Introdución
La palabra "sacramento" viene del latín sacramentum. Fue el término que escogió San Jeronimo
(autor de la versión latina conocida como la Vulgata, 383-406 d.C.) para traducir la palabra
griega “misterion". En nuestra Biblia, no aparece la palabra "sacramento", pues es un término
que inventaron los teólogos cristianos en sus discusiones sobre la doctrina. Tampoco aparecen
en la Biblia palabras como "Trinidad" "encarnación", o inclusive "teología" pero las usamos,
pues lo que importa no es tanto la palabra, sino la doctrina. Si la Biblia enseña una doctrina,
debemos creerla. Ya después le damos el nombre. Como presbiterianos, tenemos una Confesión
de Fe que resume la doctrina enseñada en la Biblia. El cap 27 de esta Confesión de Fe explica la
doctrina de los sacramentos, y consta de 5 secciones:
Primera Seccion:
"Los sacramentos son signos y sellos santos del pacto de gracia (Rm 4:11; Gn 17:7) instituídos
directamente por Dios (Mt 28:19; 1 Cor 11:23) para simbolizar a Cristo y a sus beneficios y para
confirmar nuestro interés en él (1 Cor 10:16 y 11:25-26; Gál 3:27), y también para hacer una
distinción visible de aquellos que pertenecen a la Iglesia y los que son del mundo (Ex 12:48; I
Cor 10:21), y para obligar solemnemente aquellos al servicio de Dios en Cristo conforme a su
palabra. (Rm 6:3-4; 1 Cor 10:2-16).
Segunda Seccion:
En todo sacramento hay una relación espiritual o unión sacramental entre el signo y la cosa
significada, de donde resulta que los nombres y efectos del uno se atribuyen al otro. (Gén 17:10;
Mat 26:27-28; Tito 3:5)."
I. ¿Que es un Sacramento?
La Confesión dice que "los sacramentos son signos y sellos santos del pacto de gracia".
La señal sirve para indicar otra cosa (no a la señal misma). Ejemplos de señales serían:
Ejemplo 1- (Ex 4:1-5): La vara de Moisés, al volverse serpiente, fue una señal para los que la
vieron de que Dios en verdad había aparecido a Moisés.
Ejemplo 2- (Mat 24:29, 30, 34): La destrucción de la ciudad de Jerusalén (vv 15-22, por los
romanos en el año 70 d.C.) fue la señal de que Jesucristo había iniciado ya su reinado y
ministerio de mediador en el cielo.
Ejemplo 3- (Juan 2:ll,23) Los milagros de Jesús fueron "señales" de que era quien decía ser: el
Hijo de Dios, el Mesías divino.
Ejemplo 4- (Rom 4:11): La circuncisión de Abraham fue la señal, "como sello de la justicia de
la fe que tuvo estando aún incircunciso.”
Por lo tanto, no confundamos la cosa señalada con la señal. Un sacramento, en cuanto es señal,
muestra que ha venido la gracia de Dios pero no es en sí el instrumento por el que vino la gracia
de Dios. Solamente la confirma y la declara.
B. El sacramento es un sello.
Un sello sirve para autenticar, o autorizar algo. Por ej, Ester 3:12: "en nombre del rey Asuero
fúe escrito y sellado con el anillo del rey". Si no hubiera sido sellado, siempre hubiera sido
autoritativo, pues era un documento genuino del rey. El sello sirvió para los que lo recibieron,
para convencerles de que en verdad procedía del rey. Así es con un sacramento, no beneficia al
que lo da, sino a los que lo reciben. Confirma la gracia ya recibida.
El romanismo afirma que son 7 los sacramentos: el bautismo, la confirmación, la cena del
Señor, el matrimonio, las órdenes, la penitencia y la extrema unción. Nosotros sólo aceptamos 2,
el bautismo y la cena del Señor, pues es imposible comprobar por la Biblia que Dios haya
instituído los demás como señal de su gracia y de su pacto. En cambio, es fácil demostrar que
Cristo ordenó tanto el bautismo (Mat 28:19) como la santa cena (l Cor 11:23).
A. Para simbolizar a Cristo y a sus beneficios. Es otra manera de decir que un sacramento sirve
como una señal.
B. Para confirmar el interés del creyente en Cristo. Es otra manera de decir que un sacramento
sirve como un sello
Nota: los sacramentos se dan a creyentes. Son de beneficio exclusivamente a los que son hijos
de Dios, no a los que son del mundo. La palabra de Dios es el gran medio que sirve para dar a
conocer a Jesucristo a los mundanos (1 Cor 1:17), así como para confirmar a los creyentes en su
fe. Los sacramentos son una prueba adicional para los creyentes que les confirma la gracia que
anteriormente han recibido del Señor.
C. Para hacer una distinción visible de aquellos que pertenecen a la Iglesia y los que son del
mundo.
En su sentido general, un "medio de gracia" es una ordenanza de Dios por medio de la cual
recibimos en nuestra vida los beneficios del pacto, es decir, los beneficios de la redención
comprada por Jesucristo. En este sentido, la iglesia puede ser un medio de gracia (por ejemplo,
cuando en forma unida y comunitaria alaba a Dios en el culto). También para unos, la fe es un
medio de gracia, aunque para otros, es el fruto de la gracia que obra el Espíritu Santo en el
corazón de todos los elegidos. En su sentido técnico, o restringido, los "medios de gracia" serían
solamente 2: la Palabra, y el Sacramento. A éstos, el Catecismo Menor añade un tercer “medio
de gracia," la oracion.
Preg # 88 "¿Cuáles son los medios externos y ordinarios por los cuales Cristo nos comunica los
beneficios de la redención?"
Resp : “Los medios externos y ordinarios por los cuales Cristo nos comunica los beneficios de la
redención, son sus ordenanzas, y especialmente, la palabra, los sacramentos y la oración; a todos
los cuales hace él eficaces para la salvación de los elegidos.” (Hechos 2:41-42)
Pero como él también dice: "Los más importantes son la Palabra de Dios contenida en las Santas
Escrituras, los Sacramentos y la Oración". Hablemos primeramente sobre la Palabra de Dios y
sobre la oración como "medios de gracia", luego en otro estudio continuamos con los
sacramentos.
I. La Palabra De Dios
Resp "El Espíritu de Dios hace que la lectura, y aún más especialmente, la predicación de la
Palabra, sean medios eficaces de convencer y de convertir a los pecadores, y de edificarles en
santidad y consuelo por la fe, hasta la salvación." (Neh 8:8; Sant 1:21; Hech 20:32; Rom 15:4 y
2, Tim 3:15)
Pr # 90 “¿Cómo ha de ser leída y escuchada la Palabra para que se haga eficaz para la
salvación?”
Resp "A fin de que la Palabra se haga eficaz para nuestra salvacion, hemos de prestarle atención
con diligencia, preparación de espíritu y oración; hemos de recibirla con fe y amor, atesorarla en
el corazón, y practicarla en la vida." (Deut 6:6-7; 1. Ped 2:1-2; Sal 119:18; Rom 1:16; 24 Tes
2:10; Salmo 119:11 y Santiago 1:25)
¿Cómo es que algo escrito en blanco y negro, en palabras humanas, como lo fue la Biblia, puede
ser un medio de gracia para nosotros? Sucede que la Biblia no es unicamente de origen humano,
pues procede de la inspiración divina, por la que es en verdad Palabra de Dios, autoritativa para
todo ser humano. Y esa Palabra la toma el Espíritu de Dios (que fue su Autor) para aplicar con
poder su mensaje en los corazanes de aquellos a quienes él quiere redimir. Por ese poder del
Espíritu, la Palabra es eficaz, porque: (tomado de Lango)”
1- Ilumina brillantemente el camino de los hombres, mostrándoles los peligros en que pueden
tropezar y caer (Sal 119:105).
3- Les conduce después, de una manera natural hacia Cristo, como el único Salvador (Hch 8:27-
38)
4- Los arranca poderosamente de la servidumbre del pecado y los hace siervos de la justicia
(Rm)
¿Por qué tantos cristianos son apáticos para leer la Palabra de Dios? ¿Por qué no tienen en la
debida estima la predicación de esa Palabra? Porque Satanás, conociendo por sí mismo cuán po-
derosa es esta Palabra (pues con ella fue vencido cuando quiso tentar a nuestro Señor Jesus),
procura de mil modos estorbar a los creyentes y alejar los de esa Palabra. ¡Alerta, entonces! No
te dejes engañar por el enemigo de tu alma, querido hermano. Ama, lee, estudia la Palabra de
Dios, y no desperdicies ninguna oportunidad de escuchar la predicación de ella.
II. La Oración
En cuanto a la oración, no puede haber razonamiento alguno que presentar en contra de la ense-
ñanza que nuestro Catecismo presenta al considerarlo como un medio externo de gracia.
Siempre ha sido considerada la oración como un medio preciosísimo de gracia; y esto no sólo
porque se supone así, o porque así se dice; sino por el testimonio permanente de todos los que la
practican con constancia y fe. La primera gran bendición que el mundo recibió por la práctica de
la oración, fue el descenso del Espíritu Santo que tanto beneficio ha hecho a los hombres (Hech
1:13-14; 2:1-4).
¡Con cuánta razón se recomienda a todos la práctica de la oración! (ver Ef 6:18; Sgo 5:14-15)
R- La Cena del Señor es un Sacramento por el cual dando y recibiendo pan y vino según la
ordenanza de Cristo, se simboliza su muerte; y aquellos que dignamente lo reciben son hechos,
no de una manera corporal y carnal, sino por la fe, partícipes de su cuerpo y sangre, como
también de todos los beneficios consiguientes; lo cual conduce a su nutrimiento espiritual y a su
crecimiento en la gracia. (1 Cor 11:23-26; Hech 3:21; 1 Cor 10:16)
1.2- Preg #97: ¿Qué se requiere para recibir dignamente la Cena del Señor?
R- Para que los participantes reciban dignamente la Cena del Señor, es necesario que hagan un
examen del conocimiento que tienen para discernir el cuerpo del Señor; de su fe para alimen-
tarse en él; de su arrepentimiento, amor y nueva obediencia, para que no sea que recibiendo
indignamente el sacramento, coman y beban su propia condenación. (1 Cor 11:27, 31-32; Rom
6: 17-18)
a)- El pan: representa el cuerpo del Señor. Desde el tabernáculo en el A.T. (Lv 24:1-9) había en
el Lugar Santo--"delante de Jehová"--una mesa con el Pan de la Proposición, q. en realidad eran
12 hogazas de pan (1 por c/u de las 12 tribus), las que se comían por los levitas en el Lugar
Santo cada día de reposo y se reponían con nuevas hogazas. La Mesa del Pan en el Tabernáculo
simbolizaba a Jesús, la fuente del sustento diario para todo el pueblo elegido.
En Juan 6, Jesús alimenta en forma milagrosa a más de 5,000 personas, y seguidamente discute
con la gente sobre la señal del maná ( w 30-35). Jesús dice que él en su persona cumple el
simbolismo del maná, pues él (Jesús) es el pan de vida que descendió del cielo y da vida al
mundo Comer de este pan (de Jesús), es "creer en él" (v 29), o bien, "venir a él" (v 37). El
resultado para el que comiere de él, sería nada menos que ¡la vida eterna! (vv 47-51).
b)- El vino: representa la sangre del Señor. También en el A.T., en el sistema de ofrendas en-
señadas por Moisés ante al Monte Sinaí, estaban incluídas las llamadas "libaciones", ofrendas de
vino que se tomaban o se derramaban junto con las ofrendas por el pecado y por la culpa.
La vid es un cultivo muy importante para los pueblos del medio oriente. En el desierto, Israel
sólo tuvo maná, no hubo mucha oportunidad de tomar del fruto de la vid. Los 12 espías trajeron
grandes racimos de uvas (Núm 13:17-24) como muestra de lo fértil que era la Tierra Prometida,
pero el pueblo tuvo miedo, y no entró. Cuarenta años más tarde, bajo el mando de Josué,
entraron, celebraron la pascua, cesó el maná, y comieron del fruto de la tierra (Jos 6:12). Para
muchos, el racimo de uvas representa los frutos del Espíritu Santo en la vida del creyente.
En Juan 15, Jesús dijo, "Yo soy la vid verdadera, mi Padre es el labrador". Jesús derramó su
propia sangre en ofrenda (libación) por nosotros. Y nos envía su Espíritu Santo para darnos la
energía espiritual que necesitamos para vivir la vida cristiana en obediencia a Dios.
c)- no hay carne: La Cena del Señor sustituye lo que en el A.T. celebraban en la Pascua, con el
sacrificio de un cordero, recordando así la liberación de la esclavitud en Egipto y de la muerte de
los primogénitos. Cristo es el sacrificio único para los creyentes. El derramó su sangre en
sacrificio cruento. En la Iglesia del N.T. no hay más derramamiento de sangre, por lo que en los
sacramentos del N.T. (a diferencia de los sacramentos del A.T., Pascua y Circuncisión) no hay
más necesidad de derramar sangre. Tanto el Bautismo, como la Santa Cena, son sacramentos
incruentos, recordatorios solamente del único sacrificio hecho una vez para siempre por Jesús.
(Ver Heb 9:26 y 10:12)
a)- El discernimiento. Esto quiere decir que el creyente debe, ante todo, entender perfectamente
que el pan no es más que pan, y el vino no es más que vino; pero que ambos elementos repre-
sentan cuerpo y sangre del Salvador; y que al participar de ellos se recibe una especial bendición
espiritual, por la comunión con Cristo el Señor.
c)- El arrepentimiento. Aun siendo miembros de la Iglesia, sabemos que hemos desobedecido a
los santos mandatos del Señor, por lo que debe haber un arrepentimiento sincero, nacido desde
lo más hondo del corazón. Por ello, ningún creyente que, desgraciadamente, esté viviendo en
vida escandalosa (prueba evidente de que no hay arrepentimiento), debe participar de la Cena
del Señor.
d)- E1 amor. Debemos examinarnos con respecto al amor que hay en el corazón, no tan sólo pa-
ra Dios, sino también para con nuestros prójimos (1 Jn 4:20-21). Por ello, ninguno que está en
disgusto con alguno de sus prójimos, o que sabe que alguno está con él disgustado, debe partici-
par de la Cena, sino hasta que haya quitado el obstáculo, perdonando y buscando verdadera
reconciliación (Mat 5:23-24).
e)- Por último, un propósito de nueva obediencia al Señor (14 Ped 1:22). De este modo, se
renueva el pacto, la alianza con el Señor, en la que Jesús promete estar con nosotros, ser nuestro
Dios y tenernos como su pueblo (Deut 29:12-13); y nosotros a la vez le prometemos lealtad,
amor y odediencia. Todo ello, por gratitud.
III- Los Resultados:
3.2- Cristo nos da nuestro nutrimiento y nuestro crecimiento en gracia. Así como el pan y el
vino son asimilados por el cuerpo para darle vigor, así Cristo viene al alma para darle fortaleza,
consuelo, y todas las gracias salvíficas que necesitamos para nuestro crecimiento y madurez en
Cristo. De modo que resistamos a la tentación, odedezcamos su voluntad revelada, testifiquemos
con valor, y aumentemos en nuestro amor a él y a todo aquello que él ama.
IV- Su Celebración
4.1- Su frecuencia:
4 . 2- Su manera:
Entre evangalicos, mucho nos peleamos sobre el tema del bautismo: si debe ser por inmersión, o
si puede ser por aspersión; también si se puede bautizar a niños, o sólo a adultos. Quizá ni
debemos estar peleando sobre el tema, pues no es fundamental a la fe. ¿afecta en algo mi
salvación la manera en que me bautizo? Pero como algunos insisten, pues entonces hay que
entender lo que hacemos con este sacramento.
I- Su Definición
Hay dos palabras en griego: bapto y baptizo. 'Bapto' se refiere más a la acción de mojar,
(como p.ej en Luc 16:24; Jn 13:26 y Ap 19:13). "Baptizo" se refiere más al resultado:
aquello que puede cambiar el carácter, el estado o la condición de un objeto o de una
persona; y en virtud de ese cambio se dice que la cosa o la persona ha sido "bautizada'.
(ver Luc 11:38)
1.1- Hb 9:10-21 es clave para entender cómo los autores bíblicos manejaban el término.
El v 10 dice "diversas abluciones", y la idea del griego es: "diferentes clases de
bautismos". Se trata de unos lavamientos ceramoniales, los cuales NO necesariamente se
hacen por inmersión. Inclusive, sería imposible hacer por inmersión las "abluciones"
mencionadas en este pasaje. Pues bien, la palabra "abluciones" (v 10) traduce el griego
"baptismoi'', o sea, bautismos. ¿Quién dice, pues, que un bautismo tiene que ser por
inmersión? No se trata de un método, sino de un efecto. Veámoslo:
Elemento usado,
Origen en el AT:
Según el v 22, son ritos de purificación, y tenía que haber sangre pues sin ella no habría
remisión. Estas son las famosas "abluciones” del v 10, (en griego "bautismos"),
Obviamente no son por inmersión, sino por rociamiento.
a)- "Enón":
Pero, ¿por qué habría dejado Juan el Jordán (la mayor fuente de agua en toda Palestina)
para ir a bautizar en Enón?
R- Era la estación de lluvias en la que el Jordán se desbordaba las aguas que bajan son
turbias y cargadas con sedimento. La ley ceremonial requería para el rito de purificación
el uso de agua limpia.
En este pasaje vemos que los términos purificación y bautismo son intercambiables (sinó-
nimos). El v 25 menciona una discusión entre los judíos y los discípulos de Juan "acerca
de la purificación''; y según el v 26, resulta que estaban discutiendo acerca de...
¡bautismos!
Por todo esto creemos que el bautismo practicado por Juan no necesariamente fue por in-
mersión, sino más probablemente por aspersión, como era el caso de los ritos de
purificación.
a)- Su significado:
No era lo mismo que normalmente se conoce como el “bautismo de Juan", pues éste era
exclusivamente para pecadores arrepentidos (ver Mat 3:2,6,8-11). Jesús no tenía pecado,
por lo que no necesitaba de este bautismo (Mat 3:14).
El significado tenía que ser otro: no el arrepentimiento, sino como dice en Mat 3:15, para
cumplir toda justicia. Según Dt 6:25 se cumple la justicia obedeciendo la ley. Según Gál
4:4, Jesús nació "bajo la ley", por lo que se preocupó siempre por cumplirla. La ley que
Jesus cumple cuando le pide a Juan el "bautismo'', es la del levita, o sea la unción
(ordenación al sacerdocio): ver Nm 8:6-7. Los requisitos para el sacerdocio eran: tener un
llamamiento, tener 30 años, y ser ordenado por un sacerdote. Cisto era el elegido de Dios
("éste es mi Hijo amado''); tenía ya 30 años de edad, y fue ordenado por Juan (sacerdote
por ser descendiente de Zacarias), por lo que cumplió todos los requisitos de la ley.
b)- El método:
En efecto, varias pinturas de la iglesia primitiva (p.ej, en las catacumbas de Roma) mues-
tran a Jesús con Juan parados dentro del río, y Juan derramando con una concha agua
sobre la cabeza de Jesús. Eso podría explicar la frase de Mt 3:16, que Jesús "subió del
agua", pero no necesariamente indicando que hubo una inmersión como algunos llegan a
decir.
1.5- El bautismo del Espíritu Santo - Pentecostés:
Joel habla de un "derramamiento” del Espíritu Santo. Juan había dicho, "El que viene tras
mí, ...él os bautizará en Espíritu Santo y fuego". Todavía más,en Hech 1:4-5, Jesús les
anticipó a los discípulos que, "vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de
muchos días”. ¿Cuándo sucedió este bautismo? R- En el Dia de Pentecostés. b)- Se
cumplió (Hch 2:3-4,16-17,33):
“Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos... esto es lo dicho por el profeta Joel ...deramaré mi Espíritu sobre toda
carne...(Jesús) ha derramado esto que veis y oís".
“...cayó el Espíritu Santo sobre ellos también... Entonces me acordé de lo dicho por el
Señor: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosatros seréis bautizados con el Espíritu
Santo”.
Nota la acción de los verbos en todos estos textos: que el Espíritu Santo ''cayó sobre", fue
"derramado sobre", o bien "se asentó sobre", etc. Obviamente no fue una acción de
sumergir, de modo que no fue por inmersión; sin embargo, la Biblia sí lo llama un
bautismo.
Conclusiones:
l- Los ritos de purificación no fueron por inmersión, sino por aspersión (rociamiento) .
2- Juan Bautista practicaba el bautismo como un rito de pucificación.
3- Cuando Jesús fue bautizado, no fue una purificación, sino su ordenación al sacerdocio
4- Al evento del día de Pentecostés se le llamó "bautismo" 5- El bautismo con el Espíritu
Santo no fue una inmersión, sino más estrictamente una efusión, un derramamiento, sobre
la cabeza.
El N.T. habla de dos "bautismos” en la vida de la iglesia: uno con agua, y uno con el Espíritu
Santo. Más bien, serían dos aspectos del mismo bautismo como vemos en el siguiente esquema:
El bautismo: real, ritual
característica: interno, externo
valor: verdadero, simbólico
elemento: el Espíritu Santo, el agua
el que bautiza: Jesucristo, un ministro
le da su validez: el llamamiento eficaz, arrepentimiento y fe
resultado:la adopción a la familía de Dios, la membresía en la iglesia
El bautismo con agua simboliza, o representa en forma actuada, que el Espíritu Santo ha caído
sobre la persona a la que se bautiza. En el caso de adultos, se trata de bautizar con agua a los que
ya fueron bautizados con el Espíritu Santo. De modo que hay una relación muy íntima, o sea,
una unidad fundamental entre el bautismo con agua y el bautismo con el Espíritu Santo (Hch
10:44-48).
Ver Ez 36:25-28. Aquí en un mismo pasaje se habla del rociamiento con agua, y de la venida del
Espíritu que cambia el corazón. Entonces, el bautismo externo (con agua) representa una
realidad interna (venida del Espíritu). No representa la muerte, sepultura y resurrección sino
representa en primer lugar, nada menos que el bautismo con el Espíritu Santo. Indica que el
Espíritu Santo ya vino sobre la persona;...ya la regeneró, ya la adoptó, ... ¡ya la salvó!
Cuando Dios me bautiza con el E.S, entonces Dios me da vida nueva, me cambia el corazón de
piedra a un corazón de carne, me llama eficazmente, me levanta de mi condición de muerto en
mis pecados y me pone en capacidad de abrazar a Cristo por fe. En fin...¡me convierte! (ver Tito
3:3-5). Por eso, sí me uno a Cristo en su muerte, sepultura y resurrección. Pero lo hago porque el
Espíritu Santo ya ha sido derramado sobre mí. Por eso hago lo que ahora hago en Cristo.
Ez. 26:35 indica que el agua que esparce Dios sobre nosotros es la que nos limpia de toda
inmundicia. En Jn 7:39, Jesus explica que el agua que él da es realmente el Espíritu Santo.El
agua es buen símbolo para el Espíritu Santo, por dos razones: a)- ambos dan vida; y b)- ambos
limpian.
a)- Como las corrientes de agua simbolizan la vida abundante que viene de Dios (Is 55: 1; Jer
2:13; Ez 47:1-9; Ap 22:1-2), así el Espíritu Santo es el que da vida al hombre (Rm 8:6-11; Gál
6:8). Is 44:3 hace claro el simbolismo,"Yo derramaré aguas sobre el sequeda y ríos sobre la
tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos."
b)- Como el agua sirve para limpiar suciedad (Ez 16:4; Mt 15:2; Hb 10:22 etc) así es el Espíritu
Santo quien limpia el corazón (Tito 3:5, 1 Cor 6:11). Ver Hech 22:16: "Levántate y bautízate, y
lava tus pecados, invocando su nombre".
Técnicamente, es la sangre de Cristo la que limpia de todo pecado (Heb 9:14; 1 Jn 1:7; Ap 1:5c);
pero el Espíritu Santo aplica esa sangre a nuestra vida; o sea, aplica a los elegidos los beneficios
de la obra redentora de Jesús. Limpieza... santidad... putificación. Requisitos para estar en la
presencia de Dios. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos...
La Biblia enseña un solo pacto de gracia desde Adán hasta Cristo. Sólo hay una manera de
obtener la salvación en todas las épocas: es por gracia, por medio de la fe. En el A.T. se
anticipaba la persona y la obra salvífica de Jesús mediante ritos y otras figuras externas. En el
N.T conmemoramos esa obra de Jesús y la aplicamos a nuestra vida. Simplemente no hay otro
mediador del pacto, sino sólo Jesús. No hay otra sangre que limpia, sino sólo la de Jesús. El
A.T. y el N.T.: 2 administraciones, pero un solo pacto de gracia. Por eso, sólo hay un evangelio
para todos (Hechos 13:32-33).
Al entrar en este pacto con Dios (o sea, al aceptar uno los términos que él soberanamente nos
ofrece), se da una señal, la "señal del pacto" (ver Gén 17:9-14), que le da el derecho a ser
miembro del pueblo de Dios con todo lo que ello implica (Ex 12:48; Rom 4:11). En el A.T. la
señal del pacto era la circuncisión; en el N.T. es el bautismo (Mc 16:16; Hch 2:38; 8:12, 36-37;
18:8). Pablo dijo en Ef. 4:5, que sólo hay "un Señor, una fe, un bautismo". En Col 2:11-13,
Pablo practicamente identifica el bautismo que ahora practicamos con el rito antiguo de la
circuncisión.
El bautismo, pues, es el sello externo del pacto de la gracia que Dios hace con nosotros en el
nombre y por la mediación de Cristo, y solamente por él. Es por decirlo así, la puerta de entrada
a la Iglesia visible de Cristo, por lo cual todo aqual que de veras cree en Cristo como su
Salvador y está arrepentido de sus pecados, para entrar a formar parte de la Iglesia de Cristo,
debe ser bautizado (1 Cor. 12:13; Hech 2:41; 10:47-48; 16:31-33). Es un solemnísimo
compromiso que hace quien lo recibe, de ser de Cristo por toda su vida. (Tomado del Cat. Men.
Explic. de Ezeq. Lango, p 153.)
2.4- Unión con Cristo: Gál 3:27, "Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de
Cristo estáis revestidos".
Cuando la Biblia habla de estar bautizado en alguien, quiere decir que la persona bautizada se
identifica con aquella persona; o sea, unen sus vidas y destinos. Por ej:
a)- I Cor 10:1-4. Aquí Pablo hace una comparación entre los corintios y los israelitas del tiempo
de Moisés. Todos los israelitas pasaron por la prueba y la liberación del éxodo, en virtud de
haber confiado en su líder Moisés Lo dice Ex 14:31: que después de haber cruzado el Mar Rojo
y haber sido salvados por el Señor de la mano de los egipcios, "vio Israel aqual grande hecho
que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a
Moisés su siervo".
Lo importante es entender el verso 2: todos "en Moisés fueron bautizados". Ese bautismo, claro,
no fue por inmersión, pues los sumergidos fueron los egipcios, que murieron ahogados. Dice
Pablo que fueron bautizados en la nube y en el mar. Pero sabemos que pasaron por el mar ¡en
seco! Simplemente quiere decir que tuvieron un líder (Moisés), y tuvieron que creer en él. Su
suerte dependia de la suerte de Moisés. Estaban ligados...identificados...unidos. Así sucede con
el que se bautiza en Cristo, o "en el nombre de Jesús". Indica que cree en él a tal grado que se
identifica con él, y une sus intereses y su destino a los de él.
b)- Rom 6:3-7, y Col 2:11-13. Nuevamente se trata del EFECTO del bautismo y no su modo. Si
nos bautizamos en Jesús, significa que nos unimos a él en su muerte, resurrección, e inclusive en
su ascensión. Donde esté Jesús, ahí estoy con él. ¡Estamos UNIDOS!
Los verbos "bajar" y "subir" en este pasaje simplemente indican lo que tuvieron que hacer para
primero llegar al agua (un oasis en el desierto) y dejarla.
3.2- Los 3,000 y los 5,000 (Hch 2:41 y 4:4)
a)- Difícil la logística si en un solo día; cada uno de los 11 apóstoles tendría que haber bautizado
a 273 personas. Es más fácil pensar que fue por aspersión (o efusión) ...dando 15 segundos por
persona, en una hora lo habrían hecho.
b)- Y ¿dónde en Jerusalén lo harían? Si por inmersión, debió ser en el estanque de Salomón
alimentado por acueducto, y guardado para el uso de los habitantes de la ciudad. El estanque de
Siloé tenía usos de orden religloso. No permitirían las autoridades la entrada de unos 3,000 a
contaminar el agua; ni se cree que las autoridades darían permiso para ello a los de una "secta"
odiosa.
Nótase las acciones enumeradas, y tómese en cuenta el estado físico de Saulo, y el lugar donde
estaba. Dice:
El bautismo con agua sucedió al bautismo con el Espíritu Santo; probablemente en la misma
casa.
Las circunstancias no permiten pensar que pudo haber sido por inmersión. Considera:
Conclusión:
No hay ningún caso evidente de bautismo por inmersión. Más bien pareciera ser que fue por otro
medio, por las circunstancias en las que se dieron estos bautismos. Realmente, el bautismo no
habla tanto de un método, sino representa más el EFECTO que pro duce el Espíritu Santo al
purificarnos (lavarnos) del pecado, y unirnos a Jesucristo para una vida nueva en él.
Introducción:
Pocos entienden el significado del bautismo de infantes. Los que tienen tendencia católica
piensan que el agua “bendita" tiene propiedades casi mágicas, o sea, que el sacramento da al
niño automáticamente una seguridad eterna para su alma...;que le asegura su salvación!
Otros evangélicos entienden que la ceremonia simplemente es una "dedicación" del niño al
Señor...una promesa que hacen los padres de consagrar al hijo a Dios, pero no se habla de una
promesa de Dios a los padres.
R- E1 bautismo no debe administrarse a los que están fuera de la Iglesia visible hasta que no
profesen su fe en Cristo y su obediencia a él; mas los párvulos de los que son miembros de la
Iglesia visible han de ser bautizados.
"No sólo los que personalmente profesan su fe en Cristo y su obediencia a él deben ser -
bautizados, sino también deben serlo los párvulos cuyos padres son, a lo menos uno de ellos,
creyentes".
(1) Pertenecer a Dios: "yo seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo” (yo
soy suyo, y mío es él).
(2) Tener comunión con Dios (orar a él).
(3) Tener fe en Dios, Tito 1:6. Es decir, creer en sus promesas, y esto desde temprana
edad.
(4) Recibir la protección, la dirección de Dios, tanto en lo físico como en lo espiritual
(5) Ser salvos. Creemos que los niños que mueren en su infancia van al cielo, y estarán
con Cristo por toda la eternidad.
Es el principio que Dios nos trata siempre como parte de una comunidad (sea familia, iglesia,
nación o inclusive raza humana). El individuo es parte de una entidad mayor. Por ello, sus
acciones, siempre afectan de algún modo a los demás. Se conocen grados de jerarquía, y dentro
de éstos, los responsables llevan la representacion de su grupo (sea familia, tribu, etc.). Unos
ejemplos serían:
a)- Estuvimos en Adán, Rom 5:15,18-19. No sólo en potencia o en semilla, sino que ju-
rídicamente hablando, él nos representó, y -nuestro destino (para bien o para mal) estuvo ligado
con el de él.
b)- Estamos en Cristo: en su vida, muerte, resurrección, ascensión. Con él estábamos cuando él
vivió aquí en el mundo; y con él estamos hoy día (Gál 2:20; Ef 2:6; etc.).
Por las maldiciones del pacto (Ex 34:7; 20:5 ver Jos 7:24, el caso de Acán).
Por las bendiciones del pacto; o sea, la consecuencia de la fe en un padre (Dt 4:37,40).
o Ej 1- Noé, Gn 6:8: Noé halló gracia ante los ojos de Dios, y fueron salvas ocho
personas.
o Ej 2- Abraham, Gn 17:7.
o Ej 3- Isaac, Gn 26:3,5,24. Se benefició pór ser el hijo de Abraham.
o Ej 4- Los israelitas en Egipto, Ex 2:24-25. Dios se acordó de su pacto ¡con
Abraham!
o Ej 5- Salomón, 1° Rey 11:11-12. "No lo haré en tus días, por amor a David tu
padre; lo romperé de la mano de tu hijo".
Aplicación: Leer Jer 32:18. Padres, madres: tus pecados tendrán sus efectos en tus hijos. Esto
nos debe instar a cuidar nuestro testimonio, nuestro proceder y andar en el camino de Dios, no
sólo por nuestro propio bien, sino por el de nuestros hijos también.
Hay una unidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Este principio merece una
mayor explicación, pero nos limitamos en este estudio a recordar las verdades siguientes:
a)- Hay un solo plan de salvación. Tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo
Testamento, la salvación es sólo por gracia, por medio de la fe.
b)- Los signos externos pueden cambiar de un testamento a otro; pero la realidad espiri-
tual que simbolizan es la misma (ver estudio anterior sobre el significado del bautismo).
c)- La relación entre los dos testamentos: el Antiguo Testamento es preparación para el
Nuevo; el Nuevo encuentra su base en el Antiguo.
d)- E1 Nuevo Testamento no puede ser más limitante, o reducido, en sus beneficios que el
Antiguo; sino todo lo contrario. El Nuevo amplía y profundiza las experiencias del
Antiguo. La Ep. a los Hebreos habla de cuánto mejor es el nuevo pacto. El Antiguo es en
parte; el Nuevo es la plenitud. El Antiguo Testamento es promesa; el Nuevo Testamento
es cumplimiento. El Nuevo no es menos que el anterior, sino más.
Ejemplos:
Podemos aprender mucho de la manera en la que Jesús y los apóstoles trataron a los niños,
especialmente a los hijos de creyentes. Veamos los cinco considerandos siguientes:
1- DIOS Y LA FAMILIA:
Tenemos varios casos de hijos que recibieeron bendición de Jesús, por la consideración que tuvo
a los padres. Por ej.,
Mat 9:18-19 y 23-26. La hija de un hombre principal murió y Jesús intervino, pero por la
fe del padre.
Mat 17:14-18. El caso del muchacho ''epiléptico" (realmente, endemoniado).
Luc 7:11-17. El hijo de la viuda de Naín. Ella ni pidió, Jesús simplemente tuvo
compasión de ella, y el hijo recibió la vida como un favor hecho a la madre.
Jn 4:46-54. El hijo de un oficial del rey en Capernaum.
Los textos son: Mat 18:1-6; 19:13-14; Mar 9:36-37; 10:14-16; y Luc 18:15-17.
El término traducido niños, es "brefe", que significa infantes. Ahora bien, notamos que:
--Jesús puso sus manos sobre ellos. Para los judíos era un acto solemne, de significado
teológico, de transferir algo a otra persona. Leemos de casos de imposición de manos en señal
de unción, otros de bendición impartida, de comunicación de autoridad, de recepción del
Espíritu Santo, de pronunciación de anatema, etc. En cuanto es para bendición, las manos no se
imponen a incrédulos, sino sólo a los que están en el Pacto.
--Jesús oró por ellos. Esto confirma los privilegios del Pacto: el que el Mediador (Cristo) ore por
la persona. Recordemos que las oraciones de Jesús siempre son efectivas (ver Luc 22:32 y Jn
17:9 y 20).
--"De los tales" es el reino de los cielos. No dice que el reino sólo es de los adultos que se hacen
semejantes a los niños; sino que de ellos (de los niños) ES el Reino.
¿Por qué, pues, no las habrá bautizado? R-Porque Jesús aún no había muerto y resucitado; no
había establecido aún el Pacto nuevo "en su sangre". Por lo que el antiguo todavía estaba
vigente. Los niños de estos padres (por lo menos los varoncitos) ya tenían la señal del pacto, la
circuncisión: estaban dentro del Pacto.
4- EFESIOS 6:1.4 comparado con EF. 1:1: y Col 3:20-23, comparado con Col 1:2.
La epístola está dirigida a los "santos". ¿Quiénes son estos "santos"? R- La Iglesia. Y ¿qué
grupos sociales incluye la Iglesia? R- Incluye a maridos, a esposas, a padres, a hiios, a siervos y
a amos. Vemos, pues, que los niños ("hijos") están entre los "santos".
"Cree (tú) en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa". Luego, vv 33-34: "se bautizó él con
todos los suyos... se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios".
CONCLUSIONES:
--Hay pocos casos de bautismos en el Nuevo Testamento. Los apóstoles bautizaron a muchos,
pero sólo conocemos de 12 casos, y de éstos, tres fueron de familias enteras.
--No hay seguridad, pues la Biblia guarda silencio, pero sería sorprendente que en ninguno de
estos casos de familias enteras hubiesen niños; lo razonable por su grado de probabilidad, es
pensar en que sí los hubo.
--Lo importante es la unidad de la familia. Estos casos son un ejemplo más del principio
representativo en acción: por la decisión y la acción de uno (su jefe), los demás se benefician.
INTRO: Para concluir nuestro estudio sobre los sacramentos, y en especial sobre el tema del
bautismo, hacemos incapié sobre la realidad de que a nosotros los presbiterianos se nos critica
mucho nuestra doctrina y práctica en cuanto al bautismo. Sólo los metodistas comprenden y
comparten con nosotros. Los demás se dedican a la crítica. Sin embargo, creemos que sus
objeciones carecen de base. Por ello, analicemos los argumentos siguientes:
I- OBJECION #1: QUE LA BIBLIA ENSEÑA QUE SOlO LOS QUE PUEDEN HACER
UNA PROFESION DE FE DEBEN SER BAUTIZADOS.
Respuesta: Hay que ver el contexto de cada caso mencionado en la Biblia. Los bautistas, por
ejemplo citan textos como Hech 2:38 y Rom 10:9 entre otros, que enseñan que es necesario cre-
er para ser bautizado. Lo que no hay que olvidar, sin embargo, es el contexto de la situación en
la que se dio esa enseñanza, pues son pasajes dirigidos a personas adultas, y no a infantes, ni
acerca de infantes. La instrucción es para adultos, no para niños. Si la referencia principal
hubiese sido los niños, otra cosa se diría. De hecho, en los textos vistos en el estudio anterior
sobre los casos de bautismos de familias enteras, no aparece la instrucción de que todos tienen
que creer para poder ser bautizados. Al carcelero de Filipos, por ejemplo, Pablo le dijo a él que
creyera, y que incluyera a toda su casa en su decisión, lo cual hizo. El tuvo que creer, como
adulto y como jefe del hogar, pero los que fueron salvos (y bautizados) fueron todos los de su
casa.
Respuesta: Si bautizamos a niños, debemos tener una base bíblica para ello. ¿Cuál es? La base
no lo constituye el que sepamos o no sobre su futura salvación (eso sólo Dios lo sabe). La base
es, más que nada, el mandato de Dios. El ordenó que a nuestros niños les diésemos la señal del
Pacto, y es por eso que lo hacemos. Es más: Abraham, aún sabiendo que su primer hijo Ismael
NO era el hijo elegido, todavía así lo hizo circuncidar (Gn 17:18-27).
Si un niño recibe una propiedad en herencia, ¿no lo procuraría guardar el padre o el tutor
responsable, hasta que el niño llegase a la mayoría de edad para disfrutar de ella, aun que quizá
luego él la desprecie? Por otra par te, si un padre dice dudar sobre la salvación futura de su hijo,
es hombre de poca fe. Realmente no cree la promesa de Dios: "porque para vosotros es la
promesa, y para vuestros hijos" (Hechos 2:39).
Respuesta: Por supuesto que no lo entienden. Mas no por falta de entenderlo dejan de recibir
ellos los beneficios del acto (de bautismo) y del Pacto. Luego lo entenderán.
Respuesta: ¡Es muy cierto! Pero lo mismo podemos decir acerca de muchos adultos que han
sido bautizados, y luego se echaron para atrás y murieron en su incredulidad. No porque ello
suceda se deja de practicar el bautismo. Lo mismo sucede con el bautismo de infantes. El hecho
de que se pervierta una práctica, no por ello la desvirtúa o la invalida.
Respuesta: La falacia de este argumento es suponer que los infantes participaban de la pascua.
Los de más tierna edad no comían, ya que su dieta era todavía la leche. Cuando crecía el
organismo y permitía el cambio de dieta entonces sí participaban.
Analicemos esto un poco más: ¿por qué no admitimos a la Santa Cena a los niños bautizados? ...
R- Hay diferencias entre uno y otro sacramento (entre el bautismo y la cena), las cuales
justifican la distinción que hacemos al excluir de la cena a los niños bautizados:
a)- El bautismo es señal y sello de nuestro inicio en el estado de salvación o de salud. Esto los
niños pueden poseer: la unión con Cristo, la limpieza de la contaminación y la culpa del pecado,
vivir bajo la gracia. En cambio, la cena es posterior al bautismo, y tiene dos significados
primordiales: (1)- memoria (conmemoración); y (2)- comunión. O sea, es la participación en la
gracia y la vida de Jesucristo. Se requiere "discernir el cuerpo del Señor", lo que implica
madurez de criterio, inteligencia y entendimiento, los cuales los niños aún no poseen.
b)- El bautismo representa algo que sucede una vez nada más, y no se repite. Los frutos y las
bendiciones, en cambio, aumentan. En la cena, es todo lo contrario; por ello se repite con
frecuencia (así esperamos al menos) La cena implica nutrición.
c)- El bautismo es iniciación. Es, por decir, un nacer. La cena es edificación y crecimiento. Los
niños reciben su edificación y crecimiento por mediación de los padres.
d)- El bautismo es un acto en el que el interesado es totalmente pasivo. Aún el adulto, después
de profesar su fe, recibe en forma pasiva lo que otra persona (el pastor) le aplica. En la cena, en
cambio, la persona interesada tiene una parte activa, al participar y comer.
Por ello, debe enseñar a sus hijos el camino del Señor. Esto no es deber principalmente de la
Iglesia, ni de la madre, sino del Padre.
También, debemos ponerlos a los hijos en el camino del Señor. Esto quiere decir: llevárlos al
templo, enviarlos a los campamentos y a escuelas bíblicas, aconsejarlos cristianamente en sus
decisiones vocacionales y sentimentales
Y por último, hay que darles el buen ejemplo: amarse como esposos, que la disciplina sea en el
Señor; en fin, tener a Cristo como el centro del hogar. Amén. "Soli Deo gloria"