Alimentación saludable del adulto.
Dieta mediterránea. Patrón alimentario.
Interrogatorio de los hábitos alimentarios.
Adaptación de la ingesta previa
a una alimentación saludable
Puntos clave
l Para seguir una alimentación saludable y equilibrada
conviene tomar habitualmente alimentos de todos los
grupos.
l No existe ningún alimento esencial, pero descartar varios
de ellos obliga a replantear el conjunto de la alimentación,
para evitar carencias o desequilibrios nutricionales.
l Los alimentos farináceos (arroz, pasta, patatas, pan,
legumbres) conviene que aporten cerca de la mitad del
total calórico diario. No debe disminuirse su ingesta, salvo
en caso de excesos, de obesidad o de diabetes, por
ejemplo.
Palabras clave: ¿¿¿¿¿¿ • ¿¿¿¿ •
Cómo es una alimentación
saludable y equilibrada
En función del patrón alimentario más usual en nuestro me-
dio puede recomendarse la ingesta de alimentos siguiente
para cumplir con los principios de una nutrición suficiente y
equilibrada.
Leche
Medio litro de leche al día (250 ml más en niños, adolescen-
tes y mujeres menopáusicas) o equivalentes en yogur o que-
so. Las embarazadas deben tomar algo más. Proporcionan
calcio, proteínas y vitaminas A y D, principalmente. Las va-
riedades semidesnatadas o desnatadas contienen la misma
cantidad de calcio y proteínas, y suelen estar enriquecidas
con vitamina D.
l Las legumbres, por su elevado contenido en proteínas,
pueden sustituir algunos días la ración de carne o pescado.
l El análisis de la ingesta espontánea de la población
española detecta un exceso de consumo lipídico y de
proteínas de origen animal. Ambos deben evitarse.
l Una dieta saludable puede seguirse con patrones de
alimentación muy distintos. En la dieta mediterránea, dieta
saludable propia de esta zona geográfica, destaca como
positivo el consumo de aceite de oliva, frutas y verduras, y
de vino, entre otros alimentos.
Arroz, pastas de alimentación, pan, cereales
del desayuno, patatas y legumbres
Son los alimentos farináceos o, popularmente, féculas. De-
berían proporcionar cerca de la mitad del total energético
diario (TED). Se recomienda que formen parte de las tres in-
gestas principales del día, en cantidades proporcionales a los
requerimientos calóricos. Se recomienda ingerir 4 o, mejor,
5 raciones de estos alimentos al día (tabla 1).
Carnes y pescados
Son recomendables en número de 2 raciones al día. Una ra-
ción de carne puede ser un filete de unos 100 g de parte co-
mestible, y de pescado, unos 125 g. El jamón (sea cocido o
salado) es equivalente. Tomar una cantidad menor, en un
20%, por ejemplo, sería suficiente. Pero hacerlo en raciones
de 150-200 g (o más) además de nutricionalmente inútil
puede comportar un aporte elevado de lípidos (excepto en el
FMC. 2006;13(Extraordin 1):13-8 13
Alimentación saludable del adulto. Dieta mediterránea. Patrón alimentario. Interrogatorio de los hábitos alimentarios. Adaptación de la ingesta previa a una alimentación saludable
TABLA 1. Cuánto es una ración de un farináceo (peso
de la parte comestible y en crudo)
Arroz
Pasta
Legumbres secas
Guisantes y habas frescos
Guisantes y habas congelados
Patatas
Pan, blanco o integral
Pan de molde (rebanadas de 25 g cada una)
Cereales del desayuno
Nota: Los pesos de estas raciones no son los utilizados en las dietas de
diabético.
pescado magro), de colesterol y de purinas uricogenéticas.
Los tipos de carne o pescado recomendados son: carnes gra-
sas (p. ej., cordero), 1 o 2 veces/semana; carnes moderada-
mente grasas (ternera, pollo, etc.), de 2 a 4 veces/semana;
carnes poco o muy poco grasas (solomillo de cerdo o pechu-
ga de pavo), de 3 a 5 veces/semana; pescado blanco o ma-
gro, varios días a la semana (p. ej., de 4 a 7); pescado azul o
graso, de 1 a 2 veces/semana; marisco, hasta 2 raciones/se-
mana. Los embutidos y jamón con mucha grasa visible: se
recomienda moderación.
Huevos
Excepto si existen contraindicaciones –enfermedad biliar,
hipercolesterolemia, intolerancia– pueden tomarse hasta 5 o
6 huevos por semana. Cantidades superiores se consideran
excesivas por el elevado contenido en colesterol de la yema
(una yema tiene unos 250 mg).
Frutas, verduras y hortalizas
Debe recomendarse su consumo diario. La fruta cruda, de 1
a 3 raciones diarias, y debe ser el postre habitual. Las verdu-
ras (cocidas) y las ensaladas (crudas) deben tomarse, como
mínimo, una vez al día cada una de ellas.
Aceite y otros alimentos grasos
La recomendación general es la de moderación en su con-
sumo. Fácilmente se sobrepasa la cantidad diaria recomen-
dada de lípidos alimentarios. Las grasas de origen animal
deben limitarse, y las de origen vegetal, mantenerse. El uso
adecuado del aceite doméstico (de oliva y en crudo, preferi-
blemente) puede ser muy beneficioso. Los aceites de semi-
llas (de girasol u otros) pueden sustituir al de oliva, pero
con algunas desventajas nutricionales. Los alimentos fritos
en aceite pueden tomarse algunos días. La ingesta recomen-
dada de aceite oscila entre 20 y 50 g/día, según la energía
de la dieta.
14 FMC. 2006;13(Extraordin 1):13-8
Alimentos superfluos
Deben consumirse en cantidades pequeñas, y sólo raramente
60-80 g
deberían sustituir a alimentos básicos como los lácteos o la
60-80 g fruta. Desde luego es inofensivo tomarlos de manera esporá-
60-80 g dica, incluso en cantidades elevadas, durante celebraciones
180-240 g familiares o sociales.
190-250 g
150-175 g
Dieta mediterránea
70-100 g
3 rebanadas La población de la cuenca mediterránea presenta unas tasas
40-50 g de cardiopatía isquémica menores que las del centro y el
norte de Europa, así como de América del Norte. Esto se ha
atribuido en gran parte al tipo de alimentación, llamada por
ello dieta mediterránea. Ésta posee unos parámetros nutri-
cionales constantes y otros variables y dudosos (tabla 2). No
existe un único modelo de dieta mediterránea y sí varias mo-
dalidades. En relación con este tema, se ha destacado la
existencia de ciertas situaciones paradójicas: La paradoja
francesa, por presentar tasas moderadas de cardiopatía is-
quémica a pesar de ingestas elevadas de quesos curados, al-
tos en ácidos grasos saturados (AGS) y colesterol, y parado-
jas española y griega, en las que, a pesar del importante há-
bito tabáquico, las tasas de cardiopatía isquémica y de
cáncer pulmonar son inferiores a las de países con menor
prevalencia de este hábito; probablemente lo único constante
es el consumo de aceite de oliva y de frutas, verduras y hor-
talizas, así como de vino, alimentos todos ellos con sustan-
cias cardioprotectoras, entre otras propiedades beneficiosas.
En los últimos años se está perfilando un tipo de nutrien-
tes –más que de alimentos– para caracterizar la dieta medite-
rránea (Trichopoulou et al, 2001, citado por Saura-Calixto et
al, 2005) en el que se valora la capacidad antioxidante de la
dieta, unido a la relación ácidos grasos monoinsaturados
(AGM)/AGS superior a 1,5. Cabe destacar que, además del
aceite de oliva, la principal fuente de AGM en la dieta espa-
ñola es la carne de cerdo y sus derivados.
Durante estos últimos años, se ha popularizado entre los
educadores sanitarios situar los grupos o subgrupos de los
TABLA 2. Principales parámetros nutricionales clásicos
de la dieta mediterránea
Consumo elevado de verduras, hortalizas y frutas
Consumo habitual de arroz, pasta y pan
Consumo relativamente frecuente de legumbres y pescado
Consumo moderado de lácteos
Consumo bajo de carnes, rojas principalmente
Consumo de vino, a diario
Aceite de oliva: es la grasa de consumo principal
Obsérvese que las expresiones sobre la frecuencia de consumo son imprecisas
Alimentación saludable del adulto. Dieta mediterránea. Patrón alimentario. Interrogatorio de los hábitos alimentarios. Adaptación de la ingesta previa a una alimentación saludable

Consumo diario
Consumo ocasional
Pescados y mariscos
.......3-4 raciones/seman

Carnes magras................3-4 raciones/seman

Huevos...........................3-4
. unidades/sema
Legumbres...................... 2-4 raciones/seman
Frutossecos ....................
3-7 raciones/seman
Leche, yogurt, queso .......2-4raciones/día
Consumo diario Aceitedeoliva ................3-6
. raciones/día
Verdurasyhortalizas ........> 2raciones/día
Frutas............................>.3raciones/día
Pan,cerealesintegrales,
arroz,pasta,patatas ........4-6raciones/día
Agua.............................4-8
.. raciones/día
Vino/cerveza
(Consumo opcional
y moderado Consumo ocasional
enadultos) Grasas(mantequilla,margarina)
Dulces,bollería,pasteles
Bebidasrefrescantes,helados
Carnes grasas, embutidos

Actividadfísica:>30min/día

Actividadfísicadiaria Agua

Figura 1. Pirámide de la alimentación saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC, 2004).

alimentos en el interior de una pirámide, la pirámide de
los alimentos, que permite efectuar recomendaciones de in-
gesta de alimentos de un modo más gráfico (fig. 1). Sustitu-
ye a la ya antigua rueda de los alimentos.
Patrón alimentario
Los factores que influyen y son decisivos a la hora de esco-
ger los alimentos que se van a consumir son complejos y es-
tán firmemente arraigados en un país, una familia, a veces
en el propio individuo. Éstos son los factores principales:
– Disponibilidad de alimentos. Es un factor cada vez me-
nos importante en el mundo globalizado, donde la oferta de
alimentos es muy amplia.
– Factor económico. Las clases sociales con ingresos eco-
nómicos bajos no utilizan ciertos alimentos de precio eleva-
do, y sí otros que se encuentran más a su alcance.
– Factores socioculturales. Son muy importantes, y se
encuentran muy arraigados en la mentalidad de cada indivi-
duo. Destacamos esquemáticamente algunos ejemplos: Exis-
ten alimentos de jóvenes (pizzas), de adultos (potajes), de
ancianos (sopas), de niños (leche con cereales), de varones (pan
con chorizo) y de mujeres (chocolate a la taza). Asimismo, hay
alimentos de diario (sopa de fideos), de festivo (paella), platos
de comida familiar (verdura con patatas) o para invitados
(cóctel de gambas). Algunos pueden haberse convertido en
tópicos.
Los motivos religiosos pueden prohibir algunos alimen-
tos (carne de cerdo). Ciertos tabúes desaconsejan el con-
sumo de ciertos alimentos a las embarazadas. Y un largo
etcétera.
– Factores familiares. Los hábitos familiares, además de
todos los factores anteriores, están influidos por la tradición
de lo que comían los padres y los abuelos. Conviene recor-
dar que algunos platos tradicionales que se han populariza-
do en restaurantes y en casa fueron en su tiempo el recurso
de que se valieron muchas familias para sobrevivir en épo-
cas de escasez, aprovechando al máximo lo poco de que
disponían.
– Factores contraculturales. Algunos grupos, sean de
adolescentes o de adultos, adoptan patrones de alimentación
que podrían denominarse contraculturales, por ir en desa-
cuerdo con lo comúnmente aceptado. En general, evitan al-
gunos alimentos (p. ej., carnes y cereales refinados) y acep-
tan otros como los cereales de grano entero o la leche de so-

FMC. 2006;13(Extraordin 1):13-8 15

Alimentación saludable del adulto. Dieta mediterránea. Patrón alimentario. Interrogatorio de los hábitos alimentarios. Adaptación de la ingesta previa a una alimentación saludable
ja, aunque existen diversas tendencias con costumbres ali-
mentarias muy distintas y contrapuestas.
– Factores ligados a la prevención o curación de enfer-
medades. Existe un relativamente elevado porcentaje de la
población que sigue algún tipo de dieta terapéutica. Sea por
causa de una obesidad, hipertensión arterial, dispepsia biliar,
diabetes, etc., esta población ha debido modificar su patrón
de alimentación, excluyendo ciertos alimentos y aumentan-
do otros.
– Factores ligados a la vida moderna. La cocina tradicio-
nal, familiar, no es ya la más habitual hoy en día. El estrés
de la llamada vida moderna, el trabajo de la mujer fuera del
hogar, los distintos horarios de los miembros de la familia,
etc., han condicionado que se consuman platos precocinados
y que se efectúen varias comidas fuera del hogar (comedor
de empresa, restaurante), donde puede ser difícil comer ver-
duras, frutas, carnes a la plancha, y es, en cambio, habitual
un exceso lipídico. Tomar un bocadillo a mediodía no es
inusual, como tampoco lo es cenar a base de pan con embu-
tidos y quesos.
Cambiar el patrón alimentario no es fácil, pero es necesa-
rio para seguir correctamente una dieta terapéutica o para
corregir una alimentación habitualmente desequilibrada. Por
todos los factores que se han descrito, se trata de un patrón
de comportamiento que, de forma consciente o no, se en-
cuentra firmemente arraigado y es difícil de cambiar. Ello
explica, en gran parte, la dificultad que entraña la aceptación
de una nueva manera de comer.
Interrogatorio sobre los hábitos
alimentarios
Antes de cualquier intervención dietética, es imprescindi-
ble valorar la ingesta previa para modificar los parámetros
nutricionales adecuados al caso y para mantener los correc-
tos, bien para desaconsejar o limitar algunos alimentos o
cocciones, bien para introducir otros muy convenientes.
Se dispone de distintas técnicas de valoración.
Cuestionario de frecuencia de consumo
En un cuestionario donde figuren todos los alimentos de uso
habitual puede y debe señalarse el alimento que el interroga-
do consume, así como las veces que lo hace al día, semana o
mes. El cuestionario suele permitir concretar el tamaño de la
ración y el tipo de cocción (frito, rebozado, a la plancha,
hervido, guisado con salsa, etc.).
Una vez que haya finalizado la recogida de datos, deben
resumirse las raciones de cada grupo de alimentos para valo-
rar el caso y decidir qué debe corregirse y qué es correcto.
Puede hacerse como se indica en la tabla 3.
16 FMC. 2006;13(Extraordin 1):13-8
El interrogatorio debe efectuarlo una persona preparada, y
aun en este caso el error puede ser del 20%, principalmente
relacionado con el tamaño de la ración.
Recordatorio de 24 h de uno o más días
El sujeto que se va a valorar debe anotar todos los alimentos
consumidos a lo largo de un día (desayuno, comida, merien-
da, cena, snacks), incluso el tamaño de la ración y el tipo de
cocción. En el mismo consultorio, el día de la visita médica
puede efectuarse el recordatorio de ingesta del día anterior.
En otros casos, es útil entregar al sujeto un cuaderno para
que anote los días que se le indicarán (p. ej., 2 días labora-
bles y un día festivo).
Se debe valorar y completar delante del interesado. Este
método es útil para comparar con el cuestionario general, ya
que, en este último, puede haberse mejorado la ingesta habi-
tual real.
Recogida de la ingesta habitual de diario
Consiste en preguntar sobre la ingesta habitual (desayuno,
comida, merienda, cena, snacks, otros extras habituales)
en general de los últimos meses. Es muy útil para valorar
la ingesta previa, conocer los hábitos alimentarios del su-
jeto y proceder a su corrección. Deben efectuarse pregun-
tas concretas, cerradas. Y no preguntas abiertas del tipo
¿qué come usted? Sí es adecuado, por ejemplo: ¿Qué suele
tomar para desayunar los días laborables? ¿Y los días fes-
tivos? Pedirle que ponga ejemplos de primeros platos de la
comida, de segundos platos, de postres. ¿Qué bebe con la
cena?, etc. Debe ayudarse al sujeto para que no olvide ali-
mentos como el pan, las salsas con grasa, el aceite, las be-
bidas alcohólicas. Y frutos secos grasos, embutido, queso,
galletas, que puede ser que tome antes o después de la co-
mida o de la cena.
Adaptación de la ingesta previa
a una alimentación equilibrada
Una vez recogida y sintetizada la ingesta previa del interesa-
do, se compara con la ingesta recomendada. Puede ser útil
para ello seguir el procedimiento de la tabla 3.
Resultado del interrogatorio alimentario:
qué debe corregirse/mantenerse
Tras comparar la ingesta real con la recomendada, puede
procederse a reconducir los hábitos alimentarios saluda-
bles:
– Qué debe disminuirse mucho o, mejor, suprimirse.
– Qué se debe añadir o aumentar.
– Qué debe sustituirse por alimentos semejantes.
Alimentación saludable del adulto. Dieta mediterránea. Patrón alimentario. Interrogatorio de los hábitos alimentarios. Adaptación de la ingesta previa a una alimentación saludable

TABLA 3. Comparación de la ingesta previa con la recomendada

Resumen ingesta previa Resumen ingesta recomendada

Grupo de alimentos Raciones/día Raciones/semana Raciones/día Raciones/semana

Farináceos (excepto pan) 3-4

Pan 1-2
Carnes grasas 1-2
Carnes moderadamente grasas 2-4
Carnes poco grasas 3-5
Pescado blanco o magro 4-7
Pescado azul o graso 1-2
Marisco 0-2
Huevos 1-5
Leche/yogur/queso (pueden ser semidesnatados,
desnatados o de leche entera) 21/2-3
Verduras 1-2
Hortalizas 1-2
Fruta 1-3

Aceite:
De oliva crudo 20-50 mg/día
De oliva frito Moderación
De semillas crudo Depende
De semillas frito Moderación
Mantequilla 0-15 g/día
Margarina Depende
Minarina 35-50% materia grasa Depende
Grasas animales Moderación
Azúcar Moderación
Pasteles, etc. Esporádico
Bebidas alcohólicas ≤ 1/ g/kg/día (de alcohol)
2

Bibliografía comentada
Cervera P, Clapés J, Rigolfas R. Alimentación saludable del adulto. En: EN EL CD SE ENCUENTRAN LOS SIGUIENTES DOCUMENTOS:
Alimentación y dietoterapia. 4.a ed. Madrid: McGraw-Hill-Interamerica-
na; 2004. p. 119-35. 1. Dieta saludable de 1.600, 2.000, 2.400 y 2.800 kcal.
Capítulo del libro donde se expone, de modo muy completo, un tema tan
fundamental como es la alimentación saludable. 2. Dieta en el anciano sano de 1.600 y 2.000 kcal.
Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Guías Alimentarias para la Pobla-
ción Española. Madrid: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria; 2001. De cada una de estas dietas, existen los siguientes documentos:
En este libro se describen ampliamente, y desde puntos de vista muy a) Ejemplo de dieta calculada en kilocalorías y nutrientes
prácticos, las recomendaciones para adoptar hábitos de alimentación
saludables. Puede ser muy útil para el facultativo educador. fundamentales. Es un ejemplar para consulta del facultativo.
Muñoz M, Aranceta J, García Jalón I. Nutrición aplicada y dietoterapia. b) Propuesta de dieta genérica, concreta, en una hoja.
Pamplona: Ediciones Universidad de Navarra (EUNSA); 2004. c) Alternativas de desayunos y meriendas, y programa de
Tratado amplio de nutrición en la salud y la enfermedad, donde se pue-
den ampliar algunos aspectos del capítulo 4. comidas/cenas para siete días.
Sánchez-Villegas A. Dieta mediterránea y salud. Rev Esp Obes. 2005;3: d) Hojas de equivalentes para efectuar sustituciones de primeros
317-27. y segundos platos de los menús, así como de
Saura-Calixto F, Goñi I. Alimentos funcionales: fibra dietética y antioxidantes acompañamientos del segundo plato y postres.
de la dieta española. Alimentación, Nutrición y Salud. 2005;12: 132-49.
Artículo de gran actualidad, donde los autores describen trabajo propio
sobre los antioxidantes en la alimentación, revisando aspectos biblio-
gráficos y redefiniendo los parámetros básicos de la dieta mediterránea
desde este punto de vista.
Serra Majem L, Ribas Barba L. Hábitos alimentarios y consumo de alimen-
tos en España. Dieta mediterránea. En: Serra Majem L, Aranceta Bartri-
na J, Mataix Verdú J, editores. Nutrición y salud pública. Barcelona:
Massons; 1995. p. 303-10.

FMC. 2006;13(Extraordin 1):13-8 17

Alimentación saludable del adulto. Dieta mediterránea. Patrón alimentario. Interrogatorio de los hábitos alimentarios. Adaptación de la ingesta previa a una alimentación saludable

ANEXO. Dieta en el anciano sano

Puntos clave
TABLA 4. Cambios fisiológicos en el anciano en relación
• Las recomendaciones nutricionales de la gente mayor no difiere con la nutrición
en lo esencial de las de las personas adultas. Son relativamente
frecuentes ingestas insuficientes. Cambio Consecuencia
• Debe tenerse en cuenta la disminución de sus necesidades
energéticas, pero debe mantenerse o aumentarse ligeramente el Atrofia de las papilas gustativas Rechazo de varios platos
aporte de proteínas, calcio, vitaminas, fibra.
• Deberá prestarse atención a la posible necesidad de modificar Problemas dentarios Déficit de masticación
la textura de los alimentos, por problemas de masticación. Hipodipsia Subdeshidratación habitual
Varios factores influyen en el riesgo de algún tipo de desnutrición Disminución del ClH y factor Anemia por falta de absorción
en los mayores de 70-75 años. Desde circunstancias sociales, intrínseco gástricos de vitamina B12
familiares y personales pasando por la fisiología propia de la edad
(tabla 4). Además, son frecuentes algunas enfermedades y/o Disminución del peristaltismo Estreñimiento
factores de riesgo que dificultan el seguimiento de una dieta intestinal
suficiente y saludable. El organismo del anciano es muy sensible a
Intolerancia a la glucosa Hiperglucemia
las deficiencias o a los excesos nutricionales.
Disminución de la masa muscular Menor requerimiento
energético
Necesidades energéticas y de principios inmediatos
Aumento relativo del tejido adiposo Tendencia a ganar peso
Después de los 40 años, los requerimientos energéticos
disminuyen ligera y progresivamente. A partir de los 65 años puede
considerarse, entre el factor edad y la disminución del ejercicio –entera o desnatada– aporta algo más de la mitad de estos
físico, unas necesidades energéticas disminuidas en un 15% requerimientos. Las recomendaciones se sitúan en 1.200 mg/día.
respecto a la edad adulta. El exceso calórico puede ocasionar un A menudo, es necesario suplementar con 500 mg de Ca/día. El
aumento de peso y otros trastornos, muchos de ellos factores de déficit de Fe puede ser consecuencia de una alimentación no
riesgo de la cardiopatía isquémica o de la diabetes tipo 2. adecuada, así como de pequeñas y continuas pérdidas hemáticas
(hernia hiatal, hemorroides).
Respecto a los glúcidos, las recomendaciones son las mismas que
para los adultos y, si acaso, destacar la conveniencia de limitar la Respecto al agua, debe resaltarse que la hipodipsia es frecuente
ingesta de sacarosa. La ingesta de fibra debe mantenerse. Las en ellos, perdiéndose la autorregulación a través de una alteración
grasas en general, por su elevado valor energético, y las de origen del mecanismo de la sed, que conduce no raramente a
animal por su patrón de ácidos grasos saturados, deben limitarse; situaciones de peligrosa deshidratación en el curso de infecciones
se aconsejarán carnes no grasas, no más de 3-4 huevos por febriles por lo demás banales. Se debe insistir ante los familiares y
semana y no comer a menudo embutidos así como platos cuidadores en la necesidad de controlar la ingesta hídrica
claramente grasos. Se alentará, en cambio, a seguir consumiendo suficiente (agua, zumos, infusiones, etc.).
aceite de oliva en crudo. Respecto a las proteínas, recalcar que
son necesarias en el anciano en la misma cantidad que en el
adulto. Bibliografía recomendada
Vitaminas y sales minerales. Las necesidades vitamínicas son Centre d’Ensenyament Superior de Nutrició i Dietètica (CESNID).
análogas a las del adulto, pero existe riesgo de déficit en vitamina L’alimentació de les persones grans. Barcelona: Pòrtic; 2003.
B12, folato, vitamina B6 y vitamina D. Puede ser necesario tomar
Riobó Serván P, Sánchez-Vilar O, González de Villar N. Nutrición
preparados farmacéuticos. Respecto a los elementos químicos
en geriatría. Nutr Hosp. 1999;14(Suppl 2):S32-S42.
esenciales, es de destacar que las necesidades cálcicas están
probablemente algo aumentadas en relación con la dificultad Rosenberg IH. Nutrition and aging. En: Garrow JS, James WPT,
absortiva y pueden quedar desatendidas si no se ingieren Ralph A, editores. Human Nutrition and Dietetics. Edinburgh:
habitualmente productos lácteos: medio litro de leche al día Churchil Livingstone; 2000. p. 465-70.

18 FMC. 2006;13(Extraordin 1):13-8