1. Formas. Los pronombres personales tónicos son aquellos que pueden funcionar como sujeto (TÚ sabrás),
como atributo (Los culpables son ELLOS) o como término de preposición (Mi hermano vendrá
con NOSOTROS). A continuación se ofrece un cuadro con sus formas:
FORMAS DE LOS PRONOMBRES PERSONALES TÓNICOS
sujeto o atributo yo
1.ª pers. término de nosotros/as
mí (conmigo)
preposición
sujeto o atributo tú, vos
2.ª pers. término de vosotros/as
ti (contigo), vos
preposición
La tercera persona del singular cuenta con la forma neutra ello, de uso muy restringido en español. Solo la
tercera persona posee una forma específica con sentido exclusivamente reflexivo, sí, invariable en género y
número. Cuando la preposición que precede a mí, ti, sí es con, deben emplearse las amalgamas conmigo,
contigo y consigo, de manera que no son correctas las secuencias con mí, con ti, con sí. Por otra parte,
debe tenerse en cuenta que la preposición entre y la preposición según (con el sentido de ‘en [mi, tu, su, etc.]
opinión’) seleccionan las formas pronominales de sujeto, y no las de término de preposición: «Lo que
hablemos será entre TÚ y YO», «En fin, que según TÚ, caso concluido»
2. Aparición u omisión del pronombre sujeto. El español es una lengua de sujeto no obligatorio (Vino y
nos dijo que no saliéramos a la calle). Esto no significa, sin embargo, que la aparición o elisión del
pronombre de sujeto sea aleatoria o indiferente. Por el contrario, es fácil reparar en que situación la
aparición de sujetos pronominales explícitos es a veces anómala, mientras que, en otros casos, su presencia
es posible o resulta imprescindible.
a) Cuando las formas de tercera persona él, ella, ellos, ellas funcionan como sujeto, solo pueden referirse
a personas; por ello, cuando se hace referencia a cosas, en español no se emplea ningún pronombre
personal explícito: He leído tus últimos informes. Enhorabuena: son claros y ofrecen numerosos datos (no
*ELLOS son claros y ofrecen...); así, en «La decisión de la entrega la señalan las Farc, lo mismo que el
sitio en que ELLA se produzca», debió omitirse el pronombre ella o sustituirse por el demostrativo esta. No
obstante, en ocasiones, el sujeto de cosa va modificado por un adjetivo, una aposición o una oración que
posibilitan que el pronombre sujeto se haga explícito: Compramos un sofá enorme: ocupaba ÉL SOLITO toda
la habitación.
b) El pronombre sujeto se hace explícito con finalidad contrastiva o cuando es el foco de la oración, caso en
el que aparece normalmente detrás del verbo: «YO [y no tú u otra persona] creo que en eso estuvo mal»; «Sé
que ha sido ÉL porque tenemos una contraseña». «Mal podía ELLA preconizar una huelga de hambre
teniendo el estómago lleno». Por otra parte, en ciertas variedades del español, con especial incidencia en el
habla caribeña, la -s final se aspira, se debilita o se pierde, de manera que la segunda persona del singular
puede llegar a converger oralmente con las formas de primera y de tercera, según los tiempos, lo que
justifica la frecuencia con la que se hace explícito, en esas zonas, el sujeto tú: «¿Qué TÚ quieres más que
eso?».
c) En muchas ocasiones, las formas de los pronombres con variación de género aparecen para hacer
explícito el sexo del referente: «Un futuro esperanzado requiere cultivar el acuerdo, la reciprocidad,
también entre NOSOTRAS y ELLOS».
d) El pronombre usted, por su parte, aparece con mucha frecuencia para reforzar la cortesía o deshacer la
posible ambigüedad con respecto a un referente de tercera persona: «Debe USTED partir a París en seguida».
3. Formas reflexivas. Un pronombre tiene sentido reflexivo cuando su antecedente es el sujeto (tácito o
expreso) de la oración en que aparece: Solo piensas en TI mismo; o bien el sujeto de una paráfrasis implícita
en la secuencia en que aparece: La confianza en TI mismo [= tú confías en ti mismo] fue la clave de tu
triunfo. Para la primera y la segunda persona no existen formas pronominales tónicas específicamente
reflexivas, sino que, como ilustran los ejemplos anteriores, estas son las mismas que se emplean en cualquier
complemento preposicional: mí, ti, vos, nosotros/as, vosotros/as. Solo la tercera persona posee una forma
tónica específicamente reflexiva, el pronombre sí, invariable en género y número: «Vladimir creyó tener
ante SÍ al psiquiatra del lugar» ; «Tiene usted un bajo concepto de SÍ mismo». Como se ve en varios de los
ejemplos citados, junto a las formas pronominales con sentido reflexivo aparece frecuentemente el
adjetivo mismo, como refuerzo, a veces opcional, a veces obligatorio. No es infrecuente que aparezcan
usadas con valor reflexivo las otras formas tónicas de tercera persona (él, ella, ellos, ellas, usted, ustedes),
especialmente si hacen inequívoco este valor mediante el refuerzo mismo: «La candidata lució guapa y
segura de ELLA misma»; «Póngase a pensar en USTED mismo y se dará cuenta de qué cantidad enorme de
mensajes rigen su vida»; «Sánchez empezó a maldecir, como hablando con ÉL mismo, en palabras de
grueso calibre»; no obstante, en el habla esmerada se recomienda emplear, en estos casos, la forma
propiamente reflexiva: La candidata lució guapa y segura de SÍ misma; Póngase a pensar en SÍ mismo;
Sánchez empezó a maldecir, como hablando CONSIGO mismo.
4. Duplicación de complementos: coaparición del clítico y el complemento tónico. No es obligatoria la
presencia de un pronombre tónico en función de complemento directo o indirecto, pero, si aparece, es
forzoso que aparezca también el pronombre átono correspondiente; sobre la coaparición de pronombres
tónicos y clíticos y, en general, sobre la duplicación de complementos.
1. Formas. Los pronombres personales átonos son aquellos que funcionan como complemento verbal no
preposicional (Ya TE LO he dicho) o como formante de los verbos pronominales (Ahora ME arrepiento).
Precisamente por su carácter átono, se pronuncian necesariamente ligados al verbo, con el que forman una
unidad acentual. Normalmente anteceden al verbo (ME encanta; LO dijo; SE fue) pero en algunas situaciones
(verbos en infinitivo, gerundio y imperativo afirmativo) tienen que venir despúes (ayúdaME, díME, hazLO).
A continuación se ofrece un cuadro con sus formas: