Todas las distrofias comparten ciertos hallazgos clínicos básicos. Éstos derivan del
compromiso del músculo estriado, que suele ser el más frecuentemente afectado.
De ese modo, la principal manifestación suele ser la debilidad muscular, de
predominio proximal (si bien existen excepciones de predominio distal). Ello
forma parte del llamado síndrome miopático. Además, puede haber un
compromiso agregado de la musculatura cardíaca o músculo liso.
El manejo incluye:
Corticoides: Tanto la prednisona como el deflazacort son alternativas válidas para
retrasar la progresión de la patología en DMD y DMB. Permiten preservar la
marcha por un período más largo, retrasar la cardiopatía y otras complicaciones.
Manejo de cardiopatía: Los pacientes con DMD, DMB y otras distrofias deben ser
evaluados por cardiólogo infantil. Debe realizarse un ecocardiograma al momento
del diagnóstico, seguido de un control ecocardiográfico al menos cada dos años.
En caso de cardiopatía, el manejo sintomático puede ayudar a mejorar la función
cardíaca. Los pacientes con arritmias severas pueden requerir el uso de
marcapasos o tratamiento endovascular específico.
Lectura sugerida
1) Angelini C. Advances and perspectives in muscular dystrophies. Basic Appl
Myol 2002;12(1).17-25.
2) Darras BT. Clinical features and diagnosis of Duchenne and Becker
muscular dystrophy. Uptodate 2012. Accesado en
http://www.uptodate.com/contents/clinical-features-and-diagnosis-of-
duchenne-and-becker-muscular-dystrophy?source=see_link
3) Mitsuhashi S, Kang PB. Update on the Genetics of Limb Girdle Muscular
Dystrophy. Semin Pediatr Neurol 2012;19:211-218.
4) Bertini E, et al. Congenital muscular dystrophies: a brief review. Semin
Pediatr Neurol 2011;18:277-288.
5) Tawii R. Facioscapulohumeral muscular dystrophy. Neurotherapeutics
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