LA SOCIEDAD Y LOS
PROBLEMAS SOCIALES
ÍNDICE
PRÓLOGO...................................................................................................... 11
PRIMERA PARTE
ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD
SEGUNDA PARTE
ESTRUCTURA SOCIAL
TERCERA PARTE
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................ 317
Los hombres son malvados; una triste y continua experiencia nos dispensa
de probarlo; sin embargo, el hombre es naturalmente bueno, creo haberlo de-
mostrado; ¿qué es, pues, lo que puede haberlo depravado hasta ese punto sino
los cambios sobrevenidos en su constitución, los progresos que ha hecho y los
conocimientos que ha adquirido? Que admiren cuanto quieran la sociedad hu-
mana, no será por ello menos cierto que necesariamente conduce a los hombres
a odiarse entre sí en la medida en que sus intereses se cruzan, a prestarse mutua-
mente servicios aparentes y a hacerse en la práctica todos los males imaginables.
¿Qué puede pensarse de un trato en que la razón pública predica al cuerpo de la
sociedad, y en el que cada cual halla su provecho en la desgracia del prójimo?
Quizá no haya ni un solo hombre acomodado a quien herederos ávidos, y a me-
nudo sus propios hijos no deseen en secreto la muerte, ni un bajel en el mar cuyo
naufragio no fuera una buena nueva para algún negociante, ni una casa que un
deudor de mala fe no quisiera ver arder con todos los papeles que contiene, ni un
pueblo que no se regocije con los desastres de sus vecinos. Así es como hallamos
nuestro provecho en el perjuicio de nuestros semejantes, y cómo la pérdida de
uno hace casi siempre la prosperidad del otro.
Comparad sin prejuicios el estado del hombre civil con el hombre salvaje
e investigad, si podéis, dejando a un lado su maldad, sus necesidades y sus mi-
serias, cuántas nuevas puertas abrió el primero al dolor y a la muerte. Si con-
sideráis los pesares de alma que nos consumen, las pasiones violentas que nos
agotan y desolan, los trabajos excesivos con que los pobres están sobrecargados,
la molicie aún más peligrosa a que se abandonan los ricos, y que hace que unos
mueran por sus necesidades y otros por exceso; si pensáis en las monstruosas
mezclas de alimentos, en sus perniciosas condimentaciones, en los productos
corrompidos, en las drogas falsificadas, en las bribonadas de quienes las venden,
en los errores de quienes las administran, en el veneno de los vasos en que se
preparan, si prestáis atención a las enfermedades epidémicas causadas por el aire
malsano entre multitudes de hombres apiñados, a las que ocasionan la delicade-
za de nuestra manera de vivir, el paso alterno del interior de nuestras casas al
aire libre, el uso de vestidos puestos y quitados con demasiada poca precaución,
y todos los cuidados que nuestra excesiva sensualidad ha convertido en hábitos
necesarios, cuya privación o negligencia nos cuesta al punto la vida a la salud, si
ponéis en la lista los incendios y los terremotos que, consumiendo o destruyendo
ciudades enteras, hacen perecer sus habitantes por millares; en una palabra, si
reunís los peligros que todas estas causas amontonan continuamente sobre nues-
tras cabezas, sentiréis cuán caro nos hace pagar la naturaleza el desprecio que
hemos hecho de sus lecciones.
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 23
Las lecturas que se pueden efectuar de distintos pensadores como las que aca-
bamos de leer, contienen puntos esenciales de la sociedad, que permanecen intactos
a lo largo del tiempo. Desde estas diversas perspectivas la atemporalidad del estu-
dio se hace eterna, y nos sirve para comprender el presente de nuestras sociedades
del siglo XXI, que no se han desprendido en modo alguno de las que ya existieron
en el pasado, sobre todo porque tienen las mismas raíces y están unidas de manera
invisible en el tiempo.
Así tenemos un elenco de análisis en el pensamiento social en la era clásica
con Sócrates, Platón, Aristóteles, Cicerón, Polibio y Séneca, que aportaron ideas,
concepciones y filosofías sociales en los estudios que realizaron acerca de la so-
ciedad. El sociólogo español Salvador Giner (1992) analizó que tanto la filosofía
social como toda especulación racional y científica tienen su origen histórico en el
seno de las ciudades-estado de la Grecia clásica.
En realidad, parte de los problemas formulados y las soluciones que propu-
sieron permanecen indelebles en las sociedades del presente, y siguen teniendo
todavía la misma importancia. En efecto, nuestros comienzos se hallan en la civi-
lización griega, que se conforma tras la caída de las sociedades arcaicas minoicas
y cretenses, compuesta de pequeños estados que ya abandonaron el mundo tribal
primitivo, para poder desarrollar el raciocinio sistemático del entendimiento de las
cosas, su discernimiento y la identificación emocional.
Con la polis se abandona definitivamente el pensamiento mágico de la tribu y
los sistemas despóticos, y surgen nuevas dimensiones en las ciudades-estado. Toda
una nueva forma de vida empieza a tomar perfiles en esa ciudad-estado que abarca
lo político, lo religioso, lo económico, la escuela y la moral, que en su conjunto
se asientan en el desarrollo de varias actividades humanas como la agricultura, el
comercio y la política, de donde surgirá una gran evolución del pensamiento y de
la cultura superiores a las etapas anteriores.
Las discusiones en la plaza del mercado, los festivales religiosos, el teatro,
las decisiones comerciales y bélicas, etc., más la nueva vida social tienen lugar en
la ciudad-estado, y con ello se produce el trasvase del pensamiento mítico y del
dogma al pensamiento crítico y a la razón. En la épica se encuentra el origen de la
especulación social, tal y como lo muestra el caso de la Ilíada de Homero que tuvo
repercusión en la filosofía social, del mismo modo que en la Odisea o en la obra de
Hesíodo Los trabajos y los dioses, en las que se desmonta la estructura social de
aquella Grecia esplendorosa, y se intenta abordar las cuestiones sociales.
El punto de arranque son las reflexiones y discusiones acerca de la organiza-
ción política y social de la vida en la ciudad-estado, y tiene su núcleo en la demo-
cracia que permite que cada pensador de su aportación desde diferentes planos.
Y será en las ideas políticas donde se desarrolle la naturaleza social del hombre,
y los diversos modos de gobernar con el sistema monárquico, el aristocrático y
el democrático. Con las ideas sociales aparecerán, pues, las reflexiones sobre los
fenómenos sociales, que toma forma con la metafísica, dada la preocupación que
24 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
ciones jurídicas, las formas del poder público, la administración territorial y demás
aspectos de la vida social.
Efectivamente, un conjunto de valores y sistemas políticos surgen de la urbe
romana, con la formación de un estado universal que arrastra hacia él a todas las
ciudades con una filosofía estoica, donde la política y sus leyes se atienen a la ley
natural. Sin embargo, pensadores como Lucrecio quedan fuera de esta influencia
estoica, y utiliza el raciocinio para encarar los problemas y las instituciones socia-
les, y no se deja influir por las leyendas tradicionales religiosas o las versiones lite-
rarias. Suprime, por tanto, la superstición y emplea el método especulativo, la ca-
pacidad analítica y el planteamiento de una serie de hipótesis que no surgirán otra
vez hasta finales del siglo XVIII (próximos al surgimiento y existencia de la Socio-
logía).
La etapa del pensamiento social cristiano y me-
dieval se inica ahora, y tiene en la figura de San Agus-
tín al filósofo social más importante de la historia, que
representa junto a Santo Tomás, uno de los pilares de
la doctrina social del Cristianismo. En su obra La ciu-
dad de Dios, ofrece una filosofía de la historia y una
concepción de la sociedad, basada en la dualidad social
(la sociedad de los hombres y la sociedad de Dios), y
aborda las cuestiones problemáticas de las relaciones
entre el poder eclesiástico y el civil. La ciudad o so-
ciedad de los hombres es imperfecta, mientras que la
ciudad o sociedad de Dios es perfecta, por lo que será
necesario buscar la salvación en el estado cristiano.
Santo Tomás incorpora a Aristóteles y trata de cons-
truir una explicación universal de la realidad, que inci- Santo Tomás de Aquino
de en el renacimiento de la especulación racionalista, y
el sometimiento de la filosofía a las normas de la lógica, la crítica y la prueba. En
consecuencia, se incorpora la razón en un ámbito que estaba dominado por la fe.
En este contexto de La Edad Media, se aprecia una nueva sociedad que en su
organización social establece unos principios que derriba algunos arquetipos roma-
nos. El poder supremo se concentra entre el Emperador y el Papa en el denominado
sistema feudal, y se atraviesa una época oscura que va del siglo IV o V al VII o
XVIII, etapa en la que reina el atraso y la confusión. El sector predominante es el
agrícola –con el esclavismo feudal y los latifundios-, y la posesión de la tierra es
el bien más importante en un sistema de relaciones y pactos entre el señor feudal y
sus vasallos (vida de la corte, hazañas de los caballeros y señores feudales, gentes
pobres que trabajan en el campo sometidas y obligadas a pagar impuestos a sus
señores, no hay movilidad geográfica ni de estatus, la vida se ciñe a la delimitación
del feudo, etc.).
En esta estructura social la ciencia y la cultura se circunscriben en los monas-
terios, y se expanden monasterios de las órdenes benedictinas, dominicanas y fran-
ciscanas presididos por un abad por todas las localidades, que más tarde sufrirán las
reformas de Cluny y del Cister. San Francisco de Asis destaca por su concepción
26 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
lítica, para comprender y analizar en su conjunto la nueva sociedad que surgía —la
sociedad industrial—, tras el derrumbe de la sociedad estamental-agrícola.
Sobre la sociedad civil y el Estado, Hegel insiste en la importancia que tiene la so-
ciedad, al adquirir primacía en las conciencias individuales, que deberán ajustarse
a ella y no a la inversa.
Pero sin duda, Comte (1798-1857) es considerado como el primer fundador de
la ciencia sociológica, que introduce en su Plan de trabajos científicos necesarios
para reorganizar la sociedad (1822), las condiciones de su época que oscilaban
entre un sistema social que se estaba acabando —la sociedad estamental, agríco-
la— y un sistema nuevo que había emergido en todo su esplendor —la sociedad
industrial—. En estas primeras aproximaciones sobre sociedad y ciencia, propone
la consideración de una física particular, catalogada como física social «fundada
sobre la observación directa de los fenómenos relativos al desarrollo colectivo de
la especie humana, teniendo por objeto la coordinación del pasado social y por
resultado la determinación del sistema que la marcha de la civilización tiende hoy
a producir... esta física social es tan positiva como cualquier otra ciencia de obser-
vación» (Comte, 1977:173-174).
En 1825 elabora su obra las Consideraciones Filosóficas sobre las Ciencias
y los Sabios, y se centra en el tema de la observación de los hechos, que la per-
cibe como la única base sólida de los conocimientos humanos, y aclara que «por
su naturaleza, el espíritu humano pasa sucesivamente por tres estadios teóricos
diferentes en todas las direcciones en que se ejerce: el estado teológico, el estado
metafísico y el estado positivo. El primero es provisional, el segundo transitorio y
el tercero definitivo. A mi parecer, esta ley fundamental debe ser el punto de partida
de toda investigación filosófica sobre el hombre y sobre la sociedad» (Ibídem, 196-
197). Advierte, además, de la existencia de una laguna en el conjunto de la Física
—la celeste, la terrestre, la química, la vegetal y la animal —y que comprende al
ámbito social —física social—.
La física social se sitúa aquí como el estudio de los fenómenos sociales, que
se debían observar con el mismo espíritu que se aplicaba a los fenómenos astronó-
micos, físicos, químicos y fisiológicos, y que estaban sujetos a determinadas leyes
naturales invariables que había que descubrir. En Comte hay cuatro contribuciones
importantes: la acuñación del término Sociología; la base del positivismo; la an-
ticipación de las ideas funcionalistas estructuralistas y la integración de la teoría
y la práctica. Comte se declaró a sí mismo el descubridor de la nueva ciencia en
1822, y en 1839 acuña el término de Sociología a la física social (socius termino-
logía latina: sociedad y logos, terminología griega: tratado de). Sin duda, la base
central del pensamiento de este fundador es el positivismo (Escuela filosófica que
afirma que el único conocimiento es el científico, y se procede con el análisis de
los hechos reales verificados por la experiencia) que va a servir para la búsqueda
de las leyes invariantes del mundo social, y seguidamente se reconocerán los mé-
todos sociológicos básicos: la observación, la experimentación, la comparación y
la investigación histórica.
De esta manera, la observación debe ser orientada por una teoría, y descubrir a
través de los hechos observados una ley. La experimentación conlleva más dificul-
tades en cuanto que se puede incidir en los fenómenos sociales, e incluso controlar-
los. La comparación distingue tres tipos, primero la comparación de las sociedades
30 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
sitivismo, y que enlazada con el Krausismo, y ponen las bases para los precursores
y divulgadores de la nueva disciplina en nuestro país. Ramón de la Sagra —de
personalidad contradictoria y formación autodidacta— se le ubica como el primer
sociólogo español por las obras que aportó en las que se constata el uso del análisis
sociológico en la observación de la sociedad humana, ejemplos se encuentran en
sus libros y trabajos Lecciones de Economía Social (1840), Estudios estadísticos
sobre Madrid (1844) o Notas para la historia de la prostitución en España (1850).
Su obra es extensa y variada, y analiza aspectos de la realidad social que pertene-
cen al ámbito de la sociología, como las consecuencias de la industrialización en
la clase obrera que se hallaba hacinada en las ciudades con miserables salarios, o
el estudio que realizó de la isla de Cuba en el que trabaja las influencias de la geo-
grafía, el clima, la población, la agricultura, el comercio marítimo, la economía, las
fuerzas armadas coloniales y la historia natural.
Ramón de la Sagra, al igual que experimentaron Saint-Simón y Auguste Comte
—entre otros—, tenía también gran preocupación por la sociedad caótica de aquel
momento que le llevó a reflexionar a fondo en los temas del orden social, hasta el
punto de elaborar un modelo que en su aplicación sirviese de remedio a los males
que azotaban a la sociedad. Su tendencia a estudiar el orden en esta sociedad some-
tida a grandes cambios fue tal, que pensó que la sociología podía ser un instrumento
científico que proporcionase predicción, control y reconducción de la libertad, sin
tener que llegar a una anarquía. Además de estas aportaciones, Ramón de la Sa-
gra fue el primero en transmitir las primeras noticias sobre el krausismo en España
como corriente filosófica que calaría muy hondo en todo el pensamiento de este
país. El krausismo fue una corriente filosófica del siglo xix, de origen alemán —Karl
Christian Friedrich Krauss 1781-1832—, que arraigó en España. Defiende la tole-
rancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo. Todos los aspectos
del hombre deben ser cultivados para su completa realización (cuerpo y espíritu).
González Serrano conforma la primera sociología española procedente de la
corriente krauso-positivista que se caracterizaba por un positivismo organicista y
naturalista que trazaba la investigación de las leyes sociales y del acontecer hu-
mano. Hay que matizar que este pensador —precursor y divulgador— era de tipo
espiritualista y no naturalista, y tendía hacia la filosofía de la historia, sus princi-
pales temas de preocupación fueron los de índole psicológica, que son temas que
le acercan a la ciencia sociológica, para poner después un freno al naturalismo
biológico. Sus principales obras son Preocupaciones sociales (1882), Cuestiones
contemporáneas (1883), y La Sociología científica (1884).
A continuación le sigue Gumersindo Azcárate, presidente del Instituto Interna-
cional de Sociología, que participa en esta disciplina por sus inquietudes políticas y
sociales, su obra sociológica de mayor trascendencia se encuentra en el discurso del
ingreso en la Academia de Ciencias Políticas sobre el Concepto de Sociología, el 7 de
mayo de 1891, que trata sobre el concepto de esta ciencia, el objeto y las relaciones
que tiene con otras ciencias, como la antropología, y donde analiza las principales
teorías sociológicas. Gumersido Azcárate diferencia con mayor claridad que Gon-
zález Serrano, la sociología de la filosofía de la historia, ya que de la sociología se
orienta más metafísicamente al referirse por esencia a los principios de la sociedad, y
la filosofía de la historia por estudiar las leyes biológicas de la historia.
32 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
sociología española está delimitada desde la década de los años setenta del siglo
xix hasta los primeros años del siglo xx. Los nueve puntos de la nueva sociología
de Sales son los siguientes:
1. La realidad social es multiforme y pluridimensional. (Es decir, que las so-
ciedades y el mundo presentan variedades y están compuestas de muchos
elementos que hay que diferenciar, no son homogéneas ni iguales entre sí).
2. Esta realidad social es, en su conjunto, esfuerzo, acción, trabajo, compe-
tencia y lucha de grupos y de clases. (La estructura básica de las sociedades
tienen estos componentes que las conforman para poder funcionar y sobre-
vivir).
3. La espontaneidad colectiva desempeña un papel esencial.(Supone que lo
colectivo como esencia de lo social es la fuerza viva de las sociedades y del
mundo en general).
4. El pluralismo sociológico está impuesto por los hechos. (Los hechos, suce-
sos, eventos, acontecimientos... se engloban en la observación sociológica y
de ahí sale el pluralismo sociológico).
5. Las revoluciones sucesivas son necesarias para promover la justicia y la
razón, que son esencialmente colectivas. (El conflicto y el cambio social
son también las fuerzas vivas destinadas a transformar aquellas partes que
demandan intervenciones, modificaciones y cambio en general para satisfa-
cer las necesidades que surgen en las sociedades).
6. Las ideas, la razón colectiva e individual, la justicia, provienen de la ac-
ción y del trabajo y retornan a la acción. (Son también las fuerzas vivas
para satisfacer las necesidades que conforme pasa el tiempo necesitan las
sociedades).
7. La realidad social puede ser mejor estudiada por la diléctica de las contra-
dicciones. (Hegel ya nos habló de la dialéctica y aquí se plasma para com-
prender las contradicciones que presenta la realidad social de las sociedades).
36 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Con este gran sociólogo se ha elaborado una extensa literatura para describir e
interpretar toda su contribución a las ciencias sociales, como es el caso del profesor
Rodríguez Aramberri (1989) que señala los dos puntos de partida de Marx en sus
investigaciones: el orden social y la revolución. El orden social representa una
realidad compleja, compuesta de dos clase sociales cuyos intereses son antagónicos
y permanecen en ruptura histórica y conceptual con otros tipos de clases sociales
que las han precedido; y la revolución que supone una actividad transformadora
para mejorar el orden social, y reconstruir otro diferente, donde pueda haber cierta
armonia en la acción social.
Las interpretaciones de su obra, parten, por tanto, de la economía política, del
socialismo y de la filosofía hegeliana, y la metodología que emplea es la conoci-
da por el materialismo histórico, compuesto de conocimiento y de acción, para
facilitar la intervención consciente sobre la historia, y que parte de la teoría para
desembocar en la práctica. La herramienta que utilizó Marx para el materialismo
histórico fue la dialéctica, que proviene a su vez de la lógica de Hegel, donde ade-
más de contemplar una relación causal unidireccional —causa-efecto—, también
se recogen las relaciones recíprocas entre los elementos sociales, y la totalidad
dialéctica que se encuentra en la vida social. De esta dialéctica aplicada al análisis
crítico de la sociedad capitalista contemporánea, unifica los valores sociales y los
hechos sociales, y se inclina más por el estudio de las relaciones sociales que por
llegar a elaborar grandes abstracciones.
Otros autores como Ritzer (1995) se detienen más en la aportación sociológica
que en la teoría económica, en cuanto que es una tipología de teoría que sirve para
analizar a cualquier sociedad humana, que dispone de una ideología manifiesta
que no se puede eliminar. Este autor se detiene en cinco puntos básicos en su obra:
el potencial humano, la alienación, las estructuras de la sociedad capitalista, los
aspectos culturales y la economía. Así, pues, del potencial humano obtiene un
conglomerado de ideas que contiene las capacidades y aptitudes de las personas,
las necesidades y deseos, la conciencia de sí mismos y del medio que les rodea, las
actividades —trabajo y creatividad—, y la sociabilidad.
En cuanto a la alienación sirve para diseccionar las estructuras del capitalis-
mo, por la disfuncionalidad de este modo de producción que conlleva alienación
respecto de la actividad productiva, respecto del producto que se obtiene de esa ac-
tividad, y también respecto de los compañeros y compañeras de trabajo. Todo ello
requerirá la emancipación para alcanzar el desarrollo humano que subyacía estan-
cado en el sistema de producción y de vida capitalista. Y es aquí donde el objetivo
de la sociología de Marx se dirigía a la emancipación de la humanidad de esa nueva
esclavitud. El tercer punto son estructuras de la sociedad capitalista en las que se
efectúa un análisis de las relaciones sociales, de las mercancías, del capital, de la
propiedad privada, de la división del trabajo y de la clase social. El cuarto punto son
los aspectos culturales que existen en la conciencia de clase, en la falsa conciencia
y en la ideología. Y, finalmente, el quinto punto se centra en la economía en cuanto
valor de uso y valor de cambio.
Para Giner (2001) Marx despunta también con todas estas apreciaciones traza-
das por Rodríguez Aramberri y Ritzer, y lo ubica en el campo del conflicto social
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 39
ca durkheiniana que percibe la sociedad como una totalidad objetiva que es exte-
rior al observador científico, y contiene, por tanto, una estructura global que es in-
dependiente de las decisiones del sujeto. La sociedad se muestra con una estructura
anatómica —las formas de ser colectivas— que tienen, efectivamentea, un funcio-
namiento fisiológico —las formas del hacer—. Aquí late un esquema evolucionista
consistente en el tránsito de la sociedad amorfa —la solidaridad mecánica—, a las
sociedades basadas en una amplia división del trabajo —solidaridad orgánica—,
en las que la división del trabajo logran mayor complejidad, un amplio desarrollo
en sus estructuras, en su integración social y personal, hasta obtener la solidaridad
orgánica, momento en el que el análisis sociológico diagnostica la funcionalidad
o disfuncionalidad de las instituciones con respecto a la estructura del momento.
Del mismo modo, Ritzer (1995) amplia este análisis de la obra La división del
trabajo social, y puntualiza la concepción de estos dos tipos de sociedad —la soli-
daridad mecánica propia de las sociedades primitivas con estructuras sociales poco
diferenciadas y con escasa división del trabajo—, y el tránsito a la solidarida orgá-
nica, en la que trabaja el concepto de densidad dinámica que surge con el aumento
de personas y el grado de interacción entre ellas, con la formación de la conciencia
colectiva, las representaciones colectivas y la anomia. Ahora, bien, el estudio de
los hechos sociales son el objetivo distintivo de la sociología, que son presentados
como externos y coercitivos para los individuos, y deben ser tratados como cosas.
Los hechos sociales se pueden dividir en materiales —sociedad, componentes
estructurales como la Iglesia o el Estado, y componentes morfológicos como distri-
bución de la población, la comunicación, etc.,— y en los inmateriales que aluden a
la moralidad, la conciencia colectiva, las representaciones colectivas y las corrien-
tes sociales. Pero, más concretamente ¿qué son los hechos sociales? Los hechos
sociales son un conglomerado de estructuras sociales, normas y valores culturales
que son externos y coercitivos para lo que él denomina los actores, y constituyen el
núcleo de la sociología durkheiniana, que defiende que las estructuras de la socie-
dad influyen en los pensamientos y en las acciones de todos los individuos.
dental para esta disciplina, denominado Sociología comprensiva que abarca una
capacidad analítica que va más allá de aquel momento histórico y social, y que se
practica en la sociología actual. El núcleo central es el proceso de racionalización y
desencantamiento radical del mundo que desmantela la burguesía en el transcurso
evolutivo industrial capitalista, y que funciona como portadora cultural con una
burocratización que llega a alcanzar dimensiones totalizadoras. En consecuencia,
el análisis histórico que él efectúa trata los siguientes ámbitos: la teoría del caris-
ma, el comportamiento racional general —acción social—, la sociedad y la razón
capitalista.
Weber se convierte en una fuente intelectual de recursos casi infinita a la que
acuden la teoría del funcionalismo estructural, con Talcott Parsons, en la tradición
del conflicto y en la teoría crítica, siendo el principal heredero de la tradición de la
teoría crítica Jurgen Habermans. También llegan a esta fuente los interaccionistas
simbólicos, con las ideas de la verstehen —comprensión—, al igual que Schutz
para profundizar los significados y los motivos y todas aquellas personas que tra-
bajarán la fenomenología y la etnometodología. En este importante sociólogo con-
temporáneo se pueden dividir dos ámbitos netamente diferenciables, como son la
metodología y la sociología sustantiva.
Así, pues, la metodología comprende temas de la historia y de la sociología, el
término verstehen —comprensión—, la causalidad, los tipos ideales y los valores,
y todo ello en una relación básica entre la historia y la sociología, esto es así por la
dedicación que tuvo a los estudios históricos sobre Roma y la Edad Media, que le
permiten relacionar ambas disciplinas, de manera que en el ámbito de la historia se
orienta por el análisis causal y la explicación de acciones individuales de estruc-
turas y de personalidades, que poseen una significación cultural, en tanto que en
el ámbito de la sociología se trabaja la formulación de conceptos distintivos, y la
generalización de uniformidades de los procesos empíricos.
De aquí, por tanto, surge la idea de que los sociólogos deben separar el mundo
empírico del universo conceptual que construyen, de manera que los conceptos —
que no reflejan toda la realidad observada— puedan ser usados como herramientas
heurísticas —técnica de indagación y del descubrimiento—, y así, poder obtener un
entendimiento más idóneo de la realidad compleja que entraña la naturaleza de la
vida social. En este sentido, el término verstehen —comprensión— es fundamental
y está basado en el análisis heurístico que busca entender a los actores en los textos
y en los fenómenos que hay que interpretar, así como la interacción que conllevan
y todo el proceso histórico evolutivo de la humanidad. Verstehen supone un pro-
cedimiento de estudio racional que pretende alcanzar el punto de vista individual
y la cultura en un sentido amplio, es un esquema que va a marcar totalmente la
sociología comprensiva.
Aparece en este ámbito teórico weberiano la causalidad, que en sociología im-
plica la probabilidad de que un acontecimiento sea seguido o acompañado de otro,
y de que se observe tanto las razones como el significado de los cambios, que como
en el caso de la Ética protestante y el espíritu del capitalismo, Weber utiliza ade-
más de un modelo de una única dirección, las interrelaciones de un gran número de
factores sociales. La causalidad es un concepto que este autor trabaja en profundi-
44 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
– La cultura.
– las ciudades y el hábitat.
– La división del trabajo.
– La tecnología empleada.
– Las instituciones: políticas, religiosas, científicas, filosóficas, artísticas,
familiares, educativas, económicas, etc.
B) Comprobar cómo es el Ser Social, y los componentes del ser pensante, el
ser que siente y el ser que actúa.
interés está en los estímulos que originan respuestas o conductas concretas. Mead
dio prioridad al mundo social precisamente para comprender la experiencia social,
ya que tenía la convicción de que el todo social precedía a la mente individual, que
el individuo consciente y pensante sólo puede darse dentro de un grupo social que
le precede, que existía antes que él, aunque sea el individuo el que desarrolle los
estados mentales autoconscientes. Erving Goffman representa también esta escuela
y analiza la tensión entre el yo, el self espontáneo y el mí, más concretamente, la
tensión entre lo que las personas esperan que hagamos, y lo que queremos hacer
espontáneamente.
Por otra parte, Herbert Blumer concebía la sociedad no como un compuesto de
macroestructuras sino como una entidad con actores que ejecutan acciones, y el
objetivo está en interpretar y comprender la vida social a través de la introspección
simpática. En definitiva, el Interaccionismo Simbólico toma el acto como la unidad
básica de su teoría, en el que hay que buscar los significados, los símbolos, la ac-
ción y la interacción social, si bien se da menos importancia a las grandes estructu-
ras sociales. Por tanto, el enfoque es microsociológico, y se aleja de las técnicas
científicas convencionales, por lo que ha recibido críticas al respecto, y por la va-
guedad de conceptos e ignorar la importancia de las grandes estructuras, los facto-
res psicológicos importantes como las necesidades, los motivos, las intenciones y
las aspiraciones de los actores que actúan en las sociedades.
tas, el mundo de la vida, los componentes privados del conocimiento, los reinos de
la realidad social y la conciencia.
Peter Berger y Thomas Luckman incorporan elementos nuevos a la fenome-
nología, y tienen en cuenta el individuo, los niveles societales, las estructuras y las
instituciones sociales. Elaboran una obra, La construcción social de la realidad,
que la escribieron en 1967, donde analizan que la perspectiva del mundo social es
un producto cultural y es aprehendida por los individuos como una realidad ordena-
da, en la que el lenguaje adquiere una importancia decisiva al estar compuesto del
sistema de símbolos más importantes de la sociedad. La vida cotidiana, los compo-
nentes objetivos de la sociedad, la institucionalización, los roles y la reificación son
componentes fundamentales en su teoría, y pese a sus avances analíticos tuvieron
críticas por no haber hecho el esfuerzo de integrar las ideas de Freud, Mead y We-
ber en relación a la acción social, con las de Marx y Durkheim sobre las estructuras
sociales, pero indudablemente contribuyeron a extender la fenomenología a nuevos
ámbitos que los del tradicional enfoque sobre la conciencia que tanto había intere-
sado a los filósofos fenomenológicos y a Schutz.
En suma, la Fenomenología trata sobre lo que la gente piensa en la vida coti-
diana, y la Etnometodología sobre lo que hace la gente. La escuela etnometodo-
lógica pone la atención en la relación con los demás, que es considerada al igual
que Schutz, como una relación rutinaria e irreflexiva, y si bien admiten que en
los individuos se producen procesos mentales, se diferencian del Funcionalismo
Estructural y del Marxismo Estructural, en mostrarse en desacuerdo respecto a
que los individuos no poseen juicio en las sociedades. La definición que Heritage
da es la siguiente: «la etnometodología es el estudio del cuerpo de conocimientos
de sentido común y de la gama de procedimientos y consideraciones —métodos—
por medio de los cuales los miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las
circunstancias en las que se encuentran, hallan el camino a seguir en esas circuns-
tancias y actúan en consecuencia» (1984:4). Otros la definen como la «búsqueda
empírica de los modos empleados por los individuos para dar sentido y, al mismo
tiempo, realizar sus acciones de todos los días: comunicarse, tomar decisiones,
razonar» (Coulon, 1988: 32). La etnometodología implica una ruptura con la so-
ciología tradicional y construye nuevos horizontes en la significación de lo social
en las relaciones de los seres humanos en situaciones normales de la vida cotidiana.
La Etnometodología la inventó Garfinkel —finales de la década de los cuarenta
del siglo xx—, y tiene como objetivo el estudio de la organización de la vida coti-
diana, que se caracteriza por ser local y endógama, y se organiza de manera natural.
Este sociólogo sigue en la línea de Durkheim y capta los hechos sociales como
fenómenos sociales, si bien la diferencia está en que los hechos los relaciona con el
nivel microsociológico, mientras que Durkheim los relaciona con el nivel macro-
sociológico. Además, tampoco son coercitivos ni externos, sino que más bien son
el resultado del esfuerzo concertado de las personas cuando conviven en sus vidas
cotidianas. Lo más sustancial está en los procedimientos, los métodos y las prác-
ticas que utilizan las personas, y que van adquiriendo diferentes modalidades. Los
dos conceptos básicos son la reflexibilidad y las explicaciones. «Por reflexibilidad
los etnometodólogos entienden el proceso en el que estamos todos implicados para
58 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
8. Formulaciones: son una parte de la conversación que se utiliza para des-
cubrir la conversación.
9. Integración del discurso y de las actividades no vocales: mientras los
analistas de la conversación se centran en el discurso verbal, otros etno-
metodólogos se preocupan por las actividades no vocales, por ejemplo la
postura corporal y la mirada.
10. Estudios sobre instituciones: estudio de la conversación y la interacción
en instituciones sociales.
Por último, la trayectoria de las escuelas sociológicas concluye con las Teorías
Sociológicas Estructurales, que tienden a volver a los inicios de la disciplina, y
se dedican a estudiar a fondo la obra de Durkheim, y la lingüística de la obra de
Lévi-Strauss. Para definir al Estructuralismo, Ritzer toma de Ekeh una descripción
basada en una búsqueda de leyes universales y de leyes invariantes, por mediación
de las cuales la especie humana se manifiesta en todos los órdenes de la vida, tanto
en los niveles primitivos de la vida humana, como en los niveles más avanzados.
Pero hay que matizar que el estructuralismo antropológico de Lévi-Strauss tuvo
considerables influencias en los sociólogos estructurales, porque abarca las gran-
62 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
des estructuras e instituciones sociales del mundo social, el modelo que elabora
el investigador para tratar la estructura de la sociedad, y la estructura de la mente
humana. A todo ello se añade el posestructuralismo que analiza las sociedades pos-
modernas y tiene como objetivo la investigación de las diferencias existentes y una
predilección por el lenguaje.
Michel Foucault resulta ser un autor clave que practica la hermenéutica, y bus-
ca las prácticas discursivas que organiza el discurso científico. Del mismo modo, la
Sociología Existencial y la Teoría de Sistemas delimitan el antiestructuralismo que
refuerzan las debilidades del estructuralismo, y trabajan la perspectiva humanista
—sentimientos, emociones, experiencias humanas —, y la cibernética, la teoría de
la información, la investigación operativa y la teoría de sistemas. Finalmente, se
recoge el Estructuralismo de Erving Goffman con sus estructuras invisibles, la Teo-
ría Estructural de Peter Blau que hace renacer el Estructuralismo a través del análi-
sis estructural, y la Teoría de Redes, para sentar todavía más la escuela en esta tra-
yectoria acaecida en el siglo xx.
Los profesores Light, Keller y Calhoun (1992:29) exponen siete pasos que hay
en el proceso del modelo de investigación:
En efecto, todos estos pasos suponen esfuerzos escalonados que hay que ir
dando, de manera que se ascienda en esta escalera del conocimiento de los hechos
que se observan, es decir, de lo que está pasando en las sociedades y en el mundo
y, más concretamente, en aquel problema que definimos a priori para indagar. La
revisión de la bibliografía es fundamental para familiarizarse con la teoría que ya
existe respecto al tema objeto de estudio que hemos seleccionado. Después de for-
mular las hipótesis que surgen de la lógica que tiene todo conocimiento proveniente
de la ciencia, y que necesita ser verificado, por lo que se estructuran los enunciados
que equivale a una proposición que afirma la relación entre determinados hechos,
en la que dicha afirmación se pretende que sea puesta a prueba empíricamente para
ser verificada o rechazada.
A continuación, se selecciona un método para estudiar el fenómeno social, el
tema seleccionado o el acontecimiento de la vida cotidiana que hemos indicado
anteriormente al principio. Ahora, bien, conviene recordar que el método científico
tiene unas peculiaridades, además de algunos problemas, que hace referencia a la
imposibilidad de una objetividad sociológica completa, debido al objeto de estudio
que tienen las ciencias sociales, porque son más complejos al referirse al comporta-
miento humano. El profesor González Seara se manifiesta al respecto en el sentido
que apuntaba Bunge, que la investigación social requiere partir de unos esquemas
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 71
previos, que más tarde van a ser sometidos a una verificación, aunque no es nece-
sario que se sigan todos los pasos con excesiva rigurosidad, siempre y cuando se
proceda con los criterios de la investigación científica.
La sociología es una disciplina que según Beltrán (1985) lleva a un pluralismo
metodológico que se ramifica en esta variabilidad de métodos, en el que la lógica
del método histórico se asienta en la variable tiempo, en el sentido de preguntar de
dónde vienen los procesos y las instituciones sociales y a dónde van, indaga, pues, la
variedad de factores que puedan determinar el acontecimiento seleccionado, todo ello
en el plano de los fenómenos de larga duración y en el análisis de la estructura global
de las sociedades. Con el método comparativo se logra contrastar las diferencias y
semejanzas, porque hay una variedad de formas y procesos, de estructuras y compor-
tamientos sociales en un espacio y dentro de un tiempo, a través del cual se obtiene un
horizonte más diverso de la vida cotidiana, que ofrece la posibilidad de elaborar una
teoría y dar explicaciones a los fenómenos que queremos investigar.
El método crítico-racional da cuenta de la reivindicación del derecho a consi-
derar desde la perspectiva científica y racional las finalidades sociales, es decir, la
restitución de los fines de los seres humanos, los valores y el deber ser, al ámbito
de la racionalidad, que intentan trasladar a las ciencias sociales la tradicionalidad
normativa. Por otra parte, los métodos cuantitativos y cualitativos, que atienden
desde la metodología que utiliza las técnicas a medida, de construcción de índices e
indicadores, de manejo estadístico de masas de datos, de análisis de datos primarios
y de datos secundarios, en donde la encuesta es la forma primaria de cuantificación
más característica, hasta el uso de la hermenéutica (interpretación de textos, y mé-
todo que expresa la universalización del fenómeno interpretativo desde la concreta
y personal historicidad), en técnicas tales como el grupo de discusión, la entrevista
en profundidad y la observación participante. En realidad, la amplitud del método
sociológico abarca como bien se aprecia desde la perspectiva histórica, comparati-
va y crítica hasta la cuantitativa y cualitativa.
Finalmente, el método de la triangulación utiliza varios métodos en una sola
investigación, y son muchos los especialistas que lo utilizan, como la profesora
Cea D’Ancona que utiliza estos ámbitos de la sociología, y respecto al concep-
to de triangulación explica que sus raíces se hallan en otras áreas diferentes de
conocimiento, como es el caso de la topografía en la navegación y en la logística
castrense, y tiene como finalidad «la utilización de múltiples puntos de referencia
para localizar la posición exacta de un objeto en el espacio ... En las ciencias socia-
les, el término triangulación adquiere un significado similar. Por él se entiende la
explicación de distintas metodologías en el análisis de una misma realidad social»
(1996:47). Y desde un enfoque práctico, que completa el que se ha tratado con los
profesores Ligth, Keller y Calhoun, la profesora Cea D’Ancona (Ibídem: 81-91) se
centra en el proyecto de investigación y diferencia cuatro fases:
básica que trata el problema a investigar, que son las que establecen las bases del
marco teórico, las bases empíricas y metodológicas. Los recursos disponibles se
refieren a los materiales y el personal —con su currículo— que van a efectuar el
proyecto de investigación, además de otros recursos necesarios —equipo, material
inventariable, material fungible, dietas y desplazamientos y personal—. Y, final-
mente, la determinación del tiempo que va a durar la investigación —cronología de
tareas—, y la fecha final de presentación del proyecto