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FACULTAD DE INGENIERIA

ESCUELA PREFESIONAL DE INGENIERIA CIVIL

CURSO : DERECHO CONSTITUCIONAL GENERAL

PROFESOR : Lic. ROSALES LEÓN SERAPIO PETERSON


CICLO :x

TRABAJO : EL CONSTITUCIONALISMO MODERNO Y


SU IMPORTANCIA PRÁCTICA

INTEGRANTES :
 OBREGON SILVERIO LUIS JUVER
 ROBLES HUARAC EDIBELTON
 URBANO GARCIA ALEX
INTRODUCCION

La presente investigación tocaremos el tema el constitucionalismo moderno y su importancia


práctica, La formación de este movimiento es lenta y compleja, siendo numerosos los
factores que influyeron en ella. Tuvo manifestaciones diferentes en Inglaterra, Estados
Unidos y Francia, pudiendo afirmarse que los hitos históricos principales en su
desarrollo fueron, primero, la Revolución inglesa del siglo XVII, y luego, la
Independencia de los Estados Unidos la Revolución francesa, ambas a finales del siglo
XVIII. Parece claro que el motor ideológico inmediato del constitucionalismo moderno
fue la ilustración, si bien resulta innegable que los orígenes doctrinales se confunden
con los fundamentos mismos del pensamiento occidental. En efecto, "la concepción del
hombre como ser libre conduce necesariamente a la limitación del poder y por eso,
como señala Friedrich, sólo dentro de la cultura occidental se ha sentido la necesidad de
justificar la existencia del poder absoluto".
“EL CONSTITUCIONALISMO MODERNO Y SUIMPORTANCIA PRÁCTICA”

El constitucionalismo, llamado también movimiento constitucionalista, es un sistema de


vida estatal, caracterizado por la sujeción a los mandatos de la Constitución Política, de
todos los actos, tanto de los gobernantes como de los gobernados. En virtud de este
sistema, todos los Estados deben contar con una Constitución escrita. Ésta debe contener
una serie de disposiciones tendentes ala racionalización del poder político, el que, para
su efectivo control, debe estar dividido tanto funcional como territorialmente. Asimismo,
los ciudadanos estarán premunidos de derechos y libertades, en tal proporción, que sean
capaces de actuar como efectivos contralores tanto del acceso a la función pública, como
de su ejercicio y sucesión. Todo acto, para ser válido, debe estar sujeto a ley; lo contrario
acarrea nulidad.
La Enciclopedia Jurídica Ameba, por su parte, afirma que el constitucionalismo es el
ordenamiento jurídico de una sociedad política, mediante una Constitución escrita cuya
supremacía implica la subordinación a sus disposiciones, de todos los actos de los
poderes constituidos que forman el gobierno ordinario.

En síntesis, el constitucionalismo, llamado también movimiento constitucionalista, es un


sistema de vida estatal, caracterizado por la sujeción a los mandatos de la Constitución
Política, de todos los actos, tanto de los gobernantes como de los gobernados.

En virtud de este sistema, todos los Estados deben contar con una Constitución escrita.
Ésta debe contener una serie de disposiciones tendentes a la racionalización del poder
político, el que para su efectivo control, debe estar dividido tanto funcional como
territorialmente. Asimismo los ciudadanos estarán premunidos de derechos y libertades,
en tal proporción, que sean capaces de actuar como efectivos contralores tanto del acceso
a la función pública, como de su ejercicio y sucesión. Todo acto, para ser válido, debe
estar sujeto a ley; lo contrario acarrea nulidad.
ANTECEDENTES DEL CONSTITUCIONALISMO

En su dinámica natural, éstas nunca han dejado de evolucionar progresivamente:


Familias, fratrías, tribus, confederaciones de tribus, ciudades-estado, reinos, imperios,
etc. Sea cuales fueran, las unidades social- estatales no pudieron prescindir de una
organización política- jurídica.
Hace varios millones de años, aparecieron sobre la tierra las primeras agrupaciones
humanas. En su dinámica natural, éstas nunca han dejado de evolucionar
progresivamente: Familias, fratrías, tribus, confederaciones de tribus, ciudades-estado,
reinos, imperios, etc.

Sea cuales fueren, las unidades socio-estatales, no pudieron prescindir de una


organización político-jurídica, integrada por un conjunto de prácticas, usos,
costumbres, leyes sueltas y otras instituciones normativas, que las sirvieron para
adquirir cohesión, fortaleza y estabilidad. Demás está decir que, por esos tiempos, no se
conocía, en absoluto, ningún texto constitucional formalizado. Sin embargo, es posible
apreciar algunas ideas germinales que, con el transcurso de los siglos, se han ido
desarrollando, hasta convertirse en las constituciones formales que actualmente
conocemos.

EN GRECIA:

La asamblea popular, desempeñaba el rol de órgano legislativo ordinario, sus acuerdos y


resoluciones tenían el carácter de leyes comunes. Estas leyes no podían infringir a las
dictadas en Atenas, por Teseo, Dracón, Solón y Clístenes; y en Esparta, por Licurgo.
Estas leyes gozaban de primacía, debido a las potestades extraordinarias con las que se
hallaban investidos los legisladores que las establecieron.

EN ROMA:

Los romanos pensaban que los edictos, decretos, mandatos y rescriptos, eran leyes
comunes. Por encima de éstas, se hallaba la Ley de las XII Tablas, las constituciones
republicanas y las constituciones imperiales, las cuales tenían rango superior, puesto
que provenían del monarca, sujeto que por personificar la voluntad de los dioses y la del
pueblo romano, tenía la condición de fuente única de leyes superiores.
1. La glorious revolution británica:

El origen del constitucionalismo moderno se encuentra en Inglaterra, que además fue el


primer país del mundo moderno que tuvo una constitución escrita (el Instrumento de
Gobierno de Oliver Cromwell en 1653).

El reinado de Jacobo I (de 1603 a 1625) se caracterizó por un enfrentamiento progresivo


entre el Parlamento y el Monarca que terminó en guerra abierta y final-mente en la
victoria del Parlamento y la ejecución del Rey Carlos I, hijo de Jacobo, en 1649. Pero la
proclamación de la República (Commonwealth) no trajo consigo la libertad ni la
democracia, sino el gobierno militar y la dictadura, aunque por vez primera se intentara,
sin éxito, dotar a Inglaterra de una Constitución escrita con el Instrument of
Government. Restaurada la monarquía en 1660 se vuelve a intentar un equilibrio entre
los poderes regios y parlamentarios, pero la "Declaración de indulgencia" aprobada por
el Rey Jacobo II en 1687 suspendiendo en bloque una serie de leyes dadas por el
Parlamento en defensa de la Iglesia anglicana, se consideró una ruptura del equilibrio
constitucional y pronto la oposición al Monarca se convirtió en Revolución (Glorious
Revolution, 1688). El Parlamento depuso al Rey y entronizó una nueva dinastía en la
persona de Guillermo de Orange. A partir de este momento se afianza el teórico
equilibrio constitucional, pero con predominio efectivo cada vez más claro del
Parlamento sobre el Rey. Esta preeminencia del Parlamento en el sistema político
británico se ha conocido como soberanía parlamentaria en el sentido y con las
consecuencias que en su momento analizaremos.

2. La ilustración:

Entre la revolución inglesa y la francesa (1789) se desarrolló un importante movimiento


intelectual que supuso una profunda transformación en el orden ideológico, político,
económico, social y científico, al que se denomina "siglo de las luces" o Ilustración. Los
primeros escritores ilustrados nacieron y escribieron en Inglaterra, pero fueron leídos,
imitados y superados por autores franceses, que fueron quienes propagaron las nuevas
ideas por toda Europa y América. Su exponente principal, más que un autor, fue una
obra colectiva: la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D´Alambert, 17 volúmenes
publicados entre 1751 y 1772 recopilando todo el saber de su tiempo desde la óptica de
los "filósofos"13 ilustrados.
Aunque con notables diferencias, tanto la Ilustración francesa como la inglesa presentan
en común los rasgos siguientes:

1. ) Exaltación en la razón. Todo puede y debe ser sometido a sistema mediante el


procedimiento inductivo que parte de los datos empíricos y permite concluir
principios cada vez más generales. Junto a ello una clara hostilidad hacia los valores
políticos, filosóficos y religiosos heredados del pasado: todo lo anterior se considera
oscurantista, supersticioso, irracional; la nueva ciencia es por el contrario puramente
racionalista y por tanto exacta y rigurosa. Absoluto rechazo de la meta-física y
especialmente de la escolástica. En definitiva: rechazo de la ciencia abstracta y
especulativa, que se pretende sustituir por una ciencia concreta, práctica y
experimental.

2. ) Naturalismo. Es decir, un retorno integral a la naturaleza, un optimismo general y


una confianza ilimitada en el hombre, en las ciencias positivas y en el progreso;
pero también una oposición a cualquier religión revelada por Dios, particularmente
al catolicismo, propugnando su sustitución por un vago deísmo, marcadamente
anticlerical, que termina en muchos ilustrados franceses en completo ateísmo o
mejor anticristianismo y en un materialismo plenamente escéptico.

3. ) En lo político, impugnan la teoría del derecho divino de los reyes, hablando en su


lugar de soberanía popular. Creen en la igualdad de todos los hombres y en unos
derechos naturales innatos, de donde la confianza en que el progreso traerá una
sociedad más justa y una mejor distribución de los bienes entre todos los hombres.

La ilustración no sólo se expandió rápidamente por todas partes, gracias sobre todo
a la Enciclopedia, sino que los propios monarcas absolutos reinantes en el
continente europeo simpatizan con los nuevos pensadores y el régimen monárquico
se hace "despotismo ilustrado", hasta que las propias ideas revolucionarias hagan
sucumbir tales regímenes.

3. La separación de poderes:

El aparente equilibrio conseguido en la constitución inglesa a partir de la Revolución


gloriosa entre los poderes parlamentarios y la prerrogativa regia, fue considerado, a
ambos lados del Atlántico, como el modelo a imitar por toda constitución que
pretendiera garantizar la libertad. Aunque no faltan precedentes de auto-res que a lo
largo de la historia del pensamiento político hayan teorizado sobre el tema, (desde
Aristóteles a Marsilio de Padua) se considera como autor principal de la doctrina de la
separación de poderes a Montesquieu, uno de los pensadores que más influencia tuvo
en el movimiento revolucionario francés de finales del siglo XVIII. No se debe, sin
embargo, olvidar que él se limitó a proponer para Francia el sistema de equilibrio de
poderes que creyó ver en la vida política inglesa y que pudo leer en John Locke.
Este último había escrito en el segundo de sus Dos tratados sobre el Gobierno
Civil(1690) que debía existir un poder legislativo, superior a los otros aunque limitado
por el Derecho natural, un poder ejecutivo, encargado de hacer cumplir las leyes (pues
el legislativo sólo podría actuar de forma intermitente), un poder federativo unido al
anterior, encargado de las relaciones internacionales,
y junto a ellos, dado el contexto británico en que escribe, la prerrogativa regia o
conjunto de poderes residuales del monarca inglés. Tales poderes, excepto federativo y
ejecutivo, deben estar separados en sujetos diferentes para garantizar la libertad:
"Pudiera ser tentación harto grande para la humana fragilidad que las personas que
tienen el poder de hacer las leyes tengan también en sus manos el poder de ejecutarlas,
con lo cual pudieran ellas eximirse de su obediencia y sentirse inclinadas, bien al
iniciarlas, bien al aprobarlas, bien al cumplirlas, a su propio beneficio".
Por su parte Montesquieu, magistrado además de aristócrata, no sólo leyó la obra de
Locke sino que tuvo ocasión de visitar Inglaterra, donde residió durante dos años
(1729-1731) quedando profundamente admirado del régimen monárquico moderado,
frente al absolutismo francés de su tiempo. En 1748 publicó Del Espíritu de las
Leyes, obra cumbre con el Contrato Social de J. J. Rousseau, del pensamiento político
del siglo XVIII, con un éxito extraordinario, en el que expone, entre otras muchas
cosas, el régimen político que a su juicio debería imitar Francia.

4. La independencia norteamericana:

El triunfo del Parlamento británico en su enfrentamiento con la Corona había ido


lentamente asentando el principio de la soberanía parlamentaria, según el cual, en
Inglaterra no existiría límite alguno al poder del Parlamento (y por tanto de la ley como
producto de la potestad del Parlamento), del mismo modo que en el resto de Europa no
se conocían límites jurídicos al poder del monarca (conforme al principio romano Lex
est quod principi placuit). Sin embargo, ya desde antiguo, sobre todo desde perspectivas
éticas o religiosas, y más claramente con el surgimiento de las doctrinas del Derecho
natural racionalista, se empezó a discutir, primero a nivel doctrinal, luego en los debates
políticos y finalmente con las armas, si el poder del monarca (o del parlamento) debía
ser ilimitado o no. Este conflicto se planteó en términos más explícitos en las Colonias
británicas del Norte de América. Desde un punto de vista jurídico.

5. La revolución francesa:

Pero el paradigma de toda revolución política sería, más aún que la norteamericana, la
que tuvo lugar poco después en Francia.
La constitución tradicional de Francia se fundaba, como en la mayoría de las
monarquías europeas, en un equilibrio entre el poder soberano del Rey y las
limitaciones que suponían al mismo las clases privilegiadas y el sinnúmero de
exenciones, privilegios, fueros y derechos particulares de ciudades y territorios. Sin
embargo, el reinado de Luis XIV (1643 a 1715), supuso la ruptura del equilibrio en
favor del monarca ("L’Etat c’est moi"). Su descendiente, el débil Luis XVI, enfrentado
a graves problemas de orden económico, convocó en 1789 a los Estados Generales, que
no se habían reunido desde 1614, según el sistema tradicional que establecía la
deliberación por separado de cada uno de los tres estados. La burguesía, con gran poder
económico pero sin participación en el poder político, y ahora mayoritariamente
partidaria de las ideas ilustradas y enciclopedistas, consiguió dominar el tercer estado y
supo aprovechar la decadencia de la nobleza y la división del clero para imponer las
ideas revolucionarias, no sólo a los otros dos brazos, sino también al Rey.
En 1613 cada estado deliberaba por separado y tenía un voto, por lo que los estamentos
privilegiados tenían asegurado su predominio sobre el estamento popular. Pero en esta
ocasión, el ministro Necker consiguió que el número de componentes del tercer estado
fuera igual a la suma de los componentes de los otros dos, por lo que, al estar éstos
divididos internamente, la mayoría popular quedaba asegurada: 300 representantes del
clero, otros tantos de la nobleza y 600 del tercer estado. La burguesía consiguió
controlar la gran mayoría de estos últimos y encontró en jóvenes abogados de
provincias los líderes adecuados para llevar a cabo la Revolución.
El 5 de mayo de 1789 tuvo lugar la apertura de los Estados Generales. Los diputados del
tercer estado se niegan a deliberar por separado e invitan a los otros dos brazos a unirse
con ellos en Asamblea Nacional25, idea que fue secundada por una parte de la nobleza y
del clero. Pese a la prohibición del Rey y a diversos intentos por disuadirlos, se reúnen
en el Jeu de Paume y se comprometen con juramento a "no separarse jamás y a reunirse
en todo momento que las circunstancias lo exigiesen hasta que la Constitución quede
establecida y afirmada sobre fundamentos sólidos". Finalmente el Rey cede y decide
aceptar la nueva situación. Ello significaba oficialmente el fin del Antiguo Régimen en
Francia.
político, los colonos defendieron frente a la Metrópoli la existencia de ciertos límites al
poder del Parlamento británico, unas veces basándose en las inmunidades y privilegios
tradiciones de todo ciudadano británico, encar
nados en el Common Law y otras directamente en el Derecho natural que no puede ser
derogado por ley humana alguna. En concreto, el libre consentimiento a los impuestos y
el juicio por jurado de iguales serían derechos de los colonos que no estaban siendo
respetados por la Corona británica.

6. Expansión del constitucionalismo.

El propio Montesquieu había advertido del peligro que suponía que el poder legislativo
llegase a prevalecer sobre los otros dos: "Si el poder ejecutivo no posee el derecho de
frenar las aspiraciones del cuerpo legislativo, éste será despótico, pues como podrá
atribuirse todo el poder imaginario, aniquilará a los demás poderes". Sus palabras
resultaron proféticas en los años que siguieron a la Revolución francesa.
El proceso político fue radicalizándose progresivamente. En septiembre de 1792 la
Convención declara abolida la monarquía. La naciente República se da una nueva
Constitución el 24 de junio de 1793, de clara inspiración rousseauniana, que acepta el
sufragio universal masculino, pero los acontecimientos se precipitan: la dinámica
revolucionaria ya no puede ser frenada, el Rey es ejecutado y Francia entra en guerra
con varios países vecinos. De la teórica democracia se va pasando a la dictadura de la
Convención, dirigida por Robespierre. La Revolución fue devorando no sólo a sus
enemigos sino a sus propios hijos (o mejor a sus padres): Vergniaud, Hebert,
Desmoulins, Danton, y finalmente Saint-Just y el propio Robespierre fueron
guillotinados; Marat asesinado, Condorcet eludió la ejecución suicidándose. La
Revolución se convirtió en un mar de sangre, donde la persecución, la intolerancia y el
desprecio hacia los derechos humanos alcanzaron cotas desconocidas en Francia desde
siglos atrás. Finalmente, de la dictadura del Parlamento (Convención) se pasa a la
dictadura del Ejecutivo (cesarismo napoleónico). Después, la fugaz expansión francesa
por toda Europa gracias al genio militar de Napoleón, coronado emperador en 1804. La
posterior derrota y la restauración del Antiguo Régimen en 1814 parecían haber acabado
para siempre con toda veleidad revolucionaria.
El mito de la Revolución francesa no debe ser aceptado de forma acrítica por el hecho
de que las ideas políticas que en ella triunfaron hayan basado el pensamiento político
desde entonces hasta el día de hoy. Era evidente que el sistema político del Antiguo
Régimen se encontraba caduco y resultaba inviable a esas alturas de la Historia. Era
urgente un conjunto de reformas sustanciales, en sentido democrático y participativo,
como de manera gradual se fue realizando en Inglaterra. Pero los horrores y excesos a
que llegaron los revolucionarios no contribuyeron positivamente a expandir las nuevas
ideas, pues en todo el Continente europeo se las consideró como sinónimo de anarquía,
desgobierno, abuso de poder, derramamiento de sangre y en definitiva, se las identificó
con el Terror de Robespierre.

ETAPAS DE DESARROLLO DEL CONSTITUCIONALISMO:

El constitucionalismo es un sistema de vida jurídico-política, que a lo largo de su


desarrollo pasó por diferentes etapas.

Constitucionalismo burgués revolucionario

En su primer momento histórico, el constitucionalismo fue impulsado por el


movimiento liberal y estuvo claramente al servicio de los intereses del tercer estado
(estado llano en Francia), nombre con el que se identificaba a la burguesía.
Ésta se hallaba en abierta luchaba contra el primer estado (Monarca y
aristocracia) y el segundo estado (alto clero).
Libertad, igualdad y fraternidad, fueron las banderas esenciales de este movimiento.
Con ellas se ganó el apoyo de las masas populares. Pertenecen a este periodo, las
revoluciones inglesas de 1648 y 1688, la revolución independentista norteamericana de
1776 y la revolución francesa de l789.
Constitucionalismo social
En una tercera fase, insurgen las masas obreras, campesinas, clase media, juventudes,
etc., contra los gobiernos demo liberales, procurando tierra para los campesinos, salario
justo para los obreros, prestaciones de estado para la clase media y oportunidades de
realización para las juventudes. A este movimiento suele llamarse constitucionalismo
social. Pertenecen a éste, la revolución mexicana de 1917, la revolución rusa de 1918,
la revolución alemana de 1919, el movimiento latinoamericano de reforma universitaria
de 1919 y la revolución española de 1930.

Otras corrientes del constitucionalismo del siglo XX:

Coexistieron otros tipos de constitucionalismo en Europa del siglo XX. Estos son:

a. El constitucionalismo fascista en Italia (1919), movimiento liderado por Benito


Musolini, cuya máxima aspiración era la reinstauración del antiguo imperio romano.

b. El constitucionalismo nazista en Alemania (1932), que se propuso


materializar el dominio mundial de la raza alemana.

Estos regímenes corporativos han desaparecido. A partir de la II Guerra Mundial, se ha


dado apertura a diversos tipos de constitucionalismo, tales como:

c. El constitucionalismo socialista, que buscaba implantar la dictadura del


proletariado. Tuvo su origen en la revolución rusa de 1918. En la segunda mitad del
siglo XX se extendió a los continentes de Asia, África y América. Luego de la caída del
muro de Berlín, sufre duro revés. Hoy sobrevive en Cuba, China, Corea del Norte, pero
con grandes cambios para su adaptación al contexto del mundo actual.

d. El Constitucionalismo organizacional, que pretende superar al constitucionalismo


social proclamativo, mediante la efectivización de un verdadero Estado de Derecho, con
instituciones jurídico-políticas realmente activas; Francia, Italia, Alemania Federal,
Ecuador, Perú intentan seguir este camino entre los años 1946 y 1980.

e. El constitucionalismo comunitario, trata de fortalecer los procesos de integración


interestatal, como es el caso de la Unión Europea, por ejemplo.
f. El Constitucionalismo de los Derechos Humanos, trata de poner en vigencia
estandarizada los derechos y libertades básicas en todos los países del Orbe.

g. El constitucionalismo neocontractualista, que busca reactualizar las viejas teorías


del contrato social y adaptarlas a la realidad de nuestro tiempo. Esta corriente plantea
un nuevo contrato social que deberá materializarse como consecuencia del
desprendimiento de los ricos, quienes cederán algo de su fortuna a los pobres, para
equilibrar los niveles de la diferenciación social. Postulaun gobierno asistencialista y
una democracia patriarcalista.

h. El constitucionalismo de la realidad, que lucha por hacer realidad el Estado de


Derecho, de la libertad, la justicia, el bienestar y las condiciones materiales y técnicas,
para la efectiva implementación del proyecto de vida de todas las personas, pueblos y
naciones del mundo.

EL CONSTITUCIONALISMO LIBERAL

Llamado también clásico, el constitucionalismo liberal defiende los derechos y


libertades individuales. Se forjó luchando contra las monarquías absolutas y se propuso
rescatar el valor subjetivo de la persona humana. Su modelo jurídico sustancial es la
Constitución Política de los EE. UU. De N. A. (1787); cuya estructura normativa se
forjó con la ideología liberal que, posteriormente, dio impulso a la revolución francesa
de 1789.El constitucionalismo clásico, además del modelo norteamericano, se
concretiza en las constituciones políticas de Francia (1791), España (1812) y las
primeras constituciones latinoamericanas del siglo XIX, entre otras.

En lo jurídico, el constitucionalismo clásico exige que todo Estado tenga una


Constitución Política formal, preferentemente escrita y con supremacía sobre todo el
ordenamiento jurídico. El Legislador debe dar leyes que desarrollen el texto
constitucional, toda ley contraria a él debe ser nula. El objeto de la Constitución es la
conservación del régimen político por ella instaurado.
En lo económico, el constitucionalismo clásico erige a la propiedad privada como la
piedra angular de los derechos fundamentales. Se trata de anular la capacidad
confiscatoria del Estado, estableciéndose el carácter excepcional de las expropiaciones,
previa indemnización al propietario. Correlativamente se implanta el mercantilismo, a
través de la libertad de comercio, industria, el ejercicio de las profesiones liberales, y la
prohibición de restaurar el esclavismo o el vasallaje, a fin de garantizar la libertad
individual del desposeído, para vender su fuerza de trabajo al mejor postor.

En este sentido se reconoce la libertad de fijar domicilio, de trabajar, de


asociarse, reunirse, comerciar y acumular riqueza sin límites. Sólo por excepción, el
Estado puede ejercer actividad empresarial, en sectores poco atractivos para la iniciativa
privada. En lo demás el Estado debe “dejar hacer, dejar pasar, que el mundo camina
solo”. Se reconoce la libertad de trabajar en cualquier industria o comercio, sin
necesidad de estar afiliado a ningún gremio, los servicios personales son exigibles
sólo por la ley. No se reconoce el derecho de huelga.

En lo político, el constitucionalismo clásico abolió los privilegios de la monarquía, la


aristocracia y el clero, al establecer la igualdad ante la ley. Pero impidió la participación
política de los obreros, campesinos y clases media baja, al implantar el sufragio
únicamente para los varones que supiesen leer y escribir y, además, tuviesen
propiedades. De este modo la democracia formal y representativa que se constituyó, fue
simplemente el régimen de los ricos, ya que las personas que no tuviesen fortuna solo
eran consideradas como ciudadanos pasivos o de segunda categoría. Se presumía a
priori que quien careciese de propiedades, carece también de responsabilidad frente a
la comunidad política. El que tiene algo que perder, pensará que arriesga sus intereses
al sufragar. El voto que emite, puede beneficiarlo o perjudicarlo en el futuro.

El que nada tiene, en cambio, votará de cualquier forma, pensando que su voto no le
traerá ni beneficio ni pérdida. Nada arriesga el que nada tiene.

Estas y otras particularidades ideológicas, determinaron que el constitucionalismo


clásico devenga en un sistema político y jurídico teórico, declarativo e inoperante para
las grandes mayorías. De allí se devino su crisis y la necesidad de un nuevo
constitucionalismo.
CONSTITUCIONALISMO SOCIAL

Cansadas de la marginación socioeconómica, la postergación política y de las


inconsecuencias ideológico-políticas del liberalismo gobernante, las masas populares se
decidieron a materializar las banderas de libertad, igualdad y fraternidad, que tanto se
habían agitado antes, durante y después de la revolución francesa de 1789.

Al ver que las revoluciones europeas de 1830, 1848 y 1871, no sirvieron para mejorar
la condición de los desposeídos.

La vergonzosa claudicación de los gobernantes liberales quedó evidenciada, en la


conciliación a que arribaron con sus antiguos enemigos los miembros de la realeza y los
aristócratas, para consolidarse en el poder y, de paso, impedir el ascenso de los obreros,
campesinos, clase media baja, juventudes, etc., los mismos que ante este hecho, no les
quedó más opción que pasar a la acción directa. En México, Rusia, Alemania, Argentina
y España, entre 1917 y 1930, después de grandes movimientos revolucionarios,
aparecen la Constitución de Querétaro (1917), la Constitución de la URSS (1921), la
Constitución de Weimar (1919), el Manifiesto de Córdova (1919) y la Constitución
Española (1932).

Es conveniente aclarar que el constitucionalismo social no se propuso la


anulación del constitucionalismo clásico. Por el contrario, buscó su efectivización.
Tierra y agua para los agricultores; salarios justos, jornada laboral de 8 horas, seguridad
e higiene industrial para los trabajadores fabriles; pensiones de jubilación, invalidez,
viudez y orfandad para asegurar la subsistencia familiar de los asegurados; protección
de la familia y la salud pública, derecho a la educación, al trabajo, al descanso, a la
participación de utilidades en la empresa, a la negociación colectiva y a la huelga

Aún no se han cumplido plenamente los postulados del constitucionalismo social, pero
es indudable que ha traído grandes beneficios a la humanidad en todos los países del
mundo. Se espera su plena vigencia. Cuando ello suceda, reinarán realmente la libertad,
la igualdad y la fraternidad en todos los ámbitos del quehacer cotidiano de los hombres.
EL CONSTITUCIONALISMO DE HOY EN DIA

En la actualidad, casi todos los Estados del mundo cuentan con textos constitucionales.
Estos son verdaderos cuerpos normativos fundamentales, y se caracterizan, además, por
ser supremos y rectores de sus correspondientes ordenamientos jurídicos. Se les
conoce con el nombre de constituciones formales. Las comunidades políticas que aún
no las tienen, se rigen por un conjunto de prácticas, usos, costumbres, leyes sueltas y
otros dispositivos, que, en conjunto, reciben el nombre de constituciones materiales.

Las constituciones formales son relativamente nuevas. Datan de finales del siglo XVIII.
La primera de ellas se dio en 1787, para regir a la federación de los EE. UU. de N. A. A
su modo siguieron este ejemplo Francia y otros países europeos. Posteriormente
hicieron lo mismo las decimonónicas repúblicas latinoamericanas. En el siglo XX,
las liberadas colonias de Asia y África, al romper con sus metrópolis
(Inglaterra, Francia y Portugal), igualmente adoptan sendas constituciones formales.

En los primeros años del siglo XXI, los constitucionalistas del mundo entero tratan de
buscar un modelo político que equilibre el lado egoísta del mercantilismo con el plexo
de los derechos humanos.

La paz mundial, el equilibrio ecológico del planeta y la democracia internacional


estandarizada, la cooperación económica internacional y la integración
interestatal, entre otras, son las banderas que el constitucionalismo actual deberá
enarbolar, si en verdad pretende lograr una comunidad global con justicia y bienestar
para todos.
CONCLUSIONES

En la actualidad, casi todos los Estados del mundo cuentan con textos constitucionales.
Estos son verdaderos cuerpos normativos fundamentales, y se caracterizan, además, por
ser supremos y rectores de sus correspondientes ordenamientos jurídicos. Se les
conoce con el nombre de constituciones formales. Las comunidades políticas
que aún no las tienen, se rigen por un conjunto de prácticas, usos, costumbres, leyes
sueltas y otros dispositivos, que, en conjunto, reciben el nombre de constituciones
materiales. Para conseguir este fin esencial, el constitucionalismo moderno tuvo que
enfrentar duras luchas contra el arbitrario poder de los señores feudales, el despotismo
irracional de los monarcas absolutos, así como contra la explotación del hombre por el
hombre, contra la discriminación racial, contra la opresión nacional y contra las guerras
de anexión imperialista.

Por otro lado, en este breve pero intenso estudio se pueden observar las características
que antes se han mencionado: el autor realiza el estudio del uso del término
“constitución”, moviéndose con una facilidad asombrosa entre las historias
constitucionales concretas, estableciendo conexiones clarificadoras entre ellas, y
comparando, en el sentido de mostrar las diferencias y similitudes entre unas y otras.
BIBLIOGRAFIA

 Derecho Constitucional General. Trujillo: Imprenta Editorial Gráfica Real S.A.C

➢http://erp.uladech.edu.pe/bibliotecavirtual/?ejemplar=000000334

➢http://www.larazon.com/index.php?_url=/la_gaceta_juridica/constitucionalismo-
modernconstitucionesgaceta_0_2151384951.html

➢https://vlex.com.pe/tags/constitucionalismo-moderno-1645408

➢Patrocinio L. Correa Noriega

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