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Valdivia, veintisiete de junio de dos mil dieciocho.

VISTOS:
Por sentencia de 4 de abril del año en curso, dictada en causa RIT 16-2017,
RUC 17-4-0036074-K, por don Felipe Andrés Muñoz Hermosilla, Juez Titular del
Juzgado de Letras de Panguipulli, a la denuncia por vulneración de derechos
fundamentales con ocasión del despido, específicamente de los derechos
resguardados en el artículo 19, N°s. 1, 4, y 16 de la Constitución Política de la
República, en relación al artículo 2 del Código del Trabajo, al ser su despido
discriminatorio, por obedecer a razones políticas, interpuesta por doña SOLANGE
ANDREA FUENTES ACUÑA, secretaria ejecutiva, RUN13.092.230-9 contra la I.
Municipalidad de Panguipulli, representada legalmente por su alcalde, don Rodrigo
Valdivia Orias, se declaró: I.- Que ha lugar parcialmente a la denuncia de
vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido, interpuesta doña
Solange Andrea Fuentes Acuña en contra de la Ilustre Municipalidad de
Panguipulli, representada por su alcalde en ejercicio, declarándose que la
denunciada discriminó arbitrariamente a la denunciante, por motivo de su opinión
política, al poner término a sus servicios con fecha 31 de marzo de 2017, hecho
que asimismo resultó lesivo a la integridad psíquica de ésta. II.- Que, como
medida dirigida a obtener la reparación de las consecuencias derivadas de la
vulneración de derechos fundamentales, se obliga a la denunciada infractora a
pagar a la denunciante la indemnización especial a que se refiere el artículo 489
del Código del Trabajo, la que se fija en este acto en nueve meses de la última
remuneración mensual de la demandante, ascendente esta última a la suma
de$1.334.718 (un millón trescientos treinta y cuatro mil. setecientos dieciocho
pesos), la que se tendrá como base de cálculo para dicho efecto. III.- Que NO HA
LUGAR a la demanda de autos en la parte que pretende se imponga a la
denunciada la obligación de pagar a la denunciante la indemnización sustitutiva de
aviso previo al despido, indemnización por años de servicio, recargo de 30% de la
indemnización por años de servicios de indemnización por lucro cesante. IV.- Que
se exime a la denunciada al pago de las costas del procedimiento conforme a lo
razonado en el motivo décimo quinto.
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En contra de esta sentencia doña Carla Catalán Sánchez, por la parte


demandante, interpuso recurso de nulidad estimando que se incurrió en su
dictación en la causal contemplada en el artículo 477 del Código del Trabajo, en
relación al artículo 489 y 495 N° 3 del mismo cuerpo legal, esto es, “por haberse
dictado con infracción de ley habiendo esto influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo”.
Como antecedentes del recurso señala que la demandada, con fecha 2 de
enero del año 2009, determina su contratación en calidad de contrata planta
administrativos, grado 12, a contar del 1 de enero de ese año y hasta que fueran
necesarios sus servicios, fecha que no podrá exceder del 31 de diciembre del
mismo año; que mediante sucesivos decretos afectos se determinó año a año su
contratación bajo la modalidad de contrata; que con fecha 22 de noviembre del
año 2016, mediante Decreto N° 725 de la demandada, se determina la prórroga
de la contrata a contar del 1 de enero de 2017 y hasta el 31 de enero del mismo
año; con fecha 30 de marzo del año 2017, mediante Decreto N° 353 se le
comunicó el término anticipado a su contrata señalando que se produce por
“necesidades del servicio” y por asumir sus funciones una funcionaria de planta.
La sentencia acogió parcialmente la denuncia sin dar lugar a la demanda en
la parte que pretendía se impusiera a la denunciada la obligación de pagar
indemnización sustitutiva de aviso previo el despido, la indemnización por años de
servicio con el respectivo recargo, la indemnización por lucro cesante y, además,
eximió a la demandada del pago de las costas de la causa.
Estima que se infringió el artículo 485 del Código Laboral, pues dicha norma
dispone, en su inciso tercero, que “En caso de acogerse la denuncia el juez
ordenará el pago de la indemnización a que se refiere el inciso cuarto del
artículo 162 y la establecida en el artículo 163, con el correspondiente recargo
de conformidad a lo dispuesto en el artículo 168 y, adicionalmente, a una
indemnización que fijará el juez de la causa, la que no podrá ser inferior a seis
meses ni superior a 11 meses de la última remuneración mensual”.
Como en la sentencia el tribunal del grado acogió la denuncia por
vulneración de garantías constitucionales debió haber aplicado la sanción en toda
su extensión y otorgado las indemnizaciones de los artículos 162, 163 y el
incremento del artículo 168 solicitado por la demanda, pues se trata de una norma
de carácter imperativo al emplear la expresión verbal “ordenará”, e indicar que
“adicionalmente” decretará el pago de una indemnización fijará entre seis meses y
11 meses de remuneración mensual por lo que el tribunal a quo debió haber
aplicado la sanción en toda su extensión. Esta materia que ya fue analizada por la
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Excelentísima Corte Suprema, en fallo de unificación de jurisprudencia de fecha 1


de diciembre de 2015, causa rol 4150-2015, que ratificó lo resuelto por la corte de
apelaciones de Temuco en causa rol reforma laboral 228-2014, al estimar como
procedentes las indemnizaciones referidas aun cuando se trate de funcionarios
públicos, como es el caso de autos.
Se ha dictado la sentencia también con infracción de ley contraviniendo el
artículo 495 N° 3 del Código del Trabajo en relación con el artículo 19 N° 16 de la
Constitución Política de la República, pues en el caso de autos se vulneró el
derecho a la libertad de trabajo de la demandante, despojándola de su fuente
laboral por razones políticas, considerando además que se acreditó con creces
durante la substanciación del juicio que la actora fue una excelente trabajadora
durante todos los años que prestó servicios para la municipalidad de Panguipulli,
contando siempre con excelentes calificaciones, por lo cual el tribunal del grado
debió acoger el lucro cesante correspondiente a las remuneraciones de la
trabajadora demandante hasta el término de su contrata. Al no acceder a ello
infringió el artículo 495 N° 3 en relación con el artículo 19 N° 16 de la Constitución
Política, por cuanto la sentencia no repara íntegramente las consecuencias
provocadas por los actos vulneratorios cometidos por la municipalidad demandada
en contra de la actora.
La infracción influyó sustancialmente lo dispositivo del fallo por cuanto de
haberse aplicado correctamente el artículo citado se habría sancionado a la
demandada con el pago de las indemnizaciones de los artículos 162 y 163 del
Código Laboral aumentada esta última en 30% por aplicación del artículo 168 del
mismo Código y, adicionalmente, las indemnizaciones si fijadas, ascendentes a
nueve remuneraciones. A su turno debió haber acogido lo demandado por su
parte, a título de lucro cesante.
Finalmente en forma concreta solicita se acoja el recurso, se invalide la
sentencia recurrida por haber incurrido la infracción denunciada y se procede a
dictar la correspondiente sentencia de reemplazo que acoja la demanda de tutela
de derechos fundamentales en aquellos aspectos que la sentencia recurrida no
consideró, confirmándola lo demás y, en definitiva disponga el pago de la
indemnización substitutiva del aviso previo, la indemnización por años de
servicios, aumentada esta última en un 30%, en conformidad al artículo 168 letra
a) del código del ramo, indemnización por lucro cesante, y, adicionalmente, la
sanción que fuera fijada por el tribunal de nueve remuneraciones mensuales todo
ello con costas
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En contra de la misma sentencia, don HELMUTH MILLING TORRES, en


representación de la Municipalidad de Panguipulli, la demandada denunciada,
deduce recurso de nulidad fundado, en primer término, por la causal de la letra a)
del artículo 478 del Código del Trabajo esto es, por haber sido dictada la
sentencia por jueces incompetente, por cuanto el vínculo que une a su
representada con la demandante es uno que se encuentra regido por la ley
N°18.883 que contempla el Estatuto Administrativo para funcionarios municipales
cuerpo normativo que consagra normas especiales para el término del vínculo y
ello ha sido reconocido por Dictamen N° 31.000 de la Contraloría General de la
República, no siendo aplicable entonces las normas del Código del Trabajo. De lo
expuesto anteriormente, se desprende que el Código Laboral es aplicable
respecto del personal dependiente de las Municipalidades sólo en aspectos o
materias no regulados en su estatuto, cuyo no es el caso del cese de funciones de
los funcionarios municipales a contrata, materia de suyo normada en el Estatuto
Administrativo Municipal. Y de ninguna de las letras del artículo 420 del Código del
Trabajo resulta posible inferir que los Juzgados de Letras del Trabajo estén
dotados de competencia para conocer y resolver del cese de funciones de los
funcionarios municipales incorporados a la dotación de una entidad edilicia en
calidad de contrata.
En segundo lugar, la sentencia ha incurrido en el vicio contemplado en la
letra b) del artículo 478 del citado cuerpo normativo, esto es, haberse dictado con
infracción manifiesta a las normas que regulan la apreciación de la prueba
conforme a las reglas de la sana crítica. En este sentido su representada no
comparte los motivos del sentenciador del grado que acogió la denuncia por tutela
de derechos fundamentales y condenó a su representada a pagar las
indemnizaciones a que se refiere el artículo 489 del Código del Trabajo. Luego de
detallar lo que en jurisprudencia y doctrina se ha entendido por sana crítica,
precisa que, en opinión de su parte, la valoración realizada por el sentenciador de
la prueba ha infringido las reglas de la sana crítica de la forma que se indica: 1.-
Respecto de la prueba rendida por la misma demandante, correspondiente a un
certificado médico emitido por el Dr. Vito Capraro, las 03 recetas médicas de
ansiolíticos de fechas 10 de abril de 2.017, 09 de mayo de 2.017 y 05 de junio de
2017 emitidas por el médico psiquiatra Fernando Beltrán y el registro de licencias
médicas años 2.009 al 2.017, donde constan un total de 12 licencias que suman
un total de 149 días de uso de las mismas.
El correcto análisis de estas pruebas en el considerando noveno N°7,
indica, en su opinión, la carencia de un nexo causal efectivo entre la supuesta
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vulneración del derecho a la integridad psíquica. Se pregunta entonces bajo la


base de los conocimientos científicamente afianzados ¿Quién es el profesional
idóneo para diagnosticar un cuadro de angustia y depresión? Se responde,
claramente el médico psiquiatra en orden a la especialidad que le asiste.
Malamente puede ser considerado como definitivo el informe de un médico
familiar, cuyo campo de experiencia –sin perjuicio de su formación laboral - es
ajeno al ámbito de la psiquiatría. Entonces los principios de la lógica, lo lleva a
preguntarse ¿por qué no se acompañó un certificado del médico psiquiatra? Se
responde, claramente porque la afectación señalada por la demandante no es tal,
sin perjuicio de las recetas acompañadas, su uso se puede derivar de cualquier
otra patología, no coincidiendo necesariamente con una situación de depresión o
angustia que pudiera ser lesiva de su derecho a la integridad psíquica. A lo
anterior agrega que fue la propia demandante quien acompañó su historial de
licencias médicas, las que razonablemente dan cuenta de una persona proclive a
presentar licencias de este tipo, no siendo un dato menos relevante y que debió
ser considerado al momento del razonamiento que la propia demandante señala,
que ha hecho uso de 149 días de reposo por las mismas durante el período que
se encontró ligada a la Municipalidad de Panguipulli. En consideración a lo
anterior, no resulta una situación extraña para la demandante el uso de licencias
médicas, no lo fue antes del término anticipado decretado, con lo cual no se
entiende vulnerada su integridad psíquica. 2.- Respecto de las declaraciones
emitidas por la prensa en el sitio www.eldiariopanguipulli.cl, por parte de don
Rodrigo Valdivia, objeto de análisis en el considerando noveno N°1 de la
sentencia, el cual señala que “dicha declaración de quien es actualmente el Edil
de la comuna a juicio de este sentenciador es indicio grave de discriminación,
puesto que no se hace ninguna referencia a falta de capacidad, idoneidad
personal o aptitudes técnicas de la denunciante” (sic). Cabe señalar que las
máximas de la experiencia y por imperativo legal, el rol que asiste a los concejales
de una comuna es el de fiscalizar los actos del ejecutivo municipal. Así este tipo
de declaraciones se enmarcan dentro de su función fiscalizadora. Se debe
considerar además que la información entregada a dicho medio se enmarca
dentro de la referida Ley 20.285 sobre Acceso a la Información Pública, por tanto,
es información al alcance de todos los ciudadanos, no sólo de Panguipulli si no
que de cualquier lugar. 3.- No se consideró al momento de ponderar la prueba los
decretos 052 de fecha 03 de enero de 2.017 que dispone cargo a contrata de don
Ángelo Javier Fuentes Acuña, así como tampoco el decreto 065 de fecha 03 de
enero de 2.017, que dispone cargo a contrata de Yessenia Eleine Álvarez
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Fuentes, el primero hermano por consanguineidad y doble conjunción de la


demandante y la segunda sobrina de la misma, ambos ingresaron al municipio en
la actual administración, así como tampoco se consideró el hecho de que la
demandante al momento de absolver posiciones declara y reconoce el parentesco
que le une con las personas mencionadas. De conformidad a las máximas de la
experiencia, cabe preguntarse si de existir algún tipo de animadversión en contra
de la denunciante ¿acaso se contrataría a su propio hermano y a su sobrina? La
respuesta es no, si existiera tal reticencia por parte del Alcalde en contra de la Sra.
Fuentes, difícilmente hubiera éste considerado la contratación bajo su
administración de estas dos personas, cuestión que tampoco fue considerada al
momento de dictar el fallo, en la ponderación de la misma prueba. 4.- Respecto
del análisis del decreto alcaldicio N° 008 de fecha 03 de enero de 2.017 que fija la
contrata del funcionario Marcelo Torres Gómez, quien ingresó a trabajar al
municipio bajo la administración del alcalde Rodrigo Valdivia, de quien por lo
demás se acreditó, mediante certificado emitido por doña Lidia Krausse, la
militancia del mismo en el partido Renovación Nacional, partido perteneciente a la
tienda política contraria del actual alcalde quien es militante del Partido Socialista,
el cual integra el conglomerado de “La nueva Mayoría”. La lógica indica que, de
existir algún tipo de discriminación política o animadversión ante alguna tienda
partidaria, no se incluirían nuevos funcionarios, simpatizantes o militantes inscritos
de un partido adverso.
Por lo expuesto solicita tener por interpuesto el recurso de nulidad contra de
la sentencia de fecha 04 de abril de 2.018 y, conociendo de él, lo acoja, anule la
sentencia recurrida, por cualquiera de los vicios y/o causales alegadas, siendo la
segunda subsidiaria a la primera de incompetencia, de conformidad a lo
establecido en el art. 478 letras a) y b) del Código del Trabajo, dicte sentencia de
reemplazo, declarando en definitiva que se rechaza la demanda de autos o lo que
V.S., determine conforme al mérito del procedimiento.
En la vista del recurso, en los alegatos, los intervinientes sostuvieron sus
arbitrios y su fundamentación y terminada ella la causa quedó en estudio a
solicitud de dos de los ministros, finalizado dicho periodo quedó en acuerdo.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
I.- Respecto del recurso de nulidad planteado por la parte demandada.
Primero: Que la parte demandada denunciada, deduce recurso de nulidad
de la sentencia fundado, en primer término, por la causal de la letra a) del
artículo 478 del Código del Trabajo esto es, por haber sido dictada por jueces
incompetente, por cuanto el vínculo que unía a su representada con la
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demandante es uno que se encuentra regido por la ley N° 18.883 que contempla
el Estatuto Administrativo para Funcionarios Municipales, cuerpo normativo que
consagra normas especiales para el término del vínculo y ello ha sido reconocido
por Dictamen N° 31.000 de la Contraloría General de la República, no siendo
aplicable entonces las normas del Código del Trabajo.
De lo expuesto anteriormente, se desprende que el Código Laboral es
aplicable respecto del personal dependiente de las Municipalidades sólo en
aspectos o materias no regulados en su estatuto, cuyo no es el caso del cese de
funciones de los funcionarios municipales a contrata, materia de suyo normada en
el Estatuto Administrativo Municipal. Y de ninguna de las letras del artículo 420 del
Código del Trabajo resulta posible inferir que los Juzgados de Letras del Trabajo
estén dotados de competencia para conocer y resolver del cese de funciones de
los funcionarios municipales incorporados a la dotación de una entidad edilicia en
calidad de contrata.
En segundo lugar, la sentencia ha incurrido en el vicio contemplado en la
letra b) del artículo 478 del citado cuerpo normativo, esto es, haberse dictado con
infracción manifiesta a las normas que regulan la apreciación de la prueba
conforme a las reglas de la sana crítica. En este sentido su representada no
comparte los motivos del sentenciador del grado que acogió la denuncia por tutela
de derechos fundamentales y condenó a su representada a pagar las
indemnizaciones a que se refiere el artículo 489 del Código del Trabajo. Luego de
detallar lo que jurisprudencia y doctrina se ha entendido por sana crítica precisa
que, en opinión de su parte, la valoración realizada por el sentenciador de la
prueba ha infringido las reglas de la sana crítica de la forma que se indica.
Segundo: Que respecto de la primera causal invocada por la parte
demandada, será esta rechazada, por cuanto la jurisprudencia de la Corte
Suprema (Rol 52.918- 2016) se ha inclinado por la doctrina que la tutela de los
derechos fundamentales es aplicable a todos los trabajadores sean ellos del
sector privado o del público, dado que tienen rango constitucional, parecer que
comparte esta Corte, debiendo concluirse que el juez a quo no cometió falta al
sostener que era competente para conocer de la demanda interpuesta por la
actora.
En efecto la Corte Suprema ha dicho: "Que, en relación al primero de
los requisitos antes señalados, es posible establecer que revisadas las
disposiciones de la citada Ley N° 19.882 y del Estatuto Administrativo no se
advierte que contengan normas que regulen un procedimiento jurisdiccional
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especial para conocer y resolver denuncias de vulneración de derechos


fundamentales que afecten a los funcionarios en el ámbito de la relación de
trabajo. En efecto, el procedimiento especial de reclamo consagrado en el artículo
160 del Estatuto Administrativo, es un recurso de carácter administrativo que
conoce la Contraloría General de la República, por vicios de legalidad que
pudieren afectar los derechos conferidos a los funcionarios en dicho Estatuto. Lo
anterior significa que el funcionario no tiene acceso a la jurisdicción, sino sólo a la
revisión administrativa del órgano contralor, cuestión esencial que hace que
ambos procedimientos no resulten homologables, sin perjuicio que, además, la
materia objeto del reclamo administrativo se limita a los vicios o defectos de que
pueda adolecer un acto administrativo, en circunstancias que el procedimiento de
tutela laboral comprende cualquier acto ocurrido en la relación laboral que, como
consecuencia del ejercicio de las facultades del empleador, implique una lesión en
los derechos fundamentales del trabajador, en los capítulos que especifican los
incisos 1° y 2° del artículo 485 del Código del Trabajo.
En consecuencia, las reflexiones precedentes conducen a sostener que se
cumple el primer requisito previsto en la norma, cual es que exista un vacío legal
en el estatuto especial, respecto de una materia o aspecto que sí se encuentra
regulado en el Código del Trabajo, como es el procedimiento de Tutela Laboral a
través del cual se busca proteger al trabajador, por la vía jurisdiccional, en el goce
o disfrute de sus derechos fundamentales en el ámbito del trabajo."
"Que, así las cosas, debe concluirse que el Juzgado de Letras del Trabajo
es competente para conocer de la demanda de autos, toda vez que el artículo
420, letra a) del Código del Trabajo, lo habilita para conocer las "cuestiones
suscitadas entre empleadores y trabajadores, por aplicación de las normas
laborales" y la acción de tutela laboral, ejercitada por un funcionario público que
denuncia una conducta de su empleador que, a su juicio, afecta sus derechos
fundamentales es, precisamente y a la luz de lo preceptuado en el artículo 485 del
Código del Trabajo, una de aquellas "cuestiones suscitadas en la relación laboral
por aplicación de las normas laborales", que la referida judicatura está llamada a
resolver, conforme a la interpretación de la normativa laboral que aquí se ha
venido desarrollando”.
“No es baladí para la interpretación que se efectúa, el especial significado
que reviste la consagración de un instrumento de defensa de derechos
fundamentales al interior de la relación laboral, que el trabajador aprecie le son
desconocidos o lesionados por el empleador en el ejercicio de sus facultades,
derechos de aquellos consagrados en el artículo 19 de la Carta Fundamental, en
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los capítulos que especifica el inciso primero y segundo del artículo 485 del
Código del Trabajo. Se trata en definitiva, como señalaba el mensaje presidencial
antes citado, "del posicionamiento de los derechos fundamentales como ejes
vertebradores de unas relaciones laborales plenamente democráticas", para lo
cual ha de tenerse presente que "su vigencia requiere, como condición necesaria,
no sólo de un reconocimiento material, sino también y ante todo, de mecanismos
de tutela jurisdiccional eficaces e idóneos"(Rol 4150-2015 Corte Suprema,
considerando 12º).
Tercero: Que en lo que dice relación con la segunda causal -haber sido
dictada la sentencia con infracción manifiesta de las normas sobre
apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana crítica – el recurrente
sostiene, en síntesis, que el análisis de la prueba se realizó por el sentenciador
con manifiesta infracción de las reglas de la sana crítica, ello por cuanto no se
condice el análisis efectuado respecto de las licencias médicas, ni de las recetas
acompañadas, ni aun la valoración que se hace de un médico que no es
especialista en la psiquiatría, con los conocimientos científicamente afianzados.
Tampoco se condice con las máximas de la experiencia la valoración que se hace
respecto de las notas de prensa, las cuales como ya se dijo se encuentran
enmarcadas dentro del rol fiscalizador que le asistía a don Rodrigo Valdivia –
actual alcalde- mientras se desempeñaba como concejal. Respecto de la situación
de los familiares de la denunciante que ingresaron a trabajar al municipio a contar
de la asunción de funciones del nuevo alcalde, no fue valorada debidamente de
conformidad a las máximas de experiencia. Por último, la incorporación a esta
nueva administración de Marcelo Torres, militante inscrito de Renovación
Nacional, hace presuponer que resulta ilógico que exista algún tipo de persecución
hacia simpatizantes de otra tienda política. De no haberse infringido las reglas de
la sana crítica, se habría llegado a la irremediable conclusión de que la demanda
debió ser rechazada.
Cuarto: Que el recurrente incurre en la omisión de no consignar de manera
precisa y detallada las reglas de la sana crítica infringidas, esto es, si son las
reglas de la lógica, las máximas de experiencia o los principios científicos o
técnicos afianzados; se limita sólo a enunciarlas de una manera genérica. Al no
consignarlas de manera detallada y precisa impide a esta Corte constatar si
efectivamente existió esa infracción y si ella tiene el carácter de “manifiesta”, y
siendo este recurso de derecho estricto resulta imposible que pueda en esos
términos prosperar.
Lo que pretende en realidad el recurrente es que esta Corte, lo que le está
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vedado por esta vía recursiva, efectué una ponderación distinta de la prueba
aportada en la causa, valoración que efectuó el juez del grado, de manera
fundada, lógica, clara y completa, en los considerando octavo a décimo, lo que le
permitió, en el décimo primero, concluir que el término “de los servicios de
Solange Fuentes Acuña ha sido entonces un acto discriminatorio en razón de
desavenencias de carácter político con el representante legal de la I.
Municipalidad de Panguipulli, Alcalde don Rodrigo Valdivia Orias, que ha
significado una exclusión del empleo por un motivo ajeno a las causas de
discriminación previstas por el ordenamiento en el artículo 19, número 16 inciso
tercero de la Constitución Política, contraviniendo expresamente la idoneidad y
capacidad profesional del afectado, conducta prohibida además por el bloque
normativo que configuran las siguientes fuentes vigentes: artículo 19 N° 2 de la
Constitución Política de la República de Chile; artículo 2 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos; artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos; artículo 2.2 y 6.1 del Pacto Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; artículo 24 de la Convención Americana de
Derechos Humanos; artículo 1° del Convenio 111 de OIT; y artículo 2 y 5 del
Código del Trabajo. Aquel despido, o término anticipado de contrata, resultó
además lesivo de la garantía constitucional del artículo 19 N° 1 de la Constitución
Política de la República, en la parte que garantiza el Derecho a la integridad
psíquica, habiendo significado una vulneración de la integridad psíquica,
corroborada al menos mínimamente mediante antecedentes médicos pertinentes
y declaraciones testimoniales. Con ello el Tribunal ha resuelto hacer lugar a la
acción de tutela por vulneración de derechos fundamentales incoada por la actora,
sin perjuicio de lo que a continuación se resolverá en cuanto a las pretensiones de
ésta”.
Quinto: Que, de esta forma, no puede plausiblemente el recurrente
atribuir al sentenciador que ha infringido las reglas de la sana crítica por no haber
efectuado el razonamiento que aquél pretendía.
Por el contrario, se advierte que la valoración de la prueba, hecha sin
vulnerar las reglas de la sana crítica, llevó al tribunal a concluir de modo diverso a
la posición de la demandada, de manera que ésta, para hacer prevalecer su
posición debió argumentar y justificar, en la forma que exige un recurso de esta
especie, la existencia de error manifiesto en dicha apreciación, lo que no hizo.
Sexto: Que, en todo caso, como se ha venido señalando, se advierte del
libelo del recurso, que el recurrente se limita a exponer consideraciones generales,
efectuando una distinta valoración de la prueba y rebatiendo las conclusiones a las
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que arribó la sentencia impugnada para solicitar una decisión favorable a sus
pretensiones, sin exponer de qué forma se han conculcado las normas sobre
apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana crítica, pretendiendo, en
definitiva, una decisión diferente a la adoptada.
Séptimo: Que el artículo 456 del Código del Trabajo dispone, en síntesis,
que la apreciación de la prueba debe hacerse conforme a las reglas de la sana
crítica, debiendo el juez expresar las razones jurídicas o simplemente lógicas,
científicas, técnicas o de experiencia en cuya virtud les asigne valor o desestime
cada una de ellas.
Octavo: Que, de acuerdo con lo que se ha venido explicando, los
razonamientos del juez a quo no se apartan de los principios de la lógica, las
máximas de experiencia o los principios científicamente afianzados, como lo alega
el recurrente, sino por el contrario, se ajustan a los parámetros establecidos en el
artículo 456 del Estatuto Laboral en cuanto a su razonabilidad.
Noveno: Que, a mayor abundamiento, debe tenerse presente que
tratándose de los causales previstas en el artículo 478 del Código del Trabajo,
éstas tienen por objeto asegurar el respeto a las garantías y derechos
fundamentales que aparecen implícitos en las mismas. Luego, siendo esta su
finalidad, el arbitrio en ningún caso puede ser sede para debatir acerca del mérito
de la prueba rendida en el juicio y su valoración, cuestión privativa del jurisdicente,
sino que exclusivamente verificar el cumplimiento de las garantías que el
ordenamiento jurídico reconoce a las partes, y en la medida que se hubiere
producido una violación de las mismas.
Desde esa perspectiva, la causal invocada, que se relaciona con la
estructura sustancial de la sentencia, protege la garantía de razonabilidad de la
misma, particularmente en la determinación fáctica del fallo, en la medida que
exigiendo la ley valoración conforme a las reglas de la sana crítica, éste no puede
contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados.
Por lo demás, no debe olvidarse que el legislador exige que la infracción a
estas reglas reguladoras de la prueba no sea una de cualquiera entidad, sino que
sea “manifiesta”, esto es, ostensible, evidente y constatable al simple y somero
examen de lo que concluyó el sentenciador.
Décimo: Que por lo expresado precedentemente, no se configura el vicio
de invalidación de la sentencia contemplado en el artículo 478 letra b) del Código
del Trabajo, y se desestimará también el recurso de la demandada fundado en
este motivo de nulidad.
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II.- Respecto del recurso de la parte demandante.


Décimo primero: Que la apoderada de la parte demandante, recurre contra
la sentencia definitiva dictada en autos, estimando que se incurrió en la causal de
nulidad consagrada en el artículo 477 del Código del Trabajo, en relación al
artículo 489 y 495 número 3 del mismo cuerpo legal, dado que, en su opinión, el
Tribunal del grado no aplicó en toda su extensión la sanción contemplada para
este tipo de vulneraciones de derechos fundamentales producidas con ocasión del
despido, norma de carácter imperativo, por una parte, y no reparó íntegramente
las consecuencias provocadas por los actos vulneratorios cometidos por el
empleador de su representada, por la otra.
Agrega que la infracción denunciada influye en lo sustantivo del fallo, por
cuanto de haberse aplicado correctamente el artículo 489 del Código del Trabajo,
se habría sancionado con las indemnizaciones de los artículos 162 y 163 de este
cuerpo legal, aumentada esta última en un 30% por aplicación del artículo 168 y,
adicionalmente, las indemnizaciones fijadas por este Tribunal de nueve (9)
remuneraciones de la actora.
A su turno, de haberse aplicado correctamente el artículo 495 N° 3 del
Código del Trabajo, la sentencia habría acogido lo demandado por su parte a título
de lucro cesante.
Por lo anterior pide, concretamente, se acoja el recurso, se invalide la
sentencia y se dicte la correspondiente de reemplazo, que acoja la demanda de
tutela de derechos fundamentales en aquellos aspectos que la sentencia recurrida
no consideró, confirmándola en lo demás y, en definitiva, disponga el pago de la
indemnización substitutiva del aviso previo, la indemnización por años de
servicios, aumentada esta última en un 30%, en conformidad al artículo 168 letra
a) del Código del ramo; la indemnización por lucro cesante, y, adicionalmente, la
sanción que fuera fijada por el tribunal del grado, ascendente a nueve (9)
remuneraciones mensuales.
Décimo Segundo: Que la solución de este arbitrio recursivo pasa por la
interpretación que se haga del inciso tercero del artículo 489 del Código del
Trabajo que dispone: “En caso de acogerse la denuncia el juez ordenará el pago
de la indemnización a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la
establecida en el artículo 163, con el correspondiente recargo de conformidad a lo
dispuesto en el artículo 168 y, adicionalmente, a una indemnización que fijará el
juez de la causa, la que no podrá ser inferior a seis meses ni superior a once
meses de la última remuneración mensual”.
Décimo Tercero: Que el voto de mayoría de esta Corte, discrepa del
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recurrente y coincide con lo argumentado por el juez del grado en el párrafo cuarto
de la motivación décimo segunda, en que no procede condenar al pago de las
indemnizaciones del inciso cuarto del artículo 162, substitutiva de aviso previo, y la
del artículo 163, por años de servicio, por cuanto, dado el carácter estatutario del
vínculo laboral que unió a la demandante con la demandada - Ley 18.883,
Estatuto Administrativo para funcionarios Municipales -, que si contiene normas
especiales en cuanto a la duración y formas de término de éste, no le resultan
aplicables, ya que este Estatuto no contempla indemnizaciones laborales
tarifadas, para la conclusión del vínculo, dado su carácter esencialmente
transitorio.
Décimo cuarto: Que esta Corte coincide con el recurrente, en cuanto
sostiene que se ha cometido una infracción de ley que ha influido sustancialmente
en lo dispositivo del fallo, al no condenar a la demandada al pago del lucro
cesante, que en la especie se traduce en el pago de la remuneración por el
periodo de vigencia de la contrata, a la que tenía derecho la demandante desde el
momento en que se procedió a renovarla el 22 de noviembre de 2016, fecha en
que se le generó la expectativa legítima de mantener su ingreso, y dado que se
estimó su desvinculación con vulneración de garantías constitucionales, la
indemnización debe ser integra, pues debe dejar a la afectada en el estado previo
a la vulneración.
En igual sentido se ha manifestado la Corte Suprema, al decir: “Que
además del razonamiento efectuado, constituye una razón de equidad acceder al
pago indemnizatorio de la pérdida de la legítima utilidad por el término de contrato
de plazo fijo, porque tiende a reconocer relaciones jurídicas establecidas en donde
las partes concurrentes han contraído obligaciones que no pueden desconocerse
utilizando la legislación laboral, pasando a llevar los principios más básicos de las
obligaciones que emanan de un contrato. El derecho civil constituye un conjunto
de normas básicas para la convivencia pacífica que regula las relaciones jurídicas
de las personas en general, mientras que el derecho laboral, como un conjunto de
normas protectoras de los derechos de los trabajadores, no puede reglamentar en
desmedro de los trabajadores, el derecho que éstos tienen a que les sean
resarcidos sus perjuicios, distintos de los establecidos en el Código del Trabajo y
que emanan de la misma relación laboral”.
“Argüir lo contrario, significa abrir una brecha de injusticias que desconoce
las obligaciones de las partes contraídas en un contrato, y consecuentemente, la
estabilidad laboral, en la medida que el empleador no estaría compelido a
respetar, bajo ninguna sanción, el plazo fijo estipulado en un contrato de trabajo,
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por lo que no se admitirá la causal en lo concerniente al lucro cesante, ya que se


estableció en el juicio el tiempo por el cual estaba contratada la trabajadora” (Rol
N° 3.458-2015).-.
Décimo quinto: Que en esa parte se anulará la sentencia y acto continuo
se dictara la respectiva sentencia de reemplazo.
Por todo lo expuesto, y visto, además, lo dispuesto en los artículos 4, 7,
459, 477, 478, letra b); 489 inciso tercero, 495 N°3, 2, 501 y 502, del Código del
Trabajo, se declara.
I.- Que se RECHAZA, sin costas, el recurso de nulidad interpuesto por don
HELMUTH MILLING TORRES, en representación de la Municipalidad de
Panguipulli, contra la sentencia de 4 de abril del año en curso, dictada en causa
RIT 16-2017, RUC 17-4-0036074-K, por don Felipe Andrés Muñoz Hermosilla,
Juez Titular del Juzgado de Letras de Panguipulli, la que no es nula por las
causales invocadas por este recurrente.
II.- Que se ACOGE parcialmente, sin costas, el recurso de nulidad
interpuesto por la abogada doña CARLA CATALAN SANCHEZ, por la
demandante, contra la sentencia de 4 de abril del año en curso, dictada en causa
RIT 16-2017, RUC 17-4-0036074-K, por don Felipe Andrés Muñoz Hermosilla,
Juez Titular del Juzgado de Letras de Panguipulli, la que se invalida parcialmente
y se la reemplaza por la que se dicta a continuación, separadamente y sin nueva
audiencia.
Acordado con el voto en contra de la Ministra Titular, señora María Soledad
Piñeiro Fuenzalida, quien estuvo por acoger íntegramente el recurso de nulidad,
por los siguientes fundamentos:
Primero: La infracción de ley se cometió al no aplicar íntegramente las
nomas del inciso tercero del artículo 489 y el N°3 del artículo 495 del Código del
Trabajo, pues de haberlo hecho debió conceder el pago de las indemnizaciones
substitutiva de aviso previo y por años de servicio, de los artículo 162 y 163 del
Código del Trabajo, la última con el respectivo incremento, teniendo presente para
ello que donde el legislador no distingue no le es lícito al interprete distinguir y que
cuando el sentido de la ley es claro no se debe desatender su tenor literal.
Segundo: Que el inciso tercero del artículo 489 del Código Laboral dispone
claramente que: “En caso de acogerse la denuncia el juez ordenará el pago de la
indemnización a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la establecida en
el artículo 163, con el correspondiente recargo de conformidad a lo dispuesto en el
artículo 168 y, adicionalmente, a una indemnización que fijará el juez de la causa,
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la que no podrá ser inferior a seis meses ni superior a once meses de la última
remuneración mensual”.
A su vez, el N°3 del artículo 495 del mismo cuerpo normativo,
estatuye que la sentencia que acoge la denuncia, en su parte resolutiva deberá
contener: “La indicación concreta de las medidas a que se encuentra obligado el
infractor dirigidas a obtener la reparación de las consecuencias derivadas de la
vulneración de derechos fundamentales, bajo el apercibimiento señalado en el
inciso primero del artículo 492, incluidas las indemnizaciones que procedan.”
El primer artículo usa la expresión “ordenará” y la segunda señala “incluidas
las indemnizaciones que procedan”, o sea las refiere en plural, por lo que en su
opinión no hay duda que se deben ordenar pagar las indemnizaciones
demandadas, en relación al tiempo que permaneció prestando servicios a
contrata, y la substitutiva, por no dársele el aviso de su conclusión con la
antelación de treinta días, porque es la única forma que se repare íntegramente el
daño causado con la vulneración de garantías constitucionales, con ocasión del
término de los servicios.
Tercero: Que, además, esta interpretación se aviene más con el principio
protector del derecho laboral y en especial en la protección de garantías
fundamentales que el juez tuvo por vulneradas.
Cuarto: La circunstancia de estar frente a una relación laboral de “contrata”
regulada principalmente por un estatuto distinto al Código del Trabajo, no altera lo
concluido desde que estamos frente a una figura especial aplicable al caso sin que
exista justificación razonable para aplicar las consecuencias proteccionales de
forma parcial.
Regístrese y comuníquese.
Redacción del Ministro Titular Sr. Carlos Iván Gutiérrez Zavala.
Rol 98 – 2018 LAB.

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SENTENCIA DE REEMPLAZO:
En cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del artículo 477 del Código
del Trabajo se dicta la siguiente sentencia.

Valdivia, veintisiete de junio del año dos mil dieciocho.-


VISTOS:
Del fallo anulado se mantienen los motivos primero al décimo primero;
párrafos primero y segundo del décimo segundo; y desde el décimo tercero al
décimo y los números I y II de la parte dispositiva, eliminando en el N° I la
expresión “parcialmente”.
Y se tiene, además, y en su lugar presente:
Primero: Los fundamentos décimo segundo a décimo cuarto del fallo de
nulidad, los que se tienen como expresamente reproducidos.
Segundo: Que no habiéndose controvertido el monto de la remuneración
mensual de la trabajadora demandante, y siendo absolutamente procedente
conforme lo dispone el artículo 495 N°3 del Código del Trabajo condenar a la
demandada además al pago de la indemnización por lucro cesante así se
establecerá.
Por estas consideraciones y teniendo además presente lo dispuesto en los
artículos4, 7, 459, 477, 478, letra b); 489 inciso tercero, 495 N°3, 2, 501 y 502, del
Código del Trabajo, se declara.
I.- Que la demandada, además de lo dispuesto en el N° I. de la sentencia
recurrida, deberá pagar a la parte demandante, por concepto de lucro cesante la
suma de doce millones doce mil cuatrocientos sesenta y dos pesos ($12.012.462).
II.- La suma referida se deberá pagar reajustada y con el interés señalado en
el artículo 163 del Código del Trabajo.
Se deja constancia que la ministra titular, señora María Soledad Piñeiro
Fuenzalida, fue de parecer, por las razones expresadas en su voto de minoría,
que la demandada debía ser condenada, además, al pago de las indemnizaciones
substitutiva de aviso previo y por años de servicio, como lo ordena el artículo 489
inciso tercero del Código del Trabajo.
XJXKFXZDXG

Regístrese y comuníquese.
Redacción del Ministro Titular Sr. Carlos Iván Gutiérrez Zavala.
Rol 98 – 2018 LAB.
MARIO JULIO KOMPATZKI Maria Soledad Pineiro Fuenzalida
CONTRERAS Ministro
Ministro Fecha: 27/06/2018 13:13:07
Fecha: 27/06/2018 13:13:07

Carlos Ivan Gutierrez Zavala


Ministro(P)
Fecha: 27/06/2018 13:17:00

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Pronunciado por la Primera Sala de la C.A. de Valdivia integrada por Ministro Presidente Carlos Ivan
Gutierrez Z. y los Ministros (as) Mario Julio Kompatzki C., Maria Soledad Piñeiro F. Valdivia, veintisiete de
junio de dos mil dieciocho.

En Valdivia, a veintisiete de junio de dos mil dieciocho, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.

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Este documento tiene firma electrónica y su original


puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.
A contar del 13 de mayo de 2018, la hora visualizada
corresponde al horario de invierno establecido en Chile
Continental. Para la Región de Magallanes y la Antártica
Chilena sumar una hora, mientras que para Chile Insular
Occidental, Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez restar
dos horas. Para más información consulte
http://www.horaoficial.cl.

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