Índice:
1. Generalidades:
a. Concepto de farmacología.
b. Concepto de fármaco.
c. Concepto de farmacocinética.
d. Concepto de farmacodinamia.
b. Biodisponibilidad. Concepto.
i. Factores de los que depende la biodisponibilidad.
c. Bioequivalencia.Concepto.
1. Generalidades:
Vamos a empezar viendo las generalidades de dos ramas de la farmacología:
La farmacocinética.
La farmacodinamia.
Un fármaco o principio activo es cualquier molécula, generalmente de origen químico, que tras
su administración a un organismo vivo es capaz de interaccionar con determinadas estructuras
o moléculas de dicho ser vivo.
Para que una sustancia sea considerada como fármaco o principio activo es necesaria su
interacción (normalmente química) con moléculas específicas del organismo produciendo
alteraciones en alguna función biológica (efectos farmacológicos) que finalmente derivan en
efectos terapéuticos en dicho organismo, de lo contrario no se consideraría fármaco.
Por ejemplo: si un fármaco establece una interacción con un enzima, como consecuencia de
dicha interacción, la actividad del enzima puede incrementar o disminuir, y muy difícilmente la
permanecer igual, porque debido al establecimiento de dicho enlace o interacción se produce
una modificación de la estructura química del enzima y por tanto, se modifica su actividad.
Como consecuencia, el proceso biológico en el que participe el enzima se verá alterado.
Un principio activo se administra siempre para modular algo.
Ejemplo de la aspirina:
Si administramos la aspirina lo hacemos con la finalidad de producir una acción
antiinflamatoria. La aspirina induce esa acción porque es capaz de interaccionar con un
enzima que es importante en el proceso inflamatorio: la ciclooxigenasa, la cual
participa en la síntesis de mediadores proinflamatorios.
Si la aspirina inhibe la actividad de esta enzima, lógicamente la síntesis de mediadores
proinflamatorios se ve reducida, y de ahí el efecto terapéutico antiinflamatorio que
obtenemos cuando administramos la aspirina.
La interacción que se produce entre una molécula exógena y estructuras biológicas de nuestro
organismo, es, en un porcentaje muy alto, potencialmente tóxico. Esta interacción se ha de dar
de forma específica, selectiva y controlada para que redunde en una acción terapéutica. Si nos
pasamos, es posible producir toxicidad. Y ésto ocurre para la mayoría de principios activos.
Dentro de la farmacología hay muchas ramas, que con el tiempo nos pueden resultar de
interés, pero para este curso solo nos interesa centrarnos en 2 de ellas:
la farmacocinética y la farmacodinamia.
c. Farmacocinética:
Es la rama de la farmacología que estudia los efectos que el fármaco sufre cuando entra en
contacto con un organismo vivo.
Es decir:
Qué hace el organismo sobre ese principio activo o fármaco.
d. Farmacodinamia:
Es la rama de la farmacología que estudia los efectos que el fármaco induce en el organismo
vivo.
Es decir:
Estudia aquello que el fármaco es capaz de ejercer sobre el organismo (lo que
ocurre en el organismo tras la administración del fármaco)
Entonces:
Liberación.
Absorción.
Distribución.
Metabolismo.
Excreción.
El éxito de la farmacología pasa por que la concentración de fármaco que llegue al foco
inflamatorio que se quiere bloquear sea la adecuada, de lo contrario, no habrá efecto. Si es
superior a la necesaria pueden aparecer efectos tóxicos.
Es decir, en la biofase (lugar donde debe interaccionar el fármaco con las moléculas
específicas) la concentración debe ser la adecuada.
a. Liberación:
La liberación haría referencia al proceso por el cual ese principio activo se libera de todos los
excipientes que junto con él constituyen el medicamento y quedan libres para poder ser
absorbido, distribuido, metabolizado y excretado.
Esto es una forma de garantizar que en el tejido, el lugar de acción o biofase (biofase: lugar
donde el fármaco va a establecer la interacción con moléculas biológicas), la concentración de
fármaco sea la adecuada.
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Una vez administrado, el principio activo queda libre y está en disposición de atravesar
membranas biológicas y llegar a la biofase.
Una vez liberado, se ubica el principio activo en un lugar del organismo, el cual dependerá de
la vía de administración. Por ejemplo: si se administra por vía oral, el lugar de ubicación será el
tubo digestivo; si se administra por otra vía el lugar de ubicación será distinto.
Cuando dicho principio activo se desprende de todo aquello que no es el fármaco, es decir, de
lo no activo, está en disposición de absorberse (paso a través de membranas biológicas desde
el lugar de administración hasta el plasma). Por ejemplo: si se administra por vía intramuscular
pasará entre las células musculares al plasma, por vía oral entre células mucosas al plasma, por
vía venosa el fármaco se ubica directamente en el plasma (es la única vía que no requiere
absorción)
b. Absorción:
Tras la administración de un antiinflamatorio (ej: aspirina) este llega al lugar de acción, llamado
biofase, siempre en sus concentraciones adecuadas.
En primer lugar, la aspirina tendrá que interaccionar con la ciclooxigenasa, enzima diana de
fármacos antiinflamatorios, en aquel lugar del organismo donde la enzima esté sobre
expresada y a causa de ello haya una inflamación.
Nos hemos de asegurar de que la aspirina llegue a ese lugar e interaccione de forma apropiada
con la enzima, la inhiba y como consecuencia de esta inhibición aparezca la acción
antiinflamatoria.
Pero la aspirina no se puede ubicar directamente en aquel lugar donde el proceso inflamatorio
está en marcha. Para ello disponemos de una serie de vías de administración que nos permiten
suministrar los fármacos.
A este proceso, es decir, al paso del fármaco desde el lugar de administración hasta el plasma
se le denomina absorción.
Ejemplos:
Si utilizamos la vía oral la absorción sería el paso del fármaco desde el tu digestivo
hasta el plasma.
Si utilizamos la vía intramuscular, la absorción seria el paso del fármaco desde los
espacios intramusculares hasta el plasma.
c. Distribución:
Una vez que el fármaco está en el plasma (normalmente disuelto), viajará por los órganos y
tejidos, y en aquellos donde exista su enzima interaccionará con ella.
El fármaco se distribuye a partir del plasma por la totalidad de los órganos y tejidos en función
de las características de cada órgano, y también en función de las características de cada
fármaco.
A este proceso por el cual el fármaco accede a los diferentes órganos o tejidos se le denomina
distribución.
Tras ser absorbido el fármaco se distribuye.
d. Metabolismo:
El fármaco disuelto en plasma va a acceder al hígado de forma muy rápida, casi
inmediatamente tras ser absorbido.
El hígado es el principal órgano metabolizador de fármacos, pero no el único. Ello se debe a
que se trata de un órgano muy vascularizado y rico en sistemas enzimáticos, de modo que
cuando el fármaco accede al hepatocito (si es que accede al interior celular, ya que no todos
los fármacos lo hacen, pero sí la mayoría) va a ser metabolizado con mucha probabilidad.
En el interior del hepatocito, sistemas enzimáticos específicos van a actuar sobre la película
química, que es el principio activo administrado, modificándola químicamente.
Este proceso de alteración de la estructura química del principio activo se conoce como
metabolismo.
Hay algunas excepciones donde el metabolismo implica que el metabolito resultante pueda
también ser activo, o en otros casos que sea únicamente activo el metabolito resultante y que
lo que hubiéramos administrado hubiera sido un profármaco*. Entonces en este caso no
podemos hablar de eliminación del fármaco.
e. Excreción:
La excreción hace referencia a la salida del fármaco o de sus metabolitos del organismo.
Entre los órganos altamente vascularizados se encuentra también el riñón. El riñón, es el
órgano excretor por excelencia, y por tanto, la principal vía de eliminación de fármacos, pero
no la única, ya que existen otras glándulas que también se pueden encargar de la excreción del
fármaco. Por ejemplo: glándulas sudoríparas.
Es importante asumir que para que todo esto tenga lugar, el fármaco está continuamente
atravesando membranas biológicas, por ello debemos conocer qué mecanismos utilizan los
principios activos para atravesar estas membranas (difusión pasiva, transporte activo, etc) así
como la importancia que el pH y la ionización del fármaco puedan tener en este proceso.
Lo ideal sería monitorizar la concentración del fármaco a nivel tisular, a nivel del órgano
donde queremos que el fármaco actúe. Sin embargo, es difícil saber con exactitud la
concentración de fármaco que se alcanza, por ejemplo, en un hepatocito. Pero sí que
podríamos saber con cierta facilidad la concentración plasmática de un principio activo,
dándonos una idea de la concentración del mismo en los diferentes tejidos, debido a
que estas dos concentraciones (en plasma y tejido) guardan cierta relación, es decir, hay
siempre un cierto equilibrio entre la concentración plasmática de fármaco y la concentración
tisular.
Por ejemplo: En el momento en que nosotros administramos el fármaco vía oral, el fármaco
está todo en el tubo digestivo y nada en plasma, y por gradiente de concentracion irá siendo
absorbido. De la misma manera, una vez en plasma, por gradiente de concentración el fármaco
irá distribuyéndose por los diferentes órganos y tejidos.
El estudio de la curva de los niveles plasmáticos del fármaco es muy importante, pues
el conocer con detalle la concentración plasmática del fármaco nos va a permitir poder
deducir la evolución de un fármaco en el plasma a lo largo del tiempo, y por tanto, gracias a
este equilibrio con los tejidos, la evolución de un efecto farmacológico a lo largo del tiempo.
En resumen:
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4. Estudio de los procesos LADME:
Vamos a empezar a ver de forma más detallada los porcesos LADME.
a. Absorción:
La absorción constituye el paso del principio o fármaco activo desde el lugar de administración
hasta el plasma. Es un proceso necesario para que el 99% de los fármacos puedan tener
efecto.
Si queremos que un fármaco actúe a nivel del intestino no nos interesará que se absorba
demasiado. Si queremos que un fármaco modifique la flora bacteriana colónica nos interesará
que no se absorba prácticamente nada para que actué en la biofase, en este caso, el colón,
pero esto es excepcional, ya que normalmente lo que queremos es que el fármaco actué en
estructuras de nuestro organismo a las cuales el fármaco solo puede acceder si pasa por el
plasma.
En todos estos casos desde el lugar de administración el fármaco va a llegar al plasma. El paso
del fármaco al plasma es lo que se conoce como absorción.
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iv. Características fisicoquímicas del fármaco: Las características físico-químicas del fármaco
van a determinar cambios importantes en los procesos LADME:
Peso molecular: aunque siempre hay excepciones, los fármacos de menor peso
molecular de absorberán mejor o más que los de mayor peso molecular.
Liposolubilidad: los fármacos lipófilos se absorberán más que los hidrófilos. Cuanto
más liposolubles más se absorberán, debido a que las membranas están constituídas
por una bicapa lipídica y de este modo los fármacos las atraviesan por difusión pasiva.
Tamaño de partícula y formulación: Es decir, por generalizar, los fármacos de
pequeño tamaño molecular y pequeña “formulación Galénica” se absorberán más que
los de mayor tamaño.
Cabe destacar que en los tres puntos de arriba estamos haciendo referencia a la difusión
pasiva. Fármacos que difieran de las características arriba mencionadas deberán atravesar las
membranas por medio de mecanismos de transportes diferentes a la difusión pasiva.
En el gráfico de abajo se refleja el hecho que tras la administración oral de bastantes fármacos
estos acceden, desde el tubo digestivo y a través de la vena porta, directamente al hígado
antes de pasar por la circulación sistémica:
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También hay que destacar que en aquellos fármacos administrados como profármacos, el
fenómeno de primer paso hepático concluirá en una mayor eficacia, ya que al ser
metabolizado el profármaco el metabolito resultante será un principio activo.
De modo que, generalmente, este fenómeno indica para algunos principios activos que la
cantidad de fármaco que llega al plasma de forma inalterada es mucho menor que la que se
administra por vía parenteral. A este concepto se le denomina biodisponibilidad. Esto va a
conllevar la necesidad de aumentar la dosis para que se consiga el efecto adecuado o evitar la
vía oral y utilizar otras vías.
Por ello, no es tan importante conocer la dosis como la cantidad de fármaco inalterado que
llega al torrente circulatorio y que por tanto, está en disposición de actuar en la biofase.
b. Biodisponibilidad:
Biodisponibilidad: parámetro que indica la cantidad y velocidad con la que un fármaco accede
de forma inalterada al torrente circulatorio.
Es decir, la cantidad de fármaco que de forma inalterada (sin ser metabolizado) es capaz de
llegar al plasma y por tanto acceder a la circulación sistémica desde el lugar de administración.
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Cuando administramos un fármaco por cualquier vía hemos de tener en cuenta que parte del
fármaco se perderá, de modo que la dosis administrada será menor que la que actúe en la
biofase, este fenómeno se conoce como biodisponibilidad. Pero ¿cómo cuantificamos la
biodisponibilidad? En función de la vía de administración, la biodisponibilidad variará.
La vía intravenosa tiene una biodisponibilidad del 100%, es decir, cuando administramos un
fármaco a una dosis determinada vía intravenosa la totalidad del principio activo está de forma
inalterada en el torrente circulatorio disponible para utilizarse, ya que esta vía no requiere
absorción, y esto nos permite correlacionar la dosis administrada con la concentración
plasmática del fármaco.
*A tener en cuenta:
La dosis que demos puede sufrir modificaciones importantes antes de llegar al torrente
circulatorio, por ejemplo, por el fenómeno de primer paso hepático, aunque este fenómeno no
es el único, ya que en la vía oral algunos principios activos son metabolizados a nivel de las
células intestinales, y así la cantidad de fármaco intacto que llega a la circulación sistémica es
menor que la que administramos.
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c. Bioequivalencia:
Cuando dos medicamentos son equivalentes en la velocidad y cantidad del fármaco activo que
se absorbe y llega al tejido o área donde se produce su efecto, los dos fármacos son
terapéuticamente equivalentes y pueden usarse indistintamente.
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