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Resumen. Jaspers. Psicopatología General.

Los hechos típicos particulares de la vida psíquica

Los hechos son el terreno de nuestro conocimiento. La aprehensión de hechos son siempre de
hechos particulares, pero no son de una sola especie. Esto amerita un ordenamiento siguiendo
los principios de perceptibilidad:

1. Vivenciar de los pacientes: se relaciona con aspectos subjetivos del paciente en tanto
un hecho particular relativo a cada individuo. Existe una variable objetiva al valorizar
una función, ante la observación somática y una comprensión de la expresión, del
hecho y de la obra.
2. Potencialidades del alma: se relaciona con la psicología de las funcionas y la
aprehensión de este tipo de hechos se mide cuantitativa y cualitativamente. Se
realizan tareas para determinar funciones de inteligencia, memoria, etc.
3. Manifestaciones somáticas: se refiere a evidenciar un proceso físico que no es
expresión comprensible de lo psíquico, pero sí mantiene una relación de hecho con lo
psíquico. Las manifestaciones somáticas son manifestaciones corporales, no
atribuibles a un proceso físico, sino a uno psíquico.
4. Objetividades significativas: son perceptibilidades que, comprendidas sólo como
sentido, muestran su origen psíquico. Tres tipos de hechos: 1) la manifestación
corporal y el movimiento directamente psíquico (psicología de la expresión), 2)
comprendemos el hacer, el actuar y el conducirse en un mundo (psicología del
mundo), 3) comprendemos los productos espirituales en la obra literaria, artística,
técnica (psicología de la obra).

Dos cuestiones a remarcar:

1) ¿Por qué es así todo esto, por medio de qué y a qué fin?
2) Los hechos que en apariencia son idénticos en su condición de inmediatos pueden ser
completamente diversos a nivel de génesis.

Las manifestaciones subjetivas de la vida psíquica enferma (fenomenología)

La fenomenología tiene la misión de presentarnos intuitivamente los estados psíquicos que


experimentan realmente los enfermos, de considerarlos según sus condiciones de afinidad, de
limitarnos y de distinguirlos lo más estrictamente posibles y de aplicarles términos precisos.
Hemos de tratar siempre, según el caso, de describir una serie de manifestaciones externas del
estado anímico, estudiar las condiciones, comparaciones y simbolizaciones sensorialmente
intuidas, mediante una representación sugestiva.

Es necesario contar con las autodescripciones o confidencias de los enfermos, que provocamos
y examinamos en la conversación personal. El psiquiatra que solamente observa, se esforzará
en vano por formular lo que puede decir el enfermo en sus vivencias (crítica a la clínica de la
mirada). Son los enfermos quienes han descubierto muchos de los conceptos básicos, y la
representación de lo que ocurre en él, es el comienzo en el que hay que hacer abstracciones
de conexiones, en relación a las vivencias del sujeto.

Es preciso dejar de lado todas las teorías, construcciones y prejuicios, pues es necesaria una
especial imparcialidad fenomenológica en la contemplación del fenómeno como tal. Al mismo
tiempo, Jaspers remarca la importancia del caso individual, del cual uno se tiene que informar
exhaustivamente-completamente-totalmente (o lo mayor posible) para determinar lo idéntico
en lo múltiple. Para pasar de lo individual a lo generalizable; se trata de la búsqueda de un caso
prototipo que permita abordar otros casos futuros.

Finalmente, hay que considerar la existencia de dos cosas:

1. Fenómenos singulares: hay que considerarlos aislados, como por ejemplo las
percepciones engañosas, estados afectivos, excitaciones instintivas, etc.
2. Estados de conciencia: son capaces de dar, según su especie, a los fenómenos
singulares un matiz especial y hacen aparecer distinta su importancia en el conjunto de
la vida anímica.

Las relaciones comprensibles de la vida psíquica (psicología comprensiva)

La descripción de los hechos típicos, ya sean subjetivos (fenomenología) u objetivos


(psicopatología objetiva: rendimientos palpables, síntomas somáticos de lo psíquico), nos pone
ante las cuestiones del origen de estas manifestaciones: ¿de dónde carajo proceden?
1) Por la penetración de lo psíquico, comprendemos genéticamente cómo surge lo psíquico de
lo psíquico
2) Si consideramos los hechos objetivos y los insertamos en una matriz de las vivencias del
enfermo, estamos explicando causalmente.

- Comprender y explicar
En las ciencias naturales, se tratan de captar sólo relaciones causales, reglas y leyes
(de menor a mayor generalidad).
En Psicopatología, existen relaciones causales (anomalías en la vista y alucinaciones),
reglas (herencia similar en familiar: en casos de depresión hereditaria, rara vez se
presenta demencia precoz) y en menor grado, leyes (no hay parálisis sin sífilis).
De todos modos, esto presupone una cuantificación de los procesos que en lo psíquico
(de esencia cualitativa), presupondría la pérdida del objeto psíquico mismo.

Por otro lado, en Psicología, se encuentra otro tipo de relaciones de comprensión: lo


psíquico puede surgir de lo psíquico y esto es comprendido genéticamente. Ahora se
puede comprender al sujeto y sus reacciones vivenciales, el desarrollo de pasiones, el
contenido del sueño y del delirio. Comprendemos cómo el enfermo se comprende a sí
mismo y cómo la manera de esa comprensión de sí mismo se vuelve un factor de
desarrollo ulterior.
Sin embargo, al igual que en las relaciones causales, es preciso no caer en ningún sesgo
y tener en cuenta que tanto los factores cuantitativos como cualitativos son
determinantes a la hora de establecer una explicación de un suceso. No se hace un
buen diagnóstico sólo con números objetivos ni tampoco con discursos subjetivos.

- Evidencias del comprender y realidad (comprender e interpretar)


La evidencia de la comprensión genética es algo último. Tal evidencia es adquirida con
motivo de la experiencia, pero no por la experiencia repetida inductivamente probada.
Tiene en sí misma fuerza persuasiva y es la condición previa de la psicología
comprensiva.
La evidencia de una relación comprensible, sin embargo, no prueba aún que esa
relación sea también ahora real en un determinado caso particular, o que se produzca
realmente en general.
El juicio sobre la realidad en el caso particular, se apoya ante todo en el “material
objetivo de los puntos de apoyo palpables” (creaciones intelectuales, códigos
lingüísticos, etc.) en los que es comprendida la relación.
Todo comprender de procesos reales particulares es por tanto, más o menos, un
interpretar. Comprendemos en la medida en que los datos objetivos de los
movimientos de expresión, de los actos, de las autodescripciones en el caso particular,
nos aproximan más o menos a esa comprensión.
Podemos hallar evidentemente comprensible, libre de toda realidad concreta, una
relación psíquica. Pero en el caso particular real, podemos afirmar la realidad de esa
relación comprensible sólo en la medida en que existen datos objetivos.
Nuestro comprender es interpretativo, pero el marco de interpretación lo delimtia el
enfermo en su propia realidad autodescripta.
Cuanto menos datos objetivos tengamos, tanto más interpretamos y menos
comprendemos. Interpretamos cuando no hay datos objetivos, pero por el contrario,
la comprensión es comprensible en el punto en que haya datos objetivos que la
sustenten.

Las reglas causales son adquiridas inductivamente, culminan en teorías que imaginan
algo que sirve de base a la realidad dada inmediatamente. Todo caso particular es
subordinado a ellas.
Las relaciones genéticamente comprensibles son relaciones de tipo ideal, son
evidentes en sí (no adquiridas inductivamente); no conducen a teorías, sino que son
una pauta con la que pueden ser medidos lo sucesos particulares y reconocidos como
más o menos comprensibles.

Pensemos en la metáfora de Freud de la ameba y sus seudópodos (tentáculos, en


criollo).
La interpretación es multiforme, en el sentido de que son los tentáculos de la ameba.
Pueden dirigirse a cualquier lado, pero cuando aparecen datos objetivos y estos
comienzan a guiar la interpretación, se vuelve cada vez más uniforme y se transforma
en un comprender.
- Comprender raciones y comprender empático
El comprender genético se divide en diferentes maneras de comprender:
· Comprender racional: se relación con la comprensión según reglas lógicas y conduce
siempre a la comprobación de que una relación racional comprensible independiente
de toda psicología es contenido del alma (alma como depósito de las más altas
características del humano). Es un medio auxiliar de la psicología. Se trata de una
comprensión de lo hablado.
· Comprender empático: se relaciona con la comprensión de estados de ánimo, deseos
y temores del que piensa. El comprender empático nos conduce a las relaciones
psíquicas mismas y nos lleva a la psicología en sí. Se trata de una comprensión del que
habla.

- Límites del comprender, ilimitación del explicar


El pensamiento de que lo psíquico es el dominio de la comprensión y lo físico el
dominio de la explicación causal, es falso.
No hay ningún proceso real, psíquico o físico, que no sea accesible en principio por la
explicación causal. El conocer causal no encuentra jamás sus límites.
La comprensión, por otro lado, encuentra sus límites en todas partes y todo límite es
un nuevo estímulo para la interrogación causal.
En el pensamiento psicológico causal, necesitamos elementos que juzgamos como
causas o efectos de un proceso. Por ejemplo, un proceso físico como causa, una
alucinación como efecto. Incluso el conjunto de relaciones comprensibles en un
individuo, que llamamos personalidad, es juzgado en la consideración causal, en
ciertas circunstancias, como unidad/elemento, cuya génesis es investigada por las
reglas de la herencia, por ejemplo.
Toda comprensión, en cuanto se aplica a un proceso psíquico real, señala una relación
causal, pero ésta es accesible sólo a través de la primera comprensión.
Cuando se dice que una relación causal psíquica es vivida al mismo tiempo
empáticamente y que puede ser descubierta por comprensión empática el mecanismo
causal, se cae en un error. La comprensión lleva a la explicación causal no como tal,
sino a través del “impulso de lo incomprensible”.

- El comprender y lo inconsciente
Mecanismos extraconscientes agregados a la vida psíquica consciente son por
principio extraconscientes, no verificables como tal, siempre teóricos.
Es del todo falso cuando se confunde este inconsciente, vuelto por la fenomenología y
la psicología comprensiva de inadvertido en sabido, con lo legítimamente inconsciente,
en principio extraconsciente y nunca advertible.
Lo inconsciente-inadvertido es vivenciado realmente. Lo inconsciente-extraconsciente
no es vivenciado en realidad.

- Comprender como sí (Als-ob)


El “como si” se plantea desde lo postulado por Vaihinger. Jaspers da por implícito y se
refiere al “uso de sistemas ficticios para la comprensión de fenómenos no observables
directamente”.
Plantea que hay una serie de hechos que no podemos comprender en función de
procesos realmente vivenciados, por reconocer posteriormente, pero que sin embargo
nos imaginamos comprender. Se refiere a la tendencia de crear elementos ficticios que
encajen en la explicación de la realidad: “nadie vio un protón, sin embargo, existe en
las teorías de la física”, siguiendo un argumento parecido al de Vaihinger.
Por esto, hace una crítica a Freud donde hace referencia a que siempre se guió “como
si” todas las entidades postuladas (Ello, Superyo, etc) realmente existiesen y que en
eso se basa su comprensión.

- Sobre los tipos del comprender general:


Diferenciamos hasta aquí:
1) Comprensión fenomenológica y comprensión de la expresión: la primera es la
actualización interior de la vivencia con la ayuda de las autodescripciones de los
enfermos; lo último es la percepción inmediata del signinificado psíquico en
movimientos, gestos y formas.
2) Comprensión estática y genética: las primeras capta las cualidades y estados
psíquicos tal como son vivenciados (fenomenología); la segunda es la comprensión
de lo psíquico por lo psíquico (psicología comprensiva)
3) Comprensión genética y explicación: lo primero es la captación subjetiva evidente
de las relaciones psíquicas desde dentro, en tanto que son captables de ese modo;
lo segundo, la exposición objetiva de relaciones, consecuencias, regularidades,
incomprensibles y explicables sólo causales.
4) Comprensión racional y empática: la primera es la comprensión de las relaciones
lógicas que subyacen a un fenómeno o comportamiento en tanto tal esté
relacionado con lo psíquico; lo segundo es la comprensión propiamente
psicológica de lo psíquico mismo (estados anímicos, por ejemplo)
5) Comprender e interpretar: lo primero se refiere a que lo comprendido halla su
plena exposición a través de los movimientos expresivos, manifestaciones de
lenguaje, actos; lo segundo se refiere cuando sólo sirven algunos puntos de apoyo
escasos para traspasar relaciones ya antes comprendidas al caso presente con
cierta probabilidad.

Nota: la comprensión intelectual, existencial y metafísica, lo lamento, pero no las puse. Ya para
cuando llegué a esa parte, sinceramente tenía la cabeza quemada.
Reacciones vivenciales patológicas

Según Jaspers, el sentido de reacción que se adopta es el de reacción de la psique a una


vivencia.

La importancia que tienen ciertos procesos para el alma, su valor de vivencia, su sacudimiento
afectivo a que dan lugar, provoca una reacción en parte “comprensible”. El estado patológico
reactivo no aparece a menudo en respuesta a una vivencia particular, sino a la suma de
efectos.
Por mucho que comprendamos la vivencia, su significación conmocionante y el contenido del
estado reactivo, no por eso es comprensible psicológicamente la transposición en lo
patológico. Acá hay que depender de los mecanismos extraconscientes: puede ser una
disposición especial, un proceso somático morboso, o porque la misma conmoción psíquica
puede causar una alteración pasajera.
No sólo tiene como consecuencia inmediata una multitud de manifestaciones corporales
concomitantes, produce también una alteración pasaje en los mecanismos psíquicos, que dan
entonces la condición de estados anormales de conciencia y de la realización de relaciones
comprensibles.

- Reacción en la diferencia de fase y brote


Entre las reacciones patológicas, hay que distinguir:
1. Las psicosis solamente desencadenadas, cuyo contenido no está en ninguna
relación comprensible con la vivencia. El sacudimiento psíquico es sólo el último
impulso eventual por el que hace irrupción una enfermedad, sea una fase
pasajera, el brote de un proceso, que no necesitaba esa vivencia desencadenarse.
Sólo la apuró, en criollo.
2. Las reacciones legítimas cuyo contenido está en realción comprensible con la
vivencia, que no se habrían producido sin la vivencia y que dependen en su curso
de la vivencia y de sus relaciones. Se relaciona con una reacción inmediata ante
una vivencia decisiva.

El concepto de reacción patológica tiene una parte de lo comprensible (vivencia y


contenido), una parte de lo causal (alteración en lo extraconsciente) y una parte de
pronóstico (esta alteración es pasajera).
Si bien es pasajera, implica una repercusión gracias a la ligazón entre vivencia y
personalidad. Además, se vuelve a un status quo relativo, aunque el contenido de la
vivencia siga actuando.

Sólo en ciertos casos se pueden distinguir claramente las reacciones legítimas de los
brotes. Las psicosis reactivas están condicionadas por una conmoción psíquica como
causa esencial; las psicosis nacidas por procesos, tienen un contenido que no muestra
ninguna relación comprensible con el destino, aun cuando los mismos, naturalmente,
tienen que ser tomados de algún modo de la vida anterior.

- La triple dirección de la comprensividad de las reacciones.


Comprendamos la medida de una conmoción como causa adecuada de algún
quebranto mental; comprendemos un sentido, al que sirve la psicosis reactiva en el
todo; comprendemos los contenidos de la psicosis reactiva en especial.

La medida de una conmoción hace referencia a que, si bien muchas vivencias


psíquicas coinciden con manifestaciones corporales, en algunos casos, las
conmociones psíquicas conducen a alguna perturbación somática o psíquica, que no
tiene una relación comprensible con el contenido de la vivencia. La vivencia es la
“causa psíquica” de un suceder que le es extraño. Es decir, hace referencia a aquello
que puede derivar en un estado anormal no comprensible: la fatiga crónica, la falta de
sueño, la irritabilidad, después de haber sobrevivido una catástrofe.

El sentido se relaciona con el hecho de que, el estado anormal del alma como conjunto
sirve a cierto objetivo del enfermo, para el que también son más o menos adecuados
los rasgos particulares de la enfermedad. El enfermo quiere ser irresponsable y tiene
una psicosis de prisión; quiere ser atendido en un hospital y tiene los males múltiples
de los vagabundos de los asilos. Estos enfermos aspiran instintivamente a una relación
de su deseo por ese camino.

Los contenidos de la psicosis reactiva hace referencia al contenido de las formaciones


delirantes. Es un intento de escape a la responsabilidad, mediado por una fuga en la
enfermedad. La fuga en la psicosis hace experimentar como aparentemente realizado
lo que no ofrece la realidad. En la psicosis aparecen, en lo delirante y en lo
alucinatorio, entremezclado y sucesivamente como realizados, todas las angustias y
penurias lo mismo que todas las esperanzas y deseos.

Resumen: la psicosis tiene un sentido, como conjunto o en particular. Sirve a la


defensa, a la seguridad, a la fuga, a la satisfacción del deseo. Nace del conflicto con la
realidad, que, tal como es, no es tolerada más tiempo.

- Resumen acerca de los estados reactivos


Se puede abordar la cuestión estableciendo una división:
1) Según los motivos de reacción: se relaciona con la naturaleza de la vivencia en sí,
pudiendo establecerse el confinamiento (psicosis carcelaria), la catástrofe
(neurosis de los terremotos), reacciones nostálgicas, el trauma de la guerra
(psicosis de guerra), el aislamiento (psicosis de prisiones de guerra).
2) Según la estructura psíquica especial de los estados reactivos: se refiere a
sentimientos que, pudiendo ser completamente comprensibles, puedan ser
excesivamente violentos; o sentimientos que generen una descarga en
convulsiones, o en furor y rabia, el movimiento desordenados, actos ciegos de
violencia; emociones vivaces, cólera, desesperación, espanto, entrañan el
aumento normal de la intensidad cierta perturbación de la conciencia; en psicosis
carcelarias, es común las reacciones paranoidealucinatorias donde juega un
contenido de persecución y voces.
3) Según el tipo de constitución psíquica que condiciona la reacción: se refiere a la
constitución psíquica del sujeto y una especie de disposición específica que
posibilita la emergencia de episodios reactivos. En algunos casos, una persona que
nunca presentó rasgos psicopáticos puede tener reacciones de tal tipo de duración
breve, así como también, una persona con una enfermedad cerebral no
necesariamente va a presentar rasgos psicopáticos reactivos.

A modo de reiteración, los brotes tienen contenidos generales de cualquier tiempo pasado,
las reacciones sólo contenidos precisos procedentes de una o de varias vivencias, de las que
surgió la psicosis progresivamente. Los brotes nacen espontáneamente, las reacciones en
relación temporal con la vivencia.

A modo de resumen sobre las reacciones legítimas: el motivo, que estando en una estrecha
ligazón temporal con el estado reactivo, es suficiente para nuestra comprensión. Entre
contenido de las vivencias y el contenido de la reacción anormal existe una relación
comprensible. Como se trata de la reacción a una vivencia, la anomalía se esfuma en el curso
del tiempo. Especialmente con el cese de las causas (puesta en libertad del preso con psicosis
carcelaria) desaparece también la reacción anormal.

La anormalidad reactiva se pone en oposición a todos los procesos morbosos que se


presenta espontáneamente.

Sin embargo, cabe mencionar que no siempre es posible realizar una separación tajante entre
reacciones legítimas y fase y brote.

- El efecto curativo de las conmociones afectivas


Las vivencias pueden, no sólo suscitar una psicosis, sino tener una influencia favorable
(no curativa) en una psicosis existente. En ciertos casos, la admisión a un manicomio
posibilita la pérdida temporal de los síntomas y posibilita el mejor acceso al paciente.
Así también, ante un caso de una persona con preferencia a mostrarse desnuda y la
cual es particularmente difícil de abordar a través de reflexiones y discusiones lógicas,
fácilmente puede evitar este comportamiento si una persona que la conoce de
tiempos anteriores al ingreso, la encuentra en una situación indecorosa.

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