Coleccion: Gaceta Penal - Tomo 64 - Numero 14 - Mes-Ano: 10_2014

PARRICIDIO: ES NECESARIO QUE LA RELACIÓN DE CONVIVENCIA ENTRE EL IMPUTADO Y

LA VÍCTIMA HAYA DURADO DOS AÑOS

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SUMILLA

Desde el juicio de tipicidad, se han calificado los hechos como delito de parricidio
en atención al vínculo convivencial entre imputado y víctima. Sin embargo, para
que pueda calificarse este vínculo como un supuesto de parricidio se exige
cumplir con los requisitos que recoge el artículo 326 del Código Civil, esto es, dos
años de convivencia. En el presente caso, por declaración del propio encausado y
de la madre de la occisa, se desprende que el vínculo convivencial solo tenía un
tiempo de tres a cuatro meses, por lo que el delito debe ser reconducido al de
homicidio simple.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Procesado : Ismael Armando Delgado Flores

Delito : Parricidio

Agraviados : Gladys Raquel Vega Estrada

Fecha : 2 de diciembre de 2013

REFERENCIAS LEGALES:

Código Penal: arts. 106 y 107.

Código Civil: art. 326.

SALA PENAL TRANSITORIA

R.N. Nº 1480-2013-LIMA

Lima, dos de diciembre de dos mil trece

VISTOS: el recurso de nulidad interpuesto por el encausado Ismael Armando

Delgado Flores contra la sentencia de fojas mil doscientos cuarenta y ocho, del
veintiocho de enero de dos mil trece, que lo condenó como autor del delito de
parricidio en agravio de Gladys Raquel Vega Estrada a quince años de pena
privativa de libertad y al pago de diez mil nuevos soles por concepto de
reparación civil.

OÍDO el informe oral.

Interviene como ponente el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS

Primero: Que el encausado Delgado Flores en su recurso formalizado de fojas

mil doscientos sesenta y nueve y mil doscientos ochenta y nueve insta su
absolución por duda razonable. Alega que no se dio respuesta a sus argumentos
defensivos; que no se valoró el protocolo de necropsia, la declaración de los
peritos Jara Vargas y Villacorta Angulo, ni otras pruebas periciales: que no se
examinó ninguna prueba de descargo; que no se apreció el Parte Policial número
cero cero uno guión dos mil siete y, en cambio, se valoró la diligencia de
reconstrucción luego de tres años de acaecidos los hechos; que tampoco se
analizaron dos testificales que daban cuenta de la depresión sufrida por la
agraviada, ni el informe médico del hospital Uldarico Roca.

Segundo: Que la sentencia de instancia declaró probado que el día veinticuatro de

febrero de dos mil siete en circunstancias en que el encausado Delgado Flores y la
agraviada Vega Estrada se encontraban en su hogar convivencial, sito en la
avenida Miguel Grau número mil novecientos ochenta y uno - Villa María del
Triunfo, luego de haber tenido una discusión a raíz del rompimiento de la relación
sentimental de parte de la agraviada, el imputado reaccionó violentamente
agrediéndola y ahorcándola.

El indicado día, a las cinco y quince de la tarde, la agraviada ingresó, llevada por
el acusado, al servicio de emergencia del centro materno-infantil José Gálvez,
pero llegó cadáver. El policía de turno, Sub Oficial Brigadier Policía Nacional del
Perú Pérez Saldaña, dio cuenta que la agraviada fue llevada por el acusado, quien
dijo que esta ingresó a su habitación y luego se percató que se encontraba colgada
con una chalina de tela de la baranda del camarote.

Tercero: Que el Parte Número cero cero uno guión cero siete guión DIRINCRI
diagonal DIVINCRI SUR guión DIH de fojas veinticinco, del veintiséis de
febrero de dos mil siete solo contiene una descripción objetiva de la escena de los
hechos. Empero, las pruebas de cargo fundamentales que enervan la versión del
imputado en el sentido de que la agraviada se suicidó, son:

1. El protocolo de necropsia de fojas treinta y cinco que indica que la agraviada al

examen presenta lesiones en cuello, equimosis violácea en brazo y mano derecha,
en brazo, antebrazo y mano izquierda, abdomen con escoriaciones y equimosis
violácea, en miembros inferiores equimosis violácea en muslo derecho y pierna
derecha. Asimismo, destaca signos de traumatismos recientes externos con un
tiempo aproximado de dieciséis a veinte horas, que sufriera en vida asfixia
mecánica por elemento constrictor que le produjo insuficiencia respiratoria aguda
que la condujo a la muerte. Los médicos en el acto oral (fojas mil ciento setenta y
dos vuelta) puntualizaron que las lesiones paralelas pueden asociarse a un arrastre
y por el alcance de las lesiones detalladas puede tratarse de un homicidio. Las
lesiones deben haber sido en defensa, por lo que existirían rasgos homicidas.
2. El dictamen de ingeniería forense de fojas ciento veinticinco, ratificado a fojas
novecientos sesenta y cuatro, advierte que en las prendas de la agraviada, como el
pantalón y la trusa, encontraron rupturas por tracción violenta producidas por
terceras personas y realizadas con fuerza para poder romperlas. También acotó
que es imposible que la occisa pudo autodestruir las referidas prendas.

3. El pronunciamiento médico legal de fojas quinientos ochenta y cuatro,

elaborado a raíz de la diligencia de reconstrucción, establece que las lesiones que
presentó la agraviada se produjeron en vida y que de ninguna manera tuvieron
lugar por el cuerpo de la víctima al golpearse con el camarote.

4. El pronunciamiento médico legal de fojas seiscientos cuarenta y uno, ratificado

plenarialmente a fojas mil ciento ochenta y cuatro, acredita que la víctima
presenta lesiones traumáticas producidas en vida y signos de constricción vertical
con evidencia de asfixia mecánica (ahorcamiento). De igual manera, establece que
el causante es un agente constrictor blando y que las lesiones no son compatibles
con suicidio, pues normalmente en este no hay tantas lesiones.

Cuarto: Que el pronunciamiento biológico forense de fojas ciento setenta y uno,

ratificado plenarialmente a fojas mil ciento sesenta y cinco vuelta, no es
mayormente significativo. Se refiere al hecho de que no se encontró sangre en las
uñas de la agraviada ni algún otro vestigio de interés criminalístico.

El pronunciamiento médico legal de fojas doscientos veintisiete si bien señala que

la víctima murió a consecuencia de un ahorcamiento por suspensión incompleta,
también aduce que el ahorcamiento pudo efectuarse para disimular un suicidio.
Por otro lado, el pronunciamiento médico legal de fojas doscientos setenta y
cuatro concluye que es factible que la occisa se ahorcara con el camarote teniendo
en cuenta la altura del mismo, así como su estatura. Acota que también es posible
que al momento de ahorcarse se haya causado las lesiones señaladas en el
protocolo de necropsia.

Quinto: Que, ahora bien, las pruebas de cargo interpretadas en el fundamento

jurídico tercero son contundentes. La agraviada no se suicidó, fue victimaria:
agredida y ahorcada. Las lesiones no son compatibles con golpes al momento o
luego del ahorcamiento. Los médicos que realizaron la necropsia así lo dicen
(fojas mil ciento setenta y dos vuelta), y además los médicos legistas que se
pronunciaron a fojas quinientos ochenta y cuatro. El informe médico del hospital
Uldarico Roca no es relevante para determinar la causa de la muerte, si fue por
mano ajena o por mano propia.

Las conclusiones forenses en modo alguno pueden ser enervadas por dos
declaraciones que darían cuenta del estado emocional depresivo de la agraviada
(Rocío Azabache Peña de fojas ciento tres y mil treinta y seis, y Miriam Santa
Cruz Quiquia de fojas ciento cuatro y mil treinta y ocho). De igual manera, las
especulaciones de los pronunciamientos forenses señalados en el fundamento
jurídico anterior no tienen la solidez necesaria para destruir o poner en crisis el
aporte científico forense referido en el tercer fundamento jurídico.
Sexto: Que si el imputado reconoce que estuvo con la agraviada en el hogar
convivencial y si su versión de suicidio de aquella está descartada, la conclusión
lógica es que él la mató, ello con independencia de una prueba específica del
móvil –aunque de la versión de la madre de la agraviada y de sus amigas se colige
que esta última era maltratada por el imputado–. Así da cuenta, correctamente, la
sentencia de instancia, cuya motivación no presenta vicio alguno (falta de
motivación o, en su caso, motivación defectuosa).

Sétimo: Que, por otro lado, desde el juicio de tipicidad se tiene que se ha
calificado los hechos como delito de parricidio en atención al vínculo
convivencial actual entre imputado y agraviada. Sin embargo, para que pueda
calificarse este vínculo como un supuesto de parricidio se exige cumplir con los
requisitos que recoge el artículo 326 del Código Civil: dos años de convivencia.
En el presente caso, por declaración del propio encausado, así como de la madre
de la occisa (fojas ochenta y cinco, trescientos cuarenta y dos y mil cuatro), se
desprende que el vínculo convivencial solo tenía un tiempo de tres a cuatro meses,
por lo que el delito debe ser reconducido al de homicidio simple.

Por la forma y circunstancias del hecho, la pena impuesta, que está dentro de los
parámetros del tipo legal del artículo 106 del Código Penal, no debe modificarse.

DECISIÓN

Por estos motivos, de conformidad en parte con el dictamen del señor Fiscal
Supremo en lo Penal: I. Declararon HABER NULIDAD en la sentencia de fojas
mil doscientos cuarenta y ocho, del veintiocho de enero de dos mil trece, en
cuanto condenó a Ismael Armando Delgado Flores como autor del delito de
parricidio en agravio de Gladys Raquel Vega Estrada; reformándola: lo
CONDENARON como autor del delito de homicidio simple en agravio de
Gladys Raquel Vega Estrada. II. Declararon NO HABER NULIDAD en la
propia sentencia en la parte que impuso al citado encausado quince años de pena
privativa de libertad y diez mil nuevos soles por concepto de reparación civil; con
lo demás que contiene y es materia del grado. III. DISPUSIERON se remitan los
autos al Superior Tribunal para los fines de la ejecución procesal de la condena.
Hágase saber a las partes personadas.

SS. SAN MARTÍN CASTRO; PRADO SALDARRIAGA; RODRÍGUEZ

TINEO; SALAS ARENAS; PRÍNCIPE TRUJILLO

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