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Tomado de Catania, A. C.,


Investigación contemporánea
C- EL MÉTODO CIENTÍFICO en conducta operante,
México: Ed. Trillas, 1975.
(Cap 2)
3. UNA HISTORIA DE CASOS REFERENTE AL MÉTODO CIENTÍFICO **

B. F. SKINNER

*
De American Psychologist, 1956, 11, 221-233.
2

Se dice que la enseñanza escolar es la única profesión estrategia estéril, cómo llegar más rápidamente a fases avanzadas
para la que no existe entrenamiento profesional y de su investigación. Sus hábitos de trabajo, que se han convertido
comúnmente se alega que esto es así porque nuestras en su segunda naturaleza, nadie los ha formalizado y él podría
escuelas profesionales, más que entrenar maestros, entrenan creer que posiblemente nunca habrán de serlo. Como señala
alumnos y científicos. El descubrimiento de los conoci- Richter (1953), "algunos de los descubrimientos más importantes
mientos nos preocupa más que su divulgación. Pero ¿podría se han logrado sin ningún plan de investigación", y "hay
tan fácilmente justificársenos por esto? Resultaría osado investigadores que no trabajan sobre un plan verbal, que no
pretender que sabemos cómo entrenar a un hombre para que pueden poner en palabras lo que están haciendo".
llegue a ser un científico. El pensamiento científico es la Si estamos interesados en perpetuar el ejercicio científico con
más compleja y, probablemente, la más sutil de todas las responsabilidad para con los conocimientos científicos actuales,
actividades humanas. ¿Sabemos, realmente, la manera de debemos tener en cuenta que algunas partes muy importantes del
moldear tal conducta? ¿O no será que lo único que proceso científico, por lo pronto, no se prestan a tratamiento
queremos decir es que algunas de las personas que acuden a matemático, lógico, o a cualquier otra clase de tratamiento
nuestras escuelas profesionales ocasionalmente se formal. No sabemos lo suficiente sobre la conducta humana como
convierten en científicos? para que podamos conocer la manera cómo trabaja el científico.
A excepción de algún curso de laboratorio en el que el Aunque pueda parecer que el estadígrafo y el metodólogo nos
estudiante se enfrenta con aparatos y procedimientos digan, o por lo menos nos sugieran, cómo funciona la mente,
estándares, el único entrenamiento en sí, en cuanto al cómo se originan los problemas, cómo se forman las hipótesis,
método científico, que generalmente recibe un joven psi- cómo se hacen las deducciones y cómo se diseñan los
cólogo es un curso en estadística. Desde luego, no el curso experimentos clave, nosotros, como psicólogos, estamos en
introductorio, al cual a menudo asisten muchos tipos de posición de recordarles que ellos no tienen los métodos
estudiantes y que difícilmente podría calificarse de apropiados para la observación científica o para el análisis
científico, sino •más bien de curso avanzado que incluye funcional de tales datos. Estos son aspectos de la conducta huma-
"construcción de modelos", "construcción de teorías" y na, y nadie sabe mejor que nosotros lo poco que, por el momento,
"diseño experimental". Sin embargo, es un error identificar se puede decir acerca de ellos. Algún día estaremos mejor ca-
el ejercicio científico con los constructos formalizados de la pacitados para expresar la distinción entre el análisis empírico y
estadística y del método científico. Por supuesto, estas la reconstrucción formal, pues tendremos una explicación
disciplinas tienen su lugar, pero éste no coincide con el de opcional de la conducta del Pensar del Hombre. Dicha explica-
la investigación científica; ofrecen un método de la ciencia, ción no sólo reconstruirá plausiblemente lo que un científico en
pero no, como a menudo se pretende, el método. Aquéllas, particular hizo en determinado caso, sino que nos permitirá
como las disciplinas formales, surgieron muy tardíamente también valorar el ejercicio científico y, creo yo, a enseñar el
en la historia de la ciencia y muchos de los hechos pensar científico. Pero está aún remoto el día en que esto suceda.
científicos han sido descubiertos sin su ayuda. Resultaría Mientras tanto, sólo podemos apoyarnos en los ejemplos.
difícil concebir a Faraday con sus hilos telegráficos e
imanes dentro de la imagen que la estadística nos da del Hace algún tiempo, el director del proyecto A de la Asociación
pensar científico como también lo sería en la actividad Americana de Psicología me pidió que le describiera mis
científica corriente, especialmente en sus importantes actividades de psicólogo investigador. Recurrí a un archivo de
estadios iniciales. No es, pues, sorprendente que a menudo notas y registros viejos y, para mi mal, releí algunas de mis
el científico de laboratorio se sienta confundido y hasta primeras publicaciones. Todo esto me hizo ver con más nitidez el
desalentado al percatarse de cómo se ha concebido su contraste entre las reconstrucciones del método científico
conducta dentro del análisis formal del método científico. formalizado y, por lo menos, un caso de la práctica real. En vez
Probablemente habrá de protestar y decir que eso no es una de ampliar los puntos que traté recurriendo a una explicación
representación absolutamente clara de lo que él hace. generalizada de la que no dispongo, desearía presentar la historia
Pero lo más probable es que su protesta no sea de un caso. No se trata del que más desearíamos tener, pero lo
escuchada. Y ello, debido al enorme prestigio de la que le falta en cuanto a importancia tal vez quede compensado
estadística y del método científico, parte del cual proviene por su accesibilidad. Por tanto, pido al lector que se imagine a sí
de la gran reputación de las matemáticas y la lógica, aunque mismo como psicólogo clínico (tarea que se vuelve más y más
tal reputación también se derive de los adelantos de la fácil conforme pasan los años); mientras tanto, yo me sentaré
práctica misma. Algunos estadígrafos son profesionales detrás del escritorio, frente a usted, o me tenderé sobre este
empleados por empresas científicas y comerciales. Otros confortable canapé.
son maestros e investigadores puros que dan a sus colegas
el mismo servicio pero gratuitamente, o cuando más por un
voto de reconocimiento. Otros son personas entusiastas que,
con la mejor de las intenciones, están ansiosas de mostrar al
científico, que no cree en la estadística, cómo con ella
podría realizar su tarea de manera más eficiente, y
determinar sus resultados con mayor precisión, Existen
fuertes sociedades profesionales dedicadas al avance de la
estadística, y cientos de libros y revistas técnicas sobre el
mismo respecto que se publican anualmente.
Contra esto, el científico práctico tiene muy poco qué
oponer. No puede indicar al joven psicólogo un libro que le
diga cómo encontrar todo lo que hay que saber en torno a
cierto tema, cómo lograr una buena pista que le conduzca a
inventar una pieza adecuada para su aparato, cómo cumplir
una rutina experimental eficaz, cómo abandonar una
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del organismo en la vida cotidiana. Sherrington y Magnus


encontraron cierto orden en los segmentos quirúrgicos del
organismo. ¿No podía encontrarse algo semejante, para usar la
frase de Loeb, en "el organismo como un todo"? Pavlov me dio la
pista: controla tus condiciones y verás orden.

Figura 1

Lo primero que recuerdo ahora sucedió cuando apenas


tenía veinte años. Poco después de haber egresado yo de la
universidad, Bertrand Russell publicó en la antigua revista A nadie asombrará, pues, que mi primer dispositivo fuese una
Dial una serie de artículos sobre la epistemología del caja silenciosa de liberación, operada con aire comprimido y
conductismo de John B. Watson. Como estudiante no diseñada para eliminar perturbaciones cuando se introdujera una
graduado yo no había cursado psicología sino (¡y a mares!) rata en el aparato. Primero la usé para estudiar cómo una rata se
biología, y dos de los libros que mi profesor de esta materia adapta a un estímulo nuevo.
había puesto en mis manos. Estos eran Physiology of the
Brain de Loeb y la nueva edición de Oxford Conditioned
Reflexes de Pavlov. Y ahora Russell estaba extrapolando los
principios de una formulación objetiva de la conducta ¡al
problema del conocimiento! Muchos años después, cuando
le expresé a lord Russell que sus artículos fueron los res-
ponsables de mi interés por la conducta, él sólo atinó a
exclamar: "¡Cielos! Siempre supuse que esos artículos
habían demolido al conductismo." Pero sea lo que fuere, él
había tomado en serio a Watson y yo también.
Cuando llegué a Harvard a realizar mis estudios de
graduado, el ambiente que reinaba no era precisamente
conductista; pero Walter Hunter venía semanalmente de la
Universidad de Clark a dar un seminario, y Fred Keller,
también estudiante graduado, era un experto en los detalles
técnicos y en los sofismas del conductismo. Este me salvó Construí
muchas veces de hundirme en las arenas movedizas de una una caja a prueba de ruidos que encerraba un espacio estructu-
discusión de aficionado sobre "qué es una imagen" o rado especialmente. Se liberaba una rata, neumáticamente, en el
"dónde está lo rojo". Pronto me puse en contacto con W. J. fondo de un túnel oscurecido desde el cual salía, como
Crozier, que había sido alumno de Loeb. Se dijo de Loeb, y explorando, a un área bien iluminada. Para acentuar su progreso y
lo mismo podría haberse dicho de Crozier, que "estaban facilitar el registro, el túnel se colocó en lo alto de una pequeña
resentidos contra el sistema nervioso". Y cierto o no, el escalinata; algo semejante a un partenón funcional (fig. 1). La
hecho es que ambos hablaron de la conducta animal sin rata husmeaba desde el túnel, quizá oteando suspicazmente a la
mencionar el sistema nervioso y sorprendentemente con única ventana a través de la cual yo la estaba vigilando y después,
buenos resultados. Hasta donde yo sé, ellos invalidaron la estirándose cautelosamente, bajaba los escalones. Un golpe suave
teorización fisiológica de Pavlov y Sherrington y, esclare- (cuidadosamente medido, naturalmente) provocaba que se
ciendo así lo que éstos nos legaron en los albores de una volviera a meter al túnel y que permaneciera allí por algún
ciencia independiente de la conducta. Mi tesis doctoral fue, tiempo. Pero golpes repetidos reducían más y más el efecto.
en parte, un análisis operacional de la sinapsis de Sherring- Registré los avances de la rata moviendo un lápiz hacia atrás y
ton, en el que sustituí los supuestos estados del sistema ner- hacia adelante sobre una cinta de papel movible.
vioso central por leyes conductuales.
Sin embargo la parte polémica de mi tesis era experi-
mental. Hasta donde yo recuerdo, simplemente comencé
buscando procesos legales en la conducta del organismo
intacto. Pavlov había señalado el camino; pero en aquel
entonces no pude, y ahora tampoco podría moverme sin dar
un salto desde los reflejos salivales hasta la importante tarea
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El resultado principal de este experimento fue que algunas ligera, en forma de una U de autopista montada rígidamente
de mis ratas tuvieron ratitas. Comencé a vigilar a algunas sobre planchas de cristal vertical cuya elasticidad permitía un
ratas jóvenes. Las observé cómodamente y vi que se movimiento longitudinal muy leve (fig. 4). El carril vino a ser el
arrastraban a la manera de los gatos y conejos piso de un túnel largo (que aquí no se ilustra), en un extremo del
descerebrados o talámicos de Magnus. Así comencé a cual puse mi caja de liberación a prueba de ruidos, y yo me
estudiar los reflejos posturales de las ratas jóvenes. Aquí coloqué al otro extremo, dispuesto a reforzar a la rata al bajar el
estaba un primer principio que no era reconocido por los carril, dándole un bocado de masa remojada, y, a veces, un golpe
metodólogos científicos: cuando se sigue la pista de algo cuando había llegado a la mitad del carril para recoger los
interesante se abandona todo lo demás y uno se pone a registros quimográfícos de las vibraciones de la base.
estudiarlo. Deshice el partenón y comencé por otro lado. Y ahora, de acuerdo al segundo principio informal de la
práctica científica: algunas maneras de hacer la investigación son
más fáciles que otras, acabé por cansarme de llevar la rata de un
lado a otro del carril; y añadí entonces un corredor de retorno
(fig. 5). Ahora la rata podía comer un bocado de masa en el punto
C, pasar al corredor de retorno A, girar al extremo como se
muestra y retornar al punto de partida por el carril B. El
experimentador, en B, podía recoger los registros del químógrafo
cómodamente en D. De esta manera logré hacer una gran
cantidad de registros de las fuerzas que se ejercían contra la base
cuando la rata salía del corredor y se detenía tan pronto como
sonaba el golpe (fig. 6).

Sin embargo, hubo un detalle molesto. A menudo la rata se


detenía un tiempo insólitamente largo en C antes de empezar a
caminar por el corredor posterior en la siguiente vuelta. Esto
parecía inexplicable. Cuando cronometré estas demoras y las
grafiqué, vi que, al parecer, mostraban cambios ordenados (fig.
7). Obviamente, esto es lo que yo estaba buscando. Olvidé todo
lo relativo a los movimientos de la base y comencé a hacer correr
a las ratas para dedicarme únicamente a medir los retardos. Para
entonces ya no había razón alguna de que el carril tuviera 2.50 m
Si se sostiene una rata joven en una mano y se le jala de largo. El segundo principio empezó a entrar en juego, y en
suavemente la cola, la rata se resistirá jalando hacia delante virtud de él no hallé ninguna razón para que la rata no pudiera
y entonces, con un brinco instantáneo y fuerte, que de proporcionarse su propio reforzamiento.
ordinario la libera, saltará hacia arriba. Decidí estudiar
cuantitativamente esta conducta. Construí una plataforma
ligera cubierta de tela y la monté sobre cuerdas de piano
estiradas fuertemente (fig. 2). Ésta resultó ser una versión
del miógrafo de torsión de cuerdas de Sherrington, que
originalmente se diseñó para registrar la contracción
isométrica de la tibialis anticus de un gato, pero que aquí se
había adaptado a la respuesta de un organismo intacto.
Cuando se jalaba suavemente la cola de la rata, ésta se
aferraba al piso de tela y tiraba hacia delante. Amplificando
los finos movimientos de la plataforma obtuve un buen
registro quimográfico tanto de la vibración del movimiento
como en la medida en que se incrementaba la intensidad de
los jalones de cola, de los desesperados saltos de la rata
(fig. 3).

Ahora bien, las ratitas, a no ser como ratas adultas, tienen


muy poco futuro. Su conducta es literalmente inmadura y
no puede ser extrapolada a su vida diaria. Pero si esta con-
ducta funcionara en una cría de rata, ¿por qué no aplicarla
también a una rata madura? Para evitar el contacto de la
rata con cualquier cosa, debía ser posible registrar no un
jalón contra la base, sino el empuje balístico ejercido cuan-
do la rata corría hacia adelante o se detenía repentinamente
en respuesta a mi golpe calibrado. De esta manera,
apelando nuevamente al primer principio de la práctica
científica, deseché la plataforma de cuerdas de piano y
construí un carril de 2.50 m de largo. Lo hice de madera
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en A (fig. 10) y el nuevo (B) puede parecer insignificante, pero


sucedió que la curva reveló cosas en la tasa de respuestas y en los
cambios de la misma que, de otra manera, ciertamente habrían
pasado inadvertidos. Al dejar que la cuerda se desenrollase en vez
de que se enrollara, mi curva produjo un cuadrante cartesiano
imperfecto, aunque esto se remedió fácilmente. Los psicólogos
han adoptado muy parcamente las curvas acumulativas, pero
Construí un nuevo aparato. En la figura 8 vemos a la rata pienso que es razonable decir que éstas se han convertido en una
comiendo una porción de masa exactamente después de herramienta indispensable para ciertos propósitos de análisis.
completar su recorrido. De esta manera obtenía su comida
por sí misma. Como bajaba el pasillo A hasta el extremo del
carril rectangular, su peso hacía que el carril completo se

Naturalmente, a la larga, se observó que el carril era


innecesario. La rata podía simplemente alcanzar la comida que se
encontraba en un recipiente cubierto, y cada movimiento de éste
operaba un solenoide que hacía avanzar un paso una pluma que
dibujaba una curva acumulativa. De esta manera se notó que el
inclinara ligeramente sobre el eje C y este movimiento primer cambio significativo en la tasa se debía a la ingestión. La
hacía girar el disco de madera D; esto hacía que una otra parte de mi tesis comprendía a las curvas que muestran cómo
porción de comida, colocada en uno de los agujeros que la tasa de comer declinaba en razón directa del tiempo de comer.
rodeaban su perímetro, cayera primero a un embudo y de No obstante, se requería un refinamiento. La conducta de la rata,
ahí al comedero. La comida consistía en cebada perla, el consistente en empujar la puerta y abrirla, no constituía una parte
único tipo que pude encontrar en una tienda de víveres y del normal de la conducta ingestiva de la Rattus rattus. Obviamente
cual se podían obtener partes razonablemente uniformes. La tal acto se aprendió, pero su estatus como parte de la ejecución
rata sólo tenía que completar su vuelta bajando al punto de final no era claro. Pareció razonable añadir arbitrariamente una
partida a través de B para disfrutar de su recompensa. Al respuesta condicionada inicial que se conectase con la ingestión.
mismo tiempo, el experimentador también era capaz de Elegí el primer proyecto que tenía a mano: una barra o palanca
disfrutar su recompensa, pues sólo tenía que cargar el horizontalmente situada que la rata presionaba cómodamente,
depósito, colocar una rata y descansar. En un quimógrafo cerrando así un interruptor que a su vez operaba un alimentador
que se movía lentamente se registraba cada inclinación. magnético. Se encontró que las curvas de ingestión obtenidas con
esta respuesta inicial de la cadena tenían las mismas propiedades
que las que carecían de ella.

Ahora bien, a medida que empezamos a complicar un aparato,


apelamos necesariamente a un cuarto principio del quehacer
científico: a veces el aparato falla. Para obtener una curva de
Un tercer principio informulado del ejercicio científico: extinción sólo tuve que esperar a que se detuviera el alimentador.
algunas personas tienen buena suerte. El disco de madera Al principio, interpreté esto como un defecto y me apresuré a
con el que improvisé el alimentador fue adquirido en una remediar la dificultad; pero, naturalmente, terminé por
tienda de aparatos de desecho. Sucedió que tal disco tenía desconectar el alimentador deliberadamente. Puedo recordar el
un eje central que afortunadamente no me molesté en entusiasmo que me produjo aquella primera curva de extinción
cortar. Un día se me ocurrió que si enrollaba una cuerda en completa (fig. 11). ¡Por fin había establecido contacto con
torno a este eje y la dejaba desenrollada cuando el depósito Pavlov! Aquí teníamos una curva no distorsionada por el proceso
estaba vacío (fig. 9), obtendría un tipo diferente de registro. de ingestión. Había un cambio ordenado que se debía estric-
En vez de un mero reporte del movimiento de sube y baja tamente a una contingencia especial de reforzamiento. ¡Era
del carril, como las variaciones escalonadas de un polí- conducta pura! No digo que no hubiera podido llegar a obtener
grafo, obtendría una curva. Yo sabía que las ciencias hacían una curva de extinción sin una falla en el aparato, toda vez que
mucho uso de curvas, pero, hasta donde pude descubrir, Pavlov ya había apuntado fuertemente en esa dirección. Sin
muy poco uso de los escalones de un poligrama. La embargo, no es exagerado decir que algunos de los resultados
diferencia entre el antiguo tipo de registro, como se muestra más interesantes y sorprendentes han ocurrido más que nada por
accidentes similares. Sin duda que un aparato seguro es muy
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conveniente, pero al revisar los datos de un programa de Por otra parte, un estado uniforme era algo con lo que yo
investigación de cinco años, Charles Ferster y yo encontra- estaba familiarizado desde mis estudios de química y física y, por
mos recientemente muchas ocasiones para congratularnos tanto, me enfrasqué en el estudio del reforzamiento periódico.
por la falibilidad de los relevadores y de los bulbos al vacío. Pronto encontré que la tasa constante a que la rata se estabilizaba
Construí entonces cuatro cajas ventiladas a prueba de dependía de lo hambrienta que estuviese. A rata muy hambrienta,
sonido, cada una de las cuales, tenía una palanca y un tasa alta; a rata menos hambrienta, tasa más baja. Por aquel
alimentador y estaba provista de un registrador acumulati- entonces, me preocupaba el problema práctico de controlar la pri-
vo. Así preparado, me dispuse a realizar un estudio intensi- vación de comida. Yo estaba trabajando medio tiempo en la
vo de los reflejos condicionados en la conducta esquelética. Escuela de Medicina (¡sobre cronaxia de subordinación!) y no
Por espacio de varios días, reforzaba toda respuesta y des- pude sostener un buen programa de trabajo con las ratas. La tasa
pués las extinguía por uno o dos, haciendo variar el número de respuestas en el reforzamiento periódico me sugirió un sistema
de reforzamientos, la cantidad de entrenamiento previo para mantener una rata a un nivel constante de privación. El
respecto al comedero, y a sucesivamente. razonamiento fue más o menos éste: supóngase que reforzamos
Fue aquí donde recurrí al método deductivo por primera una rata no al fin de un periodo dado, sino cuando ha completado
vez. Hacía mucho tiempo que había dejado de usar la el número de respuestas que ordinariamente emitía en ese
cebada perla; constituía una dieta demasiado irregular como periodo. Supóngase también que usamos muchas pelotillas de
para poderla usar de manera estable. Un farmacéutico comida y que a la rata damos acceso continuo a la palanca. En-
vecino me había mostrado su máquina de hace píldoras y tonces, excepto en los periodos en que debería dormir, la rata
entonces hice una basándome en ese modelo (fig. 12). operaría la palanca a una tasa constante. De este modo, cuanto
Consistía en una lámina de latón acanalado a través de la más hambrienta estuviese la rata trabajaría más rápidamente para
cual se colocaba un cilindro largo de pasta dura (en este conseguir comida y, de la misma manera, reduciría cada vez más
caso de la fórmula de MacCollum de una dieta adecuada su hambre; en tanto que si llegara a estar ligeramente menos
para ratas). Un cortador también acanalado bajaba sobre el hambrienta respondería a una tasa más baja, conseguiría menos
cilindro y rodaba lentamente hacia atrás y hacia adelante, comida y su hambre se incrementaría. Incluso se podría mantener
hasta convertir la pasta en aproximadamente una docena de a la rata a cualquier nivel de privación, programando el
pelotillas esféricas. Antes de usarlas, se ponían a secar más reforzamiento para cierto número de respuestas. Se me ocurrió
o menos por un día. El procedimiento era esmerado y una máquina provista de un dial que uno pudiera ajustar de tal
laborioso. Ocho ratas, cada una de las cuales comiera un manera que pudiera disponer, a cualquier hora, de una rata en
centenar de pelotillas al día, podían fácilmente igualar la determinado estado de privación. Obviamente no ocurre nada
producción. Una feliz tarde sabatina examiné mi provisión parecido. Esto es reforzamiento de "razón fija" y no de "intervalo
de pelotillas secas, y acudiendo a ciertos teoremas de la fijo" y, como pronto pude comprobar, produce una ejecución muy
aritmética deduje que por lo menos emplearía el resto de diferente. Esto es un ejemplo del quinto principio no formulado
aquella tarde y la mañana siguiente en la máquina de hacer del ejercicio científico, al que por lo menos ya se le ha puesto
pelotillas. La provisión se agotaría la mañana del lunes a las nombre. Walter Cannon le asigna una palabra inventada por
diez y media. Horacio Walpole: serendipity, o arte de encontrar una cosa
mientras se busca otra.
La descripción de mi proceder científico hasta el momento en
que publiqué mis resultados en un libro titulado The Behavior of
Organisms es tan exacta, en letra y espíritu, como la podría hacer
ahora. Las notas, datos y publicaciones que he examinado no
muestran que me haya comportado jamás de acuerdo con el
pensamiento humano como lo conciben John Stuart Mill o John
Dewey, o con los análisis del comportamiento científico hechos
por otros filósofos de la ciencia. Nunca me he enfrentado a otro
problema que no sea el eterno problema de encontrar orden.
Nunca he atacado un problema dedicándome a la construcción de
Ya que mi deseo no es criticar el método hipotético
una hipótesis. Jamás he deducido teoremas ni los he sometido a
deductivo me es grato atestiguar aquí su utilidad. Me llevó
prueba experimental. Hasta donde puedo ver, no he tenido un
a aplicar nuestro segundo principio no formulado del
modelo preconcebido de conducta (ciertamente no un modelo
método científico y a preguntarme por qué toda opresión de
fisiológico ni tampoco mentalista y, creo yo, mucho menos uno
la palanca tenía que ser reforzada. Para entonces no me
conceptual). La "reserva refleja" resultó un concepto aunque
había enterado de lo sucedido en los laboratorios Brown.
operacional, infructuoso. Fue refutado en un artículo presentado
Posteriormente Harold Schlosberg me contó la historia. Un
al congreso de la APA en Filadelfia, más o menos un año después
estudiante se había impuesto la tarea de usar un gato para
de su publicación. Tal hecho vino a confirmar mi opinión en lo
hacer un experimento de difícil discriminación. Un domin-
tocante a las teorías en general, al probar la absoluta incapacidad
go encontró que la provisión de comida del gato estaba
de éstas para sugerir otros experimentos. Yo estaba trabajando,
agotada. Las tiendas estaban cerradas y así, con una gran fe
claro está, sobre un supuesto básico (el de que existía un orden en
en la teoría de la frecuencia del aprendizaje, sometió al gato
la naturaleza y que sólo había que descubrirlo) pero no hay que
a la sesión acostumbrada y lo llevó a su jaula sin haberlo
confundir tal supuesto con la hipótesis de una teoría deductiva.
recompensado. Informa Schlosberg que el gato maulló en
También es cierto que intenté cierta selección de hechos, mas no
continua protesta más o menos durante cuarenta y ocho
por su importancia teórica, sino porque un hecho podía ser más
horas. No estando consciente de esto, decidí reforzar una
importante que otro. Si de alguna manera me dediqué al diseño
respuesta sólo una vez por minuto y dejar sin reforzamiento
experimental fue simplemente para completar o ampliar los ejem-
las demás. Hubo dos resultados: a) mi provisión de
plos de orden que ya había observado.
pelotillas duró casi indefinidamente y b) cada rata se
La mayoría de los experimentos descritos en The Behavior of
estabilizó en una tasa bastante constante.
Organisms se hicieron con cuatro grupos de ratas. Una crítica
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bastante común hecha al libro fue la de que esos grupos clase de conducta en un tiempo dado, uno rápidamente comienza
eran demasiado pequeños. ¿Cómo se sabría que otros a impacientarse con las teorías del aprendizaje. Principios,
grupos de cuatro ratos harían lo mismo? Keller, defendien- hipótesis, teoremas, pruebas satisfactorias (al nivel 0.05 de
do el libro, contraatacó diciendo que los grupos de cuatro significancia) de que la conducta, en un momento elegido, exhibe
eran demasiado grandes. Sin embargo, y por desgracia, el efecto del reforzamiento secundario... nada podría ser de
permití que me convencieran de lo contrario. Esto, en parte, menos importancia. Nadie va al circo a ver que el perro promedio
se debió al haberme asociado con W. T. Heron en la Uni- salta a través de un aro significativamente más a menudo que los
versidad de Minnesota. A través de él me puse en contacto perros no entrenados y criados en las mismas circunstancias, o a
por primera vez con la psicología animal tradicional. Heron ver que un elefante demuestre un principio conductual.
estaba interesado por la conducta de laberinto heredada, por Tal vez pueda yo ilustrar esto sin ayudar ni satisfacer al
la actividad innata, y por ciertas drogas cuyos efectos se enemigo, describiendo un artefacto ruso que los alemanes
podían detectar sólo mediante el uso de grupos suficiente- encontraron formidable. Los rusos usaban perros para volar tan-
mente grandes. Juntos hicimos un experimento sobre los ques. Se entrenaba a un perro a ocultarse detrás de un árbol o de
efectos de la inanición en la tasa de presionar una palanca, e una pared, escondiéndose, por ejemplo, en un pequeño matorral.
iniciamos así una nueva época con un grupo de dieciséis Cuando el tanque iba pasando, el perro corría velozmente a su
ratas. No obstante, sólo teníamos cuatro cajas; y Heron, lado, y la explosión de una pequeña mina magnética colocada en
para remediar este inconveniente, solicitó beca, gracias a la su lomo era suficiente para desmantelar o incendiar el tanque.
cual construimos una batería de veinticuatro cajas de palan- Obviamente, el perro tenía que ser reemplazado.
ca con sendos registradores acumulativos. Yo proporcioné Ahora pido al lector que trate de imaginarse algunos de los
un accesorio que había de registrar no solo la ejecución problemas técnicos que el psicólogo tiene que enfrentar al
media de las veinticuatro ratas en una sola curva prome- preparar un perro para tal acto de involuntario heroísmo. El perro
diada, sino asimismo las curvas medias de los cuatro ha de esperar detrás del árbol por tiempo indefinido. Así pues,
subgrupos de doce ratas y de los cuatro subgrupos de seis debe reforzársele intermitentemente por esperar. Ahora bien, ¿con
(Heron y Skinner, 1939). De tal manera, nos preparamos qué programa habrá de lograrse la más alta probabilidad de
para el diseño de experimentos de acuerdo con los princi- espera? Si el reforzamiento consiste en comida, ¿cuál es el
pios de R. A. Fisher que, para entonces, comenzaban a estar programa de privación óptimo adecuado a la salud del perro?
en boga. Por decirlo así, habíamos mecanizado el cuadrado Éste debe correr hacia el tanque —lo que puede lograrse
latino. reforzando al perro ante un tanque señuelo— pero debe hacerlo
Gracias a dicho aparato, Heron y yo pudimos publicar un instantáneamente si es que ha de alcanzar un tanque veloz. ¿Y
estudio de extinción con ratas de laberinto, inteligentes y cómo se han de reforzar diferencialmente los tiempos cortos de
torpes, usando noventa y cinco sujetos. Luego publiqué reacción, teniendo en cuenta el problema concreto de que esto se
curvas de extinción media para grupos de veinticuatro opone al reforzamiento por sentarse y esperar? El perro debe
animales; y W. K. Estes y yo hicimos nuestro trabajo reaccionar sólo ante tanques, y no ante el carro de un refugiado
relativo a la ansiedad con grupos igualmente numerosos. que pase por la misma carretera. ¿Pero cuáles son las
Aunque Heron y yo bien pudimos haber expresado la características de un tanque en cuanto al perro respecta?
expectativa de que "la posibilidad de usar grupos grandes Yo creo que un análisis funcional debe ser adecuado para
de animales mejora en gran medida el método previamente aplicaciones tecnológicas. La pura manipulación de las con-
descrito tanto porque se proporcionan pruebas de signifi- diciones ambientales puede hacer posible un control práctico
cancia, como porque pueden detectarse más fácilmente totalmente inesperado. La conducta puede moldearse de acuerdo
algunas propiedades de la conducta que en casos indivi- con ciertas especificaciones y mantenerse casi indefinidamente a
duales no serían evidentes", tal cosa no se da en la práctica. voluntad. Un tecnólogo de la conducta que trabajó conmigo en
Los experimentos que acabo de mencionar constituyen casi aquel entonces (Keller Breland) se está especializando ahora en
todo lo que tenemos que mostrar con respecto a esta com- la producción de conducta como artículo de consumo y describe
plicada batería de cajas. Indudablemente se pudieron haber esta novedosa profesión en Amerícan Psychologist (Breland y
hecho más cosas con ella, cada una de las cuales habría Breland, 1951).
tenido su propio valor, pero algo le hubiera ocurrido al Dentro de la propia psicología, existen muchas aplicaciones
desarrollo natural del método. Cuando se tienen que alterar útiles. Recientemente, Ratliff y Blough han condicionado a
veinticuatro aparatos resulta difícil cualquier cambio en las pichones para que sirvan de observadores psicofísicos. En su
condiciones de un experimento. Lo que se gana en rigor no experimento, un pichón puede graduar uno de dos puntos
se puede comparar con lo que se pierde en flexibilidad. Nos luminosos hasta que ambos sean igualmente brillantes, o bien
vimos forzados a limitarnos a los procedimientos suscep- mantener un punto luminoso en el umbral absoluto durante la
tibles de ser estudiados con las líneas base ya desarrolladas adaptación a la oscuridad. Las técnicas desarrolladas para lograr
en investigaciones previas. No pudimos dedicarnos a descu- tales efectos se relacionan tan solo indirectamente con el objeto
brir otros procedimientos, ni a un análisis más sutil de los de estos experimentos y, por ende, ejemplifican la aplicación de
que aplicábamos a nuestro trabajo. A despecho de lo signi- una ciencia de la conducta (Ratliff y Blough, 1954).* La
ficativas que pudieran ser las relaciones que demostramos, educación es tal vez el campo donde se necesita con mayor
nuestro Leviatán estadístico estaba encallado. El arte del urgencia una tecnología conductual. No puedo describir aquí las
método se veía frenado en una etapa particular de su desa- aplicaciones que ahora son posibles, aunque quizá pueda hacer
rrollo. patente mi entusiasmo al aventurar la conjetura de que las
Otro accidente me rescató de la estadística mecanizada e técnicas educativas, para todas las edades, están en el umbral de
hizo que mi atención se volviera todavía con mayor cambios revolucionarios.
intensidad hacia los casos individuales. Esencialmente me Nuestro tema de estudio es el efecto de una tecnología de la
encontré de pronto cara a cara con el problema de conducta sobre el quehacer científico.
ingeniería en que se ve todo entrenador de animales. Al enfrentar los problemas prácticos de la conducta,
Cuando se tiene la responsabilidad de estar absolutamente
seguro que un organismo dado se entregará a determinada *
Véase el artículo núm. 24. N. del D.
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necesariamente hemos de subrayar la afinación de las


variables experimentales. En consecuencia, algunos de los
procedimientos ordinarios de la estadística parece que
pueden evitarse. Permítaseme ilustrar el punto: supongamos
que se han hecho mediciones respecto de dos grupos de
sujetos que difieren en algún aspecto del tratamiento
experimental. Se determinan medias y desviaciones están-
dares y se evalúa cualquier diferencia debida al tratamiento.
Si la diferencia se verifica en la dirección esperada, pero no
es estadísticamente significativa, entonces la recomenda-
ción casi universal será el estudio de grupos más numero-
sos. Sin embargo, nuestra experiencia con el control prác-
tico nos insta a reducir la engorrosa variabilidad mediante
el cambio de las condiciones del experimento. Las diferen-
cias individuales que oscurecen la diferencia que se está
analizando pueden eliminarse con anterioridad a la
medición mediante el descubrimiento, elaboración e íntegro
aprovechamiento de toda variable pertinente. Así se logrará
el mismo efecto que obtendríamos si incrementáramos el
tamaño de los grupos, y es casi seguro que se obtendrían
con el descubrimiento de nuevas variables dividendos que
no se identificarían en el tratamiento estadístico. En The Behavior of Organisms me contenté con estudiar las
Y lo mismo puede decirse de las curvas suaves. Estes y pendientes totales así como la curvatura de las curvas
yo, en nuestro estudio de la ansiedad, publicamos varias acumulativas y no pude hacer más que una tosca clasificación de
curvas cuya suavidad se obtuvo promediando la ejecución las propiedades conductuales mostradas por el grano más fino.
de 12 ratas por cada curva. Las curvas individuales publica- Actualmente el grano ha sido mejorado. El poder resolutivo del
das entonces muestran que las curvas medias no repre- microscopio se ha multiplicado muchas veces. Ahora podemos
sentan fielmente la conducta de ninguna rata. Por el observar cada vez más detalladamente los procesos
contrario, exhibían cierta tendencia a cambiar de pendiente, fundamentales de la conducta. Elegir la tasa de respuestas como
lo cual apoyó la suposición que estábamos haciendo y nuestro dato fundamental y registrarla adecuadamente en una
aparentemente justificaba el que se les promediara. curva acumulativa nos permite hacer visibles los aspectos
temporales importantes de la conducta. Una vez que se tiene esto,
Un método opcional hubiera sido investigar el caso nuestra tarea científica se reduce a la simple observación. Un
particular hasta que pudiera obtenerse una curva igualmente nuevo mundo se revela a la inspección. Usamos tales curvas de la
suave. Esto hubiera significado no sólo desembarazarse de misma manera que un microscopio, una cámara de rayos X o un
la tentación a producir suavidad mediante el promedio de telescopio. Esto bien puede ilustrarse con algunas recientes
los casos, sino también manipular todas las condiciones ampliaciones del método. Aunque ellas ya no son parte de mi his-
pertinentes, como por cierto más tarde aprendimos a hacer- toria del caso, tal vez el lector me permita I consultarle acerca de
lo con propósitos prácticos. Las curvas individuales que lo que algunos críticos han llamado folie á deux o neurosis de
publicamos entonces no señalan la necesidad de grupos más grupo.
grandes, sino la de mejorar la técnica experimental. Por
ejemplo, aquí hay una curva cuya suavidad es característica Una de las aplicaciones más antiguas del método a la conducta de
de la práctica actual. Tales curvas fueron señaladas, evitación y de escape fue la de Keller al estudiar la aversión de la
mientras se estaban formando, en una demostración que rata a la luz. Murray Sidman amplió brillantemente tal aplicación
Ferster y yo preparamos para el congreso de la Asociación con sus experimentos de evitación del choque. Como debemos
Americana de Psicología, en Cleveland (fig. 13). Aquí, en observar la conducta en desarrollo una vez que hemos dispuesto
un solo organismo, tres diferentes programas de las contingencias de reforzamiento pertinentes, igual que más
reforzamiento dan lugar a tres correspondientes ejecuciones tarde la observamos cambiar a la par de las contingencias, resulta
de gran uniformidad, con estímulos adecuados que se innecesario describir la evitación y el escape recurriendo a
alternan al azar. Con la aplicación de métodos estadísticos "principios".
no podemos lograr esta clase de orden. Hunt y Brady han aplicado el uso de la tasa estable al estudio de
estímulos productores de ansiedad, además de que demostraron
que la depresión en la tasa se elimina mediante el choque
electroconvulsivo, así como por otros medios eficaces para
reducir ansiedad en pacientes humanos. O. R. Lindsley encontró
los mismos efectos en perros, usando sedantes y terapia de
choque insulínico. Brady ha refinado el método, investigando la
efectividad que tienen varios programas de reforzamiento en el
rastreo de la recuperación de la depresión condicionada después
del tratamiento. En dichos experimentos se puede ver el efecto de
un tratamiento de manera tan directa como cuando vemos la
constricción de un vaso capilar a través del microscopio.
Lindsley, usando perros, ha extendido la investigación pionera
que se hizo con ratas bajo los efectos de cafeína y benzedrina.
Una técnica especial para evaluar los efectos de una droga
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durante un periodo experimental corto, proporciona un diferencias individuales puede mostrarnos la medida en que
registro de la conducta que puede leerse de la misma podemos, previamente a la medición eliminar las fuentes de
manera que un especialista lee un electrocardiograma. El variabilidad. La figura 14 muestra los fragmentos de tres curvas
doctor Peter Dews, del Departamento de Farmacología de que registran la conducta correspondiente a un programa múltiple
la Escuela de Medicina de Harvard, está investigando de intervalo fijo-razón fija. Las líneas diagonales indican los
curvas de respuesta-dosis así como los efectos de varias reforzamientos. En algunos casos la separación entre ellas es
drogas, empleando pichones como sujetos. En los pequeña y las líneas empinadas muestran una tasa alta y
laboratorios de psicología de Harvard, Morse, Herrnstein y constante, correspondiente al programa de razón fija; en otros, los
Marshall han llevado a cabo otras investigaciones sobre "festones", algo más largos, muestran una aceleración más suave,
drogas y los fabricantes de ellas están adoptando tales en tanto que el organismo cambia de una tasa muy baja
técnicas. El tratamiento experimental de la variabilidad (justamente después del reforzamiento) a una tasa más alta al
difícilmente podría demostrarse de mejor manera. Uno final del intervalo fijo. Los valores de los intervalos y razones,
puede observar el principio, duración y debilitamiento de los estados de privación y las exposiciones a los programas,
los efectos de una droga, en una sola sesión experimental y fueron distintos en los tres casos. Excepto por estos detalles, las
en un solo organismo. curvas son bastante similares. Ahora bien, una de ellas fue hecho
por un pichón, en algún experimento que hicimos Ferster y yo;
La observación directa de la conducta defectuosa es otra corresponde a una rata, en un experimento sobre anoxia
particularmente importante. El deterioro clínico o hecho por Lohr, y la tercera a un mono en el laboratorio de Karl
experimental que sufre un organismo es característicamente Pribram en el Instituto Hartford. Pichón, rata, mono... ¿cuál es
singular. De ahí el valor de un método que permita la ob- cuál? No importa. Sin duda, las tres especies tienen repertorios
servación directa de la conducta de un individuo. Lindsley conductuales tan diferentes como sus anatomías; pero una vez
ha estudiado los efectos de la irradiación casi letal, y que se tienen en cuenta las diferentes maneras en que ellas hacen
actualmente Thomas Lohr y el doctor Harry Beecher del contacto con el medio y actúan sobre él, lo que resta de su
Hospital General de Massachusetts, están estudiando conducta exhibe propiedades sorprendentemente similares.
conjuntamente los efectos de la anestesia prolongada y de la Ratones, gatos, perros y niños podrían haber agregado más
anoxia. La misma técnica ha sido aplicada a las variables curvas a nuestra figura, y cuando los organismos que difieren
neurológicas del mono, por el doctor Karl Pribram del Insti- tanto como estos muestran no obstante propiedades conductuales
tuto Hartford. El esquema de tal investigación es bien similares, entonces las diferencias entre los miembros de una
simple: establecer la conducta en que se está interesado, misma especie pueden ser vistas con más optimismo. Los
someter al organismo a cierto tratamiento y, por último, problemas difíciles de idiosincrasia o individualidad surgirán
observar nuevamente la conducta. Un excelente ejemplo del siempre como resultados de procesos biológicos y culturales; con
uso del control experimental en el estudio de la motivación todo, idear técnicas que reduzcan sus efectos —excepto cuando
se puede encontrar en algunas investigaciones sobre estos mismos son el tema de nuestra investigación— compete
obesidad llevadas a cabo por J. E. Aniiker en colaboración precisamente al análisis experimental de la conducta.
con el doctor Jean Meyer de la Escuela de Salud Pública de
Harvard, en las cuales, mediante la inspección directa, se Estamos próximos a alcanzar una ciencia del individuo. La
pueden comparar las irregularidades de la conducta podremos lograr no acudiendo a una teoría especial del
ingestiva de varios tipos de ratones obesos. conocimiento, en la cual la observación y el análisis se vean des-
plazados por la intuición y el entendimiento, sino por la
Quizá no haya otro campo como el de la psiquiatría donde comprensión cada vez mayor de las condiciones pertinentes a la
la conducta a menudo sea descrita de manera más indirecta. producción de orden en el caso del organismo individual.
En un experimento realizado en el Hospital Estatal de
Massachusetts, con el patrocinio del doctor Harry Solomon Otra consecuencia de una tecnología mejorada es su efecto sobre
y el mío, O. R. Lindsley está llevando a cabo un extenso la teoría de la conducta. Como ya he señalado en alguna otra
programa que podría describirse como un estudio cuantita- ocasión, la función de la teoría del aprendizaje es crear un mundo
imaginario de orden y ley, consolándonos, por tanto, del desorden
que observamos en la conducta misma. Las puntuaciones
obtenidas por el recorrido de un laberinto en T o por la ejecución
en una caja de salto varían casi caprichosamente en ensayo a en-
sayo. Por consiguiente, si el aprendizaje es, como esperamos que
sea, un proceso ordenado y continuo, debe ocurrir en algún otro
sistema dimensional; quizá en el sistema nervioso, en la mente, o
en un modelo conceptual de la conducta. Tanto el tratamiento
estadístico de las medidas de grupo, como promediar las curvas,
alimentan la creencia de que, en alguna forma, deberíamos
buscar, más allá del caso individual, procesos —por otra parte
inacce-
sibles
— más

tivo de las propiedades temporales de la conducta psicótica.


Nuevamente, aquí tenemos el caso de que es necesario
hacer visibles ciertas características de la conducta.
Un resultado que tenga una inesperada importancia tanto
para la psicología comparada como para el estudio de las
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fundamentales. El propósito esencial de nuestro artículo medidas y desviaciones estándares, aceptarían al primero como
sobre la ansiedad, por ejemplo, fue implicar que el cambio un experimento acabado, rechazarían al segundo o lo tomarían
observado no era necesariamente una propiedad de la simplemente como un estudio preliminar. No se confía en el testi-
conducta, sino algún estado teórico del organismo monio que nuestros propios sentidos nos proporcionan al
("ansiedad"), el cual se reflejaba tan solo en una ligera observar un fenómeno conductual.
modificación de la ejecución.
Como otro ejemplo, considérese la conducta de varios tipos de
Cuando hemos logrado un control práctico sobre el ratones obesos. ¿Sufren todos de una única anormalidad en su
organismo, las teorías de la conducta pierden su objeto. El conducta de comer o existen algunas diferencias? Uno podría
modelo conceptual es inútil para representar y manejar las responder la pregunta valiéndose de algún aparato para medir el
variables pertinentes; así pues, acabamos por aferramos a la hambre, como el aparato de obstrucción. Nuestro dato sería el
conducta en sí. Cuando la conducta exhibe orden y número de veces que se cruza la malla para obtener comida,
consistencia es mucho menos probable que nos computadas después de diferentes periodos de libre acceso a la
preocupemos por las causas fisiológicas o mentales. Surge comida. Se necesitaría un gran número de lecturas de
un dato que desplaza a las fantasías teóricas. En el análisis interpretación y los valores promedio resultantes posiblemente no
experimental de la conducta, nos dedicamos a un tema que corresponderían a la conducta de ninguno de los ratones en
no es sólo la conducta manifiesta de un individuo (y que ninguno de los periodos experimentales. Como ya Anliker
por tanto su estudio no requiere del auxilio de la (comunicación personal) lo ha demostrado, con un ratón de cada
estadística), sino que es también "factual" y "objetiva". Así tipo en sesiones experimentales individuales se puede lograr una
pues, tampoco necesitamos la teoría deductiva. visión mucho mejor del fenómeno. En un experimento,
representado a grandes rasgos en la figura 16, se reforzó a cada
Las técnicas estadísticas cumplen una función útil; no ratón, después de que completaba una "razón" pequeña de
obstante, han adquirido un lugar puramente honorífico, y respuestas dándole una pequeña porción de comida. El ratón
esto puede resultar problemático. Su presencia o ausencia obeso-hipotalámico exhibe una curva de ingestión normal,
se ha convertido en un santo y seña para distinguir al aunque exagerada.
trabajo bueno del malo. Dado que la medición de la
conducta ha sido extremadamente variable, hemos
terminado por confiar únicamente en aquellos resultados
que se obtienen a partir de grupos numerosos de sujetos.
Merced a que algunos investigadores han reportado (ya
consciente, ya inconscientemente) sólo casos selectos y
favorables, hemos terminado por conceder un alto valor a la
investigación planeada de antemano y que en su totalidad se
publica. Como las medidas se han comportado de manera
caprichosa, le damos valor a las teorías deductivas que
restablecen el orden. Si bien los grupos numerosos, los
experimentos planeados y las teorizaciones válidas se han
asociado a la obtención de resultados significativos, no se
sigue de esto que sin ellos no podamos lograr nada. Aquí
tenemos dos ejemplos breves de nuestras opciones.
¿Cómo podemos determinar el grado de adaptación a la El ratón obeso-hereditario come lentamente, pero por un lapso
oscuridad en un pichón? Cambiamos un pichón de un indefinido y mostrando poco cambio en la tasa. El ratón
cuarto brillantemente iluminado a otro oscuro. ¿Qué envenenado con tioglucosa de oro exhibe una marcada oscilación
sucede? Presumiblemente el pichón es capaz de ver inten- entre periodos de respuesta muy rápidos y de absolutamente
sidades de luz cada vez más tenues mientras se va operando ninguna respuesta. Aunque estas curvas individuales contienen
el proceso de adaptación; pero ¿cómo podemos seguir este más información de la que podría haberse obtenido jamás por
proceso? Una manera de hacerlo sería instalar un aparato de medio de mediciones que requieren tratamiento estadístico,
discriminación en el cual, una vez que ha empezado la todavía habrá muchos psicólogos que las vean con cierta
adaptación a la oscuridad, se pudieran hacer elecciones a desconfianza, y nada más porque provienen de casos
intervalos específicos. Las intensidades de prueba podrían individuales.
hacerse variar dentro de límites muy amplios y los Tal vez sea natural que los psicólogos vayan informándose
porcentajes de elecciones correctas para cada valor nos lentamente de la posibilidad de que los procesos conductuales
permitirían, finalmente, localizar el umbral con bastante son susceptibles de la observación directa. También quizá lo sea
exactitud. A pesar de esto, se necesitarían cientos de el que ellos gradualmente vayan poniendo a las antiguas técnicas
observaciones para determinar cuando mucho unos cuantos estadísticas o teóricas en el lugar que les corresponde. Pero
puntos de la curva y para probar que éstos muestran un también es tiempo de que insistamos en que la ciencia no
cambio real en la sensibilidad. En el experimento de progresa mediante pasos cuidadosamente planeados llamados
Blough antes mencionado, el pichón, a lo largo del periodo "experimentos", cada uno de los cuales contiene un principio y
experimental, mantiene un punto luminoso cerca del un fin bien definidos. La ciencia es un proceso continuo y a
umbral. Una sola curva, como la de la figura 15, nos menudo desordenado y accidental. No ayudamos en nada al joven
proporciona tanta información como la que podemos psicólogo si conformamos nuestro proceder de tal manera que se
obtener de cientos de ellas junto con las medidas y ajuste al patrón que demanda la metodología científica actual. Lo
desviaciones estándares que de ellas se deriven. Dado que que el estadígrafo se propone y desea al diseñar experimentos es
se aplica a un solo organismo en una sola sesión experi- buscar la forma de recopilar el tipo de datos a que sus técnicas
mental, la información resulta mucho más precisa. Hay son aplicables; no le preocupa el comportamiento del científico
todavía muchos psicólogos que, en virtud de sus tablas de que en su laboratorio planea investigaciones para sus inmediatos
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y posiblemente inescrutables propósitos. motivación en términos igualmente poco lisonjeros. Hace varios
años pasé un agradable verano escribiendo una novela llamada
Walden Two. Uno de los personajes, Frazier, dice muchas cosas
que ni yo mismo estaba en condiciones de sostener. Entre ellas
estaba ésta:

En mí, hay una sola característica importante, Burris: soy


testarudo. En toda mi vida no he tenido más que una obsesión.
Una auténtica idee fixe... Para decirlo llanamente: poder hacer
lo que me dé la gana. "Control", creo que esta palabra lo
expresa todo. El control de la conducta humana, Burris. Durante
mis balbuceos como experimentador tenía un deseo delirante y
egoísta de dominar. Recuerdo lo irritado que me ponía cuando
me fallaba una predicción. Podía haber gritado a mis sujetos
experimentales: “¡Compórtense, condenados, compórtense
El organismo cuya conducta es más ampliamente como deben!" Al cabo, me vine a dar cuenta de que los sujetos
modificada y controlada más completamente en el tipo de siempre tenían la razón. Siempre se comportaban como debían.
investigación que hemos descrito es el propio Yo era el que estaba equivocado. Había hecho una mala
experimentador. Un caricaturista, en el Jester de Columbia, predicción.
plasma a la perfección tal idea (fig. 17). Al pie de ella, se
lee: "¡Pues sí que tengo condicionado a este tipo! Cada vez (Para hacer justicia tanto a Frazier como a mí, agregaré sus
que aprieto la palanca, me arroja una bolita de comida." Los siguientes palabras: «Y qué descubrimiento tan extraño para un
sujetos que estudiamos nos refuerzan mucho más efectiva- posible tirano el de que la única técnica efectiva de control no
mente de lo que nosotros los reforzamos. En este artículo, puede ser egoísta.» Frazier quería decir, naturalmente,
no he hecho otra cosa que describir cómo se ha reforzamiento positivo.)
condicionado mi conducta. De cualquier manera, sería No tenemos mayor razón para decir que todos los psicólogos
impropio discutir demasiado respecto de un incidente debieran comportarse como yo lo he hecho, que para decir que
científico. Mi conducta no se habría moldeado de no haber debieran hacerlo como R. A. Fisher. Como cualquier organismo,
sido por ciertas características personales que, el científico es producto de una historia única. Los proce-
afortunadamente, no todos los psicólogos comparten. Freud dimientos que le parezcan más propios dependerán en parte de tal
ha tenido algo que decir a propósito de la motivación de los historia. Afortunadamente, el efecto de las idiosincracias
científicos y nos ha permitido penetrar un poco más en el personales sobre la ciencia como propiedad de la comunidad es,
tipo de persona que logra la más completa satisfacción a de ordinario, insignificante. Aquéllas resultan importantes sola-
partir de diseños experimentales concienzudos y de los mente cuando nuestro propósito es el de alentar a los científicos,
vericuetos de los sistemas deductivos. Tal persona tiende a así como proseguir la investigación. Cuando finalmente tengamos
preocuparse más por su éxito personal como científico que una explicación empírica adecuada de la conducta del
por su tema de estudio, como lo prueba el hecho de que a pensamiento humano, podremos entender todo esto. Mientras
menudo adopte el papel de embajador errante. Si esto tanto, lo mejor es no tratar de medir a todos los científicos con el
parece injusto, permítaseme referir brevemente mi propia mismo rasero.

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