FERTILIZACIÓN CON ABONOS ORGANICOS Y SINTETICOS EN EL
CULTIVO DE CAÑA
Concepto:
La fertilización constituye una práctica cultural de máxima importancia
para que los cañaverales alcancen altos rendimientos. Sin embargo, su elevado costo exige realizar un uso oportuno y efectivo para asegurar su máximo aprovechamiento. El logro de mejoras en la eficacia de la fertilización, práctica que debe ser integrada al manejo general del cultivo y asociada a la incorporación de los avances tecnológicos disponibles, permitirá el establecimiento temprano de una población inicial óptima, con una distribución uniforme de los tallos y con mínimas fallas, asegurando la conformación de cañaverales con una elevada población de tallos molibles, componente de máxima importancia en la definición del rendimiento.
FERTILIZANTES ORGANICOS
Humus de Lombriz: Existen diferentes estudios, en el ámbito
internacional, que demuestran los efectos del uso del humus de lombriz en diferentes cultivos, entre ellos la caña de azúcar. Se ha comprobado los efectos de aumento de la masa radicular en plántulas de caña de azúcar, en procesos de aclimatación de plantas micropropagadas con el uso de este fertilizante, disminuyendo la Pérdida de gran numero de plantas durante el transplante al aportar nutrientes y sustancias que ayudan a soportar los cambios morfológicos y fisiológicos que sufren las mismas e incrementar el crecimiento radicular. En estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Argentina, se demostró un incremento en el tamaño de las raíces del 27% frete a los tratamientos sin humus, de igual manera se reporta un aumento en el número de macollas de todos los tratamientos con humus respecto al testigo sin humus de hasta un 40 % a 60 días después de plantadas, respecto al tamaño se encontró que en el tratamiento sin humus las plantas son ligeramente mas altas, sin embargo este incremento es debido a que en dicho tratamiento el numero de macollas es inferior a los tratamientos con humus, por lo que la competencia por nutrientes del suelo es menor, no obstante, la productividad global fue superior en todos los tratamientos con humus con respeto al testigo sin humus. Según datos del SICA en estudios de propagación por extracción de yemas de caña, se emplea el humus de lombriz como sustrato para el enrizamiento de la caña por su marcada acción enraizadora y protección frente a microorganismos patógenos (MAG, 2005). Vinaza y compost de cachaza: El uso de compost de cachaza beneficia las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. La aplicación de vinaza beneficia principalmente propiedades químicas y biológicas del suelo. El uso de estos subproductos en el cultivo de caña de azúcar como enmienda orgánica del suelo resulta en ventajas debido a sus características físico-químicas.
Aspectos negativos de la Vinaza y Cachaza: Desde el punto de
vista social, existe cierto rechazo en el uso de la vinaza y compost de cachaza en el cultivo de caña de azúcar. Quiroz et al., (2011), que los productores perciben negativamente el precio y la cantidad de compost de cachaza aplicado por hectárea, y prefieren comprar fertilizante, ya que el compost de cachaza no tiene efectos a corto plazo, por lo que la actitud de éstos hacia el uso de compost es negativa. Respecto a la vinaza, los productores la perciben negativamente por su olor desagradable y la forma de aplicarla, ya que consideran que cuando las pipas entran al campo de cultivo dañan el suelo y a la caña. También se permite usar estiércol de bovinos, de aves, de porcinos y de otros animales para fertilizar el cultivo de caña de azúcar.
Biofertilizantes: son extractos de lombricompuestos que además tienen
microorganismos aeróbicos, mesófilas, celulolíticos, amonificadores, nitrificadores, hongos y levaduras. Constituyen una alternativa para complementar y abaratar la fertilización nitrogenada tradicional, con efectos comprobados y recomendaciones ajustadas. Los biofertilizantes probados y recomendados. Los resultados de los últimos años permiten señalar las siguientes recomendaciones: La dosis recomendada para estos biofertilizantes es de 10 litros/ha, complementando una aplicación de media dosis de Urea. Aplicar 10 a 20 días después de aplicar la urea, pulverizando el follaje cuando éste no muestre síntomas de estrés, especialmente hídrico.
FERTILIZANTES SINTETICOS
Urea: Se recomienda fertilizar en caña planta utilizando una media
dosis de N equivalente a 45 a 60 Kg de N/ha (1,5 a 2 Kg de urea/surco), lo que permitirá, al menos, mejorar la calidad de la nueva cepa. producción de caña esperada. Las dosis recomendadas son entre 72 y 115 Kg de N/ha. El fertilizante más usado es la urea (46% de N). En condiciones hídricas adecuadas, estará disponible para la caña a partir de los 5-10 días de la aplicación, alcanzando su máxima disponibilidad a partir de los 15 días. Fertilizantes fosfóricos: Es de gran importancia realizar un análisis de suelo previo. Con valores de más de 25 ppm de fósforo obtenido en el análisis de suelos, no es recomendable fertilizar. Cuando el suelo tiene entre 13 y 25 ppm, la dosis recomendable es de 20 kg de P2O5 por hectárea y por año. Con valores menores a 13 ppm, es de 30 a 35P2O5/ha/año. Existen otras fuentes de fósforo en el mercado, por lo que conviene referir el valor a kg de P2O5/ha para comparar entre los diversos productos comerciales.
Fertilizantes potásicos: En la fertilización potásica no es una
práctica tradicional debido a la predominancia de la arcilla “illita” en suelos, que lo provee en cantidades generalmente suficientes. Sin embargo, en algunos suelos con texturas gruesas de la zona pedemontana los contenidos de potasio intercambiables pueden resultar críticos. En estos casos, previamente verificados con los análisis de suelo correspondientes, pueden observarse respuestas del cañaveral al aporte de potasio, como complemento de la fertilización nitrogenada. aunque detección de suelos pobres en potasio Hoy se analiza como alternativa la utilización de vinaza con ese fin, por la significativa proporción de potasio contenida en dicho efluente.