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Metalografía y tratamientos térmicos

Austempering y Martempering
Introducción
Estos tratamientos reciben el nombre de isotérmicos ya que son una variante del temple
convencional, con diferencias puntuales en el medio, temperatura y tiempo de enfriamiento. Así
pues, el enfriamiento, en lugar de hacerse con aceite o aire, como en un proceso de temple
normal, se realiza por medio de sales para evitar enfriamientos demasiado drásticos a una
temperatura media –según el contenido de carbono del acero, entre la temperatura de
austenización y la del medio ambiente–, con un lapso de tiempo de horas en vez de segundos o
minutos, lo que favorece la obtención estructural de martensita (martempering) o bainita
(austempering), según los requerimientos de la pieza

Austempering
Este tratamiento tuvo en estados unidos desde los primeros años de su utilización una aceptación
extraordinaria, sobre todo al utilizarse para la fabricación de pequeñas piezas o herramientas de
acero al carbono o baja aleación, que debían quedar con durezas de 40 a 55 HRC.Las piezas
sometidas a este tratamiento quedan con estructuras bainiticas, que tienen una tenacidad mucho
más elevada que la que corresponde a piezas idénticas, en las que se ha conseguido la misma
dureza por temple y revenido. Además, al verificarse la transformación de la austenita
isotérmicamente y existir la etapa martensitica, el peligro de grietas y deformaciones desaparece.

En particular, el Austempering o transformación isotérmica de la austenita en la zona de 250-


600°C, consiste en calentar el acero a una temperatura ligeramente más elevada que la crítica
superior (entre 790 y 900 °C) y luego enfriarlo rápidamente en plomo o sales fundidas, a
temperaturas comprendidas entre 250 y 600 °C, permaneciendo el acero en el baño a esta
temperatura durante el tiempo suficiente para que se verifique la transformación completa de
austenita en otros constituyentes, principalmente bainita, a temperatura constante. Luego se
enfría hasta la temperatura ambiente en aire quieto.
Para que el enfriamiento sea correcto y la estructura sea totalmente bainitica, el enfriamiento en
la primera fase debe ser suficientemente rápido para evitar la formación de perlita.

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La aplicación de este tratamiento para piezas pequeñas, no requiere instalaciones costosas, ya


que se pueden calentar hasta la temperatura de austenizacion en cualquier clase de hornos y
después se pasan a un baño de metal o sales fundidas, a temperatura adecuada manteniéndolas
en él, el tiempo necesario para que se consiga la estructura deseada, no requiriendo revenido.

La limitación de este tratamiento estriba, en que algunas veces no se consigue la velocidad de


enfriamiento necesaria, para evitar la transformación de la austenita en la zona de la nariz de la
“S”, correspondiente a la formación de estructuras perliticas o sorbiticas blandas, bien porque el
acero tiene una velocidad critica bastante elevada, o porque las piezas son demasiado gruesas
(para piezas no mayores a 25 a 30mm, ya que aparecen dificultades en la homogeneización de la
estructura).

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El principal objetivo del austempering es obtener un aumento de la ductilidad y la resistencia al


impacto junto a valores de dureza altos. Para los procesos de endurecimiento de los materiales
ferrosos hay dos temperaturas importantes: primero se calienta el acero para sostenerlo a la
temperatura dentro del rango de austenización (sobre los 900 °C), y se sostiene hasta que toda su
masa alcance la temperatura. Segundo: se templa en un baño de sales a una temperatura
constante entre 270°C y 400°C, el tiempo requerido para la transformación de bainita y finalmente
se enfría hasta la temperatura ambiente. La velocidad de enfriamiento depende del tipo de acero
y en todos los casos del tamaño y espesor de las piezas. (Consultar tabla 1).

La utilización de este tratamiento es también posible aun tratándose de piezas grandes con el
empleo de aceros aleados y empleando métodos mecánicos para agitar el baño, que favorecen el
rápido enfriamiento de las piezas.

Recientemente se ha comenzado a utilizar una variante de este proceso para tratar piezas
grandes. El acero, después de ser calentado a la temperatura de austenizacion, ligeramente
superior a la crítica, se enfría rápidamente en un baño cuya temperatura es inferior a Ms, con lo
que se consigue salvar la nariz de la S, aunque se transforma algo de austenita en martensita, y
luego se pasa inmediatamente la pieza a un baño cuya temperatura es la precisa para que se

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efectué isotérmicamente la transformación bainitica del resto de la masa, que se encuentra


todavía en estado austenitico, y así aunque una parte del material se ha transformado en
martensita, la mayor parte recibe el tratamiento isotérmico, a pesar de su gran tamaño, sin que
aparezcan estructuras perliticas blandas.

En comparación con el temple convencional, el enfriamiento del metal en el austempering se hace


a una velocidad más lenta, la cual está determinada o depende de la temperatura del medio o sal
en el cual el operario enfría el metal; es decir, es necesario enfriar lentamente el acero para lograr
la fase molecular del austempering. En este caso, el líquido deberá estar por encima de la
temperatura de transformación martensítica (200ºC); más o menos a unos 300ºC. Allí debe
permanecer en enfriamiento de 10 y 12 horas aproximadamente, aunque el tiempo de
sostenimiento es proporcional a la masa de la pieza; en todo caso, el operario debe guiarse por los
resultados de ensayos in situ, es decir, después de que realice una prueba con el material
previamente, para así determinar con exactitud este tiempo.

Es importante notar que cuando el acero se enfría rápidamente queda demasiado estresado,
como consecuencia del movimiento brusco de los átomos en estado sólido (transformación que se
da durante el choque térmico), lo que ocasiona tensiones al interior del acero. Sin embargo, en el
austempering la diferencia de temperaturas es menor comparada con el temple, por lo tanto el
nivel de esfuerzos residuales y las deformaciones son más bajos, lo que se traduce en un menor
grado de tensión en el material.

En comparación con el temple convencional, el enfriamiento del metal en el austempering se hace


a una velocidad más lenta, la cual está determinada o depende de la temperatura del medio o sal
en el cual el operario enfría el metal; es decir, es necesario enfriar lentamente el acero para lograr
la fase molecular del austempering, en este caso el líquido deberá estar por encima de la
temperatura de transformación martensítica (200ºC); más o menos a unos 300ºC. En el
austempering el acero debe permanecer en enfriamiento de 10 y 12 horas aproximadamente,
aunque el tiempo de sostenimiento es proporcional a la masa de la pieza; en todo caso, el
operario debe guiarse por los resultados de ensayos in situ, es decir, después de que realice una
prueba con el material previamente, para así determinar con exactitud este tiempo. Es importante
anotar que cuando el acero se enfría rápidamente queda demasiado estresado, como
consecuencia del movimiento brusco de los átomos en estado sólido (transformación que se da
durante el choque térmico), lo que ocasiona tensiones al interior del acero. Sin embargo, en el
austempering la diferencia de temperaturas es menor comparada con el temple, por lo tanto el
nivel de esfuerzos residuales y las deformaciones son más bajas lo que se traduce en un menor
grado de tensión en el material.

Aplicaciones
Una de las aplicaciones más comunes donde los expertos recomiendan emplear el austempering
es la fabricación de resortes, palas, flejes y, en algunos casos, en piñones, ya que brinda tenacidad
y capacidad de soportar impactos, además, al lograr otorgarles a los materiales excelentes

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propiedades de resortabilidad. El objetivo del austempering es pues lograr la combinación en las


piezas de la tenacidad y la resortabilidad. Por ello, se emplea en los casos particulares en los que
se requiere estas propiedades. Si se practica austempering a todo tipo de piñones es posible
obtener piezas con buen grado de tenacidad, pero con dientes que pueden llegar a sufrir un
desgaste prematuro. Así pues, la decisión correcta de utilizar austempering o un por ejemplo un
cementado convencional, depende da las necesidades de la pieza y del tipo de trabajo que se
quiera adelantar; piezas como el rotomartillo, por ejemplo, necesitan mayor resistencia al impacto
(austempering) que al desgaste, dado que es una herramienta que en su funcionamiento produce
un choque continuo.

Ventajas
En el austempering se distinguen básicamente tres importantes ventajas:

• Durabilidad de las piezas cuando estas están sometidas a altos impactos.


• Deformaciones mínimas en el material.
• No requiere un calentamiento posterior de revenido, es decir la pieza ya adquiere las
características mecánicas de ductibilidad, resortabilidad, resistencia al impacto y
tenacidad, sin la utilización de procesos posteriores.
• Menor grado de tensiones.

Los expertos recomiendan el austempering, sobre todo en aceros con un mejor contenido de
carbono entre 0.5 y 0.9 por ciento.

Constituyentes de un austempering
Uno de los constituyentes microscópicos principales de los aceros sometidos a un austempering es
la bainita. Ésta se forma en el enfriamiento de este proceso isotérmico cuando la temperatura del
baño de enfriamiento es de 250 a 600 °C aprox. Se diferencian dos tipos de estructuras:
Bainita superior: es de aspecto arborescente y formado a 500-550 °C. Está formada por una matriz
ferrítica conteniendo carburos (cementita, en aceros). Las placas discontinuas de los carburos
tienden a tener una orientación paralela a la dirección de las agujas de la propia bainita.

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Bainita inferior: es de aspecto acicular bastante parecido a la martensita y se forma a


temperaturas relativamente bajas (250-400 °C). Está constituida por agujas alargadas de ferrita
que contienen delgadas placas de carburos. Estas pequeñas placas son paralelas entre si y su
dirección forma un ángulo de 60 con el eje de las agujas de ferrita. Los carburos precipitan en la
ferrita reduciéndose así la cantidad de carbono disponible para precipitar entre la austenita y la
ferrita.

Algunos autores definen la bainita en aceros, desde el punto de vista de su microestructura, como
un producto no laminar ferrita-cementita de la transformación de la austenita. Se reconocieron
seis morfologías de la bainita que se muestran en la figura. Las bainitas superior e inferior son las
formas más comunes encontradas en los aceros de medio carbono.

Transición de bainita superior a bainita inferior


La transición entre bainita superior e inferior puede explicarse como un proceso de revenido
rápido que ocurre en una placa de ferrita sobresaturada en carbono después de su crecimiento.
Este exceso de carbono en la ferrita tiende a reducirse mediante la difusión del carbono hacia la
austenita residual y por precipitación en la misma ferrita.

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A temperaturas elevadas, la difusión es tan rápida que no hay posibilidad de precipitar carburos en
la ferrita, obteniéndose así una microestructura de bainita superior. Finalmente, la cementita
precipita desde la austenita residual enriquecida en carbono.

Cuando la temperatura de transformación se reduce y el tiempo necesario para la descarburación


se incrementa, parte del carbono puede precipitar como carburos finos en la ferrita, mientras que
el resto difunde a la austenita para finalmente precipitar entre las placas. Esta es la
microestructura de bainita inferior. Debido a que sólo una fracción del carbono ha difundido a la
austenita, los carburos precipitados entre placas son mucho más pequeños que los asociados a la
bainita superior. Esta es la causa por la cual, la bainita inferior presenta una estructura tan fina y
es siempre más tenaz que la bainita superior, a pesar de presentar generalmente una mayor
resistencia.

Una consecuencia del mecanismo de transición entre bainita superior e inferior es el hecho de que
aceros con una alta concentración en carbono solo transformen a bainita inferior. La gran cantidad
de carbono atrapado en la ferrita durante la transformación, no puede difundir suficientemente
rápido a la austenita, por lo que precipita inevitablemente en la ferrita. Por el contrario, en aceros
muy bajos en carbono, el tiempo necesario para la descarburación es tan pequeño que sólo es
posible obtener por transformación, bainita superior a cualquier temperatura entre el final de la
transformación perlítica y el inicio de la transformación martensítica.
Para el estudio de los tratamientos térmicos, es de suma ayuda un conocido diagrama que señala
a distintas temperaturas, el tiempo necesario para que se inicie y complete la isotérmica
transformación de la austenita en otros constituyentes. Este diagrama se denomina diagrama o
curva TTT (temperatura, tiempo, transformación) o también curva de la S, por su forma
característica. La velocidad de enfriamiento depende del tipo de acero y en todos los casos del
tamaño y espesor de las piezas.

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Martempering
Este tratamiento se efectúa calentando el acero y manteniéndolo a una temperatura superior a la
crítica durante un tiempo suficiente para su completa austenizacion, y enfriándolo luego en un
baño de sal fundida, cuya temperatura suele oscilar entre 200° y 300° y debe ser superior al punto
Ms, de comienzo de formación de la martensita. El material debe permanecer en el baño caliente
el tiempo suficiente para conseguir que toda la masa del acero, incluso el corazón de la pieza,
alcance e iguale la temperatura del baño, no prolongando demasiado la permanencia para evitar
que se inicie la transformación en ningún punto, enfriándose luego la pieza al aire. De esta forma
se obtiene una estructura martensitica con muy pocas tensiones residuales. Cuando convenga
disminuir la dureza o resistencia obtenida, se puede dar posteriormente al acero un revenido o
resistencia obtenida, se puede dar posteriormente al acero un revenido. Es necesario que el
enfriamiento en el martempering sea suficientemente rapid para que la curva de enfriamiento no
corte a la nariz de la “S” en ningún punto, pues si lo hiciera, parte de la austenita se transformaría
en otros constituyentes y al llegar a la zona de formación de la martensita, tendríamos que parte
de la masa no sería ya de austenita y no se podría transformar. En piezas gruesas y cuando se
utilizan aceros al carbono o de baja aleación, esta condición suele ser difícil de cumplir y por eso
este tratamiento, lo mismo que el de austempering, son de aplicación limitada.

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Para conseguir la máxima velocidad de enfriamiento en los baños de sales, se utilizan agitadores
mecánicos. Es muy importante que la temperatura del baño sea próxima y superior a Ms, pues si
fuera inferior, parte de la austenita de la periferia se transformaría en martensita antes que el
resto de la austenita del centro, el proceso seria imperfecto.

Para efectuar el martempering de pieza de un acero determinado, se debe conocer previamente la


curva de la “S” de enfriamiento continuo del acero, y especialmente, la posición de su nariz o
narices, la temperatura correspondiente al punto Ms y el tiempo necesario para que se inicie la
transformación a una temperatura ligeramente superior a la correspondiente al punto Ms, que
corresponda a la que se va a utilizar en el baño de sales. La situación del punto Ms varía bastante
en algunos casos con la temperatura de austenizacion.

Su objetivo es disminuir las grietas, distorsión o los esfuerzos residuales. No es un proceso de


revenido (tempering), como lo indica su nombre y por eso tiende a llamársele “marquenching” o
“martemplado”

La diferencia con el austempering consiste en que en vez de dejarlo por espacio de 10 a 12 horas
en el líquido, la pieza de metal debe durar 1 o 2 horas máximas. El resultado de este proceso es
una microestructura llamada martensita y que le confiere al acero excelente resistencia al
desgaste. En otras palabras es un temple “escalonado” en el que el acero partiendo del campo
austenítico, se enfría en un líquido a temperaturas de entre 200 y 400°C, permaneciendo en él las
piezas durante un tiempo que debe ser suficiente para que se iguale la temperatura en toda la
masa, enfriándose luego al aire. De esta forma se consigue que la transformación de la austenita
se homogénea en toda la masa, evitando desiguales y peligrosas distorsiones y dilataciones que
ocurren en los temples ordinarios de piezas de gran tamaño.

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Posteriormente, el material, debe someterse a un proceso de revenido, con el fin de otorgarle a la


pieza una mayor dureza, de lo contrario queda demasiado frágil, lo que afecta no sólo su buen
funcionamiento, sino que además conlleva a rupturas prematuras. Vale anotar que la martensita
se obtiene principalmente con enfriamientos de mayores velocidades, es decir que el medio en
que se enfría se encuentra a temperaturas de hasta 80ºC, –por debajo de la temperatura de
transformación martensitica–, sin embargo en el martempering este componente se obtiene a una
temperatura de transformación más elevada o igual que en el austempering, con el fin de evitar
deformaciones del material.

Un acero para martempering debe ser lo suficientemente templable para compensar la reducida
velocidad de enfriamiento. El enfriamiento al aire a través del rango de transformación
martensítica es también muy importante. El temple en agua, aun cuando la temperatura fuera
uniforme en la sección de la pieza justo por encima de la temperatura Ms, conducirá casi
invariablemente a la fisuración. Es por ello que el enfriamiento en baño de sales a una
temperatura ligeramente superior a Ms es el más beneficioso, porque se puede igualar las
temperaturas de periferia y centro antes que la austenita se transforme. Luego con el total
enfriamiento en aire se consigue la transformación de toda la estructura al mismo tiempo
disminuyendo tensiones y deformaciones.

Estructura metalográfica

La estructura de este tratamiento isotérmico es de la Martensita (fig.a), que luego pasara


al proceso de revenido obteniendo así la Martensita Revenida. (fig. b)

fig. a

fig.b

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Aplicaciones
• Para la fabricación de engranajes del mecanismo diferencial de automóviles, dado que
para este tipo de piezas se utilizaba el proceso clásico de cementación con temple en
aceite, dichas piezas, fabricadas en acero cromo-molibdeno, eran enfriadas en aceite,
utilizando además un procedimiento especial para evitar deformaciones en el material, sin
embargo, en un 75 por ciento de estos componentes aparecían variaciones de 0.2 mm y
0.6 mm que hacían necesario un enderezado costoso y que en su gran mayoría los
inutilizaba por agrietamiento.
• El martempering también se utiliza en la fabricación de troqueles con geometrías
complejas con grandes longitudes o espesores muy delgados, en las que el uso este
tratamiento reduce al máximo las deformaciones.
• El martempering también se utiliza en aceros de alto porcentaje de carbono, altas
aleaciones, aceros de medio carbono y aceros de baja aleación, que son usados para la
fabricación de cuchillas, espadas, navajas, punzones y demás herramientas.

Cabe destacar que este tratamiento no se puede aplicar en aceros inoxidables, porque cuando se
someten a cualquiera de estos procesos, se altera la resistencia de la corrosión al material, es
decir, pierde su característica principal.

ANEXO: diagrama TTT para enfriamientos isotérmicos


Se denomina diagrama o curva TTT (o también llamada “curva de la S”) al diagrama que relaciona
el tiempo y la temperatura requeridos para una transformación que puede darse de forma
isotérmica (enfriar a cierta temperatura y mantener) o por enfriamiento continuo (enfriar a una
cierta velocidad por ejemplo 10°C/min).

Así por ejemplo, en el caso del acero, y más específicamente en el caso de la austenita, que es una
fase metaestable por debajo de la temperatura crítica, se necesita saber cuánto tiempo requerirá
para empezar a transformarse a una temperatura subcrítica específica, cuanto tiempo será
necesario para estar completamente trasformada y cuál será la naturaleza del producto de esta
transformación.

Este diagrama resume las posibles transformaciones de la austenita para cada acero,
imprescindibles tanto para el diseño de tratamientos térmicos como para la interpretación de las
microestructuras resultantes después de los mismos. Su construcción experimental se realiza
mediante un determinado número de muestras de acero que, previamente austenizadas, se
enfrían en baños de sales a diferentes temperaturas y tiempos determinados. La microestructura
obtenida en cada una de las muestras se analiza y representa, obteniéndose así el diagrama TTT
para ese acero.

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En las figuras IV.9 y IV.10 se muestran los diagramas TTT de aceros de 0,8 y

0,45 % C. Se aprecian las regiones de estabilidad e inestabilidad de la austenita y las líneas de


comienzo y fin de cada transformación. La región a la derecha de la línea de final de
transformación es la de ferrita y cementita ya estables; de acuerdo a la temperatura de formación,
estas fases se combinarán en perlita o bainita. El punto situado más a la izquierda del diagrama se
llama nariz perlítica. Se puede observar que dicha nariz está más desplazada a la derecha cuanto
mayor es el contenido de carbono y de los elementos aleantes del acero ya que los elementos de
aleación antes de producirse las transformaciones están homogéneamente distribuidos en la

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austenita, pero cuando esta se transforma en ferrita, perlita o bainita, tales elementos deben
redistribuirse y desplazarse por difusión, y al ser átomos grandes, su difusión es lenta y frenan el
avance de la transformación.

Si se traza una recta tangente a la nariz, dicha recta representara la velocidad critica de temple, al
correrse la nariz hacia la derecha, disminuye la velocidad crítica, implicando mayor templabilidad.

Las temperaturas Ms y Mf representan el comienzo y fin respectivamente de la transformación de


Martensita siempre que se enfríe a cierta velocidad y temperatura, que no será un caso de
enfriamiento isotérmico uniforme, sino continúo.

Bibliografía
• Tratamientos térmicos de los aceros. José Apraiz Barreiro
• Estructura y Propiedades de las Aleaciones – Facultad de Ingeniería – UNLP, capitulo
4:bainita
• http://www.metalactual.com/revista/30/tratamientos_matempering.pdf

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