Acto 12 de Octubre
Introducción
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Acto 12 Octubre Día de la diversidad Cultural Americana 2015
Abanderado/a: __________________________________
1° Escolta: ______________________________________
2° Escolta: ______________________________________
Palabras Alusivas
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Acto 12 Octubre Día de la diversidad Cultural Americana 2015
Quiera Dios que por siempre flamees orgullosa y altiva en esta tierra que
pretende vivir en paz y libertad.
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Acto 12 Octubre Día de la diversidad Cultural Americana 2015
Palabras alusivas
Un 12 de octubre de hace 523 años, Cristóbal Colón llegaba a las tierras de este
continente. Así comienza la historia de una conquista que cambió para siempre el
destino de aquellos que vivían aquí. Desde hace mucho tiempo el “Día de la Raza” es
cuestionado, porque en realidad ya no podemos conformarnos con lo que nos dijeron
nuestros maestros y los libros de historia, que por muchas razones que seguramente
fueron importantes y valederas en su momento, nos dieron una imagen errónea de ese
suceso. Según esa imagen, los habitantes de América de ese entonces aceptaron sin
resistencia toda la cultura, las ideas, la religión y el sistema de vida de los europeos.
Pero no fue así. La realidad es que en este lugar existían tribus de aborígenes que
tenían su propia civilización y fue tan trascendental que miles de historiadores no
lograron borrarla aunque no la mencionaran ni siquiera en una de sus páginas. La
huella de esas familias quedó en el aire, en las ruinas, en el recuerdo de los que
quedaron, en la sangre.
Quizás para que muchos puedan entender el secreto de esta lucha, deberíamos
remitirnos al significado de una palabra muy mencionada, pero muchas veces
malinterpretada: Aborigen, (del latín ab origen,) que significa “aquellos que vivían en
un lugar concreto desde el origen, antes de ninguna colonización”. Pero no
debemos confundir, es real que hoy somos una mezcla de razas, y que la influencia del
mundo antiguo fue fundamental, con aspectos positivos y negativos; sin embargo, los
verdaderos dueños de América son los aborígenes y paradójicamente deben luchar
contra el abandono de las instituciones y la falta de reconocimiento y hasta deben rogar
por tierras que les pertenecen por herencia. Entender esto nos permitiría dejar de lado
aquella visión del rescate del indígena sólo por ser pueblos en extinción y pasar a una
concepción en la que la continuidad histórico-cultural de los pueblos originarios de esta
geografía nos es propia, y por lo tanto, se trata de la toma de conciencia de que la
causa de las comunidades indígenas de toda América Latina y en particular de la
Argentina y la Patagonia, ha estado y estará siempre ligada a la suerte de las mayorías
populares, a la ventura o desventura de las naciones y provincias que las integran.
Precisamente por este motivo, debemos incluir a estas tribus en nuestra historia, en
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nuestra cultura, y dejar de verlos como una parte del paisaje que nada tiene que ver
con nosotros. Quién sabe, quizás estemos cambiando lentamente la historia.
En 1492 el hombre blanco trajo consigo muchos “adelantos”: la pólvora, las armas de
fuego, los instrumentos de navegación, la economía mercantilista, el hierro, la rueda,
etc, mientras los indígenas seguían luciendo tocados de plumas en la cabeza y
profesando religiones supuestamente “bárbaras”. Pero lo que nunca se dio a conocer
era el florecimiento cultural y científico de las civilizaciones precolombinas, como el
hecho de que los mayas hubiesen confeccionado un calendario mucho más exacto que
el europeo, que empleaban el sistema vigesimal en matemáticas y usaban una
escritura similar a los jeroglíficos egipcios, que en el incario construyeron terrazas y
canales para la producción agrícola, que practicaban la trepanación de cráneos y
tenían un sistema social que respetaba la comunidad colectiva de la tierra en donde
todos los miembros de la comunidad colaboraban en la construcción de obras públicas.
En síntesis, no se habla muchas veces de lo que los pueblos precolombinos fueron
capaces de hacer, sino sólo de lo que no hicieron.
De norte a sur del continente, los pueblos aborígenes reivindican sus derechos
territoriales y agrarios, defienden sus recursos naturales, tierras, identidades culturales,
lenguas y su autodeterminación.
Para formar una sociedad democrática genuina, para crecer, para unirnos
cooperativamente, para ser más flexibles, tolerantes y eficaces en nuestras relaciones,
debemos DESCUBRIR que ningún grupo cultural está por encima de otros.
Y, sobre todas las cosas, debemos descubrir que somos capaces de formar una
sociedad cuyos cimientos sean la paz, la tolerancia, la justicia y la equidad.