela legal.52
Como se advierte la atingencia a la realidad histórica que se
vive en un determinado momento y espacio influye en la
verificación posterior de la concepción de responsabilidad
civil y por ende de los daños.
Respecto del daño existe unanimidad en la doctrina en que el mismo puede
ser de dos categorías: patrimonial y extra patrimonial. Respecto del daño
patrimonial se sabe que son de dos clases: el daño emergente, es decir la
pérdida patrimonial efectivamente sufrida, y el lucro cesante, entendido
como la ganancia dejada de percibir. En lo concerniente al daño extra
patrimonial nuestro Código Civil se refiere al daño moral y al daño a la
persona, existiendo en la doctrina moderna una tendencia cada vez más
fuerte a hablar únicamente del daño a la persona. Evidentemente ambas
categorías de daños patrimonial y extra patrimonial están referidas tanto a la
responsabilidad civil contractual como extracontractual. En cuanto a las
diferencias de matiz de regulación legal, se ha consagrado legalmente en el
artículo 1985º del Código Civil el criterio de reparación integral de los daños,
a diferencia del ámbito contractual, en el cual sólo se reparan o indemnizan
únicamente los daños directos, según lo dispone el mismo artículo 1321º. 53
52
Lizardo Córdova Taboada. Ob. Cit. Pág. 34
53
Ibídem. Pág. 35
2.4. MARCO CONCEPTUAL
A. RESPONSABILIDAD CIVIL
Obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que ha
causado a otro, sea en naturaleza o bien por un equivalente monetario.
La responsabilidad como «la sujeción de una persona que vulnera un
deber de conducta impuesto en interés de otro sujeto a la obligación de
reparar el daño producido». Aunque normalmente la persona que
responde es la autora del daño, es posible que se haga responsable a una
persona distinta del autor del daño, caso en el que se habla de
«responsabilidad por hechos ajenos», como ocurre, por ejemplo, cuando
a los padres se les hace responder de los daños causados por sus hijos,
o al propietario del vehículo de los daños causados por el conductor con
motivo de la circulación54.
D. DAÑO
Daño es el detrimento, perjuicio o menoscabo causado por culpa de otro
en el patrimonio o la persona. [En el Derecho Civil, "daño" significa el
detrimento, perjuicio o menoscabo que una persona sufre a consecuencia
de la acción u omisión de otra, y que afecta a sus bienes, derechos o
intereses57.
54
Luis Diez-Picaso. “Sistema de Derecho Civil”. Volumen II. Tomo I. Pág. 156
55
Juan Espinoza Espinoza. “Derecho de la Responsabilidad Civil”, 4ta Ed. Gaceta Juridica, 2006
56
Lizardo Córdova Taboada. “Elementos de la Responsabilidad Civil”, 2da ed. Lima, Ed. Jurídica Grijley
57
Carlos Fernández Sessarego. “El Daño al Proyecto de Vida”. Editorial PUCP. 2005. Pág. 17.
E. DAÑO EMERGENTE
Aquel perjuicio que se le ocasiona directamente en su persona o bienes a
alguien por la actuación dolosa, culposa o negligente de otra. En la
reparación de daños y perjuicios, se debe computar junto al daño
emergente, esto es, el daño efectivamente producido, el lucro cesante, si
bien el primero es más objetizable que el segundo58.
F. DAÑO MORAL
Se puede conceptuar el daño moral como el impacto, la aflicción, o
sufrimiento psíquico o espiritual que en la persona pueden producir ciertas
conductas, actividades, comportamientos o determinados resultados. Se
incluyen aquí el componente afectivo, la autoestima, el buen nombre, el
honor, la honorabilidad, el prestigio59.
58
Juan Espinoza Espinoza. “Derecho de la Responsabilidad Civil”, 4ta Ed. Gaceta Juridica, 2006
59
Ibídem.
60
Ibídem.
61
Ibídem.
I. INDEMNIZACIÓN
Es una "compensación" que alguien pide y eventualmente puede recibir
por daños o deudas de parte de otra persona o entidad62.
K. LUCRO CESANTE.
La ganancia o utilidad de que fue privado el damnificado, es decir, la
frustración de un enriquecimiento patrimonial a raíz de un hecho lesivo 64.
CAPITULO III
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION
62
Ibídem.
63
Ibídem.
64
Ibídem.
5.1. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN
65
IDEM
Método Sociológico: “Prioriza una visión contextual de la
institución o norma legal frente a la fuente documental. En
este método el derecho es un objeto de la sociedad”66.
Mediante un estudio sociología podemos analizar la
necesidad de la sociedad (víctimas de daño moral) que sean
merecedores de una indemnización proporcional y
razonable, que es un derecho que les corresponde.
NIVEL DE INVESTIGACIÓN.
El nivel de investigación es descriptiva Al respecto analizaremos factores
características de la problemática de la valorización del daño moral en la
ciudad de Huancayo en el periodo 2017.
M Ox
M = Muestra de investigación.
Ox = Observación de la variable
Daño moral
66
Nino Aranzamendi Ninacondor. “Diseño de Investigación”, Ed. Adrus. Arequipa, 2005. Pág. 40
3.5.1. TECNICA E ISTRUMENTOS DE RECOLECCION DE DATOS:
TECNICA INSTRUMENTO
Encuesta Cuestionario
CAPITULO IV
RESULTADOS DE LA INVESTIGACION
JUECES Y ABOGADOS
Tabla N° 1 (PREGUNTA Nº 3)
Algunas
Válid 72 43,4 43,4 96,4
veces
os
Nunca 6 3,6 3,6 100,0
Tabla N° 2 (PREGUNTA Nº 4)
La gravedad objetiva
86 51,8 51,8 51,8
del daño
La personalidad del
Válidos autor del hecho 68 41,0 41,0 92,8
Grafico N° 2 (PREGUNTA Nº 4)
2. determinar el daño moral extra patrimonial
Tabla N° 3 (PREGUNTA Nº 5)
Perjuicio por el
38 22,9 22,9 53,6
Válidos bien
Ambas 77 46,4 46,4 100,0
Grafico N° 3 (PREGUNTA Nº 5)
Tabla N° 4 (PREGUNTA Nº 6)
Coeficiente intelectual
17 10,2 10,2 10,2
del paciente
Grafico N° 4 (PREGUNTA Nº 6)
4. valorización del daño moral extra patrimonial
De la gráfica podemos apreciar que el 38% manifiestan que utilizan todos los criterios
para la valorización del daño moral extra patrimonial al momento de sentenciar o al
momento de litigar; asimismo el 24% afirman que utilizan el criterio de nivel de depresión
para la valorización del daño moral extra patrimonial al momento de sentenciar o al
momento de litigar y mientras que solo el 14.5% señalan que utilizan el criterio de estado
de salud para la valorización del daño moral extra patrimonial al momento de sentenciar
o al momento de litigar que se muestran en la Tabla N°4 y Grafico N° 4 de la Pregunta Nº 6.
Tabla N° 5 (PREGUNTA Nº 7)
Constitución
26 15,7 15,7 15,7
política
Grafico N° 5 (PREGUNTA Nº 7)
5. normas y/o reglamentos se utiliza para la valorización del daño moral
extra patrimonial
Constitución
18 10,8 10,8 10,8
política
Grafico N° 6 (PREGUNTA Nº 8)
1. ¿En los casos recibidos que tipo de daño recibí con mayor frecuencia?
Daño moral
103 62,0 62,0 62,0
directo
Grafico N° 1 (PREGUNTA Nº 1)
1. ¿En los casos recibidos que tipo de daño recibí con mayor frecuencia?
Perjuicio por el
55 33,1 33,1 68,1
Válidos bien
Ambas 53 31,9 31,9 100,0
Grafico N° 2 (PREGUNTA Nº 2)
Perjuicio por el
44 26,5 26,5 51,2
Válidos bien
Ambas 81 48,8 48,8 100,0
Perjuicio por el
47 28,3 28,3 48,8
Válidos bien
Ambas 85 51,2 51,2 100,0
Medio
34 20,5 20,5 20,5
probatorios
Perjuicio por el
Válidos bien 34 20,5 20,5 41,0
Certificado
34 20,5 20,5 20,5
psicológicos
Válidos Declaraciones
9 5,4 5,4 42,2
juradas
De la gráfica podemos apreciar que el 57.8% manifiestan que debería demostrar como
prueba el certificado psicológico, el certificado médico y las declaraciones juradas para
el daño moral indirecto causado por un tercero al momento de sentenciar o al momento
de litigar. Asimismo el 20.5% afirman que deberían demostrar como prueba el certificado
psicológico para el daño moral indirecto causado por un tercero al momento de
sentenciar o al momento de litigar. Mientras que solo el 16.3% señalan que debería
demostrar como prueba el certificado médico para el daño moral indirecto causado por
un tercero al momento de sentenciar o al momento de litigar y mientras que solo el 5.4%
señalan que deberían demostrar como prueba las declaraciones juradas para el daño
moral indirecto causado por un tercero al momento de sentenciar o al momento de litigar
que se muestran en la Tabla N° 8 y Grafico N° 8 de la Pregunta Nº 17
4.3. DISCUSIÓN
Hipótesis Específicas
d) La problemática de la valorización del daño moral se da en forma directa
cuando lesiona un interés personal, por que ---------
e) La problemática de la valorización del daño moral se en forma indirecta
cuando lesiona interés de terceros, por que ---
Copiar la hipótesis
Hipótesis genral
1. ………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………
2. ………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………
……..
3. ………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………..
RECOMENDACIONES
1. …………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………...
2. ……………………………………………………………………………………………………………………………………..
3. ……………………………………………………………………………………………………………………….
BIBLIOGRÁFIA
1. Código civil Art. 1333. “Si el resarcimiento del daño no pudiera ser
probado en su monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración
equitativa”.
2. Carlos Fernández Sessarego “Hacia una nueva sistematización del
daño a la persona”
3. Mario Castillo Freyre, “compendio de derecho de obligaciones” –con
la colaboración de Verónica. ROSAS BERASTAIN,
4. Código Civil. Exposición de Motivos y Comentario.
5. Código Civil peruano.
6. Daniel Linares Avilés “el laberinto de la cuantificación del daño moral
con una mirada desde la óptica procesal”
7. Fernando De Trazegnies Granda, Proyectos y Anteproyectos de la
Reforma del Código Civil. Lima, Pontifica Universidad Católica del
Perú., 1980, La Responsabilidad Extracontractual. Biblioteca Para
leer el código civil. Vol. IV. Tomo II. Pontificia Universidad Católica del
Perú. Lima, Primera Edición, 1988.