Hay cierta discordia respecto a quién inventó realmente el primer USB. Por un
lado, la primera patente fue presentada en abril 1999 con el nombre "USB-based
PC flash disk", y fue responsabilidad de Amir Ban, Dov Moran y Oron Ogdan, de la
empresa Israel M-Systems. La patente no describe esta tecnología tal cual la
conocemos hoy, ya que la describe con un cable que conecta la memoria y el
puerto USB.
Por otra parte, en septiembre de 1999 uno de los empleados de IBM, Shimon
Shmueli, presentó una divulgación de invención, que no una patente, en la que
describía una unidad flash USB. A día de hoy Shmueli sigue asegurando que él
inventó la memoria USB. Independientemente de eso, M-Systems se asoció con
IBM para llevar al mercado en septiembre del 2000 uno de los dos primeros
dispositivos de este tipo del mercado, al que llamaron "DiskOnKey".
Y digo uno de los dos porque para principios de ese 2000 la empresa de Singapur
Trek 2000 International se convirtió en la primera en comercializar una de estas
unidades, la cual llevaba el nombre de "ThumbDrive". Como os podéis imaginar,
esta empresa también asegura que es la que inventó la memoria USB, aunque la
mayoría de fabricantes de estos dispositivos no lo hace licenciando sus patentes.
Y por si estos no fueran suficientes candidatos para atribuirse un mismo logro, por
otra parte tenemos a Pua Khein-Seng, un ingeniero de Malasia, que en 1999
fundó junto a cuatro compañeros fundó la empresa Phison Electronics. En 2000,
según Khein-Seng, su empresa tecnológica presentó la unidad de
almacenamiento USB con un único chip interno al que llamó "Pen Drive".
Como hemos visto, a pesar de que M-Systems e IBM ya se habían asociado para
trabajar en una, la empresa de Trek 2000 International de Singapur consiguió
adelantarse lanzando a principios del 2000 la que fue la primera memoria USB
del mercado, la ThumbDrive. La palabra Thumb, pulgar en inglés, hacía
referencia al tamaño de la unidad.
Tanto los fabricantes de uno como de otro dispositivo intentaron sacar dinero de
sus patentes, pero como suele pasar siempre en estos casos, una vez inventado
un nuevo producto revolucionario todas las marcas empezaron a crear sus
propias versiones. Desde entonces, esos 8 MB de capacidad han ido creciendo
exponencialmente, y hoy en día ya contamos de USBs que alcanzan el Terabyte.
A pesar del novedoso sistema, la memoria USB tardó unos años en popularizarse.
A partir del año 2000 empezó a ganar adeptos, cuando las compañías Trek
Technology e IBM entraron de lleno en el negocio y se pusieron manos a la obra
en la comercialización de productos de este tipo.
Sin dudas, las memorias USB revolucionaron la manera en la que transportamos los datos,
convirtiéndose en una de las tecnologías clave para acabar con el reinado de los disquetes.