fructuosas promociones dentro de la jerarquía del partido o en la del múltiples administraciones y servicios que hacen del Reich nazi una
Estado. Por último, el partido se encarga del control de la ideología, policracia, en la cual una multitud de führers en pequeño se disputan
función esencial en el marco de un proyecto totalitario, que le permi- parcelas de poder. Pero eso no le quita al partido el seguir siendo la
te establecer una estrecha vigilancia sobre la prensa, el arte, la crea- clave de la realización del proyecto totalitario, imponiendo un nuevo
ción literaria. En 1932, por ejemplo, se crea la Unión de Escritores, a la derecho fundado en los principios nazis. Dispone de una policía polí-
que debe pertenecerse si se quiere publicar. Este control procede de tica, la Gestapo, que persigue a los adversarios del régimen o los ca-
la idea según la cual la vida intelectual y artística no puede ser neu- bezas de turco que le son designados; de una milicia, las SS, que or-
tra, que es imposible aceptar que prevalezcan las consideraciones es- ganiza el sistema de campos de concentración instaurado por el na-
téticas, como en los Estados burgueses, sobre la realización de los ob- zismo y cuya importancia irá en aumento hasta el punto que durante
jetivos del socialismo. Por este motivo, Stalin expone, en 1932, a la la guerra se creará un «Estado-SS», prototipo de pesadilla de un to-
Unión de Escritores, la doctrina del realismo socialista que debe pre- talitarismo que ha llegado hasta el estadio final de su realización. Más
valecer, en materia de arte y de literatura, sobre la decadencia bur- y mejor que el fascismo italiano, el nazismo supo ejercer un control
guesa. En 1939 el control de la expresión pasará a manos del ascen- de las ideas. Muy pronto se hizo con la cultura y la escuela; supo de-
dido Jdanov, responsable de la ideología. sarrollar, con Goebbels, un sistema de propaganda de temible efica-
Con algunos matices, la organización y las funciones del partido cia, que movilizó a la radio y a la prensa, modelando así a la juven-
fascista italiano coinciden con el mismo espíritu totalitario, que que- tud en torno a unas organizaciones cuyo principal crisol es la «ju-
da patente en la red de organizaciones en que, desde la edad de cua- ventud hitleriana», e instaurando un sistema de escuelas de mandos
tro años hasta el final de la vida activa, se encierra, en teoría, al ciu- destinadas a formar a los futuros dirigentes' del partido del Estado.
dadano de la Italia fascista: organizaciones de juventud (Hijos de la
Loba, Balillas, Pequeñas italianas. Jóvenes italianas. Juventudes fas- En busca del hombre nuevo. Este temible aparato totalitario tiene
cistas, etc., a las cuales se está obligado a afiliarse a partir de 1936 por objetivo, como es evidente, crear una sociedad totalmente homo-
y que agrupan a 5 millones de jóvenes en torno a un lema común: génea en función de la ideología del régimen.
«Creer, obedecer, luchar»), grupos universitarios fascistas para los jó- En la Alemania nazi, la obsesión de Hitler es la promoción de una
venes intelectuales, asociaciones profesionales y sindicales a las que raza pura a la que se promete el dominio del mundo, en virtud de su
debe pertenecerse para poder trabajar. Obra Nacional del Ocio que fi- superioridad natural. Y con un encarnizamiento fanático, Hitler em-
nancia casas de cultura, piscinas, manifestaciones culturales, vaca- prende, paralelamente, la tarea de conquistar el mundo y la purifica-
ciones, viajes. Comité Olímpico Nacional italiano, bajo cuya égida se ción de la raza. El hombre nuevo, para los nazis, es, en efecto, el hom-
agrupan todas las organizaciones deportivas. De igual manera, el con- bre ario, puro, que conviene desarrollar. Este designio comporta dos
trol de las ideas, en un primer momento confiado a un Ministerio de aspectos complementarios. El primero consiste en traer al mundo, a
la Prensa y de la Propaganda, que pasa a ser en 1937 Ministerio de la pequeña escala, ejemplares «racialmente puros» mediante la creación
Cultura Popular, está sólidamente instaurado. Este último ejerce una de Lebensbom, que son, primero, clínicas especializadas donde las jó-
estrecha supervisión sobre la prensa, la creación artística y la ense- venes van a dar a luz su «ofrenda al Führer», y, más tarde, lugares de
ñanza, cuyo objetivo primordial, según el ministro de Educación, es encuentro para jóvenes «arios». Este proyecto eugénico se completa
conducir a la juventud italiana hacia el fascismo. Pero en Italia el to- mediante la esterilización o la supresión física de los enfermos men-
talitarismo es más tendencia que realidad: estar afiliado a las organi- tales o de los individuos «asociales». Pero la llave maestra del pro-
zaciones fascistas es a menudo una simple formalidad destinada a ha- yecto racial totalitario es la lucha contra los judíos, considerados
cer posible la vida y, en el mismo régimen, un intelectual como Bot- como el factor de degeneración de las razas superiores. Se trata de eli-
tai y su revista Critica Fascista denuncian la educación monolítica minarlos. El término mismo supondrá diversas acepciones. En un pri-
como esterilizadora de las facultades creadoras. mer momento, los judíos quedan marginados de la sociedad alemana;
Las críticas no se llevan mucho en el caso del totalitarismo ale- el ejercicio de la función pública, profesiones liberales, carreras uni-
mán. A partir de 1926, como hemos visto, el partido nazi se prepara versitarias, oficios relacionados con la prensa, el teatro, la radio o el
para ser un partido totalitario, y pasa a serlo efectivamente en 1933- cine les son prohibidos. En ese momento se trata, según parece, de
1934. Brazo secular del Führer, debe tener en cuenta, sin embargo, las incitar a los judíos a abandonar Alemania, objetivo que sefijantam-
124 LOS REGÍMENES POLÍTICOS DEL SIGLO XX CRISIS DE LA DEMOCRACIA LIBERAL Y ASCENSO DEL FASCISMO 125
bién las diversas persecuciones, más o menos espontáneas, de que se- vecho que espera sacar), para imponer a los italianos esta prueba que
rán objeto a partir de 1933 (boicot de los establecimientos judíos o forjará al pueblo puro y duro que con tanta fuerza desea?
ataques contra las personas). El apogeo de esta primera fase se al- El caso soviético exige profundizar más en el análisis. Sin duda no
canza, en 1935, con las leyes de Nuremberg: prohibición de bodas y presenta nada que pueda compararse con el genocidio alemán. Pero,
relaciones extraconyugales entre judíos y «arios». En 1937 se abre una no obstante, el totalitarismo y sus métodos son llevados a sus últimas
segunda etapa, tras el relativo período de calma de los Juegos Olím- consecuencias, que, como hemos visto, son de carácter económico y
picos de 1936. Comporta la muerte económica de la comunidad judía, social. En este caso, todo procede de la decisión tomada por Stalin en
con la expoliación de sus bienes y el gigantesco pogrom, organizado 1929 de llevar a cabo la transformación forzada de la economía, co-
por el partido nazi y encubierto por las autoridades, que es la «noche lectivizando la agricultura y procediendo a la industrialización acele-
de los cristales rotos» del 9 al 10 de noviembre de 1938. Obligados a rada del país, para convertirlo en una gran potencia industrial. En
llevar la estrella amarilla, los judíos de Alemania viven desde enton- ambos casos, Stalin ignorará las advertencias y los trabajos de los eco-
ces en un «gueto sin muros» que ratifica jurídicamente la creación, en nomistas del Gosplan e impondrá una línea voluntarista. Obliga a los
julio de 1939, de la Unión de Judíos de Alemania, comunidad situada hombres y a la producción a modelarse según sus decisiones políti-
«bajo la protección de la policía». La tercera etapa intervendrá du- cas, para poder acceder a la sociedad socialista que le indican las
rante la guerra con la decisión, tomada en 1942, de suprimir física- perspectivas de la ideología marxista. Los rigores resultantes vienen
mente a todos los judíos de Europa. La «soluciónfinal»,convertida acompañados de la resistencia de los campesinos a la colectivización,
en una obsesión para los dirigentes nazis, más importante que ningún que Stalin logra neutralizar en la «masacre de los koulaks», mediante
otro objetivo y que intentarán llevar a término antes del final del con- la ejecución o la deportación forzosa, en unas condiciones espantosas,
flicto, representa la lógica del totalitarismo racial llevada a sus últi- de todos los campesinos que se opongan a formar parte de las gran-
mas consecuencias. jas colectivas. Aunque menos espectacular y menos mortífera (varios
En los otros dos casos estudiados, jamás el totalitarismo alcanza- millones de personas resultan muertas durante la colectivización for-
rá este grado de horror y de absurdo, aunque la lógica totalitaria sea zada de la agricultura), la coerción no es menor en el plano industrial.
de igual calibre. En Italia, el totalitarismo es, como hemos visto, más A falta de capitales suficientes, se tuvo que proceder a una verdadera
virtual que real. A partir de 1936, el Duce emprende, a su vez, una «re- explotación humana, transformando por la fuerza a campesinos en
volución cultural» destinada a promover un «hombre nuevo», viril, obreros y sometiéndolos a una disciplina férrea para obtener de ellos
eficaz, disciplinado, imagen moderna de las virtudes romanas anti- una productividad suficiente que evitara su huida hacia el campo. Jor-
guas y que convertirá la Italia del siglo xx en una nueva Roma con- nadas de 10 a 11 horas, sistema de multas y recompensas, y restable-
quistadora y dominante. Al servicio de este proyecto, Mussolini que- cimiento de la cartilla obrera expresan el clima de esta industrializa-
da fascinado por la coherencia de la doctrina racial hitleriana y ción forzosa. Todo ello se ve agravado por decisiones de pura propa-
emprende, a su vez, el camino de un totalitarismo racista, ajeno a las ganda política, como la tomada a finales de 1929 de realizar en cuatro
raíces de la cultura política italiana. Viendo en el pueblo italiano una años el plan quinquenal, de instalar fábricas en Siberia o en Asia cen-
«ramificación del pueblo ario» desarrolla, a partir de 1938, una doc- tral o de construir, sin ayuda del extranjero, las máquinas necesarias.
trina que defiende la raza, estableciendo para la ocasión las bases de Finalmente, las resistencias que suscita la transfoimación de las es-
una política antisemita. Aquí termina la comparación con la Alema- tructuras económicas, la oposición que surge dentro de los órganos
nia nazi. La instauración del paso de la oca en el ejército italiano, las dirigentes del partido implican un mayor rigor político, que justifica
pruebas deportivas impuestas a los jerarcas, ya barrigudos, del fas- y explica el totalitarismo político. Se instaura una lógica de guerra
cismo, la supresión del tratamiento de cortesía de la tercera persona que hace ver los objetivos económicos como auténticas batallas a li-
del singular (el lei) en provecho del tu, considerado más viril, y el es- brar, atribuyéndose los fracasos a sabotajes y a traidores que se con-
fuerzo por cambiar el régimen alimenticio (la pasta puesta en entre- vierten en cabezas de turco. Por otras vías, y en función de objetivos
dicho) no consiguen convertir a los italianos en nuevos conquistado- diferentes de los de la Alemania nazi,, el totalitarismo se ha impuesto
res. Los rigores del totalitarismo atraen poco a un pueblo escéptico, de forma absoluta también en este caso. Proyecto descabellado de
con el espíritu crítico aguzado. ¿Es quizás este fracaso lo que empu- modelar al hombre según una voluntad ideológica total, el totalitaris-
ja a Mussolini a llevar a su país a la guerra en 1940 (aparte del pro- mo no consiguió, en ningún caso, transformar al individuo ni impli-
126 LOS REGÍMENES POLITICOS DEL SIGLO XX CRISIS DE LA DEMOCRACIA LIBERAL Y ASCENSO DEL FASCISMO 127
car a la sociedad civil. Pero este fracaso no impide que el esfuerzo por los militares en el poder. Profundamente arraigado en la tradición
intentarlo se haya llevado a cabo, a cambio de sufrimientos conside- japonesa, el nacionalismo se vio estimulado a partir de los años vein-
rables para las poblaciones víctimas de tal empresa. te por el rechazo de las novedades venidas de Occidente y por el te-
mor de todos los grupos tradicionales del Japón (oficiales, pequeños
propietarios rurales, funcionarios, miembros de las clases medias) de
El caso de Japón: ¿fascismo o tradicionalismo? ver cuestionadas sus habituales relaciones de autoridad. Los grupos
de presión ultranacionalistas se presentan, además, como los defen-
LA CRISIS JAPONESA DE LOS AÑOS 1930-1940 Y LA CONFISCACIÓN sores del pueblo contra el capitalismo. Al tiempo que rechazan las no-
DEL PODER POR PARTE DEL EJÉRCITO vedades venidas de Occidente, adoptan sus doctrinas de masas, so-
cialismo, fascismo, nazismo. Su ideal, centrado en el pasado, es el de
La dualidad japonesa. El Japón de inicios de los años treinta presen- un poder de tipo militar que se apoya en la masa carnpesina. Pero a
ta dos caras opuestas. Por un lado ha desarrollado una economía mo- este movimiento poderoso y profundamente arraigado en la pobla-
derada, estimulada por el contexto de la posguerra, que ha dado lugar ción, el ejército propone una solución a la crisis de los años treinta:
a una industria competitiva y ha permitido la creación de barrios mo- la expansión hacia Manchuria y China que procuraría al país los pro-
dernos en grandes ciudades como Tokio o Yokohama, al tiempo que ductos alimentarios y las materias primas necesarias, proporcionaría
una parte de la juventud urbana, desprendiéndose de las viejas tradi- mercados para los productos japoneses y una salida para el exceso de
ciones, adopta las costumbres de Occidente, los bailes, el jazz, los población, que encontraría en ultramar tierras para cultivar. A partir
deportes occidentales. Por otro lado, el Japón tradicional sigue mante- de 1928, los militares toman la delantera, en Manchuria, y ponen al
niéndose en el mundo rural, que constituye la mitad del país, combi- emperador ante unos hechos consumados que las autoridades no se
nando actividades agrícolas y artesanales que sufren la dura compe- atreven a aprobar. El poder pierde así el control del ejército que, al
tencia de la producción moderna. El modo de vida y los ideales de mando de jóvenes oficiales que no retroceden ni ante la acción direc-
Japón son puestos en tela de juicio por una serie de novaciones consi- ta ni ante el terrorismo (asesinato de Inukai en 1932), aparece como
deradas decadentes. A esta oposición entre los dos Japones se añade, la única fuerza creíble del país. Y para escapar a los jóvenes militares
a partir de la crisis económica de los años treinta, tensiones ligadas a extremistas (que intentan un golpe de Estado el 26 de febrero de
la caída de las exportaciones, a la de los precios de los productos agrí- 1936), el emperador y el gobierno deben confiar el poder al Estado
colas y de la producción industrial consiguiente. El mundo rural, re- Mayor. En octubre de 1941, el nombramiento como presidente del
fugio del Japón tradicional, será víctima entonces de una gran mise- Consejo del general Tojo, comandante supremo del ejército, consolida
ria; la dificultad de pagar las rentas lleva a la desposesión de los arren- la preponderancia, ahora ya indiscutible, de los militares.
datarios, al tiempo que el paro se apodera de la industria doméstica de
la seda, complemento indispensable para la gente del campo. Y la agi-
tación del mundo rural encuentra un eco profundo en los militares,
procedentes mayoritartamente del campo. Así se constituye un polo de ¿UN TOTALITARISMO JAPONÉS?
oposición conservadora y reaccionaria que derivará en el ultranacio- ¿Qué tipo de régimen instauran en Japón los militares en el
nalismo. Esta oposición condena el débil y formal régimen de demo- poder?
cracia liberal que Japón ha superpuesto a las estructuras tradicionales.
El sufragio universal se había implantado en 1925 pero en realidad, los ¿Un nuevo régimen social? El movimiento nacionalista había profe-
dos grandes partidos, liberal (Seiyukai) y conservador (Minseito), diri- sado, apoyándose en el descontento popular de los años veinte y trein-
gidos por funcionarios y con una estrecha relación con los zaibatsu, ta, un anticapitalismo de derechas. Pero este discurso sigue siendo
son clanes oligárquicos que luchan por el poder. Desprovistos de auto-
ridad real, los primeros ministros deben lidiar con las fuerzas reales teórico, y el ejército en el poder, al contrario, favorecerá bajo su con-
del Japón, los cortesanos del Consejo privado, los militares, los am- trol una cartelización que le parece positiva para la movilización y la
bientes de negocios, y muchos de ellos pagan con su vida las decisio- defensa de la nación. En Manchuria, donde su dominio es completo,
nes tomadas, como Hará en 1922 o Inukai en 1932. los militares favorecen la aparición de los zaibatsu. La guerra refuer-
za todavía más el control del ejército sobre la economía, por lo que
128 LOS REGÍMENES POLÍTICOS DEL SIGLO XX CRISIS DE LA DEMOCRACIA LIBERAL Y ASCENSO DEL FASCISMO 129
no se produce la menor nacionalización. En cuanto a los campesinos, dad, al tiempo que se lleva a cabo la adaptación técnica necesaria. Se-
objeto de tantos discursos durante los años treinta, su situación no gún esto, el caso japonés tiene más inspiración Meiji que contagio
mejora demasiado. fascista.
Los ejemplos estudiados permiten deducir el significado del tota-
Un riguroso control de los hombres y de las ideas. El rasgo más cho- litarismo en el mundo desarrollado del período de entreguerras. En
cante del régimen de los militares es la asfixiante dictadura política una época en que se plantea en todas partes el problema de la inte-
que instauran. La ruptura con el pasado es, sin duda, menos espec- gración de las masas, el totalitarismo aparece así como un recurso allí
tacular de lo que parece. Después de todo, existe en Japón, desde donde han quedado disueltos los vínculos jerárquicos tradicionales
1925, una <dey sobre la protección de la paz civil» que considera como que estructuraban la sociedad y donde no existen todavía las condi-
un delito toda proposición de cambio de régimen o la abolición de la ciones de desarrollo económico y social, el nivel de cultura que favo-
propiedad privada. No obstante, se crea una policía especial para con- recería nuevas relaciones, voluntariamente aceptadas por la sociedad.
trolar la opinión pública; hombres de izquierda, sindicalistas, intelec- Ante los riesgos que comporta esta desestructuración sin sustitución,
tuales, son arrestados, y muchos profesores revocados y encarcelados. el poder político impone, de manera autoritaria, un proceso de con-
Grupos de fanáticos proceden, por intimidación, a la difamación y de- trol en torno a una ideología global de explicación del mundo y de la
lación de los oponentes. El control de las ideas no es menor. La es- sociedad, prescribiendo un código de comportamiento para todos los
cuela y la prensa son objeto de estrecha supervisión, los manuales se aspectos de la vida política, social, familiar, ética, estética. Un partido
refunden conforme a la ideología oficial del régimen. Ésta queda ex- único (o su equivalente) es el encargado de difundir la ideología a las
presada en una guía moral y política. Los principios fundamentales del masas y de obligarlas a modelarse según su imagen. Por último, el sis-
Kokutai (organización del país), que define la especificidad del Japón tema supone la utilización metódica de la violencia, ya sea para im-
mediante relatos mitológicos que exaltan el país y la dinastía, la vo- poner la ideología oficial, ya sea para excluir de la sociedad a todos
luntad imperial, las virtudes de Confucio, el código de honor guerre- aquellos que parecen desviados o marginales en relación a la nueva
ro, y que rechaza los valores de Occidente, en particular el individua- norma. El totalitarismo es característico de los regímenes transitorios;
lismo. Presenta, a la vez, el rechazo del capitalismo, la denuncia de la su apariencia de modelo es debida únicamente a la crisis que afecta
al mismo tiempo a los regímenes de democracia liberal, de los cuales
corrupción política y del internacionalismo. Y, como es natural, los parecen los grandes rivales. Y en muchos aspectos esta rivalidad es la
elementos no conformes con las tradiciones japonesas pasan a formar línea de fuerza en torno a la cual se juega, durante la segunda gueiTa
parte del índice: discotecas, golf, palabras inglesas, liberación de la mundial, el destino del mundo. ,.
mujer... Esta ideología tradicionalista se acompaña de una voluntad
de unanimidad, que tiene como lema: «un corazón, una virtud». Que-
da condenada pues toda disidencia y, en 1940, los partidos son supri-
midos en beneficio de una formación única, la Asociación para la
Asistencia al Poder Imperial, organismo de propaganda y de enrola-
miento de la población. ¿Ha instaurado Japón, pues, un fascismo al
estilo de Alemania o Italia? Se ha producido, indudablemente, un in-
tento totalitario, destinado, también en este caso, a responder al pro-
blema de la integración de las masas, pero en tomo a una ideología
tradicionalista y arcaica, salvo en el dominio económico, donde triun-
fa la modernización técnica. De hecho, Japón crea un régimen auto-
ritario, proclamq una ideología oficial, instaura un partido único.
Pero como en el caso de España, este totalitarismo no va destinado a
transformar las estructuras de la sociedad, sino a mantenerlas, y tie-
ne como objetivo preservar el marco político, las relaciones sociales,
garantizar las tradiciones quebrantadas por el modernismo. Se trata,
ante todo, de luchar contra la crisis siguiendo un principio de autori-