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DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

SEMINARIOS DE CAMPOS EMERGENTES EN PSICOLOGIA

Decano: Dr. Héctor R. Fischer

Secretario: Dr. Norberto I. Pisoni

Coordinador: Lic. Claudio M. Edelstein

Conferencia dictada por el Dr. Héctor R. Fischer en el VI Congreso de la AASM:


“Sexo, Poder, Clínica, Cultura y Sociedad”.

“Vulnerabilidad y Resiliencia”: Perspectiva Psicoanalítica Actual.

Reseña global:

El objetivo de este trabajo es presentar un modo de articulación posible


entre el psicoanálisis y las disciplinas de la salud, jerarquizando el papel de la
vincularidad reestructurante de la subjetividad injuriada. Se presenta la noción
de vulnerabilidad como predominio y cristalización de lo inconsciente escindido,
como un potencial patogénico para el que se proponen tres conjuntos de
factores de los que sería dependiente: la historia singular de adversidad
vivenciada, la condición de calidad de vida alcanzada y la naturaleza de la red
de vínculos histórica y actual. Se plantea asimismo el concepto de resiliencia
como una metamorfosis subjetiva frente a la adversidad, verdadero potencial
salutogénico que depende de la presencia de vínculos intersubjetivos
significativos programados o aleatorios y que está asociada a la posibilidad de
desarrollo de procesos terciarios, fundamento metapsicológico de la creatividad
y creación. Se estudia en este trabajo la existencia de cierta continuidad entre
vulnerabilidad y resiliencia ligada a tres ejes: funcionamiento mental, recursos
del Yo y vínculos intersubjetivos, tanto desde el punto de vista metapsicológico
como asimismo con procedimientos de investigación empírica sistemática. Se
plantean también las vicisitudes de la subjetividad frente a la adversidad (stress
y trauma) diferenciando la posición neurótica, vulnerable, resiliente y aquileica.

Modelo teórico general:


- Nociones teóricas referenciales
 Heterogeneidad de lo inconsciente
 Coexistencia de funcionamientos psíquicos
 Recursividad de mecanismos
 Vincularidad reestructurante
- Modelo metapsicológico
 Tercera tópica: se trata de un modelo psíquico que se basa en la
heterogeneidad del inconsciente y en la coexistencia estructural de
dos grandes modos de funcionamiento: uno propio del inconsciente
reprimido que implica procesos de organización representacional con
distintos niveles de complejidad (asociado a memorias declarativas,
huellas evocables), y otro adjudicable a un inconsciente escindido
que incluye lo no representable (asociado a memorias implícitas o no
declarativas, huellas activables no evocables).
- Procesos terciarios: se define como tales a la implicación, articulación o
puesta en relación de los procesos primarios y procesos secundarios
que en un segundo tiempo permitirán investir a las manifestaciones de lo
escindido produciendo un efecto de sentido nuevo.
- Potenciales inconscientes: término utilizado en lugar de disposición. Se
refiere a las posibilidades inconscientes siempre presentes de
enmascarar y descifrar (potencial hermenéutico) y de inventar (potencial
heurístico) asociadas a la noción de plasticidad.
- Vincularidad. Definiciones
 Red vincular: se trata del entramado de vínculos familiares y
extrafamiliares, históricos y actuales que ofertan modelos de
identificación y ofrecen condiciones variables de sostén. Este se
refiere tanto a la presencia del objeto como a su interiorización y en
ambos casos como un balance subjetivo entre lo que existe y es
percibido como: apoyo (alude a tener a quien recurrir y/o en quien
pensar para sentirse reconfortado) y lo que existe y es percibido
como stress (alude tanto los vínculos hostiles, exigentes o confusos
como a la sensación de no tener a quien recurrir).
 Ideales culturales dominantes: se definen como las ofertas que
realiza una cultura o micro cultura determinada y sus dispositivos
asociados, con la finalidad de regular la autoestima de los integrantes
del conjunto.
- Vulnerabilidad
 Definición: desde el punto de vista psicoanalítico se define como la
condición subjetiva que implica el predominio y cristalización del
modo de funcionamiento del inconsciente escindido, cuyas
manifestaciones más habituales se expresan clínicamente por cierto
déficit de la actividad fantasmática, cierta precariedad de recursos del
Yo para afrontar sucesos vitales, y por la tendencia al acto –
descarga comportamental y/o somático.
 Modelo teórico clínico general: el constructo vulnerabilidad sería
dependiente de tres conjuntos de factores:
a) La historia singular de adversidad vivenciada: es indispensable la
jerarquización de la noción de vivencia traumática o actual, su
relación con la angustia automática y con la noción de carga
alostática, para explicar la vulnerabilidad.
b) La condición de calidad de vida alcanzada: todas las variables
que se estudian en las ciencias de la salud en relación con el
estado objetivo de la vida de un sujeto y en especial con la
percepción subjetiva de bienestar influyen para determinar su
vulnerabilidad.
c) En especial las características históricas y actuales de la red de
vínculos intersubjetivos con su valor de sostén e identificatorio
portador de los ideales culturales dominantes.
Las variables mencionadas no son factores de riesgo en el
sentido médico tradicional del término, sino más bien una
constelación compleja y recursiva de factores donde la
enfermedad ya constituída se convierte en suceso traumático,
altera la calidad de vida y la red vincular. Por otra parte lo que
entendemos como vulnerabilidad – un predominio psíquico – es
una condición inespecífica porque no determina desarrollo hacia
tal o cual patología. Consiste en realidad en un potencial que
puede manifestarse en concurrencia o no con factores de tres
órdenes diferentes: aquellos que se describen como biológicos
(incluyen lo genético, lo congénito y lo adquirido en el primer año
de vida), lo que las ciencias sociales y el psicoanálisis pueden
definir como ideales culturales dominantes y los que la medicina
actual define como conductas saludables.
- Modelo categorial: parte del descentramiento entre la noción de
vulnerabilidad (predominio y cristalización de un modo de
funcionamiento psíquico) y la de patología (condición de enfermedad
definida por la medicina) de tal modo que toda configuración clínica es
parte de alguna de estas cuatro categorías:
- vulnerable – enfermo;
- vulnerable – no enfermo;
- no vulnerable – enfermo;
- no vulnerable – no enfermo.
- Resiliencia:
Definición: desde el punto de vista psicoanalítico definimos la resiliencia
como una metamorfosis subjetiva producto de la activación de un
potencial que implica funcionar en proceso terciario, es decir con la
plasticidad necesaria para la creación de condiciones psíquicas nuevas
que capturen y transformen el efecto traumático con la imprescindible
existencia de vínculos intersubjetivos.
Esta definición constituye un desarrollo de la definición clásica que
incluye con variaciones las nociones de “sobreponerse y fortalecerse” y
de “transformar y/o transformarse”, postulando que este último aspecto
es el que define el desarrollo resiliente. De este modo se procura
diferenciar permanentemente dos vicisitudes opuestas pero que pueden
ser entendidas como exitosas frente a la adversidad:
a) Posición subjetiva aquileica (PSA) se trata de la condición subjetiva
que implica vulnerabilidad equilibrada o compensada por la
obediencia a ideales culturales dominantes. Se refiere en la
actualidad a las armaduras de eficientismo e inmediatez frente a la
adversidad dominados por un yo ideal o un ideal del yo tanático
donde no existe posibilidad de transformación alguna. Está asociada
a los mecanismos de sobre adaptación (adecuación y entronización
de la realidad externa en detrimento de la realidad psíquica, con alto
grado de conformismo social) y paraadaptación (inestabilidad que
tiende la descarga) no reconoce diferencia entre realidad interna y
externa y desafía a esta última creando neorrealidades).
b) Posición subjetiva resiliente (PSR): la definimos como la condición
subjetiva que implica vulnerabilidad transformada por acción y efecto
de vínculos que activan competencias y aptitudes, y que puedan
desafiar a los ideales culturales dominantes. Está asociada a los
mecanismos de adaptación – desadaptación definidos como la
capacidad del aparato psíquico para tener en cuenta:
- Su propia realidad interna y la existencia de una realidad ajena l propio
funcionamiento mental, ya sea corporal y/o intersubjetivo.
- La posibilidad de realizar acciones para transformar en algún sentido
aquellas realidades.
 Modelo dimensional
Parte de la base de que el desarrollo resiliente es el resultado de una
evolución y transformación de la condición de vulnerabilidad, vectorizada
por acción y efecto de vínculos que brindan sostén, activan
competencias y aptitudes, y pueden desafiar – si es necesario – a los
ideales culturales dominantes. El modelo opera con tres dimensiones
evaluables con distintos procedimientos cualitativos y/o cuantitativos que
se grafican ubicando al sujeto estudiado en diferentes zonas evolutivas.
De este modo se estudia la respuesta y el procesamiento subjetivo de la
adversidad, - independientemente de cualquier consideración
psicopatológica – dando por resultado la condición de vulnerabilidad, las
resoluciones neuróticas, resoluciones “aquileicas” (sobreadaptadas) y el
desarrollo resiliente.
a) Dimensión Recursos Yoicos (RY): se define como la dimensión que
incluye un conjunto de comportamientos y actitudes frente al evento
disruptivo (grado de evitación, de desafío) de consecuencias
negativas y de cuidado y crecimiento personal). Y va de máxima
disminución de la angustia hasta máximo incremento de la angustia.
Está asociada a la noción de afrontamiento y a los mecanismos de
defensa.
b) Dimensión Funcionamiento (F): se define como la dimensión que
incluye un conjunto de condiciones subjetivas previas y/o activadas
por el evento disruptivo (grado de tramitación psíquica, humor,
autoestima, autocontrol, proyectos y expresión de los afectos), que
va desde máxima condición de riesgo (escasa mentalización) hasta
máxima condición de protección y/o transformación (buena
mentalización). Está asociada al desarrollo de potenciales
transformadores.
c) Dimensión Vincularidad (V): se define como la dimensión que incluye
un conjunto de condiciones intersubjetivas preexistentes y/o
producidas a partir del evento disruptivo (grado de integración,
interés por el otro, confianza en los vínculos y acercamiento afectivo),
que va desde el déficit vincular (desvalimiento) hasta la máxima
percepción de ayuda. Está asociada al estilo de apego y a la
posibilidad de desarrollar nuevos vínculos.
 Adversidad, vínculos y vicisitudes subjetivas (ver figura)
La adversidad puede derivar en vivencias de stress o en vivencias
traumáticas dependiendo del grado y calidad del sostén. En el primer
caso el evento adverso puede re significarse dando lugar a los
procesamientos neuróticos (Posición Subjetiva Neurótica, PSN) y/o
recuperar la homeostasis en forma muda o devenir vivencia traumática
por acumulación o repetición (carga alostática, CA). La vivencia
traumática asociada al déficit de sostén implica la condición de
vulnerabilidad cuya evolución puede ser hacia la patología somática y/o
comportamental o hacia la reintegración homeostática. Pero además
existe la posibilidad de acuerdo a los ideales culturales dominantes
(ICD) – de devenir en subjetividad aquileica (PSA, sobre o paradaptada)
o en subjetividad resiliente (PSR, activación de potenciales
transformadores a través de vínculos intersubjetivos).
VULNERABILIDAD Y RESILIENCIA: VICISITUDES DE LA
SUBJETIVIDAD.

ADVERSIDAD

GRADO Y CALIDAD DE
SOSTÉN

VIVENCIA DE ESTRÉS VIVENCIA TRAUMÁTICA

“Prueba” “Desvalimiento”
CA

Resignificación

Vulnerabilidad

Homeostasis Reintegración ICD


Patología somática
PSN y/o comportamental
PSR PSA

DESADAPTACIÓN / ADAPTACIÓN PARA Y SOBREADAPTACIÓN.

DESADAPTACIÓN / ADAPTACIÓN PARA Y SOBREADAPTACIÓN.

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