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Curso: Teoría Antropológica III Ayudante de cátedra: Joel Acuña

Estudiante: Ruth Sebastian Leonidas Código: 11150228

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¿De qué manera se puede manifestar simultáneamente distintos procesos de


objetivación de lo no humano en una sociedad amerindia? Ejemplificar.

Para hablar de estos distintos procesos de objetivación, el autor retoma como punta de
partida a la ontología estructural, al cual la define como “(…) experiencia de
pensamiento de un sujeto: no puedo detectar cualidades en algún otro indeterminado,
humano o no-humano, sino a condición de poder reconocer en el aquellas mediante las
cuales yo mismo me percibo. (Descola, 2016, pag.91)

Cuando se habla de que solo podemos percibir al otro, o más específicamente identificar
las cualidades de otro humano o no-humano siempre y cuando nos tomemos a nosotros
mismos como puntos de referencia. En el sentido de que vamos a reconocer en el otro,
las cualidades características que percibimos en nosotros mismos o detectamos en
nosotros mismos. Esto es lo que llama Descola el ejercicio de la ontología estructural,
donde solo percibo al otro en sus cualidades y características en relación con uno
mismo, detectando en el las cualidades y características que percibimos en nosotros
mismos.

Hablar de este ejercicio no remite a dos planos: la interioridad y la fisicalidad, en la


primera tiene que ver con los estados mentales, interioridad con la reflexividad. Y en el
segundo, con los estados y procesos físicos, esquemas sensoriomotrices, sentimiento
interno del cuerpo. Los procesos de objetivación de lo no humano son las
combinaciones posibles entre los planos de la interioridad y fisicalidad surgidos a raíz
del ejercicio de la ontología estructural, la cual es la “experiencia de pensamiento de un
sujeto”, solo se percibe al otro en referencia a uno mismo, a las cualidades que se
detecta en el otro.

Primer ejemplo concreto es la que se da entre totemismo y animismo:

En primer lugar, el totemismo de Descola se encuentra en una relación simétrica inversa


al totemismo de Levi-Strauss. Strauss concebía al totemismo como “un dispositivo
clasificatorio universal que utilizaba a la naturaleza como un patrón para organizar
diferencias y discontinuidades” (Descola, 2016, pag.115). En cambio, la situación de los
achuar que estudia Descola la situación es diferente “no se trataba del uso de categorías
naturales para conceptualizar categorías sociales, sino por el contrario del uso de
Curso: Teoría Antropológica III Ayudante de cátedra: Joel Acuña
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categorías sociales—en este caso la consanguinidad y la afinidad- para pensar la


relación con los objetos naturales” (pag.116).

En esto es donde el animismo de descola se hace partícipe de la relación que mantienen


los achuar con los no-humanos, en este caso con las plantas, animales y aves. Las
plantas eran parientes consanguíneos o parientes muertos que venían en sueños a
transmitir mensajes. Tal como la mujer que soñó que la yuca era una joven que la quería
envenenar, advirtiéndole así que estaba plantando una planta venenosa para los peces
cerca de las plántales de la mandioca.

Segundo ejemplo que pone el autor en el texto es el del totemismo con el analogismo.

Cuando Charbonier le pregunta a Descola sobre la exterioridad irreductible del


etnógrafo y la imagen que se hacen del mundo occidental, los achuar. Descola a través
de preguntas y observaciones de los achuar, él se da cuenta de la imagen que esta
población amerindia tiene del mundo occidental. Cuando habla del lugar habitual donde
duerme la pareja diariamente compuesto por las bolsas de dormir, zapatos, las cuchillas,
etc., que trasmitían una cierta uniformidad en la apariencia de la pareja. El autor dice
que esa cierta uniformidad en apariencia de la pareja, los achuar “interpretaban eso de la
misma manera que podemos percibir nosotros la unidad de un grupo étnico en las
maneras de peinarse, en las pinturas corporales”

Hace la observación de que los achuar veían a la pareja como representantes de una
tribu particular del mundo occidental. Esto lo señala ya que, en esa estadía en dicha
población, tanto hombres y mujeres achuar habían visto pasar a misioneros salesianos,
evangélicos, que pues les dio una imagen del mundo de los blancos.

Referencia Bibliográfica

Descola, Philippe. (2016). La composición de los mundos. Buenos Aires. ed. Capital
intelectual Pp.252.

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