POEMAS DE AMOR Y DESAMOR
L CCCXII
Mirando ya por la noche
la luz de las estrellas,
me parece que brilla ella
y que su susurro se oye...
Creo que es la que más destella
de entre las del horizonte,
y con su luz lo recorre buscando
lo que para ella es de más
importe:
busca para ella...¡otra estrella!
(Año 1979)
CXII
Clava mil espinas en mi corazón,
y no tendré dolor
como el que da tu amor.
CXLIX
No me importa decir
lo mucho que te quiero
aunque no sea para tí
ni lo peor del mundo entero.
CLXXXVIII
Quisiera derribar el puente que
hay
entre querer y poder,
pero como es un querer
nunca lo llego a hacer.
Dulce destino el mío:
hacer poemas de amor
para dártelos a oscuras
sin que sepas que soy yo.
Dulce destino el mío:
morir por tí de amor;
perder en una mirada tuya...
el corazón.
CCCXIX
Prefiero un buen corazón
a cualquier cara bonita,
pero es que tú...¡qué delicia!
tienes mucho de los dos.
(Año 1980)
CCCXXX
Sin tu amor me muero...
díme un "te quiero".
DLVIII
En la esfera de tus ojos
una cárcel me soñé;
en el color de tus labios,
unos besos de miel.
En el oro de tu pelo
un ídolo fabriqué;
en tu silencio, el amor,
que nunca podré tener.
 CCCV
Encuentro un blanco papel
y mi mano lo recoje;
pienso, escribo un poema,
y debajo de el... tu nombre.
CCCXCIX
No me olvides en tu vida...
yo olvidaría vivir;
díme antes una mentira
aunque no sepas mentir.
CDVIII
¿Sabes qué es una mentira?
es decir una verdad
que no lo ha sido todavía...
CDXLVI
Rebusqué en un libro
la palabra beso:
"tocar con los labios..."
¿verdad que es más que eso?
CDLXXV
Como el mar por viento agitado,
siento la sangre por mis venas;
como un río acaudalado,
así son, señores, mis penas.
CDLXXXVIII
Sólo lloro por tí
porque te quiero;
mientras, tú eres feliz...
DLIX
Suspiro del corazón
en el mirar de unos ojos
que en lo oscuro resplandecen
y en la lágrima, el enojo.
Su brillo está apagado,
igual en noche que en día,
y aunque lucen dulcemente
no sonríen todavía.
Su palabra es muy triste
y la quiere acallar,
pero sólo el labio puede;
una mirada... jamás.
DXCVII
El instante de morir
un suspiro en el labio;
el instante de encontrar
al amor en el barro.
El aspecto no es nada,
no calles tu corazón...
si tu alma te aclama
ve a donde te llama
y dale dulce tu amor.
(Año 1981)
MDCLXV
Mis versos repiten una y otra vez
que es más de lo que resisto;
que me siento impotente
al ver tan fuertemente
mi corazón a tí rendido.
¿Por qué te quiero?
MCCCLXIX
Tú sentías lo que yo
y hasta hoy no lo he sabido;
¡qué terrible es el amor,
que siempre hace al corazón
coger el peor camino!
(Año 1982)
MDXXXV
A veces, teniéndote entre mis
brazos,
quisiera decirte que te quiero,
mas las palabras se ahogan
entre ellas, sin yo quererlo.
Te miro, y creo ver en tus ojos
algo que me anima y me pide
aquello que quisiera decirte,
mas nunca encuentro el modo.
A veces, y es con frecuencia,
desatas en mí deseos sin igual,
mas yo no sé si darles rienda
suelta
o como hago, disimular...
MDCLX
Me haces falta...
¡no sabes cuánto!
pues eso ni yo mismo lo sé...
estoy por tí esclavizado.
Te necesito...
siento que eres tú
quien puede salvarme
dándome una luz
MDCCX
Cariño, sigues siendo para mí
como el rosado vino de una cena
romántica, de suave placer llena;
de dulce sabor, cálido y francés.
Me sigues pareciendo aún, así,
a pesar de que traes siempre
penas
a mi penosa vida, pues si queda
en mí alegría, sólo es por tí.
Hoy recuerdo aquel día en que
pensé
que tu amor me daría mis deseos,
y no me vuelvo atrás de tal querer.
Aún sigues siendo para mí, ese
fuego
que alimenta a mi alma, como
ayer,
y a mi pesar, te sigo queriendo.
(Año 1983)
MDCCLVII
El amor es darlo todo por alguien,
serlo todo por quien amas;
y ser fiel si vienen males,
pues siempre debes acordarte
que si en el amor no das todo,
no das nada...
MDCCLVIII
Las rosas también tienen
espinas...
su dulzura puede verse apagada
si el tacto no ha sido hábil
y una queda clavada.
que seguir sin preguntarme.
Te adoro...
como si fueras un Dios
al que debiera mi existencia;
como si andara mi corazón
tan sólo por tu presencia.
Te quiero...
porque, ¿cómo no has de querer
a quien apaga tu sed
y te da un motivo para vivir?
MDCLXXXIV
Trato de no pensar en tí,
de hacerme creer a mí mismo
que no me haces falta,
que no te necesito,
que puedo ser feliz sin tenerte,
que nada sin tí, es distinto.
Mas no dejo ni un sólo momento
de recordarte, y desear
que vuelvas a mi lado;
no puedo controlar
estar de tí enamorado
y echarte tanto a faltar.
Trato de no pensar en tí,
pero sólo lo consigo
unos segundos que distraído
dedico a mentir...
MDCCXI
No es que le encuentre
a la vida un motivo
cuando estoy a tu lado:
es, simple y llanamente,
que me olvido de buscarlo.
MDCCXIII
Leí algo ésta mañana
a lo que doy la razón:
"que es más bello amar
sin sentirse compensado,
que sabiendo su amor;
que es más fácil dar
sabiéndote pagado,
que sin tener ese don;
que una cosa es responder,
y otra amar sin saber
si es pagado el corazón."
Leí algo ésta mañana
que sin duda, pienso yo.
MDCCLXXVII
No pienses que un silencio
siempre quiere decir un olvido:
uno y otro no es lo mismo,
pues aún te recuerda el alma.
Tú no me has escrito
y yo tampoco;
ambos hemos seguido
el mismo camino:
callar, y no olvidar
en lo más hondo.
MDCCCL
Te quiero, y no me pagas
con la misma moneda,
pues mis billetes de amor
te doy a cambio de un talón
sin fondos en la cuenta.
 MDCXCVIII - Soledad
Cuando más solo me siento
es al caer sobre el día, la noche;
cuando la suavidad de la sábana
me abraza con su roce
y hace sentirme como en un
sueño.
Sólo entonces despierto
al mundo en que vivo,
y me doy cuenta de cómo
imagino
en cada toque, un abrazo;
en cada mirada, un guiño;
un beso en cada labio.
El ciego que quiere ver el sol
al final logra verlo en su alma;
logra verlo en su corazón,
pero su mente se engaña.
Veo abrazos, guiños y besos,
pero sólo como el ciego
que el sol no puede ver;
cuando es tan grande el
sentimiento,
sin ser verdad, lo llegas a tener.
Pero siempre tropiezas en la
oscuridad,
y esa es la luz que te despierta,
que te hace volver, a tu pesar,
a esa verdad que del sueño te
aleja.
Tengo un amor, y estoy solo;
le compartí mi corazón, y ya no lo
noto;
sólo le oigo gritar por las noches
su soledad y falta de cariño;
sólo me llora desde entonces...
Tengo un amor, y sin embargo,
estoy solo.
MCMLXXIX
Descansando en mi lecho
oyendo la lluvia caer
estoy...
Solo, con mis pensamientos,
- quizás despierto en un sueño
o dormido en un momento
que existe en realidad -
Unos versos, un recuerdo,
algo que no sé si olvidar;
una imagen a lo lejos,
un interno palpitar.
Quizás despierto en un sueño
viendo el tiempo pasar;
la lluvia cae afuera...
oigo las gotas tocar
el suelo en su caída.
Descansando en mi lecho,
aguardando unos minutos
para volver a soñar.
MCMXCII
Mujer...
¡qué lejos queda
el sol cuando anochece
y no lo ves en la luna!
Sueño, y siempre apareces
en el cielo de mi vida,
sin embargo, estás tan lejos
que quizás nunca amanezca de
nuevo
y despierte en una noche
de oscuridad eterna.
Mujer,

MDCCCXXXII
Es tan fácil sonreir con los labios
que cualquiera puede hacerlo,
pero mira en sus ojos:
no hace falta llorar...
es más triste el destello
que no se puede evitar.
Es tan fácil sonreir con los
labios...
pero mira en sus ojos:
no es fácil con ellos disimular.
MDCCCLVI
Sé que me quieres
aunque diga yo lo contrario:
sólo es que quisiera
despertar en tí, la ambición
de quererme un poco más
cada día, cada minuto;
hacerte ver la realidad
del amor que con mis fuerzas
no puedo ya controlar.
Yo sé que me quieres,
pero sé también que puedes
quererme mucho más:
sé que algo en tí
no te deja avanzar
y te retiene...
No te deja encontrar
lo que quizás en el fondo, sientes,
y que yo ya no puedo controlar;
Yo sé que me quieres...
¡quiéreme mucho más!
¡qué lejos queda
el sol cuando anochece
y te cansas de soñar!
(Año 1984)
MMLXXI
Llegas en buen momento
a hacer florecer lo desolado:
el invierno fué crudo...
debes con tu dulzura aflorarlo.
MMCXXVII
No sé volver a estar
sin tí, tras haber pasado
aquel poco tiempo juntos
cuando nos reencontramos.
Mis horas llenaste
con un soplo delicado,
y ahora es esa brisa
la que mueve, muy despacio,
los segundos en un tic-tac
casi eterno, descuidado,
haciéndome perder la paciencia,
haciéndome sentir olvidado
por la alegría de estar contigo;
dejándome en tristes manos.
Vuelvo a estar sin tí...
aún recuerdo la despedida
fría y triste aquella noche,
y ha pasado toda una vida
que sin tí, no supe llenar.
No sé volver a estar
sin tí, tras haber pasado
juntos lo mejor de mi vida;
sólo tú eres real entre las mentiras
de un mundo desquiciado,
 MCMXXVI - Marián
Hacía ya mucho tiempo
que no encontraba nada
inspiración de mis versos,
y despertaste mi alma.
Yo fuí claro, y tu silencio
habló por mil palabras
vanas, llevadas por el viento...
Yo sabía que acababa
todo en el mismo comienzo,
pero eso no importaba:
no debe callarse un sentimiento.
MMCXXIV
Bebí una lágrima salada
de tus ojos, con dolor,
y en fondo de mi alma
se unió a las que quedaban
escondidas en mi corazón.
MMCXXV
Nunca supe tan seguro
que me amaban y que amaba;
lo adivino en sus ojos,
los ví brillar cuando lloraban
por nosotros, y eso fué amor.
Ella es mi esperanza
de ser feliz en el mañana;
ella hace latir mi corazón
más deprisa con su mirada,
y nunca supe tan seguro
de nadie, que me amara
como tú en cuerpo y alma;
eres la razón de mi mundo,
el sol de mi interior.
y no quisiera verte morir
enterrada entre ellas
como una más.
Quiero que seas para mí,
y hagas que olvide mis penas;
nunca te quiero olvidar.
MMCLXIII - Caminos
equivocados
Siempre fuí feliz a tu lado,
riendo cuando reías,
callando cuando callabas
y en tus labios la sonrisa
quedaba muda y olvidada.
He sido feliz aún y cuando
yo creía olvidarte,
o pretendía intentar
algo como ello, tan absurdo:
estabas en mí al tropezar
en cada chica que al mirar
creía descubrir un mundo...
estabas en mí al soñar,
y despierto, cada minuto.
Pero sé que para ser feliz
debo a veces escapar
de tu lado, para luego
descubrir que mi corazón
aún está en tus manos;
sé que debo sentirme libre
y nunca, a tí encadenado;
sé que debo seguir conociendo
caminos equivocados...
MMCCXCIII
Por primera vez en mucho tiempo
me siento en verdad enamorado,
y sólo ahora veo, mirando atrás,
cuántas veces me he engañado
a mí mismo, en el deseo
 MMXCII
Amando sin ser amado,
y sabiendo que ama
a otro en mi lugar,
mi recuerdo le pertenece:
mi vida y mis sueños
me ha quitado su sonrisa
en un soplo.
Pensar en ella me enloquece;
no sé callar el deseo
que me hace oírla en la brisa:
si...¡la oigo!
susurra que me quiere,
y cuando lanza sus besos
siento que mi alma se agita
y estoy loco...
Veo su cara sonriente
brillar ante mi espejo,
y sé que es mentira
en el fondo;
la quiero, y soy consciente
de que su amor fué un juego
en el que perdí la vida.
Caí en un pozo
del que no puedo
y no quiero salir;
en el que quisiera morir
si no es su llave
la que abra mis cadenas.
Mi vida y mis sueños
son sólo suyos:
vivo del deseo
hacia ella, de amarla,
de soñar recorrer su cuerpo
desnudando con mis labios
cada parte de su piel,
y quizás nunca pueda
volver a tenerla entre mis brazos.
Mi recuerdo le pertenece
como ella a mí, en el ayer;
de sentirme amado por los demás.
En mucho tiempo de errores
y falsos sentimientos,
dolor y desespero
en días grises y eternos
que nunca podría olvidar.
Me siento en verdad enamorado;
enamorado de tí
y lo que tú representas:
la luz en la oscuridad,
la mano que se extiende
para salvar a quien se hunde
en sus propios sentimientos
cuando empieza a ser muy tarde.
Y sólo ahora veo, mirando atrás,
que perdí las esperanzas
y no creí que fuera verdad
que alguien como tú
quisiera hacerse realidad
desde mis más íntimos sueños.
Cuántas veces me he engañado
a mí mismo, en el deseo
de ser feliz por la necesidad
de serlo que siento...
sentirme amado por los demás
como una enfermedad
que sólo sufro si no tengo;
que sólo tú puedes curar.
Por primera vez en mucho tiempo
me siento en verdad enamorado,
y sólo ahora veo, mirando atrás,
cuántas veces me he engañado
a mí mismo, en el deseo
de sentirme amado por los demás.
MMCCCVI
Mereces lo que nunca tuviste
porque el amor es como tú:
no hay sitio en el corazón
para otro asunto que su amor:
la quiero sin esperar su querer.
MMCLXX - Acróstico
Clavas tus ojos en mi mirada
Hiriendo mi alma con su fuego
Exquisito y divino;
Lejos de tí, no soy el mismo;
Ojala sintieras lo que siento...
MMCCIV
No comprendo mi situación
en estos momentos,
pues de repente mi corazón
ya no atiende a más razón
que a tus guiños y tus besos.
MMCCXXIII
Ahora comprendo más a fondo
cómo pudo Jesús con su cruz:
mi herida es un amor perdido;
mi cruz eres tú.
MMCCXVII
Ella dejó de quererme,
y yo, como el primer día,
sólo vivo por su amor;
el más difícil todavía
me amenaza con la soledad,
y siento que toda mi vida
a su lado, es un sueño
tan lejano, que querría
no vivir los años
que separan mi fantasía
de la cruda realidad,
o quizás ésta, de la muerte.
alegre y triste
al mismo tiempo;
una lágrima que sonríe
en su propia luz.
MMCCCXXXIII
Cuánto echo en falta
tu cariño y comprensión
cuando no me siento
comprendido;
cuando me duele el corazón
de callar mis lágrimas;
cuando toda ilusión
por la vida, me flaquea,
y creo perder la razón.
Necesito tu cariño...
sólo tus palabras y besos
consuelan mis malos momentos,
y no puedo estar contigo.
¡Me siento tan solo ahora,
callando a todos mi pena
y pensando en tí!
Un grano de arena en el desierto,
una estrella en el firmamento
que espera ver al sol salir.
Cuánto echo en falta
tu amor y comprensión
cuando no me siento
comprendido:
eres la luz en el camino;
eres toda mi ilusión.
(Año 1986)
MMCCCLXXXI
Ha empezado un nuevo año
en nuestra vida y nuestro amor;
Dejó de quererme, creyendo
que podría olvidarme;
yo lo intenté tiempo antes
y fracasé...
MMCCXXVI
Me duele el alma, de amor
y tristeza... de llanto salado
ahogado el corazón;
de versos adornadas mis penas.
(Año 1985)
MMCCXXX
Una palabra tuya bastaría
para sanarme, y sin embargo
callas;
tus promesas en aquellos días
de nuestro amor, abren mi herida,
y tú sólo quieres olvidarlas.
MMCCXLVIII
Sé que tú también me quisiste:
si... juro que ví el amor
brotar de tus ojos
aunque no de tus labios;
juro que me quisiste,
y de igual modo, que me heriste
de muerte, al olvidarlo.
MMCCC
Guardo en mis manos
el aroma de las tuyas,
y el mirar de tus ojos
en el fondo de mi corazón.
lo empezamos juntos y abrazados
como habremos de acabarlos
éste y todos, corazón.
MMCCCLXXXVI
Sólo veo en ellos penas
cuando leo entre mis versos,
y eso me lleva a escribir
uno, sólo para tí,
que diga sólamente TE QUIERO.
(Año 1987)
MMCDXLV
Todo esto es nada
para lo que tú te mereces:
la luna, el sol,
el mundo entero a tus pies;
mil poetas que te escriban,
o uno sólo que te quiera
como te quiero yo...
(Año 1988)
MMCDLVI
Cuando pienses que estás sola
piensa en mí;
cuando pienses si yo te quiero
piensa que te quiero,
y cuando no me comprendas
compréndeme en silencio.
Nunca estás sola,
nunca estoy solo;
estamos siempre juntos,
solos y juntos, tú y yo.
Nunca dudes que te quiera
 MMDXCVII
Con una mano me llamas
y con la otra me alejas;
con una mirada evades mi amor
y con otra me lo acercas.
MMDCXI
Me falta tiempo
que compartir contigo...
Siento que se van los días,
que se escapan entre mis manos
como un puñado de arena,
y quisiera regalártelos.
Quisiera estar a tu lado
y no sólo soñándote;
no despegar nuestros labios
y en tus brazos abandonarme.
MMDCXVIII
El tiempo se ha parado
y ya no significa
nada para mí...
No importa qué pasará
en el día de mañana
ni qué va a ser de mi vida,
tan sólo sirve para medir
las horas que estoy sin tí,
esas horas tan vacías...
(Año 1994)
MMDCXXXIII
No digas no saber
demostrar cuánto me quieres
pues nada es menos cierto...
pues yo no dudo ni un segundo:
somos nuestro propio mundo;
dos solitarias estrellas.
Y cuando no me comprendas
compréndeme en silencio
sin dudar...
a veces no entiendo esos
sentimientos:
comprende que no entienda
y sigue queriéndome igual.
MMCDLXIX
De pronto me dí cuenta
que he vuelto a ser un solitario
como en el ayer;
cuando no podía entenderla
ni vivirla...
cuando era un calvario
que no quería recorrer.
Hoy estoy solo, estoy contigo,
y nuestras soledades se
consuelan
y son una.
Estoy solo en mi camino,
y mi alma está llena
sólo con tu ayuda.
(Año 1989)
MMCDLXXIII
Siempre como dos olas,
una que sube, otra que baja,
y que nunca se alcanzan;
a veces una tras la otra;
a veces a distintas playas.
Porque una sube y otra baja,
y nunca encuentran un compás
puedo verlo en tu mirada,
en cada palabra y cada gesto,
en cada roce de tu mano;
cuando faltándote el aliento
sonríes entre mis brazos
abandonando con un beso
hasta el mundo en que vivimos
y el sentido perdiendo.
Podrías decir que no me amas
con palabras y con hechos,
pero nunca podrías engañarme
ni ocultar en tu mirada
que me quieres tanto, al menos,
tanto como yo te quiero.
(Año 1995)
MMDCLXVII
Uno te atrae
y el otro te aleja;
uno te hiere
y el otro te desea.
Siento a dos en mí
que luchan por tu amor...
Uno por no hacerte daño,
otro por no hacérmelo yo.
MMDCXCIII
Me pides que te olvide
aunque me sigas queriendo,
y no sufra mi corazón
por el amor que yo siento;
que sea feliz sin tí
aunque seas mi mayor deseo;
me pides que no respire
pero que siga viviendo...!
que tocar a un mismo tiempo...
¿Hay más triste que esto?:
ser distintas siendo igual.
Y por eso nunca se alcanzan...
la una va y la otra vuelve;
una arranca y la otra muere
mientras se cruzan sus miradas.
A veces una tras la otra,
a veces a distintas playas;
tú y yo, como dos olas...
una que sube, otra que baja.
MMDCLXXV
Es muy triste pensar
en cómo nos queremos
y ver que todo va mal;
que somos el uno para el otro
y lo perdemos todo
aún siendo una pareja ideal.
Ahora te echo de menos
con el alma y con la mente,
y tú en cambio no quieres
volver a empezar de nuevo.
Es muy triste dejar
aquello que más deseas
de tus manos escapar,
y aún más sabiendo que ella
también te desea en realidad.
MMDCCVIII
Eres como una sombra
a la que nunca se alcanza:
cuanto más me acerco a tí
más deprisa te me escapas.
 MMDCCXXIV
Me siento muy triste y feliz,
con ganas de llorar y reir
y que me estalla el corazón;
ya no sé ni qué decir...
¡debe ser el amor!
(Año 1996)
MMDCCXL
No quise robarte un beso
sin esperar que me lo dieras;
ahora que ya lo tengo
lo que quiero es que me quieras.
(Año 1997)
MMDCCLV
Quisiera decirte lo que siento
pero sé que no debo;
quisiera pedirte que me ames
pero sé que no puedo;
quisiera tenerte más;
quisiera quererte menos.
MMDCCLXI
Sólo puedo tenerte
aceptando que no te tengo ;
que sólo soy un juguete
que tomas cuando te apetece
y siempre olvidas luego...
MMDCCXXXIX
Creo que tuvo razón quien dijo
que estaba "enamorado del
amor..."
Sin él mi corazón
se marchita y se apaga;
con él siento mi alma
encenderse como el sol.
MMDCCXLVIII
"Si sabes vivir solo
sabrás vivir acompañado..."
Es cierto que lo pienso
pero triste practicarlo.
Sé que amar es sufrir
y necesitar doloroso;
sé que es duro depender
de aquel a quien amas
y el dolor es más hondo.
Sé que uno de los dos
pone más en el amor
y sufre dolor en el fondo,
mas sé también que en la vida
nada hay tan hermoso
como estar enamorado...
no cambiaría un año de soledad
por un día a tu lado,
ni cien vidas de libertad
por una vida a tí encadenado.
Sé que amar es sufrir
y quisiera sufrir contigo
tanto como pueda soportarlo.
 MMDCCLXXIV
Sé que el corazón es fuerte
y aguanta una y otra vez,
pero es que siento algunas veces
como si se fuera a romper.
MMDCCLXXVIII
Veinte rosas por las veinte
primaveras
que de tu vida me perdí ;
20 rosas por las próximas que
vengan
mientras sigo estando sin tí.
MMDCCLXXIII
Vendería mi alma al diablo
por ser el dueño de tu corazón,
mas ni tú ni él me haceis caso...
¿estareis de acuerdo los dos ?
MMDCCLXXVI
Decías unas cosas con los labios
y otras con la mirada ;
no sé a quién engañas,
desde luego a mí, no.
MMDCCLXXXI
Aún me quedan lágrimas
pero no quiero derramarlas
pensando más en tí;
aún me queda tiempo,
pero ya no quiero perderlo
esperando que vengas a mí.
(Año 2003)