CURSO 2017/2018
INSTRUCCIONES
El formato de letra para todas las preguntas será Times New Roman, 12; con
un espaciado doble. Se podrá hacer a mano en caso de que el tutor así lo
requiera o permita.
1. Sintetiza cómo fue la expansión del Imperio Romano de Oriente bajo Justiniano
(527-565) (20 líneas)
Fue Justino quien abrió la línea dinástica justiniana, pero fue con Jutiniano I, su
sucesor, con quien alcanzó el Imperio su máximo apogeo político. Subió al trono en
527, movido por la idea de restauración del Imperio Romano de los césares, y
elevado a los altares como autócrator, con un poder otorgado por designio divino.
En política exterior, Justiniano convivió con la presión de ostrogodos, vándalas,
visigodos, eslavos (empujados por los ávaros del norte) y persas, con quienes firmó
la paz en 532. Poco después iniciaba la conquista de Italia aprovechando el
debilitamiento del gobierno de Teodorico tras el fallecimiento de su hija Amalasunta.
Justiniano contó con la ayuda de Belisario, un tracio de origen germánico, que
se lanzó a por el reino vándalo de Gelimer y después a por el reino ostrogodo. Partió
simulando ir a Cartago, para finamente dirigirse a Sicilia y tomar Siracusa, asediar
Nápoles y continuar hacia Roma.
Justiniano también vio la oportunidad de recuperar la provincia de Hispania, tras
los enfrentamientos entre Agila y Atanagildo por la sucesión en el trono visigodo,
ocupando casi todo el sur de España y parte del Algarve portugués, con ciudades
como Cartagena, Málaga, Murcia y Córdoba.
Tras sus victorias en el Norte de África, había convertido el Mar Mediterráneo
en un vasto dominio bizantino que había dejado un Imperio exhausto
económicamente.
BLOQUE 4. COMENTARIOS
Puesto que Dios y tu padre Bernardo han escogido a Carlos, tu señor, para que le
sirvieras en la flor de tu juventud, conserva lo que posees por tu raza, ilustre por ambas
líneas. No sirvas únicamente de modo tal que sólo plazcas a los ojos de tu amo, sino en
toda ocasión manténle en plenas facultades, a su servicio, una fe intacta y cierta de
cuerpo y espíritu... Por ello, hijo mío, te exhorto a mantener fielmente, en cuerpo y
espíritu durante toda tu vida, lo que tienes como carga... Que jamás te puedan reprochar
la locura de la infidelidad, que jamás germine el mal en tu corazón hasta el punto de
volverte infiel a tu señor, sea lo que sea. No creo que deba temerse una traición por tu
parte ni por parte de los que sirven contigo... Así, pues, Guillermo, hijo mío, que has
nacido de su raza, sé, como ya te he dicho, sincero, vigilante y útil hacia tu señor y el
más pronto a su servicio; y en todos los asuntos que interesen al poder del rey, en el
interior o en el exterior, aplícate, conságrate a mostrar tu prudencia en la medida de las
fuerzas que Dios te ha dado. Lee las vidas y los pensamientos de los Santos Padres del
pasado y en ellos encontrarás el modo como debes servir a tu señor y serle útil en todos
los aspectos. Y cuando hayas encontrado cómo, aplícate a ejecutar fielmente las órdenes
de tu señor. Considera también, y contempla a los que dan prueba de la mayor fidelidad,
sirviéndole con perseverancia, y aprende de ellos el modo de servirlo.
En: Ganshof, F.L., El Feudalismo, Trad. de F. Formosa, Ariel, 7ª Ed., 1982 (1957),
Barcelona, pp. 64 y s.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Donado, J., Echevarría. A. (2014) Historia medieval I (siglos V-XII). Madrid: Ed.
Universitaria Ramón Areces.
BLOQUE 5.
ESQUEMA
El libro escogido para esta actividad es la obra titulada La iconografía bizantina de
André Grabar. Es un intento de comprender las razones de una crisis de más de un siglo,
tal vez única en la historia de la humanidad, en la que estaba en juego el culto a las
imágenes en los siglos VIII y IX.
- Tercera parte. Después de los iconoclastas. Trata sobre las artes religiosas
bizantinas tras finalizar estas persecuciones (843). La iconoclastia bizantina
acabó del mismo modo que había empezado, por iniciativa de los emperadores.
En marzo del 843, un año después del fallecimiento de Teófilo, fue cuando su
viuda Teodora tomo la decisión de acabar con la iconofobia gubernamental,
actuando también en nombre de su hijo Miguel III. Proclamó en un sínodo
dirigido por el patriarca, la vuelta a la veneración de las imágenes. Esta
restauración fue definitiva y no temporal como lo fue hacia el 780, que se hizo
también por una emperatriz viuda de emperador, Irene la Ateniense. La iglesia
bizantina quiso presentar la supresión de la herejía de la iconoclastia como una
victoria definitiva de la verdadera fe y para ello se celebró esta victoria en Santa
Sofía el 11 marzo 843, llamado el Domingo de la Ortodoxia, suponiendo el
Triunfo de la Ortodoxia.
La restauración de la imagen de Cristo en la Puerta de Bronce, donde a partir de
ese momento iba a estar junto a la cruz, en vez de sustituirla, es uno de los hechos
más antiguos que se pueda advertir en la historia de la renovación de las
imágenes, desde el año 843.
La desaparición de la mayoría de los testimonios materiales de la restauración de
las imágenes limita la investigación debido a la masiva destrucción de los
palacios e iglesias de Constantinopla y de la provincia bizantina. Pero se tiene
constancia de que Miguel III y Teodora volvieron a utilizar la fórmula
iconográfica original de Justiniano II de las monedas, lo que demuestra la
iconofilia oficial del imperio. Quizás, y como hipótesis, los soberanos del IX
consideraran los solidi de Justiniano II como monedas constantinianas y
pensaron que restauraban una práctica establecida por el fundador del Imperio
cristiano.
Entre el año 843 y los primeros años del reinado de Basilio I (867-886), un
mosaico en el palacio y dos tipos de imágenes monetarias nos certifican que la
imaginería oficial resultante del “Triunfo de la Ortodoxia” presenta al basileus
ortodoxo e iconódulo como príncipe que gobierna en nombre de su Soberano
supremo, Cristo.
Inmediatamente después del 843 se debió dar cumplimiento a la nueva “política
de los iconos”. Pero la resistencia pasiva de los enemigos de los iconos fue larga
y tenaz. Por ello, la restauración efectiva de los mismos no progresó con la misma
rapidez en todas las partes. Mientras que en la nueva iglesia de la Virgen que
Focio describe se realizó una decoración iconográfica completa desde 865, en
Santa Sofia las labores de instalación de las imágenes santas no habían acabado
cuando tuvo lugar la primera deposición de Focio, en 867.
Es bajo el reinado del primer emperador ortodoxo después de la iconoclastia y
su madre Teodora, así como el patriarca Focio, cuando resucitan dos tipos
esenciales de la iconografía de la Virgen y se dedican personalmente a
multiplicar estas imágenes que vuelven a tener las funciones que ya antaño
tuvieron ciertas representaciones de la Theotocos, en los círculos allegados a la
Corte. Durante el reinado de Miguel III, la Theotocos entronizada y la Odigitria
son las preferidas por las autoridades del Estado y las de la Iglesia.
RESUMEN
En esta obra, André Grabar pretende exponer las razones por las que entre el siglo
VIII y IX, el Imperio atravesó una de las peores crisis internas, marcada por el culto de
las imágenes. Conocida como la “Querella Iconoclasta”, representa uno de los períodos
más álgidos de la historia del Imperio Bizantino. Con este objetivo, hace un análisis de la
etapa anterior a estas persecuciones, para entrar de lleno en este conflicto que afectó a la
sociedad bizantina producto de la política imperial impuesta por el primer emperador de
la dinastía Isáurica, León III. Este conflicto implicaba destrucción de los iconos religiosos
y la persecución de sus adoradores, haciéndose extensiva, de forma intermitente, hasta el
843. La obra termina con una tercera parte dedicada a la etapa después de los iconoclastas,
conflicto que acabó del mismo modo que había empezado, por iniciativa de una
emperatriz, Teodora.
El subtítulo de la presente obra, Dossier arqueológico hace referencia a la intención
de reunir todas las piezas, textos u objetos, que permitieran comprender la manera en que
eran utilizadas las imágenes y los significados que portaban durante este conflicto que
enfrentó a partidarios, iconoclastas, y detractores, iconódulos.
COMENTARIO CRÍTICO
La obra se centra en el conflicto de las imágenes y los diferentes concilios
celebrados por los diferentes emperadores, pues recordar que este conflicto empezó y
terminó del mismo modo, por iniciativa de los emperadores, sin que la Iglesia considerara
nunca este asunto como un verdadero problema, aunque existía el miedo a la idolatría.
El establecimiento de la política iconoclasta implicó persecuciones de los fieles y
destrucción y pérdida de imágenes e iconos religiosos que se traduce en una gran pérdida
para la historia del arte universal. Además, el arraigo de la religión en la sociedad
bizantina, hizo de este problema un problema que afectaba a todas las esferas de la vida
del ciudadano.
Con el definitivo triunfo de los iconólatras, se puso en marcha el auge de las artes
religiosas en manos de artistas y artesanos que no tenían una tradición ni espíritu de
imágenes, por lo que tenían entre manos una gran responsabilidad, aunque vigilada por
las autoridades de la Iglesia, segundada por el Estado. Bajo estas condiciones es cuando
la obra bizantina de la Edad Media alcanzó el nivel más alto de expresión religiosa a
través de su iconografía, y bajo el anonimato de sus artistas. Estética bizantina que
ejercerá una profunda influencia sobre las imágenes del arte románico europeo posterior,
y la imposibilidad de profundizar en el segundo sin conocer el primero.
OPINIÓN PERSONAL
Me parece muy acertada la estructura que sigue la obra para tratar un tema tan
complejo y por el que se va a ver afectada la sociedad del momento tanto en el ámbito
religioso, artístico como socio-político, sociedad bizantina donde la religión estaba muy
arraigada. Considero esta división tripartita, con un antes, durante y después del conflicto,
muy didáctica para entender la evolución de la política imperial y la estética y significado
de las imágenes e iconos, entendidos estos como la expresión misma de la fe. Durante la
exposición de los hechos históricos, André Grabar va adelantando acontecimientos y
repitiendo las ideas, lo que creo que ayuda a entender y fijar los contenidos si la materia
es nueva para el lector. A ello contribuye también el dosier arqueológico donde se reúne
una gran colección de obras y textos para ilustrar este conflicto, pero como el autor señala,
aún son muchas las suposiciones en torno a este conflicto, en muchos de los casos, por
falta de textos y material.