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Este aviso fue puesto el 28 de junio de 2017.
Órgano
Tesitura
Características
Organista.
Músicos
Hydraulés.
Fabricantes Véase Lista de fabricantes de órganos
y categoría:Fabricantes de órganos
Artículos relacionados
Índice
[ocultar]
1Historia
o 1.1El órgano en la música académica europea
1.1.1Como solista
o 1.2Renacimiento
o 1.3Barroco
o 1.4Desde 1750 hasta la actualidad
2Selección de obras para órgano
o 2.1Barroco
o 2.2Clásico
o 2.3Romántico
o 2.4Siglo XX
o 2.5Otras facetas en obras musicales: como acompañante
o 2.6Selección de obras como acompañante o parte del bajo continuo
3Organistas famosos
4Bandas sonoras de cine
5Bandas sonoras de videojuegos
6Selección de obras destacables en otras músicas
o 6.1Bandas sonoras de anime
o 6.2Bandas sonoras de videojuegos
7Véase también
8Referencias
9Enlaces externos
Historia[editar]
El órgano de la iglesia parroquial de Ayerbe tiene 56 teclas y los tubos de los extremos van en
disminución hacia el centro y de éste surgen otros tubos que superan a aquellos en longitud.
El órgano tubular tiene su origen en Grecia por el antiguo inventor Ctesibio quien ideó diversos
artilugios que funcionaban con agua y aire, tal es el caso del hydraulis. El órgano fue conocido
por los romanos y se adoptó por la Iglesia como acompañamiento a las ceremonias religiosas
en el siglo VII.
A lo largo de la historia, los órganos han sido:
En la música académica europea el órgano, como solista y tocado solo, ha tenido grandes
compositores que le destinaron obras célebres, sobre todo en la época barroca, edad de oro
del instrumento; destaca el aporte de Johann Sebastian Bach en el siglo XVII y Olivier
Messiaen en el siglo XX. Sin embargo el órgano, por ser un instrumento completo (es decir,
que tiene todo lo necesario para interpretar una obra casi de cualquier tipo), no tiene
necesidad de depender de otro instrumento, ya que sus registros y su arquitectura musical (la
forma como se gobierna el órgano) lo hacen independiente. Es el único instrumento para el
cual se han compuesto "sinfonías", debido a la paleta sonora de los instrumentos más
grandes, particularmente mejorada en el s. XIX.
Renacimiento[editar]
Ya en la edad media hubo colecciones de piezas para órgano solo; en el Renacimiento tuvo
su primera edad de oro. Antonio de Cabezón (1510-1566) es uno de los mejores organistas de
su época y uno de los más destacados en el ámbito español; para el órgano escribió tientos,
pasacalles, variaciones, etc.
Barroco[editar]
En el barroco el órgano tuvo su apogeo y época dorada, tanto en intérpretes como en
compositores y organeros.
En Italia destaca la figura de Frescobaldi (1585-1641), cuya obra Fiori musicali (1635) es una
de las más importantes en el ámbito teclístico.
En los Países Bajos hay otro ilustre ejemplo con Jan Pieterszoon Sweelinck(1560-1621). Él y
Frescobaldi son los dos primeros genios de la literatura barroca del teclado.
En Francia el órgano tenía un papel relevante en la vida musical, y la escuela francesa del
órgano tuvo su máximo apogeo entre 1660 y 1720. Los más ilustres exponentes de la escuela
es F. Couperin (1668-1733). Después la escuela, junto con la escuela del clave, pierde
prestigio y la música francesa del instrumento desaparece ante la indiferencia de los grandes
compositores, como J. P. Rameau (1683-1764). En 1790 ya está en plena decadencia y hay
sólo compositores menores.
En España hay numerosas figuras destacables durante todo el periodo, desde Francisco
Correa de Arauxo y Juan Cabanilles hasta Antonio Soler (1729-1783), cuya producción
organística es la más importante del siglo XVIII en el ámbito iberoamericano.
En Inglaterra los dos más ilustres representantes son Purcell (1659-1695), que compuso
piezas de temática libre, y Händel (1685-1759), que compuso conciertos para órgano y
orquesta.
Órgano de Klosterlechfeld, Alemania.
En Alemania el órgano tuvo una importancia capital en todos los sentidos; la calidad y
cantidad de las obras y el gran número de compositores durante todo el periodo hicieron que
el órgano tuviera ahí el máximo apogeo.
La escuela alemana, que puede dividirse en la del norte, la del sur y la del centro, tuvo su
apogeo entre 1650 y 1750 con los tres compositores más importantes de la literatura
Alemana: Pachelbel (sur) (1653-1706), Buxtehude (norte) (1637-1707) y, sobre
todo, Bach (1685-1750), cuya aportación fue la más importante del periodo barroco.
Desde 1750 hasta la actualidad[editar]
Órgano de la iglesia de San Pedro de los Francos, Calatayud, España.
Después de la época barroca y de la muerte de los grandes compositores del periodo entre
1706 y 1750, el órgano entró en decadencia en la música de concierto; la indiferencia de los
grandes compositores hace que se le reserve casi exclusivamente para música religiosa. En el
periodo clásico, Mozart y Haydn sólo compusieron algunas sonatas y fantasías el primero, y el
segundo, conciertos para órgano. Beethoven, por su parte, lo usó en su gran Missa Solemnis.
En el romanticismo, salvo contadas excepciones, siguió relegado por los grandes
compositores, aunque Mendelssohn, Anton Bruckner, Brahms, Jesús Guridi y Franck destinan
grandes obras a este instrumento, como los corales (1897) y las sonatas (1845) de Brahms y
Mendelssohn respectivamente.
Órgano Pérez Molero siendo tocado (se necesitan dos personas, una que se encargue del teclado y otra
que mueva los fuelles a mano para suministrar el aire), en el Museo de la Música de Barcelona.
De entre los discípulos de Widor seguramente el más notable es Louis Vierne (1870-1937),
que llegó a recibir el estímulo y aprecio de César Franck. Autor de seis importantes sinfonías,
de numerosas piezas de fantasía y de diversos estilos para órgano. Asimismo, con Vierne los
conciertos de órgano en París adquieren la categoría de acontecimiento cultural, y el autor
llegará a dar varios recitales por los Estados Unidos. También tuvo éxito como intérprete
Joseph Bonnet (1884-1944), discípulo de Guilmant. Bonnet compuso solamente para órgano,
y casi toda su obra entre 1908 y 1913. Autor ecléctico, recuperador de la tradición gregoriana
y notable maestro de la variación, compuso desde obras litúrgicas hasta otras de corte
romántico o impresionista.
Con ello, en el siglo XX el órgano recupera otra vez su papel de instrumento rey, y alcanza su
cumbre en la ricas y complejas obras de Olivier Messiaen (1908-1992), así como en el
concierto de órgano (1938) de Francis Poulenc, aunque el autor sin duda más prolífico es
Marcel Dupré (1886-1971).
En el Museo de la Música de Barcelona se expone una importante colección de órganos
barrocos, clásicos y románticos de distintos orígenes.
MENÚ
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Tocata y fuga en re menor, BWV 565de
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Retablo Medieval: Concertino para órgano y orquesta (1949) de Miguel Bernal Jiménez
Concierto para órgano (1938) de Francis Poulenc
La nativité de Olivier Messiaen
Méditations sur la Sainte Trinité de Olivier Messiaen
Litanies de Jehan Alain
Six études de Jeanne Demessieux
Te Deum de Jeanne Demessieux
ORGAN²/ASLSP de John Cage
Otras facetas en obras musicales: como acompañante[editar]
El órgano, aparte de ser un instrumento solista, ha tenido otras facetas en las obras, como
acompañamiento o realización del bajo continuo.
En la edad media y el renacimiento, el órgano, antes de que se compusieran obras a "solo" o
como solista, se utilizaba para acompañar o entonar el canto gregoriano, misas, motetes y
piezas polifónicas de Leonín y Perotín (de la Escuela de Notre Dame), siendo el único
instrumento que se podía tocar en la música religiosa.
En la época barroca, con la aparición del bajo continuo, el órgano, junto con el clave, el fagot y
el laúd adquiere una importancia capital, porque el órgano permitía hacer acordes juntos y
alargar notas para realizar el bajo continuo. Entonces, desde 1600 hasta 1750, el órgano esta
prácticamente como parte del bajo continuo en todas las obras vocales religiosas, y también,
se puede decir la instrumental. Todos los compositores barrocos hicieron la técnica del bajo
continuo, entre ellos, Monteverdi, Lully, Brutexude, Couperin, J. S. Bach, etc. Como ejemplos
de obras que requieran el apoyo del órgano haciendo el bajo continuo se podían citar las 200
cantatas sacras de J. S. Bach (1685-1750) o el Gloria RV 589 de Vivaldi (1675-1741).
Además de la técnica del bajo continuo, al órgano también se le dio un papel de acompañante
melódico como ejemplo, algunas árias de cantatas sacras de J. S. Bach o los himnos de H.
Purcell (1659-1695).
En el clasicismo y épocas posteriores, con el desuso del bajo continuo, el órgano recupera el
papel de acompañante y entonador y se relega básicamente a la música religiosa, como
algunas piezas de voz y órgano de C. Franck.
Selección de obras como acompañante o parte del bajo continuo [editar]
Organistas famosos[editar]
Véase Categoría:Organistas
Hablando de compositores para órgano, el periodo barroco fue el más fructífero para el
instrumento, con compositores de gran renombre como Dietrich Buxtehude, Johann Sebastian
Bach, Georg Friedrich Händel, Johann Pachelbel y Antonio Vivaldi, del
romanticismo Mozart, Franz Liszt, Robert Schumann, Alexandre Boël, Felix
Mendelssohn, Anton Bruckner, Bartholdy, Léon Boëllmann, Johannes Brahms y César Franck.
Del siglo XX tenemos a Charles-Marie Widor, Jehan Alain, Olivier Messiaen, Francis
Poulenc, Jeanne Demessieux y Marcel Dupré.
Como intérpretes se pueden destacar a Albert Schweitzer, Lionel Rogg, Helga Schauerte-
Maubouet, Diane Bish, Virgil Fox y Adelma Gómez. La francesa Marie-Claire Alaines
considerada la organista de mayor éxito, con cerca de doscientos cincuenta discos editados y
cuatro millones de copias vendidas, grabó en tres ocasiones la obra integral de órgano de
Johann Sebastian Bach, además de registrar las obras de una docena de compositores.