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Gestualidades musicales

en la obra “El Tango”


de Piazzolla-Borges1

Sergio Balderrabano2 // Profesor Nacional de Música, Conservatorio Nacional


de Música Carlos L. Buchardo. Con especial preparación otorgada por la Facultad de
Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Doctorando en Artes, FBA,
UNLP. Profesor Titular de Lenguaje Musical Tonal, FBA, UNLP.

Alejandro Gallo// Profesor de Música, Orientación Composición, Facultad de Bel-


las Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesor Adjunto de Lenguaje
Musical Tonal, FBA, UNLP.

Paula Mesa // Licenciada en Composición, Facultad de Bellas Artes (FBA), Univer-


sidad Nacional de La Plata (UNLP). Doctoranda en Artes, FBA, UNLP. Jefe de Trabajos
Prácticos de Lenguaje Musical Tonal, FBA, UNLP. Fue becaria de la UNLP y del Fondo
Nacional de las Artes.

Dentro del campo específico de la música Sin embargo, desde otras perspectivas,
académica el concepto de gesto musical dicho concepto ha sido motivo de múltiples
remite, frecuentemente, a una especie de indagaciones como una posible herramien-
traducción corporal que surge de la percep- ta de análisis de obras musicales.3 Nuestro
ción de los emergentes sonoros de las obras enfoque parte de la idea de que el gesto
musicales. Desde esta perspectiva, hablar musical permite vincular los materiales
de gestualidad musical puede referirse, por que construyen una obra musical con al-
un lado, a una gestualidad entendida como gún tipo de significación particular. Habida
el vehículo con el que un músico comunica cuenta de que toda obra musical, desde un
corporalmente ese complejo universo de punto de vista sintáctico, es el resultado de
sensaciones, imágenes y movimientos que la interacción entre sus diferentes materia-
surgen al hacer música y, por otro, a esa les (melodía, armonía, ritmo, textura, etc.),
multiplicidad de movimientos corporales el emergente gestual remite más al mundo
que nacen en los oyentes al escuchar obras de significaciones que surgen de la interac-
musicales y que es característico del ámbito ción entre dichos materiales que al mundo
de la música popular. De esta forma, el ges- de sus lógicas constructivas sintácticas.
to musical puede ser considerado como una Para Robert Hatten, la idea de gesto
serie de movimientos físicos que funcionan musical alude a un concepto holístico, a
como un conjunto de interpretantes kinéti- partir del cual los materiales armónicos,
cos/ visuales del fenómeno sonoro. melódicos, rítmicos y métricos, junto con

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indicaciones de tiempo, articulaciones, di- leídas a partir de las concepciones menta- del discurso musical y en metodologías
námicas y tímbricas, interactúan en un todo les y afectivas constituidas en la cultura a de análisis del discurso y del análisis fe-
indivisible. Nos enfrentamos, entonces, a las que pertenecen. Así, el análisis musical nomenológico. Como objetivo, intentamos
un sentido de continuidad discursiva, de podrá verse enriquecido por dar cuenta no dar cuenta de las originales propuestas
movimiento, que va más allá de la mera solamente de dichas lógicas, sino por con- gestuales empleadas por Piazzolla en esta
sucesión de sonidos y ritmos encadenados. cebirlas como una interesante fuente de obra, concebidas como emergentes sono-
Esta concepción permite concebir al gesto reflexión acerca de la construcción del lazo ros de la interacción con el texto poético.
musical como una inscripción en el material social, de los sustratos políticos que la sos- Para el logro de estos objetivos, parti-
sonoro que llegará a constituirse en la hue- tienen, de la conciencia de la subjetividad y mos de dos hipótesis principales:
lla de un proceso poiético. Pero para perci- hasta de la relación con lo sagrado. Piazzolla pone en funcionamiento
bir esta inscripción habrá que ir más allá de Por último, y en función del proceso de comportamientos musicales de los cuales
los enfoques estructuralistas, ya que éstos análisis que desarrollamos en este trabajo, derivan gestualidades vinculadas a la se-
se centran en las variables discretizables es importante señalar que del concepto mántica del texto escrito, a sus múltiples
que conforman el texto creado por el com- de gesto también emergen concepciones significaciones y simbolizaciones;8
positor. En cambio, un gesto musical se ins- perceptuales vinculadas a los aspectos en el texto, Borges construye una mi-
cribe en la materia sonora de maneras que expresivos del discurso musical.5 Conside- tología que narra acerca del origen del
no son evidentes en la partitura. ramos que una obra musical es expresiva tango y de Buenos Aires y tipos y arque-
Al integrar las perspectivas estructu- de diferentes emociones porque posee tipos9 sobre las figuras de los personajes
ralistas con las gestuales, podemos decir semejanzas con el comportamiento y con implicados en las narrativas tangueras en
que un posible enfoque metodológico de la expresión humana y porque puede lle- las que se despliega, en la singularidad de
análisis musical podría centrarse en el re- gar a mimetizar el parecer y el sentir ca- Buenos Aires, el mundo clásico universal.
corrido que va desde el estudio de los com- racterísticos de ciertas emociones. Dicho Las gestualidades musicales de Piazzola
portamientos sintácticos de los materiales de otra manera, la música puede articular pueden ser analizadas en el contexto de la
que construyen una obra musical hasta su ciertas emociones porque éstas tienen ca- construcción de esta mitología.
concepción como gestos. Percibir dichos racterísticas fisiognómicas que pueden ser
materiales en su dimensión gestual es, en enmarcadas musicalmente.6 Tales emocio-
definitiva, entenderlos como una continui- nes poseen ciertas analogías con aquellas Contexto poético-musical
dad discursiva que adquiere algún tipo de propias de las sensaciones humanas. Por
significación.4 ello podemos percibir, por ejemplo, que El poema “El Tango” forma parte del disco
A partir de estas consideraciones, cree- en nuestra cultura es posible establecer del mismo nombre, una obra compuesta
mos pertinente señalar que los campos de una vinculación entre las tipologías suave, por Piazzolla en la que aparecen una serie
significación que emergen de los materia- ondulante y delicada de la sensación o la de textos de Borges: “Milonga de Jacinto
les musicales concebidos como gestos no gestualidad corporal amorosa o entre las Chiclana”, “Alguien le dice al Tango”, “El
se construyen de una forma azarosa sino tipologías angulares, percusivas o hirien- títere”, “Milonga de Don Nicanor Paredes”,
que se asientan en convenciones cultura- tes de la sensación o la gestualidad corpo- “Oda íntima a Buenos Aires” y el cuento
les intersubjetivamente aceptadas en una ral agresiva. De este modo, se establecen “Hombre de la esquina rosada”.10 Si bien
determinada sociedad. Por este motivo, vinculaciones entre los significantes musi- esta obra puede ser analizada desde una
estudiar las obras musicales atravesadas cales, como las estructuras armónicas, los perspectiva narratológica –ya que en ella
por el mundo social al que pertenecen comportamientos rítmicos y melódicos, la se cuentan cosas, se relatan hechos, se
permite pensarlas no sólo como meras instrumentación, los registros, las dinámi- narran historias, se describen espacios
sintaxis sujetas a normativas sino como cas, etc., y las significaciones particulares, concretos y abstractos, míticos y sociales,
discursos instalados en un mundo cultural como la sensación de terror, de alegría o reales e irreales–, nuestro interés radica en
específico. En consecuencia, no tendrán de sensualidad que el oyente le adjudica a analizarla desde la perspectiva del género
un sentido estable, universal o fijo, sino esos significantes.7 canción para estudiar la interacción entre
que se les adjudicarán significaciones plu- Luego de esta breve introducción, nos la gestualidad musical y los procesos nar-
rales, móviles y serán construidas a partir abocaremos a investigar el entramado dis- rativos del texto poético.
del encuentro entre una determinada pro- cursivo de la obra “El Tango” con música A pesar de que se perciben gestualida-
ducción y su recepción, entre las lógicas de Piazzolla y texto de Borges, desde el des tangueras, resulta evidente que en
constructivas que le dan su estructura y punto de vista de la gestualidad musical “El Tango” Piazzolla exploró campos so-
las competencias y las expectativas de los como metáfora sonora de la semanticidad noros, formales, dinámicos, articulatorios,
públicos que se adueñan de ellas. Por este del texto poético. El enfoque metodológi- tímbricos y expresivos que se alejan de la
motivo, las obras musicales pueden ser re- co se fundamenta en un análisis gestual concepción compositiva del tango tradicio-

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a los del tango tradicional –en cuanto a una
organización formal tendiente a lo tradicio-
nal, estable, narrativo– y otros que propo-
nen una nueva estética sonora –basados
en comportamientos inestables, imprede-
cibles, no narrativos.

Análisis musical

La obra “El tango” comienza con una sec-


ción de 16 compases (organizados en 5 + 5
+ 6 compases) sobre un pedal de Ebm6/C
(o Cm5b7) y un diseño motívico de 4tas y
5tas a distancia de 2das menores entre el
Piazzolla, “El Tango”, c. 1a 5 bandoneón y el violín. La estructura rítmica
responde a la típica organización piaz-
zolleana, 3 + 3 + 2. Más que un compor-
nal. Y este alejamiento se debe no sólo a con pizzicati sobre la uña entre dos cuerdas. tamiento tonal, en esta sección inicial se
su original forma de resignificarlo, sino a La guitarra eléctrica imita al bongó, a sirenas percibe una referencialidad al acorde pedal
que el punto de partida de su construcción con efectos de glissé, agrega segundas me- y al diseño motívico citados. Desde este
está más ligado a la semanticidad del tex- nores y extraños efectos con las seis cuerdas lugar, la estructura formal se organiza en
to poético que a las lógicas constructivas al aire detrás del puente. El pianista golpea torno a la rearticulación del acorde y el dis-
del tango tradicional. En otras palabras, la con las palmas de las manos sobre las notas eño motívico de referencia en el compás 6.
música asume más el rol de vehiculizadora agudas y graves del piano y con el puño las Desde el punto de vista textural, la guitarra
de la semántica del texto poético que de notas más graves […]. Todos estos efectos eléctrica, el contrabajo y el piano organi-
reproductora de las lógicas tradicionales. son improvisados, por lo que de tal manera zan un plano estático, sobre la base de la
Esto puede deducirse de las palabras del se logra la introducción de la llamada música estructura armónica y rítmica mencionada.
propio Piazzolla: aleatoria en el tango.12 El violín y el bandoneón dinamizan por el
La música para el poema “El tango” de Jor- Piazzolla indica claramente cómo utilizar despliegue lineal de la célula motívica ba-
ge Luis Borges ha sido especialmente com- los instrumentos de forma no convencional sada en las interválicas de 4tas y 5tas, por
puesta obedeciendo y respetando su con- con la finalidad de obtener resultados so- la rítmica y las acentuaciones empleadas.
tenido. Esto me ha dado la oportunidad de noros percusivos. Pero, además, agrega en A pesar de esta dinamización, la ges-
experimentar con música aleatoria en todas la partitura indicaciones acerca de la sono- tualidad emergente, sobre la base de la
las partes de percusión.11 ridad que desea lograr: expansión de una misma entidad armónica
La obediencia y el respeto del conteni- güiro, caja, misterioso; imitar sirena, lamen- y rítmica y la insistencia sobre una misma
do del texto poético fue lo que le permitió tos; sonidos fúnebres, graves, acordes me- célula motívica, genera una percepción de
a Piazzolla explorar nuevas gestualidades nores, glissés; imitar güiro a piacere, como estatismo, de ausencia de temporalidad,
musicales basadas en comportamientos pelea; latigazos exagerados, como pelea, a de no direccionalidad discursiva. Es un
aleatorios y articulados en formas no con- piacere; tambor; un latigazo agudo y uno gra- aquí y un ahora atemporal; no prevé un
vencionales de ejecución instrumental. ve; tocar las cuerdas una por una o arpegiar- punto de llegada, no articula el concep-
Este mismo autor fue quien explicó cómo las; sonidos o ruidos imitando cuchilladas.13 to de movimiento hacia que emerge de la
introducir el mundo de la música aleatoria De esta forma, el compositor inserta en escucha de las estructuras tradicionales.
no sólo al ámbito de su quinteto instrumen- la obra una zona de aleatoriedad impro- El comienzo de la segunda sección pudo
tal, sino como propuesta estética al ámbito visada entre secciones organizadas to- haberse articulado en algún otro instante,
del tango. nalmente que resignifican las estructuras posterior o anterior; su inicio en el compás
El violín produce distintos efectos percusi- tradicionales del tango y las subordinan, 17 es producto de cierta aleatoriedad y no
vos golpeando con el anillo sobre la punta como se verá más adelante, a las significa- de una consecuencia estructural previa. El
de su mango pizzicatos con glissé, imita ciones del texto poético. Desde este lugar, gesto musical sugiere, entonces, un discur-
a una sirena mediante el glissé sobre las una escucha global de la obra nos permite so único, reiterativo, intemporal y cerrado
cuerdas, imita a la lija con la punta del arco percibir la tensión dialéctica que se produ- en sí mismo, que anticipa, metafóricamen-
(comienzo) detrás del puente y a un tambor ce entre los rasgos estructurales similares te, aspectos semánticos del texto poético.

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Un arrastre en la voz grave del piano da
lugar a la yuxtaposición de una segunda
sección de 24 compases organizada en 8 +
16. Esto da inicio al tango, a lo conocido,
a la referencia discursiva. En esta segunda
sección (c.17 al 40) se organiza un discurso
tonal que adquiere mayor relevancia al en-
contrarse yuxtapuesto a las características
discursivas de la sección anterior. Basada
en la secuencia armónica II7-V-I dentro de
la polaridad LaM-Fa#m y en una textura,
organización rítmica, acentuaciones y es-
tructura formal del tipo ABA,14 remite a las
gestualidades tangueras tradicionales. En
esta ocasión aparece la temporalidad, hay
direccionalidad, hay tango. Pero el interro-
gante que surge es: ¿hacia dónde se dirige
esta sección? Y la respuesta no se hace es-
perar: hacia una incertidumbre, hacia una
pregunta, hacia lo indeterminado.
En la tercera sección (c. 41 al 80) Piaz-
zolla explora ese mundo de sonoridades
aleatorias mencionadas anteriormente. Si
bien ya en la primera sección emplea pro-
cedimientos no ligados a la tonalidad tra-
dicional, en ésta se aleja definitivamente
de dichos procedimientos. En principio, es
interesante percibir aquí el marcado con-
traste discursivo con la sección anterior, lo Piazzolla, “El Tango”, c. 41 a 44

cual realza su gestualidad aleatoria. Al es-


tar más ligada a ciertas lógicas tangueras,
la gestualidad previsible de dicha sección de alturas tritonal. Indicaciones expresivas Piazzolla subraya, magistralmente, el cli-
acentúa marcadamente la indeterminación como “imitar sirenas; misterioso; sonidos ma del texto con una gestualidad musical
de esta tercera sección. fúnebres, graves; lamentos; latigazos exa- basada en los elementos mencionados, en
A partir del c. 41 –y a pesar de percibirse gerados, como pelea, a piacere, imitando un registro grave, intensidad piano y con
en el bajo el fa# como tónica– comienza un cuchilladas”15 (gestualizado con clusters una búsqueda sonora misteriosa, fúnebre
tipo de discurso musical basado en el in- ascendentes y descendentes en el piano), y lamentosa, contribuyendo a esto el uso
tervalo tritonal do-fa#. La insistencia sobre contextualizan el comienzo del poema. de sonoridades percusivas, de sirenas y
esta interválica hace que se perciba como Es interesante observar como Piazzo- glissandi.
una sonoridad en sí misma y que pierda el lla construye con estos elementos gestos La pregunta se reitera:
sentido de tensión direccional o de sonidos musicales cuyos rasgos internos permiten ¿Dónde estará (repito) el malevaje,
sensibles, como se lo concibe en los con- resaltar factores importantes de la trama que fundó en polvorientos callejones
textos tonales tradicionales. Es decir que el verbal. de tierra o en perdidas poblaciones,
concepto tradicional de tónica, concebido ¿Dónde estarán?, pregunta la elegía la secta del cuchillo y del coraje?
culturalmente como un lugar de reposo, de de quienes ya no son, como si hubiera ¿Dónde estarán aquellos que pasaron
resolución de tensiones, de llegada narrati- una región en que el Ayer pudiera dejando a la epopeya un episodio,
va, de referencialidad, se resignifica como ser el Hoy, el Aún y el Todavía.16 una fábula al tiempo y que sin odio,
una sonoridad cargada de expectativas, La pregunta con la cual se inicia el tex- lucro o pasión de amor se acuchillaron?
sombría, iniciadora de un proceso ambi- to no sólo instala el concepto de no-lugar, Los busco en su leyenda, en la postrera
guo, sin destino, eternamente abierto. sino también de indeterminación y de brasa que, a modo de una vaga rosa,
Fuertes contrastes dinámicos (p-ff-pp), atemporalidad, temáticas que fueron muy guarda algo de esa chusma valerosa
texturales y acentuales se suman a la lógica frecuentes en la producción borgeana. de los Corrales y de Balvanera.17

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Es la pregunta por los muertos, por ese sección a la cual se le yuxtapone otra con- Pero dentro de ese contexto una melo-
malevaje –fundador de la secta del cu- trastante (a partir del c. 95) no ligada a las día de violín surge con nitidez como una
chillo y del coraje– que, en esta instancia consecuencias del comportamiento tonal. figura recortada, ondulante, que busca
del poema, Borges ubica en un no lugar. Esta quinta sección se organiza en torno a emerger, resabio de melodías tangueras.
Pero también es la pregunta mitológica, la sonoridades verticales de 5tas y 4tas sobre Y luego aparece un gran crescendo donde
pregunta llevada a un plano universal, la Re y luego sobre Fa que dan sustento a un todo el quinteto contextualiza una figura
que nos remite a los dioses griegos. Pero solo de violín. Toda la intensidad pianissi- melódico-rítmica alrededor de la tríada de
mientras éstos tienen un lugar definido, el mo de esta sección concluye en un cres- DoM, deteniéndose durante un compás
Olimpo, el malevaje, esos muertos, no lo cendo y una textura desplegada por todo sobre ella, generando expectativa, tensión,
poseen: sólo perduran en el tango. Y ahí el quinteto que desemboca sobre la tríada pregunta. Este tipo de gestualidades pue-
los busca Borges, en esa leyenda que es el de DoM. den evocar, por ejemplo, aquellas sonori-
tango, que es la “postrera brasa”, que es el La cuarta sección contextualiza otras dades convencionalizadas que acompañan
último vestigio. preguntas: narraciones ligadas al logro de una meta
En ese malevaje hay epopeya (porque ¿Qué oscuros callejones o qué yermo anhelada, la salida de alguna situación
son héroes) y hay fábula, y narrativa, y del otro mundo habitará la dura de incertidumbre o la superación de algún
tiempo. Pero también hay ironía. Ese male- sombra de aquél que era una sombra conflicto. Y ahí se articula definitivamente
vaje que se acuchilla “sin odio, lucro o pa- oscura, la respuesta a la pregunta inicial.
sión de amor” se opone a los héroes de la Muraña, ese cuchillo de Palermo? Aunque la daga hostil o esa otra daga
epopeya clásica de La Ilíada, para quienes, ¿Y ese Iberra fatal (de quien los santos el tiempo, los perdieron en el fango,
precisamente, el odio, el lucro o la pasión se apiaden) que en un puente de la vía hoy, más allá del tiempo y de la aciaga
de amor eran motivos de enfrentamiento. mató a su hermano el Ñato, que debía Muerte, esos muertos viven en el tango.20
Sonoridades ff imitando cuchilladas, la- más muertes que él y así igualó los Es en el tango donde esos muertos, ese
tigazos exagerados como pelea, el piano tantos?18 malevaje, sigue viviendo. Es ahí donde so-
articulando clusters breves ascendentes Las gestualidades musicales articulan breviven no sólo a la muerte sino a “esa
y descendentes alternados rítmicamente sonoridades oscuras y estructuras armó- otra daga” que es el tiempo y el olvido. Y,
con ambas manos en un registro agudo nicas concebidas como sonoridades en paradójicamente, Borges no los encuentra
que sugiere cuchilladas rápidas en el aire, sí mismas, sin ningún sentido de tensión en el texto, en la letra, sino en la música y,
contextualizan el ámbito narrativo del texto direccional, estáticas, graves; un ascen- más precisamente, en la música de la mi-
poético. Son las homologías sinestésicas so y descenso escalístico y un despliegue longa. Mientras recordaba los tangos de
culturalmente convencionalizadas que triádico ascendente contextualizan a los Arolas y de Greco encontró la respuesta a la
permiten que Piazzolla utilice esos efectos “oscuros callejones”, inhabitados, “del pregunta planteada en la primera estrofa:
sonoros para denotar “cuchilladas, latiga- otro mundo”. El texto, enriquecido con me- En la música están, en el cordaje
zos, peleas”. Pero esto ya no es tango en táforas, epítetos y sinécdoques retóricas, de la terca guitarra trabajosa
el sentido tradicional del término. Sólo per- recuerda al Dante de la Divina Comedia. Y que trama en la milonga venturosa
manece cierta vinculación por medio de los la presencia de ese Iberra fatal que mató a la fiesta y la inocencia del coraje.
materiales rítmicos-melódicos y de la tím- su hermano el Ñato –narrado, luego, en el Gira en el hueco la amarilla rueda
brica. Este es el mundo del texto de Borges poema “Milonga de los dos hermanos”– re- de caballos y leones y oigo el eco
sonorizado, gestualizado musicalmente, cuerda la historia de Caín y Abel. de esos tangos de Arolas y de Greco
metaforizado con sonidos. Las estructuras de 4tas y 5tas sobre Re que yo he visto bailar en la vereda.21
La tercera sección se interrumpe abrup- y Fa que sostienen la quinta sección duran- Piazzolla, precisamente, utiliza la pala-
tamente y luego de dos compases de si- te 18 compases nuevamente generan una bra “tango” para iniciar una quinta sección,
lencio un acorde G#m9/C inicia una cuarta sonoridad estática, atemporal, no direccio- donde articula ese ritmo de milonga. Y es
sección (c. 81 al 115). Expandido estática- nal. Es la sonoridad de la atemporalidad en este ritmo que se resuelve la expectati-
mente durante dos compases a cargo del del olvido. Es la mitología de los puñales va que dejó la sección anterior. No es una
contrabajo y la guitarra, dicho acorde se que se pierde en el tiempo, que se anula resolución tonal; es una resolución dis-
mantendrá luego como una estructura en ese olvido porque no hay nadie que la cursiva en términos de tensión-distensión
pedal basada en dos planos rítmicos dife- cuente; apenas un asomo en alguna noticia que acompaña la resolución narrativa. Pero
rentes y sobre la cual el piano, el violín y el policial. tampoco aquí estamos frente a una milon-
bandoneón inician una escalística de sol# Una mitología de puñales ga tradicional. No es “Jacinto Chiclana”
dórico ascendente y descendente en su lentamente se anula en el olvido; que, según Piazzolla, es uno de “los temas
propio ámbito rítmico. Un diseño melódico una canción de gesta se ha perdido simples de esta grabación”.22 Esta Milonga
basado en el acorde de G#m7 cierra esta en sórdidas noticias policiales.19 está fundada en una gestualidad de la mi-

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longa, no en su estructura “simple” y con- el contrabajo señala un andar en negras, esta controversia se da porque su mundo
vencional. Y dicha gestualidad está basa- acentuando el 1er y 3er pulso y los demás sonoro, si bien está enraizado en el tango,
da, fundamentalmente, en su célula rítmica instrumentos van desapareciendo. Es el también se encuentra atravesado por otros
y en las funciones armónicas de IV-V-I que gesto del andar del malevo, que se aleja lenguajes provenientes del mundo aca-
no articulan las sonoridades tradicionales y se interna nuevamente en el tiempo y en démico y por otros géneros de la música
fundadas en estructuras triádicas y con la memoria. No hay final; sólo un recuerdo popular. Paradojalmente, es tango no sién-
séptimas. Están resignificadas por la arti- venturoso, quizás entusiasta, ilusionado dolo. Es música de Buenos Aires pero con
culación de estructuras acórdicas paralelas por un pasado que retorna. Pero también raíces tangueras y milongueras. Son ges-
por 2das y 4tas y por un diseño melódico está el destino del hombre, fatal, inelu- tos tangueros resignificados, atravesados
que es emergente de ese paralelismo y no dible; el destino de un hombre que sólo por sonoridades del género en lucha con
como un plano diferenciado del tipo melo- “dura menos que la liviana melodía”. Y la otros lenguajes y estilos. En este sentido,
día con acompañamiento. música se va “deshaciendo”, desaparece; encontramos en Piazzolla la maravillosa
Evidentemente, la organización interna sólo perdura un contrabajo, articulando paradoja de la historia: la permanencia en
de esta sección está atravesada por otra una forma abierta, sin final, suspendido, los cambios.
estética, por otras significaciones. Es sólo desvaneciéndose, como retornando al En definitiva, en esta obra (como en
en su estructura externa, en la tímbrica, en tiempo del cual partió. casi toda su obra), Piazzolla no se basa
ciertos gestos acentuales, en las corres- Quizás esta nueva resignificación del en las relaciones significante-significado
pondencias motívicas y fraseológicas, que tango haya sido posible sólo en un Buenos articuladas en el tango tradicional, sino
podemos remitirnos a la milonga. No están Aires de la década del 60, que empezaba a que construye nuevas relaciones, nuevos
los componentes socialmente aceptados transformarse en lo que es hoy: una metró- signos. Somete a los significantes tradi-
de una verdadera milonga; es solamente polis cambiante, contrastante, extrovertida cionales a una nueva significación a partir
un eco, un sabor perdido y recuperado en e introvertida a la vez. Una música acepta- de los símbolos, mitos y ritos del texto. La
su rítmica y en su estructura formal. Nue- da por una clase media, por profesionales, vinculación texto-música no se establece
vamente, aparece la mirada renovadora de intelectuales y estudiantes provenientes a partir de significaciones preestablecidas
Piazzolla, sus nuevas estéticas elaboradas de una universidad politizada. Una socie- –como una suerte de correlato apriorístico
a partir de su saber académico. dad interesada por lo innovador y lo pro- entre palabras y sonoridades específicas–,
Sin embargo, esos recuerdos son sólo gresista. sino a partir de una construcción cultural,
instantes que alcanzan a recuperar lo per- Lo que se ha puesto en duda –contro- intersubjetivamente aceptada y basada en
dido: versia que aún permanece en los círculos homologías sinestésicas y en arquetipos
En un instante que hoy emerge aislado, tangueros–, es su adhesión al género musi- culturales. La música de Piazzolla no sólo
sin un antes y después, contra el olvido cal tango. Pero lo que no puede negarse es revitalizó al género tango sino también a su
y que tiene el sabor de lo perdido, que la asociación de la música de Piazzolla capacidad simbólica. En esta obra (como
de lo perdido y lo recuperado.23 con la ciudad de Buenos Aires es un hecho en las del ciclo de canciones a la cual per-
Se inicia una última sección, alrede- irrefutable. El mismo Piazzolla ha dicho que tenece) es factible explorar la tradición, la
dor de un sombrío do#m. Piano y guitarra su música es música de Buenos Aires. Y de modernidad, la vanguardia, lo universal,
conducen una nostalgiosa melodía, en un esta forma evita, elegantemente, seguir lo simbólico, lo ritual, lo mitológico, como
registro grave al que se le superponen so- vinculado a los aspectos tradicionalistas factores que han construido una nueva es-
nidos acentuados, aislados y articulados del género tango y trascender la oposición tética del tango. Una estética que reinter-
en 8vas descendentes, que recuerdan los tradicionalistas vs. renovadores. Pero de lo preta los contenidos previos, otorgándole a
gestos vocales quejumbrosos de los madri- que no puede escapar es de su historia tan- los nuevos significantes la representación
gales renacentistas. guera y de su inserción en un conflicto más de los viejos significados y erigiéndose en
El discurso musical se desvanece; sólo universal: el de tradición vs. modernidad. Y símbolo del urbanismo de Buenos Aires.

Notas Cultura de la Nación, en el período 2010-2013. musical es posible entender “el universo de opiniones,
1 Este artículo se desprende del texto “Reflexiones en 3 La posibilidad de realizar una lectura del lenguaje mu- emociones, imaginaciones, conductas corporales efec-
torno a la gestualidad musical”, presentado en las II sical tonal desde una perspectiva gestual se puede tivas o virtuales, valoraciones estéticas, comerciales o
Jornadas de Investigación en Disciplinas Artísticas Pro- encontrar en las producciones de teóricos como Robert históricas, sentimientos de identidad y pertenencia […]
yectuales (JIDAP), FBA, UNLP, 2006. Hatten, Alexandra Pierce, David Lidov, Roland Barthes, relaciones de una música con otras músicas, obras o
2 Los autores forman parte del Proyecto de Investigación Kofi Agawu, Wye Allanbrook, Sandra Rosenblum, Wil- géneros, y con diversas partes de sí misma, etc. que
“Aspectos gestuales en la música tonal”, enmarcado en son Coker, Ernst Kurth y Eero Tarasti, entre otros. construimos con y a partir de la música”. Ver: Rubén
el Programa de Incentivos del Ministerio de Educación y 4 De acuerdo con Rubén López Cano, por significado López Cano, “Semiótica, semiótica de la música y se-

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miótica cognitivo-enactiva de la música. Notas para un precisión o completamente explicado. Ni se puede es- ña la versión de esta obra en Borges y Piazzolla. Tangos

manual de usuario”, 2007. perar definirlo o explicarlo. Cuando la mente explora el y Milongas [CD], Milan Sur, 1996. Álbum producido por

5 “Consideraciones en torno a la significación expresiva símbolo se ve llevada a ideas que yacen más allá del Alejandra Kaufman y Emmanuel Chamboredon para

del discurso musical tonal”, V Jornadas de Intercam- alcance de la razón. La rueda puede conducir nuestros Editions Milan Music. Intérpretes: Quinteto de Daniel

bio artístico, Instituto Universitario Nacional de Artes pensamientos hacia el concepto de un sol divino, pero Binelli junto con Jairo y Lito Cruz.

(IUNA), 2007. en ese punto, la razón tiene que admitir su incompe- 12 Ibídem.

6 Peter Kivy señala que un fragmento musical no es una tencia”. Ver: Carl G. Jung, El hombre y sus símbolos, 13 Estas indicaciones aparecen en la partitura original y

expresión de sino que es expresivo de. Al referirse al ini- 1957, p. 19. son propuestas por Piazzolla.

cio de Lamento d´Arianna, de Monteverdi, sostiene que 9 De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Espa- 14 Estas referencialidades remiten a un tipo de organiza-

es expresivo de la emoción tristeza porque es posible ñola, los arquetipos son imágenes o esquemas congé- ción musical que puede considerarse como fundante de

percibir algunos de sus rasgos como “estructuralmente nitos con valor simbólico que forman parte del incons- lo que se conoce como sistema tonal, y es muy frecuen-

similares a aquellos de nuestra voz”, cuando expresa ciente colectivo”. Estas imágenes “fueron llamadas por te encontrarla en canciones populares. En los tangos

esa emoción. Ver: Peter Kivy, Sound Sentiment, 1989. Freud ‘remanentes arcaicos’; la frase sugiere que son tradicionales podemos hallar este tipo de secuencias

7 Las vinculaciones que pueden establecerse entre cier- elementos psíquicos supervivientes en la mente humana armónicas y organizaciones formales que se instalan

tas sonoridades o significantes musicales, y las sensa- desde lejanas edades. […] Forman un puente entre las como lógicas compositivas características.

ciones o gestualidades corporales que percibe un oyen- formas con que expresamos conscientemente nuestros 15 Indicaciones expresivas de Piazzolla en la partitura

te, es decir, las significaciones particulares, se fundan pensamientos y una forma de expresión más primitiva, original.

en lo que se conoce como homologías sinestésicas. más coloreada y pintoresca. Esta forma es también la 16 Jorge Luis Borges, “El Tango”, 1964, p. 36.

Este concepto nos lleva a considerar metafóricamente que conmueve directamente al sentimiento y la emoción. 17 Ibídem.

un como si implícito en el sentido, por ejemplo, “esto Estas asociaciones históricas son el vínculo existente 18 Ibídem.

suena como si llorara” o “esto suena como si alguien entre el mundo racional de la conciencia y el mundo del 19 Ibídem.

caminara”. instinto”. Ver: Carl Jung, op. cit., 1957, p. 21. 20 Ibídem.

8 Según Clifford Geertz las significaciones se encierran en 10 Astor Piazzolla y Jorge Luis Borges, El Tango, editado 21 Ibídem.

símbolos y estos se plasman en mitos y ritos conexos. por el diario La Nación. Fabricado y publicado por La 22 Los otros son “Alguien le dice al tango” y “El títere”. En

Ver: Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, Laida Editora S.R.L. bajo licencia Universal Music Ar- este caso, lo “simple” remite a su condición de milon-

1991. Al respecto, Carl Jung expone: “Una palabra o una gentina S.A. Versión original. Intérpretes: Astor Piazzo- ga tradicional, a una “milonga guitarrera, o sea, el tipo

imagen son simbólicas cuando representan algo más lla y El Quinteto Nuevo Tango, con Edmundo Rivero y de milonga improvisada”, según los dichos del propio

que su significado inmediato y obvio. Tiene un aspecto Luis Medina Castro. Piazzolla.

inconsciente más amplio que nunca está definido con 11 Este comentario aparece en el cuadernillo que acompa- 23 Jorge Luis Borges, op. cit., 1964, p. 36.

Bibliografía
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curso musical tonal”, en Actas de las V Jornadas de Intercambio Artístico, Buenos Aires,
Instituto Universitario Nacional de Arte, 2007.
__________ “Reflexiones en torno a la gestualidad musical”, en Actas de las 2º Jornadas de
Investigación en Disciplinas Artísticas y Proyectuales (JIDAP), La Plata, FBA, UNLP, 2006.
BORGES, Jorge Luis: El otro, el mismo, Buenos Aires, Emecé, 1964.
GEERTZ, Clifford: La interpretación de las culturas, México, Gedisa, 1991.
JUNG, Carl: (1957) El hombre y sus símbolos, Barcelona, Luis Caralt Editor, 1977.
KIVY, Peter: Sound Sentiment, Philadelphia, Temple University Press, 1989.
PARRET, Herman: De la semiótica a la estética, Buenos Aires, Edicial, 1995.

Fuentes de Internet
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[En línea] http://semioticon.com/sio/courses/musical-gesture/role-of-semiotics/ [Con-
sulta: 14 de junio de 2011].
LOPEZ CANO, Rubén: “Semiótica, semiótica de la música y semiótica cognitivo-enactiva
de la música. Notas para un manual de usuario”, en lopezlezcano.net, 2007 [En línea]
http://lopezcano.org/Articulos/Semiotica_Musica.pdf [Consulta: 14 de junio de 2011].

44 ARTE E INVESTIGACIÓN 8 SERGIO BALDERRABANO/ ALEJANDRO GALLO/ PAULA MESA

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