Para conseguir entender e interpretar el problema de la tuberculosis en el Perú es
necesario que nos ubiquemos en los planos temporal e histórico, de lo que han sido el impacto de las medidas de intervención a lo largo de los años.
El desarrollo de esquemas de tratamiento anti tuberculosis (TB) más eficaces ha
progresado a lo largo de los últimos 65 años tanto en investigaciones clínicas como en el marco de los programas nacionales de control de TB (PNCT). Mientras los países desarrollados accedieron al uso de antibióticos desde los años 1940, Perú, hasta donde conocemos, recién pudo acceder a la estreptomicina (SM) a fines de los años 1950 y a la isoniazida (INH) a inicios de los años 1960. Tan importante como los esquemas de tratamiento resulta trascendente que sean administrados por programas de control de TB muy organizados. Recién en la década de los años 1990 se empoderó el PNCT de Perú, logrando administrar bajo supervisión (tratamiento supervisado directamente observado, en ambas fases) un tratamiento acortado moderno que incluía rifampicina (RMP) en ambas fases. Un fuerte programa de control más un esquema potente y tratamiento supervisado logró producir impacto epidemiológico sobre la tendencia de la TB en Perú, demostrando que no es suficiente tener un esquema eficaz sino al mismo tiempo tener un programa eficiente.
Luego ocurriría una sobrestimación de lo que puede hacer una intervención de
atención primaria sobre formas más complejas de TB: casos Antes Tratados (recaídas, abandonos recuperados y fracasos) fueron tratados con el mismo esquema para casos nuevos (esquema ÚNICO), a lo que luego siguió la aplicación de una monoterapia encubierta (esquema DOS o DOS REFORZADO) a pacientes que habían previamente fracasado –y, por tanto, con elevada probabilidad de tener cepas MDR– por haber seguido automáticamente una errónea recomendación de OPS/OMS y UICTER (Unión Internacional contra la TB y las Enfermedades Respiratorias ,los cuales no contaban con expertos en TBMDR en sus equipos), a pesar de la oposición de expertos de la Sociedad Peruana de Neumología en 1997. Como consecuencia, se incrementó espectacularmente la TBMDR (resistentes a INH + RMP), transformándonos en el país con la más elevada prevalencia de TBMDR en América. En 1997 se detectarían los primeros casos de los ahora denominados TB extensamente resistente (TBXDR, resistentes simultáneos a RMP + INH + quinolona + inyectable). Hasta el año 2012 se ha utilizado en Perú un esquema RHZE (rifampicina + isoniazida + pirazinamida + etambutol) con segunda fase 2 veces por semana, cuya eficacia en pacientes pansensibles se ha mantenido por encima de 99%. El año 2013 una nueva gestión en la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de TB (ESNPCT) modificó el esquema de tratamiento en la segunda fase, pasando a 3 veces por semana.