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‘dativaylavitalidad en las bases, y aprender por simismo a adaptarse a aquello que son las bases, Las lactones dialéticas de ese t)po son vitales para le construccién &ecaalauier tipo de democraia viable en los mbites urbanos contempornees, To _dvia mis importante es | modo en el gue los problemas generales (de desarrollo econémico, calidades del entomno y de vida) se reconocen en los ambitos de base y ‘ converten en asuntos politicamente percibidos que hay que abordar necesaria, rnente mediante una politica mas amplia. Interiorizar a escala local las fuerzas exter. as implica con frecuencia intensas contradieciones que exigen soluciones @ scala Toca que a su vez presionan alos poderes extemos para que cambien su modo de ‘actuar (considérese el caso dlésico de los promotores capitalistas @ los que se resisten lntensamente los rxidentes burpueses). Las cuestiones de justicia medioambiental, de disciminacién en los mercados del suelo y dela viviends, de violencia policil dis criminaoria, de inteyraciGn social y educaién, han surgi de esta mance y se hat prop gado por ctculos cada vez mds amplies a partir de las necesidades sentidas por individuos dispuestos y capaces de dar expresién a esas necesidades mediante m0- Jos de acién colectiva en mbitos locales. La manera en la quello personal se vuel «e poltico ysetradvce nuevamente en mbites politicos ms amplios es, en itimo término, tan importante como la interiorizacién de poderes mas arnplios en los mo: simienas locales cplectivos. [Lo esencil es vit ls movimientos sociales urbanos como mediadores, ye par. sicularsmo mitante como ttaduccén de lo personal aun terreno politico més am. plio, Simple y lanamente, los procedimientosy el gobierno democriticos en gene ral, asi como en imbitos urbanos, ya se basan y seguirin basindose en el futuro predesible en instituciones mediadoras de accién foal yen fa formacisn de solids tidades locales, El gue dichas instituciones mediadoras desempefien una funcién positiva 0 negative en relacién con [a democratizacidn del gobierno urbana es alge que, por supuesto, ain esté por ver. Pero las fuerzas politico-econémicas mas am plas corren un riesgo si pasa por alto esta dimensién dele acién humana. Ls ins tiuciones locales vaciadas de contenido suponen una amenaza ain mayor que un purticulaismo itanteceracterizado por Ja autonomia relativa y por una vtalidad carismitica que busca reformas a escala més ampli, La diaéctca de los movi- _mientos de hase y Jos poderes del particularismo militante son fuerzas vibrantes en la vida urbana en particulary en la vide sociopolitica en general mas Identidades cartograficas: los conocimientos geograficos bajo la globalizacién* Observaciones preliminares El proceso poitco-econémico generalzado que enafcs recientes hemos dado en llamar «globalizacién» depende fuertemente dela acumulacion de ciertostipos de conocimientos geogrificos (de hecho ha dependido desde su mismo comienz, que data de mucho antes de 1492, en ol caso del capitlsmo occidental). La conti- ruacién del desarrollo de est sistema politico-econcimico influirsindudablemente en la Geografia en cuanto disciplina epecifica asi como en la geograia en cuanto modo especiico de conocimiento que impregns el pensartienta social y las peécti ‘cas politicas. De manera reciproca, las interpretaciones geogréficas pueden afectar «¢ Futuras trayectorias de desarrollo politico-cconémico (mediante, por ejemplo, el reconocimiento de las restricciones medioambientales, la deteccién de nuevos re- ‘cursos y oporunidades comerciales o Ja bisqueda de formas mis justas de de- sarroll geogtifico desigual). Una geografia ctica podria llegar a poner en duda las formas contemporineas de poder poltico-econémico, marcadss por el hiperdest- rrolo, ls cecientes desigualdades sociales y as mikiles seals de grave degra- dacién medioambiental. Lo que me interes es observar esta relacign dialéscaentze el cambio politico: econémico y socio-ecoligico Por una parte, y los conocimients geograficos por la cara, Empiezo con tres observaciones bcs. Presenado primeramense ene congresoxCiencis Soci eae Milenio» patocinad pot a Universidad Baptista de Hong Koag en juni de 200; versnrevsad, publica ag, pre sas3 on e129 Congreso Geogréico Ineracinal de Sel en ages de 2000, 205 En primer lugar, aunque la historia de esta relacin dialética es un érea de in vestigacin fascinante (como, por ejemplo, la relacin existente entre los conoci rnientos geogrdlicos, la formacién del Estado la colonizacién, las operaciones mil tures, la geopolitica y la perperua busqueda de ventas comerciales y econémicas), cn este artioulo pasaré en buena medida por alto cualquier andliss explicit de este registo histrico, No obstante, reconozco que este legado del pasado pesa fuerte nente en ls conocimientos geogrificos contemporéneos, y que cualquier intento anplio de transformarlos debe, en algdin punto afrontar las paricularidades de los Jegros pasados. En segundo lugar, uso la palabra «conocimientos» en plural porque me parece pe Tigres suponer que existe una forma establecia de entender 0 un campo unificado cd conocimiento Hamado «geograia» incluso dentro de la especilidad académica Una ciscplina que varia desde la paleoecologi sla motfologia de los desiestoshas- tala geografia posmodema y homosexual tiene obviamente un problema de identi: did. La upesicién de que existe una defnicién eesencialstay ain por descubri so bree tema dela geografa, sus métodos y su «punto de vista» debe ponerse en duda, aunque hace mucho tiempo que nadie se atreve a escribir un libro tan leno de con fiunza como Nature of Geography de Hartshorne. Esa poscinesratégica adquiere mayor importancia en relaisn con mitercer at semvento: hay una diferencia significativa entre los conocimientes geogrficos sos: nidos (a menudo de manera instrumental) en diferentes escenariosinsttucionales (por ejemplo, aparatos estatales, Banco Midi, ef Pentégono y la CIA, el Vaca no, los medios de comunicacin el pablico en general, las ONG, e sector turstico, Jas empresas mulinacionales, as instituciones financieras, ecétera)y la geografia en seiada y estudiada en los departamentos que funcionan bajo dicho nombre. La ten siin entre Ia Geograia como disilinaespectca y la geograia como forma de re nis, usar y entender cera informacién en una vasiedad de émbitos instucionales es imporsnte. Los conocimientos geogrificos de ste segundo, tipo estén ampliamente dlspersos entre la sociedad. Merecen ser entendices por si mismos (por efemplo, -cémo el sector turisica 0 la teleisn por cable han creado y promovido un cierto sentido geogrifico en le sociedad) Diferenesinstituciones, demis, crean una de smunda de diferectestipos de canacimientos geogréficos (a secorturstico no le in teresa reslar la geografa de la tension socal, Sila geogatiaacadémica no cubre © no puede cubrir estas demandas diversas, seguramerte alguien lo hata Deestos comentarios prliminares deduzco algunas conclusiones inmediatas: 1, Necestamos estudios geneales en escenaris istricos y geogrificos compara- tvs para entender mejor amo se produce la relacén dalérca entre las forenas de conocimienta geogrificoy el desarrollo socoeconémico y ecolégico. 226 2. Necesitamos estudios cuidadosos sobre cémo se formula, usa y aplica lt geo- srafia en cuanto modo de interpretacin en diferentes émbitos instucionales (por ejemplo, el ejército, Greenpeace, el aparato estatal, empresas multina cionals, etcéter) 3. Debemos estudiar mejor los vinculos existentes entre los dscursos geogl cos que emanan de instituciones particulares y la forma en la que Se crean y censefian los conocimicntos institucionales tanto dentro come fuera dela dis: ciplinaespecifica dela Geograia 4, Necestamos considerar detenidamente qué principios podrian regi la apli- cacién de conocimientos geogrificos «sensatosy en ibis es pecificos. A este respecto, la disciplina de la geografia tiene una funcisn po: tencial de considerable importancia, como Arbitro y juez de cusles son usos auecuados de los conocimientos geogrilicos propiamente formulas. El cosmopolitismo y su geografia En un articulo publicado recentemente en Public Culture, observécémo se estin ‘movilzando abora ls alegaiones sobre a gobermacién la gestén ya actividad regula- dora mundiales através de idcaes de «casmopoliismo», Escitores como David Held han sostenido con elocuencia que tl perspectivacosmopolita es esencil parala evolu- én de las insttucones democrticas de gobemacién muni que regula el nealibe ralismo, Pero qué tipo de conocimiento peogrifico se presupane en dicho argumento? ‘Nussbaum, uno de ls principals partidaris del idea! cosmopoltaen Estados Unidos, se queja de que «Estados Unidos es incapaz de observarsea si mismo at ‘6s de la lente del ozo y, en consecuencia, [es] igualmente ignorante de si mismo» precisamente porque la poblacién es «asombrosamente ignorante del resto del mundo», Paraestablever un didlogo mundial adecuado, continia, necesitames no so el conocimiento de la geografia y Ia ecologia de otrs piss -lgo «ue ya supondris una gran resin de nuestro programa de estudio, sino también s- bermucho sobre st gent, de forma que al hablar con ellos eamos paces de respetat sus traiciones intereses. Le educacén cosmopoliteproporcionara el tasfando nace sara para ena deliberaci6 El cosmopoliiimo sin un conocimiento «sessato» y «adecuado> de la geogeafia y la ancropologi es, daa entender ella, un ideal vacio, [Al acer esta afirmacién, Nussbaum sigue nada menos que a una figura como Kant, a cuyos argumentos fundamentales sobre la ética cosmopolta se apela fre 227 cyentemente en la bibliograia general. Kant reconocia que los estudios geogrificos + antropogicos eran «condiciones previas necesaras» para el descubrimiento yla tplicacisn de cualquier o:ra forma de conocimiento, incuida la ética cosmopolit Nussbaum (unto con todos los demas que escriben sobre cosmopolitismo) dejan sin especificar la naturaleza del conociméento geogréfico necesario. Pero Kant dio sa curso de Geografia no menos que Cuarenta y nueve veces (fue el segundo curso nis importante que él enseiid). Un estudio dela Geografia de Kant revela un pro blema serio. Porque la explicacién que da no sélo es asistemitice ¢ incoherente (en rmarcado contrast cone igo de fas obras flosias), sino también perudical en ex tremo, La ehumanidad ~dice- alcanza su mayor perfccién con la raza blanca. Los indios amarillos tienen algo menos de talento. Los negros son muy inferiores y al. unos de los pueblos de América estén muy por debajo de ellos». Los hotentotes son sucios ys les hue desde lejos, los javaneses son ladrones, maquinadores y ser- ules, a veces lenos de ira y otras cobardes y aremorizados, los samoyedos son timi- dds, perezosos y supetsticiosos, las mujeres birmanas evan ropas indecentesy les gusta quedarse prefiadas de europeos... y continia de esta guise “Ese tipo de conocimiento geogrifico resulta profundamenteincoherente con la Gtica universal y los principios cosmopolitas de Kant. Inmediatamente plantea el problema: qué ocurre cuando los ideals éticos universes einserten como prin cipios de gobemactén roundial en un mundo en el que algunos son considerados inferires y de otros se piensa que son indolentes, malolientes o simplemente in dignos de confianza. O bien fos hotentotes malolientes, ls samoyedos perezosos, Jos javaneses ladrones y las birmanas indecentes tienen que reformarse por consi- deracidn al e6digo ético universal (climinando as todo tipo de diferencia geografi- a), o bien los principios geograficos opéran en diferentes condiciones geogrificas como un cédigo intensamente discriminatorio disfrazado de bien univers Lo que se percibe de manera tan drastica en Kant tiene, por desgracia, ramifi- caciones generaizadas en Ja politica contemporénea Si, como es el caso, el conoci- _miento geogréfico en la vida y la opinisn pblicas de, por ejemplo, Estados Unidos es tan carente de calidad o adolece de una calidad tn lena de prejuicios como los retratadox por Kant, a Estados Unidos le resultaré muy fc retratarse como el por- tador de los principios universes de justcia, democraca y bondad, y al mismo tiempo operar en la prictica de una manera intensamente discriminatoria. La for rma facil en la que se pueden «demonizar» en la opin pica certs espacios de a economia planetaria (Cuba, China, Libia, Irin, Iraq, por no decir nada del «im. perio del maby de la ex Union Sovitica, por usar la expresin favorita de Ronald Reagan ilustra demasiado bien que ciertosconocimientos geogificos se movlizan con fines politicos, al tiempo que sostienen a creencia de que Estados Unidos es el portador dela éxica mundial. Qué tipo de conocimiento geografco es entonces adecuado para una éticacos- mopolia? La cuestén estan profunda como amplia, Pero hay abundantesindicios de lo significatva que podria resultar la relacién. Una encuestarealizada recente rent en Estados Unidos demostré que cuanto ms seban ls personas sobre ls con- diciones y as cireunstancias de vida en determinado pais, menores eran ls probabi- lidades de que apoyaran las intervencioneseiaes 0 fas sanciones econ6micxs del gobierno esadounidense. Al contrario, se deduce que cierto tipos de poder econé- rico y politico podrian tenes un interés especial por mantener a masa de la pobla- cin en un estado crSnico de ignorancia geogrifica (o al menos no seati el implso de curar los actuals estados de ignorancia). Los conocimientos geogcfcossesgads 0 «vacios», deiberadamente creados y mantenides, proporcionan una licencia paca perseguirintereses particulares en nombre del bien y la raztn universes. El cosmopalitsm prado ce especiicidad geogréfca sigue siendo una razéin abs tract y alienada, responsable, cuando baja aa tera, de produce todo tipo de conse- cuencias inesperadas y a veces explosivamente malignas (que pueden hacer que pobla- ciones enteras se levanten contra los princpios universes que se espera que acepten. Una fuerte dosis de iustracién geogrdfica es, por lo tanto, un requisito previo para cualquier ejerticio razonado del control planetario. Peto que tipo de conocimienro seopritico podria incluirse aqui? Los gederalos tienden a recelar de los ideales cos- snapolites en parte por buenas razones). Pero la geograia no inspirada por una vsién ‘cosmopolia se converte en un asunto de tnra descipcién 0 en tna herramienta po- siva de los poderes esistentes (militares, administratives, econémicos. Liberar la dia- lgccica entre el cosmopolitismo y la geopafia parece un prerrequisito fundamental para alcanzar un orden socio ) respecto a cémo se recopil, ana 20 Jizae interpreta la informacion. El Fstado, mediante los mecanismos de plaifca cién, instraye igualmente programas normativos parala produc de nuevas con figuraciones geogrifica,y eb hacerlo se convieste eo uno dels principales dembices para orquestat la produccién de espacio, la definicion de la territorialidad, a dis ‘wibucién gcografica dela poblacin, la actividad econdmica, los servicios sociales, la riqueza y el bienestar, Mediante su inluencia en la educacién, el Estado puede producir activamente identidades nacionales y locales como medio para garanizat su poder. Cuando los gedgrafos se sittian dentro de estos marcos de produccién de conocimiento geogrifico se convierten, a veces sin reconocerlo, en agentes ticitos del poder estatal, Al mismo tiempo, los itereses de Estados particulars conducea 2 tipos especficos de conocimientos geopritics (produciendo xescuelas nacions- les» de geografia identifcables) relacionados, de manera interesante, con stuacio- nes geogrificas y geopoliticas. La egeografia oculta» de los conocimientos geogré- ficos taramente se ha abordado, excepto d€ manera dipticay ocasional El poder militar ‘Aunque ipicamente forma pare del aparato esata, el poder militar merece cae gor apare, porque en este campo es mis obvi a conexin entre los canocmientos seoarficos prvlegadosy el ansa de poder. A menudo el conocimiento geogréfco se mantiene agu en secret, Hl acceso ales una cuesin de seguridad nacional, Dispo: ‘ner de buenos mapas. ode un buen sistema de informacin geogréfica es crucial para al cancat la superioridad militar, mientras que interpretarlos ml (como en el bombardeo vergeren la disciplina, Decr eto no implica que no haya nada nuevo que descubris «0 pensar sobre el espacio (ol expacioiempo) dentro dela Genera 0 que no haya tuna tradicién autéctona a la que podamos apelar. De hecho, la convergencia reciente de miitiples discursos sobre el espacio y el espacio-tiempo dentro de la Geografia la convierte en un punto clave a partir del cual han surgi ideas wsidas.& exe rs pecto, esti claro que [a disciplina hace algo mas que simplemente refractar y reflejar Jo quea obtenido de manera derivada de otras pares. En la medida en la que el tiempo, el espacio y la materia (0 el proceso) son ca- tegorias ontol6gicas fundamentals para nuestra comprensin del mundo, la Geo ¢grafia interioriza dentro de sf la misma problematica que otras: disciplinas. Se plan- 240 tean cuestiones sobre las concepciones absolutas, relativas y relacionales del espa- cio (y del tiempo), al igual que la cuestin de si el tiempo puede o no separarse sig- nificativamente dl espacio. En mi opinién, el «espacio-tiempo» o a eespacio-tem poralidad» es la categoria pertinente. Esto implica bastante adecuadamente que «toda la geografia es geografia histérica», con independencia de dénde se busaue. Laimporancia de esta concepcisn dinémice del ordenamiento espacial y del for- sma espacial quedara clara en breve, Sin ell, ls conocimientos geogiticos tienden aconvertrseenestrucruras de pensamientoeinterpretacién muertas inamovibles, cuando su manifestacién mis interesante surge invariablemente de observarlas (0 incluso ponedas) en movimiento. Las extructurs espacisles pueden, desde luego, desglosarse en nodes, redes, su petficies y flujos, yes posible apelar a los poderes de las representaciones geométri- cas como medios eficaces de modelar esas estructuras. La colaboracién que desde hace tiempo mantienen Chorley y Haggetente ls cencias sociales y ls cinch. sicasilysra la fuerza de pensumienco analigico con respect als formas espacales, YY sigue existiendo una enorme cantidad de problemas comunes (tanto téenicos como represenativs) interesantes, Pr eemplo, la cuestin de integrar una iterpretacién de procesos que operan en escalas muy diferentes (tanto vemporales como espacials) es.undilema frecuente en la investigacion en muchas eas. La custo de cémo in tecpretar la escala es tan importante para crear modelos sobre cambio climtco yané- Iss ecoldgico como para interpretar la economia politica del desacol geopifico desigual. E] clemento comin en este problema es lamativo, y sorprende encontrar tan poco trabajo de colaboracién respecto a cémo manejarlo, Armados con Ja caja de herramientas adecuada, podemos establecer marcos des- criptivos comunes y procedimientos de creacién de modelos para obserrar todo tipo de flujos ene espacio, ya sean de mercancias,bienes, ideas, engi, o inputs cecol6gicos. La difusin de formas cuturales, enfermedades, biotas, ideas, habitos de consumo, moda; ls redes de comunicaciones,cansferencias de ener, fujos hidvol6gicos, relaciones sociales, contactos académicos; los nodos de poder centra- lizado, de sistemas urbanos, de innovacién y de toma de decisiones; las superficies de temperatura, el potencial de evapotranspiracin, de poblacién y potencial de renta; todos estos elementos de estructura espacial se convierten en parte inegran te de nuestz2 compreasi de emo se distribuyen los fendmenos y cémo funcio nan los procesos através del espacio ya lo largo del tiempo. Pero en todo ello se da una tendencia a interpeetar que los procesos (no importa que sean fisicos, ecolégicos, sociales o politico-econémicos) se verifican dentro de ‘un marco espacial fio (espacio absolute}. Es igualmente importante considerar el propio marco espacial como algo maleable y variable (relativo y relacional), un cam: po de ordenamiento espacial activamente producido que cambia a veces de mane- 241 a tipida ya veces muy lenta alo largo del tiempo. El espacio debe considerarse di émnico y en movimiento, un momento activo (no un matco pasivo) en la constitu ci6a dela vida fisica, ecalbgica, socal y politco-econémica El espacio, como la cartogratia, ¢s tanto un constructo mental como material. Esto no s6lo en el sentido de que ls sistemas de medicin y los constructos mate ritcos (geometry cilculo) que se usan para represenar la especaidad son pro ducto de pecsamiento humano. El imaginario espacial y temporal, la construccién de mundos alternativos posibles (por usar la famosa formulacién de Leibniz) y las percepciones del espacio y del tiempo que recorten la conciencia y que se presen- tanen abras de arte, poesia, novelas, peliculsy formas mulkimedia, todos ells pro porsionan una enorme gama de significados metaféricos con los que es posible explorar conetividades y analogias ocultas. Los denominados espacio y tiempo «cmeatales» 0 «imaginaris» son terrenosricos en los que trabajar para entender las subjetividades personales y politicas, y sus consecuencias cuando se materializan en forma de accién humana en el espacio y en el tiempo. 1Los intentos de abozdar estos aspectos dindmicos de la espacialidad en general bj la rbrica de la wconstruccin social ola «produccisn» de expacio- son aho- tale, Toda la historia de la acumulacién de capital que, como hace tiempo ob- servi Marx, ha integrado en si una tendencia histérica al aniquilamiento del espa- cio mediante el tiempo, sefiala un proceso evolutivo en el que la metrologia y las ‘medidas pertinentes del espacio y del tiempo han cambiado significativamente. La acclracion del tiempo de rotacién y las reducciones de la friccién dela distancia hhan supuesto que ahora la espaciotemporalidad deba comprenderse de manera completamente distinta a como operaba, por ejemplo, en la Grecia clsica, la Chi- na de la dinastia Ming o la Europa medieval. Cualquier biisqueda de alternativa a la ghbalizacién neoliberal debe buscar un tipo distinto de espaciotemporalidad También aqui enconttamos un campo que exige reflexién general tanto dentro com fuera de la dsciplina de la Geografia, Es éste un campo de trabajo geogri co especifico en et que se generan ideas «sélidas>, aunque se difundan relativa- ‘mente mal a muchas otras disciplinas y a una variedad de ambitos institucionales de produccién de conocimiento. Lagar/regin/teritorio La acegin» es posiblemente el concepto geogrifico més atrincherado. Dentro de a discipina ha resultado ser el menos flexible, principalmente por su funcién central en las definiciones esencialistas del tema, que se basan exclusivamente en el estudio de la corologiao dela diferenciacin regional, Términos conto «loclidad, 242 «aerritorio» y sobre todo lugar» han sustituido a menudo al de «zegién» en los dis ‘cursos geogrificos, tanto dentro como fuera de la disciplina. Las extensas biblio- grafias sobre «lo local y lo planetario», sobre «desterritorializaciGn y reterritoriali- zaciGn»,y sobre el significado cambiante del término «lugar» bajo condiciones de hipermovilidad pore espacio atstguan a enerpia del tema y a diversidad de apa- ratos conceptudles con la que se enfoca Laiidea fundamental es que hay un espacio contiguo que posee el caricter de una «sentidaddefinida por cuaidades especiales. A veces ls limites estn claramente de ‘marcados (somo ocurse en ls territoros adminstatvos), pet en otros casos se ‘mantienen ambiguos o incluso se dejan sin considerar (muchas ideas de «lugar» no abordan en absoluto la actividad de dliitar dinde empieza y ternina un lugar). A veces la regicn Se define en funcin de cualidades homogéneas (por ejemplo, uso de Ja tierra, composicion de los sueos, formas gookipicas) ya veocs en funn de rla- ciones coherentes entre elements diversos (por eemplo,repiones funcionales urba- nas), A veces la repién se define desde una perspectiva completamente materilista (cualidades fisicas del terreno, régimen climatolégico, entomnos constraidos, limites tangibles), pero otras depende de ideas, Jealtades, un sentimiento de pertenencia, es tructuras de sentimiento, modos de vida, recuerdos e historia, comunidad imaginada y similares. En ambos casos es imporante econocer que ls egiones se hacen» 0 ‘

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