PRINCIPIOS Y NORMAS DE DERECHO INTERNACIONAL

RESPONSABILIDAD INTERNCIONAL POR OMISION ILICITA

Caso del Canal de Corfú

Affaire du Detroit de Corfou (Arret 9 de abril de 1949), Recueil 1949, 25 de marzo
de 1948 (cuestión preliminar) Recueil 1948

“ (…) la obligación de todo Estado de no permitir a sabiendas que su territorio sea

usado para realizar actos contrarios a los derechos de otros Estados.”
(ICJ Rep. 1949: 22)

Solicitud presentada por el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte procedimiento contra el Gobierno de la República Popular de Albania, para
determinar si éste último Estado era responsable por las explosiones de minas ocurridas
en el Estrecho de Corfú, y si el primero había violado el derecho internacional por
acciones ulteriores de desminado que había llevado a cabo en ese curso de agua.

El 22 de octubre dos destructores británicos chocaron con minas en aguas territoriales

albanesas en el Canal de Corfú. Las explosiones causaron daños a los buques y pérdida
de vidas humanas. Manteniendo que el Gobierno de Albania era responsable, el
Gobierno del Reino Unido, tras una correspondencia diplomática, llevo el asunto al
Consejo de Seguridad. Este invito a Albania, que no es miembro de las Naciones
Unidas, a participar en los debates, a condición de que asumiera todas las obligaciones
de un miembro en un caso similar. Albania acepto, y el 9 de abril de 1974, el Consejo de
Seguridad aprobó una resolución recomendando a los gobiernos interesados que
sometieran inmediatamente la controversia a la Corte, de conformidad con las
disposiciones de su estatuto.

En la solicitud de Gran Bretaña se invocaban diversas disposiciones de la Carta, entre

otras el Art.25 (en el que se establece que los miembros convienen en aceptar y cumplir
las decisiones del Consejo de Seguridad, para deducir de ellas la competencia de la
Corte.

La Corte expresó que la obligación de las autoridades albanesas de dar a conocer la

existencia de un campo de minas en las aguas territoriales se fundamenta en ciertos
principios generales y bien reconocidos, tales como consideraciones elementales de
humanidad, el principio de la libertad de las comunicaciones marítimas y la obligación
para todo Estado de no utilizar su territorio para actos contrarios a los derechos de otros
Estados. Determinando que la obligación consistía en hacer conocer, en el interés de la
navegación en general, la existencia de un campo de minas en sus aguas territoriales y
advertir a los buques de guerra británicos, al aproximarse, el daño inminente al que los
exponía este campo de minas.

En su fallo la Corte declaró que Albania era responsable.

“Que el tendido del campo de minas no pudo haberse efectuado sin el conocimiento
de Albania. Las obligaciones derivadas de ese conocimiento no se discuten. Albania
debió notificarlo a los navegantes y, en particular, advertir del peligro a que se
exponían a los buques que cruzaban el estrecho el 22 de octubre. Albania no intentó
nada para prevenir la catástrofe, y esa grave omisión entraña su responsabilidad
internacional.”

Que el Reino Unido no había violado la soberanía de Albania el 22 de octubre, sin

perjuicio de ello, si había violado los días 12 y 13 de noviembre, y que esa constatación
constituía, por si misma, una satisfacción apropiada. La operación de los días 12 y 13 de
noviembre fue ejecutada contra la voluntad claramente expresada del gobierno de
Albania, no se recabo el consentimiento de las organizaciones internacionales de
limpieza de minas, ni puede justificarse como ejercicio del derecho de paso inocente.
Reino Unido manifestó que su objeto era apoderarse de las minas por el temor de que
fueran retiradas por los autores de su tendido o autoridades albanesas. La corte no puede
admitirlo, ya que el derecho de intervención solo puede considerarse como una
manifestación de una política de fuerza, que no puede aceptarse en derecho
internacional. Estableciendo que entre estados independientes el respeto de la
soberanía nacional es una de las bases esenciales de las relaciones internacionales.
Para asegurar el respeto del derecho internacional, la Corte debe constatar que la
actuación de la Marina de Guerra Británica constituyo una violación de la soberanía
albanesa.