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TEMA 6.

REFORMAS CONSTITUCIONALES
6.1. Poder constituyente permanente

6.1.3. Poder constituyente y poderes constituidos

Pregunta C
Una vez creada la Constitución, con el transcurso del tiempo surge la
necesidad de la modificación constitucional. Pedro de Vega plantea dicha
necesidad diciendo: “las Constituciones necesitan adaptarse a la realidad, que
se encuentra en constante evolución, porque su normativa envejece con el
paso del tiempo y porque la existencia de lagunas es un fenómeno obligado,
que deriva de la compleja e inabarcable realidad que con ellas se pretende
regular, su modificación resulta inexorable.”1
Precisamente con dicha necesidad de reforma o revisión a la
Constitución surge la problemática de hacer la distinción entre poder
constituyente, poder constituido y poder revisor de la Constitución.
Previamente a ello, es necesario diferenciar entre poder constituyente,
asamblea constituyente y asamblea proyectista.

El poder constituyente es y sólo puede ser el pueblo. El congreso


constituyente es una asamblea electa por el pueblo para que redacte y
promulgue una constitución. En cambio, una asamblea proyectista tiene
como misión redactar un proyecto de constitución para que sea puesto a
la consideración del pueblo y éste decida si lo aprueba o no. Este es el
procedimiento constitucional más acorde con la teoría del poder
constituyente(…)2

1
Vega, Pedro de. La reforma constitucional y la problemática del poder constituyente, Madrid: Tecnos,
1999, p. 59.
2
Carpizo, Jorge, Estudios Constitucionales, 6ª ed. México: Porrúa-UNAM, 1998, p. 295.
2

Hecha tal distinción, a continuación debe distinguirse al poder


constituyente de los poderes constituidos, para ello los tratadistas que abordan
ese tópico se basan en diversos criterios como son su origen, cronología,
función, límites, entre otros.
Por cuanto hace a su origen, los doctrinarios afirman que el poder
constituyente es un poder originario, en tanto que los poderes constituidos son
derivados.
Dentro de las características que Sieyés atribuía al Poder Constituyente
está la relativa a que éste “…es un poder originario y único, que no puede
encontrar su fundamento fuera de sí mismo, porque más allá de él no hay
nada…”3
En relación con tal diferencia, Covián Andrade realiza el siguiente
comentario:

“Antes que el ámbito normativo sea estructurado y descrito, el poder


originario (constituyente) concibe y determina sus contenidos. La fuente
política de la constitución del Estado es el poder (constituyente), no la
norma (derivada de él).”4

El mismo autor, indica que dado que un poder constituido deriva de la


Constitución, es por ende un poder derivado, ya que sin aquella, dicho poder
no existiría: “Su carácter derivado se evidencia en tanto no es concebible una
esfera competencial asignada a un poder constituido, amplia o restringida, de
mayor o menor relevancia, sin un acto previo de soberanía.”5
Jorge Carpizo explica la misma distinción diciendo que el poder
constituyente es un poder creador de todo el orden jurídico, mientras que los

3
Sieyés, Emmanuel., “¿Qué es el tercer Estado?, citado por Mora-Donatto, Cecilia. El valor de la
constitución normativa, México: UNAM, 2002, p. 26
4
Covián Andrade, M. Teoría constitucional, 2ª ed. México:Cedipc 2002. p. 158
5
Ibid., p. 182
3

poderes constituidos son poderes derivados de la Constitución, son poderes


creados por el constituyente.6
Por cuanto hace a su cronología, tanto Tena Ramírez como Fix-
Zamudio y Valencia Carmona establecen, respectivamente, la siguiente
diferenciación: “Cronológicamente el constituyente precede a los poderes
constituidos; cuando aquél ha elaborado su obra, formulado y emitido la
Constitución, desaparece del escenario jurídico del Estado, para ser sustituido
por los órganos creados.”7 “El poder constituyente es anterior y los
constituidos posteriores.”8
Respecto al criterio de distinción basado en las funciones de uno y otro
poder, Tena Ramírez manifiesta lo siguiente:

Desde el punto de vista de las funciones, la diferencia también es neta:


el poder constituyente no gobierna, sino sólo expide la ley en virtud de
la cual gobiernan los poderes constituidos; éstos, a su vez, no hacen otra
cosa que gobernar en los términos y límites señalados por la ley
emanada del constituyente (…)9

Jorge Carpizo, de forma similar plantea esa disimilitud diciendo que el


poder constituyente es poder de una sola función: darse su Constitución,
mientras que el poder constituido tiene múltiples funciones; el constituyente
no gobierna, los constituidos fueron precisamente creados para gobernar.10
Fix-Zamudio y Valencia Carmona plantean en los mismos términos esa
diferencia.11

6
Carpizo, J. Estudios Constitucionales, 6ª ed. México: Porrúa-UNAM, 1998, p. 296
7
Tena Ramírez, F., Derecho constitucional mexicano. 9ª. ed. México: Porrúa, 1995, p. 13
8
Fix-Zamudio, H. y Valencia Carmona, S. Derecho constitucional mexicano y comparado, México: Porrúa,
1997. p. 96
9
Tena Ramírez, F. Op. Cit. p. 13
10
Carpizo, J. Op. Cit. p. 296.
11
Fix-Zamudio, H. y Valencia Carmona, S. Op. cit. p. 96
4

Por cuanto hace al criterio referido a los límites de uno y otro poder,
Sieyés al describir las características del poder constituyente decía que éste “es
un poder sin condiciones (incondicionado) frente al cual no existen límites ni
de tipo formal ni de carácter material. En principio, el Poder Constituyente lo
puede querer todo y quererlo de la forma en que le parezca oportuno.”12
Carpizo establece esa distinción señalando que el poder constituyente es
ilimitado, mientras que los constituidos están completamente limitados, pues
no pueden actuar más allá de su competencia.13
En ese mismo tenor se pronuncia Covián Andrade al establecer los
caracteres distintivos del poder constituyente, indicando que:

Un poder originario es un poder soberano y la soberanía no tiene


límites. El contenido de la constitución es determinado por el poder
constituyente en la forma y en el momento en que éste resuelve hacerlo.

La adopción de unas y otras decisiones políticas fundamentales14 no es


un acto constreñido por límites políticos, jurídicos o de otra naturaleza,
a los que se deba sujetar el poder constituyente. No hay limitaciones
políticas, porque éstas supondrían una fuerza superior a la del poder
constituyente, capaz de imponerse a su voluntad. No hay límites
jurídicos, porque ni la substancia o el contenido de las decisiones
políticas fundamentales, ni el procedimiento para adoptarlas, se
establecen en norma alguna, ni regulan la manifestación soberana del
poder constituyente.

El constituyente actúa en función de lo que es capaz de hacer, mientras


que los constituidos efectúan lo que deben hacer.

12
Sieyés, Emmanuel., “¿Qué es el tercer Estado?, citado por Mora-Donatto, Cecilia. Op. Cit. p. 26.
13
Carpizo, J. Op. Cit. p. 296
14
Es necesario mencionar que Covián Andrade adopta las ideas de Carl Schmitt, quien es considerado el
principal representante de la corriente decisionista, el propio Covián Andrade explica dicha corriente
señalando que “la Constitución es el conjunto de decisiones políticas fundamentales que adopta el titular
de la soberanía y que definen el modo de ser del Estado” Covián Andrade, M., Teoría constitucional, 2ª ed.
México:Cedipc 2002, p. 68
5

El constituyente actúa porque hace uso de su voluntad y de su poder


soberanos. El constituido puede actuar porque está facultado para
hacerlo.15

A fin de lograr mayor claridad en lo expuesto con antelación, conviene


hacer un cuadro comparativo de las características del poder constituyente y
de las relativas a los poderes constituidos.

PODER CONSTITUYENTE PODER CONSTITUIDO


1. Es originario. 1. Es derivado.
2. Es anterior a los poderes 2. Es posterior al poder constituyente.
constituidos.
3. No gobierna 3. Son poderes que gobiernan.
4. Su función es crear la 4. Tienen múltiples funciones.
constitución.
5. Es un poder ilimitado. 5. Están sujetos a límites

Esta última característica –lo ilimitado del poder constituyente– podría


ponerse en tela de juicio. En efecto, una Constitución que estableciera
principios francamente incompatibles con la dignidad de la persona humana,
naturalmente no podría reputarse como tal; el pueblo no podría autodestruirse
a través de la obra de los constituyentes. Piénsese en el caso del nacional
socialismo alemán.

15
Covián Andrade, M. Op. Cit. p. 158 y 169.

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