El 26 de septiembre se celebra en Colombia el día del sordo, ser sordo no hace parte de algún
insulto o ataque, es solo así como se le llaman a las personas que carecen de su parte auditiva,
algunos de estas personas inclusive pueden hablar, su forma de comunicarse no hace parte de una
transliteración del idioma castellano, su lenguaje es independiente, su estructura gramatical es
propia y le da forma e identidad a este grupo en la sociedad. Es una lengua de señas y
movimientos, para Colombia el lenguaje para sordos fue incluido en 1996, llamado lenguaje LSC,
sus siglas como parte de una forma de lograr su inclusión y comunicación, sin embargo su dialogo
no es universal, cada país tiene sus propias formas de expresión, su identidad y cultura se forma a
partir implícitamente de la existencia de una lengua, son comunidades agrupadas trabajando en
función u objetivo de una misma meta y es su integración o reintegración a la sociedad. Se puede
ser sordo de nacimiento o al trascurrir de las diferentes etapas de la vida por diversos hechos que
comprometan el audio de un individuo, es hasta hace muy poco en nuestro país, que se viene
teniendo en cuenta a este grupo de la sociedad, cabe decir que muchas veces, el ser sordo hace y
ha hecho parte de rechazo social, de exclusión por parte del estado, la familia y en general el
mundo que nos rodea sobre todo para aquella persona que inicialmente si podía escuchar, sin
embargo los pasos que se dan en este tema son muy lentos, actualmente las entidades que
atienden a este grupo social son pocas y hacen parte del componente privado empresarial del país
con fines obviamente de empresa y no tanto de acción social, mercantilizándose y llevando a fines
lucrativos, ya que ingresar a una corporación de estas no resulta fácil y tampoco económicamente
accesible, sin embargo la carta de la ONU en el año 2006 reconoce derechos civiles y políticos a las
personas con algún tipo de discapacidad que los permita competir en iguales condiciones con la
sociedad y el estado debe permitir su acceso a las condiciones básicas de vida, acceso a transporte
masivo, vivienda, salud, trabajo y educación,(ARTICULO 1, carta ONU) en este sentido el estado
colombiano viene trabajando con el ministerio de educación, con el instituto nacional para sordos,
desarrollando algunos ejercicios que permitan principalmente la inclusión de esta parte de la
sociedad tan importante para un mejor vivir, para este fin se busco las principales barreras de
acercamiento y se encontró así que era la comunicación la que no permitía estos espacios de
dialogo, por lo cual se han incluido intérpretes, oyentes, y familia, partiendo del punto de
concientizarse de que estas no son enfermedades, que tampoco los sordos son retardados,
fenómenos o Castigos divinos como se pensó en algún momento de la historia que los llego
inclusive a esconder y hasta prohibirles casarse en público, así mismo se censo la población
existente que para el año 2015 se identificó 455.718 personas de las cuales 237.964 son hombres
y 217.754 son mujeres(según observatorio social del INSOR) y que a pesar de los esfuerzos por
generar cobertura y acceso a estos programas que desarrolla el gobierno, incluyendo otros
organismos como el Sena y el ministerio de salud, solo se benefician entre 3000 y 4000 personas
en todo el país, por lo cual estaríamos aún lejos de llegar a toda esta población, otro
inconveniente que se presenta es la dificultad al poderse comunicar con sus familias, lo que a
veces les puede generar algún tipo de aislamiento y depresión inclusive llegando a volverse
individuos agresivos.
Otro gran reto que se coloca el gobierno colombiano tiene que ver con la educación formal,
actualmente no se cuenta con las herramientas tecnológicas, tampoco se han desarrollado
cátedras universitarias pertinentes y necesarias fundamentales en este proceso de inclusión,
desde la misma Esap (escuela de administración pública) no se cuenta con un plan que permita la
integración a la comunidad de esta población lo que nos alejaría un poco de lograr los retos
propuestos, la lucha de la comunidad sorda por el reconocimiento de sus derechos ha sido dura,
ardua y constante muy parecida a la de los indígenas o afros, ya que en Colombia era prohibido el
lenguaje de señas en las escuelas y estas minorías no eran reconocidas porque la academia solo
reconocía la enseñanza desde un enfoque ora lista, (según Henry Mejía director de fenasol, ley
324) lo que aún parece sigue ocurriendo, se mencionan algunos avances como el reconocimiento
de la lengua de señas, se creó el centro de relevo junto con el ministerio de las Tics que le permite
a los sordos comunicarse gratuitamente a cualquier número, se siguen haciendo esfuerzos para
que el sordo no sea reconocido como discapacitado ya que sus condiciones no son limitantes de
labores o actividades de inclusión laboral que es otro de los grandes temas a tratar, este es un
estereotipo que genera rechazo, ya que los sordos podrían desempeñarse en muchas otras
actividades sin la necesidad de los intérpretes, se necesitaría cambiar algunos empleos que se
hacen de forma artesanal según el señor Mejía, podrían ser más de 1260 actividades.