INTRODUCCIÓN
LA APARICIÓN DE LA INDUSTRIA
3
producción de fosfatados y producción de potásicos-, porque hasta los años
setenta llevaron vidas paralelas y básicamente separadas. Limitaciones de
espacio impiden, sin embargo, entrar en la compleja problemática de otras
actividades muy cercanas al sector, y donde también actúan sus empresas:
minería de la pirita y elaboración de algunos ácidos y productos intermedios
químicos (ácido sulfúrico, fosfórico, nítrico y amoniaco, principal- mente)1.
N, P2 O5 y K 2 O, respectivamente2).
Quizás una de las notas más características del sector químico es que a partir
de un reducido número de materias primas naturales se obtiene un número
prácticamente ilimitado de producciones de las más diversas características y
variedades de usos y entre las cuales existen multitud de interrelaciones. El
subsector de fertilizantes participa de esta peculiaridad, existiendo una
notable interrelación entre sus productos intermedios y finales. Además de
ello, en uno de los productos finales, los abonos complejos, intervienen
casi todos los productos intermedios y finales -gráfico 1.
4
aire, ya que desde que se conoció la composición molecular del amoniaco
(NH3) se intuyó la posibilidad de la síntesis directa a partir de sus
elementos constitutivos: nitrógeno e hidrógeno. Sin embargo, fue preciso
esperar a que el desarrollo de la técnica de altas presiones y el logro de unos
conocimientos más perfeccionados en el campo de las reacciones
catalíticas, permitieran la consecución de un procedimiento rentable y
técnicamente factible. Al esfuerzo científico logrado por la I Guerra Mundial
debemos el impulso del primer procedimiento de síntesis, el Haber y Bosh
(1913) enAlemania.
Las materias primas, así mismo, han evolucionado, pasando del carbón a los
derivados del petróleo: nafta, fuel y gas natural principalmente. En España,
debido a varias circunstancias, se ha utilizado prioritariamente la nafta, mientras
que en el resto del mundo se utilizaba el gas natural de mejor manejo y coste. Esta
diferenciación se ha debido a la falta de gas natural en España, pero sobre todo, a
la relativa mayor abundancia y disponibilidad de naftas de que se dispuso cuando
esta industria arrancaba. El desarrollo de la industria química sufrió
tradicionalmente de un grave retraso en el subsector de la petroquímica,
principal demandante de productos petrolíferos y naftas en particular.
5
Esto hizo que hasta principio de los años setenta existiera en las refinerías una
amplia oferta de esta fracción, que necesariamente tenían que producir. Esta
circunstancia fue aprovechada entonces por las plantas de amoníaco que
en su práctica totalidad pasaron a abastecerse de naftas o se diseñaron con
ese propósito, pero a la larga el uso exclusivo de este derivado del petróleo se
convirtió en uno de los problemas esenciales de una industria que se vio
avocada a cerrar las plantas o a gasificarlas cuando ello fue posible.
La elaboración de abonos fosfatados es más simple que la de los nitrogenados,
lo que explica la aparición más temprana de las plantas de superfosfatos, que ya
son centenarias en España. La materia prima fundamental es el fosfato-roca,
mineral sobre el que se vierte un ácido -sulfúrico generalmente- para conseguir
un producto asimilable por los cultivos. Desde los propios orígenes de la
industria y salvando los escasísimos años en que se extrajeron fosfatos
saharianos, las rocas se han venido importando (principalmente de
Marruecos).
Gráfico 1
M a terias P rimas P r o d u c to s i n te r m e d i o s P r o d u c t o s F i n a l es
A c ido fo s fór ic o
F e r tiliz a n te s C o
F o s fa to R o c a m p le jo s y C o m
F e r t. s im p le s fo s f a ta d o s pue s tos
P ir i ta Az
u fr e A c ido s u l fúr ic o
S a le s p o tá s ic a s s ic o s
F e r tiliz a n te s s im p le s p o tá
6
Más recientemente se desarrolló una reacción más condicionada del fosfato con
ácido sulfúrico, obteniéndose un producto intermedio denominado ácido
fosfórico. Este ácido permitió obtener abonos fosfatados simples de
mayor riqueza de contenido, a la vez que permitió una elaboración más
adecuada de abonos complejos. Las plantas españolas de fosfórico se han
situado en Huelva persiguiendo la doble ventaja locacional de la cercanía a
Marruecosya las minas de pirita, materia de la que se obtenía el ácido
sulfúrico.
Los fertilizantes potásicos se obtienen del laboreo de las sales potásicas. El
procedimiento es similar a tantos otros llevados a cabo en el sector minero, ya
que no pasa de ser una primera transformación del mineral. Los yacimientos que
se explotan son lagos salados o, principalmente, cuencas marinas que quedaron
incomunicadas y por determinadas condiciones de sequedad y temperatura se
evaporaron poco a poco, depositando sus sales. España cuenta con una de estas
cuencas, la depresión del Ebro, explotándose en dos de sus extremos,
Barcelona yNavarra.
Por último, puede indicarse que una simple mezcla física de abonos simples
da lugar a abonos compuestos, mientras que una combinación química, da
lugar a abonos complejos. La fabricación de abonos complejos no reviste
gran complejidad, ni es un proceso costoso lo que permite obtener mayores
márgenes o valor añadido. Lo más sencillo es mezclar químicamente
productos simples, pero lo más eficaz y adecuado de cara a la consecución de
productos más ricos en contenido, es partir de productos intermedios como
amoniaco o ácido fosfórico. Como hoy en día los complejos tienen gran
importancia en el mercado nacional, cobran cada vez más interés los productos
intermedios que, como ya se indicó, sí que requieren plantas a gran escala y de
tecnología avanzada. Reconocer el papel esencial de estos productos
intermedios es fundamental para la adecuada comprensión del sector de
los fertilizantes.
Si se acepta un ámbito amplio para la industria de fertilizantes que incluyera
sus productos intermedios no cabe duda de que el consumo energético del sector
resultante sería muy destacable; es de hecho uno de los más importantes en
términos relativos de la industria química, industria que encabeza, a su vez, el
primer lugar por este concepto en la industria española por imperativos de su
propia naturaleza.
7
Las necesidades energéticas del sector son muy variadas, ya que si la fabricación
del abono -producto final- requiere un consumo moderado, la elaboración de
amoniaco es altamente consumidora de combustibles energéticos. Se
indica combustibles energéticos pues estos procesos utilizan
hidrocarburos tanto como materia prima como fuente energética. Por tanto, los
productos nitrogenados incorporan un elevadísimo coste energético mientras
que el de los fosfatados y potásicos es, en comparación, discreto. Así mismo,
lógicamente, cuanto más rico en nutrientes es el producto, mayor coste
energético incorpora.
8
LA APARICIÓN DE LA INDUSTRIA
Orígenes de la industria del nitrógeno.Afortunada- mente se
cuenta con valiosos trabajos y artículos que se centran en la historia más remota
de esta fabricación3. Hasta el siglo veinte se utilizaron abonos nitrogenados
de carácter natural como el nitrato de Chile, pero tras la Primera Guerra
Mundial se generalizan los de procedencia química. En España la actividad
surge de forma tardía y no llega a consolidarse por falta de protección
estatal en una época caracterizada precisamente por un elevado nacionalismo
y un creciente intervencionismo público. Las presiones de los agricultores
que preferían abonos importados a bajo coste, junto a las de los fabricantes
europeos
-ya reunidos en un cártel- pudieron con los esfuerzos de esta pequeña e
incipiente industria.
El desarrollo de la industria del nitrógeno en la postguerra puede presentarse sin
embargo como paradigma del proceso industrializador intervencionista y
de sustitución de importaciones de la Autarquía. Pueden destacarse dos
acciones que corroboran este hecho: la declaración de la industria del
nitrógeno como industria de interés nacional mediante Decreto de 10 de
febrero de 1940, y la entrada del INI en el sector, ya sea participando en
empresas ya establecidas -como en el caso de la histórica Sociedad Ibérica
del Nitrógeno SIN-, ya sea instalando plantas propias -el caso ENCASO y
REPESA-4.
9
Gráfico 2
Evolución del mercado de fertilizantes nitrogenados
(Miles de tms. de N)
500 1200
1000
400
800
300
600
200
400
100
200
0 0
1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990
Y1 Y2
Producción (Y2) Importación (Y1) Exportación (Y1) Consumo (Y2)
Fuente: FENINA, ANFEE y MAPA.
Estos grandes impulsos y la protección o cierre del mercado a la competencia
exterior no fueron suficientes sin embargo para el idespegue de esta industria -
como para tantas otras- hasta la década
de los años cincuenta5 -gráfico 2 y cuadro A.1del Anexo-. La necesidad de
importar la imprescindible tecnología extranjera y la falta de recursos
financierosparecenexplicaresteretraso.
Las perpectivas más optimistas que se abren en España en los años cincuenta
suponen un nuevo pistoletazo de salida para el crecimiento del sector -
gráfico 3 y cuadro A.2 del Anexo-. Explosivos abre o renueva diversas
instalaciones mientras que la
S.A. Cros hace lo propio pero, además, continúa con una clara política de
absorciones. Este salto hacia adelante, muy anhelado tras años tan penosos,
conlleva sin embargo un incremento sucesivo de la competencia y en especial
una progresiva ruptura de las dos grandes del sector. El cisma entre la Cros
y Explosivos se concreta en el abandono de la citada Proquiber, en la renovada
lucha por el mercado, y en la práctica, por un fin no explícito de su colaboración
anterior. En 1951 casi se alcanza la producción de 1935 y en 1952 se supera, por
estrecho margen, la anterior producción record establecida en 1930. En definitiva,
12
Gráfico 3
Evolución del mercado de fertilizantes fosfatados
(Miles de tms. de P2O5)
300 800
700
250
600
200
500
150 400
300
100
200
50
100
0 0
1930 1939 1944 1949 1954 1959 1964 1969 1974 1979 1984 1989 1994
Y1 Y2
Producción (Y2) Importación (Y1) Exportación (Y1) Consumo (Y2)
Fuente: FENINA, ANFEE y MAPA.
se pasa del estancamiento a un fuerte creci miento gracias a la superación de los
problemas de abastecimiento, aunque ésta nunca fuera completa.
Los orígenes de la industria de la potasa. Como ya se
indicó, existen en España yacimientos potásicos en dos cuencas
diferenciadas, una en Navarra y otra en Cataluña. Esta segunda puede
subdividirse, a su vez, con arreglo a la cercanía de los yacimientos a los pueblos
de Suria y Cardona. Las minas catalanas comenzaron a explotarse en 1925,
mientras que las navarras lo hicieron en la década de los años sesenta.
El descubrimiento de las sales potásicas en Cataluña se produjo en 1912
levantando la noticia un gran revuelo internacional ya que el tradicional
monopolio alemán ya había sido roto poco antes por la aparición de mineral
en la Alsacia francesa (1904). De inmediato, se abrió una fuerte pugna por
el control del yacimiento catalán y numerosas sociedades solicitaron la
concesión de millares de hectáreas que sospechaban contenían el mineral, en
muchos de los casos sin estudios ni investigaciones preliminares de
ninguna clase.
500 1200
1000
400
800
300
600
200
400
100
200
0 0
1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990
Y1 Y2
Producción (Y2) Importación (Y1) Exportación (Y1) Consumo (Y2)
Fuente: ANFEE.
Gráfico 5
Evolución del mercado de abonos complejos
(Miles de tms. de producto)
1000 2500
800 2000
600 1500
400 1000
200 500
0 0
CRECIMIENTO DE LA INDUSTRIA
Industria del nitrógeno. Superadas las dificultades
autárquicas pronto se producirá un rápido despegue de la industria hasta
el punto de convertirse en una de las más dinámicas del sector químico.
Por otra parte, sobreviene un proceso de innovación en cuanto a materias
primas. Si hasta ahora se partía para la fabricación del amoníaco de combustibles
pobres o de gases residuales de coquerías, se dará paso ahora al uso casi general
de la nafta. La innovación es también fuerte en variados aspectos: tecnología,
marketing..., en una palabra en toda la concepción que sobre esta industria se
tenía. Este
paso viene de la mano de la rápida y novedosa entrada del capital
extranjero en la industria. La entrada de las multinacionales americanas en
España no era un hecho casual ya que a comienzos de los años sesenta las
grandes compañías petroleras creyeron ver en el amoníaco una producción más
para ampliar su campo de acción, por lo que instalaron plantas en muy
diversos países. Su introducción en España es además simultánea y
complementaria a su colaboración en la instalación de las primeras refinerías
peninsulares10.
18
2. El grupo de capital norteamericano, formado por AMONESA y
Fertiberia. La primera, vinculada a ESSO, y la segunda a Gulf Oil12.
Reunían el mayor porcentaje de la capacidad instalada (37 por
ciento) pero sobre todo poseían las instalaciones mayores y más
modernas. Su presencia se apreció también en una nueva forma de
organizar la empresa, en los nuevos usos de distribución y marketing,
en la transcendental introducción de los abonos complejos y en
muchos otros aspectos13. Por contra el grupo repetidamente se negó
a colaborar con las empresas nacionales frente al enemigo común
encarnado en el gran cartel europeo Nitrex.
20
antiguas -las montadas en los años cincuenta- obsoletas. Esta realidad abría
una nueva problemática al sector como era la de su concentración fabril,
puesto que ahora "... en España dos unidades de este tamaño hubieran
podido atender, con un pequeño excedente, toda la demanda de nitrógeno de
1968"17.
Se abrió, mediados los sesenta un amplio debate acerca de la concentración
industrial del subsector que quizás convenga rescatar ahora por la validez de
los argumentos utilizados o por dejar simple constancia de la antigüedad del
mismo. Pronto se crearon dos bandos, partidarios o no de la concentración.
Una opinión contraria puede recogerse en una editorial de la revista Economía
Industrial: "Hoy en día se construyen en todoel mundo casi exclusivamente
plantas de 1.000 a 2.000 toneladas diarias. Con una sola planta de 1.500
toneladas diarias se habían podido atender las necesidades totales de amoniaco
en España en 1967. La deficiente estructura del transporte y de las redes de
comercialización en nuestro país absorberían con creces los beneficios de la
implantación de este tipo de plantas. Por otro lado, la dependencia de la
industria de fertilizantes y, por tanto, de la agricultura, de una sola planta o de
dos como máximo, no sería aconsejable por el riesgo de cortes de suministro
debidos a paradas de la instalación, a las cuales suelen estar sujetas estas
plantas frecuentemente"18.
Otros trabajos presentan una opinión bien diferente pudiendo citarse por su
importancia la opinión de J. Miro, director de abonos de Explosivos,
recogida en un número de la revista Ingeniería Química19 de 1970. En este
artículo se afirma lo siguiente:
2. "Los avances tecnológico en los últimos años en la industria del
amoniaco, tanto en lo referente a capacidades como a primeras
materias utilizadas, hacen que solamente resulten rentables
plantas de gran capacidad y basadas en gas natural y derivados
del petróleo".
22
subordinada del Instituto durante estos años20.
El modelo que termina por dibujarse al llegar los años setenta es el de una
producción base poco rentable tanto por la dispersión y poca capacidad de las
plantas de amoniaco, como por la materia prima utilizada, la nafta, frente al gas
natural que utilizan otros países. La transformación del producto queda en
cambio en manos de empresas privadas que pugnan por el valor añadido de la
fabricación de los abonos.
En los albores de la crisis de los setenta comienza un rápido proceso que
aunque doble en su manifestación es prácticamente único en su esencia. Así,
simultáneamente va a producirse la retirada del capital extranjero presente en el
sector -ESSO y Gulf Oil- y la entrada contundente de empresas hasta ahora
relativamente ajenas al mismo: Explosivos Río Tinto (ERT) y S.A. Cros, que
compran las plantas americanas -la planta de la ESSO de Málaga pasa a manos
de la SA Cros, mientras que las de Huelva y La Coruña de Fertiberia pasan a
manos de ERT-. Este proceso conlleva lógicamente una concentración económica
(que no fabril) en el sector21, que irá acentuándose fuertemente,
drásticamente, a lo largo de la crisis22.
Junto a ello, cabe citar que continúa abriéndose aún alguna nueva planta
industrial -como es el caso de la planta de ERT en Huelva, vecina a la refinería-
que al continuar alimentándose de naftas no sólo va a insistir en la
irracionalidad del uso de esta materia prima en fecha tan tardía, sino que
va a conllevar excesos de capacidad para el sector23. Ello no obsta, claro está,
para que la apertura de estas plantas tenga su racionalidad desde el punto de
vista de las empresas que las emprenden. De igual forma, y al calor de la escasa
repercusión de la subida de los precios energéticos en el interior cuando estalla
la crisis del petróleo, el sector se lanza a incrementar su producción y sobre todo
sus exportaciones -cuadro 1y gráfico 6. Este proceso hay que entenderlo
también en el seno de la fuerte expansión que las ya empresas líderes del sector,
Cros y ERT, van a emprender en el sector químico y en otros varios
relacionados o no con sus actividades mástradicionales. Como se ve todo
esto puede calificarse como una huida hacia adelante, huida que tendrá una
grave repercusión en el futuro del sector.
Por otra parte, el Gobierno por D-L 12/1973 (BOE 1-XII-73) se reafirmó
definitivamente en su decisión de intervenir en los precios de los
fertilizantes. Esta regulación permaneció hasta la entrada de España en la CEE y
no puede ocultarse el destacado papel que podría haber jugado ya que suponía
despojar a los industriales de una de sus decisiones más importantes, la fijación de
los precios. La situación más frecuente, sin embargo, ha sido la de la guerra de
precios a la baja (desde los precios máximos fijados), siendo esta guerra el
exponente más evidente de la elevadada competencia oligopolística que
caracterizó al sssector. sector.
24
Esta etapa puede cerrarse con el establecimiento de cierto grado de
entendimiento con el cártel europeo Nitrex, una vez que ya no existen
intereses americanos en España. Este hecho, difícil de demostrar, parece
justificar el freno de las exportaciones españo- las a partir de 1978
aproximadamente. En cualquier caso, poco después el gobierno opta por
impedir la importación de abonos nitrogenados estableciéndose una
reserva del mercado interior por medio de barreras no arancelarias. Esto
hacía innecesario nuevos acuerdos o incluso la entrada en el cártel.
Cuadro 1
Principales magnitudes de la industria de fertilizantes en
España, 1970-1994
(Millones de pesetas)
26
catalana pero también a su más amplia y agresiva red comercial.
El comercio exterior de abonos fosfatados supera sin dificultad la apertura que
sigue a la estabilización y liberalización de 1959. La industria se enfrenta sin
problemas a la posible entrada de abono extranjero gracias a que sus precios
interiores estaban en línea con los internacionales y, sobre todo, porque se
contaba con capacidad de producción excedentaria que hubiese permitido
devolver con exportaciones cualquier entrada en el país. La falta de exportaciones
puede atribuirse a razones similares, aunque no faltan críticas por falta de
agresividad a la S.A. Auxiliar de la Industria Química, sociedad que se había
creado para coordinar los intereses del sector y como agente exclusivo de las
ventas al exterior.
27
así, durante los años sesenta se produce un importante esfuerzo innovador que
sólo se vió empañado por la progresiva dificultad de la situación internacional.
En efecto, el anuncio y efectivo arranque de nuevas e importantes
explotaciones en Canadá envilecieron el mercado, conduciendo a graves
problemas a los productores europeos.
28
negocio de la potasa. Así, en los primeros años setenta Explosivos
adquiere la totalidad de Potasas Ibéricas y se procede a una racionalización de los
pozos bajo la forma de una nueva explotación que recibe el nombre de
Potasas de Llobregat.
Cabe distinguir varios grupos de normas que afectaron al sector. En primer lugar,
normas tendentes a la solución del problema de las naftas, materia prima antes
excedentaria y ahora escasa para la industria química26. Paralelamente se bonificó
el precio de las naftas con destino a la producción de amoniaco entre 1973 y
mayo de 1977. A partir de esta fecha se pasó a subvencionar directamente a las
empresas del sector. Los motivos para este cambio venían expuestos en la
propia exposición de motivos de
29
dicho Real Decreto27; y a ello puede añadirse que de esta manera era ya posible
cuantificar con exactitud la cuantía de las mismas. Ala subvenciónanteriorse unió
la concedida por el MAPA desde 1977 con la intención de bonificar el precio de
losfertilizantes. En tercer lugar, un conjunto prolijo de exenciones aduaneras y
fiscales se mantuvieron desde 1973, fundamentalmente para importar el
amoniaco necesario para cubrir el déficit nacional.
Junto a todo lo anterior, y como ya se indicó, los precios de los fertilizantes se
sometieron a control desde 1973 dentro del mantenimiento de una política
antiinflacionista y como medida de protección a la agricultura. Por parte de los
industriales del sector no hay medida que haya sido más condenada y sobre la
que se haya hecho recaer la responsabilidad de más males que ésta. En realidad,
es muy difícil saber si realmente los precios fueron o no actualizados con la
suficiente agilidad y respuesta frente a las importantes subidas de costes.
Posiblemente han existido períodos en que los precios no han sido
actualizados debidamente -sobre todo el período 1975-1977- pero merecen
comentarse dos aspectos no debidamente considerados. Por una parte, han sido
tradicionales las guerras de precios a la baja dentro del sector y
especialmente en los años con mayores dificultades por parte de la
demanda. No parece que estos descuentos lograran variar sensiblemente las
cuotas de mercado de las empresas durante la crisis, lo que demostraría su
irracionalidad, pero lógicamente sirvieron para debilitar a todas ellas y para
prácticamente eliminar a los mas débiles, lo que dejó un margen de duda sobre
su real intención. Además, suficientemente conocida su existencia, hicieron
muy difícil la justificación del mantenimiento de subvenciones como las del
Ministerio de Agricultura que pretendían lograr bonificaciones en los precios
pagados por los agricultores.
30
En segundo lugar, fueran o no suficientes los precios autorizados, lo que
no puede haber duda es que se trataba de precios a medida de la industria
española. Con ello quiere decirse, que se estimaron sobre los costes que
soportaba dicha industria, pero no sobre los que podría soportar si se eliminaban
algunas de sus deficiencias o si sencillamente se importaban algunos abonos.
Como síntesis de lo anterior hay que resaltar que la política estatal, antes de
colaborar en la solución real de los problemas, ayudó a paliar los altos costes
de procesos de fabricación obsoletos y, por tanto, ayudó a mantener los
excesivos volúmenes de la oferta lo que conllevaba envilecimien- tos de precios.
Crisis económica, crecimiento desorbitado, deficiencias estructurales,
envilecimiento de precios y falta de adecuadas medidas ayudan a explicar las
pérdidas sufridas por el sector y el marco de crisis en que se encontró.
La industria española de fertilizantes a partir de 1977, aproximadamente,
estaba compuesta por un número escaso de empresas que fabrican abonos
complejos casi sin excepción, nitrogenados simples en menor medida, y
fosfatados y potásicos en último lugar. Su configuración es ya muy distinta
a la tradicional y su integración empresarial muy elevada. Ello no quiere
decir que la dimensión de sus plantas y que la modernidad de sus procesos fuera la
adecuada. Además de ello, la capacidad de producción de fosfatados era
excedentaria28 y la de complejos exorbitada. Tan sólo en nitrogenados existía un
cierto equilibrio entre oferta y demanda, si bien el amoniaco necesario había que
importarlo cada vez en mayor medida y el nacional se encuentra fuertemente
subvencionado. Por contra, la producción de fosfórico de FESA no había
cesado de aumentar con una vocación claramente exportadora.
A partir de estas fechas la distinción entre subsector de nitrogenados,
fosfatados y potásicos pierde su razón de ser por dos hechos fundamentales:
primero por la contundente entrada de las grandes empresas de fosfatados en
la fabricación de nitrogenados, y segundo por la elaboración
prácticamente
31
general de abonos complejos, fertilizantes que reúnen productos intermedios
fosfatados, nitrogenados y potásicos. Por ello, parece más adecuado
considerar ya a un sólo sector de fertilizantes que realiza una amplia gama
de productos29. La situación de plantas y empresas poco antes de la puesta
en marcha del Plan de Reconversión se recoge en el cuadro 2.
La necesidad de una reconversión en la industria española de fertilizantes no
se planteó con seriedad hasta fecha muy tardía (RD 295/1985, de 20 de
febrero). Por tanto, sufrió del retraso ya habitual en este proceso pero con el
agravante de ser una de las últimas en realizarse dentro del marco legal surgido en
1983. Quizás el detonante de todo el proceso fuera la entrada en la CEE que
hacía imposible el reparto de las últimas subvenciones que apuntalaban la
industria, pero resulta significativo además que la iniciativa tuviese que ser
pública dados los grandes titubeos existentes entre unos industriales
temerosos entonces de una variación substancial del statu quo.
El éxito de su rápida aprobación y el que ésta fuera por parte de todos -
Administración, sindicatos y patronal- se debió a varias razones como que se
solucionara suficientemente el problema de un excedente laboral relativamente
escaso, pero sobre todo, a que el modelo industrial que hubiera de surgir del
proceso de reconversión quedaba sin definir y postergado a negociaciones
ulteriores salvando el problema fundamental de variaciones en la correlación de
fuerzas, además del de la definición de los papeles de la empresa pública y las
privadas.
Pasadosdosañosdesdelafechadelafirmadeloquepodríamos calificar primera
fase de la reconversión siguió un período de negociaciones intensas con largos
impasse, donde se marginó a la sociedad creada para la gestión de la
reconversión y donde pronto se conoció el disgusto sindical ya que tras
haber aceptado fuertes reajustes de empleo no se lograba negociar la definitiva
configuración del sector. Se propuso la fusión entre las empresas con el
propósito de consolidar dos grandes grupos industriales, uno público y otro
privado, que alcanzaran una adecuada dimensión y pusieran fin a las disensiones
internas. Sin embargo, la compra de Cros por el grupo KIO, y la posterior
32
Cuadro 2
Capacidad instalada en la industria de fertilizantes antes de la reconversión industrial (1983)
(Miles de tms.)
Empresa Planta N Empresa Planta P2O5 Empresa Planta NPK
ENFERSA Puertollano 118 ENFERSA Cartagena 52
Cartagena 112
Avilés 78
Puentes 25
Visto todo lo anterior, parece claro que varios parámetros que venían
determinando la estructura del sector quedaron profunda- mente transformados tras
la entrada en la CEE. Por su relevancia quizás habría que destacar tres: el
desmantelamiento del conjunto de ayudas públicas directas e indirectas a la
producción de abonos o sus productos intermedios, el final de la reserva del
mercado nacional desde hacía años vigente y que impedía en la práctica la
importación de fertilizantes, y la libertad de precios -o fin del régimen de precios
autorizados de algunos fertilizantes-. De hecho, si algo ha caracterizado a la
adhesión, ha sido la fuerte recuperación de las importaciones con métodos
y las bajas de precios que recuerdan los hechos de los años treinta o lo
acontecido tras la apertura del Plan de Estabilización. Esta situación habrá de
ser ya una constante a no ser que se lleguen a acuerdos con los industriales
europeos tal como también se intentó antaño.
Cuadro 3
Capacidad de producción y su grado de utilización
Fuente: MINER.
Gráfico 7
Evolución del empleo en la industria española de
fertilizantes(Miles de personas)
COMERCIO EXTERIOR DE
FERTILIZANTES
En líneas muy generales puede afirmarse que, de acuerdo con las cifras de la
Estadística de Comercio Exterior, la tasa de cobertura de fertilizantes fue
claramente favorable para España entre 1974 y 1986. Sin embargo, hay que
señalar que si se toman en consideración productos intermedios y materias
primas (petroleo, fosfatos...) el resultado se invertiría crónicamente aunque el
déficit ha sido paliado en parte con exportaciones de ácido fosfórico.
A partir de 1986, sin embargo, la entrada en la CEE provoca uno de los grandes
cambios que hoy, diez años después, podemos considerar definitivamente
asentado. En efecto, a partir de esta fecha las importaciones se dispararán desde
las modestas cifras de 1985 (cinco mil millones) hasta las significativas de
1994 (cuarenta y cuatro mil millones de ptas.), último año disponible,
suponiendo ya en torno a un tercio del consumo. No han faltado además las
acusaciones de dumping tanto a empresas radicadas en los países socios como
en otros del este europeo31. La contundencia de las ventas llevaron incluso a
que industriales y el propio Ministerio de Industria solicitaran claúsulas de
salvaguarda a la autoridades de la Comunidad que fueron parcialmente
concedidas en diferentes ocasiones, frenando algunas importaciones. Por
otra parte, la industria española ha realizado importantes esfuerzos para
potenciar unas exportaciones que suponen algo más del 20 por ciento de la
producción aunque se reconoce que no suelen cubrir todos los costes. Se ha
denunciado también la dificultad de vender en países como Italia o Francia
donde industriales y comerciales se defienden con eficacia.
Gráfico 8
Evolución del índice de precios pagados por los fertilizantes
Fuente: MAPA.
SULF.
NAC 26 UREA SUPER 18 POTÁSICO 15-15-15
1979 11,24 16,42 6,51 10,45 13,66
Fuente: MAPA.
Todo parece indicar que en el futuro las importaciones habrán de crecer conforme
crece también la industria de fertilizantes que sevainstaladoenpaísesenvíasde
desarrollo bien dotados de alguna de las materias primas. Sin embargo, si
se desea garantizar el abastecimiento interior y unos precios razonables es
muy conveniente que la industria nacional continúe participando de la
producción. Este es, sin duda, el reto del futuro.
Gráfico 9
Evolución de los precios medios anuales pagados por los
agricultores
(Ptas./kg.)
Fuente: MAPA.
LA INDUSTRIA DE FERTILIZANTES EN
ANDALUCÍA
Aunque existen en Andalucía referencias tempranas sobre la instalación de
plantas de abonos orgánicos o químicos, la formación de un auténtico
sector, que centra además junto al refino la actividad química de la región, no se
produce hasta los años sesenta. Las primeras plantas aparecen desde el comienzo
del siglo y se trata de industrias de superfosfatos que, en ocasiones,
combinan procesos químicos sobre fosfatos con otros sobre huesos animales y
otras materias primas. Se han encontrado referencias concretas para
industrias situadas en Málaga, Sevilla o Antequera, y desde luego, una de ellas
la SA Carrillo de Granada (con planta en Atarfe), ha conseguido
sobrevivir hasta nuestros días. De esta manera, esta empresa no sólo es la decana de
las andaluzas, sino una de las más antiguas
del país32, habiendo superado etapas bien difíciles.
Fuente: TIOAN-90.
Fuente: ANFFE.
Gráfico 10
Evolución del consumo de fertilizantes en Andalucía
(Miles de tms.)
Fuente: ANFFE .
Cuadro 7
Consumo de fertilizantes en las provincias andaluzas
(Miles de tms.)
N P2O5 K 2O
Almería 10.000 10.968 8.392 4.200 3.796 2.549 6.200 7.470 10.064
Cádiz 13.000 11.008 6.337 5.400 3.148 975 1.600 1.427 439
Córdoba 48.300 46.771 40.749 21.000 12.289 15.857 12.000 7.728 8.878
Granada 53.500 40.249 25.441 17.100 12.972 10.363 10.200 6.551 12.518
Huelva 3.600 4.645 3.605 1.800 765 2.074 1.000 2.206 2.033
Jaén 18.800 20.702 12.735 7.100 4.878 7.777 14.800 2.621 2.793
Málaga 14.900 28.154 18.632 8.200 8.787 9.767 3.800 4.217 4.558
Sevilla 102.472 112.139 59.833 56.397 47.058 24.807 26.397 27.414 17.170
Andalucí a 264.572 274.636 175.724 121.197 93.693 74.169 75.997 59.634 58.453
Fuente: ANFFE.
51
Cuadro A.2
Fertilizantes fosfatados. Evolución del mercado
(Miles de tms. de P2O5)
La serie de producción se refiere sólo a cloruro potásico hasta 1976 incluido. Fuente: ANFFE.
53
Cuadro A.4
Evolución del mercado de abonos complejos
(Miles de tms. de producto)
Consumo
Producción Importación Exportación aparente