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c ON DE tela EMILIO v El libro por venir reine textos de criti €scritos por Maurice Blanchot entre 1953 y 19: publicados en la Nowvelle Revue Francaise ellos estan dedicados al «insensato jueg scr ya la exploracién de lo que Blanche espacio literario», constituido por el pro 4 xi6n y la autobiograti En el movimiento de la critic espacio abierto de coi efecto, la exigencia y la experiencia de la ob en tin aqui y ahora que no puede prescind toria, del sujeto que lee y del sujeto que escrt ahi que la reflexién desplegada en t no venga tanto estructurada por el mero de las obras, sino por la ex a qu es han confesado sobre la escritura y la lectu ‘obra. El libro en fin, como espacio del acontec 0 comtin de obra, pensamiento y vid: Sitio cerrado donde cabria el sentido definiti ue, siempre por venir, en una circulacién infinit ‘elausura posible, expone al escritor y a mitua desapropiaci6n, «obligindolos a vivir com: ‘un estado de muerte perpetu: 7 Peet + pope del Seicio de Cooperocin y de Ain Cull hl ere fencers Anes Eons Trogrme de Aye oo Publican PAP Gori Lora) Presentacion: Emilio Velasco. 1. El canto de las Sirenas I. La cuestin literati TIL. Acerea de un arte sin porvenir IV, #Hacia dénde va a literatura? Thulo orginal: Le ire & ven Indice (© Earl Tn, $2005, Foraz, $5. 28008 Madrid Teléfono: 91 543.03 61 Fox 91 543 14 BB Emel ediorol@ota.er tip: /Amn oe 1 faons Gollmard, 1959 PRESENTACION Emilio Velasco 1. Un hombre cualquiera Al comienzo dela edicin francesa de algunos delos libro Blanchot puede leerse: «Mautiee Blanchot, novelist ¥ en 1907, Su vida esté enteramente consagrada a la fi silencio que le es propio». Hoy podriamos afadir la fe muerte, febrero de 2003 Maurice Blanchot naci6 en Quain el 22 de septiembre Su infancia transcursi6 en un ambiente apacible ¥ culto clitsta, en el que la cultura clésica tenia in peso e pués de una terrible enfermedad de la que nunca e rep ‘mente y que mare6, segin numerosos testimonios, SU on le unira una case que se prolongara durante ai ‘Blanchot entra en contacto directo con la filosofia Heidegger a los que lee, en compaiia de Levinas, carioso y erica, A la vuelta de sus estudios de filosofia| y tradicion far tuna derecha nacionalista y catélica. Son sus ai ‘cidn y actividad periodistica. Publica nt critica literaria en diarios y ser diversos puestos de responsabild Journal des Débats, Ri 4 Ecoutes, Combat 0 L' ‘t6lico a ultranza. De su participacidn en esas revistas se ha derivado tse AS west bien es cierto que de modo muy tibio— una acusacion de comprobarse el nuevo derrotero politico del “antisemitismo y de misticismo (como compensacién del antisemitis chot: Mantien; no bseante ucolbenneeela aaa ‘mo) que no parece muy justa, Jean-Luc Nancy ha cifrado Ia inconve como Journal des Débats aunque sus articulos ya dif fiends accionesen dose ecrecdore por un ed, x mete ine dele de a alc, Ea pues no sefiala rimer libro de critica literaria, Falsos pasos, que retine $3 4 fauna vulgarided pido ns mero en oa baba Dow de n rumor junto con otto que no se recoge en Falsos pasos, han. 1942 su primera publicacién critica: Comment ke Mi Blanchot un pensamento, sino que su pensamientono estvo pose, por sestestny nana des eds ex comprometido, ni siquiera cuando era de derechas». Por o:r0 {ixtos se dedican a la obra de Jean Paulhan— no pede "ge trata de una acusacion —Ia de misticismo— que Nancy tilda libro nies represenatva del pensamientoertico de famente vana», para lo que distingue entre roma 1949 aparece dow nsevos bode eit Malas aa ide casi toda la literatura del siglo xx y que puede 4 Tae articulos de tres revistas con las que eolabora: ino con demasiadas evidencias en la obra de Blanchor— y out eevee Tepe ade a ‘euyas connotaciones no pueden hallarse de ningiin modo donde ys upanseen neces Beater tanctot mismo sha defendido de csa Ta ders dc os cociene one -misticismo seftalando que es propio de lo mistico preten- 54 pensamiento critica pues cn'ell gelesen a punto ‘central’ (momentineamente central) del pensa ip cctiea fsanabaeea a ‘gestan dose BS Seams alana porns experiencia neds o diet von ec, yu 951 Best cape aa En talquier caso, esta etapa de la vida literaria e intelectual de ‘con Cahiers de la liad, wes de coyoe aeons tm lanchot concluye hacia 1941 sin haber publicado ningiin libro. Se versiones de lo imaginario», uno de los bloques de El espacio: stonces con otro de los personajes que—como Levinas en Sin embargo, sw colaboracién més prolija y més importante imarcara su vida: Georges Bataille. Pronto les une, a ‘que durante aios —hasta la década de los setenta—lleve a ites diferencias ideoldgicas y biograficas, un nexo enovada Nouvelle Reve Francaise donde escribird 128 ig ; ah ;que se mantendré y profundizaré hasta la pronta muerte de «sos articulos surgirin tambign en torno al afio 1970 las otras dos ero Bataille no es s6lo Bataille, sino también una comunidad ‘obras clave de la eritica de Blanchot: El didlogo inconclusos| ‘otros intelectuales les frecuentan y forman Lawmistad’ (1973), En 1955 se publica El espacio literario, donde la obt Blanchot ya alcanza una profundidad que no puede ‘ Falsos pasos ni en La Part du Few Hay, ahora, un certo 0 nchotse vuelve menos proi, mis atentaa la con In expresion ave ys net ete une con a claboracion de una terminology con a ee es : podtiamos lamar una ineria een: movimientos Seem ueastiexctuaivarsentc ‘escritura que pueden reconocerse en todos los jono s6lo alejado de las posiciones tradicion: Pensamiento libertario y critico con el inmo yyaen 1944 -y en la que puede ¥ 7. Apatesia en Lin Tar Madd 1976 | mitio VELASCO pa de cuestiones que trascienden las obras conere f discute, haciendo evidente a preocupacién filosof fundamentacidn de sus ideas, con Heidegger (cuya jo como lugar propio del acontecimiento y cuya idea ide lo ontoldgico sobre lo dntico pone profunda: })y con Hegel (de quien toma la pregunta por la dde obra y sujeto). Elespacio de su entramado conceptual ino obstante, mediante una red no sistemiatica ni eviden da de nociones cuyas variaciones alo largo de la obra ‘mis importantes que las ocasionales coincidencias. De I inerprescién.. que ofrece en su iio trabsio llega mis al do que nein mis vigoron,¥ de hecho el trabajo se iia mis de toda critica y de toda exégesis... Y sin embargo, Blanchot no de a la filosofia. No se trata ya de que su pretensidn sea inferior a me tal, sino de que Blanchot no ve en Ia filosofia la (itima de una escritura profunda que no se conforma con la la pigina ni cree ingenuamente, asumiendo su autoridad ‘confesiones que los autores hacen sobre sus obras; para llevar al limite Ia escritura la literatura, a cuyo cia. Esta es, a nuestro juicio, una de las caracteristi- idea obra de Blanchot, a saber, que nunca renuncia labras, sliterarurax, slenguaje», shistoriay, «autor>, el subterfugio de la denominacién para apuntar a una Toliterario. Su formacién —profundaniente filossti- te de eptlogo —muy breve—los escritos entre 1953 y 1958, y En ese perfodo se publica- 3. Delos tras 31, 13 pasaron a formar parte de Bl didlgo is amistad, Algunos cticos Christophe ident considerado que se reservaron los textos ms teeeor inconcluso —Nietasche, Camus, Pascal, Simone We embargo, justifica a nuestro entender tna sleceién que editorial que basada en un criteria firme del autor Algo linn eats seta de teston se literaria de los que nunca est ausente nila perspec reflex filosdfica bi ‘A pesar de la presencia de esos tes elementos: obra, reflexion, El libro por venir noes ni un entramad g ppesos de cada uno de los res elementos sein unas dela obra critica, En efeto, frente ala eitca quetiendel se regodea en las viisitudes mds intimas y también {ue tiende ala flosofta la reflexion abiesta y abst tentada de transitar hacia lo universal sobre el expejo literara, la obra de Blanchot se mantiene en un: c que no se asimila a ninguno de esos tes mbites ni os Cantar su disposicin y funcionalidad. he El espacio que forman los tres elementos no es por ‘espacio enunciado, explictado por el texto que de ese al modo heideggeriano, el lugar de su propio acontecin {que tampoco es creado por la reflexiGn como side una mete tratara, sino que pertenece, he agut el azo biogréfico critica, a una experiencia del propio escitor en el proc Tectura-escritura, a una exigencia que es ala vee ui Jmposicin y que se traduce en una experiencia de bamiento, de inoperancia, La nocién ya se explicit literario donde Blanchot afiemabs ue eeibe Ia obra es apartado, e.g ouma dlespedido, ademts, no Io sabe. Esa Ida, aon a penetra algo que siente con rot que, sin embargo, no hace de él un nai sa experiencia que lidad construica precsamente al toparse con esa ; for no es el sujeto acorns convert ens esencia ms propia. GCap lero donde uene ars date de le area lncncura, Mi biogas lade otos, noes manca Fords recy sincero de xa soledads no puedo decir la soleda Trnausno Hage masque deca porqe ewoy condenado a persve farrnn ped regociarae en ell por " ‘siento, ella ya me ha desapropiado: no soy yo quien la ster ». precisamente Hine eb no debe rer aun no querer scribe tmpo sie eo exis amblgn, a Yo D0 pod cscribiro, eh el ie ecg tanleando, de hers nosis la rlacion de vy Bs col poser bajo forma de su pésdida, No escribir sin poder pone el paso por I xara” “Alearecer de un espacio propio en la obra donde pueda aconte fer, ano poderser enunciado.en un discurso reflexivo y abstracto pero tampoco en una confesi6n personal del suftimiento que provoca, ese espacio erftico al que apunta El libro por venir es, por lo tanto, un es: ‘paciointermedio en el tringulo que forman la reflexign, la obra y l ‘yomls personal lugar de apertura del proceso mismo de la obra, de Tareflexion y de la autobiograta. El Libro por venires un ibeo abierto a esas tres te ‘vez, tn libro abierto por esas tes realidades. Esa apertura se refleja, en primer lugar, en que se trata, desde el punto de vista del género, de un libro hospitalario ala realidad periodistica donde se ha elaborado, ala ‘premura del plazo y una extensién mis o menos determinada ce “antemano. En la vindicacién del periodismo hay una cierta renuncia al trarado como géneto de la critica. El critico es aquel que siempre 4 caballo entre el saber especializado de la universidad y |a pris lora del periodismo, lugar intermedio en el que se hace lacritia literaria, El ritico, dice en E! ibro por venir sambién en La amistad, es aquel que no puede lee sin pensar €n jaquel que no le sino pensando en lo que ya no ha leido y en ades. Bs, ala -que no leer: 7 nas ee... no puede leer porque slo piensa en escribir ca le empuia, porque, no pudiendo leer wn iro. leo veinte,treintae incluso mis, yporquc est x= leineita pasar cada ver més ripido de un que nie utro que cree haber yaleldo, pata alcanar ee momento en equ, sin haber edo-mada de toa libros el entico se topard consige mismo en la shoperal fermi pot in enpcaralet ses eds dea Sic autor esti necesariamente en contacto on ea dlesapropiacin, resulta enigmtico en ainé medida pod critico, en qué medida pode ser afectado cuando precainene Bi sthers bien rut como dana dojo, oben apres do y com distafdo, sin tiempo para fiarseen igor a experens cia de la obra, El paso desde la experiencia de la obra en el autor ala experiencia cn eerie rea a See deseo de eseritura comin a ambos, A través de ese deseo ele percaa.de ques activa cae dk escrtiralieraria aunque lana iron Slapehotana de alld a ello— esta cogida por la exigencia de a ob, de tal mod Sélo puede hacer resonar ese vacio que es como el nile dle Ta obray que se propaga de libro en libro, de excita ens ‘Vacio¢inoperancia no son nocionestrascendentalsFespeta obra, roman diversos aspects sain el autor en que se mani shi su trazo biogrfico— aun sempre pone WHA inoslayable que cs experiencia de un nuevo tempo y dé un espacio, «Es el tiempo mismo del relat, el tempo que no ext fers ‘el tiempo, sino que se experimenta como afuent, en Ia forma dei espacio, ese espacio imainario donde el art encuentra y iia sus 5 txrsose", Ese tiempo ese tempo de la obra, tiempo qu emerge Contacto con a esctturay que pertenece as movimientoyenedl YB no cicunseritoespecficamente ni aa tarea creado ila ae tie. El espacio, por st pare, ee ee espacio de resonanciaen el tn instante se tenstorma yf telidad,indefinida, dels obra “unscibe en palabra. Sila etic e ee espacio abierto-en Communica el poeta, st intents desaparecer delat de € para Sparezea, es porque este espacio y este movimiento de desap pertenecen ya i fa realidad de la obra tear y esti friento, estan operand en éta mientras se forma snp manera al exterior sino en el momento.en que se reali realice® ue 'No se trata, por lo tant, tinicamente de que la eta si él movimiento dela obea sino de que a erten 12, Inf n. 33 19, Manco, Lautrdommanty Sade ety Po imprescindible para que la exigencia y la experiencia de la obra aan itezcan, se dejen ver enn aqut y ahora que no puede prescindir dela histori, pues la historia y la literatura som los dos émbitos que a Grtiea pone en contacto; nexo sin el que la obra no puede realizarse nla expetiencia de un sujeto que lee y de un sujeto que eseribe Ts on coa medida, y en el movimiento de la critica, donde se tmanifiesta la radical exigencia de biografia que tiene lugar en la fireratura, Sorprenderd, quiz, al leet El libro por venir, que todo él esté estructurado io ya por obras —que también desde luego se ‘comentart—sino'porla experiencia que los escritores han confesado Aobre Ia eseritura yla lectura dela obra. Fibro por venir estd plagado dereferenciasa textos itimos que abordan la escritura del libro. Es el Tdo manifiesto de la biograffa que ya no es biografia al modo del felato personal de experiencias mundanas, sino relato de la exigencia deta escrinara: Paso por la escritura que desorienta la nocién de un Shjeto de Ia escritura y que nos conduciré hasta el extremo de la @ésaparicion del sujero tiv slo en Ia obra —donde puede resultar [Predecible= sino en la escritura més intima del diario donde resulta uando menos alarmant: Parece que deben seguir siendo incomunicables la experiencia propia ‘dela obra, la visidn por la que comienza, sla especie de extravfo» qu ella provoca y las rlaciones insitas que establece entre el hiombr ‘ue podemos encontrar diariamente y que precisamente idario de Hi misino y ese ser que vemos alzarse detris dle cada gran ‘obra, a pati de ella y para escriirla™ El diario forimo no es, por tanto, siquiera cl relato de la experien ia dela exigencia de la escriura, sino el intento de transitar entre le ‘mAs fntimo y la creacién de la obra, el momento en « RNIN tities cerinenta quc esa exigencia que reside en la pal _ mis secreta dela obra es una exigencia que no puede ser con gces0, esa imposibilidad no s6lo arrastra hacia una re mal diario fntimo sino también, y muy sign ela obray ala escritura critica. Blanchot lo reconoce ara algunos afios después: «Me parece que, a pesat os libros, jams he hablado... No soy un juez, a 5, Si la exigencia cle la palabra ;Porla obraen un espacio y un tiempo propics, rnesenracion ficcién, emplazando ahi un émbito de impostlidad are a nconces, s6lo después de que se hayan escrt,ba il exienid o boro, auc I xs deo Pee profundo que esl pensamiento del impo, Surge entonesla eget Sine del iempoquese elena el ens ele 1a ey del retro al saporer qu do eta pate elmo cma rena ela dec li circulor per, en la media en que rompe ale 5 Mma propre un tempo no 72 acess pe fal en xe punto acta, el aio que era ea {alar, inroduce la rupura deified, cba Wea oft chad de ue pape : sailltces anche a ‘a la vez cerrado y abierto, lugar donde el acontecamiento: de la Si Ns Geo A a ae Sicmpre todavia por venir siempre tun comienzo tan abrupto que n0s 0 Uesplgindose como ert100¥ er rccimisa del qe esa aprosimaci6n erate fecimniento desbarata las celaciones del tempo, pero a trrgo el tempo, un modo particular, paral tape tiempos propig de rlaco qe se introduce ela di rad de. tl pas (mo) mi als dor de una manera que lo transforma, tiempo de las metamorfoi eet oadecoinciden, en una simuancidad imaginaria y bajo la forma Gelegpacto que el arte tata de realizar, los diferentes Extasis temp, rales Fa reflexidn, sin embargo, no culmina nada; Ia idea del erern fetorno comm momento de la realizacién de la reflexidn sobre la obr fo funciona como un concepto tranquilizador y como definiti Ge todo quedaria aqulatado, Esa reflexidn no culmina nada porqu opuede tener lugar mas que en la aproximacién del relaro—y no Gltelato mismo—, es decir, en el empefio del autor de sentarse (esribir; movimiento que, no podta ser de otro modo, nos devue Telato,@ la obra donde todo vuelve a comenzar una vez més, ain ot yer en ese libro siempre por venir. Seguirdn a El libro por venir las dos obras de critica mayor (1969) y La amistad (1971 ables —F sefialadas —EI didlogo inconclus también en la década de los aos verenta do aso (no) me alld (1973) y 1a escritura ‘sumniendo la forma y la dindmica del aforismo radicalizarn 0 eiticoyreflexivo parallevarlo acotas que atin hoy resultan de m dificil acceso y exyo acontecimiento no es ajeno, por otra parte conocimiento y al respeto de la obra del que seri su iimo referents Jacques Derrida, 37. Intra, p. 30, 18 EL LIBRO POR VENIR 1 EL CANTO DE LAS SIRENAS EL ENCUENTRO CON LO IMAGINARIO. Las Sirenas: pa c efectivamente que cantaban, pero de un modo que no satisfacfa, que tnicamente permitfa ofr en qué direcci6n se brian las verdaderas fuentes y la verdadera dicha del canto. No obstante, con sts cantas imperfectas que s6lo eran un canto POF venir, conducian al navegante hacia ese espacio en donde el cantar comenzaria verdaderamente. Por consiguiente, no se equivocaban, conducfan realmente a la meta. Pero, una ver aleanzado el lugar, {qué ocurtia? . Este es un rod todavia hasta la moral el movimiento de escribits Des aunque la escritura es un enigma no brinds ningin std capacitado para hacerle pregunta, «Estoy ve ado a eseribie?» €Cémo podria pregunarse de est carece de todo lenguajeinicil para dar ‘puede encontrarla sino por medio de un mo pone a prueba, lo transforma, lo A CUESTION UITERARIA ee poder preguntar sinceramente? «Entra ¢ Re ec ‘salir de si mismo, arrastrindolo alli donde It tla de eseapara lo que carece de derecho, de Tespuesta «es preciso» puede, en efecrs tantemente, pero lo que #es preciso» no so “una pregunta que no se descubre, cuya cercantg stay la despoja de la necesidad. ‘No puedo, de acuerdo con mi naturaleza, mis rden que nadie me ha dado. Es en esta contradic mas que en una contradiccién como puedo viviey diceién que espera al c todavia. mis den, no puede asumirla, nadie se la ha dado, es seen nadie para aceptarla. Contradiccién s vivir. Por eso ningiin escritor, aunque sea nder reservar la libertad de su vida para la obra iicysin hacer el ridiculo, puede decidir cuusa- genos atin salvaguardarse para ella. La obra exig ‘no nos ocupemos de ella, que no Ia busquemos ngamos con ella la mas profunda relacién de ide negligencia. El que huye de Federica slo huye anecer libre; nunca es menos libre que en ese lolibera de las ataduras lo conduce ala huida, so que los proyectos de suicidio. Atrbuira la infidelidad alos juramentos es, por consiguien- illo. ¥ dela misma manera, cuando, al ver a una sla catedral, Lorenzo se pregunta a quién le de destruccién y se asombra de haber elegido evela toda la confusién que introduce en el osino formase parte de la realidad dos los monumentos y de todos los rsiempre més ligera, en el platillo de como si, en esa ligereza, en es8 el peso infinito de la obra. INO CABRIA NI FLANTEARSE ACABAR. coculta de su persona, su *y0* lejano, informulado, infor pantorse realiza con la pintra, lo mismo qu el novel hos personajes una visinen laquese revela. La gerfa entonces la de esa intimidad que hay que exp fone su canto que ha de hacer of, el escritor st transmit, “Tengo algo que decir: he aquly fi fimo grado de las relaciones del artista com la exig cayo grado més alto parece ser la tormenta dela. creadora a la cual no se le puede encontrar jamds ninguna Es idea de que, en el poema, es Mallarmé quien se que, en Los girasoles, Van Gogh se manifesta (pero no el Van ela biogratfa), parece poder explicarnos lo absoto de! ddela obra y, sin embargo el cardcterprivado reducible ‘obligacién general, de una exigencia semejante, Esto sie risa y él mismo, nadie de fuera puede intervnirses se ‘mo la pasion que ninguna autoridad externa puede ju prender. y Pero ées asi? éPodemos contentarnos con creer 4 taciturna, obstinada y machacona que le orden. el pincel en la mano y no perder un dia en enterara tenga oo origen que la necesidad de expresarse? Antes que mismo, el secreto que busca se refiere a cuadro, y és, con t seguridad, no tendria ningéin interés para Cézanne sl hablase 6 de Cézanne, yno de la pinrura, de la esencin de la intra resulta inaccesibleacercarse. Llamemos puesa dicha exigencia pit £3, lamémosla obra o art, lamarla de este modo no nos ry inde saca su autoridad, ni por qué dicha sautoridads 99 le nada a aguel que la soportay lo trae por complet, 9 loaban por completo, y exige de él mis de lo que puede exigir ‘mora, ningsin hombre y, al mismo tiempo, no le obliga alguno, no le reprocha ni le reclama nada, no ser tiempo que apela a que mantenga dicha relacién:y, dees atormenta y lo desazona con una dicha sin medida: ‘Una de ls cargas de nuestro tiempo es especie de vergienza previa. Es preciso que renga Preciso que se sienta en falta antes de cualquier ot ‘cuanto se pone a escribir se oye interp fie perdidos, «tHe de parar puss ue ta A EUESTION LITERARIA istintas, de manera que no se sabe nunca Io gy jperdidos. Tan pronto es el mundo; el mundove 1 la necesidad de actuar, la ley del trabajo | Jos hombres, la baisqueda de las necesidades, iy, mando muere no puede despertar en el que habla sing becha de sit frivolidad, el descu, al menos, de acctearse con ayy ‘la gravedad del momento, promunciando palabras ils tee scnaperion signs: Hato sin nce ‘sustaerte ala necesidads palabra vana, farua y culpable iHe de parar pues!» —sNo, s gests perdicor. nees es otro demonio mas oculto: nunca familiar, pero cereano, con tna cercania que semeja un errors que, sno seimpone y se deja olvidar con facilidad (pero dicho el mis grave), que carece de autoridad, no ordena, no “no absuelve: Aparentemente, comparada con la de la ly fratade una vor tranquila, de una dulce intimidad, ye} ido» mismo tiene su dulzura; es asimismo una promesa la cién a deslizarse-por una pendiente insensible: para subir?, iF No se sabe, «Estis perdido» es una frase ligera y alegre idirige a nadie y junto ala eval el interpelado, escapando a didelo que se denomina sf mismo, entca en la otra soledad ique precisamente faltan cualquier soledad personal, cualquier opio y cualquier fin. Ally, ciertamente, ya no hay falta, pero nada que pueda ligarme, destigarme, nada de lo que *yo» deba responder, pues équé se le puede pedir al que ha slo posible? Nada salvo lo siguiente, quc esa exigencia ms através de él hable lo que carece de poder, que a partir anuncie ella misma como la ausencia de pode smo la imposibilidad, que es ode la comunicacién. 2s preg no. El lenguaje, en el mundo, ¢ Por ‘poderoso y el violento. Nombrar nombrado para tenerlo bajo snombrar convierte al hot NO CABRIA NI PLANTEARSE ACABAR fltne inios Nomar mo eh sido ood ee one 7. de convertir esa nada en th poder weno el lenguaje nos lanza dentro dela dialécticn del setlavo que nos obsesiona. El amo adquitié et derecho ala fporgue legé hasta el final del riesgo de muerte; el amo es {ue habla, palabra que es mandato, Fl esclvo no hace sno ol Fabry, he ah fo importance: el que no puede sino ofr depend dela palabra ¥ no viene nds que en segundo lugar, Pero lol, ee ad Fesheredado, subordinado y secundario, se revela Finalmente Goma) lugar del poder y el principio del verdadero dominio , “Fenemos la tentacin de creer que el lengusje del poeta ese del arcs coando-el poct hablo rata le wis pide se del que se ha lanzado al riesgo y dice lo que jams sea dicho, frombra fo que no oye, no hace sino habla, de manera que nosabe tampoco lo «que dive. Cuando Nietzsche afirmas «ero el arte exe tuna seriedad terrible Os rodeamos de imagenes que os prosuciin tacaloftios, [Tenemos poder para ello! ‘Taps los ofdoss wuestros jos verdn nuestros mitos, nuestras maldiciones 0 trata de una palabra de poeta que es palabra de am inevitable, quizé la locura que envuelve a Nietasche est ahi pant convertir la palabra del amo en una palabra sin ano, una soberanis sin escucha. De ese modo, el canto de Holderhin, tase demsiad iolento estallido del hirmno, vuelve a sete a fou ee bs inO= cencia de las estaciones. Pero interpretar de esta manera la palabra del arte y dela ites tura es no obstante.traicionatla, Es ignos i ella, Es buscarla, no yaen su fuente, sino cuando ca del ato y del eslavo, ya ve ha convertio en insu poder. Por consiguiente, es previso trata de reeuperas ‘bra literaria, cl lugar donde el lenguaje todavia es relacin der, lenguaje de la relacidn desmida, ajena a todo dom esclavirud, Tenguaje que habla también dinieamente & habla para tener y para poder, para saber y para pose tirse en amo y dominarse a sf mismo, eso e508 hombre, Es sin duda alguna, una bisqueda dif ia postica esto en 0 Fe posible inchvso que nao, hombres de bajo y del poder, no tengamos los medios ‘que nos permita presenti que aguélla 66a asimismo de algo muy simple, Quiet Pte presente « al menos una sin intsiete afios, Artaud envia algunos pocmas a una revista. El jr deesa revista los rechaza con cortesfa. Artaud intenta enton sar por qué le importan esos poemas defectuosos: porque del pensamiento que no puede descuidar las ‘insuficientes, conquistadas a esa inexistencia central os poemas asi obtenidos? A esto le sigue un intercambio Jacques Rivitre, el director de la revista, le propone de las cartas escritas en torno a dlichos poemss no j(aunque, esta ver, admitidos en parte a aparecer como ¥ testimonio). Artaud acepta, a condicién de no trucar la stata de la célebre correspondencia con Jacques Riviere, ‘con uin gran significado. ta Jacques Riviere de esta anomalia? Unos pocmas icentes ¢ indignos de ser publicados dejan de ycompletados con el relato de la experiencia de su Jo que les faltase, su defecto, se tornase pet expresiOn abierta de esa carencia y la profun ad. Mas que la obra misma, lo que le interest Riviere es la experiencia de la obra, ¢! cella y la hella anénima, oscura, qUe poema que no tenga como stematécto.o hay Foomo poema y cuando el movimiento de donde etquello com vistasa lo cual la obraa veces se relia, fica. er Recordemos aqui la carta de Rilke eserta nos Can mas os 0 tno mis peso ms i vida. La obra de arte ¢s la expresibn necesata i Siempre definitiva, de esa realidad inca Aht reside a fyuda que aporta l que esta obligado a producitay Esto on toda certeza que debiamos exponernos a las exper Exitemas, pero asimismo, al parece, no decir ua palabra de ls fntes de meternos de leno en nuestra obra, no blando de ellas: pues lo nico, lo que ningin ofr podria com der ni tendria derecho a comprender, es especie de extano ‘nuestro, no podria tornarse valido masque insertindose en trabajo con el fin de revelar en él st ley prop Solamente torna visible a transparencia dl arte. Rilke quiere, pues, no comunicar jamés directamente riencia de Ia cual procederia la obra: esa experiencia extn sélo tiene valor y verdad cuando esté de Hleno en la obra aparece, visible-invisible, bajo el distante dia del arte. ‘mantenido siempre el propio Rilke esta reserva? 2¥ aeas0 formulado precisamente para romperlaal tiempo que la mndo por lo demas que ni él ni nadie tenfa poder dicha reserva, sino que s6lo podia mantenerse en con su especie de extiavfo que nos ¢s propio. La comprensién, la atenciGn, Ja sensbilidad de. perfectas. Pero, en el didlogo, Ia parte de mi evidente aunque dificil de discernit. todavia muy paciente, vigila constanteme Ve que su corresponsal tat de taal

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