Es un trastorno clínico heterogéneo, definido por un conjunto de síntomas, la mayoría de los
cuales son comunes a la generalidad de las personas con esta enfermedad al menos en algún momento durante el transcurso de la misma. Epidemiologia: afecta a hombres y mujeres por igual, pero los varones tienden a experimentar los síntomas más temprano. Comienza alrededor de los 19 años de edad, aunque puede presentase antes o después. Etiología: la esquizofrenia es probablemente el resultado de un desarrollo anormal de la sinapsis y la formación de circuitos que, en última instancia, conducen a un mal cableado cerebral y de allí a los síntomas clínicos. Esta trayectoria de desarrollo anormal es favorecida por la interacción de miles de genes de riesgo y múltiples factores de riego ambientales. Cuadro clínico: el inicio de la esquizofrenia suele ir presidido por un pródromo, fase caracterizada por un declive funcional y sutiles síntomas que incluyen fenómenos psicóticos atenuados, deterioro cognitivo y disminución de las actividades socio-ocupacionales. Hay algunas características que pueden predecir el riesgo de conversión a la esquizofrenia: - Genética familiar para la enfermedad - Deterioro reciente en el funcionamiento de vida - Niveles altos de contenidos de pensamiento inusual - Mayor nivel de desconfianza y paranoia - Historia de abuso de sustancias Síntomas positivos: alucinaciones, siendo las voces el tipo más común, ideas delirantes relacionadas con las alucinaciones, delirios bizarros, pensamiento desorganizado, bloqueo del pensamiento, neologismos, estado catatónico, agitación psicomotora. Síntomas negativos: están asociados con una alteración del comportamiento y las emociones normales; apatía, introversión, baja autoestima, poco cuidado de la persona y desarreglo llamativo, afectividad aplanada o chata, falta de placer y entusiasmo en la vida cotidiana, disminución o carencia para iniciar y mantener actividades planificadas, habla poco, abulia, anhedonia, autismo. Estos síntomas aparecen antes de los positivos, pero pasan inadvertidos, tomándolos como parte del ser y no como una patología. Síntomas cognitivos: dificultades para funcionar en la comunidad, inconvenientes para actividades instrumentales y resolución de problemas, pobreza en los resultados de los programas de rehabilitación psicosocial, inconveniente para mantener un empleo conveniente, déficit en el procesamiento visual, deterioro de la atención, poca capacidad pata aprender y recordar información, deterioro del funcionamiento ejecutivo, disminución del coeficiente intelectual. Síntomas afectivos: depresión, hostilidad, bajo control de los impulsos, ansiedad, sentimientos de culpa. Tipos de esquizofrenia: - Paranoide: una o más ideas delirantes que preocupan y conducen la vida individual, con alucinaciones auditivas, pero es raro que existan síntomas de desorganización. - Desorganizada: importante desorganización de las ideas, la palabra, y la conducta, así como afectividad aplastada o inapropiada. - Catatónica: dificultades en los movimientos, resistencia al movimiento, movimientos excesivos, movimientos anormales y/o repiten lo que otros dicen o hacen. - Indiferenciada: caracterizada por ideas delirantes, alucinaciones, comportamiento o habla desorganizado, comportamientos catatónicos o síntomas negativos. - Residual: síntomas positivos ausentes, forma más severa con síntomas negativos solamente. Las personas con esquizofrenia no suelen ser violentas. Sin embargo, hay algunos de los síntomas asociados con misma como los delirios de persecución. El abuso de sustancias puede aumentar la probabilidad de violencia. El intento de suicidio es frecuente. Tratamiento: se centra en la eliminación de los síntomas de la enfermedad. Incluyen medicamentos antipsicóticos y varios tratamientos psicosociales y terapias individuales, familiares y grupales. Prevención: la atención debería centrarse en tres áreas: educación de cuidadores, asesoramiento general para los grupos de riesgo y la salud de las mujeres. La propuesta e estrategias de prevención incluye además el monitoreo continuo en busca de signos y síntomas esquizofrénicos, tales como aislamiento social, perdida de interés en la escuela o trabajo, deterioro de la higiene y el aseo personal comportamiento inusual y estallidos de ira. Rehabilitación: hay que hacer hincapié en la capacitación social y vocacional para ayudar a mejorar la actividad en la comunidad. Los programas de rehabilitación pueden incluir recomendaciones de empleo y formación, asesoramiento de gestión de dinero, ayuda para aprender a usar el transporte público y oportunidades para practicar habilidades de comunicación. Tratamiento hospitalario: cuando las personas no aceptan el tratamiento, ya que es importante el mantenimiento constante del mismo. Diagnóstico diferencial: - Trastorno bipolar: la característica más notable compartido es la psicosis. - Epilepsia del lóbulo temporal: probablemente comparten causas genéticas o ambientales comunes. Además, en esta hay déficits de sustancias gris y blanca, con cuadro psicótico, abarcando estructuras mediales del lóbulo temporal, pero también regiones laterales y extratemporales, que se superponen con los que se encuentran en la esquizofrenia. - Abuso de sustancias: aquellos que consumen sustancias adictivas muy frecuentemente presentan síntomas similares a las personas con esquizofrenia. Las personas con EZ son mucho más propensos a tener uso o abuso de sustancias con respecto a la población en general.