https://es.mongabay.com/2015/11/burbujas-nanotecnologicas-para-recuperar-lagos-
contaminados/
“Allí se bañaban y defecaban los cerdos, que también eran abandonados allí
envueltos en bolsas plásticas cuando morían, mientras algunas empresas
cercanas lanzaban sus desechos”, dijo Morikawa. “Así que me fui a tocar
muchas puertas e incluso hablé con el alcalde, quien me dijo que estaba loco,
que la gente salía de allí con sarna”, cuenta aún con asombro, cinco años
después.
Así lucía el Humedal El Cascajo antes de la llegada de Morikawa, casi totalmente cubierto
de lemna o plantas acuáticas. Foto cortesía de Marino Morikawa.
Las cuadrículas hechas con bambú para sectorizar el lago, que ahora Morikawa dice que
podría tener 70% de nueva “lechuga de agua” por falta de mantenimiento. Foto cortesía de
Marino Morikawa.
Nanotecnología ecológica
Marino
Morikawa, un PhD que volvió a Perú para usar la nanotecnología para salvar un humedal
de su infancia. Foto cortesia de Marino Morikawa.
En los primeros espejos de agua insertó envases hechos con arcilla local, para
que actuaran como biofiltros que lograran absorber metales como cadmio y
plomo, microorganismos y carga inorgánica. Con una bomba de aire como las
usadas para pintar, un motor electrógeno y varias mangueras que compró en
una ferretería, emuló la oxigenación de una pecera casera, para implementar la
técnica del micro-nano-burbujeo.
Su metodología genera dudas y críticas en algunos actores, y de no haber
publicado ningún artículo científico al respecto, Mirian Arce, representante del
Comité de Vigilancia Ambiental del Humedal de Santa Rosa — que reclama así
un nombre distinto para el lugar — ha señalado en distintas ruedas de prensa
que el lugar no se ha descontaminado. Por otro lado, han señalado que
biólogos como Beatriz Alcántara y Héctor Aponte del Gobierno Regional de
Lima ya habían encontrado aves entre 2007 y 2009, años antes de la llegada
de Morikawa.
“En principio, con los medios que menciona es cierto que se pueden producir
microburbujas utilizando un invento mío: Flow Focusing, muy conocido en la
literatura científica”, apuntó. Añade que la idea de la “microbomba” para
destruir patógenos requiere de una tecnología que no está especificada por el
científico japonés, pero que ya habría sido considerado por su empresas y
otras más como método de control biológico.
La mancha blanca
“Lo dejé 95% limpio hasta 2013, cuando debí volver a Japón. Entonces le dejé
el proyecto documentado a la alcaldía y la población, quienes debían hacer el
mantenimiento”.
Objeciones alternas
Entre las conclusiones del documento, confirma que “los elevados niveles de
parámetros bioquímicos evidencian un proceso eutrófico y anóxico” pero
matiza al revelar que al estar el humedal en su nivel más bajo del año
“pareciera ser un comportamiento natural como para de su ciclo” por lo que
mostraría una más alta concentración de microorganismos y metales pesados
como cadmio y plomo. Además advierte que “la alta concentración de
coliformes fecales cerca a la población y a la tubería de desagüe” podrían
provenir de humanos o animales domésticos. El texto también alerta sobre la
permanencia de un “botadero ilegal de residuos sólidos”.
Limpiar el Titicaca
“Los propios chanceros se nos unieron más tarde”, cuenta Morikawa sobre los vecinos que
viven en las riberas. Foto cortesia de Marino Morikawa.