En un momento como el actual, donde las empresas tienen mucha dificultad para acudir al
crédito puede resultar muy interesante la operación que hoy nos ocupa. Es posible que
nuestra empresa, debido a la falta de solvencia de sus clientes y la poca fluidez de
crédito se encuentre con una tesorería bajo mínimo pero a la vez con elementos de
inmovilizado ya adquiridos en épocas más ventajosas.
Nos encontramos pues, con los ingredientes necesarios para acudir a lo que se conoce
como “Lease back” o retro leasing o, como lo define la Norma de Registro y Valoración
8ª “venta con arrendamiento financiero posterior”
Procedimiento contable
Registrará el importe recibido con abono a una partida que ponga de manifiesto el
correspondiente pasivo financiero.
En resumen:
Una empresa con necesidades urgentes de tesorería vende unas instalaciones celebrando
un contrato de arrendamiento financiero con el comprador. El valor por el que tenía
contabilizadas las instalaciones era de 400.000 u.m. y estaban depreciadas en 80.000
u.m., a razón del 20% anual. El precio de venta es de 950.000 u.m. El vendedor
arrendatario se ha comprometido a pagar la renta correspondiente a un tipo de interés del
5%, durante 4 años, siendo la última cuota la opción de compra.
Se pide:
Contabilizar las operaciones derivadas de la información anterior correspondientes al
primer ejercicio, desde el punto de vista del arrendatario y desde el punto de vista del
arrendador.
Otra alternativa:
No obstante, según la NIC 17 en su párrafo 59, se debe reconocer por la venta el
desplazamiento de la propiedad, difiriendo el resultado, de este modo en el momento de
la venta tendríamos:
Por la formalización del arrendamiento financiero:
Ahora estas instalaciones técnicas se tendrán que depreciar en 4 años, ya que se venían
depreciando en un 20% anual, por lo tanto 5 años, y ha pasado un año hasta la
operación, por lo que únicamente quedan cuatro años.
Por lo tanto la operación financiera se contabiliza igual que en la otra alternativa, y
únicamente a final de año, tendremos que realizar estos dos apuntes, por el traspaso al
ejercicio de la utilidad diferida correspondiente, y la depreciación ahora por el nuevo
importe del activo:
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Nota: Los datos históricos que se ha proporcionado tiene la utilidad para el cálculo del
resultado de la venta, que al ser financiero, ha de diferirse en la duración del contrato tal
como se establece en el párrafo 59 y 60 de la NIC 17, ya que no se permite reconocer
beneficios en la operación. No obstante, se podrá comprender que no habrá una
correlación total entre ingresos y gastos, ya que la depreciación del diferencial será a 40
años, mientras que el reconocimiento del ingreso por beneficios en la operación será en
10 años. No obstante tiene sentido económico, ya que la materialización del beneficio será
en la duración de la posterior financiación que recibe la empresa.
Solución:
Elaboraremos en primer lugar el cuadro de la operación financiera con la información
facilitada. El cuadro de la operación financiera sería el siguiente:
Por lo tanto hasta el momento de la venta la empresa tenía una construcción valorada en
400.000 u.m. que tenía una vida útil de 50 años, y que habiendo transcurrido 10 años, se
ha depreciado en 80.000 u.m., quedando 40 años de vida útil. En cambio la empresa
adquiere ahora la misma construcción por medio de una financiación de 600.000 u.m.,
pasando a ser este el costo del bien, y se depreciará en 40 años, a razón de 600.000 / 40
= 15.000 u.m. cada año. De este modo estaremos reconociendo un exceso de utilidad
respecto al gasto por la diferencia: 28.000 – 15.000 = 13.000 u.m. cada año durante los
diez primeros años, ya que no estaremos correlacionado de un modo perfecto los ingresos
con los gastos.
Observación: Otro planteamiento, que según mi punto de vista, refleja mejor la esencia
económica de la operación, es no proceder a anotar nada en el activo, y únicamente
contabilizar la operación financiera, de este modo la empresa seguiría depreciando el
inmueble como lo venía haciendo hasta ahora, ya que, la operación realizada es solamente
una operación financiera que no afecta en nada al tratamiento contable del activo objeto
del contrato de lease-back. De este modo, la correlación de ingresos y gastos por esta
operación es perfecta.
La venta de un activo con arrendamiento financiero posterior (también denominada lease back)
consiste en que el propietario de un activo lo enajena para proceder a continuación a
arrendarlo al comprador. Esta operación se lleva a cabo para poder obtener financiación de
forma inmediata, pasando a ser el propietario inicial del activo el arrendatario del mismo.
El Plan General de Contabilidad regula este procedimiento en su NRV 8.ª, apartado tercero y
establece que, “cuando por las condiciones económicas de una enajenación, conectada al
posterior arrendamiento de los activos enajenados, se desprenda que se trata de un método de
financiación y, en consecuencia, se trate de un arrendamiento financiero, el arrendatario no
variará la calificación del activo, ni reconocerá beneficios ni pérdidas de esta transacción.
Adicionalmente, registrará el importe recibido con abono a una partida que ponga de manifiesto
el correspondiente pasivo financiero.
Ejemplo
Contabilización
Autor: Centro de Estudios Financieros (CEF)
Ejemplo
Una empresa decide vender, para poder obtener financiación, una maquina cuyo precio de
adquisición el día 1 de enero de 20X0 fue 350.000 u.m. La máquina se amortiza por el método
lineal y su vida útil es de 10 años.
La enajenación se lleva a cabo el día 1 de enero del 20X3 por un precio de 270.000 u.m. y se
acuerda con el comprador su posterior arrendamiento. La duración de dicho arrendamiento
será de dos años y se acuerda el pago de unas cuotas de 122.996,07 u.m. al final de cada
año.
El tipo de interés de la operación es del 6% y se incluye una opción de compra de 50.000 u.m.
(IVA del 18%)
Contabilización
1. Cuadro de financiación de la operación:
01-01- 270.000,00
20X3
Debe Haber
Debe Haber
Debe Haber
5. Por la reclasificación del pasivo financiero del largo plazo al corto (31-12-20X3):
Debe Haber
Debe Haber
113.203,84 ( 524 ) Acreedores por a ( 57 ) Tesorería 122.996,07
arrendamiento a corto
plazo
Debe Haber
Debe Haber
Señalan en Banco de Chile que entre sus variadas ventajas, se pueden mencionar que el
pago mensual de una operación de leaseback es un gasto tributario y, como tal, permite
rebajar la base tributable de la empresa. "Por otra parte, el monto a financiar no está
afecto al impuesto de timbres y estampillas (0.4% para este ejercicio año 2015 y 0.8% a
contar del ejercicio año 2016)".
A su vez, señala el Banco de Chile, desde el punto de vista financiero, el leaseback es una
atractiva herramienta ya que permite obtener recursos frescos o capital de trabajo,
financiar nuevos proyectos o inversiones e incluso reestructurar deudas de corto y/o largo
plazo.
Además, señala Teodosio Cayo, esta modalidad tiene una gran ventaja: Por lo general es
más sencilla y rápida que otras modalidades de financiamiento. Además, para las
instituciones financieras es muy segura, pues se hacen inmediatamente de un activo como
la propiedad, tras obviamente un acucioso estudio de títulos y tasación, entre otros
aspectos.
"Así, si el arrendatario decide dejar la propiedad, puede ser puesta muy rápidamente en el
mercado", afirma.
Explica Teodosio Cayo que para ello se realiza una tasación para calcular el precio. Y
según agregan en Banco de Chile, al valor que arroja esta tasación, de acuerdo con la
normativa de la SBIF, se le debe efectuar una deducción o ajuste por depreciación u
obsolescencia esperada, que asciende a 10%. Por lo tanto, el monto a financiar no puede
exceder el 90% del valor comercial de dicha tasación.